Ahora somos amigos [Kristján]

Por fin había aprendido a aceptar esas cosas sin pensar de más, al menos no mientras el momento duraba, aunque se alargara. Había aprendido a guardarse y atesorar aunque fuera tonto lo que tenía con Kit, aunque eso no significaba que estuviera dispuesto a aceptar lo que había entre ellos ante nadie más que ante sí mismo. No le gustaba pensar trágicamente como que era un amor a medias o como que estaba demostrando que se avergonzaba, no se hacía esos líos en la cabeza porque así era más fácil. Si acaso, lidiaba con sus propios conflictos pero los olvidaba con el quidditch y hasta el momento todo estaba funcionando bien.

-Berlín suena a una gran idea, aunque nunca he estado ahí y me perdería la ciudad por tu culpa.-Lo besó también y luego no agregó nada más durante un buen rato, incluso entró en un estado soñoliento contra el que no quería luchar, pero se levantó para ponerse los pantalones al menos, no sin antes volver a besar a Kit. Verlo ahí tendido en su cama, lo hizo pensar en todas las cosas que habría querido confesarle respecto a todo lo que envolvía su vida, lo muy honesto que quería ser con él porque lo quería y no quería engañarlo.

Pero no dijo nada. Se lavó las manos en el lavabo miserable del baño miserable y luego se mojó la cara. Debía dejar de pensar estupideces, había cosas que no era tan fácil resolver con un polvo.

-¿Quieres que te invite a cenar? A la cafetería, no tengo tanto dinero. No importa si nos ven juntos, ahora somos amigos.-No lo iba a agarrar de la mano ni iba a hacer nada que dejara notar lo que pasaba dentro de esa habitación. -O puedes quedarte a ordenar mi cuarto, lo que se te haga más fácil.-Nadie podría querer llevar una relación así, él mismo sentía incomodidad al respecto, pero era la única manera.