Re: Cuidado con la Bludger

por **James Blue** Vie Ene 09, 2015 1:17 am

Sonrió con lo de las mujeres de sus hermanos. Le pareció irónico por que Frances nunca había sido nada suyo, jamás se había atrevido a dar un paso más allá y la idea de ver a Alice golpeándola en ese entonces era tan imposible como verla en estos momentos frente a él. Pero él también la recordaba, recordaba sus ojos azules y sonrisa tranquila, ella era mil veces más amable de lo que él siempre fue y más hermosa que cualquier veela que él hubiese conocido. Su vida había terminado mucho antes de que comenzara a vivir y eso era algo que siempre le iba a pesar, de alguna manera sentía que las cosas que hacia debían ser el doble de excelentes, por ella por vivir lo que ella nunca viviría.

Fue asombroso ver cómo es que Frances hablaba así de Ewan, lo amaba, en verdad lo amaba muchísimo aun después de los años. Podía verlo y lejos de sentirse mal por ello, le gustó saber que Frances había conocido un amor así cuando más lo necesitaba. Tal vez podía haber sido amor de estudiantes o lo que fuera, pero había sido verdadero, se sentía en cada frase salida de su voz que lo describía.

Aspiró profundamente y se enderezó al escuchar que iba a continuar con la segunda declaración. Esta en realidad la sintió un poco más profundo, que le confiara ese tipo de cosas no era cualquier cosa, de hecho era muy parecido a lo que él había pasado con Cassandra, otra cosa que lo había definido completamente.

Debe ser fantástico todo ese asunto de ser padre y eso… - Dudó un poco, luego tomó otra piedrilla y la arrojó al lago haciendo varias ondas. - Tuve una novia, hace algunos años, recién había terminado mis estudios y a penas estaba haciéndome famoso en el Quidditch profesional. Fue antes de entrar a Brigantia… Yo estaba afectado aun por la guerra y la muerte de Alice, todo estaba hecho un caos en mi vida y ella fue en realidad una forma de desfogue… No la amaba, pero ella tampoco me amaba en realidad, era solamente por la fama de estar con un jugador profesional de Quidditch…

Hizo una pausa tras decir esas últimas palabras como si fueran una burla. Tomó otra piedra y la lanzó.- Quedo embarazada y no supe cómo reaccionar. Le dije que me diera un tiempo para pensarlo pero ella simplemente tomó la decisión que no quería tener un hijo de un sangre sucia como yo…. Sé que no puede compararse, pero yo ni siquiera tuve la oportunidad de decidir si lo quería o no… Aun ahora me pregunto cómo es que mi vida hubiera cambiado si tuviese un hijo. Como seria, ¿Cómo me vería yo de padre? Es decir… no lo busco como loco, pero me gustaría saber qué es lo que se siente. Creo que eso me ha hecho madurar, tomar responsabilidades, aceptar las cosas que vienen así como así…

Se giró para verla con una sonrisa un tanto irónica en los labios - ¿No lo esperabas, verdad? Vamos, suelta la tercera, dime que ha marcado a la Frances que ahora está aquí tras ver hipocampos.

por **Frances Alechinsky** Dom Ene 11, 2015 12:26 am

No se habría imaginado jamás que la confesión de James tuviera tanto que ver con la suya, Frances lo miró atentamente mientras le contaba aquella historia tristísima sobre la mujer esa a la que no amaba pero que al mismo tiempo le había cambiado la vida. Pasó saliva cuando escuchó el término “sangre sucia” y como acto reflejo se llevó una mano al vientre, aunque naturalmente ahí ya no había nada. Se conmovió tanto con lo que dijo después que casi tuvo el impulso de agarrarlo a besos como loca y decirle que todo estaría bien. Lo cierto era que, guerra o no, la gente siempre parecía destinada a sufrir. Era bastante malo pensarlo de ese modo pero así parecía ser. Lo miró fijamente un par de segundos, todavía con la mano en el vientre sin poder creer que ni siquiera hubiera tenido la facultad de opinar un poco. Claro, al final la chica tenía la decisión total, pero hacerlo sin más…

-No, no lo esperaba.

