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Ahora somos amigos [Kristján]
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Ahora somos amigos [Kristján]
Había pasado poco más de una semana después del partido empatado del Villa contra el Chelsea, y después habían perdido como si eso fuera un mal augurio. No quería parecer un desquiciado acosando a nadie, de hecho, la coartada de “ahora somos amigos” que habíamos acordado Kristján y yo no había sido muy evidente, yo quería pensar que por falta de ocasión espontánea pero la verdad era que ninguno había tenido iniciativa.
Quizás había sido sólo eso y tenía qué aceptarlo como tal, unas ganas de follar con un tipo por que sí, por curiosidad o lo que fuera, por tener una historia de rockstar qué contar a sus nietos adolescentes. Tendría qué ubicarme en ese plano de la realidad, aunque no dejaba de pensar en él y no sólo en desnudarlo, sino en cosas simples, como ver alguna película que pensaba que disfrutaría, o alguna nota en el diario de quidditch, o cualquier teoría que me viniera a la cabeza para contarle. Eso era todavía más grave que un ataque de lujuria.
Lo pensé, y lo pensé mucho, antes de ir a buscarlo a su habitación, con unos libros en la mano como coartada por si alguien estaba por los pasillos. Aún seguía pensando que podría cerrarme la puerta en la cara, sobre todo por los días que habíamos pasado sin cruzar palabra. Quizás se había terminado, pero si era así, necesitaba que me quedara bien claro para ir a embriagarme en mi amargura inconfesable o algo así.
-Abre, Islandia. No me hagas decir “sé que estás ahí” como psicópata de película- dije después de un par de golpes a su puerta. Era un lunes asqueroso de lluvia sin parar, después de las prácticas reglamentarias. Sí, era una hora normal para él de estar ahí, pero podría no estarlo. O simplemente, no abrir.
Quizás había sido sólo eso y tenía qué aceptarlo como tal, unas ganas de follar con un tipo por que sí, por curiosidad o lo que fuera, por tener una historia de rockstar qué contar a sus nietos adolescentes. Tendría qué ubicarme en ese plano de la realidad, aunque no dejaba de pensar en él y no sólo en desnudarlo, sino en cosas simples, como ver alguna película que pensaba que disfrutaría, o alguna nota en el diario de quidditch, o cualquier teoría que me viniera a la cabeza para contarle. Eso era todavía más grave que un ataque de lujuria.
Lo pensé, y lo pensé mucho, antes de ir a buscarlo a su habitación, con unos libros en la mano como coartada por si alguien estaba por los pasillos. Aún seguía pensando que podría cerrarme la puerta en la cara, sobre todo por los días que habíamos pasado sin cruzar palabra. Quizás se había terminado, pero si era así, necesitaba que me quedara bien claro para ir a embriagarme en mi amargura inconfesable o algo así.
-Abre, Islandia. No me hagas decir “sé que estás ahí” como psicópata de película- dije después de un par de golpes a su puerta. Era un lunes asqueroso de lluvia sin parar, después de las prácticas reglamentarias. Sí, era una hora normal para él de estar ahí, pero podría no estarlo. O simplemente, no abrir.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Debía admitir que a veces no pensaba más que en él mismo, tal era el caso en esos últimos días después de que visitar a Sarah y le diera la hermosa noticia: tenía un hijo. Además iba a hacer su debut en sociedad como padre presentándose en la casa de David Finnerty en una fiesta muy pronto y todo ese asunto lo tenía de cabeza. No se lamentaba haber conocido a su hija ni que hubiera sucedido lo que había sucedido, pero aunque tuviera las mejores intenciones, no dejaba de ser un asunto que estaba muy lejos de su control.
No le había dicho a Jessy la noticia, ni siquiera a Kit, aunque no sabía qué estaba esperando. Se había tomado una semana exclusivamente para entrenar, no porque estuviera evitando a nadie, sino porque sólo la vigorexia le permitía dejar sus pensamientos en blanco sin otros conflictos de por medio, que sí generaban ver a las personas que le importaban de alguna forma.
Además de eso, estaba el alcohol. Luego del episodio en el departamento de Sarah se había ido a emborrachar con un compañero de la facultad y había durado en mal estado bastante rato hasta que, lo admitía, se había metido dos líneas para bajarse los efectos del alcohol y desencadenar otros. O sea, estaba bastante jodido y no quería que Jessy supiera que había sucumbido. No quería que nadie lo supiera.
