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después de la paliza...
4 participantes
Brigantia86 :: Campus :: Enfermería
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después de la paliza...
((james y quien quiera))
- no me mires...
Le susurró todo el camino a James desde aquel nefasto pasillo hasta la enfermería.
Jessy llevaba la cara espantosa, estaba pálida como la muerte donde no morada por los golpes, seguía sangrando de quien sabe donde, dejando un sendero de migajas rojas por donde pisaba y aun así no dejaba de taparse el rostro y de decir un - yo puedo - con un hilo de voz, a James que una y otra vez amenazaba gentilmente con ayudarla. Lo único que le había pedido derecho y directo al chico, era que buscase su varita de donde sea que hubiese quedado tirada y se la llevase hasta la enfermería. Lo cual de alguna manera era admitirle que si bien no iba a dejar que la acompañase, quería que la acompañase!
Varias cosas le preocupaban: como había sido posible volver a pelearse con Frances y que iban a hacer de ahora en más?. Como podía ser que siempre ella terminase en peores condiciones? (la respuesta a eso la sabía, era su falta de alimentación, pero no lo admitía ni a ella misma ni a nadie) Que pasaría cuando llegase a la enfermería? no solo académicamente, sino cuando empezaran todas las preguntas incómodas....Y que iba a hacer con James? En el sentido de que no quería quedarse sola pero le daba una vergüenza tremenda que la hubiese visto así, que la viera ahora así! toda fea y loca!, que la acompañase como si fuera una ñiñita que no puede nada. Que estuviera espiándole la cara al adelantarse, que pensase horrible de ella....
Es decir, a Jessy le importaba muchísimo, aunque dijese que no, aunque pusiera cara enfadosa y mandara a todo el mundo a pasear gnomos de jadín, lo que la gente hablase de ella. Y no era porque se había acostado con James, eso era un extra, sino porque parecía que podían tener una buena relación. Y cada vez que asomaba a llevarse bien con alguien. Frances le arruinaba todo. Siempre igual, cíclico total. Al menos esta vez, James la acompañaba a ella y no a la otra perra descerebrada.
- ya... si quieres irte... - le dijo en cuanto entró a la enfermería. Todo eso sin mirarlo, todo el camino cubriéndose la cara con una mano y tomándose de la costillas con la otra. No quería que se fuera, pero tampoco iba a pedirle que se quedase. Y aun no le daba las gracias, pero así era Jessy. Recordando como la habían encontrado peleando con Frances, había que agradecer que no hubiera alzado la varita contra él también. Tanteó una camilla y a duras penas intentó subirse dándole la espalda a la entrada, al muchacho y al mundo.
- no me mires...
Le susurró todo el camino a James desde aquel nefasto pasillo hasta la enfermería.
Jessy llevaba la cara espantosa, estaba pálida como la muerte donde no morada por los golpes, seguía sangrando de quien sabe donde, dejando un sendero de migajas rojas por donde pisaba y aun así no dejaba de taparse el rostro y de decir un - yo puedo - con un hilo de voz, a James que una y otra vez amenazaba gentilmente con ayudarla. Lo único que le había pedido derecho y directo al chico, era que buscase su varita de donde sea que hubiese quedado tirada y se la llevase hasta la enfermería. Lo cual de alguna manera era admitirle que si bien no iba a dejar que la acompañase, quería que la acompañase!
Varias cosas le preocupaban: como había sido posible volver a pelearse con Frances y que iban a hacer de ahora en más?. Como podía ser que siempre ella terminase en peores condiciones? (la respuesta a eso la sabía, era su falta de alimentación, pero no lo admitía ni a ella misma ni a nadie) Que pasaría cuando llegase a la enfermería? no solo académicamente, sino cuando empezaran todas las preguntas incómodas....Y que iba a hacer con James? En el sentido de que no quería quedarse sola pero le daba una vergüenza tremenda que la hubiese visto así, que la viera ahora así! toda fea y loca!, que la acompañase como si fuera una ñiñita que no puede nada. Que estuviera espiándole la cara al adelantarse, que pensase horrible de ella....
Es decir, a Jessy le importaba muchísimo, aunque dijese que no, aunque pusiera cara enfadosa y mandara a todo el mundo a pasear gnomos de jadín, lo que la gente hablase de ella. Y no era porque se había acostado con James, eso era un extra, sino porque parecía que podían tener una buena relación. Y cada vez que asomaba a llevarse bien con alguien. Frances le arruinaba todo. Siempre igual, cíclico total. Al menos esta vez, James la acompañaba a ella y no a la otra perra descerebrada.
- ya... si quieres irte... - le dijo en cuanto entró a la enfermería. Todo eso sin mirarlo, todo el camino cubriéndose la cara con una mano y tomándose de la costillas con la otra. No quería que se fuera, pero tampoco iba a pedirle que se quedase. Y aun no le daba las gracias, pero así era Jessy. Recordando como la habían encontrado peleando con Frances, había que agradecer que no hubiera alzado la varita contra él también. Tanteó una camilla y a duras penas intentó subirse dándole la espalda a la entrada, al muchacho y al mundo.
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
- .... woah. -
Que Jessy estaba dándole la espalda a la entrada y al mundo, pero a ella no. Por la manera en que venía cubriéndose el rostro no la había visto a ella sentada con las piernas colgando un par de camillas más atrás, pues las cortinas estaban recogidas y la privacidad era nula. Además, aunque trajera el cabello corto ahora, su melena rojiza no era la más discreta de todas.
- ¿Mala caída de las escaleras? - Puso una mueca de dolor y se bajó de la camilla para acercarse. Destacaba, a primera vista, que a Jasmine le faltaba un ojo. Literal. De la manera más idiota habían terminado dándole un portazo en la cara saliendo de clases, cosa de un accidente tonto. Pero como le había dolido hasta el alma, que esos portones de madera antiquísima eran pesados como ellos solos, y el rostro le era un área delicada, mejor había venido a que la revisaran. Estaba en una enferemería, ni caso andar de pudorosa tapándose la herida. Además solo estaban Jessy y quien fuera con quien hubiera venido hablando antes de entrar. La enfermera estaba encerrada en el consultorio tratando a alguien más grave con un virus estomacal de esos asquerosos.
- A ver, te ayudo. - Se ofreció la pelirroja, acercándose a Jessy para que se apoyara en ella y se pudiera subir más fácil.
Que Jessy estaba dándole la espalda a la entrada y al mundo, pero a ella no. Por la manera en que venía cubriéndose el rostro no la había visto a ella sentada con las piernas colgando un par de camillas más atrás, pues las cortinas estaban recogidas y la privacidad era nula. Además, aunque trajera el cabello corto ahora, su melena rojiza no era la más discreta de todas.
- ¿Mala caída de las escaleras? - Puso una mueca de dolor y se bajó de la camilla para acercarse. Destacaba, a primera vista, que a Jasmine le faltaba un ojo. Literal. De la manera más idiota habían terminado dándole un portazo en la cara saliendo de clases, cosa de un accidente tonto. Pero como le había dolido hasta el alma, que esos portones de madera antiquísima eran pesados como ellos solos, y el rostro le era un área delicada, mejor había venido a que la revisaran. Estaba en una enferemería, ni caso andar de pudorosa tapándose la herida. Además solo estaban Jessy y quien fuera con quien hubiera venido hablando antes de entrar. La enfermera estaba encerrada en el consultorio tratando a alguien más grave con un virus estomacal de esos asquerosos.
- A ver, te ayudo. - Se ofreció la pelirroja, acercándose a Jessy para que se apoyara en ella y se pudiera subir más fácil.
Jasmine Hartmann- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
- No me hagas reír que me duele... - hasta el alma iba a completar pero hablando recordó los dientes gigantes de conejo que llegaban hasta su mentón y le raspaban la piel a cada palabra. Y obvio volvió a taparse el rostro, agachar la cabeza, huyendo de la mirada de Jass también. Fue un alivio verla allí con su ojos menos, pero si bien se dejó llevar por el primer aire de buena amistad, con su presencia se le seguía complicando la cosa mentalmente.
Ahora Jass también lo sabría y... Uff, mucho pensar para semejante situación... - solo... - no sabía ni que pedirle o mejor dicho como pedirle, no le gustaba que la ayudasen y aunque no pudiera moverse, por dentro estaba muy alterada. Tan altera que ya se había olvidado que James podía seguir allí. La buena nueva es que si Jass la ayudaba, no tendría que quedarse a esperar a la enfermera y eso siempre era una oportunidad a aprovechar. - Tienes varita?... achícame los... - los dientes gigantes que se señalaba sin siquiera apartar las manos de su rostro.
Pero como era mala en esos trámites acotó - puedes con un ojo solo, no? no me vas a hacer un desastre?... - Y tanto hablar se terminó por desgarrar la piel del mentón con sus propios dientes. Bien! era como una menstruación facial.
Ahora Jass también lo sabría y... Uff, mucho pensar para semejante situación... - solo... - no sabía ni que pedirle o mejor dicho como pedirle, no le gustaba que la ayudasen y aunque no pudiera moverse, por dentro estaba muy alterada. Tan altera que ya se había olvidado que James podía seguir allí. La buena nueva es que si Jass la ayudaba, no tendría que quedarse a esperar a la enfermera y eso siempre era una oportunidad a aprovechar. - Tienes varita?... achícame los... - los dientes gigantes que se señalaba sin siquiera apartar las manos de su rostro.
Pero como era mala en esos trámites acotó - puedes con un ojo solo, no? no me vas a hacer un desastre?... - Y tanto hablar se terminó por desgarrar la piel del mentón con sus propios dientes. Bien! era como una menstruación facial.
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
- No estoy tratando de hacerlo. – De hacerla reír, porque vaya pinta que traía. Aun y si estaba cubriéndose el rostro con las manos el panorama no era el más bonito de ver. – ¿Vienes sola? – Se asomó hacia la puerta, aunque pensándolo mejor, pues lo primordial era atender a la ensangrentada y luego andar indagando cómo era que había llegado hasta allá. Así que la ayudó a tenderse en la camilla, encontrándola anormal y preocupantemente ligera – como para que ella, de todas las personas, pudiera cargarla con poca fuerza - . Aquello ya era tema para otro día, pero tomó la nota mental de darle seguimiento.
- Si, déjame. – Se sacó la varita del bolsillo del pantalón. Sobre los golpes no había mucho que pudiera hacer. Es decir, sabía lo básico de atenderlos. Vendajes, ungüentos, pero no era ninguna enfermera. Sus métodos eran más bien lentos en ese sentido. Sobre que darle para el dolor y demás detalles, prefería dejárselo al medimago.
- Estoy tuerta Jessy, no ciega. – Alzó una ceja. Que si no le daba un zape ahí mismo no era tanto por estar acostumbrada a sus modos sino porque la veía ya bastante jodida. – Tienes que… – Quitar la mano, porque de nada le servía conjurar contra sus dedos. Y anticipando que no iba a querer hacerlo, le tomó de la muñeca con cuidado de no lastimarla pero lo suficientemente certera como para que lo hiciera de una vez. Y lo dicho, no era nada bonito de ver.
Un Finite Incantatem después y los dientes de la rubia regresaban poco a poco a su tamaño normal, proceso que se veía bastante doloroso. Aunque ya no tenía dientes enormes de conejo. – Pero qué te pasó. – Que los dientes ya no serían inconveniente, pero todavía quedaban los cortes que se había abierto con ellos y los golpes que…
Ah pues vaya. Que ese modus operandi le resultaba familiar.
- Eh olvídalo, creo que tengo una corazonada. – Le miró fijamente con su solo ojo e inclinó ligeramente el rostro y suspiró. Que si la corazonada era correcta, nop, ella no se iba a meter en eso. Alcanzó unos cuantos pañuelos para limpiarle un poco la cara – porque ni idea de donde guardaban los materiales de curación ahí – y le tendió a ella otro par.
- Si, déjame. – Se sacó la varita del bolsillo del pantalón. Sobre los golpes no había mucho que pudiera hacer. Es decir, sabía lo básico de atenderlos. Vendajes, ungüentos, pero no era ninguna enfermera. Sus métodos eran más bien lentos en ese sentido. Sobre que darle para el dolor y demás detalles, prefería dejárselo al medimago.
- Estoy tuerta Jessy, no ciega. – Alzó una ceja. Que si no le daba un zape ahí mismo no era tanto por estar acostumbrada a sus modos sino porque la veía ya bastante jodida. – Tienes que… – Quitar la mano, porque de nada le servía conjurar contra sus dedos. Y anticipando que no iba a querer hacerlo, le tomó de la muñeca con cuidado de no lastimarla pero lo suficientemente certera como para que lo hiciera de una vez. Y lo dicho, no era nada bonito de ver.
Un Finite Incantatem después y los dientes de la rubia regresaban poco a poco a su tamaño normal, proceso que se veía bastante doloroso. Aunque ya no tenía dientes enormes de conejo. – Pero qué te pasó. – Que los dientes ya no serían inconveniente, pero todavía quedaban los cortes que se había abierto con ellos y los golpes que…
Ah pues vaya. Que ese modus operandi le resultaba familiar.
- Eh olvídalo, creo que tengo una corazonada. – Le miró fijamente con su solo ojo e inclinó ligeramente el rostro y suspiró. Que si la corazonada era correcta, nop, ella no se iba a meter en eso. Alcanzó unos cuantos pañuelos para limpiarle un poco la cara – porque ni idea de donde guardaban los materiales de curación ahí – y le tendió a ella otro par.
Jasmine Hartmann- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
No sabía si venía sola o acompañada. Es decir, James se suponía que estaba allí o quizá le había hecho caso y se había marchado. Como fuera él tenía su varita así que tarde o temprano tendría que ir a buscarlo. - perdón - musitó con sinceridad. No había querido ser grosera, solo estaba muy alterada y no tenía forma de canalizarlo. No podía hablar, todo le dolía, no podía prenderse un cigarrillo. Estaba en una camilla a la merced de la varita de Jasmine, no era una situación para nada cómoda y relajada. Su cara estaba destruida, su autoestima que siempre pendía de un hilo iba por el mismo camino. Pensándolo así, quedarse enclaustrada en la enfermería no sonaba nada mal. Así no tendría que cruzarse con nadie por un buen tiempo, pondría su cabeza en orden y volvería al ruedo con la frente alta y el mentón perfecto....
Como la huff supuso no se quería dejar ver, pero terminó cediendo y apretando la mano de la pelirroja con furia y dolor. ahhhhh... FUCK THE FUCK!- eso dolía tanto como la poción crecehuesos. - Un espejo - fueron sus primeras palabras de libertad. Necesita asegurarse de que ya no era tan malo el panorama como ella imaginaba. Pero en vez de espejo lo que recibió fueron pañuelos y una pregunta obvia que ambas coincidieron con la mirada en responder. No iba a gastar saliva en decir el nombre de Frances. No era necesario y no quería cabrearse con Jass solo por estar en medio del recuerdo de su ira. Si supiera que la huff podía ser tan traicionera como la sly. Pero ese era otro tema insospechado.
