Abrázame muuuucho! como si fuera esta noche la última vez...

No iba a ponerse a explicarle a Dave que no le andaba la varita, pues sino se hubiera desaparecido y ya! que una cerveza de nada que había consumido no le impedía de ningún modo llevar acabo tal hechizo, pero un palo de madera que ya había fallado tres veces no era confiable. Y no! tampoco se iba a quedar a suplicar que le hiciese el mismo un traslador, porque los chicos tenían que hablar o matarse a palos o follar como locos, y ella no tenía nada que ver ahí... Nada, era Frances, era una mierda, Dave se lo merecía, Sandra sufriría por siempre y ella, ella tomaba el picaporte para salir del departamento y empezar a bajar peldaño por peldaño.

Buscó en su bolso el móvil nuevo, tecnología muggle maravillosa, y aunque no tenía miedo al barrio, pues bien podía llamar un taxi que la esperara en la puerta, así tan sencillito como había acudido a la cita frustrada con su amigo Dave, el más grande idiota que hubiera pisado Hogwarts, sobrevivido a la guerra y cabado su vida por unas bragas de mala calidad... Piso 6... Recordar el número telefónico del radio taxi muggle y llamar... Y llamar... Aun no entendía bien eso, porque mierda si sonaban las teclas con ese pitido infame y monótono, no daba tono?.-.. Lo sacudió un par de veces, hasta que cayó en la cuenta de observar la pantalla. NO SIGNAL - Fuck! - el puto móvil NO TENÍA SEÑAL! Para que servía entonces? Para nada!.

Un ruido a su espalda le hizo bajar dos escalones de una, tacones y todo incluido. No se dobló el tobillo porque era experta y porque... porque había tenido suerte. Pero aun faltaban 4 pisos, empezaba a agitarse por su deplorable estado físico, a mirar a todo lados y sentir que quizá eso no había sido buena idea, que Dave tenía razón, que era un SANTO HERMOSO y ella una estúpida. Y todo eso para que al intentar tomar la escalera hacia el tercero un muchacho apoyado en la pared del pasillo preguntara - ¿Tienes hambre?... WHAT!? Jessy quitó si vista de él y continuó el paso. Era rudo mirar a la gente a la cara, solo debía comportarse y ya. Pero el muchacho parecía que si esperaba una respuesta por que la siguió... -Rubia. Psss... No huyas que yo te voy a dar que comer.- Es que todos se iban a dar cuenta que tenía problemas de alimentación!? Hasta el puto yonki ese?!

Si Dave no hubiera dicho tal cual "Te van a violar" a Jessy no se le hubiera ocurrido como primer pensamiento. Pero ahora ya estaba frita su mente. PUTO DAVE y sus miedos! - permiso... - espetó sin sonrisa para tomar la escalera, pero el muchacho si sonreía y abría los brazos mostrando en ese gesto las heridas de la heroína, sus venas marcadas, y su falta de termostato general.  - Pero por qué tanta prisa, encanto. ¿Dónde vas tan apurada?-

Fuck Fuck fuck... literal, no? Jessy ajustó el paso y se decidió a pasar, que peor era quedarse ahí parada como una idiota, dio un paso al tiempo que el señor (claro) le acompañaba la espalda con su mano gentilmente asquerosa... Suerte que llevaba el tapado puesto! Suerte que llevaba pantalones y no sus vestiditos ajustados. Mala suerte que la trenza de su hermoso y rubio dorado cabello divino, fuera tan fácil de enredarse entre los dedos de cualquier fulano! Tironeó con fuerza, iba a correr a como diera lugar, pero solo logró tener que verle de cerca y de frente su rostro mugriento de patán engreído lamiéndose el labio inferior - suelta o grito! - ay si, como no?... Bueno esta bien.. - D A V E E E E E  -


// Creditos de violador a User de Darren Brackminster - gracias *-*//

Sentía que en cualquier momento iba a vomitar, no llevaba nada en el estómago pero iba a vomitar, sólo escucharla llamándolo David bastaba para joder más todo aquello. ¿Pretendía lastimarlo? Estaba hecho, no sabía qué más hacer, si lanzarse al suelo a mostrarle qué tan desesperado estaba o si rogarle aún más. Pasó la mano por su propia cara varias veces intentando quitarse esa sensación de encima pero no resultaba, era imposible.

No podía saber lo que pensaba pero asumía lo peor, que lo odiaba, que estaba lastimada y avergonzada, que no quería volver a verlo, que se sentía burlada, que cada gesto o caricia habían sido hacia un premio de consuelo, que de verdad estaba usándola desde hacía seis años para reemplazar a Frances porque no pudo tenerla. No sonaba como algo tan loco, él mismo se lo había cuestionado en un primer momento pero no, a ella la amaba, eran seis años…lo hacía más que feliz.