Se remojó los labios y jugueteó un poco con el agua de la orilla del lago usando sus pies. Se quedó pensando aunque en realidad sabía exactamente qué era la tercera cosa que la había marcado y que había cambiado su vida para siempre. Al final suspiró un poco.

-Tobias.

No tenía que ver sólo con que fuera su esposo o que se hubieran casado, esa era solo la superficie, lo que se podía ver a simple vista.

-Si Tobias no hubiera existido, quizá ahora mismo tendría una marca en el brazo, quizá tendría encantadores hijos “sangre limpia” con un tipo que…o se habría librado de Azkaban o estaría pagando una bonita condena. No estaría aquí, no estaría hablándote. Tobias lo cambió todo, desde el primer momento en que lo miré. No porque me hubiera enamorado de él a los 11 años sino porque…en Slytherin todo el mundo lo jodía, todos lo odiaban. Uno de los pocos, poquísimos hijos de muggles en la casa. Era una deshonra, una porquería. Las formas en que lo trataban….

Pasó saliva, se le secó la boca de estar hablando de ello. Parecía seguirle enfadando todo lo que le habían hecho, las secuelas que habían dejado en él, los traumas que habían creado aunque él nunca hablara de ello.

-Siempre me gustó llevarle la contraria a la gente, siempre. Así que decidí que todos esos idiotas se iban a ir a la mierda y fui la primera de la casa Slytherin en hablarle. Él me juzgo de inmediato, me decía que sólo lo hacía por joder a los demás, no porque en realidad quisiera ser su amiga y ¿sabes? en parte tenía razón. Pero entre más me rechazaba yo más me aferraba. Me aceptó hasta segundo curso. Tuvimos una relación tirante, creo que tardó mucho en confiar en mi. Y yo lo fui queriendo, año con año. Y año con año se volvía más listo. Y año con año a mi me iba pareciendo más estúpido lo que los demás pensaban en contraparte con lo que pensaba él. Me enseñó todo lo que sé, todo, sobre política, sobre libertad. Mi mamá comenzó a preocuparse, toda mi familia en realidad, pero a mi no me importó. La limpieza de sangre pronto me pareció el concepto más absurdo y obsoleto. Los modelos que tenía para amigos fueron cambiando. Y con Tobias llegó David y llegó Amy, y llegó Barunka…y llegó Ewan. Con Tobias llegó todo lo que me hizo como soy.

No había sido su plan casarse con él, nunca. Nunca pensó en él de esa forma. Durante la guerra, luego de que Ewan había muerto, había pasado innumerables noches escurriéndose en su cama sólo para quedarse dormida, sólo podía conciliar el sueño escuchando el sonido de su voz leyéndole Doctor Zhivago y otras cosas. Saber que estaban destinados a estar juntos había sido algo progresivo, una cuestión seria.

-Tobias cambió todo para mi, y yo le cambié todo a mi padre. Y por eso no llevamos una Marca Tenebrosa en el brazo.

Y así, quedaba claro que la vida de Frances, aunque no lo pareciera, siempre había estado definida en cuestión de a quienes y cómo amaba, que iba más allá de un canon de cómo debía ser la relación perfecta. Ewan, Tobias, Per, su padre, siempre un hombre de por medio, siempre una relación profunda, imborrable, que le dejaba algo.

-Ah sí, también los hijos vuelven ridículas a las personas, así que no tengas mucho apuro por tenerlos.

Le dijo como para aligerar la intensidad que sentía en el ambiente.

-Te toca a ti.

por **James Blue** Dom Ene 11, 2015 1:25 am

¿Quién podía esperar algo así? El no definitivamente, aun le costaba un poco aceptar que Frances había decidido hacer eso con el hijo que iba a tener de Ewan, entendía el miedo y el sentimiento de que la vida no iba a ser igual en ningún sentido, pero esa había sido una decisión unánime. Entendía que Cassandra no quisiera a su hijo, pero también era una parte de él y si le había dolido mucho perderlo.

