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Too Late [Frances, después quien quiera]
2 participantes
Brigantia86 :: Mundo Muggle :: Gran Bretaña :: Londres
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Too Late [Frances, después quien quiera]
Si me hubiera visto en un espejo, podría decir que estaba tan pálido y desmejorado que parecía a punto de desmayarme. Quizás sí que lo estaba, después de ver aquello. La imagen sanguinaria de dos estudiantes de Brigantia aparentemente secuestrados era ya bastante horrible por sí misma, los conociera o no, pero no podía imaginar que sería el peor de los casos. Las cosas que se habían ido con la guerra, lo que ya nadie imaginaba que ocurría, ni esa semana ni nunca más, por que el mal estaba exterminado y se había ido igual que el nombre, you-know-who, ni siquiera eso quedaba.
Era Kristján. Era Barunka. No pude medir el alcance de mi reacción y algunos me miraron desconcertados cuando, después de ver aquello, me recargué contra la pared temiendo desvanecerme y fui bajando hasta quedar sentado en el piso antes de partirme la cabeza si perdía el conocimiento. Mi expresión era de perplejidad pasiva, de no saber cómo reaccionar.
Necesitaba hablar con alguien. Di vueltas en mi habitación como animal enjaulado terminándome media botella de whisky que había en mi habitación. Lo peor es que ese alguien seguramente hubiera sido Barunka; no tenía la paciencia para buscar a Kat en Ogmios y lo primero que se me ocurrió fue encontrar a Frances, fuera de Brigantia, fuera de cualquier lugar que me lo recordaba. Había pasado una semana y yo ni siquiera había caído en cuenta. Me sentí como una mierda total por haberme encerrado tanto en mi mismo, en mi dignidad y en contar los días que era capaz de pasar sin ver a Kristján como si fuera un triunfo, y al final ocurría una cosa como esa. Al final era muy probable que nunca regresara y jamás me había atrevido a decirle que era lo más importante que me había pasado en mucho tiempo, que lo quería como a nadie. Incluso decirlo en mi cabeza me hacía sentir más culpable.
Llegué a llamar a la puerta como un muggle cualquiera a casa de Frances, apareciéndome en la esquina donde había una tienda, que recordaba bien. Era un milagro que no me hubiera cortado una mano con la aparición, nervioso (y borracho) como me encontraba. La llamé a gritos desde fuera.
-¡Frances! Frances ábreme, necesito hablar contigo- le dije desesperado, como si necesitara urgentemente decir algo, lo que fuera.
Era Kristján. Era Barunka. No pude medir el alcance de mi reacción y algunos me miraron desconcertados cuando, después de ver aquello, me recargué contra la pared temiendo desvanecerme y fui bajando hasta quedar sentado en el piso antes de partirme la cabeza si perdía el conocimiento. Mi expresión era de perplejidad pasiva, de no saber cómo reaccionar.
Necesitaba hablar con alguien. Di vueltas en mi habitación como animal enjaulado terminándome media botella de whisky que había en mi habitación. Lo peor es que ese alguien seguramente hubiera sido Barunka; no tenía la paciencia para buscar a Kat en Ogmios y lo primero que se me ocurrió fue encontrar a Frances, fuera de Brigantia, fuera de cualquier lugar que me lo recordaba. Había pasado una semana y yo ni siquiera había caído en cuenta. Me sentí como una mierda total por haberme encerrado tanto en mi mismo, en mi dignidad y en contar los días que era capaz de pasar sin ver a Kristján como si fuera un triunfo, y al final ocurría una cosa como esa. Al final era muy probable que nunca regresara y jamás me había atrevido a decirle que era lo más importante que me había pasado en mucho tiempo, que lo quería como a nadie. Incluso decirlo en mi cabeza me hacía sentir más culpable.
Llegué a llamar a la puerta como un muggle cualquiera a casa de Frances, apareciéndome en la esquina donde había una tienda, que recordaba bien. Era un milagro que no me hubiera cortado una mano con la aparición, nervioso (y borracho) como me encontraba. La llamé a gritos desde fuera.
-¡Frances! Frances ábreme, necesito hablar contigo- le dije desesperado, como si necesitara urgentemente decir algo, lo que fuera.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Eran momentos difíciles para todos. Acababa de colgar con David al teléfono –porque ya sabía usar perfectamente un teléfono, claro- y ahora solamente le quedaba darle vueltas a la nueva información que tenía y que, según Finnerty, terminaría de completar por la noche, cuando fuera a su casa. Había pensado que esas cosas se habían ido para siempre y ese había sido su error. De pronto había estado tan metida en sus hijos, en la universidad y en cuidar que su matrimonio no se fuera al diablo por sus propias locuras que había olvidado el instinto básico de supervivencia, el de la paranoia, el de no estar nunca conforme y siempre sospechar de todo. Y ahí estaban los resultados.
Peor, no tenían una sola pista de nada, en lo absoluto. Antes al menos tenían la certeza de quienes eran, por qué lo hacían, tenían agentes dobles, tenían algunas armas. Ahora se sentía completamente a ciegas.
Kristján y Barunka, sobraba decirlo, eran muy importantes para ella y aún no sabía como canalizar esa angustia. Apenas estaba procesando la información luego de lo dicho por David cuando escuchó que tocaban la puerta y alguien decía su nombre a gritos. Ni siquiera reconoció la voz de Kit. Se apresuró a abrir la puerta, varita en mano y con el cigarrillo que había prendido recién entre los labios. Lo apunto directamente un segundo antes de reconocerlo, más descompuesto que nunca. Bajó la varita y lo tomó por el brazo para hacerlo entrar.
Ella tampoco se veía muy bien, pero el estado de Kit parecía agravarse por estar alcoholizado.
-Kit, ¿qué pasa? ¿estás bien?
Parecían preguntas estúpidas en ese contexto, pero no supo qué más decir. Lo llevó para que se sentara en el sillón porque parecía que se iba a desplomar en cualquier momento o algo así.
-¿Qué tienes?
No lo pudo evitar, la pasó la mano por el cabello y por la cara en un gesto que rayaba en lo maternal. No alcanzaba ni a adivinarlo.
Peor, no tenían una sola pista de nada, en lo absoluto. Antes al menos tenían la certeza de quienes eran, por qué lo hacían, tenían agentes dobles, tenían algunas armas. Ahora se sentía completamente a ciegas.
Kristján y Barunka, sobraba decirlo, eran muy importantes para ella y aún no sabía como canalizar esa angustia. Apenas estaba procesando la información luego de lo dicho por David cuando escuchó que tocaban la puerta y alguien decía su nombre a gritos. Ni siquiera reconoció la voz de Kit. Se apresuró a abrir la puerta, varita en mano y con el cigarrillo que había prendido recién entre los labios. Lo apunto directamente un segundo antes de reconocerlo, más descompuesto que nunca. Bajó la varita y lo tomó por el brazo para hacerlo entrar.
Ella tampoco se veía muy bien, pero el estado de Kit parecía agravarse por estar alcoholizado.
-Kit, ¿qué pasa? ¿estás bien?
Parecían preguntas estúpidas en ese contexto, pero no supo qué más decir. Lo llevó para que se sentara en el sillón porque parecía que se iba a desplomar en cualquier momento o algo así.
-¿Qué tienes?