Escuchar su voz quebrada acabó con lo poco que le quedaba de estabilidad en el cuerpo, tuvo que sentarse de nuevo porque acercarse ya ni siquiera era una opción, le gustaría ser hasta Jessy en ese momento porque ella podía tener más posibilidades de abrazarla que él. Sandra tenía razón, era una idiotez que se fuese tras Frances, acababa de tapar sus ojos con las palmas de sus manos buscando claridad, una respuesta, pero el rostro de Frances comenzaba a intercalarse con el de Sandra.

¿Y si ella tenía razón? No se la merecía, ni un poco, pensaba en lo que no debía y ni en medio de esa encrucijada era capaz de aclarar sus sentimientos. Es que no era que simplemente quisiera follarse a Frances, estuvo loco por ella durante muchos años, fue algo intenso que aparentemente no quería huir, ni siquiera porque hasta hacía poco todos sus pensamientos iban dirigidos a su futuro con Sandra.

Para cuando ella dejó de hablar levantó el rostro intentando una última vez que le creyese, que lo mirase al menos y lo dejase decirle todo lo que quería decirle, pero desapareció dejando frente a Rayder ese vestigio de lágrimas que habían caído de la mejilla de Sandra sólo para hacerlo sentir más miserable.

No había nadie ya en el departamento, ni siquiera Jessy estaba ahí, no había sabido si se fue con Sandra o si había hecho finalmente el traslador. No lo supo hasta que escuchó su nombre a través de la puerta que seguía abierta. No supo si era la voz de Sandra o la de alguien más, pero la sola idea de que fuese ella lo hizo salir como un loco, varita en mano. Ni se molestó en bloquear la entrada a su departamento, había tantos maleficios que ya ni le daba miedo tenerla así.

Bajó tan rápido como pudo, varita en mano sin pensar en el secreto mágico ni en ninguna de esas mierdas. Se detuvo en seco cuando vio a Jessy siendo prácticamente manoseada por uno de sus vecinos, específicamente el traficante de animales del tercer piso llamado Dylan.

-Basta, es mi chica. Suéltala.-le dijo con firmeza acercándose a él y empujándolo para que se aleje de Jessy, no iba a echarle encima toda la historia de que era su amiga de la infancia y eso. El tipo evidentemente no quiso retroceder, sabía que no tenía que hacer magia frente a los muggles pero con la varita dentro de la chamarra conjuró, esperando que eso contase como ocultarse.-

Le echó un hechizo para dormir, unos segundos bastaron para que se desplomase contra el suelo causándose daño en la nariz.

-Vamos, si te vas te juro que me voy a dejar matar por Dylan.

- SUELTAME SUELTAME!- Y ya dejó de hablar porque cada vez que lo hacía el tipo le pasaba la lengua por la cara y aggrrrr... Saber que tenía un gusto a nicotina mezclado con pizza rancia era peor que sentir sus manos sobándole las partes. Como mierda había terminado en esa situación? Si ella solo quería tomar un vino con Dave y charlar un rato, a lo sumo dormir una siesta abrazada al músico como en los tiempos de hogwarts en guerra. Pero no eso, eso no. Definitivamente no! Le dolían los brazos de querer apartarse y sus tacones no hacían nada para defenderla. Y aunque las patadas de su parte no faltaron, los cachetazos del muchacho tampoco, y eso se estaba poniendo muy violento, más de lo que era soportable sin soltar lágrimas de rabia solo porque Jessy no tenía ninguna gana de dejarse arrastrar.

Incluso creía haberle escuchado al patán decir algo del estilo: que se dejara, que era una puta, que lo iba a disfrutar... Y capaz tenía razón...porque si seguía pataleando iba a ganarse no solo la follada sino una muerte indigna todo por el mismo precio, en un edificio espantoso donde uno solo de sus zapatos valía más que el mobiliario completo... Estaba aterrada y quería huir y quería que todo eso terminara rápido, rápido, lo más rápido posible... Y Dave no iba a acudir a su rescate, por más que ella hubiera gritado a todo pulmón, pues seguro estaba desaparecido con Sandra en algún rincón del mundo, persiguiéndola con amor del bueno.... Así que si, capaz era mejor dejarse hacer, que igual: qué le hacía una mancha más al tigre?