Se limpió la sangre de la cara con muchísimo cuidado, recorriendo su rostro con los dedos: notando un corte en el pómulo, justo debajo del ojo derecho, que parecía profundo e hinchado y que a esa altura, porque conocía su piel, debía estar violeta, y el mentó raspado hasta sangrar. No era tan grave. Peor se sentía su costado izquierdo. - A ver... - se sentó mejor en la camilla y se quitó con una lentitud doloroza la camiseta salpicada de rojo. Ahí estaba su costilla frágil, desaparecida a trozos y un hematoma de mil demonios, que hacía juego con su sostén negro. - nunca está de más una buena combinación- quiso bromearle a Jass pero rápido acotó viéndole la cara, - no te preocupes, solo necesito un poco de crecehuesos... es un defecto congénito... - Mentira, ya le habían dicho que era por no comer eso de tener los huesos frágiles, pero lo de la genética funcionaba igual y nadie preguntaba de más. Al menos de eso no iba a hecharle la culpa a Frances.
Se apoyó contra el respaldar de la camilla, con una mano agarrándose el costado y suspiró en la dulces espera de la enfermera. Miró a un lado y otro y invitó a Jass que se sentara con ella. Había lugar para las dos de sobra allí. - Cuéntame algo...Tu que haces aquí?.... - Había que pasar el rato y a Jass le faltaba un ojo.
Como la huff supuso no se quería dejar ver, pero terminó cediendo y apretando la mano de la pelirroja con furia y dolor. ahhhhh... FUCK THE FUCK!- eso dolía tanto como la poción crecehuesos. - Un espejo - fueron sus primeras palabras de libertad. Necesita asegurarse de que ya no era tan malo el panorama como ella imaginaba. Pero en vez de espejo lo que recibió fueron pañuelos y una pregunta obvia que ambas coincidieron con la mirada en responder. No iba a gastar saliva en decir el nombre de Frances. No era necesario y no quería cabrearse con Jass solo por estar en medio del recuerdo de su ira. Si supiera que la huff podía ser tan traicionera como la sly. Pero ese era otro tema insospechado.
Se limpió la sangre de la cara con muchísimo cuidado, recorriendo su rostro con los dedos: notando un corte en el pómulo, justo debajo del ojo derecho, que parecía profundo e hinchado y que a esa altura, porque conocía su piel, debía estar violeta, y el mentó raspado hasta sangrar. No era tan grave. Peor se sentía su costado izquierdo. - A ver... - se sentó mejor en la camilla y se quitó con una lentitud doloroza la camiseta salpicada de rojo. Ahí estaba su costilla frágil, desaparecida a trozos y un hematoma de mil demonios, que hacía juego con su sostén negro. - nunca está de más una buena combinación- quiso bromearle a Jass pero rápido acotó viéndole la cara, - no te preocupes, solo necesito un poco de crecehuesos... es un defecto congénito... - Mentira, ya le habían dicho que era por no comer eso de tener los huesos frágiles, pero lo de la genética funcionaba igual y nadie preguntaba de más. Al menos de eso no iba a hecharle la culpa a Frances.
Se apoyó contra el respaldar de la camilla, con una mano agarrándose el costado y suspiró en la dulces espera de la enfermera. Miró a un lado y otro y invitó a Jass que se sentara con ella. Había lugar para las dos de sobra allí. - Cuéntame algo...Tu que haces aquí?.... - Había que pasar el rato y a Jass le faltaba un ojo.
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
Sí que traía un espejo en su bolso. Lo traía todo en su bolso. Espejos y condones e hilos y agujas y cualquier otra cosa que se le pudiera ocurrir, porque con un hechizo de expansión podía traer de todo metido ahí dentro, y dados sus hábitos nocturnos prefería estarse preparada para lo que fuera. Ahora, que traer el espejo a la mano no quería decir que se lo fuera a pasar. No estaba tan segura de lo conveniente que fuera dejar que Jessy viera su reflejo aun.
- Espera. – Le dijo cuando comenzó a sacarse la camisa y se apresuró a ayudarla para tratar de que le doliera lo menos posible. El moretón en su costado era tremendo, y no se rio ni un poco con la broma sobre las combinaciones. Aquella era la segunda vez en cosa de unas cuantas semanas que la veía sin ropa, y si ya la había encontrado muy delgada en el lago, era de noche y se habían podido apreciar tantos detalles como ahora, a plena luz del día y bajo las farolas del consultorio. Le miró desconfiada pues no le creía nada lo de la enfermedad. No obstante no iba a ser ella la desalmada de ponerse a cuestionarla cuando estaba hecha una pulpa de moretones y cortadas en el rostro.
Se quitó la chaqueta que llevaba y se la puso sobre los hombros con cuidado. Por su privacidad, porque dudaba mucho que se estuviera a gusto con que cualquiera que entrara y pasara por ahí pudiera verla medio desnuda y en esas condiciones., y también por comodidad, porque sería más práctico eso hasta que alguien le trajera una bata – si supiera donde estaban ella misma se la llevaba – y a pesar de los hechizos de aclimatación, la sala se sentía fría.
- Aguanta, no puedo hacer mucho con tu pómulo y tu costilla, pero creo que por lo menos puedo hacer que dejes de sangrar. – Le tomó el rostro con cuidado por el mentón para levantárselo un poco y con la punta de la varita fue cerrando los cortecitos que habían dejado los dientes de conejo horribles y ese que estaba en su mejilla hinchada. – Algo es algo. – Se disculpaba por no poder hacer más mientras le limpiaba de la sangre que se había alcanzado a acumular de nuevo. No fue hasta que hubo cerrado y limpiado toda la sangre que fue por su bolso y le entregó el espejo.
Si le preguntaran porque la había puesto en evidencia frente a Kristján pues lo tenía más que claro. Jessy era un caos y a Jasmine le preocupaba, y quien no le creyera pues había que verla ahí. Con su eterno primer semestre que se había extendido el triple de lo necesario, y su record de faltas que no le ameritaban una expulsión a saber por qué motivo (apostaba por el dinero de sus padres), y sus costillas frágiles y brazos delgadísimos, y lo que sea que tuviera con Kris donde se besaban solo cuando estaban bebiendo pero igual quería medio asesinar a sus ex novias, y con tremendos moretones tras, cómo no, otra pelea con Frances. Quizá no hubiera sido lo más leal pero la pelirroja seguía su instinto, y el instinto le decía que ya venía siendo hora de que las cosas alrededor de Jessy cambiaran, ella no quería seguirla viendo así.
Se sentó junto a ella- ¿Yo? Me dieron un portazo bien idiota que me pegó en blandito. La paranoia me dijo que mejor que me revisaran Se siente raro. – Se tocó con un dedo justo por debajo de la cuenca del ojo. Y de hecho traía la frente y el pómulo izquierdo también hinchados, pero su problema, comparado con los de Jessy, quedaba en el último orden de prioridades.
- Espera. – Le dijo cuando comenzó a sacarse la camisa y se apresuró a ayudarla para tratar de que le doliera lo menos posible. El moretón en su costado era tremendo, y no se rio ni un poco con la broma sobre las combinaciones. Aquella era la segunda vez en cosa de unas cuantas semanas que la veía sin ropa, y si ya la había encontrado muy delgada en el lago, era de noche y se habían podido apreciar tantos detalles como ahora, a plena luz del día y bajo las farolas del consultorio. Le miró desconfiada pues no le creía nada lo de la enfermedad. No obstante no iba a ser ella la desalmada de ponerse a cuestionarla cuando estaba hecha una pulpa de moretones y cortadas en el rostro.
Se quitó la chaqueta que llevaba y se la puso sobre los hombros con cuidado. Por su privacidad, porque dudaba mucho que se estuviera a gusto con que cualquiera que entrara y pasara por ahí pudiera verla medio desnuda y en esas condiciones., y también por comodidad, porque sería más práctico eso hasta que alguien le trajera una bata – si supiera donde estaban ella misma se la llevaba – y a pesar de los hechizos de aclimatación, la sala se sentía fría.
- Aguanta, no puedo hacer mucho con tu pómulo y tu costilla, pero creo que por lo menos puedo hacer que dejes de sangrar. – Le tomó el rostro con cuidado por el mentón para levantárselo un poco y con la punta de la varita fue cerrando los cortecitos que habían dejado los dientes de conejo horribles y ese que estaba en su mejilla hinchada. – Algo es algo. – Se disculpaba por no poder hacer más mientras le limpiaba de la sangre que se había alcanzado a acumular de nuevo. No fue hasta que hubo cerrado y limpiado toda la sangre que fue por su bolso y le entregó el espejo.
Si le preguntaran porque la había puesto en evidencia frente a Kristján pues lo tenía más que claro. Jessy era un caos y a Jasmine le preocupaba, y quien no le creyera pues había que verla ahí. Con su eterno primer semestre que se había extendido el triple de lo necesario, y su record de faltas que no le ameritaban una expulsión a saber por qué motivo (apostaba por el dinero de sus padres), y sus costillas frágiles y brazos delgadísimos, y lo que sea que tuviera con Kris donde se besaban solo cuando estaban bebiendo pero igual quería medio asesinar a sus ex novias, y con tremendos moretones tras, cómo no, otra pelea con Frances. Quizá no hubiera sido lo más leal pero la pelirroja seguía su instinto, y el instinto le decía que ya venía siendo hora de que las cosas alrededor de Jessy cambiaran, ella no quería seguirla viendo así.
Se sentó junto a ella- ¿Yo? Me dieron un portazo bien idiota que me pegó en blandito. La paranoia me dijo que mejor que me revisaran Se siente raro. – Se tocó con un dedo justo por debajo de la cuenca del ojo. Y de hecho traía la frente y el pómulo izquierdo también hinchados, pero su problema, comparado con los de Jessy, quedaba en el último orden de prioridades.
Jasmine Hartmann- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
Obviamente no iba a dejar que Jessy fuera sola a la enfermería, aquella tarde había sido una completa locura, jamás imagino que pudiera terminar nuevamente cerca de ella y viendo como casi se mataba con la neurótica de Frances. Él más que nadie sabía que Frances no tenía la mayor paciencia del mundo y que sus golpes o bromas en realidad a veces rayaban en lo homicida, precisamente él había tenido que soportar muchas de esas cosas cuando estaba en Hogwarts haciéndose preguntar ¿Por qué diablos le llegó a gustar en algún momento? Parecía tener debilidad por esa clase de mujeres, las que lo odiaban y trataban mal, ¿Cuándo iba a aprender?
Precisamente por esa razón a pesar de las palabras de Jessy de que ella podía llegar sola y todo eso, la siguió de manera casi devota hasta que llegaron a la enfermería, no le dijo más, solamente la observo entrar. ¿Por qué le despertaba esos sentimientos? Le había quedado más que claro que ella y Kris tenían un “algo” cuando los vio en la fiesta de Francés y poco después que este llegara a la pelea el cambio en la rubia fue más que notorio, no sabía si los iba a seguir después y no quería meterse en problemas con él, era su amigo y compañero después de todo… Sin embargo, Jessy hacía que él se sintiera diferente, tenía esas ganas de cuidar de ella, de estar a su lado, mismas que le calaban profundamente.
Estaba por darse la vuelta en la entrada de la enfermería y retirarse cuando su deber moral se lo impidió y prefirió ir a llamar a la enfermera que parecía no estar en la zona. Fue hasta el consultorio donde la misma ya estaba terminando de tratar a un paciente con un problema estomacal y fue cuando James le explicó un poco acerca de la chica que estaba esperando en las camillas.
Fue la enfermera quién entro primero al lugar seguida de James quién, en efecto, tenía en la bolsa del pantalón la varita de Jessy. Se sorprendió un poco al ver ahí a Jasmine y se vio claramente nervioso por la situación, ella sabía un poco de sus sentimientos últimamente, no quería dejarle saber que precisamente era la rubia a quién ya la enfermera atendia aquella que lo tenia de esa manera. Trató de permanecer tranquilo y se cruzó de brazos observando cómo ayudaban a Jessy, desviando en poco la mirada hacia la pelirroja.
¿Qué te pasó a ti? ¿También te dio por pelear en los pasillos? Dime que no por favor, ya tuve demasiado con esto… - No parecía molesto, estaba preocupado. Él también tenía la mejilla y barbilla algo inflamada así como un pequeño corte en esta última por el golpe que Frances le dio, estaba acostumbrado a los golpes así que no le prestó mucha atención.
Precisamente por esa razón a pesar de las palabras de Jessy de que ella podía llegar sola y todo eso, la siguió de manera casi devota hasta que llegaron a la enfermería, no le dijo más, solamente la observo entrar. ¿Por qué le despertaba esos sentimientos? Le había quedado más que claro que ella y Kris tenían un “algo” cuando los vio en la fiesta de Francés y poco después que este llegara a la pelea el cambio en la rubia fue más que notorio, no sabía si los iba a seguir después y no quería meterse en problemas con él, era su amigo y compañero después de todo… Sin embargo, Jessy hacía que él se sintiera diferente, tenía esas ganas de cuidar de ella, de estar a su lado, mismas que le calaban profundamente.
Estaba por darse la vuelta en la entrada de la enfermería y retirarse cuando su deber moral se lo impidió y prefirió ir a llamar a la enfermera que parecía no estar en la zona. Fue hasta el consultorio donde la misma ya estaba terminando de tratar a un paciente con un problema estomacal y fue cuando James le explicó un poco acerca de la chica que estaba esperando en las camillas.
Fue la enfermera quién entro primero al lugar seguida de James quién, en efecto, tenía en la bolsa del pantalón la varita de Jessy. Se sorprendió un poco al ver ahí a Jasmine y se vio claramente nervioso por la situación, ella sabía un poco de sus sentimientos últimamente, no quería dejarle saber que precisamente era la rubia a quién ya la enfermera atendia aquella que lo tenia de esa manera. Trató de permanecer tranquilo y se cruzó de brazos observando cómo ayudaban a Jessy, desviando en poco la mirada hacia la pelirroja.
¿Qué te pasó a ti? ¿También te dio por pelear en los pasillos? Dime que no por favor, ya tuve demasiado con esto… - No parecía molesto, estaba preocupado. Él también tenía la mejilla y barbilla algo inflamada así como un pequeño corte en esta última por el golpe que Frances le dio, estaba acostumbrado a los golpes así que no le prestó mucha atención.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: después de la paliza...
Dichosos los ojos que pudieran ver aquella situación: Jessy se estaba dejando ayudar por Hartmann. Más que ayudar, se estaba dejando querer, pues aquello de aceptar su chaqueta, de dejarla hechizar su cara, era muy significante. Tomó el espejo de inmediato, dio un mínimo vistazo y lo apoyó con brusquedad en la mesa auxiliar. No no podía verse, solo había vislumbrado mucho morado y rojo y no quería saber más detalles. Por lo menos mientras charlara con Jass, podía hacer fuerzas mentales para no volver a levantarlo, olvidar su propia existencia material. Estaba por decirle lo guapa que se veía igual sin un ojo, cosa que ella hubiera pensado era imposible, cuando unas figuras se hicieron presente.
