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::: Baile de Navidad :::
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Brigantia86 :: Campus :: Comedor
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::: Baile de Navidad :::
La última celebración oficial del año se celebraba en la Universidad. Después, las cortas vacaciones por las fiestas tendrían a los estudiantes mayormente fuera; la tradición dictaba que junto con el baile de Halloween, ese era uno de los más significativos de la escuela, aunque había algunos años en los que no se había realizado por desorganización del comité de estudiantes. Hersilia sólo se encargaba de asuntos logísticos y de regular el presupuesto dispuesto para celebraciones de Brigantia. Los alumnos hacían todo el trabajo.
Entre el trabajo que no le tocaba hacer a ella se encontraba la elección del decorado, muy moderno y muy muggle para su gusto, aunque nunca se metía en esos asuntos. Su trabajo era también aprobar la coctelería y probar que contuviera una cantidad ridícula de alcohol (ridícula por lo mínimo), probando con un papel que se coloreaba indicando si acaso se estaban excediendo (no, no se ponía ciega de cocteles para ver si embriagaban o no). Recorrió el gran salón recién abierto para dicha festividad.
Eran los años ochenta, el mundo mágico estaba en calma y eventos como ese eran las únicas cosas que, además de la academia, preocupaban a los estudiantes. Seguía con la bata puesta y sin maquillaje, por lo que se escabulló pronto para ponerse más presentable, pues estaba segura que su misión era estar ahí y procurar que no hubiera desfiguros. El amargo de Blackburn pondría algún pretexto para evitar el contacto con los estudiantes fuera de un aula, de eso estaba segura.
Entre el trabajo que no le tocaba hacer a ella se encontraba la elección del decorado, muy moderno y muy muggle para su gusto, aunque nunca se metía en esos asuntos. Su trabajo era también aprobar la coctelería y probar que contuviera una cantidad ridícula de alcohol (ridícula por lo mínimo), probando con un papel que se coloreaba indicando si acaso se estaban excediendo (no, no se ponía ciega de cocteles para ver si embriagaban o no). Recorrió el gran salón recién abierto para dicha festividad.
Eran los años ochenta, el mundo mágico estaba en calma y eventos como ese eran las únicas cosas que, además de la academia, preocupaban a los estudiantes. Seguía con la bata puesta y sin maquillaje, por lo que se escabulló pronto para ponerse más presentable, pues estaba segura que su misión era estar ahí y procurar que no hubiera desfiguros. El amargo de Blackburn pondría algún pretexto para evitar el contacto con los estudiantes fuera de un aula, de eso estaba segura.
Hersilia Levine- Admin
- Mensajes : 5
Fecha de inscripción : 15/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
(voy a inaugurar esto...)
Cuando Bruce había pedido a su hermano que le consiguiese un traje ni en sus peores pesadillas pensó que ese iba a ser el resultado. Creía entender que estaban de moda los brillos y esas cosas, pero... Era necesario?. No eran solo para las niñas las lentejuelas? Ingenuo como él solo intentó un par de veces hacer magia sobre el atuendo y llevarlo a su estilo, más sobrio y regular, pero para su desgracia no lograba que los hechizos durasen más de cinco minutos sobre la prenda y su tiempo para pasar a buscar a Sira se le escurría como arena entre los dedos. Inflando el pecho y ya dándole igual se miró una vez más en el espejo mientras sus compañeros de cuarto se le reían en la cara a carcajada limpia. Solo esperaba que Sira tuviera el mismo buen humor, pero entendería si lo dejaba plantado en la puerta de Smertios.
Acomodándose la solapa con manía, esperaba en la puerta de la facultad verde caminado de un lado a otro. Llevaba una sola rosa en la mano para que la chica se pusiese en su vestido si quería y si no la dejaría caer por ahí. Tanto le había costado invitarla al baile y ahora estaba ahí para ser su pareja ridícula. En eso pensaba cuando la vio aparecer con un grupo de amigas. Le sonrió y saludó con la mano sin atreverse a dar un paso. Alzó los hombros a la distancia como disculpándose de antemano y luego caminó hacia ella.
- Esta semana no paro de pedirte disculpas... - Se refería al golpe de la otra vez, al traje que llevaba hoy puesto y a todo lo que pudiera suceder de allí en adelante. Luego de media hora con aquella chaqueta Bruce ya se había acostumbrado a ser un farol atractor de miradas, pero las chicas eran especiales con esas cosas, quizá Sira pensase que lo hacía por dejarla en ridículo con sus amigas o algo. - Nunca volveré a confiar en mi hermano... como dicen, si quieres algo bien hecho haslo tu mismo...
Ella en cambio estaba guapísima como siempre - Estás muy guapa... bueno, siempre estás guapa, quiero decir, en general eres herm ... - ya no sabía que decir así que le extendió la rosa blanca, para ocultar sus malos modos.- esto es para ti - Era un gesto tonto, pero estaba de moda según tenía entendido. Ahora quedaba en ella si se animaba a entrar en el salón comedor con él o lo despachaba por ridículo.
Cuando Bruce había pedido a su hermano que le consiguiese un traje ni en sus peores pesadillas pensó que ese iba a ser el resultado. Creía entender que estaban de moda los brillos y esas cosas, pero... Era necesario?. No eran solo para las niñas las lentejuelas? Ingenuo como él solo intentó un par de veces hacer magia sobre el atuendo y llevarlo a su estilo, más sobrio y regular, pero para su desgracia no lograba que los hechizos durasen más de cinco minutos sobre la prenda y su tiempo para pasar a buscar a Sira se le escurría como arena entre los dedos. Inflando el pecho y ya dándole igual se miró una vez más en el espejo mientras sus compañeros de cuarto se le reían en la cara a carcajada limpia. Solo esperaba que Sira tuviera el mismo buen humor, pero entendería si lo dejaba plantado en la puerta de Smertios.
Acomodándose la solapa con manía, esperaba en la puerta de la facultad verde caminado de un lado a otro. Llevaba una sola rosa en la mano para que la chica se pusiese en su vestido si quería y si no la dejaría caer por ahí. Tanto le había costado invitarla al baile y ahora estaba ahí para ser su pareja ridícula. En eso pensaba cuando la vio aparecer con un grupo de amigas. Le sonrió y saludó con la mano sin atreverse a dar un paso. Alzó los hombros a la distancia como disculpándose de antemano y luego caminó hacia ella.
- Esta semana no paro de pedirte disculpas... - Se refería al golpe de la otra vez, al traje que llevaba hoy puesto y a todo lo que pudiera suceder de allí en adelante. Luego de media hora con aquella chaqueta Bruce ya se había acostumbrado a ser un farol atractor de miradas, pero las chicas eran especiales con esas cosas, quizá Sira pensase que lo hacía por dejarla en ridículo con sus amigas o algo. - Nunca volveré a confiar en mi hermano... como dicen, si quieres algo bien hecho haslo tu mismo...
Ella en cambio estaba guapísima como siempre - Estás muy guapa... bueno, siempre estás guapa, quiero decir, en general eres herm ... - ya no sabía que decir así que le extendió la rosa blanca, para ocultar sus malos modos.- esto es para ti - Era un gesto tonto, pero estaba de moda según tenía entendido. Ahora quedaba en ella si se animaba a entrar en el salón comedor con él o lo despachaba por ridículo.
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traje
traje
Bruce Mayer- Mensajes : 37
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
ropa
Baile de navidad. El año pasado no había ido por que me había largado a París cuanto antes, extrañando locamente a las amigas y a la familia. Ya se me había pasado y ahora tenía muchas ganas de estar ahí aunque no tuviera pareja, básicamente por que no la había buscado y por que tampoco me lo había pedido nadie, quería pensar que era por que yo siempre estaba diciendo que me parecía estúpido que los ingleses fueran tan tradicionalistas con esas cosas. Al final me había puesto un vestido de mi madre de los años sesenta, unas pieles por que me congelaba y todo lo que se me había ocurrido.
Esperaba llegar acompañada de mi hermano, por que sí, por que era su primer semestre en Brigantia. Me estaba portando demasiado protectora por que él no era ningún niñito que no pudiera agenciarse una pareja, pero igual, si acaso tenía admiradoras me gustaba monopolizarlo un ratito.
Me estaba fumando un cigarrillo afuera, por que Vincent siempre era un impuntual.
Cuando había entrado a la universidad temí por mucho tiempo que no duraría ni un mes, pero las cosas cambiaban más rápido de lo que pensaba y se me ocurría que los ingleses no eran tan aburridos como se decía en Francia. Además, mi hermano estaba en la carrera de quidditch y me preocupaba, por que era desordenado y borracho, algo absolutamente normal para cualquiera, pero él tenía aspiraciones deportivas importantes. Qué horror elegir una carrera privativa, pero en fin, era cosa suya. Por cierto, me daba totalmente igual que mi cicatriz se notara demasiado con mi escote. No tenía nada qué esconder.
Baile de navidad. El año pasado no había ido por que me había largado a París cuanto antes, extrañando locamente a las amigas y a la familia. Ya se me había pasado y ahora tenía muchas ganas de estar ahí aunque no tuviera pareja, básicamente por que no la había buscado y por que tampoco me lo había pedido nadie, quería pensar que era por que yo siempre estaba diciendo que me parecía estúpido que los ingleses fueran tan tradicionalistas con esas cosas. Al final me había puesto un vestido de mi madre de los años sesenta, unas pieles por que me congelaba y todo lo que se me había ocurrido.
Esperaba llegar acompañada de mi hermano, por que sí, por que era su primer semestre en Brigantia. Me estaba portando demasiado protectora por que él no era ningún niñito que no pudiera agenciarse una pareja, pero igual, si acaso tenía admiradoras me gustaba monopolizarlo un ratito.
Me estaba fumando un cigarrillo afuera, por que Vincent siempre era un impuntual.
Cuando había entrado a la universidad temí por mucho tiempo que no duraría ni un mes, pero las cosas cambiaban más rápido de lo que pensaba y se me ocurría que los ingleses no eran tan aburridos como se decía en Francia. Además, mi hermano estaba en la carrera de quidditch y me preocupaba, por que era desordenado y borracho, algo absolutamente normal para cualquiera, pero él tenía aspiraciones deportivas importantes. Qué horror elegir una carrera privativa, pero en fin, era cosa suya. Por cierto, me daba totalmente igual que mi cicatriz se notara demasiado con mi escote. No tenía nada qué esconder.
Isabelle Guérin-Lajoie- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 18/12/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Mi carrera como escritor era tan prometedora y brillante que cada que mis dedos rozaban las teclas de la máquina de escribir, sentía una profunda necesidad de azotar mi cabeza contra ella hasta encontrar la muerte, y así evitarme la pena de enfrentarme al mundo y a la realidad. Queda bastante claro que aquello de “prometedora y brillante” no era sino todo lo opuesto a cómo me sentía al respecto.
Pero lo peor de todo no era darse cuenta de ello, lo más grave del asunto, era estar consciente de mis carencias y aun así, seguir intentándolo. Era como si esperara que mágicamente las palabras fueran a brotar de la nada hasta convertirme a corto plazo en alguien digno de leer. Precisamente, durante los últimos días había estado intentando continuar con un espectro de novela que llevaba corrigiendo durante ya casi dos años.
Irónicamente, la perspectiva de un “baile de navidad” con Frances como compañera resultaba ser la luz en medio de toda mi jodida depresión; y digo irónicamente porque (no me canso de decirlo) yo era cualquier cosa que ustedes quieran menos un “sujeto de bailes”. Para ser honesto, aquello de mover el cuerpo entero al ritmo de la música no era precisamente uno de mis talentos (y aquí la pregunta: ¿Cuáles son esos talentos?), y ya ni hablar de las relaciones sociales. No es que fuera malo con ello, en realidad era bastante capaz de llevarme bien con quien fuera y, según yo, le agradaba lo suficiente a un buen número de estudiantes. Mi problema más bien pasaba por la simple pereza y apatía de tener que escuchar cosas que sinceramente me importaban muy poco.
Pero como todo un gran hipócrita, ahí estaba yo, vestido de gala para el baile y esperando a Frances justo en la antesala del comedor, saludando con sonrisas, palmadas en el hombro y demás gestos idiotas con quien tuviera la gentileza de acercarse a hacerlo, y planeando tener una noche que como mínimo, me ayudara a olvidar en el fracaso de persona que estaba hecho luego de darme cuenta que mi existencia solo era medianamente útil cuando la sociedad mágica estaba en medio de una guerra civil.
Pero lo peor de todo no era darse cuenta de ello, lo más grave del asunto, era estar consciente de mis carencias y aun así, seguir intentándolo. Era como si esperara que mágicamente las palabras fueran a brotar de la nada hasta convertirme a corto plazo en alguien digno de leer. Precisamente, durante los últimos días había estado intentando continuar con un espectro de novela que llevaba corrigiendo durante ya casi dos años.