Pero cuando abrió los ojos, Dave si estaba ahí! Sus pisadas apuradas, entre los gritos y las palabrotas del drogadicto. Jessy cayó de culo al piso, con su trenza hecha un lío, el maquillaje corrido y las ropas de cualquier forma, igual el muchacho pero al otro lado y dormido. Si hubiera estado un poco más calmada, agarraba la varita de Dave y lo mataba ahí mismo sin importarle el secreto ni nada. Pero estaba mal, muy mal, toda la situación le había evocado un montón de recuerdos espantosos en la mente y le dolía desde el alma hasta los huesos de las rodillas. Apenas si se incorporó y susurró  - sácame de aquí!- que la apareciera en su casa o en cualquier sitio, lloraba sin hacerlo vibrándole el pecho de la angustia y se sentía fatal, fatal, fatal.

Sostuvo a Jessy entre sus brazos y la atrajo hacia su pecho esperando que no hubiese nadie cerca, la jaló hasta la puerta de uno de los apartamentos contiguos, sacó la varita y pensó inicialmente en llevarla consigo a su casa de nuevo pero no creía que fuese el mejor lugar. Se quedó pensando durante algunos segundos más y acabó por sacar la varita y se desapareció con Jessy para ir a uno de los pocos lugares que podría calmar a ambos con mayor rapidez que cualquier otro.

Sintió como si el estómago fuese un ente distinto al resto de su cuerpo, podía ver la parte de arriba del cabello de Jessy y tras unos segundos cayeron sobre un montículo de distintos retazos de tela que amortiguaron el descenso. Aún la tenía abrazada y acarició un par de veces su cabello antes de darle un beso e intentar que se incorpore con él. Ayudó a que se siente y él acabó de levantarse.

-¿HAY ALGUIEN? ¡SOY DAVE!-aparentemente no había nadie, volvió a voltear hacia Jessy y se acuclilló para quedar a su altura para buscarle la mirada intentando sonreírle aunque los ánimos no le diesen ni para estar despierto en ese momento.-Tranquila, estamos en un buen lugar, puedes probarte mucha ropa y vas a comer el mejor pastel de naranja que se puede preparar.

Sabía que eso para Jessy no significaría nada especial, sobretodo lo último, pero necesitaba quitarle la mente de aquello que por poco y ocurría. ¿Por qué no lo había escuchado? Ella sabía que violaban en el edificio, hay que tener cuidado con esas cosas, pudo esperarlo o algo. Pero no iba a criticar sus decisiones, en realidad estaba feliz de que estuviese bien y ya.

Seguía pareciendo un lugar desierto, lo que era raro para su casa, porque sí, esa era su casa y casi siempre se podía contar con que uno de sus padres estuviese allí. Ed nunca estaba, él trabajaba mucho y vivía cerca del trabajo, iba pero sólo los fines de semana.

-Si quieres puedes darte una ducha, te juro que no voy a espiar.

Eso había estado terrible... lo del tipo ese claro y si se ponía a pensar todo en general!!! lo del departamento en medio de Dave y Sandra y el encerrón en el baño, y el patronus... y hasta la histeria con la que había reaccionado por el miedo en el pasillo y hasta cargarle un problema al santo ex griffindor... Con la aparición no se le revolvió el estómago sino la mente y se dejó caer en las telas como una bolsa de papas a medio vender. En vez de abrir los ojos se abrazó con los retazos mientras escuchaba al muchacho anunciarse y sonrió de lado porque del solo olor del lugar ya sabía de la localización. No es que hubiera ido mil veces a la casa de Dave pero si las suficientes para que tuviera el mejor recuerdo de aquel lugar y en especial de su madre.... Ahora que lo pensaba, no sabía nada de lo que había sido de la familia del músico en esos años...

- pastel de naranja... - se rió antes de terminar de abrir los ojos pero ya pasándose ambas manos por el rostro para ir volviendo a la realidad, ponerse de pie, respirar profundo y mirar a cualquier lado menos a Dave. No se sabía explicar porqué, pero llevaba dentro una vergüenza infinita, muchísimo más honda que el miedo anterior, y completamente injustificada. Se tanteó el pelo revuelto, como queriendo identificar que tan mal estaba, y luego el saco para ponerlo en su sitio y luego el bolso para saber que aun lo tenía y... - necesito un espejo. - De todas las cosas que podía decir, como gracias o disculpa la molestia o que lindo volver a lo de tu mamá... No! Primero lo primero. - Dame cinco minutos... -

Pero Dave parecía saber lo mismo, y Jessy huyó literal hacia el servicio que ya sabía donde estaba, a vaciar a sacudones su bolso entero sobre el lavabo y encontrar entre las mil cosas las que necesitaba para volver a verse decente y dejar todos los males atrás. Sacarse el maquillaje sin volver a llorar, y volverse a pintar con dedicación y prisa, emparejando los colores de la piel primero, respirando profundo después, volviendo a recargar sus ojo y pestañas para que todo volviera a su lugar. Y el cabello! terminar de matar la trenza que ya no existía, airear a diez dedos ese desastre, y atarlo en una coleta simplona. Y ya! ya se veía bastante mejor... aunque no se sentía para nada mejor, pero eso no tenía arreglo o si?

