Los últimos días (LIBRE)

Si tenía que tomarse muy en serio lo de los Cannons, al menos por un año, entonces tenía que darse de baja de la universidad, porque no había manera humanamente posible de ponerle atención a tantas cosas a la vez. El bar se sostenía bien y habían tenido presupuesto para contratar a alguien que se pusiera como gerente mientras ellos ya solo se dedicaban a las cosas administrativas, Angus asistía a la escuela muggle y su mamá lo ayudaba por las tardes, pero conjugar a Angus con la universidad y el quidditch no iba a ser nada fácil. Tenía que poner en orden sus prioridades y en ese momento la carrera no era una.

Si como auguraba él, después los Cannons lo mandaban al carajo cuando dejaran de ser tan irrelevantes, pues ya volvería pero por el momento aprovecharía el pseudosueño que estaba viviendo. No quería ponerse negativo pero no podía evitarlo con todos los panoramas malos bajo los cuales solía estar desde hacía ya varios años, en donde solo Angus y algunas cuantas novias ocasionales le impedían hundirse en su miseria. Se podía considerar aquel su último día en la universidad aunque ya llevaba faltando a varias clases desde hacía dos meses. Iba a darse oficialmente de baja y por eso estaba en las oficinas del consejo escolar, arreglando papeles y uno que otro pequeño adeudo que tenía.

Le quedaban algunas cuantas noches todavía para la luna llena o sea que estaba en perfectas condiciones, ni siquiera tenía heridas en la cara, ni rastros de parecer perpetuamente molesto. Llevaba buenos ánimos y nada de dolor en el cuerpo, solamente el dolor de los entrenamientos, que era bueno.

Cuando terminó de hacer sus cosas legales se dispuso a irse al ministerio, tal vez a alcanzar a Alechinsky en su hora de comida, máxima hora de felicidad del mundo burocrático. Pero alguien se interpuso en su camino.

Había sido su culpa, no iba viendo por donde iba mientras metía algunos papeles en un folder y bajaba a ciegas las últimas escaleras del edificio. El choque no fue violento pero tampoco haría como que no había visto nada. Recogió un bolígrafo que se le cayó mientras balbuceaba disculpas con su marcado acento escocés.-Lo siento, lo siento, no veía nada.

- ey.. cuidado... oh! David- Así todas las expresiones juntas en la reacción. Primero que todo su ceño fruncido, los reproches por el empujón y frotarse el hombro mancillado a la pasada. Pero segundo al levantar la vista la sorpresa de ver al perro ahí - Qué haces acá? pensé que ya no te vería jamás - bueno, eso era exagerar; pero es que Jessy pensaba que David ya había dado por terminada su participación en la universidad.

Luego de la fiesta de Angus, las noticias Cannons y la ausencia de su compañero en clase, pues... Era obvio el perro no iba a poder con todo y bien hacía, según ella, en intentarlo en el mundo profesional. De todas formas y por más distancias física y emocionales que hubiera, se alegraba de verlo y por eso le frotó el brazo en un gesto de cariño, acompañado con el reproche de la ocación - Me dejan sola... Primero Tobías, ahora tu... - los tres estudiaban Artes oscuras y aunque ninguna era muy aplicado, ni mejores amigos, no era lo mismo ir a clase entre en montón de estúpidos que no sabían nada de la vida, que al menos cruzar miradas con viejos conocidos, o juntarse a fumar el cigarrillo reglamentario luego de dos horas de parloteo infame de un profesor insoportable

. - Será que a los estudiantes de Artes Oscuras el mundo nos necesita allá afuera... Acá no hay mucho que hacer realmente... - Descontando que mil veces Jessy pensaba que era más apta que varios profesores y que la vida en Brigantia podía ser algo peligrosa ahora que desaparecían alumnos y llegaban anónimos de muerte, lo de más era el día a día era aburrido, burocrático y algo desolado. - Bueno, dime que hacías por acá? Tienes tiempo para una despedida formal? - Una cerveza a la sombra de un árbol... Quizá y hasta estaba esperando a Frances y ella ahí socializando con el enemigo....

-Si precisamente venía a darme de baja oficial.-Le dijo a la chica rubia enseñándole los papeles. No  le preguntó si no le había hecho daño con el empujón porque no se sentía como Hulk en esas fechas, no en especial, pero de todos modos parecía apenado por su torpeza.-Hoy tuve oportunidad porque no hay entrenamiento. Casi será mi debut, ¿te veré ahí?-Entre su torpeza social se encontraba olvidar por completo que a Jessy no le gustaba el quidditch. Le sonrió al sentir el gesto sobre su brazo.

-¿Quién lo diría? La universidad no es para los padres de familia.-Hizo referencia a que tanto él como Tobias se habían perdido en el camino de los chiquillos. Siempre pensó que de todos modos, Tobias tenía talento y él no, así que él no estaba abandonando nada grave. Su verdadero talento estaba allá, a donde iba, aunque fuera una ilusión momentánea, no dejaba de pensarlo así.

-Pero si todo sale según me parece que saldrá, entonces estaré aquí de vuelta en un año, como máximo.-Jessy ya lo había escuchado decir lo que pensaba sobre los Cannons y su estrategia de mercadotecnia. -Trataré de no extrañarte demasiado mientras pasa.-Siempre había sido amable con la gente y se esforzaba por decir cosas buenas de ellos, intentaba no volverse un amargado completo, al menos no con la gente a la que consideraba sus amigos.

-Sí, tengo tiempo para una despedida formal, no tenía grandes planes.-Su plan de interceptar a su amigo en la hora de la comida ministerial podía esperar sin ninguna duda. -¿No tienes clases justo ahora?-Le preguntó mientras guardaba sus papeles en una mochila que llevaba y después bajó las escaleras que sobraban antes de llegar al pasto, que ni siquiera eran tan altas, para poder ofrecerle la mano a Jessy aunque no necesitara precisamente ayuda para bajar.

Por supuesto que odiaba el quidditch una y mil veces, pero en lo último que hubiera pensado con aquella invitación casual era eso. Si le dieran a Jessy puntos por pasearse por los terrenos de los estadios ya podría haberse ganado la copa de las casas ella solita. En Hogwarts quizá había cosas más importantes que hacer, pero en Brigantia, tiempos de paz y aburrimiento y chicos a montones sudados y fáciles de enamorar el estadio había sido su lugar. Claro que ahora el del campus universitario lo tenía prohibido con hechizo de repulsión puesto por Blackburn mismo y por cierto extrañaba horrores las buena épocas de ser una gruppie del quidditch. - Por supuesto! primera fila... solo hazme saber cuándo, porque el calendario deportivo no es lo mio. -

Sola o acompañada iría, ahora que era una persona social hasta podía darse el lujo de con quién ir... JA! ironías de la vida. Como eso mismo de que todos tenían hijos. No es que olvidase a los pequeños pero aun no era su primer pensamiento cuando cruzaba palabras con David, Tobias o Kris mismo, el hecho de que ya eran padres devotos y todo ese mundo completamente ajeno a ella, fuera lo que fuera que significase. - Pues... en todo caso... tendrás que disfrutarlo mientras dure. - No iba a ser Jessy la que insistiera en no ser pesimista. La vida era asquerosa y los jugadores no podían tomarse una poción para calmar los nervios y las angustias. - Haremos un álbun de recortes para los hijos de Angus y les diremos... "aunque suene loco, en una época, no hace tanto tiempo, para un perro era imposible ser jugador profesional... e igual David lo logró! -

Le tomó la mano aunque no fuese necesario en absoluto y tanto ese gesto como sus chistes algo negros daban cuenta de que David tenía suerte: había encontrado a Jessy en un día de buen humor. Sería por los cupcakes de chocolate que Aislynn le preparaba especialmente y que ella modificaba a su espalda completando con gotitas de felicidad? O porque hacía días todo le importaba menos que un rabanito! - No.... cero clases, porque el lunes entrante tenemos exámen y esta semana solo toca consultas... - Bueno, podría ir a las consultas, pero era Jessy!! no hacía nada más que lo necesario academicamente. Y ese examen que tocaba, ya lo había estudiado como 3 semestres seguidos.

