Children of the night [LIBRE]

Cuando Amy la alcanzó, Jasmine ya estaba sobre el fregadero de la cocina pasando el ojo de cristal bajo el agua. Sabía que ese picor era pura ansiedad e iba a tratar de controlarlo, porque no iba a pasar el resto de la noche con cara de ascos. - ¿Eh? Nah Amy, no te preocupes. - Le sonrió al voltear hacia ella, teniendo que torcer el cuello un poco más de lo habitual para alcanzar a verla. - Si Aimee se despierta a mitad de la noche y le vomita encima me doy por bien servida. - Se sonrió con malicia. Porque a ella el chistesito de Holland le había sentado como patada en el hígado. Y que fuera tan absurdamente parecida a su hermana lo hacía peor, pero en fin, que aquello ya era cosa de sus propias ideas y rencores.

- Agarra algunas de esas botellas y vamos para allá. - Señaló con la cabeza las botellas de alcohol que había traído con James y volvió a acomodarse el ojo falso. Apretó los dientes y refunfuñó algo entre dientes, porque siempre ardía un poco cuando lo hacía, y tuvo que parpadear un millón de veces para que quedara acomodado. Habiendo tomado aire y tranquilizándose un poco ya podía regresar. Claro que antes de volver con los demás, pasó un brazo por los hombros de Amy y le dio un beso en la mejilla de aquellos tronadísimos. La quería, muchísimo.

Cargando unas cuantas botellas y latas regresó a la sala con Amy, alcanzando a escuchar como Jessy explicaba las reglas del juego. La sonrisa se le ensanchó, y dejando el botín que traía en las manos al alcance de todos, se apropio de la moneda.

- Se te olvida lo más interesante, rubia. Si aciertas puedes volver a tirar, y se aciertas tres veces seguidas... - Tiró la moneda. Directo al vaso. -Frances, bebes. - Una vez más. Acierto. - James, bebes. - Se sonrió con toda la mala intención. Que tenía técnica en aquel juego. Era bastante popular en los bares universitarios de norteamérica, y se había pasado una buena temporada ahí. - Amy, bebes. Y como cumplí las tres veces seguidas me puedo inventar la regla que se me de la gana, señores. Y yo digo que a partir de ahora cualquier persona que diga las palabras ebrio, borracho o derivados bebe. Todo se vale. - Tiró una cuarta vez, y fallando a propósito, esta vez fue ella quien dio un trago bastante sustancioso a su propia bebida.  - ¿Quién va? -

Pues en efecto, bastante experiencia con juegos para ahogarse en alcohol. A lo mejor hasta tenían razón con el chiste de mandarla a rehabilitación. Igual se echó a reír.

Cuando Frances pasó a su lado como un huracán hasta empujándolo para llegar a Euphemia, David no hizo nada. No era su papá como para defenderla, ni tampoco su amigo cercano. En vez de eso se acercó a ofrecerle del whisky al islandés para que no jodiera a Tobias.

Puso atención a las reglas del juego porque estaba dispuesto a jugar. Últimamente pensaba con mucha seriedad desarrollar algún hechizo para que la borrachera se le bajara sola luego de tres o cuatro horas, o checar con Jasmine si podían fabricar una poción para esas cosas, no quería que Angus se quedara a merced de quien perdiera en esos juegos a futuro. Eso, sólo si lo seguían invitando a las fiestas después de llegar con Euphemia como lastre, aunque técnicamente no hubieran llegado juntos.

-A ver, voy yo.-Tomó la moneda y la lanzó al vaso, dando en el blanco.-James, bebes.-Volvió a tomar la moneda y la lanzó por segunda vez.

Aquél juego era demasiado fácil para los que eran mañosos, así que volvió a acertar.-James, ahora nos tienes que contar tu peor estupidez estando borracho.-No, David no la había tomado con el jugador profesional por ser la representación de sus mejores sueños convertidos en frustración, sino porque era “nuevo” en el grupo, por así decirlo, y tenía que entrar en ambiente.

A la tercera, David falló, aunque como las expertas Jasmine y Jessy habían hecho, lo hizo a propósito. Bebió dos tragos: uno por fallar y otro por decir la palabra “borracho” tal y como dictaban las leyes nuevas de Jasmine, a quien por cierto se acercó para pasarle un brazo por los hombros en plan de colegueo.

Se había perdido, en algún punto entre las llegadas, todo el manoseo de Jessy y Kristján y la borrachera de Amy y Jasmine, en verdad que se había perdido. No hizo comentario alguno por lo de Euphemia aun que sabía más por Jasmine y David que por otra cosa lo que había sucedido con su hermana, no le pareció gracioso pero tampoco era quién para decir algo o no. Siguió en una esquina que había reclamado como su lugar seguro para beber un par de cervezas hasta que llegaron Amy y Jasmine con ese juego para tratar de quitarle el mal sabor de boca a la gente.

Tuvo que beber por lo que pedía Jasmine y ya estaba justo acabando su cerveza cuando David haciendo gala de sus dotes lanzaba la moneda y lo hacía beber, él rodó los ojos e hizo un movimiento con los hombros y se acabó la cerveza que tenía en las manos de un trago. Dejó la botella por ahí solamente esperando a ver que volvía a hacer el licántropo. Para su mala suerte se las había amañado contra él, daba igual, no se lo tomaba como algo personal, era algo divertido para sacar todas las cosas raras del ambiente.

Pues creo que ha sido algo leve, una vez después de un partido contra gales nos dio por embriagarnos y ponernos a montar Hipogrifos en medio del campo. No terminó bien, ni para el equipo completo ni para los hipogrifos. A ver, me toca…

Y luego él fue a lanzar la bendita moneda, acertó y luego vio a Frances – Frances, bebes – Lanzó la moneda nuevamente – Jasmine bebes – Y luego una tercera que dio también en el blanco – David bebe, .... ahora, mi regla será para los que acierten, cada vez que hagan beber a otro, deberán beber también, compañeros hasta el final ¿verdad? – Ya la cuarta la falló por que no le puso atención en realidad, aprovechó para tomar otra cerveza y beber.