Irónicamente, la perspectiva de un “baile de navidad” con Frances como compañera resultaba ser la luz en medio de toda mi jodida depresión; y digo irónicamente porque (no me canso de decirlo) yo era cualquier cosa que ustedes quieran menos un “sujeto de bailes”. Para ser honesto, aquello de mover el cuerpo entero al ritmo de la música no era precisamente uno de mis talentos (y aquí la pregunta: ¿Cuáles son esos talentos?), y ya ni hablar de las relaciones sociales. No es que fuera malo con ello, en realidad era bastante capaz de llevarme bien con quien fuera y, según yo, le agradaba lo suficiente a un buen número de estudiantes. Mi problema más bien pasaba por la simple pereza y apatía de tener que escuchar cosas que sinceramente me importaban muy poco.
Pero como todo un gran hipócrita, ahí estaba yo, vestido de gala para el baile y esperando a Frances justo en la antesala del comedor, saludando con sonrisas, palmadas en el hombro y demás gestos idiotas con quien tuviera la gentileza de acercarse a hacerlo, y planeando tener una noche que como mínimo, me ayudara a olvidar en el fracaso de persona que estaba hecho luego de darme cuenta que mi existencia solo era medianamente útil cuando la sociedad mágica estaba en medio de una guerra civil.
Syd Crawford- Mensajes : 46
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
No tenía pensado ir al baile en realidad, esas cosas no eran simplemente para ella, además que nadie la había invitado. Ella tenía la culpa, siempre andaba por todos lados con esos aires de que nadie la merecía para alejar a los acosadores precisamente, Andrei le había mencionado algo levemente, pero como aun no sabía que pasaría al respecto del compromiso y todo eso prefirió decirle que guardaran las distancias, en la universidad principalmente. Se animó cuando Vincent le dijo tras una sesión en el club de Crochet que si quería ir con él. No lo conocía mucho pero decidió decirle que si, por la experiencia universitaria principalmente y porque no podía negarse a un jugador de Quidditch tejiendo, secreto que le juró guardar hasta la tumba.
La sorprendió pasando puntualmente por ella a los dormitorios y en realidad le sacó una sonrisa sincera con el arreglo de la muñeca tejido. Le parecía todo muy formal y tal, como si tuviera 17 años nuevamente y no hubiese estado en una guerra de bandos horrible. Lo tomó del brazo y le dio un pequeño beso en la mejilla como muestra de aprecio y luego se apareció con él en la entrada al comedor.
Muy bien, este es el trato… no voy a bailar nada sin tomarme al menos dos cocteles. Si te aburres de mi ebriedad eres libre de ir a bailar con más personas. – Bueno ella no sabía que también tenia un compromiso con su hermana, pero si deseaba tampoco era que lo iba a retener toda la noche, no se creía con esos derechos. Entró al lugar tomada de su brazo, todo le pareció muy extraño, como muy muggle y así, cosas a las que no estaba muy acostumbrada en realidad y dio un respingo sin darse cuenta al notar los adornos y las luces. Tal vez era verdad y habían ya pasado sus mejores años, donde aquello le hubiera gustado en verdad.
vestidillo y así
La sorprendió pasando puntualmente por ella a los dormitorios y en realidad le sacó una sonrisa sincera con el arreglo de la muñeca tejido. Le parecía todo muy formal y tal, como si tuviera 17 años nuevamente y no hubiese estado en una guerra de bandos horrible. Lo tomó del brazo y le dio un pequeño beso en la mejilla como muestra de aprecio y luego se apareció con él en la entrada al comedor.
Muy bien, este es el trato… no voy a bailar nada sin tomarme al menos dos cocteles. Si te aburres de mi ebriedad eres libre de ir a bailar con más personas. – Bueno ella no sabía que también tenia un compromiso con su hermana, pero si deseaba tampoco era que lo iba a retener toda la noche, no se creía con esos derechos. Entró al lugar tomada de su brazo, todo le pareció muy extraño, como muy muggle y así, cosas a las que no estaba muy acostumbrada en realidad y dio un respingo sin darse cuenta al notar los adornos y las luces. Tal vez era verdad y habían ya pasado sus mejores años, donde aquello le hubiera gustado en verdad.
vestidillo y así
Ellie Morgan- Mensajes : 216
Fecha de inscripción : 22/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
En un principio no había pensado ir al baile, no sin Tobias y con las cosas como estaban, hasta había golpeado a Syd por si quiera atreverse a invitarla en un momento como ese –aunque él sostuviera que ella lo había invitado – y ya estaba. Esperaba que, de todos modos, para ese entonces, las cosas ya se hubieran arreglado, pero no.
La noche fatídica en que su marido le lanzaba un Avada Kedavra a Kristján Sveinsson-cosa de la que ella no se había enterado aún- se había salido del bar de las urracas para ir a ver a sus hijos y, cómo no, pedirle perdón a Tobias –o lo más parecido a pedir perdón que Frances pudiera hacer. Su sorpresa fue que no estaban en casa, así que fue a donde David y se encontró con que Georgia Finnerty cuidaba a Angus. Frances no pensó que Tobias fuera capaz de llevarse a los niños al Dirty Duck así que pensó en Jens. Para entonces ya estaba odiando al mundo por dar tantas vueltas, aunque sólo fuera a base de aparicios.
Cuando llegó a casa de su cuñado, estuvo con los niños un buen rato, hasta convivió con Jens y con su novia como si nada pasara, hasta que se le ocurrió decir “bueno gracias por cuidarlos, ya nos vamos” y Jens le dijo que no. Frances le había contestado que no le lanzaba un Avada y quemaba su casa hasta los cimientos nada más porque era hermano de Tobias, pero todo había acabado mal. Regresó a casa de Abner a llorar como idiota –sí, a llorar- y luego de una hora patética le habló a Syd vía chimenea.
Siempre sí. Fue lo único que le dijo antes de pasar una noche infernal con Abner diciéndole que no tenía que quedarse como idiota, que tenían que hacer algo, que eran sus hijos y demás cosas que ella ni siquiera quería escuchar.
Se encontró con Syd donde habían quedado. Ella tampoco pensaba bailar, ni nada. Lo que era peor, estaba ahí como parte de un berrinche descomunal interminable. Igual se esforzó por sonreírle desde la distancia.
-Lamento decepcionarte si pensabas que iba a traer ropa bonita y vestido coqueto como todas estas zorras.
Fue lo primero que le dijo antes de pasarle el brazo por los hombros aprovechando que por fin era de su altura por los tacones.
-¿Trajiste algo para echarlo al ponche o sólo me engañaste con falsas promesas para que viniera contigo a esta estupidez?. ¿Has visto a mi marido? Se me ocurre que quizá venga por nostálgico, porque ya sabes…ya no estará aquí, ahora es el hombre perfecto que trabaja. Porque todo lo hace bien, todo lo hace bien el idiota.
Se sintió un poco mal de estar cacareando de ese asunto cuando seguramente Syd solamente quería pasarla bien pero no podía con su vida.
-Bueno ya, perdóname. Vamos a aumentar tu status social haciéndoles creer a todos que eres un as por salir con una mujer casada. Tus fans van a estar más locas que nunca. Luces bien, además. Decente y todo.
Bromeó con él antes de jalarlo para entrar al lugar. Quizá hubiera sido más sencillo sí pedir disculpas esa noche, pero ya no era momento.
_______La noche fatídica en que su marido le lanzaba un Avada Kedavra a Kristján Sveinsson-cosa de la que ella no se había enterado aún- se había salido del bar de las urracas para ir a ver a sus hijos y, cómo no, pedirle perdón a Tobias –o lo más parecido a pedir perdón que Frances pudiera hacer. Su sorpresa fue que no estaban en casa, así que fue a donde David y se encontró con que Georgia Finnerty cuidaba a Angus. Frances no pensó que Tobias fuera capaz de llevarse a los niños al Dirty Duck así que pensó en Jens. Para entonces ya estaba odiando al mundo por dar tantas vueltas, aunque sólo fuera a base de aparicios.
Cuando llegó a casa de su cuñado, estuvo con los niños un buen rato, hasta convivió con Jens y con su novia como si nada pasara, hasta que se le ocurrió decir “bueno gracias por cuidarlos, ya nos vamos” y Jens le dijo que no. Frances le había contestado que no le lanzaba un Avada y quemaba su casa hasta los cimientos nada más porque era hermano de Tobias, pero todo había acabado mal. Regresó a casa de Abner a llorar como idiota –sí, a llorar- y luego de una hora patética le habló a Syd vía chimenea.
Siempre sí. Fue lo único que le dijo antes de pasar una noche infernal con Abner diciéndole que no tenía que quedarse como idiota, que tenían que hacer algo, que eran sus hijos y demás cosas que ella ni siquiera quería escuchar.
Se encontró con Syd donde habían quedado. Ella tampoco pensaba bailar, ni nada. Lo que era peor, estaba ahí como parte de un berrinche descomunal interminable. Igual se esforzó por sonreírle desde la distancia.
-Lamento decepcionarte si pensabas que iba a traer ropa bonita y vestido coqueto como todas estas zorras.
Fue lo primero que le dijo antes de pasarle el brazo por los hombros aprovechando que por fin era de su altura por los tacones.
-¿Trajiste algo para echarlo al ponche o sólo me engañaste con falsas promesas para que viniera contigo a esta estupidez?. ¿Has visto a mi marido? Se me ocurre que quizá venga por nostálgico, porque ya sabes…ya no estará aquí, ahora es el hombre perfecto que trabaja. Porque todo lo hace bien, todo lo hace bien el idiota.
Se sintió un poco mal de estar cacareando de ese asunto cuando seguramente Syd solamente quería pasarla bien pero no podía con su vida.
-Bueno ya, perdóname. Vamos a aumentar tu status social haciéndoles creer a todos que eres un as por salir con una mujer casada. Tus fans van a estar más locas que nunca. Luces bien, además. Decente y todo.
Bromeó con él antes de jalarlo para entrar al lugar. Quizá hubiera sido más sencillo sí pedir disculpas esa noche, pero ya no era momento.
No es vestido en serio
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
El fin de semana había sido un caos. Un lindo caos al principio y un caos extraño hacia el final.
Los famosos preparativos para el baile de los que el comité se había tenido que encargar, y Jessy por ir a joder a Marie terminaba integrando. El alistamiento del famoso vestido para el baile y como sacarle las hombreras horribles y volados nefastos que no hacían más que hacerla ver como que ocupaba el espacio de cinco. La cena con su hermano, los dramas familiares mezclados con los que ella se generaba dentro de la uni. La salida con las chicas, el alcohol barato, los baños mugrosos y el abrazo a Frances... Para terminar en la madrugada anterior donde había pasado por la habitación de Smertios de Kris a hurtadillas total, confirmando que no estaba allí.
No lo quería controlar, solo había querido confirmar lo del baile, para que no le sucediese lo que ahora le pasaba: mientras todo dios iba y venía como loco, Jessy le daba la espalda al mundo esperando. Estaba sentada en una otomana de la sala común, frente a la chimenea haciendo nada. Lista desde hacía una hora, porque ella era así de obse y porque con Kris no habían quedado en nada concreto. Sabía que él no iba a ser tan descarado de dejarla plantada, pero temía a lo alocados que podían ser los fines de semana para gente como ellos.
A medida que el tiempo pasaba, su pierna sobre la alfombra aceleraba el ritmo de un segundero imaginario. Se miraba las uñas y acercaba las manos al fuego encendido. Respiraba pensando en que mejor si se perdían la cena y no había que comer enfrente de mil. Que al fin y al cabo era un tonto baile y no importaba asistir... Que quizá él se había olvidado y ya. Que capaz ella estaba acelerada y aun faltaban mil horas para poder considerar que se llegaba tarde.
...Qué por ahí, todo eso había sido una tontería... Y que era una suerte que no había cotilleado con las chicas el nombre de quien iba a acompañarla. Que de seguro, ella había entendido mal y todo lo de la enfermería había sido un cuento para pasar el rato.... Que mejor se paraba e iba a buscarlo al dormitorio. Que mejor no porque no había que ponerse densa. Que ahí pasaba James y podía preguntarle a él si sabía algo. Que mejor no. Mejor no cruzarse con James...
... Que capaz habían quedado en encontrarse en el salón comedor directamente y Jessy se había olvidado. Que quizá tenía que mandar a alguien a buscarlo. Que todavía podía presentarse sola. O mejor aun, que aun había tiempo para volver a su habitación y ponerse un piyama a rayas.... Que todo eso iba a salir muy mal. Que estaba loca y llevaba la mala suerte en la sangre como otras la veeles....
Los famosos preparativos para el baile de los que el comité se había tenido que encargar, y Jessy por ir a joder a Marie terminaba integrando. El alistamiento del famoso vestido para el baile y como sacarle las hombreras horribles y volados nefastos que no hacían más que hacerla ver como que ocupaba el espacio de cinco. La cena con su hermano, los dramas familiares mezclados con los que ella se generaba dentro de la uni. La salida con las chicas, el alcohol barato, los baños mugrosos y el abrazo a Frances... Para terminar en la madrugada anterior donde había pasado por la habitación de Smertios de Kris a hurtadillas total, confirmando que no estaba allí.