No lo pudo evitar, la pasó la mano por el cabello y por la cara en un gesto que rayaba en lo maternal. No alcanzaba ni a adivinarlo.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Tarde me di cuenta de las reacciones que podría provocar en Frances al llegar a su casa gritando como un loco. A todos parecía habernos, en cosa de un segundo, vuelto la paranoia de los tiempos de guerra en donde cualquier indicio tenía potencial para ser una tragedia, y nada debía pasarse por alto. También pensé en sus hijos, en si los intranquilizaría, los pondría en peligro, cualquier cosa. Tampoco había pensado en Tobias.
A pesar de la ebriedad sabía que Frances no fumaba cerca de sus hijos, así que al ver el cigarrillo en sus labios supe que estaba sola, o al menos con su marido. Naturalmente se escandalizó al verme y lo primero que tendría que hacer mi yo racional sería decirle que no me ocurría nada, pero estaría mintiendo. Por supuesto que algo me ocurría, y sentía que iba a morir de desesperación. Casi sonreí cuando Frances pasaba una mano por mi cabello y me examinaba. No le pedí permiso para entrar, sólo lo hice.
Ni siquiera sabía cómo empezar sin sonar ilógico. Me pasé una mano por la cara. -No me pasó nada, estoy… bueno, no estoy bien, pero sí estoy bien ¿Sabes? ¿Tienes un cigarrillo? ¿O algo de beber?-
No parecía que me hicieran falta más copas (tampoco era que me estuviera cayendo de borracho) o quizás sí, por que no sería lo mismo beber de un trago por desesperación que estar en compañía. Pero aunque Frances era mi amiga y la necesitaba en ese momento, sentía que no podría estar en paz hasta que viera a Kristján.
-El secuestro. Me enteré hoy ¡Hoy! estuve aislado como un idiota creyéndome un erudito y entonces pasó esto… pasó desde quién sabe cuántos días y yo sin saber nada, yo durmiendo y comiendo como si Kristján no estuviera desaparecido, o quizás muerto- hablaba atropelladamente, y hasta había olvidado mencionar a Barunka. Juraría que no con malas intenciones.
A pesar de la ebriedad sabía que Frances no fumaba cerca de sus hijos, así que al ver el cigarrillo en sus labios supe que estaba sola, o al menos con su marido. Naturalmente se escandalizó al verme y lo primero que tendría que hacer mi yo racional sería decirle que no me ocurría nada, pero estaría mintiendo. Por supuesto que algo me ocurría, y sentía que iba a morir de desesperación. Casi sonreí cuando Frances pasaba una mano por mi cabello y me examinaba. No le pedí permiso para entrar, sólo lo hice.
Ni siquiera sabía cómo empezar sin sonar ilógico. Me pasé una mano por la cara. -No me pasó nada, estoy… bueno, no estoy bien, pero sí estoy bien ¿Sabes? ¿Tienes un cigarrillo? ¿O algo de beber?-
No parecía que me hicieran falta más copas (tampoco era que me estuviera cayendo de borracho) o quizás sí, por que no sería lo mismo beber de un trago por desesperación que estar en compañía. Pero aunque Frances era mi amiga y la necesitaba en ese momento, sentía que no podría estar en paz hasta que viera a Kristján.
-El secuestro. Me enteré hoy ¡Hoy! estuve aislado como un idiota creyéndome un erudito y entonces pasó esto… pasó desde quién sabe cuántos días y yo sin saber nada, yo durmiendo y comiendo como si Kristján no estuviera desaparecido, o quizás muerto- hablaba atropelladamente, y hasta había olvidado mencionar a Barunka. Juraría que no con malas intenciones.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Miró a su alrededor buscando algo que darle de beber pero como ya estaba bastante bebido optó por mejor darle un cigarrillo que le encendió ella misma con el que ya tenía entre los labios y se lo pasó. Ni siquiera lograba recordar si había cervezas en el refrigerador. Lo miraba confundida, no porque minimizara los sentimientos de los demás respecto a ese tema como si solamente ella tuviera derecho a sufrir, sino porque no recordaba que fuera TAN amigo de Barunka como para estar en ese estado, aunque quizá simplemente era muy sensible, y el asunto lo abrumaba y necesitaba hablar. Intentó ser más empática con ese pensamiento, algo que le suponía un esfuerzo muy grande pero que estaba dispuesta a asumir porque Kit era su amigo.
Se remojó los labios y no notó que había mencionado solamente el nombre de Kristján y con tanto ahínco. No era buena consolando gente, jamás lo había hecho y ni siquiera era buena dejándose consolar pero de nuevo, pensó que valía la pena intentarlo.
-Lo vamos a encontrar, no nos vamos a dar por vencidos, ¿sabes? es nuestra familia. Te lo juro, no se va a quedar así. No digas que está muerto…
Pensar en ello le revolvía el estómago, casi no podía soportarlo. Apretó la mano de Kit instintivamente. Qué ironía estar diciendo eso y sintiendo eso en el justo momento en el que uno de los compañeros de carrera de Kristján declaraba ante el wizengamot, por fin, que Tobias le había lanzado un Avada en el Dirty Duck, lo que de inmediato lo pondría en la mira como sospechoso. Y ella ahí, hablando de familias y de que lo iban a encontrar, y que no estaba muerto.
Dio una larga calada al cigarrillo, incluso tosió un poco por la falta de costumbre y luego negó con la cabeza.
-Tienes suerte en parte, ha sido el peor momento de la vida desde hace mucho tiempo. Pensé que esto ya no iba a pasar, ¿sabes? cometí el error de entrar a cierta zona de confort, creo que todos lo hicimos. Pero lo volveremos a ver, es un tipo con suerte, estoy segura.
Claro que no estaba segura, claro que a veces pensaba que también ya estaban muertos, que no volvería a verlo ni a él ni a Barunka pero ¿cómo decir eso cuando se suponía que estabas consolando a alguien?
Se remojó los labios y no notó que había mencionado solamente el nombre de Kristján y con tanto ahínco. No era buena consolando gente, jamás lo había hecho y ni siquiera era buena dejándose consolar pero de nuevo, pensó que valía la pena intentarlo.
-Lo vamos a encontrar, no nos vamos a dar por vencidos, ¿sabes? es nuestra familia. Te lo juro, no se va a quedar así. No digas que está muerto…
Pensar en ello le revolvía el estómago, casi no podía soportarlo. Apretó la mano de Kit instintivamente. Qué ironía estar diciendo eso y sintiendo eso en el justo momento en el que uno de los compañeros de carrera de Kristján declaraba ante el wizengamot, por fin, que Tobias le había lanzado un Avada en el Dirty Duck, lo que de inmediato lo pondría en la mira como sospechoso. Y ella ahí, hablando de familias y de que lo iban a encontrar, y que no estaba muerto.
Dio una larga calada al cigarrillo, incluso tosió un poco por la falta de costumbre y luego negó con la cabeza.
-Tienes suerte en parte, ha sido el peor momento de la vida desde hace mucho tiempo. Pensé que esto ya no iba a pasar, ¿sabes? cometí el error de entrar a cierta zona de confort, creo que todos lo hicimos. Pero lo volveremos a ver, es un tipo con suerte, estoy segura.
Claro que no estaba segura, claro que a veces pensaba que también ya estaban muertos, que no volvería a verlo ni a él ni a Barunka pero ¿cómo decir eso cuando se suponía que estabas consolando a alguien?