El cigarrillo estaba terminándosele por la larga plática, así que le dio una última calada y su mirada se fue hacia los movimientos de Frances en la orilla del lago. No era porque la mirara con ojos de depredador sexual, si no porque quería fijar su vista en algo para no pensar más en eso del hijo perdido. Escuchó mejor atentamente como es que Frances había descubierto que todo el maldito sistema contra los sangre sucia estaba mal, él decía la frase pero siempre la decía con ironía, era un chiste en realidad porque era ridículo que alguien tomara eso como un insulto.

Tenía que aceptar que le gustaba la forma en que Frances hablaba de la gente, siempre con pasión, como si pudiera sentir lo que ambos chicos, Ewan y Tobias, eran solamente por sus palabras. Los había conocido más esa noche por labios de Frances que durante seis años en el mismo colegio. Claro que iban a diferentes casas y todo el mundo odiaba siempre un poco a los Hufflepuff.

Pues entonces el mundo le debe más a Tobias Alechinsky de lo que seguro él mismo sabe – Eso le parecía al menos. Al final soltó una risa también irónica cuando le dijo que no tuviera prisa por tener hijos. No la tenía, no sentía que hubiese conocido aun a la mujer con la que pasar su vida. Tal vez era un ridículo pero seguía pensando en eso de casarse con el amor de su vida, la mujer que fuera su todo y esas cosas ridículas.

No lo buscaré activamente si es a lo que te refieres – La frase si ayudó a aligerar el ambiente, tenía que aceptarlo. La última confesión tuvo que pensarla un poco más.

Tras terminar la guerra mi abuela y mis padres estaban muy consternados. Verás no sé si lo sabes pero mis padres son completamente muggles, sin embargo da la casualidad que la esposa de mi abuelo (que es mi abuela no de sangre) también es bruja. Sabían lo sucedido en el mundo mágico porque eran conocidos del entonces ministro muggle. Mi madre siempre ha sido una filántropa sin remedio y como una terapia para superar la muerte de Alice comenzó a ayudar en los albergues que hubo para niños huérfanos de la guerra. Ahí conoció a quién ahora es mi hermana menor, Evangeline.

La niña tenía algunos problemas, al parecer la habían torturado antes de que fuera rescatada. Estaba muy mal y me provocaba algo, una especie de cariño fraternal. Al principio no podía soportar la idea de que mis padres la adoptaran para llenar el hueco que Alice había dejado en nuestras vidas, pero con el tiempo entendí que solamente querían ayudar a otros que lo habían perdido todo en esa guerra ridícula. Me hizo madurar, en verdad. Ahora quiero a esa niña como nada en el maldito mundo, es verdad. No puedo esperar el día en que sea una persona mayor y tenga sus propios hijos y todos esos años que pasó en el dolor se acaben para siempre. Es un sueño algo idealista, pero es algo que deseo en verdad para todos los que me importan, ella me hizo darme cuenta que hay un futuro. Siempre. Por eso me dediqué al quidditch, por eso luché por conseguir todo lo que tengo ahora. Me devolvió la confianza en mí mismo.

Y eso es todo ¿Soy más melodramático de lo que esperabas? Eso me ha hecho cambiar del pequeño niñito que conocías a lo que soy. Sin más, ni menos.

por **Frances Alechinsky** Dom Ene 11, 2015 1:54 am

La historia de la hermana adoptada le pareció linda, era una contraparte a lo de Alice. Le sonrió. También era irónico que hubieran terminado su ronda de confesiones/cosas que les cambiaron la vida con algo que no era en lo absoluto triste, sino prometedor. Se quedó pensando en Tobias, en lo tarde que ya era y en lo afortunada que era en no tener un marido controlador que ya estuviera mandándole patronus para que llegara de una vez por todas a la casa, aunque a la vez se sentía un poco culpable de darlo por hecho así como así. Se quedó pensando en ello y se mordisqueó el labio inferior, haciendo todo lo posible por no mirar su intrincado reloj de pulsera, que funcionaba con magia.