- Dos segundo.... - A dos manos volvió a guardar todo, todo dentro del bolso marrón, sus pinturitas, pañuelos, esmaltes, varita inútil, móvil, espejo de mano, reloj, loción de fresas, documentos, cigarrillos, mechero muggle, caramelos de Darren, lentes de sol, paraguas miniatura, agenda, pluma, bolígrafo, los galeons, las liras, la coca... La verdad fue que Jessy no se lo pensó. Ni un segundo. Con simpleza y sin pretensiones, se armó una linea y se la aspiró a gusto en el baño de la madre de Dave, antes siquiera de preguntarse si no era una mala idea.

Ahora si! se sentía mucho mejor - y?... donde está ese pastel? - Dijo cerrando la puerta del baño a su espalda buscando a Dave en la cocina....

Dejó que fuese al baño sin imaginar nada malo, la conocía y supuso que iba a arreglarse por si la veía alguien más, siempre fue muy cuidadosa con su aspecto personal y él entendía, aprovechó para ir a la cocina a buscar algo de comer, finalmente allí le dio hambre, no quería que su madre lo viese mal y ojeroso. Seguramente había por ahí una poción revitalizante que podría usar, abrió los gabinetes y encontró una bolsa de galletas de avena que comenzó a devorar al instante, pero nada de poción.

Encontró el pastel de naranja que nunca faltaba, sacó un par de bebidas –sin alcohol- con sabores frutales, un poco de pastel de carne que calentó mágicamente y comenzó a comer con voracidad mientras unos metros más allá Jessy comenzaba a meterse esa línea.

El estar en un lugar tan familiar lo calmaba, era como volver a tener once años de nuevo aunque la casa siempre estaba algo más llena, nuevamente llamó y no obtuvo respuesta. Cortó un par de pedazos de pastel y sirvió dos platos.

Jessy ya estaba saliendo del baño cuando una mano gentil tomaba su muñeca y la volteaba con dulzura hacia ella, era Loulou, la madre de Dave que acababa de ver a Jessy salir de su baño. Examinó su rostro con una sonrisa que se mantuvo incluso cuando con un dedo limpió de debajo de su nariz el rastro blanco que quedaba de la coca. No la olió y la saboreó, simplemente la esparció entre sus dedos antes de dejar caer al suelo esa mínima cantidad de polvo.

-Es lindo verte pese a las circunstancias. No se lo digas a Dave, yo no lo haré, te quiere mucho.-acarició el cabello de la rubia, tomó su abrigo y salió, simplemente se despidió con decepción en su rostro. Ni un regaño, ni un discurso de moral, simplemente esperaba que ella tomase por sí misma la dirección correcta aunque su instinto maternal le gritase que tenía que ayudarla.-

No le faltaba cariño hacia Jessy, era que simplemente ella no se lo había pedido, hacía lo mismo con sus hijos. De chicos se metía en lo que tuviese que ver con sus vidas, cuando crecieron acordaron que ello acudirían a ella por ayuda si la necesitaban. Cerró la puerta detrás de ella, su esposo la esperaba afuera y tampoco le contó nada de lo que acababa de ver.

Dave esperaba ya sentado a la mesa, con un movimiento de varita encendió la radio mágica tal y como hizo en su casa mientras esperaba a Jessy.

Cruzarse con la madre de Dave al salir del baño fue una oleada de sol de pleno verano y al instante una gélida ventisca del más puro invierno. Jessy bajó la mirada en un segundo y sus labios de sonrisa quedaron ocultos y marchitos tras sus propios dedos que iban a remplazar los de la madre de Dave bajo su nariz. A tantear lo que ella había tanteado, como si pudiera verse a si misma o volver el tiempo atrás o no sentirse una mierda, como en ese instante se sentía. Y lo peor no era eso, fueron las palabras de la mujer. Negó con el rostro pues era lo poco que podía hacer, al menos acatar su orden con sumisión, y trató de sonreirle, aunque ya estaba todo cagado, porque nada iba a quitarle el rostro de decepción a la madre de Dave, porque nada iba  a hacer que ella dejase de consumir, porque nadie entendía nada, ni ella, ni la madre de Dave, ni Dave, ni Jass, ni siquiera Kris, bueno Kris SI! y ahí es cuando empezó la merca a hacerle efecto.