Por todas esas razones no se había molestado en reportarse ante nadie y como tampoco tuvo noticias de Kit, dio por hecho que el tipo no estaba preocupado y toda esa fachada de ser una colegiala enamorada pues era…eso, una fachada. Y pensar que eso lo molestaba de verdad le daba tremendas náuseas.
Estaba dormido cuando escuchó que llamaban a su puerta, no había ido a las prácticas de ese día lo que seguramente le costaría caro. Reconoció la voz de Hutchins en sueños y se levantó con pesadez para abrir. Había pisado en el camino unos cuantos libros y una quaffle desinflada. Miró a su alrededor y vio que su recámara era un chiquero.
-Qué te sucede, tranquilízate.-le dijo abriéndole la puerta mientras se tallaba el ojo derecho, que tenía bastante rojo. Estaba hecho un auténtico asco.
No le había dicho a Jessy la noticia, ni siquiera a Kit, aunque no sabía qué estaba esperando. Se había tomado una semana exclusivamente para entrenar, no porque estuviera evitando a nadie, sino porque sólo la vigorexia le permitía dejar sus pensamientos en blanco sin otros conflictos de por medio, que sí generaban ver a las personas que le importaban de alguna forma.
Además de eso, estaba el alcohol. Luego del episodio en el departamento de Sarah se había ido a emborrachar con un compañero de la facultad y había durado en mal estado bastante rato hasta que, lo admitía, se había metido dos líneas para bajarse los efectos del alcohol y desencadenar otros. O sea, estaba bastante jodido y no quería que Jessy supiera que había sucumbido. No quería que nadie lo supiera.
Por todas esas razones no se había molestado en reportarse ante nadie y como tampoco tuvo noticias de Kit, dio por hecho que el tipo no estaba preocupado y toda esa fachada de ser una colegiala enamorada pues era…eso, una fachada. Y pensar que eso lo molestaba de verdad le daba tremendas náuseas.
Estaba dormido cuando escuchó que llamaban a su puerta, no había ido a las prácticas de ese día lo que seguramente le costaría caro. Reconoció la voz de Hutchins en sueños y se levantó con pesadez para abrir. Había pisado en el camino unos cuantos libros y una quaffle desinflada. Miró a su alrededor y vio que su recámara era un chiquero.
-Qué te sucede, tranquilízate.-le dijo abriéndole la puerta mientras se tallaba el ojo derecho, que tenía bastante rojo. Estaba hecho un auténtico asco.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Pues no, no había querido parecer un maniático y por eso lo había dejado en paz, pero había algo dentro de mi que me hacía pensar que quizás si yo no lo buscaba entonces él no lo haría y con esas actitud amarga había pasado los últimos tres días, pero pretendía ocultarlo. Casi tenía ganas de reclamárselo pero por un momento se me ocurrió que quizás eso era todavía más patético que sólo pensarlo.
Cerré la puerta tras de mi, frunciendo levemente el ceño al ver el desastre en que su habitación se encontraba. No podía decir que yo fuera completamente pulcro, pero en definitiva lo era mucho más que Kristján en ese momento. Me molestó un poco no saber si ese era su estado natural de vida o si pasaba por una fase, por que no quería preocuparme de más, no quería ser otro de los que (sospechaba) querían llevarlo por el buen camino. Quizás su cuarto estaba sucio y ya, por que sí, como el 80% de la población estudiantil del mundo, magos o no.
-¿Estás bien?- no era una pregunta formulada como un “¿Qué te pasa, estás bien?” sino como un ridículamente amoroso te estás alimentando como es debido, te sientes, bien, qué has hecho. La familiaridad casi me daba risa, y me sentí con ganas de seguir propiciándola por que, carajo, de verdad me importaba saberlo. No me lo había follado por que sí, por guapo, por que una cosa llevara a la otra. Se veía medio dormido.
Di unos pasos hacia él y lo besé acercando su rostro al mío con ambas manos, dándole un beso de más en la mejilla y casi soltándole un ridiculísimo “te extrañé” que al final me guardé, por que ya había sido suficiente. -¿No fuiste a la práctica? perdón por la visita, si no vengo a acosarte como desquiciado tú ni siquiera te molestarías…- medio en serio medio en broma, pero al final se lo iba a decir.