-Pues ha sido un buen cambio. Aunque ¿sabes? también me gustaba el niño de Hogwarts, aunque creo que en gran parte era porque me dejabas torturarte sin tomar represalias.

Le dio un empujón amistoso y se rio. Frances estaba consciente de que había sido una perra en su época y que aún a veces lo seguía siendo y no medía las consecuencias de sus actos infames, que le gustaba llevar a la gente a sus límites, verla explotar, no poder más. Pero James siempre había aguantado, siempre. Ahora que sabía las razones, se enternecía muchísimo.

-Ya te dije que tu barba es el secreto de tu éxito. En verdad, nunca te la quites o perderás efecto.

Le guiñó el ojo antes de terminar el cigarrillo que le había tocado. Ya se le había bajado cualquier efecto del alcohol que hubiera tenido antes.

-Aunque sí eres más melodramático de lo que esperaba, seguro que de todos modos de mi parte también esperabas algo como “cuando dejé calva a Cassandra Ridoutt” o “cuando hice llorar a Jessy por primera vez”, pero hey, tengo sentimientos también.

No, no había dicho el nombre de dos de sus amantes como si le supiera algo, pero en verdad que ese par habían sido víctimas suyas durante un tiempo considerable.

por **James Blue** Dom Ene 11, 2015 7:56 pm

Decirle todas esas cosas a Frances también le había ayudado, eran cosas que le habían pasado, que tenían obviamente un peso muy importante en él y en lo que se había convertido, sin embargo ponerlas en voz alta y contárselas a alguien más lo hacían más real, le daban la capacidad de colocar cada cosa en su lugar. Lo importante. Tenía ganas ridículas de agradecerle por el tiempo para escucharlo aun que ya todo eso estaba muy fuera de lugar, mejor se dejó llevar nuevamente por los recuerdos de ese niño tonto que se dejaba hacer y deshacer al antojo de Frances.

Por favor detente Burroughs, vas a sonrojarme – Le dijo su apellido de soltera a sabiendas. No por mal si no porque estaba más acostumbrado a él que a Alechinsky, para James siempre iba a ser Frances Burroughs. - En realidad tengo la cuenta de todos l os calderos que le hiciste a mis padres comprar, ¿sabes lo difícil que es explicarle a tus padres muggles que la niña de tu salón de clases convirtió tu caldero en lava? - Había pasado una vez, ni él supo cómo pero el profesor los había sacado a todos de inmediato.

Se iba a reír de nuevo con la cosa de la barba pero luego vino esa declaración con Cassandra y con Jessy. Por un momento él puso una mirada extrañado pensando que era una de esas indirectas que él no captaba. Luego se dio cuenta que había sido nada más un comentario al aire.

¿Sabes? Fue Cassandra… - Le aseguró tomando otra piedrita pero esta vez la lanzó al aire y la atrapo con la misma mano. Ya no estaba tan borracho, coordinaba muy bien- La del bebé. Ojalá la hubieras dejado calva por siempre. Lo merecía. - Había rencor disimulado en esa broma, la odiaba. En verdad de todas las personas en el mundo Cassandra era a alguien a quién en verdad no podía ver en lo absoluto. La ultima vez había llegado soltando comentarios malditos mientras estaba con Amy solamente comiendo. Era una mujer horrible.

