una buena y una mala...

Siguiendo la consigna que desde hacía casi dos semanas se había hecho rutina, Jessy mandó un patronus al islandés para citarlo al borde del lago, justo ahí donde un sauce entre las rocas daba lugar a apoyar la espalda y mirar el horizonte anochecer. Si hubiera sido como un anterior día cualquiera, lo hubiera ido a buscar al campo de quidditch luego del entrenamiento, invitado a tomar algo en el bar y blablabla... Pero  ya no eran días cualquieras, hoy era martes de sobriedad y ella ahora tenía la presencia prohibida en el campo deportivo. Y ahí una mala noticia para charlar.

Pero no todo era nefasto en la vida, también pasaban cosas buenas, al fin y al cabo, tramites terminados ya había vuelto a la uni y tenía mucho por hacer antes de escaparse nuevamente, quizá una fiesta de fin de semana en la playa, para festejar la inminente muerte de su padre odiado. Y ahí una buena noticia a compartir... Más bien un plan a proponer, pues si Kris no quería tomarse un finde sabático ella con que cara iba a largarse sola por ahí?... O peor con otros amigos...


Apurate! me congelo!

Le mandó otro patronus, exagerado claro, pero ya había aguantado de molestarlo ayer, así que hoy se permitía el doble! Bendito momento que se le había ocurrido que el día estaba hermoso, que fumar al aire libre era saludable y que era buen horario para sacar a pasear un zorro con correa.

Algo había escuchado respecto a la locura de Jessy, el castigo de Blackburn y la semiveelez de Barunka salvándola. No había hablado bien al respecto con ninguna de las dos pero esperaba poder hacerlo. Sentía que tenía siglos que no hablaba con Jessy más que a base de patronus, que no la tocaba y demás cosas. Podría sonar completamente hipócrita decirlo pero la extrañaba demasiado, aunque no se lo dijera.

Sonrió cuando le llegó el segundo patronuns apurándolo y eso hizo. Llegó en escoba, con jeans y sudadera, no directo del entrenamiento pero sí directo de las duchas. Llevaba todavía su ya bien conocida maleta de deporte colgada al hombro, por lo que hacía malabares para no irse de lado por el peso. Aterrizó a su lado. Dejó la escoba y la mochila por ahí antes de acercarse a Jessy, tomarle el rostro con ambas manos y besarla, con las ganas que había tenido de hacerlo todos esos días.

-Eres una impaciente, no iba a tardar más de cinco minutos más.-Sentía que tenía demasiadas cosas que decirle, pero no quería ser el primero que dijera malas noticias, a lo mejor ella también tenía alguna que compartir. Acarició la cabeza del zorro con cariño, aunque no fuera un tipo de mascotas realmente y luego volteó a verla a ella.

-¿Estás bien?-Ella podía decir todo lo que quisiera sobre perder a su padre, que fuera o no poco importante, pero él prefería estar seguro.

Era extraño pensar que se extrañaba a alguien más cuando se lo tenía en frente que los días de ausencia real, como si la presencia agolpara los sentimientos viejos, nuevos, olvidados para generar una gran ansiedad. De solo verlo una sonrisa le pintó los labios y apuró el cigarrillo para lanzarlo al lago y recibir su beso de amor. Definitivo, lo había extrañado mucho y no iba a soltar las manos enlazadas tras su espalda en mil siglos, ni aunque Rojo tironeara por huir enredada su correa entre ocho patas.

- yo que sabía... te extrañaba - le besó otra vez. A veces cinco minutos era mucho tiempo, y pensándolo así era una estupidez no haberlo ido a buscar el día anterior cuando había llegado a Brigantia, o haberse escapado de sus obligaciones familiares para pasar una tarde con él o ser más efusiva e interesante en sus patronus. Pero ya! pasado pisado, aun así con el novio de ensueño, no iba a aprender de un día para el otro como era eso de las buenas relaciones sociales.

Por ejemplo que si le preguntaba si estaba bien podía responder algo más que - Si, re bien...  con algunas novedades - Siquiera pensó que Kris le estaba preguntando por su padre, quizá hasta era una suerte de la coincidencia que justo hubiera algo que decir sobre eso. - en realidad varias... Ya te enteraste lo de Blackburn?... - Rodó los ojos y bufó siguiendo a Rojo que tironeaba para recorrer y olfatear cada milímetro del terreno. Y obvio que no miraba a Kris, porque claro, por mucho tonito altanero que usase para referirse al episodio, todo eso era una vergüenza infame, infantil, horrible. - cuestión, ahora no puedo acercarme a veinte metros del estadio, ni gradas, ni vestuarios, sobre todo escoberos... ya nunca podremos manosearnos entre ratas... y si sumamos a eso lo de la enfermería... en cualquier momento no podré poner ni un pie en la universidad... Pero no importa, debería estar feliz de que Barunka me salvó de la expulsión. -

No, no estaba feliz. Que haya necesitado la intervención de una pajarraca para librarse de la expulsión era más vergonzoso aun que habérsela ganado por volar un escobero. De todos modos sabía que solo ella se entendía con sus pensamientos retorcidos. - esa era una mala noticia, pero es bien tonta, no? - Bien, ya había hablado demasiado y empezado por quejarse, lo cual también era fatal -... tengo buenas también. Tu? que fue de tu vida?....

Que ella le dijera que lo había extrañado le dio pie a que le respondiera que él también lo había hecho. Era extraño pero cuando habían sido solo amigos no se había preocupado por decir o no ciertas cuestiones, las decía y ya, que pasara lo que tuviera que pasar, pero ya era distinto. No sabía muy bien qué cosas no quería saber Jessy, o cuáles la harían sentir en pánico como la noche en que le había pedido que oficializaran todo su asunto.

-Sí, me enteré. Me alegra que no te hayan expulsado. Debes ser más prudente la próxima vez.¿Él hablando de prudencia? Pues sí, no quería que la sacaran del colegio, sin ella ahí no podían salir las cosas bien, la necesitaba. Además Kristján no entendía cómo podía darle tan poca importancia a la universidad, quizás porque jamás había vislumbrado una vida en donde se tuviera todo comprado y estudiar no hiciera ninguna diferencia. Sabía que entre Jessy y él había diferencias abismales, que en realidad no le habían preocupado nunca, pero que ahora le hacían ver muchas cosas en perspectiva.

-¿A qué te refieres con “deberías”, ¿no lo estás?-La miró con el ceño fruncido antes de acomodarle (o desacomodarle) un mechón de cabello en un gesto bastante cariñoso que hizo casi sin pensar. La veía muy guapa ese día. -Hoy luces condenadamente comestible.-Añadió para quitarle hierro a al confusión que le generaba saber que no parecía contenta de no haber sido expulsada.

-¿Qué fue de mi vida? Nada especial.-De inmediato eso le sonó a una mierda, por lo que estrechó a Jessy contra él para pedirle perdón en silencio. -Bueno en realidad sí sucedió algo especial, aunque me hubiera gustado escuchar la buena noticia que me tenías antes de decirte esto.-No sabía cómo decírselo, era más difícil que comunicárselo a Kit, porque de todos modos con él no había espacio para reclamos o inseguridades, su relación ya era una inseguridad por default.-¿Viste que Sarah volvió?