Cerré la puerta tras de mi, frunciendo levemente el ceño al ver el desastre en que su habitación se encontraba. No podía decir que yo fuera completamente pulcro, pero en definitiva lo era mucho más que Kristján en ese momento. Me molestó un poco no saber si ese era su estado natural de vida o si pasaba por una fase, por que no quería preocuparme de más, no quería ser otro de los que (sospechaba) querían llevarlo por el buen camino. Quizás su cuarto estaba sucio y ya, por que sí, como el 80% de la población estudiantil del mundo, magos o no.
-¿Estás bien?- no era una pregunta formulada como un “¿Qué te pasa, estás bien?” sino como un ridículamente amoroso te estás alimentando como es debido, te sientes, bien, qué has hecho. La familiaridad casi me daba risa, y me sentí con ganas de seguir propiciándola por que, carajo, de verdad me importaba saberlo. No me lo había follado por que sí, por guapo, por que una cosa llevara a la otra. Se veía medio dormido.
Di unos pasos hacia él y lo besé acercando su rostro al mío con ambas manos, dándole un beso de más en la mejilla y casi soltándole un ridiculísimo “te extrañé” que al final me guardé, por que ya había sido suficiente. -¿No fuiste a la práctica? perdón por la visita, si no vengo a acosarte como desquiciado tú ni siquiera te molestarías…- medio en serio medio en broma, pero al final se lo iba a decir.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
La presencia de Kit lo puso contento aunque no lo demostró saltando de alegría ni lanzando a besarlo como loco. Era un tipo descuidado pero no lo pensaba así, por lo que no tenía idea de las locuras que se había armado Kit en la cabeza. Como Kristján habría querido su espacio, aunque sin decirlo, había tomado como señal divina casi legeremántica que se lo dieran. Y las cosas para él seguían tan viento en popa como siempre, con cero sensibilidad respecto a esos asuntos que había descuidado.
-Sí, muy bien. Hace unos días me desmadré un poco pero nada grave. Y hoy me sentía fatal, pensé que iba a darme un resfriado, pero creo que solamente necesitaba dormir un poco.-Se rascó la cabeza y buscó en un escritorio gotas para los ojos después de recibir el cálido beso de Kit que le dio un poco de paz a sus pensamientos, así de ridículo funcionaba. Había tenido tiempo para pensar en lo que sentía y en lo que sentía por Jessy también. Sin llegar a ninguna conclusión satisfactoria, por supuesto.
-No, no fui porque me sentía mal. Y oye, no sé, pensaba que querías tu espacio o algo así. No sé, a lo mejor te había asustado, qué sé yo. No me sentía en posición de buscarte.-Menos después de enterarse que tenía una hija, por decir lo menos, o que había vuelto a engancharse en esa droga que él tanto criticaba. ¿Necesitaba rehabilitación otra vez? Pensarlo lo ponía de muy mal humor.
-No me reclames porque precisamente por eso las chicas terminan siendo agotadoras. Si quieres verme sabes bien donde estoy.-Dijo con menos sentido común del debido. No había querido sonar tan hijo de puta pero el daño ya estaba hecho.
-Sí, muy bien. Hace unos días me desmadré un poco pero nada grave. Y hoy me sentía fatal, pensé que iba a darme un resfriado, pero creo que solamente necesitaba dormir un poco.-Se rascó la cabeza y buscó en un escritorio gotas para los ojos después de recibir el cálido beso de Kit que le dio un poco de paz a sus pensamientos, así de ridículo funcionaba. Había tenido tiempo para pensar en lo que sentía y en lo que sentía por Jessy también. Sin llegar a ninguna conclusión satisfactoria, por supuesto.
-No, no fui porque me sentía mal. Y oye, no sé, pensaba que querías tu espacio o algo así. No sé, a lo mejor te había asustado, qué sé yo. No me sentía en posición de buscarte.-Menos después de enterarse que tenía una hija, por decir lo menos, o que había vuelto a engancharse en esa droga que él tanto criticaba. ¿Necesitaba rehabilitación otra vez? Pensarlo lo ponía de muy mal humor.
