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En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
5 participantes
Brigantia86 :: Mundo Muggle :: Gran Bretaña :: Londres
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En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Al momento de llamar a Tobias para invitarlo a beber unas cervezas al final de la semana, no se imaginaba que hubiera tenido una pelea de las grandes con Frances. Tan grande como para que no se hubieran arreglado al momento y hubieran anunciado al otro día que estaban esperando otro hijo, así de grande. El llamado de David fue inocente y desinteresado.
El bar no estaba a reventar últimamente, aunque tampoco se podían quejar. Además no tenía que cuidar a Angus porque ese fin de semana le había tocado quedarse con sus abuelos. La mamá de David ahora exigía que por lo menos una vez al mes se pudieran quedar con él, lo que para Angus estaba bien y cómodo.
El licántropo estaba atendiendo a un trío de tipos de pinta rara que estaban sentados en la barra justo antes de ver entrar a Tobias por la puerta. Le dejó el quehacer a la chica que alternaba turnos con Euphemia (¿para qué tenía su propio negocio desde hacía 6 años si no para delegar tareas cuando se le diera la regalada gana?).
Le señaló a Tobias una mesa cerca de la misma barra que había estado desocupada para cuando él llegara y se llevó con él un botella de whisky de fuego, aunque Tobias podía pedir lo que quisiera, igual iba por cuenta de la casa por esa noche, porque se sentía espléndido, aunque cuando se enterara de todo su esplendidez se iba a justificar mejor.
-¿Frances se quedó con los niños? Estuve a punto de sugerirle a mi mamá que se llevara cuatro cachorros por el precio de uno, pero no estuvo ni de cerca dispuesta a escuchar mis propuestas. ¿Qué vas a querer?- Su madre no quería saber nada acerca de más niños, siempre decía que no sabía cómo hacía la “señora mamá de Frances” para encargarse de tanto y lo decía como si las abuelas fueran las que se hicieran cargo de todo en la vida de los padres jóvenes.
El bar no estaba a reventar últimamente, aunque tampoco se podían quejar. Además no tenía que cuidar a Angus porque ese fin de semana le había tocado quedarse con sus abuelos. La mamá de David ahora exigía que por lo menos una vez al mes se pudieran quedar con él, lo que para Angus estaba bien y cómodo.
El licántropo estaba atendiendo a un trío de tipos de pinta rara que estaban sentados en la barra justo antes de ver entrar a Tobias por la puerta. Le dejó el quehacer a la chica que alternaba turnos con Euphemia (¿para qué tenía su propio negocio desde hacía 6 años si no para delegar tareas cuando se le diera la regalada gana?).
Le señaló a Tobias una mesa cerca de la misma barra que había estado desocupada para cuando él llegara y se llevó con él un botella de whisky de fuego, aunque Tobias podía pedir lo que quisiera, igual iba por cuenta de la casa por esa noche, porque se sentía espléndido, aunque cuando se enterara de todo su esplendidez se iba a justificar mejor.
-¿Frances se quedó con los niños? Estuve a punto de sugerirle a mi mamá que se llevara cuatro cachorros por el precio de uno, pero no estuvo ni de cerca dispuesta a escuchar mis propuestas. ¿Qué vas a querer?- Su madre no quería saber nada acerca de más niños, siempre decía que no sabía cómo hacía la “señora mamá de Frances” para encargarse de tanto y lo decía como si las abuelas fueran las que se hicieran cargo de todo en la vida de los padres jóvenes.
David Finnerty- Mensajes : 88
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Sí, estaba hecho un lío. Su primer día de trabajo había sido exactamente como había previsto: normal, amable, tan políticamente correcto como la burocracia lo quería. Se había puesto un traje, había respirado profundo y había hecho lo que tenía qué hacer, que era mucho más fácil de lo que parecía. Ordenó informes, se portó bien, conoció el archivo. La vida adulta promedio no era complicada; era menos complicada que estar pensando en las niñas y en Per mientras tomaba una clase de maleficios, de hecho.
Pero la discusión con Frances había llegado a puntos muy jodidos. Nunca se habían peleado de esa manera, nunca había pasado una noche solo en esa habitación, al menos no después de una pelea, y era horrible. Se había alistado, llevado a Per a la escuela y a las niñas a su guardería muggle (por decisión tanto suya como de Frances), regresado a tiempo para la merienda, un montón de cosas que le hubiera gustado hacer acompañado de su esposa. Pero no estaba. Derrumbado pero firme en sus decisiones, le había pedido a Jens que cuidara a los niños. Vivía con su novia (Bruja, por cierto) cerca de casa y los niños estaban acostumbrados a su tío. Había sido un milagro poder tener ese maldito jueves libre para hablar con un amigo. Con Finnerty en concreto.
De verdad lo necesitaba. Llevaba fumada casi media cajetilla de cigarros en ese pub que parecía cubierto por la niebla (eran los ochenta, todo mundo fumaba donde le daba la gana) y pensaba lo peor. El primer trago de cerveza le sabría a gloria, y todavía llevaba puesto un traje.
-Por supuesto que no. Y que ni venga a decirme que se lleva a sus hijos por que la mato se decían cosas tan graves a la ligera -Que no venga a llevarse a los niños de la casa y a meterles ideas de que esto se termino por que no. No. Los niños se quedan en su casa, yo los cuido mejor que ella- Y claro, con el único que era capaz de decir esas cosas era con David. Nunca acusaría a Frances de mala madre (por que no lo era) pero lo que decía en serio era que no dejaría que los niños salieran de casa por que, bueno, lo que le preocupaba era que por una pelea de mierda Frances de verdad quisiera terminar con todo.
-Cerveza, por amor de dios. Nadie va a sacar a los niños de la casa, Finnerty. ¿Sabes qué me jode? Que yo era el que se iba, seguro te hubiera pedido asilo esa noche y nos hubiéramos emborrachado antier. Pero no. Me dormí con los niños como un imbécil, deseando que de verdad esa vida nunca se terminara. Y ahora no sé. También me jode eso, que de verdad parece que está buscando un pretexto para irse-
Pero la discusión con Frances había llegado a puntos muy jodidos. Nunca se habían peleado de esa manera, nunca había pasado una noche solo en esa habitación, al menos no después de una pelea, y era horrible. Se había alistado, llevado a Per a la escuela y a las niñas a su guardería muggle (por decisión tanto suya como de Frances), regresado a tiempo para la merienda, un montón de cosas que le hubiera gustado hacer acompañado de su esposa. Pero no estaba. Derrumbado pero firme en sus decisiones, le había pedido a Jens que cuidara a los niños. Vivía con su novia (Bruja, por cierto) cerca de casa y los niños estaban acostumbrados a su tío. Había sido un milagro poder tener ese maldito jueves libre para hablar con un amigo. Con Finnerty en concreto.
De verdad lo necesitaba. Llevaba fumada casi media cajetilla de cigarros en ese pub que parecía cubierto por la niebla (eran los ochenta, todo mundo fumaba donde le daba la gana) y pensaba lo peor. El primer trago de cerveza le sabría a gloria, y todavía llevaba puesto un traje.