No lo quería controlar, solo había querido confirmar lo del baile, para que no le sucediese lo que ahora le pasaba: mientras todo dios iba y venía como loco, Jessy le daba la espalda al mundo esperando. Estaba sentada en una otomana de la sala común, frente a la chimenea haciendo nada. Lista desde hacía una hora, porque ella era así de obse y porque con Kris no habían quedado en nada concreto. Sabía que él no iba a ser tan descarado de dejarla plantada, pero temía a lo alocados que podían ser los fines de semana para gente como ellos.
A medida que el tiempo pasaba, su pierna sobre la alfombra aceleraba el ritmo de un segundero imaginario. Se miraba las uñas y acercaba las manos al fuego encendido. Respiraba pensando en que mejor si se perdían la cena y no había que comer enfrente de mil. Que al fin y al cabo era un tonto baile y no importaba asistir... Que quizá él se había olvidado y ya. Que capaz ella estaba acelerada y aun faltaban mil horas para poder considerar que se llegaba tarde.
...Qué por ahí, todo eso había sido una tontería... Y que era una suerte que no había cotilleado con las chicas el nombre de quien iba a acompañarla. Que de seguro, ella había entendido mal y todo lo de la enfermería había sido un cuento para pasar el rato.... Que mejor se paraba e iba a buscarlo al dormitorio. Que mejor no porque no había que ponerse densa. Que ahí pasaba James y podía preguntarle a él si sabía algo. Que mejor no. Mejor no cruzarse con James...
... Que capaz habían quedado en encontrarse en el salón comedor directamente y Jessy se había olvidado. Que quizá tenía que mandar a alguien a buscarlo. Que todavía podía presentarse sola. O mejor aun, que aun había tiempo para volver a su habitación y ponerse un piyama a rayas.... Que todo eso iba a salir muy mal. Que estaba loca y llevaba la mala suerte en la sangre como otras la veeles....
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Mentiría si dijera que estaba emocionada con el baile. Lo había estado durante un tiempo, por supuesto que si, mientras había creído que podría recibir una invitación de alguien interesante. Pero una vez más parecía tan invisible como en sus años de Hogwarts, y tuvo que tirar de su medida desesperada más habitual y pedirle a Darren (o ya suplicarle, quien sabía) que no la hiciera ir sola.
Luego había estado dudando sobre el vestido, y a punto de enviarlo todo al diablo y usar uno de los pocos vestidos que tenía, el que solía usar los domingos que iba a visitar a sus padres, para que su madre no se pusiera como loca diciendo que no vestía como una señorita, y que eso era culpa de que se pasara el día rodeada de bichos. Pero al final, como tuvo que salir de compras porque Darren le había pedido una pajarita para su traje (y sabía que si ella no se la compraba él iría vestido de cualquier forma, olvidándose de que era un evento formal). Había terminado comprándole una corbata por preferencia personal, y ya estaba pagando cuando vio aquel vestido rojo. Fue puro amor a primera vista y la talla también era la adecuada, así que lo tomó como una señal y lo compró.
Habían quedado en que Darren pasaría a buscarla por Ogmios, algo que al principio la sorprendió. No le tenía más esperanzas a aquella noche que beber más de la cuenta y divertirse, y sabía que iba con la única pareja con la que podría hacer eso, y ya se había resignado en lo de que serían la pareja menos convencional del baile, hasta que el ir juntos sólo significaba que iban a encontrarse en algún momento de la noche y se iban a sonreír. Pero al parecer él tenía otros planes, y desde luego no iba a ser quien protestara al respecto. Así que intentando ser puntual, terminó de arreglarse el pelo en un recogido sencillo, de donde se escapaban algunos mechones y se calzó por fin aquellos zapatos de tacón imposible que sabía que dentro de una hora la estarían matando.
Mientras bajaba las escaleras de los dormitorios no pudo dejar de pensar que tendría que esperar, porque si en algo destacaba su amigo era en la impuntualidad, pero una vez más él la sorprendió porque ahí estaba, completamente presentable en su traje y esperándola. No pudo más que dedicarle una sonrisa mientras terminaba de bajar los escalones, y hasta se permitió dar una vuelta sobre si misma para que él pudiera ver el vestido sobre todos los ángulos.
- ¿Y bien? No estoy ridícula, ¿verdad? A lo mejor es demasiado moderno con eso de que no tiene la espalda cubierta, pero la mujer de la tienda dijo que me quedaba bien. Tu estás muy guapo. – le dijo dándole un beso en la mejilla, y gracias a los altos tacones que vestía casi quedaba a su altura, y eso sin duda era una novedad. – ¿Vamos? – y se prometió a si misma que dejaría sus amarguras para el día siguiente. Aquella noche iban a divertirse, porque a fin de cuentas Darren no tenía ninguna culpa de que ella se sintiera un tanto desdichada.
Luego había estado dudando sobre el vestido, y a punto de enviarlo todo al diablo y usar uno de los pocos vestidos que tenía, el que solía usar los domingos que iba a visitar a sus padres, para que su madre no se pusiera como loca diciendo que no vestía como una señorita, y que eso era culpa de que se pasara el día rodeada de bichos. Pero al final, como tuvo que salir de compras porque Darren le había pedido una pajarita para su traje (y sabía que si ella no se la compraba él iría vestido de cualquier forma, olvidándose de que era un evento formal). Había terminado comprándole una corbata por preferencia personal, y ya estaba pagando cuando vio aquel vestido rojo. Fue puro amor a primera vista y la talla también era la adecuada, así que lo tomó como una señal y lo compró.
Habían quedado en que Darren pasaría a buscarla por Ogmios, algo que al principio la sorprendió. No le tenía más esperanzas a aquella noche que beber más de la cuenta y divertirse, y sabía que iba con la única pareja con la que podría hacer eso, y ya se había resignado en lo de que serían la pareja menos convencional del baile, hasta que el ir juntos sólo significaba que iban a encontrarse en algún momento de la noche y se iban a sonreír. Pero al parecer él tenía otros planes, y desde luego no iba a ser quien protestara al respecto. Así que intentando ser puntual, terminó de arreglarse el pelo en un recogido sencillo, de donde se escapaban algunos mechones y se calzó por fin aquellos zapatos de tacón imposible que sabía que dentro de una hora la estarían matando.
Mientras bajaba las escaleras de los dormitorios no pudo dejar de pensar que tendría que esperar, porque si en algo destacaba su amigo era en la impuntualidad, pero una vez más él la sorprendió porque ahí estaba, completamente presentable en su traje y esperándola. No pudo más que dedicarle una sonrisa mientras terminaba de bajar los escalones, y hasta se permitió dar una vuelta sobre si misma para que él pudiera ver el vestido sobre todos los ángulos.
- ¿Y bien? No estoy ridícula, ¿verdad? A lo mejor es demasiado moderno con eso de que no tiene la espalda cubierta, pero la mujer de la tienda dijo que me quedaba bien. Tu estás muy guapo. – le dijo dándole un beso en la mejilla, y gracias a los altos tacones que vestía casi quedaba a su altura, y eso sin duda era una novedad. – ¿Vamos? – y se prometió a si misma que dejaría sus amarguras para el día siguiente. Aquella noche iban a divertirse, porque a fin de cuentas Darren no tenía ninguna culpa de que ella se sintiera un tanto desdichada.
Amy Jackson- Mensajes : 161
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Tal vez Darren Brackminster no fuera el más inteligente de los hombres a los que la gente podía acudir pero tampoco era estúpido. Amy había pasado a convertirse en su mejor amiga tras superar su pasado en común pero estaba convencido que de haber tenido plan A, B, C y hasta el Z nunca hubiera aceptado a Darren como acompañante al baile. No la culpaba, le hizo daño en su día así que Darrem aceptaba el carácter huraño de la ogmios como penitencia por haber sido infiel en el pasado. Por eso soltó un "sí" inmediato, casi sin dejarle terminar la frase, cuandoe Jackson vino a buscarle tras un entrenamiento con el pamfleto del baile en la mano. No, no dejó que se sintiera mal porque la chica sinplemente no se lo merecía. Tampoco permitió que suplicara ni nada por el estilo, podía ser alguien que se burlaba de hasta su propia sombra pero no era cruel y francamente, si Amy venía pidiéndole ayuda era porque la necesitaba así que serio, accedió a ser el "chico perfecto" por una noche. Claro que a su estilo.
La dejó elegir corbata, traje e incluso zapatos. Era un cero a la izquierda en cuanto a protocolos sociales pero una vez comprobó el resultado delante el espejo, asintió conforme con el resultado. Eso sí, fue a buscar a su hermano August para que le echara una mano con el nudo de la corbata. ¿No había dicho pajarita? Bueno, todo fuera por complacer a la chica. Puntual como un reloj apareció en Ogmios y esperó sentado en una de las butacas, saludando a unos y otros con la cabeza mientras bebía ron de la petaca que escondió en la parte interior de la americana cuando vio descender a Amy. Radiante estaba con aquel vestido rojo pegado al cuerpo. Darren pasó una mano por su pelo para cerciorarse que estaba adecuadamente peinado y no recibiría crítica por parte de Jackson y se alzó sobre su metro casi noventa para acercarse a su "chica".
- Yo siempre voy guapo -sonrió de vuelta, torciendo los labios a la derecha y posó una mano tras su espalda, justo en la base- Pero tu eres perfecta. - La tomó por la mano y deslizó un ramillete blanco, perfecto para un baile de navidad por su muñeca - Ahora sí. Entre tus ojos y tu cuerpo, me va a llover competencia. Menos mal que llevo el bate hechizado en mi bolsillo, por si las moscas. Siempre esta bien terminar el baile con un poco de sangre - volvió a sonreír con aquel deje despreocupado que nadie sabría descifrar. ¿Iba en serio o no? Ah, ese era el encanto de Brackminster.
Tras ofrecer el brazo y ser aceptado, caminó con Jackson hasta el baile, hablando sobre trivialidades que quitaron hierro al asunto para no poner más de los nervios a la muchacha. En cuanto pusieron un pie en el comedor, Darren no pudo contener la carcajada ante el despliegue ornamental - ¿No había más pompones? - Pero se sosego en cuestión de segundos y avanzó con la chica hacia dentro - Ah, Jackson - Cogió su mano y le dio una vuelta antes de abrazarla para bailar pegados. Mano derecha sujetando la de la chica e iziquierda en su cintura. Incluso se permitió la licencia de acercar sus labios a su oreja y susurrar un - ¿Quien esperabas que te propusiera venir y no lo hizo? Porque puedo partirle las piernas con un "feliz navidad". Cuentaselo a tito Darren
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Atuendo: https://i.imgur.com/hfDlULy.jpg
La dejó elegir corbata, traje e incluso zapatos. Era un cero a la izquierda en cuanto a protocolos sociales pero una vez comprobó el resultado delante el espejo, asintió conforme con el resultado. Eso sí, fue a buscar a su hermano August para que le echara una mano con el nudo de la corbata. ¿No había dicho pajarita? Bueno, todo fuera por complacer a la chica. Puntual como un reloj apareció en Ogmios y esperó sentado en una de las butacas, saludando a unos y otros con la cabeza mientras bebía ron de la petaca que escondió en la parte interior de la americana cuando vio descender a Amy. Radiante estaba con aquel vestido rojo pegado al cuerpo. Darren pasó una mano por su pelo para cerciorarse que estaba adecuadamente peinado y no recibiría crítica por parte de Jackson y se alzó sobre su metro casi noventa para acercarse a su "chica".
- Yo siempre voy guapo -sonrió de vuelta, torciendo los labios a la derecha y posó una mano tras su espalda, justo en la base- Pero tu eres perfecta. - La tomó por la mano y deslizó un ramillete blanco, perfecto para un baile de navidad por su muñeca - Ahora sí. Entre tus ojos y tu cuerpo, me va a llover competencia. Menos mal que llevo el bate hechizado en mi bolsillo, por si las moscas. Siempre esta bien terminar el baile con un poco de sangre - volvió a sonreír con aquel deje despreocupado que nadie sabría descifrar. ¿Iba en serio o no? Ah, ese era el encanto de Brackminster.