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Sabía que Frances decía esas cosas por que las creía, y eso era suficiente para encontrar fuerzas y no pensar lo peor, al menos por un rato. Mi yo más intelectual siempre buscaba posibilidades, probabilidades, se acercaba al abanico de cosas que podían pasar o que ya habían pasado sin el más mínimo tacto, sin pensar que no podía siquiera asimilar la idea de que no veía a Kristján nunca más, o que mi manera de haberlo extrañado, que yo mismo según estaba provocando evitando su encuentro (desde su fiesta de cumpleaños para ser preciso), sólo hacía que la lógica hiciera un corto circuito en mi cabeza.
Asentí convencido de que así sería, de que los encontraríamos (ahora sí en plural) y que encontraríamos la manera de resolverlo todo. Pero no era eso lo que estaba buscando; o sea, de manera egoísta como todo lo que hace un amante, no estaba buscando consuelo sobre la situación social, sobre el triunfo de los buenos, nada de eso. Sólo quería sacar de dentro que quería demasiado a ese tipo como para poder seguir viviendo si no regresaba. Me sorprendía pensarlo. Me sorprendía tener esas reflexiones tan extremas, y casi me daba miedo. Por eso había terminado borracho en dos segundos.
-No no no no, no es así, es que no lo entiendes- dije después de mis asentimientos, contradiciéndome. Solté el humo procurando no tirárselo a Frances en la cara y di vueltas como gato cautivo en la sala. Seguía negando con la cabeza como un paciencia psiquiátrico. Me acerqué a Frances y la tomé por los hombros, me sorprendió encontrarla delgada y vulnerable, quizás nunca había pensado en mi como un tipo que llegaría a sacudirla por los hombros haciendo gala de su fuerza física.
-Perdóname, es que… Exhalé desesperado, contenido, guardándome por un segundo más todo lo que quería decir desde hacía mucho, desde toda la vida. Pero en ese momento era aún peor. Solté un gruñido de frustración por no querer decir lo que necesitaba decir -Si no regresa voy a matarme. Si no pongo todo lo que se, y tengo, y puedo hacer para que regrese, en serio… voy a matarme- hablaba en singular de nuevo. Pero tal vez ya se lo había dejado claro.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
¿Qué no entendía qué? Miró a Kit extrañada y quiso decir algo pero se quedó con las palabras en la boca tratando de entenderlo, aunque ya no podía. ¿Qué diablos le pasaba entonces si no era el asunto de estar preocupado por Kris y por Barunka? Lo siguió con la mirada sin saber qué decir hasta que se sobresaltó por la manera en que la tomó por los hombros, haciéndola soltar algo de la ceniza de su cigarrillo sobre el sillón sin querer.
-¡Es que no te entiendo!
Sí, ya, él mismo se lo había dicho pero ella lo reafirmaba. Dejó el cigarro en una lata de refresco que quién sabía cuánto tiempo llevaba ahí y miró a Kit a los ojos. Intentó ser paciente y no soltarle un “bueno ya, coño, ¡dímelo ya!” y también exhaló tratando de juntar ese granito de paciencia.
Al principio no digirió sus palabras, eso de que iba a matarse si Kristján no regresaba –porque ya tenía clarísimo, al menos, que no hablaba de Barunka- y le pareció tan natural escucharlo que lo primero que hizo fue levantarse y acercarse a él para tomarle la cara con las manos.
-Cálmate. Claro que va a regresar, yo también lo quiero de vuelta y…espera…¿qué?
De repente nada tuvo sentido. ¿Cómo que iba a matarse? Le soltó la cara y hasta dio un paso hacia atrás como si estuviera frente a extrañas visiones. Claro que sabía que Kit era gay, y de primera mano. Y claro que había leído las tonterías del Escuchón pero ¿Kristján? ¿Kristján Sveinsson? Ni de chiste.
Lo miró unos segundos sin decir nada, digiriéndolo. Pasó saliva y luego respiró profundo. Lo veía tan mal, de verdad tan mal, que lo único que se le pasó por la cabeza fue volver a él y abrazarlo como una loca, estrecharlo contra ella, acariciar su cabello. Ni siquiera creía que Jessy fuera capaz de decir cosas tan dementes como esa que acababa de escuchar.
-¿Estás loco o qué?
Era su brusca manera de preguntarle si estaba enamorado de él, si era correspondido, si no era más que un capricho momentáneo, si tenían algo, algo grande. No podía ni creérselo.
-¡Es que no te entiendo!
Sí, ya, él mismo se lo había dicho pero ella lo reafirmaba. Dejó el cigarro en una lata de refresco que quién sabía cuánto tiempo llevaba ahí y miró a Kit a los ojos. Intentó ser paciente y no soltarle un “bueno ya, coño, ¡dímelo ya!” y también exhaló tratando de juntar ese granito de paciencia.
Al principio no digirió sus palabras, eso de que iba a matarse si Kristján no regresaba –porque ya tenía clarísimo, al menos, que no hablaba de Barunka- y le pareció tan natural escucharlo que lo primero que hizo fue levantarse y acercarse a él para tomarle la cara con las manos.
-Cálmate. Claro que va a regresar, yo también lo quiero de vuelta y…espera…¿qué?
De repente nada tuvo sentido. ¿Cómo que iba a matarse? Le soltó la cara y hasta dio un paso hacia atrás como si estuviera frente a extrañas visiones. Claro que sabía que Kit era gay, y de primera mano. Y claro que había leído las tonterías del Escuchón pero ¿Kristján? ¿Kristján Sveinsson? Ni de chiste.
Lo miró unos segundos sin decir nada, digiriéndolo. Pasó saliva y luego respiró profundo. Lo veía tan mal, de verdad tan mal, que lo único que se le pasó por la cabeza fue volver a él y abrazarlo como una loca, estrecharlo contra ella, acariciar su cabello. Ni siquiera creía que Jessy fuera capaz de decir cosas tan dementes como esa que acababa de escuchar.
-¿Estás loco o qué?
Era su brusca manera de preguntarle si estaba enamorado de él, si era correspondido, si no era más que un capricho momentáneo, si tenían algo, algo grande. No podía ni creérselo.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Experimenté el momentáneo alivio de que alguien pudiera comprender la gravedad de lo que ocurría. De nuevo, era egoísta como todos los amantes pensando que la tragedia me alcanzaba a mi y no, por ejemplo, a Jessy, a la familia de Kristján (seguramente nadie les había avisado, o no habría manera), a sus amigos de siempre. No. Era como si su existencia de pronto estuviera más atada que ninguna a la mía, y estuviera muriéndome. Odiaba el romanticismo, la exageración, pero juraba que no estaba siendo dramático sólo por serlo.
Al fin Frances empezó a comprenderlo, o al menos a vislumbrarlo, y me llené de ansiedad en cuanto noté en su mirada que se había dado cuenta al menos de un poco de lo que me pasaba. Me arrepentí de inmediato, por que era mi naturaleza y estaba acostumbrado a ocultar todo lo importante que me ocurría, pero ya no podía más. Pues eso, que si no regresaba me sentía muy capaz de terminar con mi propia vida. Qué asco me daba. Aún así, no iba a retractarme.
Correspondí al abrazo de Frances como derrotado, con un dolor intenso de garganta al estar conteniendo el llano y después de todo dejándolo ir. No es que estuviera sollozando como niño, pero se me habían escapado algunas lágrimas y tenía los ojos enrojecidos, entre el alcohol, la desesperación y la velada confesión que había hecho. Me limpié de inmediato los ojos cuando se separaba de mi. Incluso me sonreí de frustración, sintiéndome un completo ridículo.