Y curiosamente recientemente tuve algunas cosas con Jessy Luttrell, ¿Estas espiándome acaso Frances? ¿Vas a chantajearme con la información a cambio de dinero o qué? Te cuento que no puedo tocar mi fortuna, está bloqueada así que tendrás que conformarte solo con mi cuerpo - Soltó una carcajada fuerte, solo lo decía para ver qué cara ponía después de lo del lago.

por **Frances Alechinsky** Dom Ene 11, 2015 8:27 pm

No le incomodó que la llamara por su apellido de soltera, efectivamente porque no vio nada de malicia en ello. De cualquier forma su apellido de casada le gustaba mucho, más que el otro, pero no le hacía ninguna diferencia si alguien no se acostumbraba a llamarla así, excepto quizá cuando su hermano lo hacía.

-Uffff, fueron buenos tiempos esos. ¡Lava! ¿Te acuerdas cómo lloró Janine Gaiman porque se le quedó la mochila adentro y perdió todos sus trabajos de astronomía? Jajajaja, fue un día feliz.

Claro, un día feliz solo para ella porque el resto la había maldecido hasta el cansancio. Desapareció la colilla del cigarro con la varita y luego sonrió, aquella también era una madrugada feliz, aunque improbable, ¿quién hubiera dicho que le contaría todas esas cosas a James Blue?

-Pobres de tus padres, les enviaré chocolates un día de estos, ¡en serio!

Eso sí, se quedó de piedra cuando escuchó lo de Cassandra. Esa mujer era una persona horrenda pero ahora que James le decía eso, se arrepentía de no haberla dejado calva por siempre tal como él decía. Maldita infeliz. Respiró profundo para olvidar sus pensamientos negativos, y luego abrió los ojos como platos cuando mencionó lo de Jessy. Acto seguido soltó una carcajada, ¡maldita zorra hija del mal! Tan guardado que se lo tenía.

-Claro que no estoy espiándote, yo que iba a saber que desfogarías tus deseos sexuales con mis víctimas en la infancia. ¡Seguro es como un fetiche tuyo! Diooooos, buscas mujeres relacionadas conmigo aunque sea de un modo retorcido, ¡deberías hacerte examinar la cabeza!

Le dio un zape en la cabeza, así sin ninguna vergüenza, por las cosas que decía y también para fingir acomodarle las neuronas antes de tomarlo por la nuca y darle un último beso, uno bien dado, incluso lento, que se iba a permitir sólo por una razón: que le hubiera dicho que había tenido algo que ver con Jessy, cosa que obviamente despertaba sus instintos competitivos más bajos y despreciables. Al terminar se levantó rápido para empezar a caminar.

-Lo siento, James. Si no incluyes una grandísima fortuna no hay trato. Anda, acompáñame a los trasladores, debo regresar a mi casa.

por **James Blue** Dom Ene 11, 2015 8:39 pm

Se rió pero con ganas con eso de sacar sus deseos sexuales con mujeres relacionadas a ella por capricho. Tal vez era verdad y no lo sabía, la idea le pareció divertida pero completamente retorcida. Siempre se había quedado con la curiosidad de saber cómo es que era Frances en el aspecto íntimo, la había imaginado muchas veces pero no se había acercado a ninguna de las mujeres en su vida por que tuvieran alguna conexión con ella, eso en verdad era algo perturbador. Tal vez ella tenía razón y le gustaban mucho las chicas rubias porque quería evitar que se parecieran en lo absoluto a ella, porque no podía imaginar a otra morena en su vida que no fuera precisamente ella.

Luego vino ese beso que, evidentemente lo tomó por sorpresa pero que respondió. Lo hizo de manera intensa tomándola de la mejilla y acariciando con sus labios los de ella al finalizar. Tenía miedo que fuera a morderlo otra vez o golpearlo, pero eso lo hacía más interesante.
A penas y alcanzo a poner pensamientos en orden cuando ella se levantaba y le decía que la acompañara a las chimeneas. Esa maldita mujer, estaba jugando con él pero no estaba enfadado, al contrario. - Sigo prefiriendo a las rubias sabes?... no es personal.