Era una estupidez hacerse expulsar por explotar un escobero, pero esas cosas le pasaban a Jessy, no es que buscara arruinarse los días, simplemente por X o Z explotaba, hacía alguna tontería y... todo al traste! Al menos cuando la guerra, si te castigaban, expulsaban o torturaban había un justificativo de peso, ideológico o hasta de rebeldía adolescente por detrás... ahora era todo... nihilismo o alguna de esas palabras raras que usaba la gente culta. Lo mismo, al estarse ofendida por la actitud de caballero andante de Barunka. - mmm... no es que no esté agradecida de su encanto, pero solo le dará letra a Barunka para decirme la próxima vez "yo te salvé!" "yo conquisté a Alec, no tu, tonta!"... da igual- terminó susurrando y cerró los ojos descartando el tema con un pequeño movimiento de negación del rostro.

Adoraba a Barunka, pero como Frances siempre salían ganando frente a ella y encontraban cualquier tontería de la vida cotidiana para menospreciarla. Y ni hablar de que la pajarraca quería demostrar a capa y espada que esa relación, la de Kris y Jessy, era una mierda sin sentido o con el peor de los sentidos, cosa que ponía a la rubia loca en su fuero interno, evidenciando que algo de razón debía darle. Pero si funcionaba! Más allá de las mil diferencias y sus millones de problemas. Quizá no con la naturalidad que Jessy había pensado en algún momento, cuando suponía que sabía tanto sobre Kristján que podía hasta dar consejos a otras pretendientas, con aires de grandeza incluidas... Pero ahí estaban abrazados, hablando sobre.. Sarah?

Le costó unos segundos conectar nombre con cara y decidirse a apartar su rostro de su cuerpo para mirarlo a la cara con ojos extrañado, preguntando - Walsh? la prima china de Anny? - tiempo al tiempo, a la tercera terminó de captar a que venía eso con aire triunfal - tu ex! - se rió y se llevó una mano a la boca para callarse. Le había dicho china a su ex? eso era grosero... y se estaba riendo de que volviera una ex de su actual a la universidad, eso era idiota! - así que volvió. No, no tenía idea... y es especial porque?... -

Evidentemente no le iba a cortar justito ahora por irse con una asiática, porque esas no eran formas de introducir el tema, no? NO??!??! y de todos modos no pudo evitar alejarse un paso y decir alguna tontería - Me sigue gustando más Amy para que me remplace cuando me expulsen... Y Jessy que pensaba en preguntarle sobre su fin de semana de amor con Zelda. Capaz era momento de dejar de lado ese tipo de comentarios como si le diera igual esa relación y lo que kris hiciera de su vida, como si para ella fuera uno más que podía aparecer y desaparecer cuando le diera la gana, porque nada más lejos de eso.

No podía entender por qué Jessy se tomaba todo ese asunto de Blackburn de esa manera aunque sí que la tuviera tanto contra Barunka.-Seguramente tú no estabas precisamente esforzándote por arreglar las cosas o por encantar a Blackburn, ¿o si?-Le dijo con un tono un poco bromista. Quería que Jessy dejara de sufrir pero no sabía cómo hacerle para que viera las cosas de forma más positiva o algo. De todos modos nada había pasado y el asunto de Sarah era más importante.

Ya iba a decirle lo de su niña, pero entonces Jessy sacó aquello de Amy. Kristján se enojó mucho sin poder evitarlo. Estaba cansándose de verla tan poco interesada como para que dijera con naturalidad que prefería a Amy como reemplazo, como si ella fuera reemplazable. Volvió a odiar a Jasmine por meterle ideas en la cabeza porque estaba claro como el agua que todo eso parecía ser una carga para Jessy, que debió haber dejado las cosas como antes.

La alejó de él con un movimiento gentil pero muy firme. -No sé ni por qué me molesto en pretender que estamos en una relación seria si para ti esto es como un juego en donde eres fácilmente reemplazable. No sé qué carajos he hecho mal que te hace pensar eso. -Se rascó la nuca y tomó aire. Estaba enojándose de verdad. -Lo que quería decirte era que volvió y trae consigo a una niña mitad china y mitad islandesa. Y es hija mía. Es todo. Pero seguramente te da tan puto igual como todo lo demás.

Un paso atrás y un ceño fruncido, primero de desconcierto y luego porque... Kris estaba diciendo una tontería tras otra. - no, espera, no es un juego, no para MI al menos!... pero que querías que te dijera si cada día te encuentras con una chica diferente! -  Desayuno con Amy, viaje con Zelda? las tenía que enumerar en voz alta? A saber con quién había ido a ver fútbol! o con quién había estado cada vez que ella le mandó un patronus la semana anterior. Que controlara su neurosis como una campeona no tenía nada que ver con que le fuera indiferente lo que hiciera Kris.

Al final estaba actuando igual que en el baile: Distancias, para no involucrarse porque si! si que pensaba que era fácilmente reemplazable... y quizá no tenía que ver con lo que el islandés hiciera o dejase de hacer. Necesitaba un cigarrillo o ... Un cigarrillo estaba bien y eso prendió justo antes de casi ahogarse con la noticia. Volteó a mirarlo con el mismo rostro extrañado y negó hacia el lago, como si tuviera que escuchar de nuevo la voz de Kris en sus pensamientos para saber exactamente qué le había dicho y corroborar que no eran alucinaciones.

- tienes una hija? - dijo totalmente desconcertada, pero al menos volviendo a mirarlo a la cara. Que se suponía que tenía que decir ahora!??!?! ? porque no se lo dijo antes y así se ahorraba el papelón de pensarlo cuerneandola!... Espantó moscas mentales con una mano y se puso a andar dos pasos, en círculos, en el lugar, ni caminar podía mientras trataba de recuperar el habla. - no. - negó con el rostro - no me da igual, es decir.... - A quien le importaba si le daba igual o no!?! Y como diablos se suponía que algo así le iba a dar igual!?! y... de todas formas... - ya la conociste?... cómo se llama?... - Y en un rapto de locura terminó sonriendo porque era muy loco! hasta gracioso de lo increíble!, tomándole la cara por los lados y plantándole un beso! Ay dios! que vida loca loca! así no había quien pudiera tener un día tranquilo, pobre Kris, le pasaban todas... Pero un hijo era algo bonito, no?

Kristján comenzaba a poner más y más a la defensiva, en especial cuando Jessy le reprochaba que cada día se encontraba con una chica diferente, ¿de qué estaba hablando? En su primitivo lenguaje eso significaba de verdad estar con una chica, besarla, follársela, coquetearle. Y hasta donde él sabía no había hecho nada de eso. A lo mucho Kim lo había besado aquella noche en el Scary Witches por alguna razón malévola pero la tipa era lesbiana, ¡qué más daba! -¿Pero de qué estás hablando?-Le espetó molesto y gesticulando de más. Y parecía que así de fácil Jessy quería olvidar las cosas, a Kristján le daba la impresión de que prefería no hablar de cosas serias, de que prefería no involucrarse. No podía saber lo que en realidad ella sentía por él y para él todas las señales eran muy confusas.