Tras ofrecer el brazo y ser aceptado, caminó con Jackson hasta el baile, hablando sobre trivialidades que quitaron hierro al asunto para no poner más de los nervios a la muchacha. En cuanto pusieron un pie en el comedor, Darren no pudo contener la carcajada ante el despliegue ornamental - ¿No había más pompones? - Pero se sosego en cuestión de segundos y avanzó con la chica hacia dentro - Ah, Jackson - Cogió su mano y le dio una vuelta antes de abrazarla para bailar pegados. Mano derecha sujetando la de la chica e iziquierda en su cintura. Incluso se permitió la licencia de acercar sus labios a su oreja y susurrar un - ¿Quien esperabas que te propusiera venir y no lo hizo? Porque puedo partirle las piernas con un "feliz navidad". Cuentaselo a tito Darren
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Darren Brackminster- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 29/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Iba a llegar al baile como un campeón. No había otra manera de describirlo, aún cuando quisiera ser más modesto, simplemente por que mi pareja era deslumbrante. Qué importaba que sólo me tomara de la mano, o me odiara por dentro, o desapareciera a los cinco minutos de estar ahí. Había llegado con ella, era mi pareja oficial y nadie me quitaría el gusto de entrar al Comedor con una semiveela hipnotizante, mayor que yo y con un vestido de gala.
El detalle de haberle dicho a Isabelle que entraría con ella incluso parecía algo fácil de excusar, algo que mi hermana me perdonaría. Y si no, de todos modos, estaría ganando.
No era broma lo de la clase de crochet. Me habían dicho que era eso, o una poción para la hiperactividad o un puto guantazo (como lo había dicho el preparador físico) si no podía concentarme en lo que hacía. Me dijeron que ese me iba a ayudar y en vez de sentirme como un perdedor en una clase de abuelitas, lo vi como un paraíso terrenal donde sólo había chicas hablando de sus cosas, y nadie podría considerarme un intruso. La clase de crochet me había dado una pareja para el baile ¿Qué tan genialísimo era eso?
Cabía la posibilidad de que Ellie no supiera que yo era el rey de la extravagancia y había elegido, de entre las opciones que Isabell me había dado, el traje más vistoso, pero el de ella también llevaba cosas metálicas así que no me preocupé. Tenía qué llamar la atención, con mi pareja y con mi traje.
-Parecemos la envoltura de un chocolate- le dije y después me reí -Debí decirte que te veías guapa antes de lo del chocolate. En fin. Yo también necesito dos cocteles antes de bailar- eso era mentira, por que yo podía bailar a Adam Ant con una pista vacía sólo por las ganas de hacerlo (y si alguien me retaba). En la entrada del comedor, Isabelle fumaba y llegué hasta ella con una gran sonrisa.
-Bonsoir frangine te presento a Ellie, es mi pareja. Te presento a Isabelle, es mi hermana más vieja- le dije orgulloso, aguantándome la risa. No es que mi hermana quisiera que de verdad fuera su pareja (por que eso era raro, y por que sabía que ella hacía eso de ir conmigo pensando que era moderno y solitario como ella) pero igual me hacía gracia. -Deja de fumar tanto, te vas a arrugar. ¿Vamos por esas… boissons?…o cocteles. Así queda mejor-
El detalle de haberle dicho a Isabelle que entraría con ella incluso parecía algo fácil de excusar, algo que mi hermana me perdonaría. Y si no, de todos modos, estaría ganando.
No era broma lo de la clase de crochet. Me habían dicho que era eso, o una poción para la hiperactividad o un puto guantazo (como lo había dicho el preparador físico) si no podía concentarme en lo que hacía. Me dijeron que ese me iba a ayudar y en vez de sentirme como un perdedor en una clase de abuelitas, lo vi como un paraíso terrenal donde sólo había chicas hablando de sus cosas, y nadie podría considerarme un intruso. La clase de crochet me había dado una pareja para el baile ¿Qué tan genialísimo era eso?
Cabía la posibilidad de que Ellie no supiera que yo era el rey de la extravagancia y había elegido, de entre las opciones que Isabell me había dado, el traje más vistoso, pero el de ella también llevaba cosas metálicas así que no me preocupé. Tenía qué llamar la atención, con mi pareja y con mi traje.
-Parecemos la envoltura de un chocolate- le dije y después me reí -Debí decirte que te veías guapa antes de lo del chocolate. En fin. Yo también necesito dos cocteles antes de bailar- eso era mentira, por que yo podía bailar a Adam Ant con una pista vacía sólo por las ganas de hacerlo (y si alguien me retaba). En la entrada del comedor, Isabelle fumaba y llegué hasta ella con una gran sonrisa.
-Bonsoir frangine te presento a Ellie, es mi pareja. Te presento a Isabelle, es mi hermana más vieja- le dije orgulloso, aguantándome la risa. No es que mi hermana quisiera que de verdad fuera su pareja (por que eso era raro, y por que sabía que ella hacía eso de ir conmigo pensando que era moderno y solitario como ella) pero igual me hacía gracia. -Deja de fumar tanto, te vas a arrugar. ¿Vamos por esas… boissons?…o cocteles. Así queda mejor-
Vincent Guérin-Lajoie- Mensajes : 6
Fecha de inscripción : 20/12/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Estaba muy entretenido mirando la discusión entre Allis Holland y Matt Shimada acerca de lo corto que al chico le resultaba el vestido de su pareja (la verdad es que si estaba demasiado corto para la ocasión) hasta que la presencia de Frances me sacó del modo espectador. Le sonreí y señalé hacia mi muñeca como señal de lo arde que era, aunque obviamente no fuera así.
-Oye, no le digas zorra. Ya bastante tiene con Shimada armando un escándalo. Y tranquila, la vedad es que te ves bien, pero para el próximo baile avísame que la cosa es temática, así me envuelvo yo con papel aluminio- le dije en broma, extendiéndole el brazo para que lo tomara y ambos entráramos al baile. Ciertamente, Frances no llevaba el típico vestido que uno se pone para esta clase de ocasiones, pero en honor a la verdad, ese trasero resultaba vistoso con cualquier tipo de tela que lo cubriera.
-¿Era en serio?, yo pensé que de verdad habías dejado el mundo de las bromas pesadas. No… no traje nada, pero tampoco me puedes acusar de engañarte. ¿Con quién más te verías mejor que conmigo? Omitiendo a ese esposo del que hablas con tanto amor y cariño- No tenía idea de si ya había logrado acercar o alejar las cosas con Tobias, pero por lo que acababa de decir, aparentemente seguían bastante mal. Como fuera, pretendía no soltar comentarios al respecto, en parte porque ya había probado lo que significaba meter la pata, y en parte también porque lo que planeaba era pasar un buen rato, no estar halando de maridos.
-¿Decente? Luzco como todo un muñeco acabado de salir del aparador nena, no te engañes. Heey… pero mira nada más que clase de sitio que tenemos aquí. A esto me refería yo con el jodido presupuesto. Oye, si quieres ir a saludar a quien se te de la gana no te detengas, ya sabes que yo puedo ser un encanto envuelto en dulce cuando se me pega la gana-
Ya había bastante gente en el interior, o al menos lo suficiente como para que la cosa pudiera convertirse en un "baile de navidad" decente. Y en efecto, casi dos segundos después de haber cruzado la puerta principal, las miradas de más de uno se enfocaron en cómo venía vestida Frances, que contrastaba radicalmente con los vestiditos del resto del poblado.
-¿Ves? el mundo entero no puede quitarme los ojos de encima. ¿De verdad soy tan guapo?-
-Oye, no le digas zorra. Ya bastante tiene con Shimada armando un escándalo. Y tranquila, la vedad es que te ves bien, pero para el próximo baile avísame que la cosa es temática, así me envuelvo yo con papel aluminio- le dije en broma, extendiéndole el brazo para que lo tomara y ambos entráramos al baile. Ciertamente, Frances no llevaba el típico vestido que uno se pone para esta clase de ocasiones, pero en honor a la verdad, ese trasero resultaba vistoso con cualquier tipo de tela que lo cubriera.
-¿Era en serio?, yo pensé que de verdad habías dejado el mundo de las bromas pesadas. No… no traje nada, pero tampoco me puedes acusar de engañarte. ¿Con quién más te verías mejor que conmigo? Omitiendo a ese esposo del que hablas con tanto amor y cariño- No tenía idea de si ya había logrado acercar o alejar las cosas con Tobias, pero por lo que acababa de decir, aparentemente seguían bastante mal. Como fuera, pretendía no soltar comentarios al respecto, en parte porque ya había probado lo que significaba meter la pata, y en parte también porque lo que planeaba era pasar un buen rato, no estar halando de maridos.
-¿Decente? Luzco como todo un muñeco acabado de salir del aparador nena, no te engañes. Heey… pero mira nada más que clase de sitio que tenemos aquí. A esto me refería yo con el jodido presupuesto. Oye, si quieres ir a saludar a quien se te de la gana no te detengas, ya sabes que yo puedo ser un encanto envuelto en dulce cuando se me pega la gana-
Ya había bastante gente en el interior, o al menos lo suficiente como para que la cosa pudiera convertirse en un "baile de navidad" decente. Y en efecto, casi dos segundos después de haber cruzado la puerta principal, las miradas de más de uno se enfocaron en cómo venía vestida Frances, que contrastaba radicalmente con los vestiditos del resto del poblado.
-¿Ves? el mundo entero no puede quitarme los ojos de encima. ¿De verdad soy tan guapo?-
Syd Crawford- Mensajes : 46
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Si Kristján hubiera sabido que Jessy lo esperaba desde hacía tanto y que incluso tenía dudas de que fuera a ir con ella, se habría apurado a llegar. El traje naturalmente lo había robado de una tienda muggle elegante y lo había tenido en el baúl de su habitación desde antes del incidente en el bar de Finnerty. No iba a denunciar a Alechinsky, tenía mejores planes para todo eso, pero eso no quería decir que durmiera tranquilo. Estaba enojado, furioso, pero desconcertado por igual. Tenía que librarse de ese desconcierto para poder dar el siguiente paso y no quedarse como un idiota con todo lo que había pasado. No le había dicho a nadie aún lo sucedido y los compañeros de la carrera no hablaban de ello tampoco, en especial porque habían salido corriendo como gallinas.
Aquella noche del bar llegó a su habitación sin saber que 5 minutos antes Jessy había estado ahí. No pudo dormir y a lo mejor se le notaba en las ojeras que tenía, pero no iba a quedarle mal a Jessy ni iba a dejar que su vida se detuviera, al contrario. Desafortunadamente tenía muchos sentimientos vengativos y los alimentaba a cada minuto.
Se alistó para el baile con el dichoso traje y bajó para encontrarse con Jessy. La vio sentada ahí con cara rara y se acercó a ella por detrás. Le dio un susto falso, picándole las costillas y se sentó al lado de ella. Se estaba esforzando por parecer feliz, eso era ganancia. -Esa espalda está como para comérsela. Vamos.-La besó en los labios y le dio la mano para levantarla.
El camino al comedor le costó trabajo porque tuvo que hablar de cualquier cosa con ella y temía que ella se diera cuenta de su estado real. Cuando llegaron al lugar todo colorido, le dio risa.-No sé por qué siento que nos vemos ridículos. Bueno yo, tú no. -Al ver a Syd con Frances hasta respiró tranquilo porque eso indicaba que tendría que tragarse la posibilidad de ver a Alechinsky y perder el control para arruinarle la noche a Jessy. Ese respiro lo hizo sonreír más y de súbito hasta se animó, tras saludar a Syd a la distancia con un escueto movimiento de cabeza.-Primero emborracharnos, luego te saco a bailar. Y prometiste mirarme como niña enamorada toda la noche, no te veo cumpliéndolo.
Aquella noche del bar llegó a su habitación sin saber que 5 minutos antes Jessy había estado ahí. No pudo dormir y a lo mejor se le notaba en las ojeras que tenía, pero no iba a quedarle mal a Jessy ni iba a dejar que su vida se detuviera, al contrario. Desafortunadamente tenía muchos sentimientos vengativos y los alimentaba a cada minuto.
Se alistó para el baile con el dichoso traje y bajó para encontrarse con Jessy. La vio sentada ahí con cara rara y se acercó a ella por detrás. Le dio un susto falso, picándole las costillas y se sentó al lado de ella. Se estaba esforzando por parecer feliz, eso era ganancia. -Esa espalda está como para comérsela. Vamos.-La besó en los labios y le dio la mano para levantarla.
El camino al comedor le costó trabajo porque tuvo que hablar de cualquier cosa con ella y temía que ella se diera cuenta de su estado real. Cuando llegaron al lugar todo colorido, le dio risa.-No sé por qué siento que nos vemos ridículos. Bueno yo, tú no. -Al ver a Syd con Frances hasta respiró tranquilo porque eso indicaba que tendría que tragarse la posibilidad de ver a Alechinsky y perder el control para arruinarle la noche a Jessy. Ese respiro lo hizo sonreír más y de súbito hasta se animó, tras saludar a Syd a la distancia con un escueto movimiento de cabeza.-Primero emborracharnos, luego te saco a bailar. Y prometiste mirarme como niña enamorada toda la noche, no te veo cumpliéndolo.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Todas habían empezado a correr de un lado a otro. Literalmente. Yo en cambio me había quedado plantada ahí en medio mirándolas correr de un lado a otro. Nunca me había importado demasiado mi apariencia, siempre decían que no te juntabas con la ropa o el disfraz que llevase una persona, sino con el perchero, con todo lo que había debajo y con lo único que quedaba cuando toda aquella parafernalia desaparecía, cuando el fingir, el intentar caer en gracia a los demás dejaba paso a tu verdadero yo. Por eso probablemente había cosas a las que no les prestaba la misma atención que otras personas. Rara dirían muchos, pero a mí me daba igual.