-Por supuesto que no. Y que ni venga a decirme que se lleva a sus hijos por que la mato se decían cosas tan graves a la ligera -Que no venga a llevarse a los niños de la casa y a meterles ideas de que esto se termino por que no. No. Los niños se quedan en su casa, yo los cuido mejor que ella- Y claro, con el único que era capaz de decir esas cosas era con David. Nunca acusaría a Frances de mala madre (por que no lo era) pero lo que decía en serio era que no dejaría que los niños salieran de casa por que, bueno, lo que le preocupaba era que por una pelea de mierda Frances de verdad quisiera terminar con todo.
-Cerveza, por amor de dios. Nadie va a sacar a los niños de la casa, Finnerty. ¿Sabes qué me jode? Que yo era el que se iba, seguro te hubiera pedido asilo esa noche y nos hubiéramos emborrachado antier. Pero no. Me dormí con los niños como un imbécil, deseando que de verdad esa vida nunca se terminara. Y ahora no sé. También me jode eso, que de verdad parece que está buscando un pretexto para irse-
Tobias Alechinsky- Mensajes : 47
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Al ver la cara que Tobias traía, David ni siquiera se atrevió a hacerle bromas puntuales ni de ninguna otra índole respecto a su traje. Ya debía tener bastante teniéndolo puesto y con todo eso de ir a trabajar al ministerio tras abandonar la universidad. La jodidez del primer día, David nunca la había experimentado pero podía imaginársela, había escuchado muchas historias de oficina en ese bar. Se calló la boca y decidió que así se mantendría al menos los siguientes diez minutos, para darle tiempo a que diera el primer trago por lo menos.
El licántropo ni imaginaba que esos diez minutos se aplazarían indefinidamente al escuchar lo que Tobias tenía para decir, que no eran historias aterradoras de oficina, sino historias tristes de esposas que se iban. No había sido muy claro, ni había llegado a contarle con detalles que se había peleado con Frances pero era obvio, sólo un idiota no lo entendería.
Imaginó que sus palabras sólo llegarían a sus oídos y David, aunque nunca pondría en duda las capacidades de Frances para ser buena madre, tampoco iba a contradecir a Tobias en nada en ese momento, además Tobias podía ser una bestia muy responsable si se lo proponía así que no dudaba que estuviera siendo un padre modelo. Además tenía tres, David no sabía como carajos podía.
-Escucha, tú mejor que nadie conoces a Frances. Te lo digo en serio, mejor que nadie. Ella no necesita pretextos para hacer las cosas, si hubiera querido simplemente largarse lo hubiera hecho y ya, sin buscar excusas. Va a regresar, lo sabes tan bien como yo.-Aunque la forma en la que Tobias hablaba no se lo dejaba muy claro. David no quería pensar que de verdad ese matrimonio se fuera al carajo porque si eso le pasaba a ellos dos, el resto de la humanidad no tenía oportunidad, así lo pensaba, aunque fuera un pensamiento idealizado porque eran sus amigos del alma, casi hermanos.
-Lo más seguro es que esté esperando que la busques y sino va a reclamarte que no lo hiciste. Ya la conoces, le gusta que las cosas se hagan a su manera. Pero oye, en verdad no creo que se vaya.-Al menos no sin los niños, casi dijo, pero se calló a tiempo. No quería ni imaginar una batalla por ese tema, las cosas se iban a poner muy jodidas si no se arreglaban. Dio un trago larg al whisky de fuego y supervisó de un rápido vistazo cómo iban las cosas en la barra.-Puedo hablar con ella si quieres.-¿Para qué? Hacerla entrar en razón no iba a servir, pero quiso al menos intentar ser útil, aunque lo más útil que pudiera ser era sirviendo cerveza.
El licántropo ni imaginaba que esos diez minutos se aplazarían indefinidamente al escuchar lo que Tobias tenía para decir, que no eran historias aterradoras de oficina, sino historias tristes de esposas que se iban. No había sido muy claro, ni había llegado a contarle con detalles que se había peleado con Frances pero era obvio, sólo un idiota no lo entendería.
Imaginó que sus palabras sólo llegarían a sus oídos y David, aunque nunca pondría en duda las capacidades de Frances para ser buena madre, tampoco iba a contradecir a Tobias en nada en ese momento, además Tobias podía ser una bestia muy responsable si se lo proponía así que no dudaba que estuviera siendo un padre modelo. Además tenía tres, David no sabía como carajos podía.
-Escucha, tú mejor que nadie conoces a Frances. Te lo digo en serio, mejor que nadie. Ella no necesita pretextos para hacer las cosas, si hubiera querido simplemente largarse lo hubiera hecho y ya, sin buscar excusas. Va a regresar, lo sabes tan bien como yo.-Aunque la forma en la que Tobias hablaba no se lo dejaba muy claro. David no quería pensar que de verdad ese matrimonio se fuera al carajo porque si eso le pasaba a ellos dos, el resto de la humanidad no tenía oportunidad, así lo pensaba, aunque fuera un pensamiento idealizado porque eran sus amigos del alma, casi hermanos.
-Lo más seguro es que esté esperando que la busques y sino va a reclamarte que no lo hiciste. Ya la conoces, le gusta que las cosas se hagan a su manera. Pero oye, en verdad no creo que se vaya.-Al menos no sin los niños, casi dijo, pero se calló a tiempo. No quería ni imaginar una batalla por ese tema, las cosas se iban a poner muy jodidas si no se arreglaban. Dio un trago larg al whisky de fuego y supervisó de un rápido vistazo cómo iban las cosas en la barra.-Puedo hablar con ella si quieres.-¿Para qué? Hacerla entrar en razón no iba a servir, pero quiso al menos intentar ser útil, aunque lo más útil que pudiera ser era sirviendo cerveza.
David Finnerty- Mensajes : 88
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
No había manera de interpretar que David quería darle ánimos. O sea, quería dárselos, era su amigo y con apenas plantarse ahí y decirle un par de cosas ya sabía en qué situación se encontraba. Exhaló abrumado, se frotó las sienes y le dio un trago a la cerveza que casi le vaciaba la mitad. Aunque trabajar en el Ministerio no prometiera ningún estímulo intelectual ni manera alguna de cambiar el mundo, al menos sentía que hacía algo por su familia. No podía haber elegido peor momento para empezar a trabajar.
-Supongo que en eso tienes razón, no necesita pretextos… pero bueno ¿Sabes qué me dijo, David? Que se había besuqueado con Rayder por que la ama y no sé qué. Es como si todo el tiempo me estuviera diciendo que le robé la juventud y las ganas de vivir y prefiere ser miserable a mi lado que ir con todos los hombres que la desean Por que si con alguien podía asincerarse era con él. Sólo recordar la confesión de Frances le provocaba una revulsión estomacal en la cuál era mejor no pensar.