No le reafirmó lo de que tenía una hija cuando ella lo preguntaba porque parecía más incrédula que sorda. Se había cruzado de brazos y solamente asintió cuando le preguntó si ya la había conocido. -Sí, la idiota de Sarah le puso JinJing como si la vida no fuera lo suficientemente dura por si sola.-¿se entendía, no? Que él no había sabido absolutamente nada hasta ese momento. Le sorprendió que Jessy lo besara y aunque estuvo a punto de robarle una sonrisa, no le contestó con todo el entusiasmo que podía esperarse.

-Jessy, no quiero insistir, no quiero rogarte. Desde el primer momento esto te pareció a ti una muy mala idea ¿verdad? No quiero que pienses que me debes algo y que estés conmigo por eso. Menos ahora.-No lo estaba haciendo por algún sentimiento de remordimiento o culpa por lo que estaba pasando con Kit que jamás se atrevería a mencionar, eran mundos aparte. Kristján de verdad quería estar con Jessy pero a veces no estaba seguro de hasta qué punto ese sentimiento fuera mutuo o hasta qué punto ella solo estuviera ahí por pensar que era el siguiente paso natural en la evolución de su relación.

JinJing no era un nombre taaan malo, sonaba tierno en inglés y cuando fuera mayor le dirían Jin lo cual podía ser hasta cool. Ella tenía de nombre un diminutivo de letras repetidas y se había pasado el primer año de Hogwarts aclarando que así era Y YA, que no se llamaba Jessica por merlín santo!!! Pero la vida si que podía ser una mierda, más allá de los nombres, más allá de los padres que tocasen en suerte, aunque eso influía un poco más. Y para ejemplo ese momento mismo... No sabía qué decir, peor: no sabía qué se suponía que tenía que decir. Lo único que apuró a pensar es que era una inútil buena para nada que solo sabía arruinarse las pocas cosas buenas que le pasaban... como en el baile. Pero eso sería victimizarse, como le decía Darren all the time.

- no estoy contigo por eso, que tonto eres. - se colgó de sus palabras para empezar por algún lado. Hubiera sido más fácil si estuviese borracha y desinhibida, o si fuera una persona parlanchina deseosa de compartir sus sentimientos. Pero nada de eso sucedía. Tampoco llevar un giratiempos en el bolsillo, solo un cigarrillo entre los dedos que llevó a sus labios para tenerlos ocupados al menos un segundo más - Pero si... es una mala idea - y se dio la vuelta para patear piedritas.

- Más ahora... solo quiero que seas feliz...- era difícil creerlo no? - Yo solo traigo problemas, tu necesitas alguien que se encargue de los tuyos... cuando sucedió lo de la cocaína pensé que quizá si moríamos de sobredosis pero juntos no era tan mal plan... Pero luego tu dijiste que lo tienes controlado, yo no puedo ni con los martes de sobriedad... Y tu tienes otros planes, ¡si hasta acabas de pasar al grupo de los padres! - Cuanta distancia había entre el fin de semana en cuba que Jessy se planeaba y el que Kris podría estar pensando con JinJing?

Le temblaba la mano de los nervios o del frío, hasta fumar era difícil. Pero ya había empezado a hablar. - Te quiero demasiado para soportar la idea ser una carga. - un suspiro fastidioso se le escapó al destrozar lo que quedaba del cigarrillo con la punta de su zapato. Respirar era un buen método para volver a alzar la frente e intentar una sonrisa. - jamás le hechices la memoria a tu bebé, trauma a la gente!- y tuvo que estrujar el cuello de su camiseta con los dedos para atraerlo hacia su boca y plantarle otro beso porque seguro era el último.

Ya estaba, para Kristján estaba muy claro. Para Jessy eso había sido malo desde el principio y seguramente solo le había dicho que sí para no hacerlo sentir mal o cualquier cosa. Miró a cualquier lado menos a ella y hasta se rio cuando la decía que solo quería que fuera feliz, se ofendió cuando le dijo que necesitaba que alguien se encargara de sus problemas y cuando hablaba de planes, de pasar al grupo de planes. Ella quería estar al margen, estaba bien por él.

-Nunca te impuse esto. Nunca te dije que era tu obligación. Si no estabas convencida desde un principio, debiste ser sincera. No sé por qué mierda…-“no sé por qué mierda me dejé llevar por Jasmine”, estaba muy arrepentido. El asunto con Kit no tenía nada que ver, para como Kristján lo veía, eran dos cosas aparte y no se relacionaban directamente, excepto porque se sentía culpable.

-¿Una carga tú para mi? Eres tú la que acaba de decirme que yo no puedo lidiar con mis propios problemas. No digas tonterías para justificar no haber sido sincera conmigo desde el principio. ¿Por qué no me dijiste que estabas demasiado cómoda sólo follando conmigo en vez de aceptar ser mía?-Para colmo la muy caradura intentaba hacer una broma. Cuando lo atrajo hacia ella Kristján dio un manotazo a su brazo y ladeó la cara para que no lo besara.

-Ya basta, Jessy.-Le dijo cortante. Necesitaba cuanto antes un trago de lo que fuera, pero iba a mantenerse sobrio hasta el asunto ese de la fiesta de Angus Finnerty para no presentarse mal ante Sarah, aún cuando todo con Jessy se estuviera yendo a la mierda más pronto que tarde. -Te quiero y de verdad quería que esto funcionara, pero no puedo lidiar con tu puta actitud infantil ahora mismo.

- yo no dije que fuera obligación... - trató de interrumpir. Pero él seguía con las tonterías, estaba enojadísimo y a ese punto era evidente que nada de lo que Jessy pudiera decir cambiaría las cosas. No solo porque sacar a Kristján de un enojo requería de cierto arte de por si, sino porque la rubia era nefasta solventando problemas, siempre los empeoraba y lo sabía, y cuando llegó la parte en que él le negó un beso, al dolor, los nervios y el frío podía sumarse la vergüenza. Y eso si que era un buen detonante para que todo se fuera a la mierda.

- Cómoda follando?... Estás demente! No me digas que me quieres cuando "no puedes lidiar con mi puta actitud"... Qué pensaste? Quién creías que yo era?! - no lo entendía, o mejor dicho entendía perfectamente que Kris quería quien sabe que cosa, porque a lo que Jessy refería, ella seguía siendo la misma persona de siempre, la misma persona en la que ÉL nunca había reparado más que para follar! Había intentado ser otra cosa, y ponerse contenta por el noviazgo y comer y salir a socializar, pero... luego simplemente era ella, una desquiciada para nada sincera que no sabía como socializar con la gente. Menos cuanto más le importaban.