-Es que yo… creo que también él… no lo sé. No lo sé.- empecé a decir con la mano en la mitad de la cara, los ojos cerrados, como si fuera un niño que confesara alguna travesura tonta, antes de volver a mirarla con toda la seriedad que era capaz -Tenemos algo, o teníamos. Estuvimos juntos, varias veces, no sé, es complicado. No se lo puedes decir a nadie. Se terminaría todo, lo conozco bien-
Ahí estaba de nuevo, con esa pequeña frase dejaba en evidencia que no era un enamoramiento imaginario, que había algo real, aunque muchas veces había pensado que no lo era por que nadie jamás había participado de ello, y no me importaba. Me sentía mucho mejor si era de ese modo (obviamente él también), pero esta era una situación desesperada. Al menos a Frances le debía ese intento de explicación.
-Tenemos qué encontrarlo, antes de que ocurra algo horrible- si no es que ya había ocurrido, me ahorré en decir, por que volvería a llorar cuando menos -Soy capaz de lo que sea. De lo que sea, tienes qué ayudarme-
Al fin Frances empezó a comprenderlo, o al menos a vislumbrarlo, y me llené de ansiedad en cuanto noté en su mirada que se había dado cuenta al menos de un poco de lo que me pasaba. Me arrepentí de inmediato, por que era mi naturaleza y estaba acostumbrado a ocultar todo lo importante que me ocurría, pero ya no podía más. Pues eso, que si no regresaba me sentía muy capaz de terminar con mi propia vida. Qué asco me daba. Aún así, no iba a retractarme.
Correspondí al abrazo de Frances como derrotado, con un dolor intenso de garganta al estar conteniendo el llano y después de todo dejándolo ir. No es que estuviera sollozando como niño, pero se me habían escapado algunas lágrimas y tenía los ojos enrojecidos, entre el alcohol, la desesperación y la velada confesión que había hecho. Me limpié de inmediato los ojos cuando se separaba de mi. Incluso me sonreí de frustración, sintiéndome un completo ridículo.
-Es que yo… creo que también él… no lo sé. No lo sé.- empecé a decir con la mano en la mitad de la cara, los ojos cerrados, como si fuera un niño que confesara alguna travesura tonta, antes de volver a mirarla con toda la seriedad que era capaz -Tenemos algo, o teníamos. Estuvimos juntos, varias veces, no sé, es complicado. No se lo puedes decir a nadie. Se terminaría todo, lo conozco bien-
Ahí estaba de nuevo, con esa pequeña frase dejaba en evidencia que no era un enamoramiento imaginario, que había algo real, aunque muchas veces había pensado que no lo era por que nadie jamás había participado de ello, y no me importaba. Me sentía mucho mejor si era de ese modo (obviamente él también), pero esta era una situación desesperada. Al menos a Frances le debía ese intento de explicación.
-Tenemos qué encontrarlo, antes de que ocurra algo horrible- si no es que ya había ocurrido, me ahorré en decir, por que volvería a llorar cuando menos -Soy capaz de lo que sea. De lo que sea, tienes qué ayudarme-
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Estaba de verdad anonadada, tanto que tuvo que volver a sentarse y además encender otro cigarrillo. Ni siquiera lo podía imaginar. O más bien lo imaginó tan vívidamente que tuvo que darse una cachetada imaginaria también. Pero parecía una mentira, de verdad, una alucinación de muchachita enamorada excepto porque ya sabía que Kit no era de esos, que no era un romántico demente que se inventaba affaires con los guapos machos de Brigantia.
“Lo conozco bien”. Qué extraña le sonó esa frase en ese momento y casi creyó que, si eso era cierto, al final Kit sí que conocía a Kristján más de lo que ella misma lo conocía. Aunque sí, sonaba lógico que así fuera, que si sabía que alguien más lo sabía mandara todo al carajo.
Kristján, el macho Alpha, su primer amor, el primer amor de muchas, involucrado con Kit Hutchins por a saber qué bromas del destino. Hubiera soltado una carcajada enferma de no ser porque Kit la regresó rápidamente a la realidad con eso de que tenían que encontrarlo. Asintió aunque estaba un poco ida, no sabía que decir que no fuera a hacerlo sentir incómodo. No servía un “¿desde cuándo?” y tampoco servía un “Bueno, ¿y al menos consideras que la tiene grande?” que hubiera dicho si el contexto hubiera sido completamente distinto, para abochornarlo. En vez de eso sintió un arranque de cariño por Kit que no se hubiera imaginado. Quizá porque su posesividad solamente aplicaba con las chicas. Su Kristján, suyo, suyo, y de Kit. Y ya.
-Sí, lo sé. Estamos trabajando en ello. David me comentó que Jessy y él tenían algunas pistas, que iba a venir a hablar conmigo de ello. Y entonces iremos por él, ¿está bien? Lo vamos a encontrar, tienes que confiar en nosotros.
Ahora sí que necesitaba alcohol pero no quería terminar emborrachando a Kit más de lo que ya estaba. Le hizo un gesto con la mano para que se sentara en el sillón.
-No le voy a decir a nadie, te lo juro.
Tenía como un poder extraordinario entre las manos con esa valiosa información, pero en verdad no iba a decir nada ni aunque con eso pudiera matar a Jessy y hasta escupirle metafóricamente en la cara diciéndole algo como “bien por ti, lo hiciste marica”, aunque conociendo a Sveinsson, seguramente Kit era como algo único en su vida.
-Yo también estoy preocupada por él, es de los mejores amigos que tengo, aunque claramente no me cuente en qué anda ocupado cuando…bueno, cuando está ocupado. ¿Cuánto tiempo llevan así? Técnicamente yo ocasioné su encuentro ¿entiendes? De forma bizarra pero fue mi culpa.
No le quedaba más que hablar así, aunque no lo estaba haciendo como si Kristján ya no existiera, solo quería que Kit se desahogara si quería.
“Lo conozco bien”. Qué extraña le sonó esa frase en ese momento y casi creyó que, si eso era cierto, al final Kit sí que conocía a Kristján más de lo que ella misma lo conocía. Aunque sí, sonaba lógico que así fuera, que si sabía que alguien más lo sabía mandara todo al carajo.
Kristján, el macho Alpha, su primer amor, el primer amor de muchas, involucrado con Kit Hutchins por a saber qué bromas del destino. Hubiera soltado una carcajada enferma de no ser porque Kit la regresó rápidamente a la realidad con eso de que tenían que encontrarlo. Asintió aunque estaba un poco ida, no sabía que decir que no fuera a hacerlo sentir incómodo. No servía un “¿desde cuándo?” y tampoco servía un “Bueno, ¿y al menos consideras que la tiene grande?” que hubiera dicho si el contexto hubiera sido completamente distinto, para abochornarlo. En vez de eso sintió un arranque de cariño por Kit que no se hubiera imaginado. Quizá porque su posesividad solamente aplicaba con las chicas. Su Kristján, suyo, suyo, y de Kit. Y ya.
-Sí, lo sé. Estamos trabajando en ello. David me comentó que Jessy y él tenían algunas pistas, que iba a venir a hablar conmigo de ello. Y entonces iremos por él, ¿está bien? Lo vamos a encontrar, tienes que confiar en nosotros.