- Vamos al bar... nos colamos por la puerta de atrás y me preparas un trago bien dulce, con tus manos mágicas...- Sonrió recordando viejos tiempos donde iban cada noche al bar del perro y del pelirrojo y ellos mismo tenían que hacer todo desde servir, hasta limpiar los baños. Era posible que a aquella hora el bar estuviera cerrado, pero con un poco de maña colarse era una tontería. - Todos los días entrenan?... y... en que posición juegas? -

-Te mandaré boletos.-Le contestó todavía sonriente. No lo admitiría en voz demasiado alta pero sí le hacía ilusión su debut aunque supiera que todo eso no podía terminar de buen modo. Y le gustó pensar que en verdad sus nietos supieran que en sus tiempos no aceptaban licántropos en la liga, excepto por su abuelo. Dentro de lo que cabía, había tenido bastante suerte pero simplemente no lo alcanzaba a ver así, como si un halo negro le cubriera todo lo positivo que tenía a la vista.

-Sí, los exámenes. Estudié mucho en estos últimos tiempos así que si necesitas ayuda en algo por favor dime.-No era un experto académicamente pero algunas cosas sabía y tampoco era de esos empollones que sabían absolutamente todo lo que podía venir en las pruebas pero se defendía bien y había querido sonar amable.

-¿A este bar de aquí o a mi bar?-Preguntó sin miedo de sonar estúpido, que lo perdonara Jessy pero siempre había sido un poco lento para algunas cosas muy básicas, Alechinsky mujer siempre se lo decía y no estaba equivocada. Pero seguro hablaba del Radegast porque en su propio bar no habría tenido necesidad de colarse por la puerta de atrás. Se terminó riendo de él mismo y abrazó a Jessy contra él para sacudirla un poco y que no se burlara de él.

-Cazador, siempre he sido cazador. Hoy descansé, luego de tres semanas consecutivas en las que solo descansamos los domingos de forma totalmente libre. Hoy solo tuve que nadar un poco, caminar un poco, nada grave. De todos modos no me cuesta mucho mantener el ritmo en mis entrenamientos, aunque creo que a nadie le sorprende, a veces mis compañeros me miran como si fuera un alien, creo que algunos me temen como si fuera atacarlos bajo el pleno sol…- David notaba sus miradas, pero ya había aprendido a no incomodarse por esas cosas, de hecho cuando lo notaba incluso se esforzaba más, para joderlos y callarles la boca, poniéndolos a todos en su lugar.

-Pero la verdad la licantropía me ayuda mucho en el quidditch, no sé cómo los directivos no pueden ver que se trata de una ventaja más que una discapacidad. Si hubiera más licántropos en los equipos todo sería mucho más interesante. ¿Te estoy aburriendo como jamás te has aburrido en la vida, verdad?-No recordaba la última vez que había tenido una conversación con Jessy o si había tenido alguna de hecho.

Genial! si le mandaba los pases no podría pasársele por alto el encuentro. Y ahí recordó algo que solo a ella le haría gracia en especial por que no lo dijo en voz alta: Jude también jugaba en los Cannons, o no?... Al final tenía más de un conocido en ese equipo, quizá hasta era momento de elegir un equipo de quiditch del que ser fan! y eso si lo dijo en voz alta - Nada de clases, prefiero que me enseñes de Quidditch... debería hacerme fan de los Cannons, con bufanda y camisetas autografiadas... ??- Comenzó la frase con seguridad y terminó dudando hasta con la mueca de los labios, mirando hacia arriba porque así se encontraba con los ojos de David y podía instantes después reírsele en la cara por lo del bar, y pasarle también una brazo por la espalda.

- Es lamentable, pero yo que no tengo hijos, - le dio dos palmada al torax - solo puedo salir los fines de semana de aquí.... - O pedir permiso especial pero con la tablita llena de merengues de Blackburne ni modo que fuera a pedirle nada. Ni cruzárselo en la sala común. Además estaba segura de que el decano era un mortífago, lo había visto su mano escuálida en una visión bizarra y a cada momento que lo recordaba, también venía con su imagen la angustia de muerte. Que esa tarde no tendría lugar. Definitivo! Aunque tuvieran que conformarse con el barsucho de la universidad que siguiera el mismo olor a diversión que el de David tenía.

Negó con el rostro, no le aburría para nada, pero también se despegó de él para apurar el paso y indicarle que avanzaran por detrás de unos setos a encontrar la puerta trasera del local. - Sería más interesante y más redituable económicamente... Pero los magos son unos atrasados mentales.... Es culpa de que vivamos tantos años: en las esferas de decisión solo hay viejos recalcitrantes... - Esbozó su verdad de análisis sociológico de la sociedad mágica, que le quedaba grande a su rubia presencia, pero que aunque no pudiera explicar todos los porqués de sus creencias, si estaba convencida de eso.

Igual no era momento de explicar como funcionaba la economía, sobre abrir mercados, extender publicidades y esas cosas, sino de tocar el muro con los dedos encontrar el ladrillo flojo y quitar la llave de su escondite, mostrandosela a David orgullosa - Las ventajas de ser una cliente asidua.... hubiera sido más lindo volar la puerta con la varita, pero eso me ganaría la expulsión... Te enteraste?... - No sabía si David estaba al tanto del suceso vergonzoso donde Jessy había hecho volar un escobero, Blackburne se presentó a expulsarla y Barunka la saló con su sangre veela. Si no sabía ya podía darse por enterado.

Una vez dentro volvió a los del quidditch - No conozco ningún guardián y debería... creo que es la posición más util! Igual yo que sé.... Pensé que me volvería una experta en quidditch por noviar con Kris - se le escapó un mohín casual de los labios - pero... no sucedió. - debía ser que como David, el raven había pensado que la aburriría a muerte por hablarle de su vida - Así que... puedes decirme cual es tu equipo favorito y te sigo en eso. Que de Kris no sé ni si tiene uno.... Depende igual del uniforme, o me quedo con los Cannons, van de naranja no? excelente color... - SI! claro! de moda si que sabía! También le gustaba hablar con frivolidad para dar toques livianos a todo, para que no se perdiera esa imagen que se había hecho todo el mundo y con razón de que era una rubia tonta... Y de alcohol también sabía, así que era momento de que David se inspirara y le preparase algo bien dulce y alcohólico digno del mediodía.

-Claro que sí, nunca es tarde para hacerte aficionado de un equipo. Los Cannons son lo mejor que me ha pasado.-Esa respuesta era digna de un jugador de quidditch ante la prensa, aunque no amara precisamente al equipo al que pertenecía, como le pasaba a él con los Cannons. De hecho le parecían mediocres y con muy malas estrategias en el campo, cosa que él pensaba ayudar a mejorar si en serio le daban la oportunidad pero no iba a decirle a Jessy “no, ni lo digas, es un equipo de mierda”, porque tenía que empezar a ponerse la camiseta.

-Es verdad, lo olvidaba. Mira el Radegast no es tan malo pero no se compara con el Dirty Duck.-Eso, a diferencia de los Cannons, no era simple publicidad, era algo que decía orgulloso y todo. Olvidaba que los estudiantes normales que no habían decidido ser padres adolescentes pasaban toda la semana ahí encerrados.

-La discriminación y otras ideas retrógradas no solamente están en los viejos. Sabes que tenemos algunos compañeros a los que tampoco les gira mucho la ardilla en su cabeza.-Pero ya nada de eso importaba, al menos no mientras pudiera demostrarle al mundo que era capaz de anotar más puntos que cualquier otro. Por cierto, David jamás había pensado que Jessy fuera tonta ni nada, así que no pensaba que nada le quedara grande cuando se hablaba de intelectualidades.