Y siendo honesto con él mismo, no sentía que tuviera ser él quien cediera. Las cosas habían escalado hasta el punto de ridículo por el orgullo de Frances (o eso quería pensar) y de saber las cosas que le decía a sus amigos cercanos (o sea, las cosas que le decía a Crawford) hubiera buscado a un abogado para divorciarse en ese instante, pero la ignorancia lo protegía.
-No sé, me cansa. Me cansa buscarla cuando, mira ¿Quién se puso este traje para ir a alimentar a este sistema jodido donde nadie puede ser mejor que nadie por que la clase alta opresora así lo quiere? Soy yo el que irá de diez a cuatro a sellar informes… y no me cansaría, de verdad que no, si ella se hubiera mostrado más comprensiva. Encima de la jodidez, me reclama aceptar el empleo de recomendación por su hermano. Dime si no es una mierda todo se encendió otro cigarrillo dándose cuenta que de la cerveza quedaba bastante poco, aunque prácticamente David se la hubiera puesto enfrente hacía segundos -Ya puedes burlarte del traje-
-Supongo que en eso tienes razón, no necesita pretextos… pero bueno ¿Sabes qué me dijo, David? Que se había besuqueado con Rayder por que la ama y no sé qué. Es como si todo el tiempo me estuviera diciendo que le robé la juventud y las ganas de vivir y prefiere ser miserable a mi lado que ir con todos los hombres que la desean Por que si con alguien podía asincerarse era con él. Sólo recordar la confesión de Frances le provocaba una revulsión estomacal en la cuál era mejor no pensar.
Y siendo honesto con él mismo, no sentía que tuviera ser él quien cediera. Las cosas habían escalado hasta el punto de ridículo por el orgullo de Frances (o eso quería pensar) y de saber las cosas que le decía a sus amigos cercanos (o sea, las cosas que le decía a Crawford) hubiera buscado a un abogado para divorciarse en ese instante, pero la ignorancia lo protegía.
-No sé, me cansa. Me cansa buscarla cuando, mira ¿Quién se puso este traje para ir a alimentar a este sistema jodido donde nadie puede ser mejor que nadie por que la clase alta opresora así lo quiere? Soy yo el que irá de diez a cuatro a sellar informes… y no me cansaría, de verdad que no, si ella se hubiera mostrado más comprensiva. Encima de la jodidez, me reclama aceptar el empleo de recomendación por su hermano. Dime si no es una mierda todo se encendió otro cigarrillo dándose cuenta que de la cerveza quedaba bastante poco, aunque prácticamente David se la hubiera puesto enfrente hacía segundos -Ya puedes burlarte del traje-
Tobias Alechinsky- Mensajes : 47
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
David se hubiera reído de imaginar a Frances decir que Tobias le había robado la juventud pero tuvo el suficiente sentido común para no hacerlo. Se sorprendió de la historia de Rayder pero la única señal que hizo de ello fue alzar las cejas.¿Quieres que lo mate? En verdad, una seña y PUM! Lo desaparezco de la faz de la tierra.-Por supuesto, en el mundo real no se solucionaban así las cosas, pero quedaba bien proponerlo. Era capaz de darle unos cuantos puñetazos, al menos eso si.
Antes de burlarse del traje ahora con permiso oficial, David se levantó para buscar otra cerveza y dársela a su amigo, dejándosela enfrente. Se había quedado pensando en lo del trabajo que tenía por recomendación del hermano de Frances y la pudo imaginar volviéndose loca por eso. Entendía a Tobias perfectamente y estaba de acuerdo en todo, como buen amigo, aunque para ser sinceros, si hubiera sido Frances la que estuviera ahí quejándose también le hubiera dado la razón, así de diplomático era.
-Cuando entraste tenía veinte mil bromas ingeniosas para hacerte y ahora me quedé sin nada. Que hayas entrado directamente a decirme que estás al borde del divorcio me las borró todas y me quedé en blanco.-No debió haber dicho la palabra divorcio, se dio cuenta de su metida de pata (nunca mejor dicho) ya que la había cometido. Para tragársela bebió más whisky de jalón.
-Olvídalo, emborráchate esta noche y ya veremos mañana. Va a regresar, no creo que haya nada de que preocuparse.-Pudiera ser que Jasmine supiera más, que la pelirroja tuviera información valiosa que ellos no tendrían ni en mil años. Pero decidió dejar de buscarle soluciones a las vidas de ese par.
Sólo le quedaba confiar en que se arreglarían, para que el mundo no se fuera al carajo o empezara el apocalipsis.-Si no regresa pronto, regresará cuando seas ministro de magia y seas capaz de comprarte ropa más decente que tu trajecito de mierda. Ve, hasta te queda corto de las mangas.-Bebió más, para emborracharse rápido y cumplir lo que decía, de que las cosas estarían mejor mañana, con resaca.
-¿Y de qué se supone que es el trabajo?-Preguntó en un vago intento por cambiar el tema aunque no había manera de que las cosas se desvincularan de sus hijos y de su matrimonio. Con él era igual, cualquier tema de conversación vinculaba a Angus.
Antes de burlarse del traje ahora con permiso oficial, David se levantó para buscar otra cerveza y dársela a su amigo, dejándosela enfrente. Se había quedado pensando en lo del trabajo que tenía por recomendación del hermano de Frances y la pudo imaginar volviéndose loca por eso. Entendía a Tobias perfectamente y estaba de acuerdo en todo, como buen amigo, aunque para ser sinceros, si hubiera sido Frances la que estuviera ahí quejándose también le hubiera dado la razón, así de diplomático era.
-Cuando entraste tenía veinte mil bromas ingeniosas para hacerte y ahora me quedé sin nada. Que hayas entrado directamente a decirme que estás al borde del divorcio me las borró todas y me quedé en blanco.-No debió haber dicho la palabra divorcio, se dio cuenta de su metida de pata (nunca mejor dicho) ya que la había cometido. Para tragársela bebió más whisky de jalón.
-Olvídalo, emborráchate esta noche y ya veremos mañana. Va a regresar, no creo que haya nada de que preocuparse.-Pudiera ser que Jasmine supiera más, que la pelirroja tuviera información valiosa que ellos no tendrían ni en mil años. Pero decidió dejar de buscarle soluciones a las vidas de ese par.
Sólo le quedaba confiar en que se arreglarían, para que el mundo no se fuera al carajo o empezara el apocalipsis.-Si no regresa pronto, regresará cuando seas ministro de magia y seas capaz de comprarte ropa más decente que tu trajecito de mierda. Ve, hasta te queda corto de las mangas.-Bebió más, para emborracharse rápido y cumplir lo que decía, de que las cosas estarían mejor mañana, con resaca.
-¿Y de qué se supone que es el trabajo?-Preguntó en un vago intento por cambiar el tema aunque no había manera de que las cosas se desvincularan de sus hijos y de su matrimonio. Con él era igual, cualquier tema de conversación vinculaba a Angus.