Ellos dos si se entendía, él era genial, ella era genial,eran hermosos juntos como en las fotos de las graduaciones de bachillerato pero todos los putos días... La vida era genial, y ni la madre de Dave, ni Dave y sus dramas, ni el puto drogadicto y pobre diablo que la había manoseado iban a arruinarle nada. Ellos eran mierdas, ella era genial, era Jessy luttrell y tenía todo lo que cualquier pudiera desear al alcance de su mano. Incluido el islandés.

Cuando llegó a la cocina, volvía sonriendo modestamente. Dio la vuelta al lugar hasta ponerse tras Dave y abrazarlo por arriba apoyando el mentón sobre su hombro izquierdo, y las manos en su pecho - quita esa cara... un rato... Estoy feliz de volver a verte...  ya se que no basta, que la tarde fue una mierda... pero aun quedan horas por delante... dame pastel! - y eso era un gesto de amor, porque Dave sabía desde Hogwarts que Jessy no comía por nadie. Y lo iba a hacer solo para verle sonreír y darle ánimos de que la vida podía ser lo que él quisiera aunque fuera un rato. Ella tenía su coca y ya descubrirían que necesitaba Dave para olvidar todo. - que quieres hacer?... te cuento un cuento?... - le besó la mejilla.

Por un momento tuvo el grave impulso de besarla al tenerla tan cerca pero sabía que era sólo por esa maldita soledad que lo venía jodiendo, hacerlo iba a hacer las cosas más complicadas y ella estaba ya enamorada de alguien más, no era como si aquello fuese a definir un algo en la vida de ambos, para qué complicar más las cosas.

Tenía que controlarse un poco, volteó el rostro para alargar esos milímetros que le impedían tocar sus labios. ¿Siempre se vio así? Claro, idiota, se veía así pero era su amiga y por eso siempre la vio como una hermana. Vamos, eso no había cambiado, era la circunstancia que lo tenía descolocado, agotado.

Maldijo un par de veces en su cabeza y besó uno de los brazos con los que Jessy lo rodeaba, agradeció aquello del pastel porque sabía que ella no comía así de fácil y porque le daba una excusa para levantarse de una maldita vez. ¿Qué le pasaba? Parecía que traía las hormonas hechas mierda. Volteó para decirle que iba a servir el pastel y acabó chocando sus labios con los de ella luego del beso en la mejilla.

Se levantó rápidamente como si aquello hubiese sido intencional y se puso nervioso por nada, por creer que había sido algo en su interior que lo llamó a hacer tal cosa. Se fue a buscar el papel en un paseo torpe porque no recordó que ya había cortado y servido para ambos. Se sentó en el lugar opuesto a Jessy y le puso un pedazo de pastel frente a la silla que él había usado segundos atrás.

-Mejor cuéntame de tu novio nuevo, nunca me dijiste quién era.-era ,ejor actuar así, como si no hubiese sido nada porque en realidad fue prácticamente eso, lo que lo mataba era el saber que por unos segundos tuvo la intención de darle un beso y que aquello podía ser otro atisbo de que comenzaba a perder la mente.-

Jessy era guapísima pero era su amiga y él estaba enamorado de Sandra, ya le bastaba con el asunto de Frances. Le dio un bocado grande a su pastel como para llenar su boca de eso y no decir nada más, necesitaba un momento para componerse.

-Anda, entretenme con tu amor universitario.

Eran las circunstancias, las confianzas o la coca, y Jessy que no se esperaba encontrar su boca. Se quedó con los labios entre abiertos siguiéndolo con la mirada pasiva, sin pensar en intencionalidades o huidas, sino sencillo y básico en el beso que no fue, porque no tenía que ser, pero podría haber sido y así como estaba ni se hubiera espantado. Porque eso no hacía más que recordarle las mil veces que había estado acostada en la cama de Dave sin que al tonto ese se le moviese un pelo, y ahora venía a ponerse nervioso por un rose de nada? Se sonrió y bajó la mirada un segundo porque, eso había sido muy sexy, muy loco y se sabía drogada lo cual quitaba credibilidad hasta a sus propios pensamientos.

Y se iba a sentar tan lejos? A bue! para tanto? - mi novio.... - tomó el plato con dos dedos y se lo acercó,  ya no parecía tan buena idea comer un pastel si en cambio podía usar la boca para devorarse un Dave. Y ese pensamiento le robó una sonrisa y disimuló buscando el tenedor, arrastrádolo por la mesa con un dedo, levantándolo con dos, pinchando el pastel, separando el bocado del resto. Y todo el tiempo que le llevase decidirse a comer eso y recordar de qué le estaba hablando el ex griffindor.