-No, no me enteré. ¿Qué volaste qué?-Ni siquiera con esas historias de volar escoberos habría pensado menos de ella porque él también había hecho muchas idioteces antes de amargarse un poco la vida.

-Mi equipo favorito son los Cannons, ¡mi contrato me obliga a decir eso! Y ya sabes cómo funciona la magia, a lo mejor si digo otra cosa me…rompen un diente o algo. Mejor no nos arriesguemos-La miró sorprendido y hasta le aplaudió en broma un par de veces cuando Jessy sacaba la llave de su escondite. Cuando entraron al lugar David se apresuró a meterse tras la barra y ver qué tenían en su arsenal alcohólico.

-Ok voy a jugar a que te conozco y te prepararé un trago que me hace pensar en ti, ¿está bien? Creo que te queda pero si no…me matas.-Rebuscó entre las botellas aunque a la mitad de su búsqueda soltó un gruñido de perro de pensar que no tenían lo necesario, pero encontró el ingrediente faltante al final de una fila.

.- ¿Todo bien con el islandés? Pusiste carita de puchero hace un rato.-Le hizo conversación porque eso hacían los barmans. Kristján no era santo de su devoción ni viceversa pero pensaba que el tal lo odiaba más desde aquella noche en el DD.  Mezcló vino blanco seco con licor de grosella y se lo sirvió en una copa, que le pasó por encima de la barra mientras él se abría una cerveza y ya.-Se llama Kir. Es para que te de hambre como a mi ahora mismo

David ya sonreía como si estuvieran por sacarle una foto para El Profeta, con aquella frase célebre y jamás usada ,digna de titular de la nota periodística. O de revistas del corazón para adolescentes, así prolijo que iba o todo magullado como quedaba luego de la luna, bien podía servir su imagen para posters dobles que las colegialas pegaran en las puertas de su dormitorio de Hogwarts. Ella lo hubiera hecho, sino fuera porque ya sabía como se sentían los de carne y hueso... Eh! que decir? Al final podía creerse una chica con suerte y todo desde tiempos inmemoriables, empezando por Jude terminando con Kris... O capaz era momento de cambiar de rubro.

- Ni hablemos de los compañeros, no veo la hora de matar a Damien con mis propias manos... - Lo dijo al pasar porque era casi un chiste común a ese punto de la historia compartida, pero algún día tendría la oportunidad y lo haría. El miedo de terminar en Askaban ya no era tan fuerte. - al decano también, pero ese está más difícil... -

Y entrando al bar mientras cada quien se acomodaba en su sitio, David detrás de la barra, Jessy en una banqueta alta que le permitiese apoyar los codos y mirarlo hacer, le contó rápidamente como por una tontería había terminado algo cabreada, voló la puerta del escobero con un bombarda de lujo, del cual no escatimó detalles, y justito cuando estaba ascendiendo por los aires quaffle en mano, en su escoba "prestada" organizando un partidito improvisado con Darren, James, Barunka y algunos más; apareció el decano a levantarlos a todos en peso. Como barunka se apiadó e hipnotizó al viejo sin remedio y como éste aturdido le perdonó la expulsión con la advertencia de que no pisara más el campus, hechizo de repulsión incluido.

Todo ese juego le parecía bien, a ver que tanto podía conocer sus gustos de solo mirarla, pues era cierto que a pesar de los años y los espacios compartidos, nunca había llegado a tener una conversación tan larga. Y además mejor eso que ya sin alcohol seguir ahondando en odios, que Jessy tenía muchos y soltaba la lengua muy fácil. No fuera a ser cosa que a ella también le partieran los dientes por hablar mal del decano en las instalaciones del bar, como si hubiera hechizos pendientes aguardando la ocasión.

- y tu?... todo bien con el islandés? - le repreguntó esperándolo justo a que se diera vuelta, que no se perdiera su mirada de maldad infantil. Hablar de Kris era un problema, y lo retendría dentro el tiempo que pudiese aunque ayudada por el alcohol y la buena compañía podía ser más pronto que tarde que dejase de ser una buena novia y criticara ella misma al hombre de las tierras frías. Simulando hacerse la interesante o estar más interesada en el trago dedicado lo miró hacer y tomó la copa con las cejas alzadas de expectativa, hasta llevársela a los labios y por puro placer tener que cerrar los ojos. - excelente!... Oh si! David había acertado a lo grande, lástima... - Lastima el nombre... Kir, Kris, Kir, Kit,Krit...- fue diciendo cada vez más bajito, para ella más que para David, seguro que el perro siquiera había leído el escuchón de todos modos, ni podía leer mentes, ni sabía leer las caras del islandés como Jessy a la palma de su mano.

Sacó sus cigarrillos y luego de preguntar si molestaba se prendió uno. Tomó otro sorbo corto, no tenía excesivas ganas de fumar pero eso ayudaba a hacer durar la copa, a sentir la noche en el ambiente aunque el sol estuviera en lo más alto del cielo - Creo que a ti te envidia porque ya eres profesional... Se le va a pasar... - Si algún día maduraba, pensamiento que le robó una sonrisa porque no creía que ese día llegase jamás. Lo adoraba, pero ya estaba cansada de muchas cosas. - Capaz te esta jugando una competencia... ahora que él ya tiene una hija también, ahora que entrena 24/7 y está loco por no se que cosa de una liga juvenil. - Y "no se que cosa", era un buen término, porque claro!!! de esas cosas debía hablar con Kit y no con ella. Lo último que le faltaba era una novia muerta, pero eso no iba a decirlo ni en broma! aunque con los anónimos que Jessy tenía que soportarse pues... No debía restar demasiado tiempo.

No se le había pasado por alto lo que Jessy había dicho sobre matar a Damien y al decano pero lo dejó pasar al menos un rato. No entendía qué tenía que ver el decano con eso. El alcohol primero y también la historia del bombarda y la casi expulsión de la que Barunka la había salvado. Parecía divertido con la historia, aunque también comprendía que el decano Blackburn hubiera montado en cólera, era un hombre complicado. ¿Acaso comía alguna vez?

Negó cuando le preguntó si estaba bien con el islandés.-Nunca hemos sido amigos en realidad.-Compañeros de guerra, hermanos de sangre de alguna manera, algunas cosas que importaban, pero amigos como para salir solos a tomar algunos tragos, eso no se lo imaginaba. No sabía si Jess sabría lo del Avada Kedavra que Tobias le había lanzado, el licántropo todavía tenía demasiado fresco ese recuerdo pero dudaba que eso hubiera salido del DD. Y no había leído El Escuchón, ni sabía absolutamente nada de la vida amorosa de Jessy y Kris a excepción de lo obvio.

-¿Me envidia? No no no, no creo que me envidie, nunca me ha envidiado. Además ¿qué dices? Él también es muy bueno, excesivamente bueno.-Lo había arruinado con las drogas y el alcohol, podría haber sido profesional mucho antes pero bueno, lo hecho hecho estaba y no había marcha atrás. David siempre había pensado que era un desperdicio pero no lo comentaba con nadie más que con Frances y Tobias.

-Bueno, siempre estaré un paso delante de él por el asunto de la luna llena, ya sabes, músculos extras.-Fingió mostrarle sus músculos aunque estaban cubiertos por camisa y suéter, así que no se vio nada y todo quedó en una broma tonta.-Algo escuché de la liga juvenil pero no me quise involucrar demasiado.-Porque cuando toda esa locura empezó él no se suponía que debía jugar quidditch. Bebió más de la mitad de la cerveza de golpe y le señaló el trago a Jessy, el que le había preparado.-¿Entonces lo hice bien?

Sonrió antes de terminar la cerveza y la dejó por ahí antes de destaparse otra. En teoría no debía estar tomando pero tenía hechizos para hacer desaparecer la borrachera, aunque no la cruda.-¿Cómo es que jamás había estado a solas contigo? Tantos años, parece increíble.