La enfermera y James. De inmediato y obviando todo dolor Jessy se estiró hasta agarrar su camiseta, para abrazársela contra el vientre en un solo movimiento. No era por la enfermera, era por el muchacho, claro estaba. - Luttrell, luttrell, luttrell...- suspiró la mujer, como quien está un poco cansado de ver la misma cara. - De nuevo las escaleras?...- Le dijo tomándole el rostro primero, alzándolo a la luz y luego hurgando por debajo de la camiseta con la cual se tapaba su costilla rota - Algo así... solo necesito una crecehuesos.... y una poción embellecedora...-.
La enfermera miró a los otros dos también con sus caras ultrajadas y preguntó - Hoy todos se cayeron por las escaleras?... que coincidencia....- Su tono era la mezcla exacta entre cinismo y alegría. Alzó las palmas, sacó la varita e hizo aparecer una bata que entregó a Jessy... - Haste a la idea que te quedas al menos una semana aquí... Conmigo.- Y una sonrisa de temer, dedicada a la rubia, invadió su rostro antes de alejarse en busca de pociones, no sin antes advertirles que a ninguno convenía escapar de la enfermería.
Jessy, bajó la voz porque allí a unos metros estaba la enfermera y mientras se quitaba la chaqueta de Jass comentó - tiene su carácter, pero es buena en lo que hace. - Se puso la bata, un brazo a la vez, la anudó por delante para luego quitarse el sostén sin que se viera nada inapropiado. Jass y James, podían haberla visto desnuda, pero la situación no era la misma en ninguno de los casos. Además estaba resignada, no se iría aunque quisiera, esa mujer la tenía atada a la camilla, literal. Ya podía sentir el hechizo sobre ella. No era la primera vez, y conocía los métodos de la dulce señora. - Tienes mi varita?.... tu cara no está tan mal. - Ya con su varita en mano se quitaría los zapatos con magia, así no tendría que doblar la cintura, que si bien estaba acostumbrada a que le falten huesos, no era la situación más cómoda para andar moviéndose de aquí para allá.
Olvidando a Jass, o mejor dicho, obviando no haber sido explicita con ella en el principio de la charla, tenía que aclarar algo con James, para no tener mayores problemas en el futuro. - Yo no diré nada de "esto" a nadie... Si me preguntan me caí de la escalera... y tu deberías hacer igual... no me importa que haga el arbitro ese... Lo negaré todo.- Le hubiera encantado ver a Frances expulsada, pero además de que dudaba que eso sucediera y solo sería otra situación frente al decano en donde quedar en ridículo, no iba a acusarla, por muchos motivos, entre ellos, porque gente como Kris o Jass no se lo perdonaría jamás, y lo que necesitaba ahora era superar todas las consecuencias negativas que los cotilleos sobre esa pelea traerían y no sumar más barro a la vida.
La enfermera y James. De inmediato y obviando todo dolor Jessy se estiró hasta agarrar su camiseta, para abrazársela contra el vientre en un solo movimiento. No era por la enfermera, era por el muchacho, claro estaba. - Luttrell, luttrell, luttrell...- suspiró la mujer, como quien está un poco cansado de ver la misma cara. - De nuevo las escaleras?...- Le dijo tomándole el rostro primero, alzándolo a la luz y luego hurgando por debajo de la camiseta con la cual se tapaba su costilla rota - Algo así... solo necesito una crecehuesos.... y una poción embellecedora...-.
La enfermera miró a los otros dos también con sus caras ultrajadas y preguntó - Hoy todos se cayeron por las escaleras?... que coincidencia....- Su tono era la mezcla exacta entre cinismo y alegría. Alzó las palmas, sacó la varita e hizo aparecer una bata que entregó a Jessy... - Haste a la idea que te quedas al menos una semana aquí... Conmigo.- Y una sonrisa de temer, dedicada a la rubia, invadió su rostro antes de alejarse en busca de pociones, no sin antes advertirles que a ninguno convenía escapar de la enfermería.
Jessy, bajó la voz porque allí a unos metros estaba la enfermera y mientras se quitaba la chaqueta de Jass comentó - tiene su carácter, pero es buena en lo que hace. - Se puso la bata, un brazo a la vez, la anudó por delante para luego quitarse el sostén sin que se viera nada inapropiado. Jass y James, podían haberla visto desnuda, pero la situación no era la misma en ninguno de los casos. Además estaba resignada, no se iría aunque quisiera, esa mujer la tenía atada a la camilla, literal. Ya podía sentir el hechizo sobre ella. No era la primera vez, y conocía los métodos de la dulce señora. - Tienes mi varita?.... tu cara no está tan mal. - Ya con su varita en mano se quitaría los zapatos con magia, así no tendría que doblar la cintura, que si bien estaba acostumbrada a que le falten huesos, no era la situación más cómoda para andar moviéndose de aquí para allá.
Olvidando a Jass, o mejor dicho, obviando no haber sido explicita con ella en el principio de la charla, tenía que aclarar algo con James, para no tener mayores problemas en el futuro. - Yo no diré nada de "esto" a nadie... Si me preguntan me caí de la escalera... y tu deberías hacer igual... no me importa que haga el arbitro ese... Lo negaré todo.- Le hubiera encantado ver a Frances expulsada, pero además de que dudaba que eso sucediera y solo sería otra situación frente al decano en donde quedar en ridículo, no iba a acusarla, por muchos motivos, entre ellos, porque gente como Kris o Jass no se lo perdonaría jamás, y lo que necesitaba ahora era superar todas las consecuencias negativas que los cotilleos sobre esa pelea traerían y no sumar más barro a la vida.
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
Que James apareciera junto con la enfermera fue algo que le sorprendió, más porque él también traía en el rostro señales de haber tenido una tarde ruda. Y ahí era cuando la imagen mental que se había hecho con lo que conocía a Jessy y Frances se le descuadraba, porque el cómo se involucraba James en aquel escenario era algo que no se podía imaginar.
Se bajó de la camilla para darle cancha a la enfermera de hacer lo que tuviera que hacer. No pensó en lo absoluto nada extraño en cuanto a que Jessy buscara cubrirse un poco más estando el jugador ahí, es decir, estando ella en su lugar probablemente hubiera hecho lo mismo. Tampoco fue tan suspicaz como para interpretar aquel nerviosismo con el que su amigo se presentaba como debido a otra razón fuera de que la rubia estaba hecha un desastre. - ¿Que yo qué? No, me pegaron un portazo. - Le respondió al chico. Guerra y todo, Jasmine seguía teniendo la agresividad natural de un micropuff. Lo de ser protagonista de una pelea en los pasillos resultaba hasta antinatural.
- Que no, que me dieron un portazo. - Se apresuró a responderle a la enfermera, porque de repente sintió como que tuviera que justificarse y asegurar que no, que ella no había estado involucrada en ningún pleito. Por un instante se sintió como dando explicaciones frente a un prefecto del colegio de nuevo, pero es que aquella mujer tenía un aura de mando bastante perturbadora. Se mordió el labio al escuchar el pronóstico. ¿Una semana entera? Wow. Una crecehuesos bien hecha no debería demorar tanto tiempo en hacer efecto...
En una persona sana, claro. Pasó saliva. Se acordó de los finísimos brazos de Jessy, y volteó hacia donde la enfermera se había marchado.
- ¿Cuál árbitro? Ya en serio, qué pasó. - Porque si ya se lo hacía de lo más raro tener a James golpeado ahí también, la mención de más y más personas no hacían otra cosa que confundirla. Intercaló la mirada entre uno y otro, y empezó a notar entonces una tensión extraña que no sabía a qué atribuirle en la manera en que se comportaban uno con el otro. Qué fue está vez estuvo a punto de preguntar, porque motivos por los cuales las dos chicas podían llegar a esos extremos daban para un par de pergaminos de lo más extensos. No obastante, la prudencia le pudo más. Y es que, con sinceridad, ¿en verdad importaba qué era lo que había provocado la pelea? Quien empezó, quien reaccionó mal y quien lo hizo peor...
Viejas costumbres difíciles de dejar atrás.
- ¡Oiga señora! ¡Todavía tiene mi ojo! - Le gritó a la enfermera y se apresuró a alcanzarla. Porque era cierto, se lo había llevado para revisar que no se hubiera dañado con el golpe. También tenía un par de preguntas sobre la extensa estadía requerida y el "problema congénito" de los huesos de Jessy. Pero más que nada, había una energía extraña ahí, en medio de los tres.
Se bajó de la camilla para darle cancha a la enfermera de hacer lo que tuviera que hacer. No pensó en lo absoluto nada extraño en cuanto a que Jessy buscara cubrirse un poco más estando el jugador ahí, es decir, estando ella en su lugar probablemente hubiera hecho lo mismo. Tampoco fue tan suspicaz como para interpretar aquel nerviosismo con el que su amigo se presentaba como debido a otra razón fuera de que la rubia estaba hecha un desastre. - ¿Que yo qué? No, me pegaron un portazo. - Le respondió al chico. Guerra y todo, Jasmine seguía teniendo la agresividad natural de un micropuff. Lo de ser protagonista de una pelea en los pasillos resultaba hasta antinatural.
- Que no, que me dieron un portazo. - Se apresuró a responderle a la enfermera, porque de repente sintió como que tuviera que justificarse y asegurar que no, que ella no había estado involucrada en ningún pleito. Por un instante se sintió como dando explicaciones frente a un prefecto del colegio de nuevo, pero es que aquella mujer tenía un aura de mando bastante perturbadora. Se mordió el labio al escuchar el pronóstico. ¿Una semana entera? Wow. Una crecehuesos bien hecha no debería demorar tanto tiempo en hacer efecto...
En una persona sana, claro. Pasó saliva. Se acordó de los finísimos brazos de Jessy, y volteó hacia donde la enfermera se había marchado.
- ¿Cuál árbitro? Ya en serio, qué pasó. - Porque si ya se lo hacía de lo más raro tener a James golpeado ahí también, la mención de más y más personas no hacían otra cosa que confundirla. Intercaló la mirada entre uno y otro, y empezó a notar entonces una tensión extraña que no sabía a qué atribuirle en la manera en que se comportaban uno con el otro. Qué fue está vez estuvo a punto de preguntar, porque motivos por los cuales las dos chicas podían llegar a esos extremos daban para un par de pergaminos de lo más extensos. No obastante, la prudencia le pudo más. Y es que, con sinceridad, ¿en verdad importaba qué era lo que había provocado la pelea? Quien empezó, quien reaccionó mal y quien lo hizo peor...
Viejas costumbres difíciles de dejar atrás.
- ¡Oiga señora! ¡Todavía tiene mi ojo! - Le gritó a la enfermera y se apresuró a alcanzarla. Porque era cierto, se lo había llevado para revisar que no se hubiera dañado con el golpe. También tenía un par de preguntas sobre la extensa estadía requerida y el "problema congénito" de los huesos de Jessy. Pero más que nada, había una energía extraña ahí, en medio de los tres.
Jasmine Hartmann- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
James no tenía idea de los problemas que Jessy tenía de salud, tal vez de haberlo sabido habría sido aun más cuidadoso con ella, es que podía ser un estúpido en cualquier otra cosa, pero cuando se trataba de cuestiones de salud algo en él se despertaba y prácticamente era imposible dejarlo de lado. Él estaba observando a Jessy con gesto entre preocupado y nervioso, más por la presencia de Jasmine, ahora que no había una loca Frances de por medio prácticamente era la primera vez que se veían luego de todo lo que había pasado. Eran momentos un tanto incómodos.
Él se giró hacia un lado para tampoco quedarse viendo como pervertido cuando Jessy se colocara la bata, era más por caballerosidad que por cualquier cosa, aprovechó para ver mejor la herida de Jasmine y se preocupó también un poco por ella. Soltó una pequeña risa cuando mencionó en más de una ocasión que se había golpeado, primero para él y luego para la enfermera, luchó en verdad por no soltar una carcajada. Se controló luego de que la enfermera se fuera, a él no le daba miedo, pero es que pocas personas lograban intimidarlo también, fuera por la confianza que se tenía, por su carisma o porque simplemente era un idiota que no media consecuencias a veces.
Cuando escuchó la voz de Jessy se giró para verla y automáticamente dio un paso hacia ella, luego sacó la varita de la bolsa de su pantalón y se la entregó por el mango con una sonrisa en el rostro. Rodó los ojos e hizo un movimiento de indiferencia con los hombros hacia la pregunta de Jasmine sobre lo que había sucedido, si Jessy quería que no se supiera pues así iba a ser, ¿quién era él para juzgarla?
Nos atacó una criatura salida del área de zoología, pero afortunadamente Andrei, el profesor de duelos, la pudo poner en su lugar y nosotros salimos bien librados -. Le guiñó un ojo, la verdad él tampoco sabía las causas de la pelea (y no estaba seguro de querer saberlas). Se le quedó mirando a Jessy y luego se cruzó de brazos tras unos segundos de silencio, justo antes de que Jasmine se retirara hacia donde la enfermera había partido.
Hey… ¿Estás bien? ¿Necesitas que te traiga algo para tu estadía? ¿Quieres que llame a alguien? – Trataba de sonar amable, cuidadoso, no quería que ella estuviera más preocupada y si podía tener a alguien, aun que tuviera que traer a Kristján para que estuviera a su lado lo haría.
Él se giró hacia un lado para tampoco quedarse viendo como pervertido cuando Jessy se colocara la bata, era más por caballerosidad que por cualquier cosa, aprovechó para ver mejor la herida de Jasmine y se preocupó también un poco por ella. Soltó una pequeña risa cuando mencionó en más de una ocasión que se había golpeado, primero para él y luego para la enfermera, luchó en verdad por no soltar una carcajada. Se controló luego de que la enfermera se fuera, a él no le daba miedo, pero es que pocas personas lograban intimidarlo también, fuera por la confianza que se tenía, por su carisma o porque simplemente era un idiota que no media consecuencias a veces.
Cuando escuchó la voz de Jessy se giró para verla y automáticamente dio un paso hacia ella, luego sacó la varita de la bolsa de su pantalón y se la entregó por el mango con una sonrisa en el rostro. Rodó los ojos e hizo un movimiento de indiferencia con los hombros hacia la pregunta de Jasmine sobre lo que había sucedido, si Jessy quería que no se supiera pues así iba a ser, ¿quién era él para juzgarla?
Nos atacó una criatura salida del área de zoología, pero afortunadamente Andrei, el profesor de duelos, la pudo poner en su lugar y nosotros salimos bien librados -. Le guiñó un ojo, la verdad él tampoco sabía las causas de la pelea (y no estaba seguro de querer saberlas). Se le quedó mirando a Jessy y luego se cruzó de brazos tras unos segundos de silencio, justo antes de que Jasmine se retirara hacia donde la enfermera había partido.
Hey… ¿Estás bien? ¿Necesitas que te traiga algo para tu estadía? ¿Quieres que llame a alguien? – Trataba de sonar amable, cuidadoso, no quería que ella estuviera más preocupada y si podía tener a alguien, aun que tuviera que traer a Kristján para que estuviera a su lado lo haría.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: después de la paliza...