- Quieres sinceridad?... Yo te amo! desde Hogwarts! te he visto ir y venir cuanta chica se te ha ocurrido y REcurrido, pensando que capaz algún día te dabas cuenta que yo también estaba por ahí... Y cuando me había conformado con lo que teníamos vienes a sacar un noviazgo de la galera. Porqué? Para qué? Para decepcionarte? echarme en cara mi actitud? Para lograr que ya no pudiera haber nada de nada.. - porque si, después de todo eso ni los buenos días al pasar por un pasillo.

- Y encima me niegas un beso? A mi? que he estado disponible para cualquier cosa que tu has querido! Incluido el noviazgo!... A mi si me alcanza con "ser tuya", tu en cambio siempre andas buscando algo más... No hay nada que te haga feliz, o al menos no yo! es evidente... Perdóname por no tener ni puta idea de lo que quieres. -

Kristján estaba muy desesperado y se le notaba pero cuando Jessy dijo que lo amaba desde Hogwarts, sintió como un pinchazo en el pecho. Jasmine no se había equivocado, al parecer y él simplemente se había dedicado todo ese tiempo a hacer notar que cabía la posibilidad de que sí, o de que Jessy no le daba la importancia suficiente. Por otro lado, estaba el asunto de Kit, que al menos en ese momento lo hizo sentir jodidamente culpable por las maneras en que había lidiado con ello. No quería separarse de ella, pero Kit seguía estando en su vida y ¿cómo iba a poder lidiar con eso?

-Escucha Jessy, toda la vida pensé que yo no significaba nada para ti, no como los demás. Me sentía tu amigo, claro, no me malinterpretes, pero no pensaba que sintieras algo más por mi, en verdad no.[/b]-Bajó la vista, sentía que estaban pasándole demasiadas cosas y ya no soportaba lidiar con una más. No quería perder a Jessy en ese momento porque era algo que tenía seguro y constante en la vida, aunque fuera muy egoísta decirlo de esa manera.

-Pero tu actitud…pareces tan poco feliz con que te haya pedido que fueras mi novia…ahora mismo lo pareces. Y no sé qué pensar, Jessy. Que me ames no tiene que significar a fuerza que quieres estar conmigo.-¿Qué no tenía idea de lo que quería? Era un tipo muy simple, no era para nada complicado, no sabía qué era lo que quería ella, era él quien estaba en la cuerda floja.

-No se trata solo de que “estés disponible para cualquier cosa que yo quiera”, se trata de que también me dejes hacerte feliz, de que también me digas tú a mi lo que tú quieres. Quiero hacerte feliz, Jessy, quiero saber qué quieres tú. Pero si esto no es lo que quieres entonces también necesito saberlo.-Por más halagador que fuera que alguien se dedicara solo a ti, Kristján no quería una novia infeliz.

Era una discusión sin sentido. O mejor dicho, tenía que ser evidente hasta para Jessy, que si seguían hablando y tratando de hacerse entender era porque a ambos les importaba su relación, y sobre todo: que cada uno, a su modo estaba diciendo mil y una cosas para hacer entender lo mucho que le importaba la persona que tenían en frente. Quizá no eran frases de poetas consagrados pero tenían que valer para la situación... Para superar todo eso…

Como asumir que Kris no se había ido de viaje con Zelda porque buscaba una forma indirecta de hacer ver que Jessy le interesaba menos que un rabanito; o que la rubia era distante por no Involucrase con él de verdad. De hecho, Jessy hasta empezaba a sentirse culpable por haber pensando que él no la quería suficiente... Además de las palabras del islandés, Kristján no seguiría allí si la rubia le diera igual, no se vería tan abrumado agachando la cabeza solo por quedar bien, solo porque se había apostado a si mismo que esa relación iba a funcionar y ya!

Y a medida que las vergüenzas por el beso rechazado se iban, volvían a Jessy esas ganas tremendas de abrazarse a él, o la necesidad de hacerle una caricia, o de tomarle de la mano, o de rosar con sus dedos aunque fuera la tela de su camiseta, para hacer saber que estaba ahí, con él, de verdad!!! En todo sentido!... Era hasta incómodo estarse tan cerca,  escuchar que él había pensado, aunque fuera por un momento, que ella no quería eso, y solo poder usar las manos para acomodarse un mechón de cabello…

Era como que estaban igual pero al revés, ella pensado que él no quería, él pensado que ella era en realidad la que no. Jessy pensando que no lo hacía feliz, Kris pensando que no la hacía feliz. Qué locura! - Si! quiero esto. -  respondió claramente a su última pregunta, para no cometer el mismo error en que el baile de navidad, buscándole la mirada y le sonrió para intentar recuperar las confianzas que siempre se habían tenido, cierto entendimiento en los comentarios, ciertas complicidades... Algo de todo eso que por miedos, recelos o preconceptos se había roto… - Tu me quieres, yo te quiero...- Si ninguno estaba haciendo eso por “convivir”, pues… para que pelear? Quizá había sido un tropezón necesario para dejar cosas en claro, aliviar las dudas que evidentemente ambos llevaban.... Y entonces, no tenía sentido cortar esa relación, no?

Jessy terminó de acortar las distancias buscando abrazarlo por la cintura, dejando de lado que él le hubiera quitado la cara minutos antes, porque tenía que empezar a confiar en lo que él decía sin preconceptos;  si no, no habría forma de que aquello avanzara. Kris tenía mucha razón en ese punto. Pero Kris terminaba pecando de lo mismo, al enojarse a cada comentario de la rubia. -quiero… - se lo pensó como si hubiera mil cosas y no supiera por cual empezar… -…un beso…. Y un poco de paciencia y…  - si que había mil cosas, pero no todas tan importantes. Lo importante solo era arreglar eso. Que siguieran siendo novios. Que le diera otra oportunidad.

-y… volver a empezar esta conversación, así me cuentas de tu hija y yo te cuento de mi papá…  y hacer planes macabros para que entres a la liga esa de Quidditch y para ridiculizar a Blackburn… Y organizar tu cumpleaños que ya se acerca… - Podía ser eso o cualquier otra cosa, las mil millones de cosas que surgieran en los mil millones de días que quería estar con él. - - Sabes que me encanta hacer planes??... - Cómo no!, si era una obsesiva total! - Y  también me hace muy feliz cumplir tus caprichos…  No vuelvas a pensar que hago nada por obligación... Soy muy rebelde para eso…  - Y se rió.

Kristján la miró con preocupación al escuchar ese “si quiero esto” que le sonó más claro que nunca. La preocupación era porque se volvió a sentir culpable por estar diciendo esas cosas, aunque fueran ciertas y tener esa especie de doble vida que había elegido por convicción y de la cual estaba aterrado. Jessy había sido parte importante de su vida, hasta desde su llegada de Durmstrang a ese nuevo lugar terrible que estaba hecho Hogwarts. Podía ser más egoísta que ninguno, pero era también por eso que no quería perderla, porque era lo único constante y verdadero en su vida. Jessy, desde la forma de ver las cosas de Kristján, era la única que nunca le había hecho daño.