David Finnerty- Mensajes : 88
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Se rió cuando Finnerty le proponía golpear a Rayder. Si se lo hubiera propuesto el día anterior seguramente le habría dicho que sí, pero en ese momento Rayder era una de las tantas cosas que le daban igual, por que no era ahí donde estaba el problema realmente. Se volvió a pasar la mano por el cabello, escuchando al licántropo con la cabeza apoyada en la mano. Parecía un oficinista harto de cinco años de trabajo sin descanso. La palabrita, en efecto, le retumbó en las entrañas, pero no iba a enojarse con él sólo por eso. Sólo estaba siendo directo.
-No sé si pueda emborracharme, Jens está con los niños pero no le dije que pasarían la noche con él. De todos modos, ponme un whisky ¿Te acuerdas el hechizo que inventamos para bajar la borrachera? Sigue funcionando, pero deja un dolor de cabeza por tres días. A veces lo vale dijo, apenas disponiéndose a beber una segunda cerveza.
-Cállate, es un traje de los años sesenta, mi padre lo usaba cuando tenía que ir a las ceremonias de entrega de papeles en el Kings College. Doy gracias a dios que no esté lleno de agujeros de polilla- dijo medio riéndose, y no, no era mentira. Era un buen traje, lo hacía lucir vintage. Además, se había tenido que quitar las locuras que le había dado por hacerse en el cabello, ahora parecía un soldado raso, un ejemplo perfecto de la alienación de las masas.
-Se supone que das informes sobre lo que se hace en el departamento de Misterios para que forme parte de las estadísticas anuales del Ministerio. En general son cosas aburridas, pero algunos casos son interesantes. Algunos, o sea uno de cada cien; yo que sé, voy y hago las cosas, sin desvivirme, por que el trabajo de oficina está diseñado para la mediocridad. Si acaso hiciera más de lo que me toca, tendría mucho trabajo y exactamente la misma paga, que se vayan al diablo. Denme mis galeones y todos felices Se quedó un buen rato en silencio, hasta que regresó al mundo, con su mayor preocupación: -Dime la verdad ¿Crees que tenemos futuro? Frances y yo, no te estoy haciendo propuestas homosexuales
-No sé si pueda emborracharme, Jens está con los niños pero no le dije que pasarían la noche con él. De todos modos, ponme un whisky ¿Te acuerdas el hechizo que inventamos para bajar la borrachera? Sigue funcionando, pero deja un dolor de cabeza por tres días. A veces lo vale dijo, apenas disponiéndose a beber una segunda cerveza.
-Cállate, es un traje de los años sesenta, mi padre lo usaba cuando tenía que ir a las ceremonias de entrega de papeles en el Kings College. Doy gracias a dios que no esté lleno de agujeros de polilla- dijo medio riéndose, y no, no era mentira. Era un buen traje, lo hacía lucir vintage. Además, se había tenido que quitar las locuras que le había dado por hacerse en el cabello, ahora parecía un soldado raso, un ejemplo perfecto de la alienación de las masas.
-Se supone que das informes sobre lo que se hace en el departamento de Misterios para que forme parte de las estadísticas anuales del Ministerio. En general son cosas aburridas, pero algunos casos son interesantes. Algunos, o sea uno de cada cien; yo que sé, voy y hago las cosas, sin desvivirme, por que el trabajo de oficina está diseñado para la mediocridad. Si acaso hiciera más de lo que me toca, tendría mucho trabajo y exactamente la misma paga, que se vayan al diablo. Denme mis galeones y todos felices Se quedó un buen rato en silencio, hasta que regresó al mundo, con su mayor preocupación: -Dime la verdad ¿Crees que tenemos futuro? Frances y yo, no te estoy haciendo propuestas homosexuales
Tobias Alechinsky- Mensajes : 47
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Kristján sabía que no debía haberle hecho caso a los gorilas de sus compañeros de carrera cuando le propusieron salir a tomar algo. Y sabía que no debía haber propuesto ir al bar de Finnerty para variar. El lobo no era su mejor amigo en el mundo pero si iban a ir a cualquier lugar de mala muerte mejor que fuera ese. Habían tomado una mesa y una chica menuda los había atendido toda la noche. Kristján estaba de espaldas a la barra, con la capucha puesta, bebiendo mucho y participando poco.
Tobias y David se habían sentado justo atrás de ellos, pero no habían reparado en su presencia. David no le caía en gracia a nadie de ahí así que nadie lo había saludado. Al muy cabrón le encantaba lucirse sobre la escoba para demostrar que era mejor que todos aunque fuera licántropo y eso le pateaba los huevos a los demás, menos a él que le daba lo mismo. Había dejado de prestar atención a sus compañeros cuando David y Tobias habían empezado a hablar, pero también había bebido más rápido otros dos tragos de whisky, que se le sumaron a los que ya llevaba encima.
Escuchar la última pregunta de Tobias fue lo último que necesitaba para soltar una carcajada estruendosa que nada tenía que ver con los chistes idiotas que soltaban sus acompañantes de la noche. Hasta aplaudió cuando se levantó tambaleándose hasta la mesa de David y Tobias, que estaba a unos pasos.
-Felicidades, siempre lo supe, su romance homosexual. Estaba esperando este momento para festejar. Con estas confesiones it’s like christmas everyday-Hasta alzó su vaso de whisky vacío y bebió de él, enojándose porque no había nada que beber.
-No importa, felicidades por dar el paso-El gran paso de llegar al divorcio para poder besar de lengua a Finnerty. Lo bueno que se le atoró la lengua por la borrachera y ya no pudo terminar su frase.
Tobias y David se habían sentado justo atrás de ellos, pero no habían reparado en su presencia. David no le caía en gracia a nadie de ahí así que nadie lo había saludado. Al muy cabrón le encantaba lucirse sobre la escoba para demostrar que era mejor que todos aunque fuera licántropo y eso le pateaba los huevos a los demás, menos a él que le daba lo mismo. Había dejado de prestar atención a sus compañeros cuando David y Tobias habían empezado a hablar, pero también había bebido más rápido otros dos tragos de whisky, que se le sumaron a los que ya llevaba encima.
Escuchar la última pregunta de Tobias fue lo último que necesitaba para soltar una carcajada estruendosa que nada tenía que ver con los chistes idiotas que soltaban sus acompañantes de la noche. Hasta aplaudió cuando se levantó tambaleándose hasta la mesa de David y Tobias, que estaba a unos pasos.
-Felicidades, siempre lo supe, su romance homosexual. Estaba esperando este momento para festejar. Con estas confesiones it’s like christmas everyday-Hasta alzó su vaso de whisky vacío y bebió de él, enojándose porque no había nada que beber.
-No importa, felicidades por dar el paso-El gran paso de llegar al divorcio para poder besar de lengua a Finnerty. Lo bueno que se le atoró la lengua por la borrachera y ya no pudo terminar su frase.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Tenía ganas de salir de la universidad, sólo por que se acercaban las fiestas y me tocaba regresar a París con la familia y todo eso. No es que no los extrañara, pero en ese semestre le había agarrado amor de más a Inglaterra y quería aprovechar hasta el último momento. Nunca había tenido problemas con salir sola a tomar algo, siempre terminaba encontrando a alguien, o conociendo a alguien.