-  Kristján Sveinsson... lo recuerdas?...- puso el bocado en el cubierto y se lo llevó a la boca, sin asco pero con mañas infinitas, lentitud desesperante hasta para quitar el tenedor de sus labios y volverlo a sostener frente a sus ojos vacío. Aun no había vuelto a ver a Dave y ahora tenía que masticar y convencerse del sabor realmente esquisto de ese pastel para poder tragarlo - te hablé de él en Hogwarts... - Ahora si, levantó la vista y miró directo a Dave como si fuera para él el reproche - parece que después de años se dio cuenta de que yo valía algo-

Pero hablaba de Kris. Volvió a pinchar con el tenedor - estamos saliendo desde...mmm.. navidad. Así, formal... supuestamente, después de unos gritos horribles en plena fiesta brigante... Me dijo algo así como "no me rechaces, me duele"... y pues... Igual no le creo nada! - Y no se le ocurría que más decir, así que volvió a llenarse la boca de pastel. Hablarle de la cocaína, cuanto se emborrachaban o follaban era grotesco, pero cierto pues no hacían mucho más y eso le devolvió la sonrisa - solo nos acostamos todo el tiempo donde le venga en gana. Funciona... -

Si, funcionaba. O algo así... y si bien cuando había acudido a su casa quería confesar con Dave lo difícil que era ser novia de alguien a quien amaba tanto, el miedo terrible a decepcionarlo o hacer cualquier cosa mal como no ser suficiente para él, ahora simplemente no estaba de humor para eso... Quería mantenerse arriba junto a las bondades de la cocaína, sentirse sexy y espléndida y sostener que Kris era un novio de ensueño! Y no quería volver a poner a Dave en situación de "tengo miedo que me deje por cualquiera!" pues era como recordarle lo de Sandra. Y ya no quería más pastel tampoco, tres bocados suficientes. Se levantó del asiento y fue hasta el muchacho al son de música de radio- Estás lejos... - le tomó las manos y lo incitó a pararse... a bailar casual y divertido.- cuando vas a dedicarme una canción a mi?.. Me la merezco... - No se la merecía, y ya sabía y por eso le sonreía como tonta- comí pastel! - Y se rió porque eso era ridículo, solo tres bocados de nada! Pero algo era algo.

Era verdad lo que ella notaba, estaba nervioso porque era el peor momento para hacer eso. Estaba jodido con Sandra, con su vida, a Frances tenía que pedirle cuentas, todo estaba de cabeza y al idiota se le ocurrían esas cosas con Jessy como si no le bastase con las complicaciones que ya tenía. Él sí avanzaba raudo con su pastel y no notaba ese eterno juego en el que estaba Jessy con el suyo, casi siempre le resultaba sencillo notarlo y hacérselo notar con la mejor cara que podía ponerle.

Claro que recordaba al islandés, fue su manager como por dos días, antes de que se pusiese loco porque le dedicó a Frances una canción en la que le decía de perra para arriba. Rayder creía que ya había muerto en medio de una pelea o algo pero le alegraba que estuviese con Jessy y que la hiciese feliz, hasta donde él sabía ella siempre estuvo enamoradísima de él.

No supo a qué iba esa indirecta tan directa pero le devolvió la mirada con un brillo lúdico ante la falta de otra cosa con la que contestar, porque continuaba nervioso y ni hilaba dos ideas, porque darse cuenta de lo que le decía iba a hacerle todo eso más difícil.

Pero como eso no había funcionado y su destino era trágico Jessy se levantó y lo tomó de las manos para que baile con ella. La acercó con un brazo haciendo que de vueltas hasta terminar completamente rodeada por su brazo sólo por hacer un paso ya armado, alargó nuevamente el brazo para liberarla y comenzar a bailar aunque tomados de las manos no se bailase así. Hizo el movimiento ridículo del “do do do do” y le dio una vuelta sólo por complacerla. Que no entrase Ed por la puerta, estaba siendo un ridículo.

-[b]¿Nunca te compuse nada? Claro que sí, creo que te compuse esa de Jessy me robas las almohadas, hazme un pastel con mermelada cuando empezamos en Gryffindor.-se rió de buena gana sin poder recordar toda la letra. Afortunadamente el locutor pronto anunció que había llegado el especial de Ramones y acabó de desprestigiar a Duran Duran con su baile ridículo.-

[b]Mira, te hago la canción. Si terminas el pastel te doy alguna otra cosa que quieras, vas tan bien, no hagas que me de un coma diabético por tanta azúcar.-aunque había empezado algo que definitivamente no se bailaba de una forma que no implicase tropezones y empujar a cualquiera que esté cerca seguían un ritmo coordinado que iba de un lado al otro, como si se hubiesen quedado estacionados en algún punto de la canción anterior pero con menos entusiasmo. A ver si se le pasaba finalmente lo que le atormentaba la cabeza.-