-No me reclames porque precisamente por eso las chicas terminan siendo agotadoras. Si quieres verme sabes bien donde estoy.-Dijo con menos sentido común del debido. No había querido sonar tan hijo de puta pero el daño ya estaba hecho.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Lo escuchaba relatar sus días con esa atención vaga que se les da a los amigos, a la gente a la que uno le importa ya sin ese exceso de “cuéntamelo todo” que se tiene con un enamoramiento pasajero. Por supuesto que eso me daba algo de miedo, pero tenía que acostumbrarme a la sensación, de otro modo terminaría por enloquecer en pocos días, y ese no podía ser el caso. Al menos no se veía incómodo y raro con mi visita.
No supe si me convencía eso de que no se sentía en posición de buscarme, pensé que habíamos dejado superado ese asunto pero se me olvidaba con mucha facilidad que él era un tipo con novia y muchas admiradoras y que nada de lo que ocurría entre nosotros podía tener una etiqueta de que no incluyera peligro y mentiras, al menos para alguien. Me sentí culpable de inmediato, pero rápido se me pasó cuando lo escuché rematar con esa frase tan suya, me reí con cierto desdén.
-Disculpa la broma de amante necesitado, pensé que después de follar serías menos delicado con esas cosas- Por que tenía bien sabido ya que Kristján nunca se tomaba con tranquilidad un sólo mínimo de intentar controlarlo. Ni siquiera era esa mi intención, pero el humor se me había estropeado un poco. Me levanté del borde de su cama donde me había sentado provisionalmente.
-No te iba a reclamar nada, pero ya que lo sugeriste lo haré: sería bueno escucharte decir algo que no sean frases defensivas cuando te viene uno a ver. Listo, ahí lo tienes, un reclamo. Nos vemos luego, Christian- Me colgué la mochila en el hombro y negué un poco con la cabeza. Ok, mi reacción tampoco era muy paciente, pero me autoengañé pensando que si yo lo había buscado yo también podía ser el de las salidas dramáticas (como siempre).
No supe si me convencía eso de que no se sentía en posición de buscarme, pensé que habíamos dejado superado ese asunto pero se me olvidaba con mucha facilidad que él era un tipo con novia y muchas admiradoras y que nada de lo que ocurría entre nosotros podía tener una etiqueta de que no incluyera peligro y mentiras, al menos para alguien. Me sentí culpable de inmediato, pero rápido se me pasó cuando lo escuché rematar con esa frase tan suya, me reí con cierto desdén.
-Disculpa la broma de amante necesitado, pensé que después de follar serías menos delicado con esas cosas- Por que tenía bien sabido ya que Kristján nunca se tomaba con tranquilidad un sólo mínimo de intentar controlarlo. Ni siquiera era esa mi intención, pero el humor se me había estropeado un poco. Me levanté del borde de su cama donde me había sentado provisionalmente.
-No te iba a reclamar nada, pero ya que lo sugeriste lo haré: sería bueno escucharte decir algo que no sean frases defensivas cuando te viene uno a ver. Listo, ahí lo tienes, un reclamo. Nos vemos luego, Christian- Me colgué la mochila en el hombro y negué un poco con la cabeza. Ok, mi reacción tampoco era muy paciente, pero me autoengañé pensando que si yo lo había buscado yo también podía ser el de las salidas dramáticas (como siempre).
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Kristján puso mala cara con la respuesta de Kit, ¿cómo había pasado todo de alivio a conato de pelea en un segundo? No iba a contestarle nada pero al ver su actitud de siempre terminó perdiendo la paciencia. Decidió que iba a dejarlo marcharse pero al final la decisión duró nada cuando lo tomó por las mochila y la jaló para hacerlo trastabillar, en el mejor de los casos regresarse.
-¿A dónde coño crees que vas? ¿Por qué siempre crees que se arregla todo largándote? Así no funcionan las cosas.-Le dijo mirándolo todavía con mala cara, gesticulando mucho y hablando ligeramente más alto de lo normal hasta que bajó el tono para que quien pasara por ahí en esos momentos no creyera que estaba a punto de pelear con alguien.
-OK no es mi intención pelear contigo así que tranquilízate. Me alegra que hayas venido a verme, ¿ya? No sabía si buscarte, no sabía si era lo que querías y no quería forzar las cosas, además me surgieron algunos imprevistos.-No le supo mal decirle a su hija “imprevisto” porque en primera ni lo pensó en el peor sentido.