David tenía razón, la palabra amigos quedaba grande para muchas relaciones que con liviandad se llamaban así. No le molestaba que aclarase esos términos, aunque la conversación no fuera de eso. De hecho comprendía bastante el porqué, pero si ella tuviera que ponerse a pensar en amigos suyos con todas las letras pues... no se le hubiera ocurrido ninguno... quizá Darren y hasta ahí no más. Por eso mejor reírse de tontas envidias, tomar su trago dedicado y hablar de quidditch.

Y que se le escapasen ojos estrellados del orgullo de que Kris era hasta mejor que David, como jugador de quidditch en ese caso de la conversación, como todo lo demás si a Jessy le preguntaban en un buen día. Más allá de las drogas todo mundo decía que era una mentes despierta en el campo, un jugador inteligente, que esto, lo otro; cosas que ella no podía juzgar. Pero extrañaba tanto no poder ir a verlo entrenar, se veía tan... perfecto, con toda esa adrenalina dentro.

- ah... los músculos no lo son todo... - acotó sonriendo y extendiendo un dedo para comprobar la tonicidad de sus carnes en postura, dos toques a su abdomen y volver a tomar su copa para darle fin. - Pues está riquísimo, te pediría otro, pero ya sería abusar... - Y apagando el cigarro en el piso, se bajó del taburete para dar la vuelta a la barra y espiar un poco. David había dicho algo sobre comida?.

Se acuchilló casi rodillas al suelo, porque con los vestidos cortos que usaba Jessy no había otra forma de agacharse con decencia y abriendo puertas encontró lo que buscaba. Uno y otro pasó dos tarros trasparentes a David. Uno eran maníes salados, el otro parecían grillos fritos. - no es tan increíble... no soy fan de hacerme amiga de los chicos de Frances... - Más allá del islandés, podía con certeza decirse que dividían aguas, o con una o con la otra, las dos al mismo tiempo solo traía caos. Y nadie estaba hablando de follar, sino de simplemente tener una conversación real a solas o en multitud. Y con las chicas pasaba igual, así que no podía deberse a una competencia libidinal... o si? - eso, o que has tenido muchas novias muy posesivas... - Se sonrió. Algo debía haber hecho él también o dejado de hacer, aunque Jessy era desde siempre la mala ondita que no regalaba sonrisas a nadie, no podía ser entero su culpa.

- De todos modos... que nos hemos perdido?... - así sucedía, no eran amigos, nunca habían charlado tanto, pero habían vivido muchos episodios juntos. No los iba a mencionar porque la mayoría eran tristes y pasados de moda. O como le había dicho Kris: ahora estaban en su mejor momento!

-De todos modos no estarías abusando de mi, sino del Radegast. Hay una variante de ese trago, pero mejor te mantengo bebiendo lo mismo cuando te acabes ese.-A él no le importaba dejar vacía la bodega del bar de la universidad, mucho menos cuando ya ni siquiera pertenecía a ella. Se puso a hacerle la mezcla para un segundo trago y se hizo a un lado mientras Jessy abría puertas para darle comida. Cacahuates y grillos estaba bien por el momento. Tomó un puño de los primeros y se los metió a la boca medio sonriendo como un salvaje con todo y la comida en la boca cuando mencionaba a “los chicos de Frances” y a sus novias posesivas.

-Nah, mi única novia posesiva fue Eugenie. Y Eugenie se tiró a Frances. O viceversa. Qué ironía. Eran unas egoístas que no me dejaban socializar pero se divertían a mi costa.-Le era posible hablar de Eugenie sin ponerse excesivamente nostálgico. Era la madre de su hijo y parte de él no superaba lo que había pasado pero tampoco iba a convertir su figura en un tabú o en un nombre que al mencionarse le causara un malestar muy feo. Tenía entendido que Jessy y Frances eran amigas ahora pero estaba tan atrasado en noticias que no tenía ni la más remota idea de si eso era cierto o no. No quiso preguntar. -De todos modos desde que tiene a Per, el resto de nosotros pasó a segundo plano.-Bromeó mientras adelantaba la segunda cerveza, hablando de su ahijado.

-No, creo que no nos hemos perdido de nada. De todos modos me sorprende, ¿no crees que todo lo que hemos vivido juntos debió habernos hermanado más?-Lo preguntaba en serio, porque le sorprendía en verdad. Ahí estaba su relación de nada con el islandés o peor aún, la relación tirante que tenían el islandés y Tobias. Aunque sí se había hermanado con Syd y Frances había terminado siendo muy apegada a Jasmine. Quizá el islandés fuera el único problema en todo eso. No se lo dijo a Jessy.

-Somos amigos, pero no somos amigos. Podría dar la vida por ti, pero no me atrevería a pedirte que cuidaras a Angus si quiero tirarme a una tipa cualquier día. ¿sabes a lo que me refiero?-No pretendía ser grosero con eso, solo hacía notar lo obvio y sabía que Jessy no se iba a ofender porque ella misma lo sabía también. -Admítelo, siempre has pensado que soy un idiota.-Bromeó con ella y le dio un pequeño empujón con el hombro.

- A ti no te pagaré nada... el Radegast tiene suerte. - Dijo más por pelearle que por aclarar que iba a dejar las monedas necesarias. De algún modo idiota una cosa era profanar el lugar sin permiso, otra irse sin pagar. Seguramente la diferencia residía en que como digna niña rica se creía capaz de hacer cualquier cosa sin permiso, que todo lo solucionaba el dinero y que ella no mendigaba nada, ni le cambiaba la economía un par de monedas. O quizá era más noble de lo que Jessy misma se pensaba y robar no estaba entre sus aficiones.

Ella tomó dos cacahuetes y se llevó uno primero y otro después a la boca con una delicadeza que rosaba el desgano, mientras escuchaba la anécdota entre las morochas egoístas con las que David había tenido que convivir. Su relación con Frances era por demás complicada y entraba exactamente en ese grupo de amigos no amigos que darían la vida el uno por el otro, pero que jamás se pedirían ayuda para cambiar pañales, y con los que a la vez había muchos secretos compartidos a guardar. Era una forma muy extraña, casi enfermiza de lealtad... Y con el fin de la guerra, sus bases de existir empezaban a desvanecerse.

Y también pasaba eso mismo, por no poder hablar de ciertas cosas para no crear más caos se producían momentos de silencio en una conversación que tendría que haber sido de lo más normal. Tomó dos maníes más, bajando la mirada para no tentarse y escudriñar en la mente del perro, concentrándose en masticar el pequeño minúsculo bocado hasta que sonrió asintiendo con el rostro - sé a lo que te refieres... "idiota" - y terminó por carcajearse cuando trastabillaba hacia atrás por el empujón de nada. - Cuidado! soy débil... - Y volvió a reír con ganas, aprovechando el saltito para sentarse sobre la mesada...

- no amigo mio del alma... te hago una pregunta, en homenaje a todo lo vivido... - Se le ocurrió de repente que quizá era la persona adecuada para hablar, ya que él si tenía buena relación con Tobias y Frances y no era un tipo fácil de paranoiquear como el islandés. - si hubiera otra guerra te quedarías a .... "lucharla"? O te irías con Angus al fin del mundo?- prendió otro cigarrillo y al sacar la gacetilla también sacó un par de galeons... A Jessy le preocupaba especialmente la niña panda. Sabía que Kris recibiría un anónimo tarde o temprano y que una amenaza así involucraba todo al rededor, nadie estaba a salvo. Si fuera su hija... Pero no lo era. - yo creo que me iría a la mierda. Una fue suficiente.... Igual no va a suceder, pero a veces creo que son tan locos que volverán a intentarlo y nosotros tan idiotas.... -

Eso iba a ponerse serio? se suponía que era la despedida del perro, que sería fiesta y alegría de reencuentro! Mejor mandar un patronus a mas gente. Pero a quién? A Frances y Barunka que la odiaban a ella? A Kristján que lo detestaba a él? Que difícil esos grupos de no amigos!