Sólo cuando mis amigas me apremiaron a vestirme y arreglarme para el baile me levanté de la cama donde había estado viendo el espectáculo para hacer lo que me estaban pidiendo desde hacía mínimo media hora. Poseyendo algo llamado magia, todo aquello era más fácil. Un simple gesto de la varita, una vuelta de muñeca adecuada, conseguía que tu cabello se enlazara como tú querías. Tan fácil como aquello. Desde luego lo teníamos mucho mejor que los muggles que debían de ponerse potingues por doquier. En cuanto al vestido, bueno, llevaba algo de brillo y era de un color que me gustaba para el ambiente navideño. Nunca había sido de ir demasiado llamativa a ese tipo de eventos, solía pasar algo desapercibida. Desde luego no cogería algo de un tono llamativo tal y como el rojo.
Bajé con las mismas chicas que momentos antes habían estado al borde del histerismo y que ahora parecían mucho más calmadas, desde luego. Enseguida distinguí a Bruce que a juzgar por sus gestos parecía pedirme disculpas, cosa que corroboraron sus palabras cuando estuve a su altura. – No pasa nada. No te preocupes… ¡No te perderé de vista! – Sonreí. A mí no me gustaba llamar la atención, pero no me molestaba que los demás lo hicieran. Además, ¿no decían que los brillos estaban de moda? – Bueno… Al menos es un traje y no algo peor. Dicen que hay que sacar lo positivo de cualquier situación que vivas.
Esa forma de pensar la verdad que me había ayudado bastante, eso y decir todo tal cual lo pensaba aunque siempre pensando en las consecuencias que podían acarrear mis palabras. No me gustaba herir de forma gratuita a la gente que me rodeaba, sobre todo si sabía que hacían las cosas con toda la buena intención del mundo. Noté como el calor subía hasta mis mejillas coloreándolas posiblemente de un leve tono rojizo. – Gracias. – Esbocé una lenta sonrisa en el rostro hasta el tiempo que tomaba la rosa entre mis manos. Siempre decían que rechazar una rosa blanca podía mala suerte, aunque que quede claro, que si la aceptaba no era por eso. – Es preciosa… No hacia falta
A mi alrededor las otras muchachas nerviosa habían empezado a partir hacia el comedor. Mentiría descaradamente si dijera que no me causaba intriga saber que nos tenían preparado aquel día, aunque tal y cómo había dicho Bruce, podíamos estar tranquilos que no sería un baile sobre hielo. – ¿Vamos? – Le pregunté al Ogmios y antiguo compañero de casa. Era extraño, pero a muchos de ellos seguía catalogándolos de aquella manera. Siempre me consideraría una Hufflepuff, porque había pertenecido a aquella casa con orgullo y la defendería a muerte, por supuesto. - ¡Vaya! – Conseguí decir en un pequeño susurro cuando entramos en el comedor. Lo habían dejado precioso, la verdad. Mis ojos azules recorrieron el lugar reconociendo a Amy Jackson, a Kristján del otro día y a alguna que otra persona. Incluso mi mente se puso a pensar que harían para “alegrar” la fiesta. – ¿Crees que harán algo para que esto sea digno de recordar?– Le pregunté por lo bajo a Bruce, porque vamos, dudaba que los universitarios fueran a conformarse con el mínimo alcohol que llevaban ahí las bebidas.
----Sólo cuando mis amigas me apremiaron a vestirme y arreglarme para el baile me levanté de la cama donde había estado viendo el espectáculo para hacer lo que me estaban pidiendo desde hacía mínimo media hora. Poseyendo algo llamado magia, todo aquello era más fácil. Un simple gesto de la varita, una vuelta de muñeca adecuada, conseguía que tu cabello se enlazara como tú querías. Tan fácil como aquello. Desde luego lo teníamos mucho mejor que los muggles que debían de ponerse potingues por doquier. En cuanto al vestido, bueno, llevaba algo de brillo y era de un color que me gustaba para el ambiente navideño. Nunca había sido de ir demasiado llamativa a ese tipo de eventos, solía pasar algo desapercibida. Desde luego no cogería algo de un tono llamativo tal y como el rojo.
Bajé con las mismas chicas que momentos antes habían estado al borde del histerismo y que ahora parecían mucho más calmadas, desde luego. Enseguida distinguí a Bruce que a juzgar por sus gestos parecía pedirme disculpas, cosa que corroboraron sus palabras cuando estuve a su altura. – No pasa nada. No te preocupes… ¡No te perderé de vista! – Sonreí. A mí no me gustaba llamar la atención, pero no me molestaba que los demás lo hicieran. Además, ¿no decían que los brillos estaban de moda? – Bueno… Al menos es un traje y no algo peor. Dicen que hay que sacar lo positivo de cualquier situación que vivas.
Esa forma de pensar la verdad que me había ayudado bastante, eso y decir todo tal cual lo pensaba aunque siempre pensando en las consecuencias que podían acarrear mis palabras. No me gustaba herir de forma gratuita a la gente que me rodeaba, sobre todo si sabía que hacían las cosas con toda la buena intención del mundo. Noté como el calor subía hasta mis mejillas coloreándolas posiblemente de un leve tono rojizo. – Gracias. – Esbocé una lenta sonrisa en el rostro hasta el tiempo que tomaba la rosa entre mis manos. Siempre decían que rechazar una rosa blanca podía mala suerte, aunque que quede claro, que si la aceptaba no era por eso. – Es preciosa… No hacia falta
A mi alrededor las otras muchachas nerviosa habían empezado a partir hacia el comedor. Mentiría descaradamente si dijera que no me causaba intriga saber que nos tenían preparado aquel día, aunque tal y cómo había dicho Bruce, podíamos estar tranquilos que no sería un baile sobre hielo. – ¿Vamos? – Le pregunté al Ogmios y antiguo compañero de casa. Era extraño, pero a muchos de ellos seguía catalogándolos de aquella manera. Siempre me consideraría una Hufflepuff, porque había pertenecido a aquella casa con orgullo y la defendería a muerte, por supuesto. - ¡Vaya! – Conseguí decir en un pequeño susurro cuando entramos en el comedor. Lo habían dejado precioso, la verdad. Mis ojos azules recorrieron el lugar reconociendo a Amy Jackson, a Kristján del otro día y a alguna que otra persona. Incluso mi mente se puso a pensar que harían para “alegrar” la fiesta. – ¿Crees que harán algo para que esto sea digno de recordar?– Le pregunté por lo bajo a Bruce, porque vamos, dudaba que los universitarios fueran a conformarse con el mínimo alcohol que llevaban ahí las bebidas.
Vestido
Sira O'Sullivan- Mensajes : 52
Fecha de inscripción : 30/11/2014
Localización : En algún rincón de Brigantia
Re: ::: Baile de Navidad :::
Kristján había cumplido y Jessy cambió su paranoia por una sonrisa radiante, sin tener que pensarlo. Era momento de dejar las locuras atrás, porque evidentemente eran cosas que estaban dentro de su cabeza y nada tenían que ver la realidad que le tocaba ese día. Pasado pisado, fuera fantasmas y cualquier cosa negativa... aunque claro siempre quedaba lugar en Jessy para algún malestar, como pensar que estaba en desventaja porque él sí que había asistido a bailes formales con noviecitas y hecho todo lo que se debía, mientras Jessy huía sistemáticamente de esas cosas.
- y entonces nos la pasamos toda la noche tomando licor barato y escuchando a Barunka quejarse porque Gene andaba con otra o no se qué... Ella tuvo su oportunidad y se encamó con todo dios... Ahora chilla porque Gene decidió ser liberal... Está loca. - le contaba de la noche anterior, de la salida con las chicas porque de algo tenían que hablar y Kris no parecía muy locuaz - Los que si andan bien son Jass y el perro... Jass estaba tan borracha, con la otra... como se llama? Si, Ellie Morgan. - Ahora que eran super amiguitas, estudiaban juntas, se emborrachaban juntas y hasta dormían juntas. Como siempre Jessy estaba celosa, pero por ahora se reía, además Ellie no le daba buena espina, sentía que era de esas gentes que no había dejado tan atrás el tema de las diferencias de sangre, que en cualquier momento podía avadearlo a un por la espalda. Prejuicios suyos, pero así las cosas.
Cuando llegaron al lugar Jessy también se rió, pero había que decir que Marie y el comité se habían esmerado, hasta le daba cierta pena haber pensado en algún momento mil maneras de arruinar el baile. Como cambiaban las cosas de una semana la a la otra, y hablando de eso, ahí estaban Amy y Darren. Estuvo a punto de saludarlos a la distancia, pero aunque no iba a admitirlo sentía cierta vergüenza de estar yendo ella al baile con Kris cuando tanto le había hablado a Amy del chico. Hubiera querido ir a criticar a Frances y su look tan usualmente poco femenino, pero el comentario de Kris la volvió a la realidad. Ya habría tiempo para esas cosas.
Le pellizcó el brazo poniendo cara de ofendida, miró para cualquier lado como si estuviera buscando que nadie los vea y luego lo besó corto en los labios. - no creo que haya alcohol suficiente en el ponche para eso... - Lo llevó hasta las bebidas y tomó una copa para cada uno. - y tu? que hiciste anoche? -
- y entonces nos la pasamos toda la noche tomando licor barato y escuchando a Barunka quejarse porque Gene andaba con otra o no se qué... Ella tuvo su oportunidad y se encamó con todo dios... Ahora chilla porque Gene decidió ser liberal... Está loca. - le contaba de la noche anterior, de la salida con las chicas porque de algo tenían que hablar y Kris no parecía muy locuaz - Los que si andan bien son Jass y el perro... Jass estaba tan borracha, con la otra... como se llama? Si, Ellie Morgan. - Ahora que eran super amiguitas, estudiaban juntas, se emborrachaban juntas y hasta dormían juntas. Como siempre Jessy estaba celosa, pero por ahora se reía, además Ellie no le daba buena espina, sentía que era de esas gentes que no había dejado tan atrás el tema de las diferencias de sangre, que en cualquier momento podía avadearlo a un por la espalda. Prejuicios suyos, pero así las cosas.
Cuando llegaron al lugar Jessy también se rió, pero había que decir que Marie y el comité se habían esmerado, hasta le daba cierta pena haber pensado en algún momento mil maneras de arruinar el baile. Como cambiaban las cosas de una semana la a la otra, y hablando de eso, ahí estaban Amy y Darren. Estuvo a punto de saludarlos a la distancia, pero aunque no iba a admitirlo sentía cierta vergüenza de estar yendo ella al baile con Kris cuando tanto le había hablado a Amy del chico. Hubiera querido ir a criticar a Frances y su look tan usualmente poco femenino, pero el comentario de Kris la volvió a la realidad. Ya habría tiempo para esas cosas.
Le pellizcó el brazo poniendo cara de ofendida, miró para cualquier lado como si estuviera buscando que nadie los vea y luego lo besó corto en los labios. - no creo que haya alcohol suficiente en el ponche para eso... - Lo llevó hasta las bebidas y tomó una copa para cada uno. - y tu? que hiciste anoche? -
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
En el Salón de Convivencia de Cerridwen - Esperando a @George Wildenstein
- Conjunto provisional hasta que llegue a mi casa y pueda poner el que si es:
Zelda fumaba despreocupadamente sentada frente a la ventana de la Sala Común de Cerridwen que daba a un largo y amplio patio muy blanco por la nieve. Tenía la ventana medio abierta, aunque no por completo porque el frío estaba insoportable, y los ojos grises puestos en un grupo de muchachos trajeados que platicaban mientras –suponía ella- esperaban a sus parejas de baile. Mientras chupaba la nicotina por la larga boquilla de marfil, esperaba a que George hiciera acto de aparición para irse finalmente al baile. A su lado, en una mesita, reposaba un vaso de vidrio con un líquido ambarino, escocés, que bebía con en las rocas, lentamente.
Tenía mucho que no salía con George a ningún lado o que quedaban para esto o aquello, sólo los dos. Quizá su distanciamiento había sido a raíz de la ruptura entre ella y James, quizá porque era demasiado incómodo tener que escucharla quejarse todo el tiempo de lo poco culta o poco digna que le parecía Whitney (después de todo, quién carajo se creía ella para juzgar). Muy probablemente era porque no se querían ni gustaban demasiado. Que tuvieran dos o tres polvos en su haber no significaba nada. O por lo menos no para George. Ella, por otro lado, guardaba un secreto que se llevaría hasta la tumba porque podría cambiar muchas cosas. Mejor tener un amigo que perderlo por una nimiedad.