Ahora sí que necesitaba alcohol pero no quería terminar emborrachando a Kit más de lo que ya estaba. Le hizo un gesto con la mano para que se sentara en el sillón.
-No le voy a decir a nadie, te lo juro.
Tenía como un poder extraordinario entre las manos con esa valiosa información, pero en verdad no iba a decir nada ni aunque con eso pudiera matar a Jessy y hasta escupirle metafóricamente en la cara diciéndole algo como “bien por ti, lo hiciste marica”, aunque conociendo a Sveinsson, seguramente Kit era como algo único en su vida.
-Yo también estoy preocupada por él, es de los mejores amigos que tengo, aunque claramente no me cuente en qué anda ocupado cuando…bueno, cuando está ocupado. ¿Cuánto tiempo llevan así? Técnicamente yo ocasioné su encuentro ¿entiendes? De forma bizarra pero fue mi culpa.
No le quedaba más que hablar así, aunque no lo estaba haciendo como si Kristján ya no existiera, solo quería que Kit se desahogara si quería.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
No iba a culpar a Frances por su sorpresa. De hecho yo mismo no estaba aún consciente de la magnitud de mi confesión por estar alterado pensando en la ausencia violenta de Kristján. No había parado ningún momento para pensar fríamente sobre lo que pasaba y buscar una solución, sólo pensaba que tenía qué hacer algo, lo que fuera, si había qué hacerlo ya, entonces se hacía ya. Nada tenía sentido. Al ver cómo se encendía otro cigarrillo me detuve un momento y sentí un nudo en el estómago: se lo había dicho a alguien.
Era raro, pero me sentía un poco aliviado. Tanto secretísimo me había jodido bastante los ánimos y quizás por eso me había recluido en mi habitación a fingir que el mundo podía no importar si metía la nariz en un libro y cambiaba de realidad, si me trasladaba a los anales de la historia y de cualquier cosa que me evadiera de la realidad. Me sentía útil, acumulaba conocimiento, buscaba ser el mejor de mi clase, eso era mejor que estar haciéndose un lío por cosas tan tontas como estar enamorado.
O eso pensaba.
-Y yo voy a ir con ustedes- lo dije, no sin pensar, aún cuando el grupo contemplaba a la historia de amor oficial de Kristján. -Si no hago algo, algo de verdad, nunca me lo perdonaré. Ya he pasado la vida negándome a demostrar lo que de verdad me importa- dije en un arranque de honestidad. Me dejé caer en el sillón, pasándome una mano por la cara de nuevo, buscando calma al menos para ese rato pues estaba claro que no podía salir a la calle a buscarlo como un loco (aunque poco me hubiera faltado). Exhalé con pesadumbre.
-Él jamás le contaría esto a nadie y … no sé ¿Tres meses?- me dolió que sonara a tanto y nadie, nadie en absoluto, siquiera sospechara lo más mínimo. Para Kristján eso sería un triunfo, claro. -Claro, Frances, tú lo pusiste en mi camino ¿Le diste una poción, verdad?- me permití la broma e incluso me reí un instante. Pero sólo recordar esa vez, justo en esa casa, me hizo volver a llorar como un estúpido. Ya ni siquiera lo oculté, aunque seguía cubriéndome el rostro con la mano.
Era raro, pero me sentía un poco aliviado. Tanto secretísimo me había jodido bastante los ánimos y quizás por eso me había recluido en mi habitación a fingir que el mundo podía no importar si metía la nariz en un libro y cambiaba de realidad, si me trasladaba a los anales de la historia y de cualquier cosa que me evadiera de la realidad. Me sentía útil, acumulaba conocimiento, buscaba ser el mejor de mi clase, eso era mejor que estar haciéndose un lío por cosas tan tontas como estar enamorado.
O eso pensaba.
-Y yo voy a ir con ustedes- lo dije, no sin pensar, aún cuando el grupo contemplaba a la historia de amor oficial de Kristján. -Si no hago algo, algo de verdad, nunca me lo perdonaré. Ya he pasado la vida negándome a demostrar lo que de verdad me importa- dije en un arranque de honestidad. Me dejé caer en el sillón, pasándome una mano por la cara de nuevo, buscando calma al menos para ese rato pues estaba claro que no podía salir a la calle a buscarlo como un loco (aunque poco me hubiera faltado). Exhalé con pesadumbre.
-Él jamás le contaría esto a nadie y … no sé ¿Tres meses?- me dolió que sonara a tanto y nadie, nadie en absoluto, siquiera sospechara lo más mínimo. Para Kristján eso sería un triunfo, claro. -Claro, Frances, tú lo pusiste en mi camino ¿Le diste una poción, verdad?- me permití la broma e incluso me reí un instante. Pero sólo recordar esa vez, justo en esa casa, me hizo volver a llorar como un estúpido. Ya ni siquiera lo oculté, aunque seguía cubriéndome el rostro con la mano.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Miró a Kit fijamente, como si lo estuviera evaluando. No podía imaginar lo que había sentido al ver esa horrible fotografía de Kristján en esas circunstancias. Si ella había sentido que se le iba el alma al suelo, ¿qué había sentido él, que al parecer estaba realmente loco por toda esa situación?
-Sí, irás con nosotros. Una vez que sepamos…
Algo, cualquier cosa, pero lo cierto era que no sabían nada, que estaban atados de manos, y la impotencia la hizo sentir la garganta seca y desesperarse un poco, volver a ese estado de ansiedad. Lo miró fijo. Tres meses era demasiado tiempo manteniendo cosas en secreto pero solamente Kristján era capaz de maniobrar con una novia y un novio a la vez. Se rió en un arranque de nostalgia mezclada con los restos de la sorpresa.
-No sé como lo hace, en serio.
Arreglárselas para ser un cabrón, no precisamente en el mal sentido. También se pasó una mano por la cara aunque no estaba precisamente llorando –ya no, al menos- y recargó completamente la espalda en el sillón.
-Ajá, amortentia.
Le dijo justo antes de que se echara a llorar. Le dieron ganas de abrazarlo y eso fue lo que hizo, pero al sentir que se contagiaba se levantó rápido y fue a la cocina a buscar una botella que Finnerty había dejado ahí varias semanas atrás. Conjuró un par de vasos.
Le dio un trago e hizo gestos al sentir que le quemaba la garganta. Kit ya no parecía tan ebrio, o al menos no ebrio como para no mantenerse en pie, de hecho debía estar sintiéndose terriblemente mierda. Le pasó la botella como un acto de buena voluntad, y también un vaso.[/b]
-Lo siento, en verdad. Yo también lo extraño, y a Barunka. No dejo de sentirme culpable porque desaparecieron en la fiesta esa y yo estaba muy ocupada molestando gente como para ocuparme de mis amigos.
-Sí, irás con nosotros. Una vez que sepamos…
Algo, cualquier cosa, pero lo cierto era que no sabían nada, que estaban atados de manos, y la impotencia la hizo sentir la garganta seca y desesperarse un poco, volver a ese estado de ansiedad. Lo miró fijo. Tres meses era demasiado tiempo manteniendo cosas en secreto pero solamente Kristján era capaz de maniobrar con una novia y un novio a la vez. Se rió en un arranque de nostalgia mezclada con los restos de la sorpresa.
-No sé como lo hace, en serio.
Arreglárselas para ser un cabrón, no precisamente en el mal sentido. También se pasó una mano por la cara aunque no estaba precisamente llorando –ya no, al menos- y recargó completamente la espalda en el sillón.