Jessy estaba muy ocupada desatando sus zapatos con la varita como para responder a un pregunta que no quería. Si Jass ya sabía, para que preguntaba?.... Es que para la rubia, no había nada disonante en lo que allí había pasado. Y cuanto menos gente supiera detalles también era mejor. No quería ni acordarse de que Kris había estado allí, incluso de alguna manera ya lo había reprimido... un poco. Estaba levitando sus zapatos hasta el piso con cuidado hasta que cayeron estrepitosamente por el comentario de James, que la hizo sonreír con felicidad. - Exacto... una bestia zoológica.... - nunca un mejor sinónimo para el animal que era Frances perra insufrible, serpiente despiadada ahora Alechinsky. Se cruzo con su mirada y sintió un momento de complicidad muy agradable. Hacía rato que no le pasaba eso con alguien. Porque seamos sinceros, el muchacho podría haber contestado cualquier cosa, y justo venía a decir palabras tan atinadas a oídos de Jessy. Era un genio muy guapo. No como Kris que era un idiota.
Dejó de verlo, por seguir a Jass, y cambió su rostro al de preocupación. No le hacía ninguna gracia que la chica se pusiera de amiga con la enfermera que la tenía entre ceja y ceja. Pero no podía hacer nada al respecto, y necesitaba una mano o dos, si eran de James, mejor! Y ya que quitara esa cara de preocupación!! - No te preocupes tanto, estoy bien... no, no quiero a nadie... solo ayúdame con esto - Se recostó, apoyó los codos en la camilla y levantó un poco el culo, al tiempo que estiraba una pierna - quítame el jean - Y si! se lo dijo con toda la cara de descaro que pudo a pesar del corte en el pómulo y el dolor en la costilla. Siempre la ponía de buen humor coquetear, además así las cosas perdían seriedad y dramatismo y uno podía sonreírse a sus anchas sin importar demasiado nada. Además a todo esto, James era el único chico que había conocido, que entre ella y Frances, le daba la razón a la rubia. Eso era el nirvana total.
- - -
- No grite en la enfermería, Señorita Hartmann. - Dijo entre dientes parando en seco en medio de la estancia, claramente ofuscada pero esperando a que la alcanzase. - Usted estudia pociones, si no me equivoco. Ayúdeme y cierre la boca.- retomó el paso con decisión hasta el fondo del salón donde unos grandes anaqueles y mesadas vibraban atestados de líquidos en ebullición. - Su ojo está en perfectas condiciones. Sostenga fuerte. - Le puso una bandeja de plata en las manos, que de inmediato empezó a llenar con botellitas que buscaba en la repisa. Que no se hiciera iluciones la pelirroja, no se iban a poner a preparar brebajes en ese momento, solo quería Hartmann para que le sirviera de mesera, y si podía sacarle algo de información sobre Luttrel, que era según ella un caso perdido, mejor. Quizá hasta resultaba que por primera vez la rubia tenía una amiga que la acompañaba a la enfermería cuando la salud se iba de su cuerpo. Lo dudaba, realmente. Además estaba el secreto profesional.
Dos botellitas amarillas, jalea real, para las contusiones simples de Hartmann y Blue. No eran gran cosa esos hematomas, pero no iba a despacharlos con la cara hecha un asco porque si. Una tercera de lo mismo a la cual agregó, aloe , eneldo y solución de cangrejo, para Luttrell, a quien debía sanársele del corte en la mejilla antes de que se infectara. Un antibiótico morado ideal para quien no tenía sangre en las venas, y la famosa poción crece huesos, también a la bandeja. La mujer alzó la mirada buscando los ojos... mejor dicho el ojo de Jasmine y completó la mercancía con un frasco blanco como la leche y espeso como la sangre de unicornio. Había que darle de comer a la rubia, a como diera lugar, y si no era un costillar de centauro, por lo menos una poción proteínica sustanciosa como pocas. Lástima que no pudiera encerrar a la rubia más de una semana allí. Una verdadera pena. Pero, ese era el problema de lidiar con supuestos adultos, se necesitaba su consentimiento para demasiadas cuestiones. Esperaba que Hartmann, que bien sabia de ingredientes y pociones entendiese su indirecta. De todos modos, no le sorprendería que todas aquellas niñas fueran unas estúpidas aun.
Haciendo esperar a la peliroja con la bandeja, sacó del bolsillo de su túnica blanca un reloj dorado y dijo - veinte segundo más y su ojo estará listo. - y se dispuso a contar cada uno con un golpeteo de su pie derecho. El ojo estaba dentro de un caldero en ebullición justo frente ellas. Había que desinfectarlo cada tanto y así daba espacio a lo que Hartmann quisiera decir.
Dejó de verlo, por seguir a Jass, y cambió su rostro al de preocupación. No le hacía ninguna gracia que la chica se pusiera de amiga con la enfermera que la tenía entre ceja y ceja. Pero no podía hacer nada al respecto, y necesitaba una mano o dos, si eran de James, mejor! Y ya que quitara esa cara de preocupación!! - No te preocupes tanto, estoy bien... no, no quiero a nadie... solo ayúdame con esto - Se recostó, apoyó los codos en la camilla y levantó un poco el culo, al tiempo que estiraba una pierna - quítame el jean - Y si! se lo dijo con toda la cara de descaro que pudo a pesar del corte en el pómulo y el dolor en la costilla. Siempre la ponía de buen humor coquetear, además así las cosas perdían seriedad y dramatismo y uno podía sonreírse a sus anchas sin importar demasiado nada. Además a todo esto, James era el único chico que había conocido, que entre ella y Frances, le daba la razón a la rubia. Eso era el nirvana total.
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- No grite en la enfermería, Señorita Hartmann. - Dijo entre dientes parando en seco en medio de la estancia, claramente ofuscada pero esperando a que la alcanzase. - Usted estudia pociones, si no me equivoco. Ayúdeme y cierre la boca.- retomó el paso con decisión hasta el fondo del salón donde unos grandes anaqueles y mesadas vibraban atestados de líquidos en ebullición. - Su ojo está en perfectas condiciones. Sostenga fuerte. - Le puso una bandeja de plata en las manos, que de inmediato empezó a llenar con botellitas que buscaba en la repisa. Que no se hiciera iluciones la pelirroja, no se iban a poner a preparar brebajes en ese momento, solo quería Hartmann para que le sirviera de mesera, y si podía sacarle algo de información sobre Luttrel, que era según ella un caso perdido, mejor. Quizá hasta resultaba que por primera vez la rubia tenía una amiga que la acompañaba a la enfermería cuando la salud se iba de su cuerpo. Lo dudaba, realmente. Además estaba el secreto profesional.
Dos botellitas amarillas, jalea real, para las contusiones simples de Hartmann y Blue. No eran gran cosa esos hematomas, pero no iba a despacharlos con la cara hecha un asco porque si. Una tercera de lo mismo a la cual agregó, aloe , eneldo y solución de cangrejo, para Luttrell, a quien debía sanársele del corte en la mejilla antes de que se infectara. Un antibiótico morado ideal para quien no tenía sangre en las venas, y la famosa poción crece huesos, también a la bandeja. La mujer alzó la mirada buscando los ojos... mejor dicho el ojo de Jasmine y completó la mercancía con un frasco blanco como la leche y espeso como la sangre de unicornio. Había que darle de comer a la rubia, a como diera lugar, y si no era un costillar de centauro, por lo menos una poción proteínica sustanciosa como pocas. Lástima que no pudiera encerrar a la rubia más de una semana allí. Una verdadera pena. Pero, ese era el problema de lidiar con supuestos adultos, se necesitaba su consentimiento para demasiadas cuestiones. Esperaba que Hartmann, que bien sabia de ingredientes y pociones entendiese su indirecta. De todos modos, no le sorprendería que todas aquellas niñas fueran unas estúpidas aun.
Haciendo esperar a la peliroja con la bandeja, sacó del bolsillo de su túnica blanca un reloj dorado y dijo - veinte segundo más y su ojo estará listo. - y se dispuso a contar cada uno con un golpeteo de su pie derecho. El ojo estaba dentro de un caldero en ebullición justo frente ellas. Había que desinfectarlo cada tanto y así daba espacio a lo que Hartmann quisiera decir.
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
No había dicho el comentario de Frances de una manera venenosa, era como una pequeña broma por lo salvaje que se había puesto y porque si, estaba algo resentido por el golpe que le dio en la mejilla. La verdad es que si había un ambiente de complicidad entre Jessy y él, supuso que era por la adrenalina de la pelea y eso, no quería tampoco tomarlo como que fuera una buena señal y que todo se mandara al diablo como la ultima vez, cuando la dejó después de decirle que no le importaba realmente lo que le sucediera.
Cuando Jasmine se fue él no la siguió con la mirada, sus ojos estaban puestos sobre Jessy con dedicación y un poco de dulzura, asintió con la cabeza a lo de no llamar a nadie aun que no estaba seguro si debía hacerle caso o no. Las personas cercanas a ella debían saber que algo le había sucedido… porque… ella tenía personas cercanas, ¿no? No lo sabía. Sus pensamientos quedaron interrumpidos con la segunda frase, cuando le pedía que le ayudara a quitarse los pantalones. Él simplemente sonrió.
Vas a lastimarte si te mueves así… - Su voz estaba ya tranquila, se acerco a ella con cuidado y la hizo recostarse sobe la camilla, luego con una gracia casi profesional le sacó los pantalones sin realmente tener algún cambio en su rostro, parecía experto en ello, posiblemente podía mal interpretarse pero es que a él le había tocado cuidar de su hermana menor el ultimo año que estuvo enferma, había tenido que aprender esos trucos básicos principalmente por necesidad. No la miró hasta que dobló con cuidado los Jeans y los dejó en la mesita de al lado, luego se acerco a ella para verla ahí sobre la camilla.
Te ves bien, es decir con sangre y cicatrices, eres toda una fiera en batalla… recuérdame nunca hacerte enfadar. – Trató de sonar gracioso para aliviar un poco la tensión. No quería que hubiera sentimientos raros, no era bueno para ella.
Cuando Jasmine se fue él no la siguió con la mirada, sus ojos estaban puestos sobre Jessy con dedicación y un poco de dulzura, asintió con la cabeza a lo de no llamar a nadie aun que no estaba seguro si debía hacerle caso o no. Las personas cercanas a ella debían saber que algo le había sucedido… porque… ella tenía personas cercanas, ¿no? No lo sabía. Sus pensamientos quedaron interrumpidos con la segunda frase, cuando le pedía que le ayudara a quitarse los pantalones. Él simplemente sonrió.
Vas a lastimarte si te mueves así… - Su voz estaba ya tranquila, se acerco a ella con cuidado y la hizo recostarse sobe la camilla, luego con una gracia casi profesional le sacó los pantalones sin realmente tener algún cambio en su rostro, parecía experto en ello, posiblemente podía mal interpretarse pero es que a él le había tocado cuidar de su hermana menor el ultimo año que estuvo enferma, había tenido que aprender esos trucos básicos principalmente por necesidad. No la miró hasta que dobló con cuidado los Jeans y los dejó en la mesita de al lado, luego se acerco a ella para verla ahí sobre la camilla.
Te ves bien, es decir con sangre y cicatrices, eres toda una fiera en batalla… recuérdame nunca hacerte enfadar. – Trató de sonar gracioso para aliviar un poco la tensión. No quería que hubiera sentimientos raros, no era bueno para ella.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: después de la paliza...
Musitó un gracias, aun con un tono de coqueteo en el que parecía James no se había enganchado. Mientras él le quitaba los pantalones con tanto cuidado y ella se detenía a observarlo, se dio cuenta que no había esperado que reaccionase así. Si bien no lo conocía nada y estaba siendo caballeroso como debía, aquello de que no le hubiera seguido el juego como ella esperaba que cualquier otro hiciese solo por pasar el rato le extrañó. Había sido solo un chiste, no se iba a encamar con él en la enfermería, pero... Tampoco sonaba muy natural su tono de voz...
Se acomodó la bata, relojeó a Jasmine y la enfermera para asegurarse de que no estaban volviendo y fue directa con James, como ella sabía ser. - No estarás tu, enojado conmigo, no? - No tenía idea de porque él iba enfadarse, pero era muy probable que así fuera, al fin y al cabo tarde o temprano todo mundo se enojaba con ella. Y ahí empezaba su máquina mental a funcionar a mil kilómetros por hora....CLARO! como bien había supuesto en el momento que lo vio aparecer en el corredor, la pelea con Frances iba a traerle problemas con él también. Bueno, si era así, mejor aclarar las cosas pronto.- Si es por la pelea que presenciaste, no veo el porque, no fue la primera y seguramente no sea la última... Tenemos una larga historia con Frances... -
De solo mencionarla ya se estaba ofuscando de nuevo y su tono se aceleró - No me digas que la amas desde Hogwarts -- todos lo hacían no le sorprendería e igual así Jessy no le debía nada a James, así que bien él podía evitarla de ahora en más y quedarse con la conciencia tranquila de ser un amante devoto... -No te voy a prometer que no volveré a golpearla, pero si te hace sentir mejor, puedes no volver a dirigirme la palabra y ya... no me moriré ni nada... tu tampoco te morirás y todos felices...
Se acomodó la bata, relojeó a Jasmine y la enfermera para asegurarse de que no estaban volviendo y fue directa con James, como ella sabía ser. - No estarás tu, enojado conmigo, no? - No tenía idea de porque él iba enfadarse, pero era muy probable que así fuera, al fin y al cabo tarde o temprano todo mundo se enojaba con ella. Y ahí empezaba su máquina mental a funcionar a mil kilómetros por hora....CLARO! como bien había supuesto en el momento que lo vio aparecer en el corredor, la pelea con Frances iba a traerle problemas con él también. Bueno, si era así, mejor aclarar las cosas pronto.- Si es por la pelea que presenciaste, no veo el porque, no fue la primera y seguramente no sea la última... Tenemos una larga historia con Frances... -
De solo mencionarla ya se estaba ofuscando de nuevo y su tono se aceleró - No me digas que la amas desde Hogwarts -- todos lo hacían no le sorprendería e igual así Jessy no le debía nada a James, así que bien él podía evitarla de ahora en más y quedarse con la conciencia tranquila de ser un amante devoto... -No te voy a prometer que no volveré a golpearla, pero si te hace sentir mejor, puedes no volver a dirigirme la palabra y ya... no me moriré ni nada... tu tampoco te morirás y todos felices...
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
Se sorprendió por que Jessy le preguntara eso de pronto, fue más que obvio en la expresión de su rostro que pasó de preocupado a confundido, luego soltó una pequeña risa y negó con la cabeza. No estaba preocupado en si, simplemente que no le gustaba estar en la enfermería o cualquier otro lugar que le recordara a un hospital, por eso es que a veces cuando se lesionaba en un partido o algo prefería que un sanador fuera a verlo personalmente, era algo que tenia con él desde que su hermana había muerto, simplemente le traían malos momentos a flote y no le gustaba que la gente a su alrededor lo viera así.