La abrazó cuando ella lo hizo y la miró hasta medio sonriente cuando empezaba a pensar qué era lo que quería, pero él ya tenía la sensación de que se iban a arreglar las cosas. ¿Se alegraba? La respuesta era que sí aunque fuera muy difícil mantener todo en un punto no enfermizo. En el fondo Kristján quería que sus relaciones fueran estables e idílicas, pero cada que se acercaba a eso terminaba mal de alguna manera y ya había dejado de buscar ese punto, aunque lo siguiera deseando.

-No recordaba mi cumpleaños…-Le dijo aunque no era el asunto que más le importaba de todos los mencionados por Jessy, al contrario. Quería saber de lo de su padre porque consideraba que esas cosas eran muy importantes, aunque solo estuviera reflejándose en ella. Al escuchar su risa le tomó la cara con ambas manos y la besó como no había hecho en todo ese rato de pelea.

-Vamos a olvidar todo esto de una buena vez. No quiero pelear contigo, lo siento.-No era de los que encontraran difícil pedir perdón últimamente, mucho menos después de haber pasado guerras y sobrevivido imperdonables, además porque sabía que podía ser muy aprehensivo.

SI, SI, SI aunque... aunque mil cosas, no? Que pasaría cuando Jessy se enterase de que la cuerneaba e igual el muy descarado insistía con esa relación?... haciéndole creer que ella era la culpable de las peleas, que ella no se abría, que ella no se comprometía... Bueno, no importaban... pelear tampoco los había hecho sentir menos desgraciados. En cambio los besos correspondidos si hacían a la felicidad, demostraban el cariño, robaban sonrisas a ojos cerrados, y renovaban las ganas de recuperar las casi dos semanas perdidas por la ausencia de Jessy. Había que besarse más seguido, definitivo! Y no pelear más!

Seguido del abrazo, le apretó un bíceps alzando las cejas divertida - estuviste "estudiando" mucho mientras no estuve, no? - Lo volvió a besar porque era una pregunta sin necesidad de respuestas y retomó el hilo por donde se había cortado, aunque no le fuera nada fácil hablar de sus cosas y aunque pensase que su vida era demasiado superficial a comparación de la del resto, como para que cupiera la ocasión de compartirla. - Al final no fue tan trágico estar en casa con todos... Pero papá si se va a morir, definitivo. Vino una vidente y "profetizó" que un jueves de este mes sería el día... Así que luego del impacto nos pusimos a hacer apuestas. Mamá ya perdió porque dijo que sería ese mismo día... Adam, Chloe y yo dijimos que el último jueves del mes, y papá prometió que lo intentaría porque éramos sus preferidos... - había sido un lindo gesto del viejo a pesar de todo y a pesar que fuera una gran mentira. - Seguro ganamos! Igual por las dudas Chloe ya está practicando hechizos de animación para hacernos ganar a toda costa... Es una puta genio,voy a tener que irme de la universidad antes de que ella entre o quedaré en ridículo...

Lo decía en chiste, ya no pensaba irse, menos ahora que había enganchado la "onda" con la legermancia y que había zafado de la expulsión por los pelos, los de Barunka y que tenía a Kris de compañero, sobre todas las cosas. - quieres ir a tomar algo? o cenar?... - Ido el calor de la pelea volvía el frío real de estarse a la orilla del lago. - Cuanto sabe tu familia de la magia?... una vez habías traído a tu hermana a Londres, no?-

Sí, había estado estudiando mucho mientras ella no había estado, si por estudiar se refería a ejercitar como loco para mantener la mente ocupada y no sucumbir a ningún delirio de persecución. Tuvo la necesidad urgente de abrazarla y protegerla cuando le decía lo de su padre pero no supo como reaccionar a esa actitud despreocupada, él no quería ni pensar en la posibilidad de perder a uno de los suyos, mucho menos tomarlo con tanta ligereza, o hablar de hechizos de animación para que el cadáver no les impidiera ganar esa apuesta.

Como no supo qué decir se quedó un poco atónito como un idiota.-Ah…-Dijo mientras miraba a todas partes como si estuviera buscando ayuda divina. Pero en verdad ¿qué podía decirle a Jessy? Si insistía en querer ser compasivo como una persona normal podía ser que ella se fastidiara. -Pues qué mal, ojalá que…¿ganes la apuesta?-Incomodidad por todas partes, pero al final alargó el brazo y le hizo un torpe gesto de cariño en el de ella, empezando por su hombros hasta su codo.

-A cenar estaría bien…-Dijo distraído pensando en la vida y al muerte de repente, pero después volvió en sí y miró a Jessy. Intentaría una vez más.-¿Pero segura que estás bien?-Iba a ser la última vez que se lo preguntara, lo juraba por los dioses nórdicos.

-Saben bastante, yo se los cuento. Además los hicieron enterarse de cosas cuando fueron los juicios después de la guerra y de ese tema sí no sabían nada.-Recordó con amargura las lágrimas de su madre, el gesto adusto de su padre que simplemente no había sabido como expresar su consternación.-A mi hermana no la traje, vino sola, estaba preocupada y buscó a Ewan, aunque se encontró más bien con Syd. Una joda, no tendría que haber venido.-Kristján recordaba lo mal que se había puesto todo porque la idiota se había puesto en innecesario peligro.-Pero ahora que las cosas están según muy tranquilas quizás pueda traerla de nuevo y compensarla.

Sonrió a lo de la apuesta, y terminó por abrazarlo ella, solo un momento de debilidad para luego mordiéndose el labio inferior como sopesando las posibilidades intentar explicarse un poco. No era una insensible, solo quería con todas sus fuerzas serlo y para que negarlo? ya habían pasado cosas mucho peores. Así que cuando Kris le dio la oportunidad de decir algo más, lo hizo - Sabes lo que pasa? es que... luego de la muerte de John lo demás es como... - no sabía las palabras correctas - menos importante. - Además de que se llevase pésimo con su padre, cosa que hacía más fácil el proceso, una vez que había perdido a su mellizo del amor, nada tendría comparación. Kris sabría, tenía mil hermanas una melliza también? Con los hermanos había un amor especial, nunca eran autoridad de por sí, o respeto o comprensión por estar arriba en el árbol genealógico, era otra cosa. - Si pude sobrevivir sin John, sin haber tenido la oportunidad ni de despedirme, ni de pedirle disculpas por tantas cosas... (él era como la moral hecha carne), lo de papá, al menos es muerte natural o algo así... da tiempo a saldar deudas a hacer apuestas estúpidas... No sé. -

La fucking guerra. John había muerto y Livia también, ni hablar de decenas de compañeros como Ewan o Annie o los profesores. Al menos ahora no eran asesinatos, era el devenir natural de la vida y eso traía consigo cierta paz. Tampoco era como Kris diciendo que iba a parecer muerto por ahí, con toda la liviandad del mundo en la voz, pero no diría nada de eso porque estaba segura de que no sería así, que todos decían cosas por decir, sin medir las consecuencias de como afectaban sus palabras a los otros. A ella misma le pasaba todo el tiempo. Quizá la guerra cambiaba a las personas, quizá siempre habían estado malitos de la cabeza.