-Ajá, amortentia.
Le dijo justo antes de que se echara a llorar. Le dieron ganas de abrazarlo y eso fue lo que hizo, pero al sentir que se contagiaba se levantó rápido y fue a la cocina a buscar una botella que Finnerty había dejado ahí varias semanas atrás. Conjuró un par de vasos.
Le dio un trago e hizo gestos al sentir que le quemaba la garganta. Kit ya no parecía tan ebrio, o al menos no ebrio como para no mantenerse en pie, de hecho debía estar sintiéndose terriblemente mierda. Le pasó la botella como un acto de buena voluntad, y también un vaso.[/b]
-Lo siento, en verdad. Yo también lo extraño, y a Barunka. No dejo de sentirme culpable porque desaparecieron en la fiesta esa y yo estaba muy ocupada molestando gente como para ocuparme de mis amigos.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Sentí el rostro húmedo y también me sentí bastante tonto de haber llorado, ya un par de veces, frente a Frances y haberlo hecho precisamente por Kristján. Sin pensaba en la primera impresión que el tipo me había dado a los quince años y me hubieran dicho que se convertiría en la razón de mi angustia más mortal, seguro me hubiera echado a reír. Apreté su brazo por un instante sintiendo que si dejaba correr el grifo del llanto iba a ponerme insoportable, pero Frances se apartaba a tiempo, para recomponerme.
Estaba borracho y aturdido pero efectivamente, no era ya la embriaguez de los arrebatos. Era sólo la sensación de estar mareado y algo nauseabundo, arrepentido y lleno de culpas. Me ahogaban las culpas por todos lados, la de no haber prestado más atención, la de haberme enterado tan tarde -eso, en casos de secuestro según había leído, era un factor determinante- y también un poco el haberme confesado con Frances, aunque confiara en ella. Eran cosas que aún no podía manejar. Agradecí que me diera la copa que le había pedido desde el principio aunque era mejor beberla ahora y no cuando me había recién abierto la puerta.
Cerré los ojos con fuerza después de servirme, y bebí el primer trago. Me supo asqueroso, pero sentí que me aliviaba al instante.
-Ya, Frances, es una tontería que te sientas culpable. No tenemos amigos para hacerles de niñeras, y no vivimos esperando lo peor, si no terminaríamos suicidándonos en una semana.- era todo lo contrario a lo que sentía, pero de verdad lo pensaba. Era racional, ecuánime, así estaba configurada mi mente para subsistir.
Me reí de pronto.
-Parece que estoy en otro mundo ¿Sabes? Desde que pasó. Aquí, en tu casa, yo lo besé como por fastidiar, por dejarlo sin palabras. Y después él vino a mi habitación y…- por supuesto que iba a interrumpirme en ese momento. No es que tuviera ganas de relatar nuestra aventura pero así, narrada, sonaba bastante irreal. No haría falta mucha suspicacia para tacharme de mentiroso, por que era tan secreto que, de verdad, nadie podía imaginar que sí, que de verdad había ocurrido.
Estaba borracho y aturdido pero efectivamente, no era ya la embriaguez de los arrebatos. Era sólo la sensación de estar mareado y algo nauseabundo, arrepentido y lleno de culpas. Me ahogaban las culpas por todos lados, la de no haber prestado más atención, la de haberme enterado tan tarde -eso, en casos de secuestro según había leído, era un factor determinante- y también un poco el haberme confesado con Frances, aunque confiara en ella. Eran cosas que aún no podía manejar. Agradecí que me diera la copa que le había pedido desde el principio aunque era mejor beberla ahora y no cuando me había recién abierto la puerta.
Cerré los ojos con fuerza después de servirme, y bebí el primer trago. Me supo asqueroso, pero sentí que me aliviaba al instante.
-Ya, Frances, es una tontería que te sientas culpable. No tenemos amigos para hacerles de niñeras, y no vivimos esperando lo peor, si no terminaríamos suicidándonos en una semana.- era todo lo contrario a lo que sentía, pero de verdad lo pensaba. Era racional, ecuánime, así estaba configurada mi mente para subsistir.
Me reí de pronto.
-Parece que estoy en otro mundo ¿Sabes? Desde que pasó. Aquí, en tu casa, yo lo besé como por fastidiar, por dejarlo sin palabras. Y después él vino a mi habitación y…- por supuesto que iba a interrumpirme en ese momento. No es que tuviera ganas de relatar nuestra aventura pero así, narrada, sonaba bastante irreal. No haría falta mucha suspicacia para tacharme de mentiroso, por que era tan secreto que, de verdad, nadie podía imaginar que sí, que de verdad había ocurrido.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Era verdad lo que kit decía pero eso no la consolaba de cualquier forma. Se llevó un par de dedos a la sien más por dramatismo que porque fuera a hacerse un masaje realmente. No podía dejar de pensar en las posibles cosas horribles que le podrían estar pasando a Kris y a Barunka, no dejaba de imaginar muchos escenarios, cada uno más aterrador que el anterior. Por eso bebió otro trago de whisky, aunque de nuevo hizo gestos.
Miró a Kit mientras comenzaba a relatar los hechos. No iba a mentir, claro que le costaba imaginarlo, claro que todo eso sonaba más como la fantasía homoerótica de un demente que como una realidad, y no sería raro, pero Frances sabía que Kit no era de los que mentían y de hecho, tampoco era como si Sveinsson no fuera la locura andante como para decidir que quería probar lo que se sentía. Y enamorar a alguien en el proceso. Tan hijo de puta como siempre.
-…¿y?...¿y qué? ¿follaron?
Le sonrió y luego le dio un empujoncito, molestándolo. Más le valía creer que Kris estaba bien y que iba a regresar, más le valía bromear, hablar sobre él, no perder la confianza, porque era lo único que les quedaba en ese momento. En otro arranque de cariño lo tomó por el cuello y le dio un beso tronadísimo en la mejilla. Le quedó en los labios un pequeñísimo regusto a sal de las lágrimas de Kit que ya se habían medio secado.
-No mientas, sé que mueres por contárselo a alguien.
Ok seguramente no, se rió y negó con la cabeza. Seguía sonando verdaderamente irreal. Pero claro que lo imaginaba perfecto, a Kristján haciendo cosas solo para demostrar que podía, en primer lugar, y luego hundiéndose hasta el cuello en algo que ni podía controlar bien.
-Ya empezaste ahora me tienes que decir. Además ni siquiera vas a salir de aquí en este estado, ni siquiera tienes opción.
Miró a Kit mientras comenzaba a relatar los hechos. No iba a mentir, claro que le costaba imaginarlo, claro que todo eso sonaba más como la fantasía homoerótica de un demente que como una realidad, y no sería raro, pero Frances sabía que Kit no era de los que mentían y de hecho, tampoco era como si Sveinsson no fuera la locura andante como para decidir que quería probar lo que se sentía. Y enamorar a alguien en el proceso. Tan hijo de puta como siempre.
-…¿y?...¿y qué? ¿follaron?
Le sonrió y luego le dio un empujoncito, molestándolo. Más le valía creer que Kris estaba bien y que iba a regresar, más le valía bromear, hablar sobre él, no perder la confianza, porque era lo único que les quedaba en ese momento. En otro arranque de cariño lo tomó por el cuello y le dio un beso tronadísimo en la mejilla. Le quedó en los labios un pequeñísimo regusto a sal de las lágrimas de Kit que ya se habían medio secado.