Hizo los hombros hacia atrás con indiferencia y aceleró el paso para caminar al lado de ella. Él no tenía ni idea de que Jessy y ella eran amigas, enemigas o que tuvieran cierta rivalidad. A Frances la conocía por que le había tocado compartir infancia con ella y aun que Jessy era de su generación jamás fue cercano a ella, al menos hasta esos momentos. Aun que aun no sabía muy bien a donde llegarían las cosas con la rubia.

Oye, ¿Eres amiga de Jessy o sigues torturándola? Dime, necesito saber si es que puedes hablarle bien de mi o algo. No sé, esas cosas ridículas. – Movió la mano como para decir etc, etc y lo acompaño rodando los ojos. No creía realmente en eso, pero Jessy le interesaba y era verdad.

por **Frances Alechinsky** Dom Ene 11, 2015 8:54 pm

Se rio fuertísimo – tanto que quizá había resonado en el bosque o algo – cuando le dijo lo de las rubias, miró hacia atrás solo para sacarle la lengua y luego poner los ojos en blanco antes de seguir su camino. Claro que estaba jugando con él, esas cosas se le daban bien. Tuvo que dibujar una sonrisilla, fue inevitable.

-Sigo prefiriendo a mi marido, no es personal.

Lo sintió llegar a su altura y lo tomó por el brazo mientras James le preguntaba por Jessy. Frances se encogió de hombros.

-Soy su amiga, pero de vez en cuando sigo torturándola, por costumbre, más que nada. Y porque es chistoso cuando se enoja. Tiene distintos niveles de ebullición dependiendo qué. Es como lidiar con un experimento científico. Claro que le hablaré bien de ti, tigre, le diré que eres el ex Hufflepuff que besa mejor en todo Brigantia, Lo aderezaré con algo como “si no estuviera casada con el hombre de mi vida, me lo habría follado en el lago” ¿crees que eso te ayude?

Le dijo con malicia, entrecerrando los ojos para luego darle unas palmadas en el hombro, bastante masculinas, por cierto, como siempre.

-Ya en serio, sí, puedo hablarle bien de ti, decirle cosas buenas, que hasta te abrí mi corazón y que eres sorprendentemente excepcional, que aguantas bien los golpes y tienes una gran fortuna. Chico de oro.

Siguió bromeando aunque en realidad sí pensaba hacerle el favor si él quería. No se imaginaba a Jessy con él, por supuesto, Jessy era una loca y James era un encanto. Nada que ver, pero igual a ella no le quitaba nada. Miró hacia todos lados como tratando de ubicar donde era que estaban los trasladores, ya no recordaba, así que hizo tiempo y se detuvo a la mitad del camino.

-James…si le dices a alguien que abrí mi corazón y dije cosas ultra cursis durante más de cinco minutos seguidos, por cierto, te asesinaré y haré que parezca un suicidio. Y no voy a devolverte tu chamarra.

por **James Blue** Dom Ene 11, 2015 9:22 pm

Si había notado que Jessy era una persona un tanto complicada. A él le había parecido encantadora, agradable y algo frágil y necesitada, era como el tipo de chica que le atraía, aun que después de la noche que habían pasado le parecieron confusas las señales que le había enviado y desde ese momento no había cruzado más palabra con ella. Claro que no es que quisiera llevarla al altar, pero si era una chica con la que le hubiese gustado salir más que simplemente para follar.

Solo ten cuidado de que no esté ahí Finnerty, no quiero despertar sus celos. Ya sabes luego como es. – Bromeaba, claro que no pensaba que fuera a decirle algo así a Jessy de él, no, en verdad esperaba que no fuera a decirle algo así, supuso que ella se imaginaria si es que era bueno o no besando, ya había tenido tiempo para comprobarlo.

Está bien, no es que tengas que “Hablarle bien de mí” en realidad. Solamente podrías, no sé decirle que deje de alejarme y esas cosas. Es un tanto extraña, creo que o me odia o le teme un poco al compromiso. Estoy inclinándome hacia la primera en estos momentos.