Volvió a inhalar y miró el reloj. No llevaba mucho tiempo ahí pero empezaba a sentirse ridícula, toda sola en ese salón, con el vestido de noche y la gabardina azul encima. Era su culpa por haberse arreglado tan temprano. Ya a esas alturas el recato le valía un reverendo rábano, así que subió ambas piernas a la mesa que tenía enfrente y siguió fumando bien quitada de la pena. Una chica de su grado se paró frente al espejo de cuerpo completo y se arregló la pesada cabellera negra que le caía en tirabuzones por toda la cabeza. Cuando la miró, con sus profundos ojos cafés casi negros, le sonrió burlona y luego se fue con un chico rubio de Smertios que ya la esperaba sentado en uno de los sillones de la estancia. Zelda les enseñó el dedo medio ya que estaban de espaldas y continuó su acción de fumar.
— Dónde carajo te fuiste a meter, George — musitó para sí misma soltando el humo bruscamente.
Nada podía ser más humillante para una semi-veela orgullosa, que estar esperando a un chico. Casi siempre pasaba al revés.
Zelda Fay- Mensajes : 203
Fecha de inscripción : 01/12/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
David había hecho un esfuerzo considerablemente grande por no contarle a Jasmine nada de lo que había sucedido en el Dirty Duck la noche anterior. Había hablado con algunos de los compañeros de Kristján y por qué no, un auror había ido a investigar los sucesos ese día en la mañana haciéndolo perder horas y decir muchas mentiras, pero al final parecía que las cosas no iban a terminar mal para él.
Su mamá se había encargado de Angus otra vez. Parecía entusiasmada de que se hubiera hecho novio de Jasmine otra vez porque ahora le pedía más seguido que cuidara a Angus y ella parecía encantada con eso, pero David sabía que no podía hacer como si fuera un adolescente y dejarle toda la carga a su mamá poco a poco, así que pronto tendría que volver a su ritmo de vida normal.
Pasó por Jasmine a su facultad como dictaba el protocolo y también la esperó el tiempo necesario. Había valido la pena la espera para él y poco faltó para que le propusiera mandar al carajo el baile, cuando de todos modos no quería socializar porque tenía los recuerdos de la noche anterior demasiado frescos todavía. No sabía si se iba a encontrar con Sveinsson o con la misma Frances y todo eso le hacía ruido.
-…entonces me quedé todo el día arreglando esos papeles en el bar, mi mamá parece la mujer más feliz del mundo de pasar tanto tiempo con su nieto pero no quiero que se acostumbre…-le contaba a Jasmine de camino al baile. Había metido unas cuantas mentiras blancas pero no sabía cómo podría tomarse que le dijera la verdad y el licántropo prefería ahorrársela por el momento.
-Mira, ahí está Isabelle. ¿Saludamos?-Le preguntó a Jasmine saludando a la susodicha desde la distancia con un gesto efusivo de la mano. Había notado a Kristján y Jessy en un extremo, a Frances y a Syd (¿qué?) del otro. De ese triángulo, era obvia cuál sería su elección para socializar, aunque Jasmine igual podría decidir otra cosa.
Su mamá se había encargado de Angus otra vez. Parecía entusiasmada de que se hubiera hecho novio de Jasmine otra vez porque ahora le pedía más seguido que cuidara a Angus y ella parecía encantada con eso, pero David sabía que no podía hacer como si fuera un adolescente y dejarle toda la carga a su mamá poco a poco, así que pronto tendría que volver a su ritmo de vida normal.
Pasó por Jasmine a su facultad como dictaba el protocolo y también la esperó el tiempo necesario. Había valido la pena la espera para él y poco faltó para que le propusiera mandar al carajo el baile, cuando de todos modos no quería socializar porque tenía los recuerdos de la noche anterior demasiado frescos todavía. No sabía si se iba a encontrar con Sveinsson o con la misma Frances y todo eso le hacía ruido.
-…entonces me quedé todo el día arreglando esos papeles en el bar, mi mamá parece la mujer más feliz del mundo de pasar tanto tiempo con su nieto pero no quiero que se acostumbre…-le contaba a Jasmine de camino al baile. Había metido unas cuantas mentiras blancas pero no sabía cómo podría tomarse que le dijera la verdad y el licántropo prefería ahorrársela por el momento.
-Mira, ahí está Isabelle. ¿Saludamos?-Le preguntó a Jasmine saludando a la susodicha desde la distancia con un gesto efusivo de la mano. Había notado a Kristján y Jessy en un extremo, a Frances y a Syd (¿qué?) del otro. De ese triángulo, era obvia cuál sería su elección para socializar, aunque Jasmine igual podría decidir otra cosa.
David Finnerty- Mensajes : 88
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Justo le daba la última calada a mi cigarrillo cuando reconocí el traje color bronce de mi hermano que escogía lo más vistoso para ponerse de entre lo que le había elegido; él tenía su estilo particular, pero en esa ocasión me había pedido ayuda. Primero enarqué una ceja pero después sonreí sin remedio, debí haberme imaginado algo así por parte de Vincent.
-Mi cita llega acompañada, qué detalle-
Se lo dije riéndome, sin ánimos absolutos de incomodar a la chica rubia (y muy linda) que llegaba con mi hermano; vaya, había sabido agenciarse una pareja, y no es que dudara de él pero no pensé que… bueno, sí, había dudado de él y ahora me tocaba entrar al gran salón sola, cosa que la verdad no me provocaba ningún conflicto. Por instinto le arreglé la corbata a Vincent.
-Hola Ellie, mucho gusto. Creo que nos habíamos visto por ahí ¿No? Tu cara es difícil de olvidar-
Lo decía por que de verdad era linda, qué suerte tenía mi hermano, no se me ocurría con qué podría haberla convencido de acompañarlo, quizás con sus abdominales por que era un bruto. Aunque era un amor, o eso me parecía por que era su hermana y era lo único que podía opinar de él. -Adelántense, yo veré si llega alguien más-
Y como por arte de magia, Jasmine y David me saludaban de lejos, viéndose tan bien juntos. Sonreí e hice lo mismo, guardando mi cigarrera y desapareciendo la colilla al contenedor que guardaba en mi habitación con un movimiento de varita, era una fumadora que no generaba deshechos, claro. También había visto pasar a Kristján con una chica rubia, tan absorto en lo suyo que no lo había saludado. Me recorrió una sensación rara después de lo que había pasado en el bar de David.
-Mi cita llega acompañada, qué detalle-
Se lo dije riéndome, sin ánimos absolutos de incomodar a la chica rubia (y muy linda) que llegaba con mi hermano; vaya, había sabido agenciarse una pareja, y no es que dudara de él pero no pensé que… bueno, sí, había dudado de él y ahora me tocaba entrar al gran salón sola, cosa que la verdad no me provocaba ningún conflicto. Por instinto le arreglé la corbata a Vincent.
-Hola Ellie, mucho gusto. Creo que nos habíamos visto por ahí ¿No? Tu cara es difícil de olvidar-
Lo decía por que de verdad era linda, qué suerte tenía mi hermano, no se me ocurría con qué podría haberla convencido de acompañarlo, quizás con sus abdominales por que era un bruto. Aunque era un amor, o eso me parecía por que era su hermana y era lo único que podía opinar de él. -Adelántense, yo veré si llega alguien más-
Y como por arte de magia, Jasmine y David me saludaban de lejos, viéndose tan bien juntos. Sonreí e hice lo mismo, guardando mi cigarrera y desapareciendo la colilla al contenedor que guardaba en mi habitación con un movimiento de varita, era una fumadora que no generaba deshechos, claro. También había visto pasar a Kristján con una chica rubia, tan absorto en lo suyo que no lo había saludado. Me recorrió una sensación rara después de lo que había pasado en el bar de David.
Isabelle Guérin-Lajoie- Mensajes : 13
Fecha de inscripción : 18/12/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Syd, tan inadecuado com siempre. Frances puso los ojos en blanco primero por lo del aluminio y después por lo de que con nadie se vería mejor que con él. Le dijo que mejor ya se callara la bocota. Y lo mismo a toda su perorata sobre ser un muñeco, aunque en algún punto empezó a reírse un poco de sus tonterías.
-¿Saludar? No estoy segura.
Miró a su alrededor. Estaban Amy y Darren, pero Frances no sabía en qué plan iban y no quería arruinarle nada a Amy. También Jasmine y David pero David ya saludaba desde la distancia a la insufrible de Isabelle como un demente con sus patas de lobo gigantes, así que luego de un gesto de asco decidió que tampoco.
-Syd, si lo que quieres es que te diga que eres el hombre más guapo del baile. Sí, lo eres, ¿contento? ¿estás contento? Quizá de toda la universidad. Y lo digo de corazón. Ahora cállate y explícame cómo le vamos a hacer para sacarle provecho a esta fiestecilla de mierda. Casi me estoy arrepintiendo de venir. O sea, no de venir contigo sino de venir en general, sé que me entiendes. Mejor deberías leerme uno de tus ensayos allá afuera, me interesaría más. ¿Crees que Kris tenga algo de alcohol bajo la manga, por lo menos?
Le sonrió, todo se lo había dicho en serio, menos lo del alcohol. Era raro, si hubiera estado de mejor humor se habría acercado a cualquiera, a decir cualquier cosa, pero en verdad que no importaba lo que hiciera, nada parecía mejorar su estado de ánimo.
-Ven, vamos a molestar a Jessy
No era su intención hacer eso, pero en realidad se dirigía al mismo lugar a donde estaban Jessy y Kristján, por la mesa de bebidas. Jalaba a Syd de la manga de su traje porque habría sido desafortunado andar colgada de él todo el tiempo o una ridiculez sin sentido así. No le interesaba emborracharse tampoco así que lo de preguntarle a islandés si tenía un as bajo la manga –o un vodka- tampoco iba enserio. Lo saludó desde la distancia y lo mismo a Jessy, sin saber que quizá por poco y no estaría Kris ahí, y por culpa de Tobias, ni más ni menos. Y ya. En vez de buscar emborracharse mejor le pasó a Syd una copa de un líquido azul rey, de esas con mínimo alcohol pero posibles efectos secundarios mágicos.
-Mira, dicen que estas te hacen tener oído sobrehumano por treinta segundos, bébetela y dime si te enteras de algún chisme. O esa morada, hace que le digas la verdad a todo mundo durante un minuto sin parar, tienen como veritaserum concentrado. O esas amarillas…esas no sé qué hacen, no me dan confianza.
-¿Saludar? No estoy segura.
Miró a su alrededor. Estaban Amy y Darren, pero Frances no sabía en qué plan iban y no quería arruinarle nada a Amy. También Jasmine y David pero David ya saludaba desde la distancia a la insufrible de Isabelle como un demente con sus patas de lobo gigantes, así que luego de un gesto de asco decidió que tampoco.
-Syd, si lo que quieres es que te diga que eres el hombre más guapo del baile. Sí, lo eres, ¿contento? ¿estás contento? Quizá de toda la universidad. Y lo digo de corazón. Ahora cállate y explícame cómo le vamos a hacer para sacarle provecho a esta fiestecilla de mierda. Casi me estoy arrepintiendo de venir. O sea, no de venir contigo sino de venir en general, sé que me entiendes. Mejor deberías leerme uno de tus ensayos allá afuera, me interesaría más. ¿Crees que Kris tenga algo de alcohol bajo la manga, por lo menos?
Le sonrió, todo se lo había dicho en serio, menos lo del alcohol. Era raro, si hubiera estado de mejor humor se habría acercado a cualquiera, a decir cualquier cosa, pero en verdad que no importaba lo que hiciera, nada parecía mejorar su estado de ánimo.
-Ven, vamos a molestar a Jessy
No era su intención hacer eso, pero en realidad se dirigía al mismo lugar a donde estaban Jessy y Kristján, por la mesa de bebidas. Jalaba a Syd de la manga de su traje porque habría sido desafortunado andar colgada de él todo el tiempo o una ridiculez sin sentido así. No le interesaba emborracharse tampoco así que lo de preguntarle a islandés si tenía un as bajo la manga –o un vodka- tampoco iba enserio. Lo saludó desde la distancia y lo mismo a Jessy, sin saber que quizá por poco y no estaría Kris ahí, y por culpa de Tobias, ni más ni menos. Y ya. En vez de buscar emborracharse mejor le pasó a Syd una copa de un líquido azul rey, de esas con mínimo alcohol pero posibles efectos secundarios mágicos.