-No mientas, sé que mueres por contárselo a alguien.
Ok seguramente no, se rió y negó con la cabeza. Seguía sonando verdaderamente irreal. Pero claro que lo imaginaba perfecto, a Kristján haciendo cosas solo para demostrar que podía, en primer lugar, y luego hundiéndose hasta el cuello en algo que ni podía controlar bien.
-Ya empezaste ahora me tienes que decir. Además ni siquiera vas a salir de aquí en este estado, ni siquiera tienes opción.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Claro que me costaría hacer que me creyeran sin más. Cómo Kristján Sveinsson, el más famoso ladies man de Brigantia iba a tener un romance conmigo. Era una cosa impensable, un desvarío. Si habíamos terminado haciéndolo era precisamente por que a menos que alguien nos sorprendiera en pleno besuqueo, el escepticismo nos protegería para siempre. O a menos, claro, de que Kristján estuviera en peligro de muerte y yo hubiera enloquecido. Me sentí un asco de persona al ver que ni siquiera estaba pensando en Barunka, aunque juraba que la quería de verdad y me dolería muchísimo perderla.
El whisky renovó su sabor y también hizo algo con mis ánimos; en vez de ese regusto agrio del alcohol que se tomó hace horas, regresaba para hacerme sentir un poco menos jodido y desesperanzado, para que entre los recuerdos y el ser positivo quedaran posibilidades de hacer algo por él. Tenían qué quedar. Me reí, cerrando los ojos avergonzado por la pregunta de Frances. Yo nunca había sido particularmente abierto sobre esas cosas, con nadie, ni siquiera con ella o con Kat, las personas a las que solía hacer confesiones.
-Por supuesto ¿Qué pensabas, que era un romance victoriano con cartas y poemas de Keats? Esa forma, esa gracia, ese pequeño placer del amor que es tu beso... esas manos, esos ojos divinos ese tibio pecho, blanco, luciente, placentero… Lo peor del caso es que sí que leía a Keats, pero me parecía más privado hacerlo que hasta ir al baño. Me dio risa imaginar la cara que Kristján pondría cuando acaso se encontrara esas cosas en mi escritorio. Diría algo sobre mis libros gay, eso sin dudarlo. Pensarlo sólo me hizo volver a sentir la desesperación, pero igual que Frances, no iba a permitirme pensar en cosas que fueran sólo para atormentarme sin llevar a nada. Tenía al menos qué intentarlo.
-Qué quieres que te diga. Primero pensé que estaba borracho… o que sólo podría hacerlo borracho. Pero no, creo que cuando nos veíamos ni siquiera bebíamos nada. ¿Puedes creerlo? Yo le ofrecía té, y él lo aceptaba, y hablábamos de fútbol o yo que sé. No me hagas hablar de esto, me doy cuenta lo ridículo que soy- Y era cierto, estaba hablando emocionado como quinceañera con su primera novia y precisamente Frances era la primera a la que se lo contaba, y de esa manera por que seguro no había otra.
El whisky renovó su sabor y también hizo algo con mis ánimos; en vez de ese regusto agrio del alcohol que se tomó hace horas, regresaba para hacerme sentir un poco menos jodido y desesperanzado, para que entre los recuerdos y el ser positivo quedaran posibilidades de hacer algo por él. Tenían qué quedar. Me reí, cerrando los ojos avergonzado por la pregunta de Frances. Yo nunca había sido particularmente abierto sobre esas cosas, con nadie, ni siquiera con ella o con Kat, las personas a las que solía hacer confesiones.
-Por supuesto ¿Qué pensabas, que era un romance victoriano con cartas y poemas de Keats? Esa forma, esa gracia, ese pequeño placer del amor que es tu beso... esas manos, esos ojos divinos ese tibio pecho, blanco, luciente, placentero… Lo peor del caso es que sí que leía a Keats, pero me parecía más privado hacerlo que hasta ir al baño. Me dio risa imaginar la cara que Kristján pondría cuando acaso se encontrara esas cosas en mi escritorio. Diría algo sobre mis libros gay, eso sin dudarlo. Pensarlo sólo me hizo volver a sentir la desesperación, pero igual que Frances, no iba a permitirme pensar en cosas que fueran sólo para atormentarme sin llevar a nada. Tenía al menos qué intentarlo.
-Qué quieres que te diga. Primero pensé que estaba borracho… o que sólo podría hacerlo borracho. Pero no, creo que cuando nos veíamos ni siquiera bebíamos nada. ¿Puedes creerlo? Yo le ofrecía té, y él lo aceptaba, y hablábamos de fútbol o yo que sé. No me hagas hablar de esto, me doy cuenta lo ridículo que soy- Y era cierto, estaba hablando emocionado como quinceañera con su primera novia y precisamente Frances era la primera a la que se lo contaba, y de esa manera por que seguro no había otra.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Tuvo que reírse por la tontería de recitar a Keats. De nuevo, mientras lo hacía, sintió esa punzada en el estómago, se volvió a repetir a si misma ese mantra de “tiene que volver”, “tiene que volver”, “tiene que volver”. Tenía que hacerlo al menos para que Kit no se sintiera mal, para que siguiera recitando, para que no lo diera todo por perdido. Tenía que volver, le juraba a todos los dioses habidos y por haber que si alguna vez regresaba, jamás usaría con maldad la información que estaba llegando a sus manos.
-¿En serio? Vaya, eso también es raro en él, suena a los viejos tiempos.
A Kris recién llegado de Durmstrang, siendo todo un encanto, un chico rudo pero casi bueno, algo mal de la cabeza pero nada peligroso. En algún punto a finales de la guerra se había vuelto un bebedor compulsivo, había sido horrible y Frances a veces ni siquiera lo reconocía. Porque claro, una cosa era emborracharse en antros de mala muerte y lamentarlo al otro día y no beber en una semana y otra era emborracharse cualquier día, cualquier hora, solo o acompañado, vivir así, cada día, todos los días, irreconocible.
-No, está bien. No me importa si suenas como un tarado, no te voy a juzgar. Además se siente bien hablar de él. Y oye qué dices, creo que fue el primer tipo del que me enamoré de verdad, así que te entiendo perfecto.
Claro que era diferente, en aquél entonces tenían como quince años, eran tonterías de nada. Lo de Kit en cambio, eso sí era muy fuerte. Además no solo parecían estar follando, sino tener una conexión extraña, amistosa, en donde se hablaba de futbol y se tomaba té, una relación casi tranquila. Dios, era todo rarísimo.
-O sea que…cuando nos encontramos para beber cervezas después del partido de Quidditch con Yara y…puaj, Yuri, ustedes ya…¿y por eso se…?
Abrió al boca mucho y luego volvió a reírse cayendo en cuenta de que la habían dejado con los rusos seguramente para irse a follar en los vestidores o algo. Negó con la cabeza y volvió a beber whisky como poseída.
-¡Que desgraciados!
-¿En serio? Vaya, eso también es raro en él, suena a los viejos tiempos.
A Kris recién llegado de Durmstrang, siendo todo un encanto, un chico rudo pero casi bueno, algo mal de la cabeza pero nada peligroso. En algún punto a finales de la guerra se había vuelto un bebedor compulsivo, había sido horrible y Frances a veces ni siquiera lo reconocía. Porque claro, una cosa era emborracharse en antros de mala muerte y lamentarlo al otro día y no beber en una semana y otra era emborracharse cualquier día, cualquier hora, solo o acompañado, vivir así, cada día, todos los días, irreconocible.