Le puso cara de estar gratamente sorprendido al ver que pensaba pagar aunque en realidad estuvieran ahí de forma un poco ilegal. No se le ocurrió hacer elaborados discursos sobre la riqueza y sus implicaciones psicológicas o por sus costumbres burguesas, le daba igual, le pareció un buen gesto y nada más. Mientras tanto él volvió a tomar otro puñado de cacahuates para masticar pero casi se ahogó con la risa de verla trastabillar por el empujón de nada que él le había dado. -Lo siento, lo siento por no medir mis fuerzas.-Dijo tomándola un par de segundos por la muñeca antes de soltarla con mucha exageración.-¡No! ¿Te rompí la muñeca?

Luego de esos momentos tontos parecía hasta raro que de pronto le saliera con esa pregunta en homenaje a todo lo vivido. Le puso mucha atención y hasta entrecerró los ojos y se inclinó con los brazos sobre la barra quedando casi paralelo a ella. Veía muy carca su costado más que su cara pero era mejor así, ver a la cara con esas preguntas serias no era fácil.

-Creo que me quedaría. Antes me preocupaba no quedar como un cobarde, pretendía defender algo que creía que era mío. Ahora lucharía por él, por darle un lugar bueno donde vivir y porque no le quiten nunca lo que le pertenece por derecho. Aunque a lo mejor estoy pecando de idealista o de ingenuo.-Quería mucho a su cachorro y no podría imaginar que no tuviera todo lo que debía. Aunque en parte también le seguía preocupando todo eso de ser valiente y no cobarde, aunque no fuera gryffindor. Le importaba mucho su imagen y en ese caso la imagen que le daría a Angus.-Soy muy básico.

Terminó por decir, luego la miró con seriedad. -¿Crees que serían capaces? Cuando empezaron a decir lo del tal Potter yo no me lo podía creer, pero luego llegó este periodo de paz. Y a la vez pienso que ¿cuántos años pasaron entre la primera y la segunda guerra mundial muggle? ¿20? ¿21? Nada garantiza que la paz de verdad haya llegado. Lucharía otra vez, por Angus y a lo mejor hasta me tocaría luchar AL LADO de Angus, no puedo dejar lo que es mío, me niego a entregárselo a un grupo de descerebrados con ideas retrógradas.

Dicho eso, David volvió a beber cerveza hasta acabarse el segundo casco. Dudó entre si tomar otra o no. El hechizo no funcionaba si bebía demasiado. Igual se agachó para destapar una tercera, a lo mejor la última.

En otra época podrías haberse roto la muñeca, sin ir más lejos una pelea con Frances a fin del año pasado le había desaparecido dos costillas... pero ahora estaba más "gordita" y tomaba sus pociones con mayor seriedad. Todo fuera por cumplir tontas promesas a demasiada gente. Y para qué? Para no soportarse frente al espejo? o tener que cambiar el talle de ropa? No. Para no dejarse matar a la primera que viniera algún tonto a reclamar exclusividad de la magia, o de los amigos (si volvía a pelear con la morocha, cosa que sucedería sin remedio en cualquier instante próximo... lo sentía en la sangre, iba a suceder irremediablemente).

Primero lo miraba sosteniendo la cara de despreocupación que se había inventado, luego cuando sus palabras se pusieron más intensas se ladeó hacia el frente para ni verlo, solo pensar y llevarse el cigarrillo a los labios, exhalando el humo hacia arriba y mordiéndose el labio inferior por saberse estúpida. No tendría que haberle dicho nada, ahora le daban ganas de contarle todo, de involucrarlo en el problema, de que a él también se le arruinara la felicidad, pero no por hacerle una maldad sino porque era mucha carga para llevarla sola; y se lo admitiera o no, estaba expectante todo el puto tiempo a ver cuando encontraba la ocasión o la persona o el momento o una señal del bendito cielo para decírselo a alguien.

Fumó y volteó a mirarlo con una sonrisa en respuesta a aquello de que era muy básico. Que tontería! Y aunque fuera cierto, no había nada de malo en ello. Pensar, enroscase, pretender... buscarle las mil vueltas a las cosas a Jessy no le había funcionado en absoluto. Como ahora, eso de haber estado tanteando terreno sin siquiera darse cuenta era horrible.... Pero se lo veía tan seguro de si mismo, de lo que creía, que hasta le daba vergüenza haber dicho que ella pensaba largarse a su bien. Además merecía saberlo.... luego le leería la mente y si él hubiera preferido no enterarse pues lo desmemorizaba y ya. Era lacántropo, no podía ser tan difícil ninguna de las dos cosas.

Se bajó de la barra y se agachó junto a él. Cerveza de por medio, puso su mano sobre la boca del perro para que no dijera ni mu y con la otra al cuello le dijo al oído. - están de vuelta.... recibí un anónimo... y los vi en una visión... - Y no se tomaba todas esas molestias porque quisiera darle un contexto tétrico o íntimo su verdad. Sino porque las paredes escuchaban y esas cosas en Brigantia, como en todo el mundo y mejor asegurarse. Despegó despacio su rostro del del perro y le sostuvo la mirada para leerle la mente, si hubera preferido no saberlo... lo desmemorizaba y ya.

Como un gran idiota se asustó cuando Jessy le tapó la boca de ese modo. No del tipo de susto que se lleva alguien ante una amenaza sino el susto que te da cuando no tienes ni jodida idea de qué hará alguien de confianza. Era diferente.  Cuando le hizo la confesión abrió demasiado los ojos, pero luego relajó el gesto. Se estiró para poner la cerveza sobre la barra, haciendo que toda esa posición fuera todavía más comprometedora cuando los ánimos no podían ser más diferentes.

Le tomó suavemente la mano a Jessy para que la retirara de su boca y le permitiera hablar aunque todavía estaba acomodando sus ideas cuando hizo eso. Se mantuvo con la muñeca de Jessy en su mano. No la miraba a los ojos, había girado la cara ligeramente porque estaba pensando qué decir con la mirada fija en el borde de la barra, solo mantenía el contacto.

-¿Qué fue exactamente lo que viste?-Cuando preguntó eso volvió a mirarla sin saber que ella estaba nadando en sus pensamientos, que incluían una pizca de miedo, pero no el suficiente todavía. No era el fin del mundo, David quería pensar que estaba reagrupándose apenas, que eran solo un animal herido lamiendo sus heridas y planeando su venganza pero nada más. En caso de que eso fuera así, entonces tenían que actuar antes de que pasara algo.

-¿Lo de Priscilla Janey tiene algo que ver? ¿A quién más le has dicho esto? ¿Qué decía el anónimo?-David había bajado mucho la voz y le hablaba muy de cerca, en susurros. Había pasado muchos años de clandestinidad como para saber que había momentos en los que no se podía gritar, ni poner cara de loco.

-Lo siento si son muchas preguntas pero no quiero tomarme nada a la ligera. ¿Cómo te sientes?-¿Preferir no saber? Claro que no, no había nada peor que vivir en la ignorancia cuando se trataba de esos casos.

No porque estuvieran escondidos detrás de la barra en un lugar vacío podían darse por seguros, por eso eran importantes los susurros, las miradas e incluso el leerle la mente. Ya se disculparía luego por su falta de ética y moral. Había que tomarse todas las precauciones posibles, aunque lejos estuvieran de encontrar en pleno sitio mortífago planificando la entrada triunfal para matar, cosa que les había sucedido juntos y más de una vez.