Primero sonaba
Luego sonó…

Dave le había enseñado a ser una persona físicamente afectiva, y no a base de besos o revolcones, porque de hecho jamás se habían besado, menos lo otro. Pero para Jessy que venía de una familia distante y extremadamente inglesa, donde su madre tenía otros predilectos y apenas si le había peinado el cabello de niña sentada en su regazo alguna vez, cuando no lo hacía a la distancia a punta de varita, los contactos físicos de Dave, extremadamente tiernos y casuales allá en los últimos años de Hogwarts habían sido el paraíso. Vinieron a demostrarle que con el cuerpo se podía más que lanzar y recibir golpes histéricos o desnudarse por obligación de calentar y follar desquisiadamente....

Y ahora se iba a la otra punta de la mesa? Si, aun sonriendo y bailando le guarda cierto rencor por eso...Pero él que iba a saberlo? si para Dave besar en el cabello a una amiga era la cosa más lógica del mundo y para Jessy una locura que no tenía sentido, sino estabas buscando terminar sin ropas. Ahora las cosas cambiaban porque ella tenía muchas ganas de perderse en sus brazos y él en cuanto terminaba la vuelta se disponía a alejarla con la escusa de bailar. Y no había nada sexual allí realmente, al menos para Jessy que sin ir muy atrás en el tiempo, las calenturas referían a ser arrinconada de mala gana por un drogadicto y hasta disfrutarlo.

- Eres mentiroso... te la estás inventando ahora mismo!!... - le dijo riendo indignadísima y negando al ritmo del doggi doggi, y tampoco importaba si era cierto. - mira ni te acuerdas la letra maldito!... - actuó un enfado que se truncó con la risa de ambos y la nueva onda que llenaba la cocina de sonidos metaleros divertidos... Eso le gustaba más, se soltó de Dave y dio una vuelta sola a punta de saltitos modestos y llevándose la mano a los cabellos revolviéndolos entre sus dedos, terminó de girar para escuchar su descaro y lo miró de lado creando un momento de silencio incómodo... aunque mínimo Hey ho, let's go - repitió con la música realmente oportuna.

Cerró los ojos y sonrió tonta pero en vez de ir hacia la silla, se sentó en la mesa y se acercó el plato a las caderas, y con tenedor en mano señaló la radio - Pon mas fuerte!... total no hay nadie - Ella suponía y además había visto a Loulou irse. - Yeah, I wanna be well.... - pastel en tenedor...- I wanna be I want I want I want I want I want I want.... - tarareaba bajito, sin ver lo conveniente que era decirse eso a si misma mientras le OBLIGABAN a comer un PUTO pastel frente a sus narices como si estuvieran CONTROLANDOLA... pero nada. Lo haría y ya! porque no era una niñita pequeña para andar haciendo caprichitos... Cantaba mentalmente también ya que no se podía hablar con la boca llena.

Que Dave estuviera ahí hacía las cosas mucho peor, porque estaba controlando y exigiendole pero también parecía que no quería mirarla. Y a ella le daba bastante asco comer como para tener que soportar que la mirasen raro mientras lo hacía. Y no quería paranoiquearse, menos estando drogada porque todo podía terminar mal... Concentrándose en la música que calmaba sus ansias, cargó el tenedor de nuevo, pateó a Dave en la pierna para llamar su atención y le extendió el cubierto para que lo tomara, como ella le tomaba de la camiseta a dos dedos para que volviera acá! Haciéndose un poco hacia delante y entreabriendo los labios. No era necesario decir: si quieres que coma, aliméntame! Sus ojos hablaban por si solos. Dave's fault!

Le gustaba verla así, entre relajada y divertida sin necesidad de algo que le acelere el pulso de forma artificial, aunque claro, él no sabía de la coca y que en parte era eso. Le gustaba verla disfrutando de las cosas simples, sin complicaciones, sin que tenga que costarle un knut el sentirse bien.

Le subió a la música y comenzó a dar saltos con ella, no iba a ponerse a hacer pogo con ella porque era frágil y él un cavernícola cuando le venían los impulsos de multitud, ni se iba a medir y la pobre iba a acabar en el suelo. Por momentos tomaba impulso, como queriendo irse encima de alguien invisible.

Cuando lo jaló hacia ella sonrió, divertido por la música y las vueltas de idiota, pero quedó cara a cara contra lo que ya consideraba un peligro real. Estaba demasiado cerca de Jessy y estaba tan trastornado por todo lo sucedido que sólo quería hacer que se vaya cualquier pensamiento que le jodiese el alma. Quería divertirse, dejarse llevar y no pensar en nada más, desconocer el mundo y su propia vida por algunos segundos, desconocer hasta lo que Jessy le había contado de su novio.