Iba a responderle algo pero luego Jessy soltó todas esas palabras, del enamoramiento de James en Hogwarts, de que no iba a ser la última vez que pelearan. En realidad a él le tenía sin cuidado la historia que ambas tuvieran, solamente no quería verlas lastimadas. Se volvió a cruzar de brazos en una actitud calmada cuando le dijo que si quería no volviera a hablar con ella, ¿Cómo podía decir eso tan fácilmente? ¿Por qué se esforzaba en alejarlo? Tal vez había sido demasiado obvio al acercarse a ella de esa manera, tal vez simplemente quería dejar las cosas en claro. No sabía que pensar en realidad.
Jessy… tranquila, no estoy molesto. – Le dijo con la voz más tranquila del universo -¿Por qué me alejas? Siempre lo haces… ¿Hay algún motivo especial o simplemente me detestas? Se sincera, lo comprenderé… - Se acercó un poco más a la camilla hasta estar en la orilla de la misma, luego con cuidado y esperando que no lo rechazara tomó su mano tranquilamente.- Todo el mundo tiene diferencias, no dudo que entre Frances y tu las haya, solamente que no me gusta verte lastimada – Acercó la mano de Jessy a sus labios y le dio un pequeño beso seguido de unas palmadas. - Me iré, no quiero molestarte más… - Así lo iba a hacer, en realidad la herida de la mejilla no era nada que no se pudiera curar con algo de hielo, a veces utilizar la magia para todo le exasperaba.
Iba a responderle algo pero luego Jessy soltó todas esas palabras, del enamoramiento de James en Hogwarts, de que no iba a ser la última vez que pelearan. En realidad a él le tenía sin cuidado la historia que ambas tuvieran, solamente no quería verlas lastimadas. Se volvió a cruzar de brazos en una actitud calmada cuando le dijo que si quería no volviera a hablar con ella, ¿Cómo podía decir eso tan fácilmente? ¿Por qué se esforzaba en alejarlo? Tal vez había sido demasiado obvio al acercarse a ella de esa manera, tal vez simplemente quería dejar las cosas en claro. No sabía que pensar en realidad.
Jessy… tranquila, no estoy molesto. – Le dijo con la voz más tranquila del universo -¿Por qué me alejas? Siempre lo haces… ¿Hay algún motivo especial o simplemente me detestas? Se sincera, lo comprenderé… - Se acercó un poco más a la camilla hasta estar en la orilla de la misma, luego con cuidado y esperando que no lo rechazara tomó su mano tranquilamente.- Todo el mundo tiene diferencias, no dudo que entre Frances y tu las haya, solamente que no me gusta verte lastimada – Acercó la mano de Jessy a sus labios y le dio un pequeño beso seguido de unas palmadas. - Me iré, no quiero molestarte más… - Así lo iba a hacer, en realidad la herida de la mejilla no era nada que no se pudiera curar con algo de hielo, a veces utilizar la magia para todo le exasperaba.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: después de la paliza...
- Yo no te - alejo! ....no, cuand?.. cuando?!?! lo hice!?!? porque voy a detestarte!??!?!- No le dejaba terminar ninguna frase que él ya estaba diciendo otra estupidez. Porque eran eso, estupideces grandes como un castillo. Lo peor fue cuando le besó la mano, ahí si que la boca le quedó abierta, la garganta se le hizo un nudo y le latió la costilla. O sea, porqué le besaba la mano? Jessy no estaba acostumbrada a los cariños y como toda cosa que se desconoce, no le gustaba nada. Pero en vez de soltarlo y echarlo, lo jaló con fuerza para que se quedase ahí mismo. Con cara de enfado incluido, la iba a escuchar, no se quedaría con la última palabra frente a Jessy Luttrell le gustase o no.
Y no lo iba a soltar, no fuera cuestión que se escapase. - De qué estás hablando James?... O sea, jamás te "alejé". Tu te fuiste de mi casa, por ejemplo... yo no te eché.- tiró de su mano con una propia y con la otra se ayudó para sentarse bien erguida. - Igual está bien, podías irte... Ay no se ni porque me acuerdo de eso. Como sea. - respiró y volvió a mirarlo a los ojos. Que le quedase muy claro - Yo no tengo ningún problema contigo... y mira que tengo problemas con mucha gente. Mucha!- Respiró de nuevo y finalizó - TU... - lo miró a ojos entrecerrados. Iba a decir algo, pero no sabía qué... Se había puesto muy a la defensiva porque no le gustaba que la acusasen en falso y ahora que ya había podido hablar y largar todo lo primero que se le ocurrió no le quedaba mucho más.
Suspiró y lo soltó de inmediato, llevándose las manos al cabello para hacer algo y buscando a la enfermera con la mirada. - No me molestas... pero vete y ya...- Que quedase claro, no le molestaba. Pero bueno, que se fuera de una vez si era lo que quería y listo, cada cual a sus cosas.
Y no lo iba a soltar, no fuera cuestión que se escapase. - De qué estás hablando James?... O sea, jamás te "alejé". Tu te fuiste de mi casa, por ejemplo... yo no te eché.- tiró de su mano con una propia y con la otra se ayudó para sentarse bien erguida. - Igual está bien, podías irte... Ay no se ni porque me acuerdo de eso. Como sea. - respiró y volvió a mirarlo a los ojos. Que le quedase muy claro - Yo no tengo ningún problema contigo... y mira que tengo problemas con mucha gente. Mucha!- Respiró de nuevo y finalizó - TU... - lo miró a ojos entrecerrados. Iba a decir algo, pero no sabía qué... Se había puesto muy a la defensiva porque no le gustaba que la acusasen en falso y ahora que ya había podido hablar y largar todo lo primero que se le ocurrió no le quedaba mucho más.
Suspiró y lo soltó de inmediato, llevándose las manos al cabello para hacer algo y buscando a la enfermera con la mirada. - No me molestas... pero vete y ya...- Que quedase claro, no le molestaba. Pero bueno, que se fuera de una vez si era lo que quería y listo, cada cual a sus cosas.
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
Bestias de Zoología o no, había algo en todo aquello que a Jasmine no le cuadraba. No obstante, en ese momento la enfermera estaba acaparando toda su atención. La pelirroja arrugó un poco la nariz cuando la reñía por andar gritando en la enfermería, que salvo ellos y el chico del virus estomacal se encontraba vacía, pero daba igual. No era que le urgía tanto que le regresara su ojo falso, había aprendido ya a estarse tranquila y no sentirse ansiosa si estaba sin él en situaciones puntuales, la prueba de ello que andaba por ahí con la cuenca vacía. Porque quizá podría dudar, y mucho, de dejarse ver así frente a alguien que no confiaba, pero estando en un consultorio, con una enfermera y Jessy y James, la historia era distinta.
Se quedó con las palabras en la boca mientras sostenía la charola que poco a poco iba llenándose de frascos. Todas aquellas pociones las conocía, porque estaba más que familiarizada con ellas, cosa de ser de las pocas personas que se manejaban bien con un caldero hasta con los ojos cerrados y estar peleando una guerra que más que a menudo los dejaba hechos una mierda. Total, que ni los antibióticos ni la crecehuesos eran de su particular interés en ese instante.
- Hablando en serio Jessy, ¿viene aquí muy a menudo? - Preguntó ya con otro tono de voz. Ni el de la histérica que había venido corriendo tras su prótesis, ni el de amiguita temerosa y dubitativa. Se tornó seria y sobria al hacerlo. Podría ser que hasta le costara sacarle algo por toda aquella renuencia del personal médico a discutir información sobre otras personas. Jasmine estaba realmente preocupada por la rubia. No, o se iba a poner en una situación de tomar partido entre Frances y ella porque los problemas que tuvieran esas dos eran de ellas dos solamente. Pero si había algo que no iba a hacer era quedarse con los brazos cruzados cuando tenía alguien frente a ella hecha tan reverendo caos. No se dejaba a nadie atrás, y Jessy, con todo y su problemática, seguía siendo una de los suyos.
Lealtad de Hufflepuff hasta el final.
La poción proteínica que recibía en la bandeja, así como la mirada por parte de la enferme, le dijeron lo que necesitaba saber. Se mordió el labio y asintió. - ¿Va a mejor o peor? ¿Qué se puede hacer? No puede estar dependiendo solo de estas pociones. ¿Qué se supone que hace uno con alguien que no come? - Le preguntó a la enfermera ya en un susurro, porque lo decía en serio, no tenía idea. ¿Se mandaban a rehabilitación o algo? ¿Estaba Jessy más débil que a principios de semestre? ¿Mejor? No tenía muy en claro qué podía hacer, solo la certeza de que había que hacer algo. Le seguía pareciendo de lo más contradictorio, que teniendo a tanta gente (porque parecía haber un Luttrell o alguien relacionado con ellos a la vuelta de cada esquina, vaya familia), Jessy siguiera tan... ¿desamparada?
Desamparada. OH. Su ojo se abrió como plato y al instante volteó el rostro de vuelta e ellos, importándole un cacahuate la discreción. Se encontró a Jessy sujetando a James de una manera que implicaba más familiaridad y cercanía de la normal, discutiendo a saber qué cosa que no alcanzaba a escuchar. ¿¿Sería ella?? ¿¿La chica de la que le había hablado?? ¡¡Por qué no se lo había dicho!!
Ay mierda
Las cosas se acababan de complicar. Mucho. - Ay no. Espere. - Se apuró con la charola de vuelta a la camilla, disimulando cuanto pudo de que ella estaba en perfecta calma, antes de que James se marchara por lo que fuera que estuvieran discutiendo, porque entonces iba a haber dos cosas distintas con las que lidiar.
- Pues tienes bastante de donde escoger para empezar. - Le dijo a Jessy actuando con toda naturalidad mientras iba dejando uno a uno los frasquitos en la mesita contigua a la camilla, poniendo especial énfasis en la poción proteínica. Que supiera que estaba perfectamente al tanto de lo que era y para qué, aunque no iba a ponerla en evidencia justo ahora. Luego miró a James. ¿Su corazonada sería correcta o estaría leyendo de más entre líneas? ¿¿Por qué no le dijo nada??
Se quedó con las palabras en la boca mientras sostenía la charola que poco a poco iba llenándose de frascos. Todas aquellas pociones las conocía, porque estaba más que familiarizada con ellas, cosa de ser de las pocas personas que se manejaban bien con un caldero hasta con los ojos cerrados y estar peleando una guerra que más que a menudo los dejaba hechos una mierda. Total, que ni los antibióticos ni la crecehuesos eran de su particular interés en ese instante.
- Hablando en serio Jessy, ¿viene aquí muy a menudo? - Preguntó ya con otro tono de voz. Ni el de la histérica que había venido corriendo tras su prótesis, ni el de amiguita temerosa y dubitativa. Se tornó seria y sobria al hacerlo. Podría ser que hasta le costara sacarle algo por toda aquella renuencia del personal médico a discutir información sobre otras personas. Jasmine estaba realmente preocupada por la rubia. No, o se iba a poner en una situación de tomar partido entre Frances y ella porque los problemas que tuvieran esas dos eran de ellas dos solamente. Pero si había algo que no iba a hacer era quedarse con los brazos cruzados cuando tenía alguien frente a ella hecha tan reverendo caos. No se dejaba a nadie atrás, y Jessy, con todo y su problemática, seguía siendo una de los suyos.
Lealtad de Hufflepuff hasta el final.
La poción proteínica que recibía en la bandeja, así como la mirada por parte de la enferme, le dijeron lo que necesitaba saber. Se mordió el labio y asintió. - ¿Va a mejor o peor? ¿Qué se puede hacer? No puede estar dependiendo solo de estas pociones. ¿Qué se supone que hace uno con alguien que no come? - Le preguntó a la enfermera ya en un susurro, porque lo decía en serio, no tenía idea. ¿Se mandaban a rehabilitación o algo? ¿Estaba Jessy más débil que a principios de semestre? ¿Mejor? No tenía muy en claro qué podía hacer, solo la certeza de que había que hacer algo. Le seguía pareciendo de lo más contradictorio, que teniendo a tanta gente (porque parecía haber un Luttrell o alguien relacionado con ellos a la vuelta de cada esquina, vaya familia), Jessy siguiera tan... ¿desamparada?
Desamparada. OH. Su ojo se abrió como plato y al instante volteó el rostro de vuelta e ellos, importándole un cacahuate la discreción. Se encontró a Jessy sujetando a James de una manera que implicaba más familiaridad y cercanía de la normal, discutiendo a saber qué cosa que no alcanzaba a escuchar. ¿¿Sería ella?? ¿¿La chica de la que le había hablado?? ¡¡Por qué no se lo había dicho!!
Ay mierda
Las cosas se acababan de complicar. Mucho. - Ay no. Espere. - Se apuró con la charola de vuelta a la camilla, disimulando cuanto pudo de que ella estaba en perfecta calma, antes de que James se marchara por lo que fuera que estuvieran discutiendo, porque entonces iba a haber dos cosas distintas con las que lidiar.
- Pues tienes bastante de donde escoger para empezar. - Le dijo a Jessy actuando con toda naturalidad mientras iba dejando uno a uno los frasquitos en la mesita contigua a la camilla, poniendo especial énfasis en la poción proteínica. Que supiera que estaba perfectamente al tanto de lo que era y para qué, aunque no iba a ponerla en evidencia justo ahora. Luego miró a James. ¿Su corazonada sería correcta o estaría leyendo de más entre líneas? ¿¿Por qué no le dijo nada??
Jasmine Hartmann- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
Tal vez Jessy no lo comprendía pero si lo estaba alejando, era ese afán de querer deshacerse de él lo más pronto posible, como si en realidad no le importara. No es que quisiera pensar que significaba algo para la chica, pero él sentía que de alguna manera había sido utilizado simplemente para follar y que no le necesitaba para nada más, tal vez eso funcionaba para muchos chicos, pero él no era de esa manera, su mundo giraba distinto al de los demás. Claro que no iba a decírselo tal cual, simplemente la escuchó y sin soltarla asintió con la cabeza.
Ahí está… estas alejándome nuevamente, me quedaré si quieres que me quede, pero tienes que decirlo. ¿Por qué levantas esos muros Jessy?... Olvídalo, no tiene caso discutir. Escucha se que estas saliendo con Kristján y eso, entiendo que quieras mandarme al demonio y no acercarte a mí, pero no quiero dejarte sola ¿Entendiste?
No lo había dicho de una manera molesta, de hecho si quiera había levantado la voz, habló cerca de ella y en parte en susurros, no quería que Jessy llegara a escuchar. No era el momento simplemente. Se quedó viendo a Jessy unos segundos mas antes de escuchar como la puerta de la enfermería se abría nuevamente y regresaban Jessy con la enfermera tras ella. James dio unos pasos para se acercara a dejar las pociones y simplemente metió las manos en los bolsillos de su pantalón.
¿Qué son todos esos frascos? Vaya… - Alzó las cejas asombrado, ¿Es que Jessy tenía algo más que él no supiera? Se preocupó, posiblemente luego que no hubiera otras personas vendría a verla para asegurarse que mejorara, en cuanto al otro asunto lo daba por zanjado, no iba a traerlo a colación nuevamente, menos con Jasmine ahí.