Le apretó la mano y esperó sin paciencia real pero necesaria y se le escapó un suspiro de alivio cuando se estuvo segura que no debía usar su varita contra él. - al menos una decena, en sus uniformes - O sea mortífagos con máscara y todo. Si podía excluir las palabras exactas e igual hacerse entender lo haría sin dudarlo. Por eso no iba a decir nombres, como estudiantes de artes oscuras sabían de maleficios que se activaban al pronunciar la palabra correcta. - enviando las cartas...  Solo sé que tres ya llegaron... el resto no sé, parece que se han demorado... pero había para casi todos nosotros - respiró. Nosotros era nosotros. La resistencia, los de siempre. - Reconocí a dos de ellos... no diré sus nombre... aquí- Esa era la peor parte, tener que cruzarse a Damien en los pasillos, saber que el decano vivía a metros de donde ella se suponía tenía que dormir todas las noches. Pero no iba a decir sus nombres de nuevo, en ese contexto. Era como lo del Señor oscuro, una cosa eran los chistes, pero seriamente ya hasta le daba miedo quienes no deben ser nombrados.

No sabía porque solo ellos tres, pero estaba casi segura de que al menos la de Kris no había aparecido.  En algún punto de la semana anterior aquello de que no hubiera más novedades la había aliviado. Pero por otro lado estaba la tensión de estarse segura de que sucedería, de que ella tenía que avisar a los remitentes que había podido leer entre el montón. Solo que Jessy no era de esos que pensaba planes y estrategias, que entendía como adelantarse, como hacer las cosas bien! Ella iba y mataba gente, listo! a lo sumo financiaba pociones de suerte... y hasta ahí llegaban sus habilidades.

Terminó de sentarse contra la barra, allí en el suelo empujando a David a que hiciera lo mismo. Que le disculpase pero ni sus tacones ni sus pantorrillas daban para mantener las cuclillas toda la vida. Frunció los hombros como clara indicación de que no podía asegurarle que lo de Janey fuera por el mismo camino, pero terminó el gesto negando. Mucha coincidencia si no lo era, no?. Y negó de nuevo porque tampoco le había dicho a nadie. Bueno a Reghan, pero ni modo que le explicase quién era o porqué había confiado tanto en un desconocido, cuestión que ni ella terminaba de entender. Y no quería recordar lo que decía su anónimo, porque le recordaba como este se suponía tenía que ser el momento más feliz de su vida y como con simples palabras podían arruinárselo por completo.

Y para cuando le preguntó como se sentía, terminó inundarse de angustia acumulada y pegó la frente al hombro de David pidiendo un segundo con un dedo en alto. Es que había muchas cosas que no tenían explicación y hablar de eso, ponía verdades secretas al descubierto. Cómo no había sido capaz de avisarle a Frances que ella y Tobias y sus niños corrían peligro? Qué clase de novia era al no encontrar el momento para decirle a Kris que la amenazaban de muerte? Cómo es que Darren y Amy iban a casarse y andaban tan felices mientras ella por un anónimo similar creía que se venía la tercera guerra mundial?

Respirando profundo, ese método que le servía para despejar la mente de cosas que no venían a cuento aun, volvió a buscar la oreja de David y le susurró con descaro y maldad, del mismo modo en que ella lo había leido mentalmente la primera vez: - Las chicas muertas no pueden sonreír.... - Se despegó de él y le sonrió triste un solo segundo, para luego estirarse hacia el otro lado y buscar ella misma otra cerveza que compartir. Necesitaba un trago urgente... - son poetas ahora.  -Y negaba con la cabeza descreída aun... O sea!  Y es que hasta gracia debía dar!!! Pero ella había visto con sus propios ojos los ojos de Damien detrás de la máscara y eso no era literatura fantástica.

Se sentó con ella en el suelo mientras le contaba las cosas, aunque antes de eso volvió a agarrar su cerveza porque la necesitaba. No quería que volvieran y ahora que lo pensaba, no quería inmiscuirse en otra guerra. ¿Por qué no los dejaban en paz? No quería ver a Angus envuelto en eso otra vez, ya había sido suficiente con que perdiera a su madre y que su abuelo materno lo repudiara desde Azkaban.

-Está bien.-Le dijo siendo comprensivo con lo de que no diría los nombres pero estaba muriendo por saber. -¿Me lo escribirías en una mano? Tengo un bolígrafo.-Eso era menos peligroso que conjurarlos en voz alta. No iba a hacerse el valiente en ese momento solo para impresionar a Jessy, de nada valía ocultar que sentía un poco de miedo, pero no quería que la paranoia le ganara al sentido común. Tuvo el impulso de acariciarle el cabello cuando la sintió contra su hombro. Lo dudó un momento porque nunca había tenido un gesto cariñoso con ella de ese calibre, pero al final lo hizo y cruzó el brazo sobre su pecho para llegar hasta ella y acariciar su cabello antes de que ella estuviera lista a hablar de nuevo.

-Tal vez, solo tal vez, cabe la posibilidad de que sean un grupo pequeño que está buscando precisamente que nos pase esto, que nos angustiemos, que nos sintamos jodidos. Pero si tuvieran la fuerza suficiente para volver lo habrían hecho por todo lo alto. Los anónimos son una gran arma para desosegarnos. Aunque tampoco pienso que una amenaza se deba tomar a la ligera. – Miró a Jessy y se sintió mal por verla tan triste y tan decaída. No alcanzaba a imaginar la angustia que estaba pasando si no lo había comentado con nadie más.

-Ven aquí un momento.-La jaló con suavidad por la muñeca para abrazarla y hacer que se recargara sobre su pecho. Lo había dicho antes, que en realidad nunca habían sido amigos, pero en ese momento las cosas que definían por cultura cualquier amistad ya no parecían tan relevantes. Habían compartido más que secretos y fiestas y tonterías.

-Nunca fui el cerebro, siempre fueron Frances, Tobias, Crawford, Jasmine. Yo siempre fui mejor siguiendo órdenes y ya, sabiendo qué hacer y en qué momento gracias a los planes de alguien más.-Le estaba queriendo decir que no sabía cómo tomar todo eso, ni como proceder, no le iba a salir un plan brillante de la nada, pero tampoco se iba a intentar librar del problema, estaban juntos en eso ahora.-Lo único que sé es que tenemos que rastrearlos y averiguar todo lo posible. No podemos lanzarnos así como así a una cacería. Nadie está libre de Azkaban y hace muchos años quedó claro que nadie está libre de morir tampoco. Antes actuamos muy impulsivamente, ahora debemos ser más cuidadosos.

Como iba Jessy a reprocharse el no tener amistades normales, si lo que le sucedía para compartir eran cosas como esas? Y ni modo que consiguiera abrazos normales si solo se dejaba querer cuando su paranoia de muerte escalaba límites insospechados. Pero así las cosas que le tocaba vivir, y en un punto bien insensato y egoísta más odiaba a los mortífagos por arruinarle su adolescencia una y otra vez, que por andar matando hijos de muggles... Bueno, sus ideas políticas las tenía claras, pero a los hechos concretos le rompía soberanamente los ovarios no poder ir a una fiesta en paz, a disfrutar del alcohol, del sexo y del rock and roll sin la angustia de que al otro día podía amanecer muerta.

Era una loca, exagerada, temperamental, paranoica e intransigente.... podía razonar que no era para tanto, al menos no aun, pero el miedo era el miedo y podía sentir que David también lo tenía. Como siempre que se ponía nerviosa, que pensaba que iba a llorar como Magdalena y solo en ese punto cobraba fuerza su gryffindor interior, terminó riendo secamente contra su pecho, asintiendo a sus palabras y diciéndose una "ya, ya, Jessy" mental, para despegarse y darle un super trago a la cerveza.  - lo sé, lo sé... es para volvernos locos... Pero ellos lo están más, si vieras la cara, la mirada de bebé morti.... cada día está más desquiciado - siempre le decía así a Holland, primero por despreciarlo, ahora por costumbre -  y peor que el miedo a la guerra impiadosa la cosa es.... desaparecer un día como la chica esta.... Que empiecen a actuar así, en las sombras, uno por uno... sin causas aparentes, sin que el ministerio haga nada como de costumbre...