Ya sabía que David Finnerty no siempre estaba en su bar, igual me gustaba, pero era una buena opción. Llevaba puesto lo mismo que por la tarde por que no tenía intenciones de impresionar a nadie, sólo de pasar un buen rato. Entré al bar lamentando que mi abrigo se fuera a impregnar de humo de tabaco, pero para eso conocía un buen producto mágico que vendían en París para quitar olores de la ropa, el mejor aliado que había tenido en Beauxbatons para fumar entre clases sin que nadie se diera cuenta.
Curiosamente, ahí estaban dos de mis amigos de la universidad teniendo una plática que se veía intensa, y también estaba Kristján Sveinsson. Conociéndolos a los tres, sería un poco ridículo que me fuera a sentar sola, así que respiré profundo y decidí al menos saludarlos, sin planes necesarios de incorporarme a su grupo.
-Hola muchachos ¿Todos planeamos una cerveza casual el mismo día? saludé indistintamente, alternando miradas entre los tres -No sabía que ustedes fueran amigos- aventuré, por que sí, no los había visto juntos (en esa combinación) pero había muchas relaciones de las que no estaba al tanto en Brigantia, por que casi todo el mundo venía de Hogwarts y aunque yo llevara un año ahí, los grupos sociales tenían sus misterios.
-¿Me pones un vodka tonic, David?-
Ya sabía que David Finnerty no siempre estaba en su bar, igual me gustaba, pero era una buena opción. Llevaba puesto lo mismo que por la tarde por que no tenía intenciones de impresionar a nadie, sólo de pasar un buen rato. Entré al bar lamentando que mi abrigo se fuera a impregnar de humo de tabaco, pero para eso conocía un buen producto mágico que vendían en París para quitar olores de la ropa, el mejor aliado que había tenido en Beauxbatons para fumar entre clases sin que nadie se diera cuenta.
Curiosamente, ahí estaban dos de mis amigos de la universidad teniendo una plática que se veía intensa, y también estaba Kristján Sveinsson. Conociéndolos a los tres, sería un poco ridículo que me fuera a sentar sola, así que respiré profundo y decidí al menos saludarlos, sin planes necesarios de incorporarme a su grupo.
-Hola muchachos ¿Todos planeamos una cerveza casual el mismo día? saludé indistintamente, alternando miradas entre los tres -No sabía que ustedes fueran amigos- aventuré, por que sí, no los había visto juntos (en esa combinación) pero había muchas relaciones de las que no estaba al tanto en Brigantia, por que casi todo el mundo venía de Hogwarts y aunque yo llevara un año ahí, los grupos sociales tenían sus misterios.
-¿Me pones un vodka tonic, David?-
Isabelle Guérin-Lajoie- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 18/12/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Podría decir que los años de la guerra le habían restado explosividad, que ya no molía a hechizos a cualquiera que se metiera con él. Claro que los tiempos habían cambiado y no había necesidad, pero le gustaba decirse esas cosas de vez en cuando, cuando podía dejar pasar el fastidio de algunos. Aún así, Tobias seguía siendo el mismo, con reacciones inesperadas, con un boiling point que ni siquiera anunciaba cuándo había llegado. Se quedó mirando a Sveinsson, sintiendo que la sangre empezaba a calentarse.
Ni siquiera la presencia de Isabelle, una chica a la que se había encontrado muchas veces en la facultad y podía considerarla una de esas nuevas amigas del periodo universitario, de esas que quizás perdería por dejar de convivir tanto (aunque esperaba que no fuera así) con su trabajo y todo lo que la vida cambiaba en un instante. Intentó sonreírle pero no pudo.
Amigos es mucho decir pensó, casi a nada de exteriorizarlo. No le jodía particularmente que sus chistecitos fueran dirigidos a, cómo no, lugar común entre pique de machos, la homosexualidad, por que eso le daba bastante igual y si alguien acaso le decía marica no era un insulto que de verdad tocara sus fibras. Era él, por completo, ese islandés al que nadie jamás había puesto en su lugar y sentía una inmunidad para joder cuando le viniera en gana que, francamente, le molestaba mucho.
Nunca iba a olvidar el detalle de querer joder su boda. No sabía si querer joderla de verdad o sólo hacía lo suyo, ser de pronto el centro de atención, con esa actitud de nada me importa más en este mundo que fastidiarlos a todos ustedes. Entornó los ojos. No estaba precisamente actuando por impulso, sino por creer firmemente que había que aprender el momento justo de dejar de joder. ¿Quedaba claro?
-¡Avada kedavra!-
Ni siquiera la presencia de Isabelle, una chica a la que se había encontrado muchas veces en la facultad y podía considerarla una de esas nuevas amigas del periodo universitario, de esas que quizás perdería por dejar de convivir tanto (aunque esperaba que no fuera así) con su trabajo y todo lo que la vida cambiaba en un instante. Intentó sonreírle pero no pudo.
Amigos es mucho decir pensó, casi a nada de exteriorizarlo. No le jodía particularmente que sus chistecitos fueran dirigidos a, cómo no, lugar común entre pique de machos, la homosexualidad, por que eso le daba bastante igual y si alguien acaso le decía marica no era un insulto que de verdad tocara sus fibras. Era él, por completo, ese islandés al que nadie jamás había puesto en su lugar y sentía una inmunidad para joder cuando le viniera en gana que, francamente, le molestaba mucho.
Nunca iba a olvidar el detalle de querer joder su boda. No sabía si querer joderla de verdad o sólo hacía lo suyo, ser de pronto el centro de atención, con esa actitud de nada me importa más en este mundo que fastidiarlos a todos ustedes. Entornó los ojos. No estaba precisamente actuando por impulso, sino por creer firmemente que había que aprender el momento justo de dejar de joder. ¿Quedaba claro?
-¡Avada kedavra!-
Tobias Alechinsky- Mensajes : 47
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
David le sirvió a Tobias el whisky sin pensarlo dos veces. Le hacía falta, ya tendrían tiempo de mejorar el hechizo para que no le doliera la cabeza por tres días. Su trabajo le sonó a un verdadero fastidio pero no lo hizo notar ya, David no pretendía recalcarle que su vida en ese preciso instante era una mierda total. Tenía razón, cuando se tenía ese tipo de trabajo no podías hacer de más a menos que fueras un idiota.
-Si ustedes dos no tiene futuro no lo tiene nadie.-Ese era David idealizando a sus amigos otra vez, en el justo momento en el que escuchó la inconfundible voz de Kristján Sveinsson. A David tampoco le hubiera molestado de más de no ser por todo el contexto de lo que pasaba. Sabía que a Tobias no le iba a caer nada bien, lo que no se imaginaba era hasta dónde iba a golpear eso.