-No, está bien. No me importa si suenas como un tarado, no te voy a juzgar. Además se siente bien hablar de él. Y oye qué dices, creo que fue el primer tipo del que me enamoré de verdad, así que te entiendo perfecto.
Claro que era diferente, en aquél entonces tenían como quince años, eran tonterías de nada. Lo de Kit en cambio, eso sí era muy fuerte. Además no solo parecían estar follando, sino tener una conexión extraña, amistosa, en donde se hablaba de futbol y se tomaba té, una relación casi tranquila. Dios, era todo rarísimo.
-O sea que…cuando nos encontramos para beber cervezas después del partido de Quidditch con Yara y…puaj, Yuri, ustedes ya…¿y por eso se…?
Abrió al boca mucho y luego volvió a reírse cayendo en cuenta de que la habían dejado con los rusos seguramente para irse a follar en los vestidores o algo. Negó con la cabeza y volvió a beber whisky como poseída.
-¡Que desgraciados!
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Era buena anestesia pensar así, sólo en que estaba enamorado como un tarado y hacía un recuento inocente de las cosas que habían pasado, como si nada. En realidad, estaba imposibilitado a pensar nada más por que seguro terminaría en medio de un ataque de pánico o algo desagradable e inútil para el bienestar de Kristján. No quería pensar que nadie sabía dónde estaba, que era probable que hubiera sufrido o peor, que nunca regresara. Estaba deliberadamente dejando eso de lado, por que en ese momento sería más que así fuera.
No sabía qué tan raro era que Kristján sólo bebiera té, que no tuviera que haber mucho alcohol y muchas drogas para que estuviera conviviendo en sociedad o algo así hasta que Frances me decía que era raro, por que sonaba a los viejos tiempos. No sabía si me hacía sentir bien o mal, mal por de verdad haber estado creando una conexión profunda que sólo traería problemas. Inspiré y volví a beber, sólo pensando en las cosas que decía Frances, riéndome cuando decía que era el primer tipo del que se enamoraba de verdad, pensando que yo podía decir lo mismo. Sin una sola duda de por medio.
Empecé a negar enérgicamente con la cabeza y solté una carcajada cuando Frances hacía conjeturas sobre los momentos en que habíamos convivido y sí, ya teníamos algo, sin que nadie jamás sospechara nada. Además de negar con la cabeza, negaba con el dedo índice.
-No no no, esa vez fue distinto- empecé a decir antes de que siguiera, aunque realmente explicarlo era mucho peor -No creas que nos escabullimos a follar ¿Ok?… creo que es peor; estaba haciendo una especie de escena por que coqueteo con Spektor. Digo, “coqueteo”, ya sabes de lo que hablo. Es que es sexy, no lo puedo evitar- También bebí, antes de volver a reírme, por que de verdad todo, cuando lo contaba, sonaba improbable y absurdo. -Encima le di una explicación terrible y creo que… no sé, peleamos o algo así. No volvimos a hablar bien desde entonces, y me siento como mierda ¿Sabes?-
No sabía qué tan raro era que Kristján sólo bebiera té, que no tuviera que haber mucho alcohol y muchas drogas para que estuviera conviviendo en sociedad o algo así hasta que Frances me decía que era raro, por que sonaba a los viejos tiempos. No sabía si me hacía sentir bien o mal, mal por de verdad haber estado creando una conexión profunda que sólo traería problemas. Inspiré y volví a beber, sólo pensando en las cosas que decía Frances, riéndome cuando decía que era el primer tipo del que se enamoraba de verdad, pensando que yo podía decir lo mismo. Sin una sola duda de por medio.
Empecé a negar enérgicamente con la cabeza y solté una carcajada cuando Frances hacía conjeturas sobre los momentos en que habíamos convivido y sí, ya teníamos algo, sin que nadie jamás sospechara nada. Además de negar con la cabeza, negaba con el dedo índice.
-No no no, esa vez fue distinto- empecé a decir antes de que siguiera, aunque realmente explicarlo era mucho peor -No creas que nos escabullimos a follar ¿Ok?… creo que es peor; estaba haciendo una especie de escena por que coqueteo con Spektor. Digo, “coqueteo”, ya sabes de lo que hablo. Es que es sexy, no lo puedo evitar- También bebí, antes de volver a reírme, por que de verdad todo, cuando lo contaba, sonaba improbable y absurdo. -Encima le di una explicación terrible y creo que… no sé, peleamos o algo así. No volvimos a hablar bien desde entonces, y me siento como mierda ¿Sabes?-
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Too Late [Frances, después quien quiera]
Se tuvo que reír, no burlándose de la situación sino de Kristján en sí, imaginándoselo haciéndole una escenita de celos a Kit. No supo por qué pero en ese instante lo quiso mucho más, y deseó con todas sus fuerzas que de verdad estuviera vivo y que cuando saliera de esa no terminara con Kit o alguna idiotez así. No sabía ya ni lo que estaba pensando. Lo conocía, ya sabía que iba a ser complicado para él y que jamás podría en realidad salir al mundo y decir “bueno, también me gusta Kit y me lo follo, qué les importa.”
Se sintió nostálgica y un poco desolada por todos esos pensamientos pero al final sí tuvo las fuerzas suficientes como para debatir un importantísimo punto.
-Ok, te juro que me imagino a Kris perfecto haciendo una escena de celos de ese tipo, siempre fue un exagerado del asco. Pero ¡contigo! Es lo mejor que he escuchado en la vida. Y segundo, ¿estás diciendo que Spektor es sexy? Estás mal de la cabeza.
Hizo un gesto de desagrado total por el asunto de Spektor aunque luego volvió a reírse. Jamás le había contado a nadie, absolutamente a nadie, el encuentro que había tenido con él hacía siglos en una parte tenebrosa del lago de Hogwarts, así que se podía permitir decir esas cosas como siempre sin parecer una hipócrita.
-Son cosas que pasan, las peleas. No pueden evitarse, simplemente ocurren, por cualquier cosa. Ya tendrás oportunidad de mejorar tus explicaciones cuando lo encontremos. ¿Quieres quedarte a dormir? No quiero que andes solo por el mundo.
Se sintió nostálgica y un poco desolada por todos esos pensamientos pero al final sí tuvo las fuerzas suficientes como para debatir un importantísimo punto.
-Ok, te juro que me imagino a Kris perfecto haciendo una escena de celos de ese tipo, siempre fue un exagerado del asco. Pero ¡contigo! Es lo mejor que he escuchado en la vida. Y segundo, ¿estás diciendo que Spektor es sexy? Estás mal de la cabeza.
Hizo un gesto de desagrado total por el asunto de Spektor aunque luego volvió a reírse. Jamás le había contado a nadie, absolutamente a nadie, el encuentro que había tenido con él hacía siglos en una parte tenebrosa del lago de Hogwarts, así que se podía permitir decir esas cosas como siempre sin parecer una hipócrita.
-Son cosas que pasan, las peleas. No pueden evitarse, simplemente ocurren, por cualquier cosa. Ya tendrás oportunidad de mejorar tus explicaciones cuando lo encontremos. ¿Quieres quedarte a dormir? No quiero que andes solo por el mundo.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
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