Dejó caer el tenedor y con una mano tomó a Jessy por la nuca para acercarla a él y besarla con una necesidad desconocida, sin origen alguno, simplemente era necesario que lo haga y que fuese en ese mismo instante. Sentía su pulgar contra la piel suave de la rubia, su cabello comenzaba a pasar a través de sus dedos y no estaba siquiera consiente de si le correspondía o no.

No pensó en si le hacía bien o mal a alguno de ellos, ella podía detenerlo y quedaría entre ellos como tantas cosas que habían pasado juntos. Su impulso no parecía ir de acuerdo a la música, se sentía más acelerado que el beat que escuchaba ya en el fondo de su cabeza, estaba demasiado consiente de los labios de Jessy, de su cercanía, del recorrido por su nuca, de esa textura especial en su boca, de ese aroma ya conocido que ahora parecía finalmente apreciar.

Se separó de ella tras algunos segundos, realmente no estaba seguro del tiempo que había pasado, simplemente se le quedó viendo y sacó con un dedo lo que quedaba de nata en la comisura del labio de Jessy. No le dijo nada, no creía que hubiese nada que decir. Ni modo que le pregunte qué tal el beso y si quería seguir porque a él lo invadía un malsano impulso de seguir besándola.

No se dio cuenta que iba a besarla, quizá porque había cerrado los ojos esperando el pastel, o porque simplemente no podía ocurrirsele eso jamás en la vida. Dave no la había besado jamás y eso que había tenido sus mil posibilidades, muchos mejores que esa, cuando en piyama se metía a su cuarto en medio de la noche, cuando ella lo buscaba porque empezaba a gustar de él, cuando la guerra puso todo de cabeza y Jessy estaba destruida por la muerte de su hermano y él en cambio se ponía  a salir con una huff del montón, Sandra por cierto.... Hasta cuando quería consolarlo porque Frances no lo amaba como él merecía.

Se dio cuenta de que le estaba correspondiendo al beso, en algún momento muy posterior a que sus lenguas se tocaran por primera vez, cuando despegó las manos de la mesa para buscar su cintura y abrazarlo. Y ahí entendió y hubo un momento de duda de que tan conveniente era eso. Y no por Kris, que claro que pensaba en él todo el tiempo, sino por Dave, porque era un momento muy jodido para su amigo y... Si fuera por ella revolcarse no significaba mucho, pero para el gryffindor amante del amor cortés y platónico, eso no iba a hacerle ningún bien... O si! ella le había dicho mil veces que se desfazara con cualquiera y olvidara esas tonterías del amor.

No se alejó, hasta que él no lo hizo pues era una patanería hacer eso, menos aun a los amigos, y hasta tuvo el descaro de amagar a morder su dedo lleno de nada. Solo un amague divertido. Lo que si hizo fue volver sus manos a la mesa o a cualquier sitio que no fuera el cuerpo de Dave, y hablar con confianzas. - A que beso bien, no?... - se río y se bajó de la mesa para ir a dar una vuelta por ahí, sin mirarlo - tu también.... siempre pensé que tus besos serían aburrido y.... lentos... o algo feos... O quizá no. Solo lo pensaba para no desearlos tanto. -  Se río con ganas y volteó a mirarlo, porque iba a decirle algo que seguro le arruinaba la tarde que ella estaba empeñándose tanto divertir. - Sorry Dave, no es que quiera decirte qué hacer pero... no te veo follando por desquitar amores... Terminarás más hecho mierda... -

Ella era su amiga, y por más drogas y ganas de besarlo, no podía dejar hacer algo que arruinara más al pobre diablo ese. Porque ella podía hacer un paquete y separar las cosas, pero no veía a Dave teniendo tantos compartimentos diferentes en su cerebro o en su corazón de sandía. - No soy Frances... - no sabía porque pero siempre tenía que aclarar eso, viniera o no a cuento -... cuando estés convencido de que lo de Sandra ya no lo vale, porque tu no quieres, porque ella no te perdona...  pues... - dio dos saltitos hacia él y se tomó de su camisa - ... hasta te hago un baile erótico... o lo que quieras... - y se agachó y subió sostenida de los hombros de Dave para ejemplificarlo irónicamente.

Como lo del pastel, buenas promesas porque Dave se lo merecía y como lo adoraba a pesar de los años, Jessy no podía olvidar como había empezado esa tarde en su departamento. Quizá era momento de que la tarde terminase.