-Mira, dicen que estas te hacen tener oído sobrehumano por treinta segundos, bébetela y dime si te enteras de algún chisme. O esa morada, hace que le digas la verdad a todo mundo durante un minuto sin parar, tienen como veritaserum concentrado. O esas amarillas…esas no sé qué hacen, no me dan confianza.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
No se tomó a mal la broma del chocolate (curioso en ella) al contrario, le pareció algo muy tierno por parte del joven y que además le dijera que se veía bonita. Ellie podía darse el aire de mujer inalcanzable y frívola, pero por dentro era una mujer llena de muchas inseguridades y por eso trataba de mantener a los hombres alejados de ella. Ya la habían lastimado una vez, no iba a permitir que eso volviera a suceder.
Llevaba sujeto a Vincent del brazo cuando llegaron a donde Isabelle estaba. Ellie la había visto en algún momento al lado de Jasmine o algo por el estilo, la verdad no lo recordaba. Tal vez fueron sus pocas dotes sociales las que llevaron solamente a sonreír de una manera un tanto seca cuando Vincent la presentó con Isabelle y ella misma la saludó. Se separó del joven cubriéndose con la estola que llevaba sobre los hombros, como era mágica una vez que entrara en calor podría desaparecerla.
Cuando vio a Isabella acomodarle la corbata a Vincent y esas cosas se sintió realmente incomoda. Si antes había dudado en aceptar ir con él por la diferencia de edades y todas esas cosas ahora, al ver como su hermana lo “cuidaba” la verdad si quiso arrepentirse, decir que se sentía mal o algo pero mejor simplemente fingió ver hacia otro lado adentro del lugar y se aclaró la garganta dando unos cuantos pasos más dándoles espacio a los chicos. Aun que Isabelle les decía que se adelantaran ella solamente volvió a sonreír de medio lado de manera forzada y asintió.
¿Enserio no quieres venir? - Trató de no sonar como una maldita, la verdad es que la chica no tenía la culpa de sus inseguridades. Aun así se adelantó un poco esperando para ver si Vincent la seguía o no. Si él quería quedarse con su hermana tampoco se lo iba a impedir.
Llevaba sujeto a Vincent del brazo cuando llegaron a donde Isabelle estaba. Ellie la había visto en algún momento al lado de Jasmine o algo por el estilo, la verdad no lo recordaba. Tal vez fueron sus pocas dotes sociales las que llevaron solamente a sonreír de una manera un tanto seca cuando Vincent la presentó con Isabelle y ella misma la saludó. Se separó del joven cubriéndose con la estola que llevaba sobre los hombros, como era mágica una vez que entrara en calor podría desaparecerla.
Cuando vio a Isabella acomodarle la corbata a Vincent y esas cosas se sintió realmente incomoda. Si antes había dudado en aceptar ir con él por la diferencia de edades y todas esas cosas ahora, al ver como su hermana lo “cuidaba” la verdad si quiso arrepentirse, decir que se sentía mal o algo pero mejor simplemente fingió ver hacia otro lado adentro del lugar y se aclaró la garganta dando unos cuantos pasos más dándoles espacio a los chicos. Aun que Isabelle les decía que se adelantaran ella solamente volvió a sonreír de medio lado de manera forzada y asintió.
¿Enserio no quieres venir? - Trató de no sonar como una maldita, la verdad es que la chica no tenía la culpa de sus inseguridades. Aun así se adelantó un poco esperando para ver si Vincent la seguía o no. Si él quería quedarse con su hermana tampoco se lo iba a impedir.
Ellie Morgan- Mensajes : 216
Fecha de inscripción : 22/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
No tenía pareja pero eso no significaba que no fuera a ir al baile. ¿Que por qué? Porque a Beverley sí que le encantaban esas ocasiones especiales: adoraba las lucecitas, los floripondios horteras que solían adornar la sala y ese tipo de cosas. En Durmstrang las festividades eran mucho más austeras así que esperaba encontrarse con un mundo de brillantina nada más cruzar la puerta, cosa que la tenía muy emocionada. Podría resultar hasta conveniente pero Beverley se alegraba por cualquier cosa. Y lo cierto es que no le importaba que la gente la viera como una perdedora, estaba emocionada como siempre le pasaba durante las Navidades.
Hacia la hora del evento se puso lo más decente que encontró en su baúl (todo lo demás o era demasiado masculino o estaba roto, porque la mayoría de su ropa era de mercadillo) y se recogió el pelo en una sencilla coleta alta larga y fina.
Estaba a punto de salir cuando abrió la bolsita púrpura que contenía su kit de tabaco (compuesto por una máquina de entubar, filtros y una lata de tabaco rubio) y se dio cuenta de que no quedaba nada en la lata. Se puso loca perdida, pensando dónde diablos podría comprar tabaco a esas horas. Ahora tenía más motivos para ir al baile: tenía que gorronearle pitis a quien fuera.
Salió de su habitación apresurada, casi corriendo por los pasillos, arriesgándose a tropezar y dejarse la dentadura contra alguna escalera porque no estaba nada acostumbrada a llevar falda. Y mucho menos una de ese tamaño. Se alegró muchísimo al ver a Isabelle Guérin-Lajoie, una conocida en buenos términos de clase, cerca de la puerta. Ni siquiera se dio cuenta de lo bien vestida que iba.
- ¡ISABELLE! - le gritó, mano arriba incluida. - Hola, hola. - cuando llegó cerca de ella se dobló un poco para recobrar el aliento pero se incorporó rápido, recordando fugazmente que desde esa perspectiva su cabeza parecía desproporcionada.
- ¿Me das un piti? Ay, hola. - saludó a Vincent y a una chica que parecía llamarlo, muy guapa por cierto. - Y ya te dejo tranquila. - le pidió, poniendo sus dos manos juntas encima de su pecho.
(Ropa)
Hacia la hora del evento se puso lo más decente que encontró en su baúl (todo lo demás o era demasiado masculino o estaba roto, porque la mayoría de su ropa era de mercadillo) y se recogió el pelo en una sencilla coleta alta larga y fina.
Estaba a punto de salir cuando abrió la bolsita púrpura que contenía su kit de tabaco (compuesto por una máquina de entubar, filtros y una lata de tabaco rubio) y se dio cuenta de que no quedaba nada en la lata. Se puso loca perdida, pensando dónde diablos podría comprar tabaco a esas horas. Ahora tenía más motivos para ir al baile: tenía que gorronearle pitis a quien fuera.
Salió de su habitación apresurada, casi corriendo por los pasillos, arriesgándose a tropezar y dejarse la dentadura contra alguna escalera porque no estaba nada acostumbrada a llevar falda. Y mucho menos una de ese tamaño. Se alegró muchísimo al ver a Isabelle Guérin-Lajoie, una conocida en buenos términos de clase, cerca de la puerta. Ni siquiera se dio cuenta de lo bien vestida que iba.
- ¡ISABELLE! - le gritó, mano arriba incluida. - Hola, hola. - cuando llegó cerca de ella se dobló un poco para recobrar el aliento pero se incorporó rápido, recordando fugazmente que desde esa perspectiva su cabeza parecía desproporcionada.
- ¿Me das un piti? Ay, hola. - saludó a Vincent y a una chica que parecía llamarlo, muy guapa por cierto. - Y ya te dejo tranquila. - le pidió, poniendo sus dos manos juntas encima de su pecho.
(Ropa)
Beverley Stowe- Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 20/12/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
La verdad no sabía si creerse que Darren llevaba su bate del quidditch encima, y lo peor es que conociéndole podía ser muy posible. De cualquier modo no planeaba darle ningún motivo para usarlo y mucho menos dejar que el baile terminara con sangre. Menos cuando quedó gratamente sorprendida, tanto por los modales como por el ramillete blanco en su muñeca, como complemento al vestido. Volvió a prometerse a si misma que basta ya de tonterías y que iba a disfrutar la noche sin más, así que lo siguió hasta el comedor, perfectamente decorado para la ocasión.
Paseó la vista por los presentes, deteniéndose un momento sobre Bruce que destacaba como un farolillo y dedicándole una sonrisa incrédula, antes de verse obligada por Darren a dar una vuelta sobre si misma y a terminar entre sus brazos, bailando al son de la música lenta. Y quizás otro día lo habría golpeado por aquel movimiento repentino, y por el descaro de hacerle cosquillas al susurrarle cerca de la oreja. Pero se había prometido comportarse. Apoyó la cabeza en el hombro de él y se dejó llevar, a pesar de que nunca había sido una gran bailarina. Iría con más cuidado si oía alguna protesta por parte de Darren de que lo había pisado.
Pero luego vino la pregunta, y no pudo más que fruncir la nariz, porque el maldito había dado justo en el clavo. ¿Cómo podía ser que la conociera tan bien? Al menos podía esconder la cara contra la chaqueta de su traje y no podría leer su expresión. Porque estaba claro que ni loca iba a confesar aquello en voz alta, menos cuando podía ser que llevara un bate mágicamente oculto en el bolsillo.
- Sólo esperaba a que alguien me invitara. Nadie en concreto. Pero hubiera sido bonito que alguien hubiera recordado que existo para este tipo de cosas. En fin, la historia de mi vida, no importa. – se apartó de él para dedicarle una sonrisa, lo mejor que pudo hacer para intentar asegurarle que no había ningún problema – Necesito beber. ¿Tu caballerosidad llega a los extremos de procurarme una bebida? – Kris y Jessy estaban cerca de la mesa de las bebidas y sólo por eso no iba a acercarse por ahí. No quería parecer una loca acosadora. Se iba a concentrar en parecer una chica feliz pasando una buena noche en el baile de navidad, encantada de poder lucir bonita en un vestido de fiesta y aún más encantada con su pareja que la trataba como princesa. Sí, ese era un buen plan. Sólo esperaba que Darren supiera cuanto significaba que no la hubiera dejado sola en aquella noche en concreto.
Paseó la vista por los presentes, deteniéndose un momento sobre Bruce que destacaba como un farolillo y dedicándole una sonrisa incrédula, antes de verse obligada por Darren a dar una vuelta sobre si misma y a terminar entre sus brazos, bailando al son de la música lenta. Y quizás otro día lo habría golpeado por aquel movimiento repentino, y por el descaro de hacerle cosquillas al susurrarle cerca de la oreja. Pero se había prometido comportarse. Apoyó la cabeza en el hombro de él y se dejó llevar, a pesar de que nunca había sido una gran bailarina. Iría con más cuidado si oía alguna protesta por parte de Darren de que lo había pisado.
Pero luego vino la pregunta, y no pudo más que fruncir la nariz, porque el maldito había dado justo en el clavo. ¿Cómo podía ser que la conociera tan bien? Al menos podía esconder la cara contra la chaqueta de su traje y no podría leer su expresión. Porque estaba claro que ni loca iba a confesar aquello en voz alta, menos cuando podía ser que llevara un bate mágicamente oculto en el bolsillo.
- Sólo esperaba a que alguien me invitara. Nadie en concreto. Pero hubiera sido bonito que alguien hubiera recordado que existo para este tipo de cosas. En fin, la historia de mi vida, no importa. – se apartó de él para dedicarle una sonrisa, lo mejor que pudo hacer para intentar asegurarle que no había ningún problema – Necesito beber. ¿Tu caballerosidad llega a los extremos de procurarme una bebida? – Kris y Jessy estaban cerca de la mesa de las bebidas y sólo por eso no iba a acercarse por ahí. No quería parecer una loca acosadora. Se iba a concentrar en parecer una chica feliz pasando una buena noche en el baile de navidad, encantada de poder lucir bonita en un vestido de fiesta y aún más encantada con su pareja que la trataba como princesa. Sí, ese era un buen plan. Sólo esperaba que Darren supiera cuanto significaba que no la hubiera dejado sola en aquella noche en concreto.
Amy Jackson- Mensajes : 161
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Al fin le comenzaba a sacar unas pocas risas de todas las estupideces que acababan de salir de mi boca. Con suerte, al final de la noche terminaba dándose cuenta que la había pasado bastante bien, que era lo que aparentemente los dos necesitábamos. Yo también miré a nuestro alrededor, encontrándome con varias caras conocidas, pero ningún sitio en particular en donde meternos para saludar y tal. Terminé soltando una risa por lo de lo ‘guapo que era’.
-Oh, con calma mujer, no quieres que mi yo insoportable salga a la luz. El mundo ya tiene suficiente con mi arrogancia intelectual como para que encima me adules de esa manera- bromee con ella, sintiendo que casi sufría una erección al escuchar cómo se expresaba al respecto, aunque lo estuviera diciendo de forma sarcástica o como fuera.
-Créeme, no quieres escucharme leer ninguno de mis putos ensayos ahora mismo. Estoy más estancado que un maldito marrano tratando de entrar por la puerta del gato. En serio Frances, a veces pienso que lo más sano sería empezar a buscar otra clase de pasatiempo en lugar de estar desperdiciando mi cochina vida en hacerme el tonto… oh mira, bebidas de colores-
Amagué con acercarme a una mesa con muchas bebidas de colores, pero Frances me jaloneó con intenciones de ir a saludar a Jessy, lo cual podía ser buena idea o mala idea, dependiendo de qué tipo de humor trajera particularmente esa chica para esta noche.