Ahí está… estas alejándome nuevamente, me quedaré si quieres que me quede, pero tienes que decirlo. ¿Por qué levantas esos muros Jessy?... Olvídalo, no tiene caso discutir. Escucha se que estas saliendo con Kristján y eso, entiendo que quieras mandarme al demonio y no acercarte a mí, pero no quiero dejarte sola ¿Entendiste?
No lo había dicho de una manera molesta, de hecho si quiera había levantado la voz, habló cerca de ella y en parte en susurros, no quería que Jessy llegara a escuchar. No era el momento simplemente. Se quedó viendo a Jessy unos segundos mas antes de escuchar como la puerta de la enfermería se abría nuevamente y regresaban Jessy con la enfermera tras ella. James dio unos pasos para se acercara a dejar las pociones y simplemente metió las manos en los bolsillos de su pantalón.
¿Qué son todos esos frascos? Vaya… - Alzó las cejas asombrado, ¿Es que Jessy tenía algo más que él no supiera? Se preocupó, posiblemente luego que no hubiera otras personas vendría a verla para asegurarse que mejorara, en cuanto al otro asunto lo daba por zanjado, no iba a traerlo a colación nuevamente, menos con Jasmine ahí.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: después de la paliza...
- es la tercera vez que le desaparece esa costilla este año.- Contestó a Hartman la enfermera, mientras ordenaba los enseres con esmero. Bajaba el fuego del ojito y alzaba una ceja ante sus tantas preguntas. - pues... obligarlo? - a comer... contestó con todo descaro. Ella no tenía un método, ni era su área de incumbencia, solo se aseguraba con aquella poción de que Luttrell (o cualquier otro estudiante) saliera lo más saludable posible de su oficina. Eso era lo que podía hacer y lo haría reteniéndola una semana allí para controlar algunos signos vitales. Más que eso no le permitían los estatutos, porque la desnutrición no era motivo suficiente para mantener a alguien internado. y la niña Luttrell no quería ni saber del tema, ya lo había intentado hablar con ella, con su madre por carta y nadie parecía capaz de convencerla de que dos tostadas y un litro de jugo de verdura no era comida suficiente para todo un día durante los 3 años que ella podía contar llevaba en la universidad.
- - -
No entendía a James, ella no veía donde sucedía lo que él decía, de que ella lo alejaba, ponía muros o cualquier cosa. Y como fuera debería estar dándole igual toda esa escena, al fin y al cabo no pretendía nada de nadie, menos de él a quien apenas conocía. Ofuscada por no hacerse entender se cruzó de brazos mirando a cualquier sito, pero en eso..." se que estas saliendo con Kristján" - WHAT!? sus ojos se abrieron como dos lunas llenas y no pudo evitar alzar la voz indignada. A Jessy ya le importaba una mierda que Jass estuviera allí o no, las pociones y lo que fuera, había que aclarar eso a como diera lugar. No había una razón lógica para indignarse tanto, pero así estaba la rubia, indignadísima. - Estás demente?... yo no estoy saliendo con nadie!... - ojalá las cosas fueran así, pero no. No eran así, ni parecido y eso también dolía horrores. - Menos con un idiota que, tu lo viste, se puso a defender a Frances por su estúpida varita...- a ese punto Jass ya podía ir uniendo las partes para hacerse su propia imagen mental sobre lo que había sucedido unas horas atrás- Y además ... - porque acá estaba la verdadera cuestión que quizá no ayudaba a que se entendiesen - Que nos hayamos acostado no significa que tienes una obligación conmigo... -
Que no podían ser las cosas, simples y sencillas? Porque la miraba con esa cara o se preocupaba por los frascos?. YA! Jessy no necesitaba que se preocupasen por ella. Lo mismo había dicho durante toda la pelea en el pasillo: "estoy bien, estoy bien". Y no iba a decirle "quédate " porque eso hubiera sido como declarar un amor de novela, para los estándares de la rubia. Con el ceño fruncido, estaba notoriamente cabreada, se volteó a ver las pociones un buen momento, respirando por toda la tontería que había surgido allí con James.-No te pases de lista, Hartmann- musitó para Jass devolviéndole la mirada por sostener esa poción en especial tanto rato. -Estas son para ustedes - les separó las dos amarillas casi con desprecio, ubicándolas en la otra punta de la mesita auxiliar, y se tomó las suyas de a una sin asco y con prisa. Pensar que era whisky del bueno ya... Una dos, tres... Solo le faltaba la crecehuesos que iba a doler como la san puta.
Y para colmo esos dos ahí. Todo lo lindo que le había parecido estar acompañada, ahora mismo le era un inconveniente. Cómo es que la hacían enfadar tan fácil?. Cómo fuera, necesitaba su costilla de vuelta. Destapó el frasco y le dio un buen trago hasta el fondo, frasco que resbaló de sus manos, por el dolor, haciéndose añicos en el suelo, mientras Jessy se mordía la lengua por no gritar y cerraba los ojos con fuerza tan extrema que se le escapaban las lágrimas. Unos segundos más y pasaría... solo unos segundos más... solo...
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No entendía a James, ella no veía donde sucedía lo que él decía, de que ella lo alejaba, ponía muros o cualquier cosa. Y como fuera debería estar dándole igual toda esa escena, al fin y al cabo no pretendía nada de nadie, menos de él a quien apenas conocía. Ofuscada por no hacerse entender se cruzó de brazos mirando a cualquier sito, pero en eso..." se que estas saliendo con Kristján" - WHAT!? sus ojos se abrieron como dos lunas llenas y no pudo evitar alzar la voz indignada. A Jessy ya le importaba una mierda que Jass estuviera allí o no, las pociones y lo que fuera, había que aclarar eso a como diera lugar. No había una razón lógica para indignarse tanto, pero así estaba la rubia, indignadísima. - Estás demente?... yo no estoy saliendo con nadie!... - ojalá las cosas fueran así, pero no. No eran así, ni parecido y eso también dolía horrores. - Menos con un idiota que, tu lo viste, se puso a defender a Frances por su estúpida varita...- a ese punto Jass ya podía ir uniendo las partes para hacerse su propia imagen mental sobre lo que había sucedido unas horas atrás- Y además ... - porque acá estaba la verdadera cuestión que quizá no ayudaba a que se entendiesen - Que nos hayamos acostado no significa que tienes una obligación conmigo... -
Que no podían ser las cosas, simples y sencillas? Porque la miraba con esa cara o se preocupaba por los frascos?. YA! Jessy no necesitaba que se preocupasen por ella. Lo mismo había dicho durante toda la pelea en el pasillo: "estoy bien, estoy bien". Y no iba a decirle "quédate " porque eso hubiera sido como declarar un amor de novela, para los estándares de la rubia. Con el ceño fruncido, estaba notoriamente cabreada, se volteó a ver las pociones un buen momento, respirando por toda la tontería que había surgido allí con James.-No te pases de lista, Hartmann- musitó para Jass devolviéndole la mirada por sostener esa poción en especial tanto rato. -Estas son para ustedes - les separó las dos amarillas casi con desprecio, ubicándolas en la otra punta de la mesita auxiliar, y se tomó las suyas de a una sin asco y con prisa. Pensar que era whisky del bueno ya... Una dos, tres... Solo le faltaba la crecehuesos que iba a doler como la san puta.
Y para colmo esos dos ahí. Todo lo lindo que le había parecido estar acompañada, ahora mismo le era un inconveniente. Cómo es que la hacían enfadar tan fácil?. Cómo fuera, necesitaba su costilla de vuelta. Destapó el frasco y le dio un buen trago hasta el fondo, frasco que resbaló de sus manos, por el dolor, haciéndose añicos en el suelo, mientras Jessy se mordía la lengua por no gritar y cerraba los ojos con fuerza tan extrema que se le escapaban las lágrimas. Unos segundos más y pasaría... solo unos segundos más... solo...
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
- Pues que hacer que las costillas crezcan de nuevo no es a veces tan sencillo. - Fue lo único que le respondió a James, actuando completamente casual. Tampoco se iba a poner decirle que es una poción para que no se desnutra porque no come nada, ¿¿no la ves lo flaca que está, so-animal??. Aquella sería conversación para otra ocasión. Que Jessy bien podría indignarse todo lo que quisiera y mandarla a freír espárragos por andarse metiendo en su vida así, pero Jasmine tenía que, por lo menos, tratar en serio de ayudarla.
Lo que no se había esperado para nada, fue la serie de cosas que iban saliendo de la boca de Jessy una tras otra. Para empezar, que su sospecha en cuanto a la relación que tenía con James quedaba confirmada. Para seguir, que de alguna manera Kris estaba involucrado en la ecuación (oh mierda).
- Aquí va una idea loca, pero no se te ocurre que tal vez, y digo solo que tal vez, le caigas bien y por eso no quiere verte hecha pulpa. Sólo digo. - Respondió cuando le reclamaba sobre no tener obligaciones, como si de todo lo dicho fuera lo que le pareciera más escandaloso. Sin embargo lo hizo marcando un tanto de distancia, pues resultaba más que obvio que ahí estaba de mal tercio. Y vale, no era el momento para ironías, pero tampoco podía dejar que se desquitara con James así como así. Que ahora teniendo en claro que si, Jessy era la chica con la que el Smertios había estado, toda aquella situación acababa de dar un giro inesperado. Y Jasmine estaba preocupada por la rubia. Lo suficiente como para quedarse aun y cuando todo estaba yendo a peor. Encontraba que la Jessy relajada y sin estar a la defensiva era un encanto, la clase de chica a quien quisiera conocer mejor. Pero la Jessy de modos ásperos era muy exasperarte. La expresión ni le cambio cuando le dirigió aquella miradita asesina a causa de la poción proteínica. Y a fin de cuentas, Jessy estaba encamada. Iba a necesitar más que malos modos para hacerla desistir.
Se empinó la poción que le correspondía como toda una bebedora experimentada, que a fin de cuentas el sabor era lo ultimo que venía a importar en una poción. Se calló cuando Jessy tomó el frasco de crecehuesos y ya tenía la caja de pañuelos a mano, porque obviamente le iba a doler como los mil demonios. No obstante la chica aguantaba sin llorar ni gritar, toda una Gryffindor (y conocedora del efecto, con eso de que era la tercera costilla desaparecida del año...). Buscó la mirada de James. ¿Debía dejarlos solos? Lo que tenía en claro es que lo que seguía era una laaaaarga y tendida plática con el chico. Vaya lío.
Lo que no se había esperado para nada, fue la serie de cosas que iban saliendo de la boca de Jessy una tras otra. Para empezar, que su sospecha en cuanto a la relación que tenía con James quedaba confirmada. Para seguir, que de alguna manera Kris estaba involucrado en la ecuación (oh mierda).
- Aquí va una idea loca, pero no se te ocurre que tal vez, y digo solo que tal vez, le caigas bien y por eso no quiere verte hecha pulpa. Sólo digo. - Respondió cuando le reclamaba sobre no tener obligaciones, como si de todo lo dicho fuera lo que le pareciera más escandaloso. Sin embargo lo hizo marcando un tanto de distancia, pues resultaba más que obvio que ahí estaba de mal tercio. Y vale, no era el momento para ironías, pero tampoco podía dejar que se desquitara con James así como así. Que ahora teniendo en claro que si, Jessy era la chica con la que el Smertios había estado, toda aquella situación acababa de dar un giro inesperado. Y Jasmine estaba preocupada por la rubia. Lo suficiente como para quedarse aun y cuando todo estaba yendo a peor. Encontraba que la Jessy relajada y sin estar a la defensiva era un encanto, la clase de chica a quien quisiera conocer mejor. Pero la Jessy de modos ásperos era muy exasperarte. La expresión ni le cambio cuando le dirigió aquella miradita asesina a causa de la poción proteínica. Y a fin de cuentas, Jessy estaba encamada. Iba a necesitar más que malos modos para hacerla desistir.
Se empinó la poción que le correspondía como toda una bebedora experimentada, que a fin de cuentas el sabor era lo ultimo que venía a importar en una poción. Se calló cuando Jessy tomó el frasco de crecehuesos y ya tenía la caja de pañuelos a mano, porque obviamente le iba a doler como los mil demonios. No obstante la chica aguantaba sin llorar ni gritar, toda una Gryffindor (y conocedora del efecto, con eso de que era la tercera costilla desaparecida del año...). Buscó la mirada de James. ¿Debía dejarlos solos? Lo que tenía en claro es que lo que seguía era una laaaaarga y tendida plática con el chico. Vaya lío.
Jasmine Hartmann- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
James era un hombre que sabía resistir, durante 7 años sufrió del desamor y las bromas de Frances, sus comentarios hirientes y un maltrato que no le deseaba a nadie, no de la persona que le importaba. Luego había venido Cassandra quién supuso en realidad un duro golpe para el jugador, luego Zelda quién también lo había dejado igual o peor. A veces sentía que era mejor simplemente tener citas de una noche, sin que le importara en realidad la otra persona con quién compartía la cama, pero él no era así, tampoco quería quedar como un pobre dolido de la vida que simplemente no creía en las mujeres, él no era ese tipo de personas.
Por esa misma razón cuando Jessy comenzó a despotricar contra él lo único que hizo fue guardar silencio. Si ella decía que no estaba saliendo con Kris podía creerle, pero así como al parecer el islandés no significaba nada para ella, él tampoco tenía porque significar. Le dolió en el orgullo que eso dijera, él simplemente quería estar a su lado, protegerla, cuidar de ella… Pero Jessy por alguna razón no lo permitía, no sabía por qué.
Luego de Jasmine y las pociones asintió simplemente con la cabeza y luego dirigió su vista a Jessy, se quedó completamente sorprendido de que soltara así nada más que se habían acostado y que no era importante. Luego venia Jasmine a defenderlo como si fuera una cosa desamparada o lo que fuera. No iba a permitirlo, era demasiado para él en ese día.
Está bien Jas, déjalo.- Le hizo una seña amable alzando los hombros, luego volvió su mirada hacia Jessy, no le contesto nada de manera inmediata, solamente se quedo mirándola, no era decepción, eran más bien algo de nostalgia lo que podía verse en su mirada, le parecía doloroso que hubiera gente como Jessy que se menospreciaran tanto como para creer que no significaban nada para la gente.- Voy a irme ahora, si necesitas algo Jasmine sabe como contactarme. Mejórate Jessy .- Le dijo amablemente, no había reclamos, no los necesitaba, Jessy no le debía absolutamente nada. Le dio una mirada a Jessy antes de irse y salió de la enfermería justo antes de ver como la chica sufría por la poción crece huesos, tal vez era lo mejor que tomara eso como una salida a toda esa confusión.
Por esa misma razón cuando Jessy comenzó a despotricar contra él lo único que hizo fue guardar silencio. Si ella decía que no estaba saliendo con Kris podía creerle, pero así como al parecer el islandés no significaba nada para ella, él tampoco tenía porque significar. Le dolió en el orgullo que eso dijera, él simplemente quería estar a su lado, protegerla, cuidar de ella… Pero Jessy por alguna razón no lo permitía, no sabía por qué.