Y ni hablar de los juicios, de los gloriosos días en Askaban. La suerte que tenía ella de contar con el dinero que podía comprar hasta salidas presurosas de semejante agujero infernal. - Pues deberías traerla... o... - iba a tirar una bomba, sin saber cuan preparado podía estar Kris para eso - llevar a Jin para allá. - se apresuró a acotar - no digo ya. Solo... mmm... por experiencia diría que los niños, los nietos hacen feliz a la gente. - Claro que antes había que asegurarse de que Sarah no fuera una loca que a la primera de cambios se largara a china para no volver. - Que has pensado sobre el tema... sobre saber que tienes una hija?

Dos pasos más y podrían entrar a la cafetería a comer algo que les levantase el azúcar y ahogase las complicaciones.

Se sintió más tranquilo al escuchar la verdadera razón de la insensibilidad de su novia. De hecho hasta entendió qué era lo que quería decir con aquello de que tras la muerte de John lo demás era “menos importante”. Durante la guerra él también había pensado en quienes le dolería más que murieran, a quienes no quería perder bajo ninguna circunstancia y claro, haberlo hecho dolería más que la muerte de cualquier otra persona. Le pasó el brazo por los hombros y le dio un beso en el cabello. -Te entiendo, lamento presionarte pero ¿viste cuántas vueltas tuve que darle a las cosas para que decidieras decirme lo que realmente te pasaba por la cabeza?-Era un reproche pero no uno pequeño, quería que Jessy se abriera más con él, formaba parte de su idealización de lo que debía ser una relación, aunque quizás la estaba presionando demasiado.

-No pienso presentar a mi hija a mis padres, ni siquiera lo menciones. Mi papá me cruzaría la cara de un guantazo de vergüenza si supiera lo que hice. No es el momento, tal vez después, pero ahora mismo no voy a lidiar con eso también.-Se puso nervioso, demasiado a la defensiva, pero no quería imaginarse el desastre en el que convertiría su vida en Islandia si llegara con semejante estupidez. No porque Krista fuera una estupidez, sino porque no había forma de que pudiera salir bien librado de algo así. Tenía una vida en Islandia, una vida tranquila, apacible y perfecta que no iba a revolver con la mierda del Reino Unido.

-Mis papás son suficientemente felices ahora mismo, sin bombas de ningún tipo.-Dejó que ella pasara primero a la cafetería y después entró él, el estómago le estaba rugiendo de ansiedad así que planeaba atascarse de baguettes. -No he pensado nada, no sé qué pensar. Me agrada la idea de tenerla en mi vida y hacer algo bueno por ella pero en cuestión de responsabilidades no estoy listo, Jessy, no estoy listo para nada. Sarah dice que no debo preocuparme pero sería una mierda no preocuparme.-No quería que después Sarah tuviera armas para decir que era un hijo de puta despreocupado bueno para nada.

Jessy siempre había sido muy independiente y autogestiva, tener ahora alguien con quien compartir sus cosas, no era una obligación que le pesase, sino raro y aunque costaría adaptarse, algo dentro le decía que la discusión anterior le había hecho dar un paso que no sería tan fácil desandar. Igual Kris llevaba la razón como de costumbre, porque ser escuchado se sentía muy bien. Él la entendía, tenían más de un punto en común y... él también se ponía nervioso de más, por temas tan casuales como la familia.

Se sonrió sin poder evitarlo, de solo imaginar a un hombre al que no podía ponerle cara, cruzándole un guantazo. Era raro pero lógico, que alguien, al menos su padre tuviera cierta autoridad sobre el smertios descarriado. La rubia no sabía mucho de Islandia, pero sacaba sus propias conclusiones: que era una tierra edénica donde no existía el drama, todos se amaban... algún tipo de tesoro intocable e idealizado que había que resguardar del mal del mundo. Y podía estar de acuerdo con eso, sino fuera a que le sonaba como siempre: que Kris pretendía mil vidas sin decantarse por ninguna. Cuando entraron a la cafetería y Jessy eligió una mesa de rincón junto a la ventana le comentó al pasar - yo siempre pensé que volverías a Islandia luego de la guerra...- Pero se apuró a tomar dos menús y entregarle uno a Kris antes de que respondiera algo.

Hablar de eso seguro era hablar de las drogas y la rehabilitación, de los años de carrera perdidos y de toda esas cosas. De todas formas era difícil charlar de algo que no estuviese atravesado por esos años. Más fácil follar... aunque, hasta "Krista" era consecuencia de... todo eso. Qué iba a decirle? que nadie estaba listo para ser padre? Que igual a ella le parecía que podía ser uno genial? - y ya te estás preocupando... - le completó sus lineas volviéndolo a besar. De todas formas, no había pasado el tiempo suficiente como para que alguno de los dos supiera en verdad lo que significaba que Kristján tuviera una hija. - O sea que no hablaron nada concreto? Sarah no te pidió dinero, ni que te hagas cargo de la niña los fines de semana?... Como sea, sabes que cuentas conmigo, lo que se te ocurra... solo me dices y ya. - Con las confianzas de siempre, que tenían que hacerse mayores ahora que eran pareja, pues ese era el objetivo, no?

- o... puede ser que en cualquier momento ni sea necesario que hables - Sonrió feliz, haciéndose la interesante, aunque esperaba que Kris supiera de lo que le estaba hablando. - ... estuve practicando con sobrinos y elfos domésticos... lo tengo casi controlado... Además encontré un libro en casa muy útil, bien explicado y con anotaciones de quien sabe qué ancestro. - Y todo gracias a Kris, que le había cambiado la realidad con ese noviazgo. Las esperanzas renovadas de que la vida si valía la pena, más allá de las peleas y las inseguridades. - no quiero decírselo a nadie, no sé como se lo tomaría el resto... - y eso era un tema, que todo dios se pusiera paranoico de que ahí venía Jessy a leerles la mente. Pero Kris ya lo sabía desde hacía rato y si no se lo decía a él, a quién?

-¿A qué se supone que podría volver a Islandia? ¿A pescar?-No creyó que Jessy hubiera escuchado la respuesta así que se limitó a tomar el menú aunque decidió que ya no se le antojaban las baguettes de salmón, así que comería un Philly’s. Además no había regresado porque en Islandia jamás habría podido llevar el estilo de vida que había llevado en Gran Bretaña, con el alcohol y las drogas, con las chicas, con nada. Habían sido muy malos años para él, pero no lo pensaba así, lo veía como que había aprovechado para experimentar y nada más. La rehabilitación en cambio, esa sí lo había jodido.

-Sí, me preocupa. Quisiera que no, te lo digo. Quisiera ser un maldito hijo de puta sin mayor preocupación sobre lo que será de mi hija, pero no puedo.-No tenía el mejor corazón de Brigantia, pero ver a Krista había sido suficiente para sentir ese llamado paternal. -No me pidió nada, me dijo que lo único que quería era no tener que mentirle cuando empezara a hacer preguntas, que supiera quién soy yo en realidad.