Se levantó rápido en cuanto vio a Tobias levantar la varita, pero no lo hizo para detenerlo, sino para quitar del paso a Isabelle por instinto de protección. La tomó por la cintura y la alejó de todo eso con un movimiento violento que a ella no le afectaría mucho (a otra la hubiera estampado contra la barra) Ya tendría tiempo de servirle el vodka tonic, seguramente en otra vida.
Que Tobias lanzara esa maldición lo dejó congelado. Hacía años que no la escuchaba y no esperaba volverla a escuchar de labios de él. Literalmente sólo pudo quitar a Isabelle de lo que podría volverse un asesinato o el inicio de una batalla campal. David recordó que debajo de todo lo que Tobias representaba ahora (padre de familia, esposo preocupado por un posible divorcio, empleado del ministerio) estaba el mismo que él había conocido, el mismo que llegaba hasta los límites y que reaccionaba de las formas más inesperada.
¿Y preguntaba si tenía futuro con Frances?
(Off: Ja, ni hice nada)
-Si ustedes dos no tiene futuro no lo tiene nadie.-Ese era David idealizando a sus amigos otra vez, en el justo momento en el que escuchó la inconfundible voz de Kristján Sveinsson. A David tampoco le hubiera molestado de más de no ser por todo el contexto de lo que pasaba. Sabía que a Tobias no le iba a caer nada bien, lo que no se imaginaba era hasta dónde iba a golpear eso.
Se levantó rápido en cuanto vio a Tobias levantar la varita, pero no lo hizo para detenerlo, sino para quitar del paso a Isabelle por instinto de protección. La tomó por la cintura y la alejó de todo eso con un movimiento violento que a ella no le afectaría mucho (a otra la hubiera estampado contra la barra) Ya tendría tiempo de servirle el vodka tonic, seguramente en otra vida.
Que Tobias lanzara esa maldición lo dejó congelado. Hacía años que no la escuchaba y no esperaba volverla a escuchar de labios de él. Literalmente sólo pudo quitar a Isabelle de lo que podría volverse un asesinato o el inicio de una batalla campal. David recordó que debajo de todo lo que Tobias representaba ahora (padre de familia, esposo preocupado por un posible divorcio, empleado del ministerio) estaba el mismo que él había conocido, el mismo que llegaba hasta los límites y que reaccionaba de las formas más inesperada.
¿Y preguntaba si tenía futuro con Frances?
(Off: Ja, ni hice nada)
David Finnerty- Mensajes : 88
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Conjuración:
Roll(1d20)+0:
19,+0
Total:19
(Con el modificador de + 3 da 22)
IMPACTO:
Roll(1d20)+0:
3,+0
Total:3
(Con el modificador de sabiduría de Tobias da 6, menos el modificador de sabiduría de Kristján da 5)
_______
El rayo verde ilumina la estancia, con una conjuración absolutamente perfecta, pero termina desviándose en su trayectoria y se estrella contra la pared detrás de Sveinsson.
Tampoco mata a Isabelle, por si andaban con el pendiente.
Roll(1d20)+0:
19,+0
Total:19
(Con el modificador de + 3 da 22)
IMPACTO:
Roll(1d20)+0:
3,+0
Total:3
(Con el modificador de sabiduría de Tobias da 6, menos el modificador de sabiduría de Kristján da 5)
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El rayo verde ilumina la estancia, con una conjuración absolutamente perfecta, pero termina desviándose en su trayectoria y se estrella contra la pared detrás de Sveinsson.
Tampoco mata a Isabelle, por si andaban con el pendiente.
Alec Blackburn- Admin
- Mensajes : 189
Fecha de inscripción : 15/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Que un “amigo” te lanzara un avada kedavra era muy diferente a que te lo lanzara un mortífago. Cuando un enemigo mortal se encuentra frente a ti, estás preparado, sabes que puede suceder lo peor. Pero cuando alguien que no te esperas te lanza una maldición imperdonable y encima, joder, lo hace así de bien, la sensación es muy distinta. Fue apenas un segundo en el que se quedó frío, con un sudor casi congelado recorriéndole la espalda, empezando por la nuca. Sus piernas se volvieron de arena, pudo sentirlo. Y la borrachera poderosa que llevaba encima se le bajó de inmediato.
No reparó en la presencia de Isabelle, ni en el muy importante hecho de que Finnerty no hubiera movido ni un músculo por impedir lo que Alechinsky había intentado hacer. El recto Finnerty había dado silenciosa luz verde a que lo matara. Y precisamente la luz verde pasó a su lado tan cerca y tan intensa que Kristján pensó que iba a morirse ya, a manos de Tobias Alechinsky, ni más ni menos, como justicia poética y todo. No vio su vida pasar en un segundo, ni ninguna de esas cosas que decían en las películas, solo se quedó estático esperando lo peor, pero el hechizo no llegó a darle, por pura suerte.
Su primer impulso fue estrellarle el vaso que tenía en las manos a Tobias directamente entre los ojos pero había una triste barrera de realidad frente a él: tenía miedo. Ninguna jodida persona lanzaba esa maldición a menos que tuviera algo muy mal y muy roto en la cabeza.
-Eres un psicópata hijo de perra. Esto no se va a quedar así, ¿me escuchas? Te voy a denunciar y me voy a encargar de que te refundas en Azkaban y que tus malditos hijos crezcan sin ti.-También eran los malditos hijos de Frances pero fueron engendrados por Tobias así que valía la pena el adjetivo, aunque fuera padrino de Aimee.
Volteó a ver a su mesa, pero sus cobardes compañeros de carrera habían salido corriendo después de la maldición. Para no variar, hijos de puta. Volteó de nuevo hacia Tobias.-No importa, mientras tú te pudres en la cárcel no faltará quién se encargue de ellos.
Se puso de nuevo la capucha y se apuntó a si mismo al pecho, indicándole que era su diana. Pero luego guardó las manos en los bolsillos de la sudadera porque le temblaban, estaba temblando como una puta hoja y solo por orgullo no se había callado la boca. Iba a contar hasta tres y si Alechinsky no alzaba su estúpida varita, se largaba.
No reparó en la presencia de Isabelle, ni en el muy importante hecho de que Finnerty no hubiera movido ni un músculo por impedir lo que Alechinsky había intentado hacer. El recto Finnerty había dado silenciosa luz verde a que lo matara. Y precisamente la luz verde pasó a su lado tan cerca y tan intensa que Kristján pensó que iba a morirse ya, a manos de Tobias Alechinsky, ni más ni menos, como justicia poética y todo. No vio su vida pasar en un segundo, ni ninguna de esas cosas que decían en las películas, solo se quedó estático esperando lo peor, pero el hechizo no llegó a darle, por pura suerte.
Su primer impulso fue estrellarle el vaso que tenía en las manos a Tobias directamente entre los ojos pero había una triste barrera de realidad frente a él: tenía miedo. Ninguna jodida persona lanzaba esa maldición a menos que tuviera algo muy mal y muy roto en la cabeza.