Luego de Jasmine y las pociones asintió simplemente con la cabeza y luego dirigió su vista a Jessy, se quedó completamente sorprendido de que soltara así nada más que se habían acostado y que no era importante. Luego venia Jasmine a defenderlo como si fuera una cosa desamparada o lo que fuera. No iba a permitirlo, era demasiado para él en ese día.
Está bien Jas, déjalo.- Le hizo una seña amable alzando los hombros, luego volvió su mirada hacia Jessy, no le contesto nada de manera inmediata, solamente se quedo mirándola, no era decepción, eran más bien algo de nostalgia lo que podía verse en su mirada, le parecía doloroso que hubiera gente como Jessy que se menospreciaran tanto como para creer que no significaban nada para la gente.- Voy a irme ahora, si necesitas algo Jasmine sabe como contactarme. Mejórate Jessy .- Le dijo amablemente, no había reclamos, no los necesitaba, Jessy no le debía absolutamente nada. Le dio una mirada a Jessy antes de irse y salió de la enfermería justo antes de ver como la chica sufría por la poción crece huesos, tal vez era lo mejor que tomara eso como una salida a toda esa confusión.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: después de la paliza...
James era muy susceptible... o todo lo bien que había coordinado con él en otros aspectos no valía para las conversaciones reales. Como fuera, era un alivio que se fuera. No quería dar más explicaciones, ni escuchar como seguían repitiendo "si necesitas algo"... Que no! no necesitaba nada, cuantas veces tenía que repetirlo? Aunque claro que le molestaba y le dolía pelearse con la gente. De hecho estaba en una cama, internada, y expuesta a todo eso, por culpa de haberse liado con alguien.
La enfermera se acercó y entregó a Jasmine su ojito en un frasquito helado de cristal. Le acercó una silla, mientras Jessy seguía a ojos cerrados soportando el dolor y se fue sin más, llevándose también la poción que James no había consumido, no era cuestión que alguna se abusase de las drogas en su establecimiento. Por su parte la rubia suspiró dos o tres veces apretando los dientes, llevándose una mano a la costilla y aprovechando esos mil segundo de silencio para pensar: deseando que al abrir los ojos todo hubiera pasado, su rostro estuviera perfecto, su costilla en su sitio y si podía ser que la noche cayera sobre el castillo para ponerse a soñar con los cigarrillos que por una semana no podría fumar.
- lo peor del caso, es saber de antemano - dijo en voz alta para luego abrir los ojos y ver que Jass seguía allí. Eso no estaba tan mal, nadie quería quedarse del todo solo, Jessy menos que nadie aunque repitiera que bien podían irse todos a la mierda una y otra vez. - yo sabía que esa pelea me traería problemas desde el mismísimo momento en que alguien apareció para separarnos... Siempre es igual, no importa que mis problemas sean solo con Frances, de una manera o otra, aquello se mete en el resto de mi vida.- Se tocó la cara comprobando que la cortadura ya no era tal y buscó el espejo que había quedado en la mesa auxiliar. No se veía tan mal. Lo dejó en la mesa, se secó una lágrima consecuencia del dolor inhumano que esa poción generaba y comenzó a acomodarse la bata de enfermería con esmero. Necesitaba hacer algo con las manos si no podía tener un cigarrillo en ellas.
- Por ejemplo nosotras... habíamos conectado tan bien el otro día en el lago, luego en la fiesta con los juegos, el alcohol... - sonreía de lado recordando los buenos momentos y luego alzó la mirada porque Jessy iba de frente aunque no le conviniese - y ahora... que confirmas tus locas ideas por culpa de esa enfermera... te pondrás pesada, y yo tendré que empezar a evitarte... - - se refería a lo de la poción especial, a las escusas que Jass había puesto a James, a todo lo que ambas sabían sobre su peso. Eran muchos años de eso, pero Jessy lo tenía controlado. Llegado a ese punto no es que lo iba a negar, pero estaba convencida que lo tenía bajo control y sobre todo, que era más que necesario lo que ella comía....
.... Como fuera, la vida era una mierda: seguro James ya no le dirigiría la palabra por culpa de haberla visto en esa situación, seguro con Frances no podría volver a hablar, y tendría que perderse la cena de navidad donde estarían todos sus amigos, seguro que con Kris las cosas se ponían raras... Porque podía hacer como si nada sobre Amy, incluso le gustaba la pareja que serían ese semestre, pero que defendiese a Frances, estando ella con la cara como estaba, iba a ser un problema... Todo culpa de Frances, todo culpa de andar riñendo con ella por los pasillos. La próxima vez la llevaría a la casa de los gritos o donde fuera que pudieran matarse a sus anchas y sin consecuencias.
- Cómo está tu ojo?
La enfermera se acercó y entregó a Jasmine su ojito en un frasquito helado de cristal. Le acercó una silla, mientras Jessy seguía a ojos cerrados soportando el dolor y se fue sin más, llevándose también la poción que James no había consumido, no era cuestión que alguna se abusase de las drogas en su establecimiento. Por su parte la rubia suspiró dos o tres veces apretando los dientes, llevándose una mano a la costilla y aprovechando esos mil segundo de silencio para pensar: deseando que al abrir los ojos todo hubiera pasado, su rostro estuviera perfecto, su costilla en su sitio y si podía ser que la noche cayera sobre el castillo para ponerse a soñar con los cigarrillos que por una semana no podría fumar.
- lo peor del caso, es saber de antemano - dijo en voz alta para luego abrir los ojos y ver que Jass seguía allí. Eso no estaba tan mal, nadie quería quedarse del todo solo, Jessy menos que nadie aunque repitiera que bien podían irse todos a la mierda una y otra vez. - yo sabía que esa pelea me traería problemas desde el mismísimo momento en que alguien apareció para separarnos... Siempre es igual, no importa que mis problemas sean solo con Frances, de una manera o otra, aquello se mete en el resto de mi vida.- Se tocó la cara comprobando que la cortadura ya no era tal y buscó el espejo que había quedado en la mesa auxiliar. No se veía tan mal. Lo dejó en la mesa, se secó una lágrima consecuencia del dolor inhumano que esa poción generaba y comenzó a acomodarse la bata de enfermería con esmero. Necesitaba hacer algo con las manos si no podía tener un cigarrillo en ellas.
- Por ejemplo nosotras... habíamos conectado tan bien el otro día en el lago, luego en la fiesta con los juegos, el alcohol... - sonreía de lado recordando los buenos momentos y luego alzó la mirada porque Jessy iba de frente aunque no le conviniese - y ahora... que confirmas tus locas ideas por culpa de esa enfermera... te pondrás pesada, y yo tendré que empezar a evitarte... - - se refería a lo de la poción especial, a las escusas que Jass había puesto a James, a todo lo que ambas sabían sobre su peso. Eran muchos años de eso, pero Jessy lo tenía controlado. Llegado a ese punto no es que lo iba a negar, pero estaba convencida que lo tenía bajo control y sobre todo, que era más que necesario lo que ella comía....
.... Como fuera, la vida era una mierda: seguro James ya no le dirigiría la palabra por culpa de haberla visto en esa situación, seguro con Frances no podría volver a hablar, y tendría que perderse la cena de navidad donde estarían todos sus amigos, seguro que con Kris las cosas se ponían raras... Porque podía hacer como si nada sobre Amy, incluso le gustaba la pareja que serían ese semestre, pero que defendiese a Frances, estando ella con la cara como estaba, iba a ser un problema... Todo culpa de Frances, todo culpa de andar riñendo con ella por los pasillos. La próxima vez la llevaría a la casa de los gritos o donde fuera que pudieran matarse a sus anchas y sin consecuencias.
- Cómo está tu ojo?
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
Apenas y le asintió a James cuando se retiraba, notando que el estómago se le volvía de plomo. Que lo que acababa de librar a Jessy de que la zarandeara y maltratara como muñeca de trapo es que estaba hecha un amasijo de moretones. Quiso ir tras James, pero entendió que lo mejor sería hacerlo después, ya que tuviera un poco más fría en la cabeza y resolviera todas esas confusiones que Jessy, su chica no tan misteriosa ahora, le causaba. Mismas que seguramente ahora estarían maximizadas y triplicadas. Había que ver.
Le agradeció a la enfermera que le trajera tanto su ojo como la silla. Y se sentó, aunque quedaba más que evidente en la manera en que apretaba los labios y que sus hombros estaban tensos que sus ánimos distaban mucho de ser esos como cuando la había visto llegar. Jessy estaba mal. Muy, muy muy mal.
- Así que no se te ocurrió que irse a los golpes era mala idea hasta después de que las sorprendieron. - Respondió al escucharla, fijando la vista en esa mismísima puerta por la que James se acababa de marchar. No podía ser la única que encontraba la declaración mal en muchos sentidos diferentes, ¿verdad? Aun así la dejó que hablara. De cómo sus conflictos con Frances le arruinaban la vida. De cómo ahora que tenía más que confirmado que algo no andaba bien con ella iba a tener que evitarla.
- Ya Jessy, ya, basta coño. Deja de hacerte esto. Ni puedes culpar a Frances de todo ni puedes seguir con ese acto de que no necesitas nada de nadie. Déjate de cosas, no eres ninguna niña ya. – Acercó más la silla, estaba vez si que mirándola fijamente. Resultaba ser que, para tener un solo ojo, la mirada de Jasmine lograba ser bastante intensa y penetrante. – No sé porque se pelearon y ni me importa. Lo que pasa es que las dos son igualitas, si acaso Frances es mejor con los puños, y por eso se sacan lo peor la una de la otra. Por eso estas así, aquí. Yo no creo que tu problema sea con Frances, creo que tu problema es con lo que ves en Frances de ti misma que no te gusta. Y SOBRE LO OTRO. – Se apresuró a aclarar sin darle pie a interrumpirla. Acercó la silla incluso más y se inclinó un poco hacia ella, mirándole con los ojos entrecerrados. – Eso de las relaciones interpersonales no funciona así. Puedes intentar evitarme, pero resulta que mientras me preocupe por ti voy a seguir encima tuyo. ¿Y qué vas a hacer? ¿Pelearte conmigo? – Que Jasmine no le había pegado a alguien con el puño en su vida y probablemente si intentara hacerlo o sería el golpe más triste e insignificante de la h historia o terminaría por romperse los nudillos, pero con la varita se manejaba más que bien.
Soltó el aire en sus pulmones y se apretó el puente de la nariz, cerrando los ojos. Ya se veía venir el dolor de cabeza monumental. – Yo no sé qué tanto te venga de antes y qué tanto te haya quedado de después de la guerra. Pero en algún punto dentro de ti tienes que admitir que esto no está bien. ¿Qué fue todo eso con James? Es el chico más dulce que conozco de toda la vida, solamente está preocupado por ti y quiere verte bien. No porque tenga ninguna obligación contigo sino porque le agradas. ¿Vale? Le agradas. Y a mí también. Más que eso, eres parte de mi familia ahora. Así que si, voy a estar pesada y me voy a quedar hoy y voy a regresar mañana. ¿Necesitas un secreto sórdido mío para creértelo y sentir que estamos a mano por lo de que no comes? Te lo doy, pero ya, no puedes seguir así. Anda, evítame, igual te encontraré. Fui Hufflepuff, somos buenos buscadores. -
Le agradeció a la enfermera que le trajera tanto su ojo como la silla. Y se sentó, aunque quedaba más que evidente en la manera en que apretaba los labios y que sus hombros estaban tensos que sus ánimos distaban mucho de ser esos como cuando la había visto llegar. Jessy estaba mal. Muy, muy muy mal.
- Así que no se te ocurrió que irse a los golpes era mala idea hasta después de que las sorprendieron. - Respondió al escucharla, fijando la vista en esa mismísima puerta por la que James se acababa de marchar. No podía ser la única que encontraba la declaración mal en muchos sentidos diferentes, ¿verdad? Aun así la dejó que hablara. De cómo sus conflictos con Frances le arruinaban la vida. De cómo ahora que tenía más que confirmado que algo no andaba bien con ella iba a tener que evitarla.
- Ya Jessy, ya, basta coño. Deja de hacerte esto. Ni puedes culpar a Frances de todo ni puedes seguir con ese acto de que no necesitas nada de nadie. Déjate de cosas, no eres ninguna niña ya. – Acercó más la silla, estaba vez si que mirándola fijamente. Resultaba ser que, para tener un solo ojo, la mirada de Jasmine lograba ser bastante intensa y penetrante. – No sé porque se pelearon y ni me importa. Lo que pasa es que las dos son igualitas, si acaso Frances es mejor con los puños, y por eso se sacan lo peor la una de la otra. Por eso estas así, aquí. Yo no creo que tu problema sea con Frances, creo que tu problema es con lo que ves en Frances de ti misma que no te gusta. Y SOBRE LO OTRO. – Se apresuró a aclarar sin darle pie a interrumpirla. Acercó la silla incluso más y se inclinó un poco hacia ella, mirándole con los ojos entrecerrados. – Eso de las relaciones interpersonales no funciona así. Puedes intentar evitarme, pero resulta que mientras me preocupe por ti voy a seguir encima tuyo. ¿Y qué vas a hacer? ¿Pelearte conmigo? – Que Jasmine no le había pegado a alguien con el puño en su vida y probablemente si intentara hacerlo o sería el golpe más triste e insignificante de la h historia o terminaría por romperse los nudillos, pero con la varita se manejaba más que bien.
Soltó el aire en sus pulmones y se apretó el puente de la nariz, cerrando los ojos. Ya se veía venir el dolor de cabeza monumental. – Yo no sé qué tanto te venga de antes y qué tanto te haya quedado de después de la guerra. Pero en algún punto dentro de ti tienes que admitir que esto no está bien. ¿Qué fue todo eso con James? Es el chico más dulce que conozco de toda la vida, solamente está preocupado por ti y quiere verte bien. No porque tenga ninguna obligación contigo sino porque le agradas. ¿Vale? Le agradas. Y a mí también. Más que eso, eres parte de mi familia ahora. Así que si, voy a estar pesada y me voy a quedar hoy y voy a regresar mañana. ¿Necesitas un secreto sórdido mío para creértelo y sentir que estamos a mano por lo de que no comes? Te lo doy, pero ya, no puedes seguir así. Anda, evítame, igual te encontraré. Fui Hufflepuff, somos buenos buscadores. -
Jasmine Hartmann- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
Seguir a Frances y al árbitro no habría sido la idea más inteligente, era altamente probable que solo la afectara más. Cuando se la llevaron, Kristján le hizo un gesto con la mano de que se estuviera tranquila. Confiado de que James llevaría bien a Jessy a la enfermería, corrió lo más rápido que pudo para avisar a Syd, que al menos como Cerridwen de esos ñoños podría interceder por ella ante Hewett. Si la llevaban con Blackburn estaba perdida, esperaba que no fuera así.