Le dedicó una sonrisa a Jessy por el ofrecimiento de contar con ella. Alargó el brazo y le tomó la mano por encima de la mesa antes de inclinarse para volverla a besar con lentitud justo antes de escuchar aquello de la legeremancia. Kristján había aprendido también, pero había perdido lo que se necesitaba cuando se había metido tanto químico y poción estúpida al cuerpo, tanto alcohol. Todos esos blackouts habían tenido consecuencias y entre esas consecuencias había estado perder la habilidad, aunque ahora tal vez podría recuperarla, no sabía si valía la pena volver a estudiarlo todo de nuevo.

-¿Ya lo dominaste? Genial, estoy orgulloso de ti.-Volvió a besarla. Estaba de verdad orgulloso y esas cosas que se sienten cuando alguien que te importa hace algo bien.-Me daré cuenta si me lees la mente, yo también podía, sé cómo es eso, ¿recuerdas?-Le acarició la mano pero de repente entró en un estado de pánico total. ¿Y si ahora se enteraba de lo de Kit? Estaba jodido, muy jodido. La miró fijamente a los ojos y se hizo para atrás en el asiento mirándola bajo una luz nueva. -Decírselo o no a los demás depende de para qué pienses usarlo.

Jessy le negó con el rostro sonriendo mientras lo escuchaba, "no, no quieras ser un hijo de puta". Ella estaba tan ciegamente convencida de que no lo era, que por más que nadie naciera sabiendo ser padre, nada que el ex-raven hiciera o dejase de hacer llevaba maldad, y sin maldad no había forma de ser un mal padre. Era su forma de ver las cosas. Y lo de Sarah sonaba muy lógico también, las mentiras eran una mierda y sostenerlas en el tiempo era complicado no solo para el receptor, sino para el que las hacía... ni hablar que los magos contaban con hechizos desmemorizantes que podían volver todo mucho mucho peor a lo largo del tiempo. Lagunas en la memoria, recuerdos que no tenían sentido por descontextualizados. Jessy no podía pensarse como madre, pero si como hija y había mucho que reprochar. Ojalá a Kris le tocase una niña más normal... Y así visto, tenía lógica también, que Sarah se hubiera presentado ahora que la niña ya sabía hablar y pensar y empezaría a preguntar, porque todos tenían un padre y una madre, juntos o separados, era algo que se sabía innato, aunque luego hubiera que explicar cómo se hacían los bebés.

- casi... no sé... solo practiqué con niños a los que estaba convencida podía averiguarles que querían para el cumpleaños... - Entre besos llegó el camarero y hubo que interrumpirse para pedir un Philly’s, una ensaladita y algo que tomar. Pero en cuanto se fue, Jessy corrió su silla para sentarse más cerca de Kris y volver a besarlo. Se sentía extremadamente bien que te dijeran lo orgulloso que estaban de ti. Jessy si valía algo, podía lograr ciertas cosas y si bien le hacía ilusión que Kris fuera legermago, porque así compartían algo más, también le gustaba la idea de que eran pocos los que le dedicaban el real esfuerzo que eso significaba. En su egoísmo, ser casi única la hacía especial.... Quizá había muchos legermagos dando vueltas, pero por alguna razón no se sabía a viva voz.

- Tu eres un genio, podrías volver a estudiar todo.... Y quizá te des cuenta... pero no creo que logres saber qué estoy descubriendo... - le guiñó un ojo porque él parecía paranoiquearse un poco, y no era cuestión que a Kris le sucediese lo que Jessy pensaba del resto... mejor chistes: - sino, no tendría gracia cuando pretenda averiguar que quieres para San Valentín... - Era una tontada, Jessy detestaba esas fechas mercantiles a viva voz, pero igual valía para el cumpleaños que era lo que en realidad la tenía en vilo, desde hacía semanas. A lo largo de los años había pensado mil cosas de porqué quería ser legermaga, desde la seriedad de ser una herramienta más contra el mundo cruel de la guerra, descubrir complots y agentes encubiertos, hasta que tanto podía ayudar en la cama, si podías saber exacto que esperaba el otro, donde tocarlo o cuando apurar el ritmo. Al final solo habían quedado sus ansias por obtener algún logro prestigioso alguna vez, y cierta personalidad cotilla que reprimía constantemente y que ahora pues... podía explotar descaradamente y en secreto.

Pensando llegó la comida mágicamente aparecida frente a ellos. - ahora que vivimos en "paz", no se me ocurren muchas cosas útiles que hacer con esto. Pero no le quita valor, no? Soy una genia, a destiempo pero igual! - o no? y volvió a besarlo prolongando el momento, antes de que tuviera que comer aunque fuera una hoja de lechuga, que iba a hacerlo claro... pero toda a su tiempo... - .... Está el tema de la chica desaparecida, pero ni sabría a quien tendría que investigar para ayudar en eso... lo que he descubierto es que, "esto" - que no iba a decir la palabra legermancia tal cual, para que nadie se enterase - es solo una herramienta, no soluciona los problemas. -

Y si, pinchar un tomatito bebe y a comer de una vez. Iba a hacer las cosas bien, iba a arreglar todos sus desperfectos, atar todos sus cables sueltos... Infundirse confianzas renovadas gracias a la discusión con Kris que no dejaba lugar a dudas de que él en verdad quería estar con ella, y gracias a la legermancia que le haría saber cuándo callar y qué decir para llevarse bien con el mundo. De todos modos, las inseguridades no se iban de un momento a otro, que tal si lo intentaba y no funcionaba? que tal si ni a Kris que creía conocerlo entero con solo mirar sus gestos no podía ni adivinarle un número en la mente? qué pensaría él¿? Que era una tonta que se daba aires de grandeza? - cuando esté con confianzas lo probamos y ya me dices si te das cuenta... - igual a él podía preguntarle las cosas directo pero quitaban el elemento sorpresa -... que planes tienes para esta noche? - Y sonrió de lado...si, le estaba preguntado por sexo. Hacía dos semanas que no se veían, por merlín!

¿Lo consideraba un genio? Seguramente era la única, aunque Kristján sabía que no era culpa de los demás, que se había esforzado mucho en comportarse como un imbécil que hacía parecer que nada importaba, ni el colegio, ni nada. Que como era deportista no tenía que esforzarse más de lo necesario y que nadie tenía por qué tener la oportunidad de juzgar si era o no inteligente. -¿Para San Valentín? Nada, a menos que te involucre…desnuda.-Pero eso no era solo por San Valentín ¿no? Tenía ganas de mandar la comida en ese momento y follársela pero no quería que la relación se basara solo en eso. Ya todos sabían que era un idealista.

-Claro que no le quita valor. Aunque espero que no tengas que volver a usarla bajo pretexto de una guerra. Quiero pensar que lo de Janey es un incidente aislado.-¿En verdad quería pensar eso o se estaba engañando? Kristján seguía pensando que su vida había tenido mucho más sentido cuando había hecho algo útil, cuando había luchado y había sido parte importante de algo mucho más grande que él. En cambio ahora todo parecía no llevar a nada relevante.