-Eres un psicópata hijo de perra. Esto no se va a quedar así, ¿me escuchas? Te voy a denunciar y me voy a encargar de que te refundas en Azkaban y que tus malditos hijos crezcan sin ti.-También eran los malditos hijos de Frances pero fueron engendrados por Tobias así que valía la pena el adjetivo, aunque fuera padrino de Aimee.
Volteó a ver a su mesa, pero sus cobardes compañeros de carrera habían salido corriendo después de la maldición. Para no variar, hijos de puta. Volteó de nuevo hacia Tobias.-No importa, mientras tú te pudres en la cárcel no faltará quién se encargue de ellos.
Se puso de nuevo la capucha y se apuntó a si mismo al pecho, indicándole que era su diana. Pero luego guardó las manos en los bolsillos de la sudadera porque le temblaban, estaba temblando como una puta hoja y solo por orgullo no se había callado la boca. Iba a contar hasta tres y si Alechinsky no alzaba su estúpida varita, se largaba.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
¿Había manera de haber sido más inoportuna? Me había quedado de piedra con los segundos que pasaron entre un momentito tenso de nada y una maldición asesina. Apreté el brazo de David con la mano por instinto pero tampoco me había refugiado en su pecho como niña de diez años. Permanecimos cerca un rato pero apenas vi cruzar el rayo y salir a varias personas del lugar, parpadée con los ojos llorosos para comprobar si Svéinsson vivía o no.
Vivía.
Mi corazón estaba acelerado y me dieron ganas de acercarme a él, pero reaccionaba rápido. Qué podía decir, estaba de piedra, y eso que sólo había ido ahí buscando un vodka tonic y una charla. Me consideraba “amiga” de los tres pero en un momento como ese simplemente no sabía qué hacer. Intentar calmar a Sveinsson tal vez, para que la cosa no siguiera escalando, pero qué tanto más podría escalar después de un avada kedavra.
-Kristján, déjalo ya…- dije sin estar muy convencida, por que no estaba segura de querer frenar ninguna reacción y tampoco de intervenir. Nadie quería terminar muerto.
Miré a David como buscando ayuda en él, para que impidiera que las cosas se pusieran peores, si es que era posible. Hasta pensé en un hechizo de protección para ese islandés descarado que igual no merecía la muerte ¡Yo lo quería! no como el amor de mi vida, ni siquiera como un amor pasajero, pero era buen tipo y le tenía cariño y aunque fuera un repelente ignorante tampoco querría verlo muerto. David haz algo, repetía mentalmente como si pudiera leerla.
Vivía.
Mi corazón estaba acelerado y me dieron ganas de acercarme a él, pero reaccionaba rápido. Qué podía decir, estaba de piedra, y eso que sólo había ido ahí buscando un vodka tonic y una charla. Me consideraba “amiga” de los tres pero en un momento como ese simplemente no sabía qué hacer. Intentar calmar a Sveinsson tal vez, para que la cosa no siguiera escalando, pero qué tanto más podría escalar después de un avada kedavra.
-Kristján, déjalo ya…- dije sin estar muy convencida, por que no estaba segura de querer frenar ninguna reacción y tampoco de intervenir. Nadie quería terminar muerto.
Miré a David como buscando ayuda en él, para que impidiera que las cosas se pusieran peores, si es que era posible. Hasta pensé en un hechizo de protección para ese islandés descarado que igual no merecía la muerte ¡Yo lo quería! no como el amor de mi vida, ni siquiera como un amor pasajero, pero era buen tipo y le tenía cariño y aunque fuera un repelente ignorante tampoco querría verlo muerto. David haz algo, repetía mentalmente como si pudiera leerla.
Isabelle Guérin-Lajoie- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 18/12/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
En cuanto el Avada cruzó la poca distancia que había entre Tobias y Kristján, David tuvo un solo pensamiento egoísta como consecuencia del momentáneo pánico: le iban a clausurar el bar durante mucho tiempo y no tendría cómo alimentar a Angus y su socio Joachim le iba a retirar el habla por no haber hecho ni mierda para impedirlo, aunque él ni lo necesitara porque jugaba quidditch profesionalmente.
Pero nadie le hacía las cosas fáciles a David Finnerty, nunca. Kristján ya se había salvado y aún así seguía hablando estupideces. David no lo odiaba pero si consideraba que debía aprender a callarse la boca y aunque no creyera que un Avada kedavra era la solución, no había hecho nada para evitarlo tampoco ¿y eso qué decía de él?
Después de que el islandés dijera todo lo que se moría por decir, sin haber aprendido la lección, David apretó la cintura de Isabelle y después la dejó para acercarse a su amigo el enfermo mental. Lo que el islandés decía era muy cierto, podía demandarlo y podía hacer que pasara una buena etapa en Azkaban. El bar se estaba vaciando. Genial, si eso llegaba a oídos de alguien incluso podía perder su recientemente ganado puesto en el Ministerio.
Tomó a Tobias del brazo contrario al que usaba para la varita. Lo hizo con firmeza, sin miedo aunque todos ahí lo tuvieran. -Basta, si lanzas un hechizo más nos joderás a todos.-Te joderás a ti y me joderás a mi, más específicamente. Luego miró a Kristján.-Tú, largo. Pero ya.
Era la segunda vez que lo corría de ahí, le iba a negar la entrada para siempre. David lo miró con seriedad y sin querer apretó más el brazo de Tobias deseando que aquello no fuera como en Hogwarts, cuando se les iba la mano y luego tenían que limpiar serios desastres.
-Alechinsky...por favor.-Por poco le faltaba cerrar su súplica con un "¿alguien quiere pensar en los niños?"
Pero nadie le hacía las cosas fáciles a David Finnerty, nunca. Kristján ya se había salvado y aún así seguía hablando estupideces. David no lo odiaba pero si consideraba que debía aprender a callarse la boca y aunque no creyera que un Avada kedavra era la solución, no había hecho nada para evitarlo tampoco ¿y eso qué decía de él?
Después de que el islandés dijera todo lo que se moría por decir, sin haber aprendido la lección, David apretó la cintura de Isabelle y después la dejó para acercarse a su amigo el enfermo mental. Lo que el islandés decía era muy cierto, podía demandarlo y podía hacer que pasara una buena etapa en Azkaban. El bar se estaba vaciando. Genial, si eso llegaba a oídos de alguien incluso podía perder su recientemente ganado puesto en el Ministerio.
Tomó a Tobias del brazo contrario al que usaba para la varita. Lo hizo con firmeza, sin miedo aunque todos ahí lo tuvieran. -Basta, si lanzas un hechizo más nos joderás a todos.-Te joderás a ti y me joderás a mi, más específicamente. Luego miró a Kristján.-Tú, largo. Pero ya.
Era la segunda vez que lo corría de ahí, le iba a negar la entrada para siempre. David lo miró con seriedad y sin querer apretó más el brazo de Tobias deseando que aquello no fuera como en Hogwarts, cuando se les iba la mano y luego tenían que limpiar serios desastres.