Cuando escuchó la enumeración de quienes eran los cerebros, asintió con la cerveza en los labios una vez más. Así igual pensaba ella sobre cada una de las cosas. - Debí decirle a Frances... pero estamos en nuestro peor momento. - Jamás iba a decírselo si sabía que una posible respuesta era "tu estas loca, ingenua y estúpida, te crees cualquier cosa" o peor " lo que te pasa te lo buscas, deja de hacer espectáculos". Presentarse a buscar a Tobías podía desatar líos aun mayores y de Jasmine ni hablar: no sabía en que términos había quedado con el perro y no iba ella a preguntar cosas sobre las que se sabía con poco tacto. - tu puedes hacerlo, eres su chico... - sonrió ante el chiste repetido, dejó la cerveza en el suelo y le tomó la mano para escribirle Blackburn mientras continuaba hablando. - Ya no tengo mi carta... se destruyó con la poción encontradora... pero puedo conseguir las otras dos que andan por ahí... - y si, pensaba que hasta para hacerle creer eso a Frances necesitaba evidencias. Quizá el perro también desconfiase pero ya no le estaba leyendo la mente. Agotaba saber todo, todo el tiempo, no solo había que actuar según lo que se decía abiertamente, sino también con respecto a lo que no se compartía.... Y era difícil sostener en el tiempo aquella cuestión, sin pisar en falso y dejar al descubierto que era legermaga.

- igual... nada pasará, no?... esta vez, creo que estamos por delante de ellos... - Lamentaba haber arruinado su reunión con David, su despedida, pero tenía que convencerse de que sería para mejor, si al menos venían tiempo difíciles algo harían; si ella desaparecía, al menos David sabía que no se había ido de fiesta por ahí, como algunos opinaba de Janey... Y si no, Jessy quedaría como la loca exagerada que siempre había sido y nada cambiaba tampoco. Por ahora... un secreto más a compartir.

Apretó la boca cuando Jessy le decía que la mirada de “bebé morti” era la de un desquiciado. David adivinó que se trataba de él porque era la manera en la que Jessy siempre se refería a su persona. Damien siempre había sido de armas tomar y David no iba a tomárselo a la ligera pero también ¿qué podían hacer? ¿secuestrarlo para tener información? ¿matarlo? El licántropo no iba a arriesgarse a Azkaban por una visión y una suposición, aunque eso no quería decir que no le creyera a Jessy. Pero ella tenía razón en que era peor pensar que podían empezar a desaparecer de la noche a la mañana, uno por uno, por estar indefensos.

-Sí, yo puedo hablar con ella.-Sabía que Frances no era una persona fácil y que si por cualquier cosa tocaba las teclas inadecuadas podría explotarle en la cara pero pensaba que para esas cosas era más sensata. Él hablaría con ella y ella decidiría si lo hablarían con Tobias, aunque seguramente la respuesta sería que sí. -Por ese lado no te preocupes, es mi chica.-Regresó la broma aunque no le sonó descabellado, la conocía desde que era una niñita y sabía perfectamente cómo manejarla aunque nunca le fuera a decir algo así a nadie en voz alta respecto a ella. Vio su mano y tragó saliva ruidosamente al ver el nombre de Blackburn escrito en ella, eso era algo que no se esperaba y algo que estaba más allá de lo fregado.

Se restregó la palma de la mano contra el pantalón queriendo borrarlo y después pegó la cabeza contra el mueble del bar. -Lástima que se destruyera, deberíamos hacerlo público, mandarlo al Profeta o hasta al Escuchón. La gente debe saber lo que está pasando. ¿No crees? No decir los nombres porque nos meteríamos en un problema demasiado grande y no es momento de explotar ninguna bomba, pero sí publicar los anónimos que todavía tienes.

Se miró la mano en donde quedaba un manchón de tinta un poco ininteligible y se terminó su cerveza.-No sé si beber otra, esta noticia lo amerita, creo.-Se giró un poco, torciendo el cuerpo, para robar otra cerveza de la parte de atrás. Era la cuarta pero no las estaba sintiendo, a lo mejor eran para elfos domésticos.

-¿Te estás cuidando? Tienes que estar muy alerta, nunca andar sola, esas cosas que ya nos sabemos. ¿Recuerdas cuando todos estábamos obsesionados por comprar guardapelos del celoso para todos para siempre saber en dónde carajos estábamos? Y me refiero a nunca estar sola ni siquiera dentro de la universidad porque si esto es cierto.-Le enseñó la mano con su mancha de tinta.-No podemos escatimar en protección. ¿sabes exactamente para quién más son los otros anónimos?

A Jessy no le convencía aquello de hacerlo público para nada. Pero de todos modos no era algo que pudieran decidir ellos dos ahí solos de buenas a primeras. Si el perro hablaba con Frances y esta con Tobias y así sucesivamente, y la mayoría decidían que ese era el camino correcto, pues... no quedaría más que aguantarse, hacer pública la situación y exponerse a responder mil cuestionamientos de todo tipo, cosa que por iniciativa propia jamás haría.

- una más y ya... - Claro que lo ameritaba, ella también se tomaría otra y con eso completaría su cuota: dos copas de vino, dos cervezas, era posible que el mundo le diera un par de vueltas para cuando se levantase del suelo. Pero primero, justo cuando tenía la botella en los labios se ahogó con su propia saliva culpa de la risa nerviosa que la pregunta de David le había causado. Dos segundos después se dio cuenta de que nadie se refería a embarazos, pero bueno, el susto mental había sucedido y tuvo que limpiarse los labios con la manga del vestido, para recomponer su postura. Hasta le pidió perdón, porque no tenía ningún sentido haberse reído. - perdón... creo que tengo eso cubierto, digo, lo de la compañía... - que iba a decir? Siquiera se lo hubiera ocurrido a quien darle un guardapelo hoy en día.

- Alcancé a leer unos pocos destinatarios, ambos Alechinsky, Kris... Sarah... y el tonto de James , el presidente del consejo.... Darren y Amy son los que recibieron el mismo día que yo, pero se lo tomaron como una broma... Y me alegro, yo no quise hacerlos cambiar de idea. - Otro trago a la cerveza, una mano al hombro de David y a impulsarse para ponerse de pie. Otro trago largo y mirar al rededor, los tarros de frituras, las botellas vacías... - Podríamos ir a buscarlos ahora... Darren los guardó en su baúl luego de mostrármelos... ohhhh fuck!! Soy una idiota. Debí habérselos robado en su momento, ahora quién sabe si ya no los tiró... - Y es que si Darren en verdad se lo había tomado a broma, por qué hubiera guardado las notas tanto tiempo?

- Voy a ir ahora...- No pensaba quedarse con la duda. Mejor colarse en el dormitorio del smertios y buscarlos ya, ya, ya. Guardó los frascos en su lugar, dio un último trago a su cerveza y evaneció todo desorden con su varita.

David se sintió aún más intranquilo al escuchar que Sarah y los Alechinsky también estaban destinados a recibir un anónimo, aunque hubiera fecha fija para ello. No porque los demás no le importaran, sino porque ellos tenían hijos y ya no era cosa solo de cuidarse a ellos mismos.

En ese momento ni siquiera estuvo tan seguro de que Frances fuera a tomarse las cosas con filosofía si estaban sus hijos de por medio y se planteó no decirle lo del anónimo. Su ceño se frunció cuando Jessy mencionaba que Amy y Darren se lo habían tomado todo a broma, por un lado a lo mejor era bueno, pero por el otro también era un poco peligroso tomar todo a la ligera.

Ayudó a que Jessy se levantara impulsándola lo que pudo, pero el licántropo ya parecía fuera de ese mundo. Pensaba en la visión de Jessy, en Damien Holland y en lo que se podía hacer para salir de todo ese atolladero.

-Sin Quién-tú-sabes no tienen oportunidad, ¿cierto? Podrán querer renacer de sus cenizas pero el que tenía el verdadero poder era él. Sólo no debemos dejarnos dominar por el pánico.-Le dijo tratando de convencerse de que eso era cierto, porque nadie podría haber alcanzado el poder de Lord Voldemort en ese tiempo para alcanzar ese nivel como para reagruparlos a todos, o eso quería él pensar.