-¿Estás segura? Lo que menos necesitan dos almas apáticas y aburridas son precisamente otra alma apática y aburrida que además de todo esté de mal humor. Bue… qué más da- Dejé que me jalonara aunque al final en lugar de ir a dar a donde Jessy y Kristján, la chica siempre si se detuvo en la mesa de bebidas y comenzó a hablar acerca de los chistosísimos efectos de las mismas. Casi sin pensarlo, le tomé la palabra y me bebí una copa entera de aquella bebida color azul. Y las voces se hicieron presente en mi cabeza.
-Oh, ¿qué crees?. Natalia Reed está embarazada… y creo que ese chico negro de ahí quiere meterte… toda la carne al asador. Aunque claro eso no lo escuché, me bastó con verle la cara de animal mientras te miraba el trasero- y no lo culpaba. Con su vida de casada y todo, el culo de Frances se había convertido probablemente en la cosa más apetecible de todo el jodido Brigantia, contrario a lo que cualquiera podría pensar luego de tres hijos.
-Te toca. Tómate la amarilla y dime qué sorpresas nos depara el destino-
-Oh, con calma mujer, no quieres que mi yo insoportable salga a la luz. El mundo ya tiene suficiente con mi arrogancia intelectual como para que encima me adules de esa manera- bromee con ella, sintiendo que casi sufría una erección al escuchar cómo se expresaba al respecto, aunque lo estuviera diciendo de forma sarcástica o como fuera.
-Créeme, no quieres escucharme leer ninguno de mis putos ensayos ahora mismo. Estoy más estancado que un maldito marrano tratando de entrar por la puerta del gato. En serio Frances, a veces pienso que lo más sano sería empezar a buscar otra clase de pasatiempo en lugar de estar desperdiciando mi cochina vida en hacerme el tonto… oh mira, bebidas de colores-
Amagué con acercarme a una mesa con muchas bebidas de colores, pero Frances me jaloneó con intenciones de ir a saludar a Jessy, lo cual podía ser buena idea o mala idea, dependiendo de qué tipo de humor trajera particularmente esa chica para esta noche.
-¿Estás segura? Lo que menos necesitan dos almas apáticas y aburridas son precisamente otra alma apática y aburrida que además de todo esté de mal humor. Bue… qué más da- Dejé que me jalonara aunque al final en lugar de ir a dar a donde Jessy y Kristján, la chica siempre si se detuvo en la mesa de bebidas y comenzó a hablar acerca de los chistosísimos efectos de las mismas. Casi sin pensarlo, le tomé la palabra y me bebí una copa entera de aquella bebida color azul. Y las voces se hicieron presente en mi cabeza.
-Oh, ¿qué crees?. Natalia Reed está embarazada… y creo que ese chico negro de ahí quiere meterte… toda la carne al asador. Aunque claro eso no lo escuché, me bastó con verle la cara de animal mientras te miraba el trasero- y no lo culpaba. Con su vida de casada y todo, el culo de Frances se había convertido probablemente en la cosa más apetecible de todo el jodido Brigantia, contrario a lo que cualquiera podría pensar luego de tres hijos.
-Te toca. Tómate la amarilla y dime qué sorpresas nos depara el destino-
Syd Crawford- Mensajes : 46
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Frances puso los ojos en blanco por lo de su arrogancia intelectual y el ego y demás tonterías que salían de su boca pero al final le dio un empujón amistoso. No la estaba pasando particularmente mal, o sea, no estaba viviendo un infierno, aunque tampoco estaba a punto de salir a los terrenos a lanzar pirotecnia para volver locos a los hipogrifos de zoología mágica.
-¿Pasatiempo? ¿Ahora le dices pasatiempo? Pensé que era la cosa que querías hacer para siempre o algo así.
Le dijo luego, retomando lo de su carrera y su estancamiento. Lo miró con los ojos entrecerrados. Frances pensaba que Syd estaba haciéndose autosabotaje, que en realidad no era que estuviera atascado, sino que no se creía todavía que tenía facultades para hacer lo que se propusiera, por más que anduviera por ahí diciendo que tenía un gran talento y hablando de egos. Seguramente era inseguridad lo que lo frenaba.
-Wow, entonces las bebidas en serio funcionan. Qué cosa macabra planearían los decanos haciendo que escucháramos los chismes de medio mundo.
Volteó a ver al tipo que Syd le había dicho pero luego soltó una risa. Se bebió la cosa esa color amarillo pero no pensó que tuviera nada raro excepto un regusto a limón.
-Vaya, pensé que eras tú el que terminaría queriendo hacer cosas indebidas con una mujer casada. Igual no sé, dicen que los negros la tienen grande, habría que probar… ¡¡aaah, las amarillas son la bebida de la audacia!!
Se rio, estaba mintiendo porque las amarillas al parecer eran inofensivas. Y claro que había dicho eso solamente para molestarlo, así que antes de que hiciera cualquier cosa, volvió a pasarle el brazo por los hombros, esta vez para besarlo en la mejilla.
-Una cosa es segura. No nos emborracharemos esta noche, aunque igual estas cosas saben bien. ¿Qué harás en las fiestas? ¿dónde pasarás el año nuevo?
¡Qué horror! Tan cerca de un año nuevo y ella peleada horrible con su marido. La cosa la volvió a poner mal. Miró hacia cualquier lado y pretendió no haber bajado un tanto sus ánimos tomando una copa color rosa brillante. Su favorita de las que estaban ahí, por mucho.
-Si para entonces mi marido sigue sin amarme, te invito a que la pasemos con Abner, seguro nos la pasaremos bomba.
No era una invitación en serio, obviamente.
-¿Pasatiempo? ¿Ahora le dices pasatiempo? Pensé que era la cosa que querías hacer para siempre o algo así.
Le dijo luego, retomando lo de su carrera y su estancamiento. Lo miró con los ojos entrecerrados. Frances pensaba que Syd estaba haciéndose autosabotaje, que en realidad no era que estuviera atascado, sino que no se creía todavía que tenía facultades para hacer lo que se propusiera, por más que anduviera por ahí diciendo que tenía un gran talento y hablando de egos. Seguramente era inseguridad lo que lo frenaba.
-Wow, entonces las bebidas en serio funcionan. Qué cosa macabra planearían los decanos haciendo que escucháramos los chismes de medio mundo.
Volteó a ver al tipo que Syd le había dicho pero luego soltó una risa. Se bebió la cosa esa color amarillo pero no pensó que tuviera nada raro excepto un regusto a limón.
-Vaya, pensé que eras tú el que terminaría queriendo hacer cosas indebidas con una mujer casada. Igual no sé, dicen que los negros la tienen grande, habría que probar… ¡¡aaah, las amarillas son la bebida de la audacia!!
Se rio, estaba mintiendo porque las amarillas al parecer eran inofensivas. Y claro que había dicho eso solamente para molestarlo, así que antes de que hiciera cualquier cosa, volvió a pasarle el brazo por los hombros, esta vez para besarlo en la mejilla.
-Una cosa es segura. No nos emborracharemos esta noche, aunque igual estas cosas saben bien. ¿Qué harás en las fiestas? ¿dónde pasarás el año nuevo?
¡Qué horror! Tan cerca de un año nuevo y ella peleada horrible con su marido. La cosa la volvió a poner mal. Miró hacia cualquier lado y pretendió no haber bajado un tanto sus ánimos tomando una copa color rosa brillante. Su favorita de las que estaban ahí, por mucho.
-Si para entonces mi marido sigue sin amarme, te invito a que la pasemos con Abner, seguro nos la pasaremos bomba.
No era una invitación en serio, obviamente.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
En el comedor - Esperando a @Abner Burroughs
- Conjunto provisional hasta que llegue a mi casa y pueda poner el que si es:
Nunca había esperado a nadie por tanto tiempo. Varios de sus compañeros y compañeras bajaban por las escaleras de los dormitorios ataviados en sus vestimentas de gala para reunirse con sus parejas en la sala común. Ya había visto pasar como a cuatro o cinco y era humillante, realmente vergonzoso, que ella siguiera ahí, fumando como chimenea al lado de la ventana. Incluso los que estaban en el patio perdiendo el tiempo se habían marchado ya desde hace un par de minutos. Zelda comenzaba a cansarse y, obviamente, no pensaba aparecerse por el comedor sin ir del brazo de alguien. Imaginar la cara de varios al reconocerla sola era como decirles “sip, me dejaron cual maldita maceta a pudrirme en la sala común, tan patética yo”. Se quedó unos minutos mirando el bosque de Adarta que se extendía a lo largo y ancho del campus. Entonces se le vino una idea demasiado atrevida a la cabeza, pero ya qué más daba, era mejor recurrir a ello que asistir sola como ostra.
Subió rápidamente a su alcoba donde escribió una nota:
“Abner:
No te debo nada y tú no me debes nada, pero mi pareja para el baile parece estar demasiado crudo o qué se yo. Es una emergencia, no te creas demasiado. Prometo compensarte. Te veo en las escaleras del comedor.
Zelda”
Se estaba arriesgando a que llegara o a quedar como el hazmerreír por esperar a quien no llegaría jamás, pero era mejor guardar le esperanza de que Abner fuese un poco misericordioso con ella y se acomidiera a asistir al baile en calidad de su pareja. Ató la nota a la pata del ave y la dejó volar. Tan pronto como eso sucedió, bajó hasta el comedor y esperó en las escaleras que estaban antes del lugar de la fiesta. Cuando viese a George seguramente le aplicaría la ley gélida y lo golpearía hasta morir. Estaba molesta, muy muy molesta. Iba a arder Troya esa noche seguramente, pero eso ella no lo sabía.
OFF: Que empiece la fiesta :W
Zelda Fay- Mensajes : 203
Fecha de inscripción : 01/12/2014
Re: ::: Baile de Navidad :::
Al final de cuentas había decidido ir al baile, era el último al que iría como estudiante de quidditch profesional y todos los de su generación iban a ir. Incluso lo invitaron a un after donde si habría cerveza de verdad y todas esas cosas y quedarse en su dormitorio simplemente porque Whitney no estaba en el país le parecía algo ridículo. No pensaba engañarla ni nada, de hecho le mandó una lechuza diciéndole los pormenores del baile y de la joven a la que había invitado, simplemente una chica sencilla que se había encontrado en la oficina cuando fue a preguntar por la carrera de manufactura y que le había agradado un poco. Nada del otro mundo.
Aquella noche se preparó con un poco de retraso, tampoco le gustaba llegar cuando todo comenzaba porque la gente a penas estaría poniéndose en modo de fiesta y esas cosas. Había citado a Ruby en las escaleras de la entrada al comedor por que tampoco quería pasar por ella y esas cosas que se suponía que un novio hacia, tal vez con Whitney podría haberlo hecho, pero ella no estaba ahí.
Estaba justamente bajando las escaleras cuando vio a Zelda al pie de la misma, desacelero su paso para encontrarse con ella unos momentos. Se veía simplemente hermosa como toda semi veela, con ese atuendo que hacia las miradas fueran directamente hacia su persona. Siempre había tenido un encanto diferente que lograba ponerle la mente en blanco durante algunos segundos, ya un poco acostumbrado a eso bajó de las escaleras y a varios pasos de distancia se giró para verla y saludarla.
Zelda… te ves hermosa esta noche. – Fue todo lo que dijo con una sonrisa en el rostro, le causo algo de nostalgia pensar que tal vez habría podido invitarla a ella, pero no quería meterse en situaciones incomodas que no sabría muy bien como lidiar. Se alejó un poco más para tener una vista directa de la escalera y la entrada (ni sabía por dónde llegaría Ruby) y simplemente esperó.
el traje
Aquella noche se preparó con un poco de retraso, tampoco le gustaba llegar cuando todo comenzaba porque la gente a penas estaría poniéndose en modo de fiesta y esas cosas. Había citado a Ruby en las escaleras de la entrada al comedor por que tampoco quería pasar por ella y esas cosas que se suponía que un novio hacia, tal vez con Whitney podría haberlo hecho, pero ella no estaba ahí.
Estaba justamente bajando las escaleras cuando vio a Zelda al pie de la misma, desacelero su paso para encontrarse con ella unos momentos. Se veía simplemente hermosa como toda semi veela, con ese atuendo que hacia las miradas fueran directamente hacia su persona. Siempre había tenido un encanto diferente que lograba ponerle la mente en blanco durante algunos segundos, ya un poco acostumbrado a eso bajó de las escaleras y a varios pasos de distancia se giró para verla y saludarla.
Zelda… te ves hermosa esta noche. – Fue todo lo que dijo con una sonrisa en el rostro, le causo algo de nostalgia pensar que tal vez habría podido invitarla a ella, pero no quería meterse en situaciones incomodas que no sabría muy bien como lidiar. Se alejó un poco más para tener una vista directa de la escalera y la entrada (ni sabía por dónde llegaría Ruby) y simplemente esperó.
el traje
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
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