-Alechinsky...por favor.-Por poco le faltaba cerrar su súplica con un "¿alguien quiere pensar en los niños?"
David Finnerty- Mensajes : 88
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Sentía que la adrenalina le había puesto los músculos de piedra, la mandíbula apretada, la mirada fija. Incluso podía decir que el tiempo había pasado de una manera extraña y aunque hubiera habido segundos entre una situación cualquiera y lo que acababa de hacer, juraría que había visto en cámara lenta ese rayo que tiraba a matar. Decían que nadie era capaz de conjurar un Avada Kedavra sin tener la firme intención de matar.
Quizás en ese momento, cuando veía a Kristján pálido pero ileso no pensaba en matarlo, pero antes sí. No querer volver a intentarlo no significaba que se hubiera arrepentido de lanzar esa imperdonable, de años de jodidez acumulada y años también de que su tolerancia se redujera a cero cuando de verdad estaba harto. Secuelas, consecuencias, que lo llamaran como fuera. Nunca se había tocado el corazón cuando quería dejar claro que no le gustaba que lo jodieran.
Todos se habían quedado lívidos y con justa razón, las palabras apenas audibles de Isabelle, muy cerca de David, y después las de él mismo. No hacía falta que nadie lo tranquilizara por que, en sí, no estaba alterado, lo cuál podría parecer mucho más temible. Dio dos pasos hacia el islandés.
-Vas a hacer una mierda- le dijo muy cerca, dándose cuenta que prácticamente se habían quedado solos. Había que hablar con mucha gente para comprobar si acaso David estaba en problemas, no quería darle disgustos… ¿Acaso se estaba preocupando más por el bar de su amigo que por una acusación de intento de homicidio? Todo parecía indicar que sí.
-Quizás está vez sí te mueras antes de intentarlo- No le gustaba la palabra amenaza, por que sentía que implicaba desde ya una ventaja sobre el supuesto amenazado. Pensó que, más bien, sólo estaba planteando una posibilidad muy real ¿O el islandés iba a tener ganas de dudarlo?
Quizás en ese momento, cuando veía a Kristján pálido pero ileso no pensaba en matarlo, pero antes sí. No querer volver a intentarlo no significaba que se hubiera arrepentido de lanzar esa imperdonable, de años de jodidez acumulada y años también de que su tolerancia se redujera a cero cuando de verdad estaba harto. Secuelas, consecuencias, que lo llamaran como fuera. Nunca se había tocado el corazón cuando quería dejar claro que no le gustaba que lo jodieran.
Todos se habían quedado lívidos y con justa razón, las palabras apenas audibles de Isabelle, muy cerca de David, y después las de él mismo. No hacía falta que nadie lo tranquilizara por que, en sí, no estaba alterado, lo cuál podría parecer mucho más temible. Dio dos pasos hacia el islandés.
-Vas a hacer una mierda- le dijo muy cerca, dándose cuenta que prácticamente se habían quedado solos. Había que hablar con mucha gente para comprobar si acaso David estaba en problemas, no quería darle disgustos… ¿Acaso se estaba preocupando más por el bar de su amigo que por una acusación de intento de homicidio? Todo parecía indicar que sí.
-Quizás está vez sí te mueras antes de intentarlo- No le gustaba la palabra amenaza, por que sentía que implicaba desde ya una ventaja sobre el supuesto amenazado. Pensó que, más bien, sólo estaba planteando una posibilidad muy real ¿O el islandés iba a tener ganas de dudarlo?
Tobias Alechinsky- Mensajes : 47
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: En el Dirty Duck [Tobias y quien quiera]
Uno...dos....tres...
Ese fue el conteo mental que hizo para salir de ahí. No tenía nada que ver con que Isabelle le pidiera que parara o que David le dijera que se largara. No pensaba quedarse de todos modos, era demasiado arriesgado. Haber seguido abriendo la boca ya era muy arriesgado de por si, pero alzar la varita o lanzar un golpe, eso no, aunque se le había bajado la borrachera no se sentía tan bien como para intentarlo.
Ver a Tobias Alechinsky tan cerca le daba el irrefrenable impulso de meterle un cabezazo por lo menos para reventarle la nariz, pero hecho eso, su única salida era aparecerse y no se iba a arriesgar a una departición. Todo era un puto riesgo y él no era un maldito Gryffindor. Quería seguir vivo y entero. Y cuando fuera el momento, cuando no estuviera hecho una mierda, entonces actuaría. No era de los tipos a los que les gustaba arriesgar el pellejo cuando estaba en desventaja, ni siquiera en el quidditch.
-Ya lo veremos, Alechinsky.-Le dijo antes de darse la vuelta sin mirar a ninguno de los poquísimos presentes que quedaban, ni siquiera a Isabelle. Que un enemigo te intentara matar era obvio. Hasta ese momento, había considerado a Tobias, no un amigo, pero tampoco alguien de cuidado. Ahora sabía lo que era y a qué se atenía con él. No iba a dudar de sus impulsos asesinos, pero mejor que Alechinsky tampoco dudara de que ahora Kristján le tenía declarada la guerra.
Salió del bar de Finnerty con la sensación de que había dejado a su fantasma de pie frente a Alechinsky, de que algo se le había separado del cuerpo. No iba a poder dormir en un tiempo.
Ese fue el conteo mental que hizo para salir de ahí. No tenía nada que ver con que Isabelle le pidiera que parara o que David le dijera que se largara. No pensaba quedarse de todos modos, era demasiado arriesgado. Haber seguido abriendo la boca ya era muy arriesgado de por si, pero alzar la varita o lanzar un golpe, eso no, aunque se le había bajado la borrachera no se sentía tan bien como para intentarlo.
Ver a Tobias Alechinsky tan cerca le daba el irrefrenable impulso de meterle un cabezazo por lo menos para reventarle la nariz, pero hecho eso, su única salida era aparecerse y no se iba a arriesgar a una departición. Todo era un puto riesgo y él no era un maldito Gryffindor. Quería seguir vivo y entero. Y cuando fuera el momento, cuando no estuviera hecho una mierda, entonces actuaría. No era de los tipos a los que les gustaba arriesgar el pellejo cuando estaba en desventaja, ni siquiera en el quidditch.
-Ya lo veremos, Alechinsky.-Le dijo antes de darse la vuelta sin mirar a ninguno de los poquísimos presentes que quedaban, ni siquiera a Isabelle. Que un enemigo te intentara matar era obvio. Hasta ese momento, había considerado a Tobias, no un amigo, pero tampoco alguien de cuidado. Ahora sabía lo que era y a qué se atenía con él. No iba a dudar de sus impulsos asesinos, pero mejor que Alechinsky tampoco dudara de que ahora Kristján le tenía declarada la guerra.
Salió del bar de Finnerty con la sensación de que había dejado a su fantasma de pie frente a Alechinsky, de que algo se le había separado del cuerpo. No iba a poder dormir en un tiempo.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
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