-¿Quieres que te acompañe?-A buscar las notas. No sabía cuánto soportaba Jessy el alcohol con ese cuerpo tan delgado, y había bebido considerable en tiempo récord. Ahí definitivamente no había habido ninguna fiesta.-Espera, espera…-Dijo tomando más maníes con la mano antes de que el frasco fuera a parar de vuelta a su lugar.

Jessy quería creer lo mismo que David, así que asentía a sus palabras por darle la razón, por coincidir, y por... darse coraje. Estorbar la hora del almuerzo a un perro no era buen plan, pero igual aceptó que la acompañase, sin escusas de por medio. Como con Frances, terminaba confiando secretos a las personas más extrañas, y luego dudaba, sin arrepentirse totalmente pero buscándose escusas mentales para asegurarse de que hablar no estaba mal, que se podía confiar, que nadie luego lo iba a usar en su contra...

Lo esperó fuera y volvió a poner la llave detrás del ladrillo correspondiente. Se sentía algo mareada, pero la evidencia de la borrachera había estado en su actuar: el compartir aquello, cierta cuota de drama en las palabras, el apuro a último momento, la neurosis desbocada en las pequeñas cosas, como tener que ordenar todo el lugar. - Darren y Amy se casarán... te enteraste? una boda pequeñita en la playa, va a ser hermoso... - y ella estaba en los detalles así que así sería - te anotaré en la lista, luego me confirmas si vas... y con quien - le guiñó un ojo olvidándose de que no pretendía sacar el tema de Jasmine a colación y siguió hablando como si nada. - podrías llevar a Angus, necesitamos un niño de las flores... - Y se carcajeó. No le haría eso ni a Angus, ni a la boda! pero igual el chiste valía.

- Pero primero este fin de semana tenemos el cumple sorpresa de Kris... que le están organizando sus amiguitas. - agghhhrrr, a veces las odiaba mucho mucho!! - Barunka se pasa de harpía. Me cruza en un pasillo para decirme que no vaya, es decir... le guste o no, soy la novia, no puedo no ir, aunque quisiera, es como un contrato social a respetar...Pero para qué iré? para tener que aguantarme toda la noche sus miradas infames?... - Ya estaba hablando sola a ese punto o el perro había aguantado la conversación típicamente femenina y le seguía el camino de regreso a la facultad?

- Olvida todo lo que dije... bueno, lo del casamiento no. A eso si te invito como organizadora oficial!

David habría querido llevarse con él el bote de cacahuates para ir comiendo mientras iban al dormitorio de Darren o de Amy pero sintió que se iba a ver muy mal enfrente de Jessy robándose el tarro así que se aguantó las ganas y simplemente la siguió.  

-Sí, algo por ahí escuché.-Que se iban a casar, a lo mejor lo había dicho alguien que leía el Escuchón y lo mencionaba. -Pero pensé que ellos ya no estaban juntos.-Dijo dejando muy obvio que tenía muy poco si no era que nulo conocimiento de las vidas de sus compañeros. ¿Qué había sido del David Finnerty ultra popular que estaba en todo? Pues estaba más que muerto.

-Creo que seré yo solo con mi alma.-Había dicho eso pero tampoco pensaba tocar el tema de Jasmine, al menos no directamente. Con eso daba a entender que no sabía en qué punto de la historia estaban y que tampoco pensaba averiguarlo. -O Angus, si es que quiero ir, aunque dudo que le llame la atención eso de ser niño de las flores. ¿Puede ir con kilt?-Se rio porque obviamente para él también había sido todo una broma.

-Aaaah, no sé si esté en un buen lugar con Sveinsson. Pero veré si es posible.-Siendo honestos no prestó mucha atención a lo dicho sobre lo mala que era Barunka, o mejor dicho, no agregó nada de valor a ese asunto porque ni sabía qué decir. ¿Se suponía que debía seguirle la corriente con aquello de que era mala chica por ver mal a Jessy? Las chicas podían ser muy territoriales y el islandés parecía tener un don.

-Bueno, iré a la boda. A la fiesta…no estoy muy seguro. A menos que Sveinsson esté lo suficientemente ebrio como para no repudiarme en público.-Le dijo encogiéndose de hombros. A veces sí se arrepentía de no haber hecho nada cuando Tobias lanzó esa imperdonable pero el daño ya estaba hecho.

kilt?Angus o tu? seguro se te verían bien bonitas las piernas peludas... - Y se rió. Suerte tenían los hombres que no tenían que depilarse, aunque con magia nada era tan grave. Que tal si fuera cierto que los hijos de muggles robaran la magia y existiera la posibilidad de que Jessy se quedara sin ella? Oh! eso sería un desastre! Y Si, ya iba borracha, de otro modo no se le podrían ocurrir esas cosas.

Se tomó del brazo de David para saltar unas raíces indiscretas que arruinaban el camino de piedras y volvió a sonreír por lo del islandés - Entonces... al final las mujeres y los hombres somos iguales, solo que ustedes disimulan mejor sus diferencias... Se evitan y ya... - David y Kris tenían algo, algo no bueno entre ellos, así como Jessy con/contra Frances y Barunka. - Se llevan mal por que sí? O pasó algo? ... Seguro que en el DD no se peleó solo con Tobías también se peleó contigo? Pero si fue así porque.... porque no lo dicen y ya? Al menos las chicas nos gritamos las cosas en la cara en frente de todo el mundo. .. Ya quisiera yo poder evitar a las chicas, pero nuestros mundos están muy mezclados, si tratara de evitarlas tendría que... hasta dejar la unviersidad. Como ahora ellas hacen la fiesta, me la voy a perder? Pues no.

Estaba hablando demasiado y repitiendo cosas y.... metiendose dónde no la llamaban. - Que pasó en el bar? Entre Tobías y Kris? -

-No, yo casi no uso kilt aunque mis papás preferirían que sí lo hiciera.-Dijo sintiéndose de buenas con Jessy a pesar de todo el mal trago que habían pasado hacía un rato. Al menos no se sentía solo en eso y esperaba que ella tampoco se sintiera sola y que supiera que había alguien que le cuidaba las espaldas.

Sobre las diferencias entre hombres y mujeres, no estaba muy seguro de que en realidad entre ellos se evitaran. No Sveinsson al menos, precisamente el islandés se metía en muchos problemas por no evitar a quienes odiaba. -No, no nos hemos peleado directamente, se trata de otra cosa, en la que tal vez el islandés tenga razón. Pero ¿no te ha contado?-Porque si Sveinsson no le había contado a nadie, él tampoco tenía por qué hacerlo, podría meter en problemas a Tobias y no era el caso. David prefería pensar que solo había sido una pelea entre tipos que había llegado demasiado lejos. -Pero espera, ¿las chicas? Pensé que solo era con Barunka. ¿Es por eso que no le dirás a Frances tú misma?-Iba a indagar más en eso para dejar atrás lo del bar pero Jessy le preguntaba algo directamente y él la miró sin saber qué decir.

-Si el islandés no te lo contó no creo que sea buena idea que yo te diga algo. No quiero parecer El Escuchón.-Había pensado que saldría en el pasquín porque de hecho había habido testigos, como los compañeros de equipo de Sveinsson en la universidad, pero nada había pasado y ahora él estaba ahí reviviéndolo. Las tonterías del islandés, la reacción de odio puro de Tobias que estaba pasando por un mal momento con Frances y el rayo verde que había atravesado la distancia entre ellos reviviendo viejísimos rencores. Y él, que no había hecho una mierda más que pedirle que se fuera.

-Pero la verdad es que creo que le debo una disculpa o algo. Tú sabes, tu novio puede ser muy hijo de puta a veces pero ¿quién de nosotros no lo es de vez en cuando?