Comenzó a comer en automático, pasmado pensando en Janey y en lo malo que sería volver a encontrar gente muerta, o que de nuevo llegaran las olas de desaparecidos. Podía pensar egoístamente que su vida había sido más interesante antes pero no quería perder a las personas que le importaban.

-Claro, tú me dices cuando.-Lo de la legeremancia de Jessy lo ponía nervioso. A lo mejor era buen momento para volver a retomar lo suyo, aunque fuera la oclumancia, ya ni quería pensar en ser lo suficientemente ambicioso como para volver a la legeremancia y defenderse. Qué mierda que ahora lo más importante fuera esconder lo de Kit y no esconder dónde estaba la resistencia contra Voldermort.

-El plan que tú tengas es mi plan. Tenemos demasiado tiempo sin vernos. No me digas que te irás de nuevo a cualquier parte, ya me dejaste solo mucho más de lo decente.-Le reprochó mientras buscaba servilletas. Se sintió cómodo de estar haciendo algo tan cotidiano como comer y a la vez tener la seguridad de que ella era para él.

-seguro? - Jessy casi que negó un poco con el rostro... su forma pesimista de ver las cosas no le dejaba pensar que era algo aislado, más bien le parecía como una pequeña mancha de un gran tigre que iba a salir desde las sobras de nuevo a devorarlos a todos en el momento más inesperado. Pero no dijo más porque no quería arruinarse la cena, por muy poco que le gustara comer e hiciera a un lado la mitad de las verduras para terminar llevándose a los labios solo un cuarto del plato. Así y todo disfrutaba de estarse bien y en tranquilidad, hacer cosas cotidianas y simples, y si era con Kris como compañía mejor.

- no me iré a ninguna parte - ni siquiera para el funeral porque no lo habría, ella no era la única que había quedado trastornada luego de la muerte de John. Nada de funerales. Solo fiestas para los Luttrell. - y si me voy, te llevo conmigo... a la esquina o a Venecia... - era un reprochecito cruzado. Él por la ausencia, ella por sus viajes de placer. Le había dado "permiso", pero igual sentía que podía montarle todo un escándalo si volvía a verlo aunque fuera hablando con Zelda por un pasillo, y ella justo amanecía de malas. Y para completar unos celos fingidos que no eran tales le pellizcó la pierna.

- te debo un regalo por cuidar... - a nuestro bebé, eso iba a sonar muy raro ahora que él tenía una hija de verdad. - a Rojo... una pena que no tuve tiempo de ir a ninguna tienda a comprarte nada... - y olvidándose de los martes de sobriedad se levantó de su asiento sin dejar de mirarlo para mientras él terminaba de comer, ella llegar a la barra de la cafetería y hacerse de un buen vino con que festejar el reencuentro.

Él tampoco quería hablar más de temas escabrosos. Mejor se dedicó a disfrutar su sándwich chupándose los dedos de vez en vez, algo que sentía que no estaría bien visto en la gran mesa de los Luttrell, al menos de parte de algunos de sus miembros más distinguidos. Y por eso ella no lo quería llevar a conocer a su familia. Sabía que tenía que dejar esas tonterías a un lado pero no podía, con el tiempo y todas sus relaciones fallidas se había convertido en un maniaco con esos temas, aunque se tranquilizó al escuchar lo demás. No captó lo de Venecia hasta que pasaron más de 10 minutos.

-No me podía perder la oportunidad, no es como si conociera mucho mundo, ¿recuerdas?-No importaba cuántos idiomas aprendiera a hablar, o cuantas ganas tuviera. Tenía mucho que no robaba y no creía que volvería a hacerlo en un buen rato. Aunque los robos ocasionales servían para salir al paso, no para viajar a sus anchas. Ya tendría oportunidad de hacerlo cuando fuera profesional. No pensaba que tuviera que explicarle que Zelda y él ya no eran nada más que amigos, que su relación, como muchas otras, no había funcionado pero que estaban bien.

-No me debes nada, Rojo es como una parte de mi.-Él no pensó en las implicaciones de hablar así de un animal cuando ya tenía una verdadera hija. Ni modo que diera por sentado que solo era hijo de Jessy y de Frances. La siguió con la mirada mientras se levantaba del asiento por algo y sonrió abiertamente cuando vio que se trataba de una botella de vino. Se rio por su ocurrencia de combinar vino con un Philly’s simplón. La adoraba, porque siempre sabía exactamente qué hacer para tenerlo contento.

-No sé si debería, mañana tengo un durísimo entrenamiento.-Y cuando empezaba ya no se controlaba, aunque él se empeñara en decir que sí. Después de pensarlo solo cinco segundos, dio un golpe en la mesa con las dos manos.-No pasara nada por unos cuantos tragos, dale.

El tema de las familias era un gran... vacío desconocido, primero porque Jessy nunca había tenido un novio de verdad con el que irse a cenar a Castel Combe, ni plantearse siquiera la duda, segundo porque la de Kris estaba lejísimo, en otro mundo. Y aunque más cerca físicamente, Jessy no quería a los suyos metidos en su vida, había andado mucho camino en el opuesto sentido como para siquiera pensar en que por más seria y duradera que fuera su relación con Kris incluía algo así como incorporarlo a la familia. Ahora el tema de las ex de Kris, dando vueltas por cada rincón de la universidad... eso si era un asunto imposible de evadir. Pero mejor si él no se sentía aludido con los comentarios indirectos de la rubia, por inteligente o por tonto, les hacía un favor a ambos.

Al fin y al cabo Jessy solo quería hacerle saber que si un día le entraban ganas de viajar a la Antártida para ver pingüinos o de ir a un mundial de fútbol en Argentina como sería ese año, ella podía llevarlo, a él y a medio Hogwarts, pero sobre todo a él, porque quería hacer cosas con su novio, citas y tonterías... Todas esas ilusiones sobre cumplir caprichos a su novio demandante. Enterarse de las cosas que a él le interesasen, como apreciar el Quidditch y la liga esa juvenil, o acompañarlo a probarse en algún equipo medio pelo, bah... no tenía idea, pero podía aprender. Si sabía de legermancia y de vinos tintos, podría incorporar sobre pelotitas o góndolas venecianas.

- Esa parte de ti está afuera esperando... así que apura - le dijo, cuando volvió a la mesa con dos copas mágicas de vino, inclinándose un poco sobre él, no por volver a sentarse sino para apoyar una copa y tomar en cambio un dedo de Kris y llevárselo a los labios, a ver que tan rico sabían los jugos de Philly's. Y es que a todo esto el pobre rojo estaba atado con su correa en un árbol. Sabía que el bicho no se hacía problema pues más le gustaba dormir sobre el césped que en un edredón, pero... - dicen que una copa de vino por día previene ataques cardíacos... así que dos o tres, mejor al corazón! - Y bromeaba porque una botella para dos, servida en copas mágicas, recargables y descartables, no podía hacerlos delirar hasta terminar metiéndose al bar por robar más... no?. - Se sabe algo de la liga juvenil esa?... o aun no hay novedades... -