Una vez completada su misión y sin atreverse a buscarla todavía o de ir a tocar como un lunático al despacho del árbitro para exigir una explicación, decidió ir a ver cómo estaba Jessy. No se había dado cuenta hasta que iba camino a la enfermería que había repetido el mismo patrón de toda la vida, ese que hasta había medio discutido con Jasmine. Se había enceguecido otra vez. No culpaba a Frances porque las conocía a las dos lo suficiente como para saber que ninguna era inocente en ese caso, pero sí se culpaba a él mismo por haber actuado de forma impulsiva enfrente de Jessy, especialmente ahora que “lo sabía.”
Cuando iba camino a la enfermería se topó con James, pero no le dijo nada. Si Frances le había atestado un puño en toda la cara, debió haber sido por algo y Kristján prefería no saber. No bajó la cabeza pero sí fingió no haberlo visto mientras entraba a la enfermería. Encontró a Jessy y a Jasmine. No era lo suficientemente bueno como para darse cuenta de que el ambiente estaba tenso entre ellas, pero se incomodó de encontrarlas a las dos ahí, a esas alturas seguramente Jasmine ya sabría sobre su brillantísima actuación.
-Hey, ¿todo bien? ¿cómo sigues?-No se le ocurrió alguna cosa más estúpida para decir, afortunadamente. Se acercó lento a Jessy y miró a Jasmine suplicando por ayuda.
Una vez completada su misión y sin atreverse a buscarla todavía o de ir a tocar como un lunático al despacho del árbitro para exigir una explicación, decidió ir a ver cómo estaba Jessy. No se había dado cuenta hasta que iba camino a la enfermería que había repetido el mismo patrón de toda la vida, ese que hasta había medio discutido con Jasmine. Se había enceguecido otra vez. No culpaba a Frances porque las conocía a las dos lo suficiente como para saber que ninguna era inocente en ese caso, pero sí se culpaba a él mismo por haber actuado de forma impulsiva enfrente de Jessy, especialmente ahora que “lo sabía.”
Cuando iba camino a la enfermería se topó con James, pero no le dijo nada. Si Frances le había atestado un puño en toda la cara, debió haber sido por algo y Kristján prefería no saber. No bajó la cabeza pero sí fingió no haberlo visto mientras entraba a la enfermería. Encontró a Jessy y a Jasmine. No era lo suficientemente bueno como para darse cuenta de que el ambiente estaba tenso entre ellas, pero se incomodó de encontrarlas a las dos ahí, a esas alturas seguramente Jasmine ya sabría sobre su brillantísima actuación.
-Hey, ¿todo bien? ¿cómo sigues?-No se le ocurrió alguna cosa más estúpida para decir, afortunadamente. Se acercó lento a Jessy y miró a Jasmine suplicando por ayuda.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
Escucharlo de boca de alguien más en este caso de Jasmine daba una impresión completamente diferente a sus propias palabras. Casi gracioso e infantil, debía ser así, pero también el tono de la pelirroja, sus caras y sus pecas ayudaban a sonreír sin quererlo. Esa mescla de simpatía con amargura se conjugaba en la cara de jessy sin poder pronunciar palabra porque no la dejaba y porque si se había decidido a empezar la conversación no era cuestión no dejarla expresarse. Como todos sabemos Jessy moría por saber que opinaban los demás. Claro que después hacía con esa información lo que se le daba la gana o peor aun lo interpretaba de muy variados modos.
- podría pelearme contigo - respondió colándose en el discurso, bajando la voz como si fuera una amenaza infantil, con cara de pocos amigos y ojos entrecerrados. No quería, pero podía hacerlo, se pelaba con todo el mundo constantemente, no había porqué para que Jass fuera la excepción. Pero no iba a ser en ese momento, no tenía ganas de sumarse amarguras y en verdad ya estaba cansada físicamente: había tenido una lucha encarnizada con Frances hacía unas horas, con hechizos, puños y patadas, un des-entendimiento a los gritos con James, con difamaciones y acusaciones sin sentido, y las mil pociones que le revolvían su estómago famélico no mejoraban sus pocos kilos de la noche a la mañana.
– ya... no tengo nada contra James... él es el que actúa raro, de hecho ni lo conozco. Solo lo vi 5 veces en la vida, todas en el último mes, siquiera me acuerdo de él en Hogwarts. Si sé que es huff, es porque se lo pregunté. - En su cabeza no cabía que la gente pudiera ser "amiga" de alguien en tan poco tiempo, que se preocuparan o actuaran bonito sin conocerla... Todo aquello le daba desconfianza total. Jass podía intentar explicárselo, pero eran muchos años, toda una vida de hecho para la rubia, donde la gente no hacía nada bueno de buenas a primeras para con ella. - un secreto sórdido suena bien... - completó luego de suspirar y atarse el cabello en una coleta desprolija.
- Se me ocurre... - Ya estaba pensando sobre qué cuestión quería su secreto cuando Kris apareció ahí. Ahí... Un poco tarde, no?... O demasiado temprano. Así también cambió su rostro, primero se alegró de verlo y luego ya cayó en la cuenta de todo lo que se había enojado mentalmente por la intervención del muchacho en la pelea. - Si!, todo bien... ya me tomé mis pociones... - Dijo con la alegría de la misión cumplida. Ella también miró a Jass, a quien más sino. Ahí estaba la evidencia material de porque Jessy pensaba como pensaba sobre las gentes....
Kris era un super amigo desde hace mil años, tenían una relación extraña, pero estrecha y que funcionaba para ellos, se querían cada cual a su modo y se conocían un montón... Y no solo se tardó su tiempo en aparecer (y Jessy sabía que era porque debía haber estado acompañando a Frances, ayudándola en lo que él pudiera hacer), sino que se presentó para asegurarse solamente de que todo estaba bien, así como Jessy decía "estoy bien, no necesito nada" porque era lo que la gente quería escuchar evidentemente.... Fue a decirle "que necesitas?", como seguro había hecho todo ese tiempo con Frances?? Acompañándola a donde fuera que el arbitro se la llevó. Ya lo veía leyéndose los estatutos de la universidad para ver si era posible o legal que le quitasen la varita... No! MEJOR! Seguro mandaría a alguien que lo hiciera por él, porque no fuera cosa que por su desconocimiento embarrara más el terreno a la morocha.
Así eran las cosas, y a eso estaba acostumbrada y eso funcionaba.
- Le dije a James que no dijera nada de la pelea... así que no te preocupes, que nadie la va acusar de más. Negaremos al árbitro y punto. Somos 4 contra uno... - Jessy ya tenía todo resuelto. La pela terminaba allí en el corredor donde había empezado, no habría consecuencias graves para nadie y todos podrían volver a sus vidas normales. Ya le devolverían la varita a Frances sino era que ya estaba en su poder. Y aquí no ha pasado nada.
- podría pelearme contigo - respondió colándose en el discurso, bajando la voz como si fuera una amenaza infantil, con cara de pocos amigos y ojos entrecerrados. No quería, pero podía hacerlo, se pelaba con todo el mundo constantemente, no había porqué para que Jass fuera la excepción. Pero no iba a ser en ese momento, no tenía ganas de sumarse amarguras y en verdad ya estaba cansada físicamente: había tenido una lucha encarnizada con Frances hacía unas horas, con hechizos, puños y patadas, un des-entendimiento a los gritos con James, con difamaciones y acusaciones sin sentido, y las mil pociones que le revolvían su estómago famélico no mejoraban sus pocos kilos de la noche a la mañana.
– ya... no tengo nada contra James... él es el que actúa raro, de hecho ni lo conozco. Solo lo vi 5 veces en la vida, todas en el último mes, siquiera me acuerdo de él en Hogwarts. Si sé que es huff, es porque se lo pregunté. - En su cabeza no cabía que la gente pudiera ser "amiga" de alguien en tan poco tiempo, que se preocuparan o actuaran bonito sin conocerla... Todo aquello le daba desconfianza total. Jass podía intentar explicárselo, pero eran muchos años, toda una vida de hecho para la rubia, donde la gente no hacía nada bueno de buenas a primeras para con ella. - un secreto sórdido suena bien... - completó luego de suspirar y atarse el cabello en una coleta desprolija.
- Se me ocurre... - Ya estaba pensando sobre qué cuestión quería su secreto cuando Kris apareció ahí. Ahí... Un poco tarde, no?... O demasiado temprano. Así también cambió su rostro, primero se alegró de verlo y luego ya cayó en la cuenta de todo lo que se había enojado mentalmente por la intervención del muchacho en la pelea. - Si!, todo bien... ya me tomé mis pociones... - Dijo con la alegría de la misión cumplida. Ella también miró a Jass, a quien más sino. Ahí estaba la evidencia material de porque Jessy pensaba como pensaba sobre las gentes....
Kris era un super amigo desde hace mil años, tenían una relación extraña, pero estrecha y que funcionaba para ellos, se querían cada cual a su modo y se conocían un montón... Y no solo se tardó su tiempo en aparecer (y Jessy sabía que era porque debía haber estado acompañando a Frances, ayudándola en lo que él pudiera hacer), sino que se presentó para asegurarse solamente de que todo estaba bien, así como Jessy decía "estoy bien, no necesito nada" porque era lo que la gente quería escuchar evidentemente.... Fue a decirle "que necesitas?", como seguro había hecho todo ese tiempo con Frances?? Acompañándola a donde fuera que el arbitro se la llevó. Ya lo veía leyéndose los estatutos de la universidad para ver si era posible o legal que le quitasen la varita... No! MEJOR! Seguro mandaría a alguien que lo hiciera por él, porque no fuera cosa que por su desconocimiento embarrara más el terreno a la morocha.
Así eran las cosas, y a eso estaba acostumbrada y eso funcionaba.
- Le dije a James que no dijera nada de la pelea... así que no te preocupes, que nadie la va acusar de más. Negaremos al árbitro y punto. Somos 4 contra uno... - Jessy ya tenía todo resuelto. La pela terminaba allí en el corredor donde había empezado, no habría consecuencias graves para nadie y todos podrían volver a sus vidas normales. Ya le devolverían la varita a Frances sino era que ya estaba en su poder. Y aquí no ha pasado nada.
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: después de la paliza...
- Pues adelante. - Le contestó con el mismo tono a aquello de que podría pelearse con ella también. Pues que a fin de cuentas Jessy iba a estar ahí encerrada una semana y suponía entonces que podía irle a pedir a Frances que le enseñara a golpear, no podía ser muy difícil, ¿verdad? De cualquier manera, aquello quedaba en manera de chiste privado entre las dos: lo de pedir ayuda para aprender a pelearen 7 dias, no lo de descartar que mas que a menudo pudieran llegar a discutir en serio. Jasmine seguía sosteniendo todo lo que había dicho.
- Que se yo, algunas personas no necesitan de mucho para decidir que alguien les agrada o no. - Ahora, la manera en que hablaba de James era demasiado descorazonadora, por lo menos para el muchacho. Se limitó a escucharla, y era claro que para el jugador de quidditch el encuentro que habían tenido significó algo muy distinto de lo que había significado para Jessy. No iba a decirle nada a la chica sobre las confusiones que su amigo tenía, que le gustaba y que sentía mucha curiosidad por ella. Ojalá cuando Blue había comenzado a hablarle de sus problemas con las chicas en quienes estaba interesado hubiera mencionado que se trataba de ella.
Se quedó a la expectativa sobre qué clase de secreto oscuro y humillante fuera a pedirle si con eso se quedaba más tranquila con que Jasmine conociera algunos de los suyos, cuando vio a Kris entrar por la puerta. Abrio el ojo tanto como pudo, pero terminó por morderse la lengua. Oportuno como él solo, vaya timing.
El aire en la habitación se volvió más denso y no era para menos, que hacía cosa de nada acababa de escuchar, tal cual, lo enojada que Jessy estaba con el islandés y lo herida que estaba. Se encogió de hombros aprovechándose que la rubia lo miraba a él y no a ella. No sabía qué tanto pudiera hacer, ¿cómo se suponía que lo ayudara? Jasmine no le iba a reclamar por haberse puesto del lado de Frances. En primera, porque ninguna de las dos, ni Luttrell ni Alechinsky, eran criaturillas indefensas, y aunque Jessy se hubiera llevado la peor parte en apariencia, a Jasmine no le importaba quien empezó y quien lanzó la primera maldición, las dos estaban igual de enfermas. En segunda, porque él no había sido el único en enterarse de cosas que cambiaban su perspectiva. Saber que el islandés estaba aun prendado de ella, aunque estuviera intentando dejarla atrás, le volvía bastante más tolerante en mira de como estaban las cosas.
- Le dieron una semana en la enfermería, para asegurarse que la costilla no le volviera a crecer chueca. - Fue la primera excusa que se le vino a la cabeza. - Ni estuve ahí y ya me queda claro que se metieron en un lío tremendo. ¿Dónde está? - Frances, el fruto de la discordia.
- Que se yo, algunas personas no necesitan de mucho para decidir que alguien les agrada o no. - Ahora, la manera en que hablaba de James era demasiado descorazonadora, por lo menos para el muchacho. Se limitó a escucharla, y era claro que para el jugador de quidditch el encuentro que habían tenido significó algo muy distinto de lo que había significado para Jessy. No iba a decirle nada a la chica sobre las confusiones que su amigo tenía, que le gustaba y que sentía mucha curiosidad por ella. Ojalá cuando Blue había comenzado a hablarle de sus problemas con las chicas en quienes estaba interesado hubiera mencionado que se trataba de ella.
Se quedó a la expectativa sobre qué clase de secreto oscuro y humillante fuera a pedirle si con eso se quedaba más tranquila con que Jasmine conociera algunos de los suyos, cuando vio a Kris entrar por la puerta. Abrio el ojo tanto como pudo, pero terminó por morderse la lengua. Oportuno como él solo, vaya timing.
El aire en la habitación se volvió más denso y no era para menos, que hacía cosa de nada acababa de escuchar, tal cual, lo enojada que Jessy estaba con el islandés y lo herida que estaba. Se encogió de hombros aprovechándose que la rubia lo miraba a él y no a ella. No sabía qué tanto pudiera hacer, ¿cómo se suponía que lo ayudara? Jasmine no le iba a reclamar por haberse puesto del lado de Frances. En primera, porque ninguna de las dos, ni Luttrell ni Alechinsky, eran criaturillas indefensas, y aunque Jessy se hubiera llevado la peor parte en apariencia, a Jasmine no le importaba quien empezó y quien lanzó la primera maldición, las dos estaban igual de enfermas. En segunda, porque él no había sido el único en enterarse de cosas que cambiaban su perspectiva. Saber que el islandés estaba aun prendado de ella, aunque estuviera intentando dejarla atrás, le volvía bastante más tolerante en mira de como estaban las cosas.
- Le dieron una semana en la enfermería, para asegurarse que la costilla no le volviera a crecer chueca. - Fue la primera excusa que se le vino a la cabeza. - Ni estuve ahí y ya me queda claro que se metieron en un lío tremendo. ¿Dónde está? - Frances, el fruto de la discordia.
Jasmine Hartmann- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 19/11/2014
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