Si lo hacía, no entendía bien a Jessy y no había querido hablar con Jasmine al respecto, aun que algo le había soltado. Además estaba el asunto de Whitney, que también le encantaba. A saber que iba a hacer, mejor prefirió no seguir con ese tema con francés y sin darse cuenta se detuvo al momento en que ella buscaba algo alrededor.

¿Qué haces? ¿Qué buscas? – Le preguntó conteniendo una carcajada– Los trasladores están hacia allá. No te preocupes. Esto queda entre ambos. No le diré a nadie si tu prometes no decirle a nadie todas esas cosas ridículas que te dije antes. Todas… - Se inclinó un poco para mirarla a los ojos, obviamente eso incluía también los besos de broma y todas esas cosas que habían pasado. No quería que hubiera malos entendidos, especialmente ahora que comenzaba a llevarse medianamente bien con Frances.

por **Frances Alechinsky** Dom Ene 11, 2015 9:36 pm

-¡Oh, es verdad, Finnerty!

Dijo soltando una carcajada. Claro, lo de Finnerty era caso aparte por un lado y por el otro, no, no le iba a decir a Jessy semejantes locuras a menos que de algún modo supiera que se trataba de un arma para ganarle alguna batalla, le gustaba tener esas cosas a la mano.

-No creo que te odie, o quién sabe. No te preocupes, si puedo ya lo averiguaré y le daré una larga charla sobre cómo eres el hombre perfecto para recomponerle esa cabecita tarada que tiene.

Jessy era muy muy rara así que imaginaba perfecto que estuviera haciendo esa clase de estupideces con un tipo decente cortejándola. Se tuvo que reír porque él también le hacía prometer que no diría nada. ¿En qué mundo pensaba que ella iba a decir cualquier cosa? Primero se mataba antes de que eso pasara.

-¿Estás loco? Eso es imposible que suceda. Ni hablar. En lo que a mi concierne sigues siendo un ñoño enfrente de la gente. Y ya sabía para dónde estaban los trasladores, duh.

Le dijo haciéndole una mueca mientras caminaba en la dirección correcta. No quería ni ver qué hora era, y aunque ya sabía que Tobias no era un histérico, de pronto se sintió un poco culpable con la vida.

-Bueno, te llamaré.

Agregó aquella frase estúpida que decían en las películas muggles antes de inclinarse para besarlo en la mejilla a modo de despedida.

por **James Blue** Dom Ene 11, 2015 9:47 pm

Se rió con ganas con eso de seguir siendo un ñoño para el resto de la gente. No supo cómo interpretar eso, o sea ¿para ella ya no lo sería? ¿Eso contaba como un tratado libre de paz? ¿Qué iba a pasar? Daba igual, la iba a seguir tratando de la misma manera aun que ahora el cariño que le tenia se había transformado en otra cosa, algo un poco más fraternal. Ya no tenía ganas de besarla como loco o todas esas cosas, ahora la respetaba un poco más y le parecía incluso más encantadora, con todo y los modales toscos que siempre había tenido.

Bueno, tenía que asegurarme. Vamos, te acompaño hasta que estés frente al traslador. No vaya a ser que en estos seis o siete metros algo que suceda, jamás me lo perdonaría, ¿Cómo se lo diría a Tobias? ¿Cómo explicárselo a tus hijos? . - Se llevó una mano al pecho a modo dramático. La siguió con las manos en los bolsillos del pantalón. No le iba a pedir su chamarra porque tampoco era un grosero además que era obvio que no se la iba a regresar. Sonrió cuando le dijo que le llamaría y se inclinó para el beso en la mejilla.

Y tú debes esperar la cuenta de mi sanador particular, por la lesión en el hombro. No creas que ya se me olvidó, me sigue doliendo. – No era cierto, ya se le había olvidado. Seguramente al día siguiente tendría un feo moretón pero nada más. La acompañó hasta estar seguro de que tomara el traslador a su casa y luego él se fue caminando hasta los dormitorios de Smetrios.

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