-Además deja de ser un dramático de mierda, por mucho que le vaya bien a tu nuevo corte.-No lo notó hasta que lo vio bien, tampoco era de los que repararan mucho en esas cosas. Lo atrajo hacia él para besarlo, uno rápido pero furioso, para que supiera que quería dejar todo ese mal rollo atrás.
-¿A dónde coño crees que vas? ¿Por qué siempre crees que se arregla todo largándote? Así no funcionan las cosas.-Le dijo mirándolo todavía con mala cara, gesticulando mucho y hablando ligeramente más alto de lo normal hasta que bajó el tono para que quien pasara por ahí en esos momentos no creyera que estaba a punto de pelear con alguien.
-OK no es mi intención pelear contigo así que tranquilízate. Me alegra que hayas venido a verme, ¿ya? No sabía si buscarte, no sabía si era lo que querías y no quería forzar las cosas, además me surgieron algunos imprevistos.-No le supo mal decirle a su hija “imprevisto” porque en primera ni lo pensó en el peor sentido.
-Además deja de ser un dramático de mierda, por mucho que le vaya bien a tu nuevo corte.-No lo notó hasta que lo vio bien, tampoco era de los que repararan mucho en esas cosas. Lo atrajo hacia él para besarlo, uno rápido pero furioso, para que supiera que quería dejar todo ese mal rollo atrás.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Sabía que siempre que tenía intenciones de no hacer drama alejándome de una situación, terminaba por ser mucho más dramático. De todos modos era una práctica común en mi (que desesperaba a muchos, no todos se lo callaban) y seguía pensando que hacía lo correcto siempre que pretendía irme. Regresé torpemente sobre mis pasos pensando por un momento que íbamos a pelear, o sea, a pelear de verdad y no a discutir, pero la idea se me fue pronto. Me guardé las ganas de sonreír estúpidamente cuando decía, fuera por compromiso o no, que le alegraba verme.
-Quiero estar contigo, eso es todo- tal vez había sonado a demasiado, pero me quedaba muy poco por ocultarle de todos modos. Entorné un poco los ojos con lo de los imprevistos pero me reí antes por el cabello. Sin querer había terminado viéndome parecido a Morrissey, lo cuál era mucho mejor que parecerse a Rod Stewart. -El drama ya no se quita, me viene en la sangre-
Volví a dejar la mochila en el piso después del beso intempestivo, conteniendo las ganas de ponerme de criticón con su desastre, levantando con la varita una pieza de ropa interior de una mesa. -¿En serio? ¿En la mesa? ni siquiera es tan difícil ordenar una habitación usando magia…- empecé a decir antes de jalarlo por la presilla de su pantalón y atraerlo a mi. Nunca había sido la persona más expresiva del mundo, pero a puerta cerrada hacía bastantes tonterías cariñosas que, aún, me preocupaba que le parecieran demasiado.
-¿Qué imprevistos? ¿Todo está bien?... aunque no lo creas no sólo deseo tu cuerpo, Islandia. Si necesitas algo o...- sí, eso, teníamos qué pretender que éramos amigos y nos importaba algo más que comernos la boca. Pretender, que quedara claro.
-Quiero estar contigo, eso es todo- tal vez había sonado a demasiado, pero me quedaba muy poco por ocultarle de todos modos. Entorné un poco los ojos con lo de los imprevistos pero me reí antes por el cabello. Sin querer había terminado viéndome parecido a Morrissey, lo cuál era mucho mejor que parecerse a Rod Stewart. -El drama ya no se quita, me viene en la sangre-
Volví a dejar la mochila en el piso después del beso intempestivo, conteniendo las ganas de ponerme de criticón con su desastre, levantando con la varita una pieza de ropa interior de una mesa. -¿En serio? ¿En la mesa? ni siquiera es tan difícil ordenar una habitación usando magia…- empecé a decir antes de jalarlo por la presilla de su pantalón y atraerlo a mi. Nunca había sido la persona más expresiva del mundo, pero a puerta cerrada hacía bastantes tonterías cariñosas que, aún, me preocupaba que le parecieran demasiado.
-¿Qué imprevistos? ¿Todo está bien?... aunque no lo creas no sólo deseo tu cuerpo, Islandia. Si necesitas algo o...- sí, eso, teníamos qué pretender que éramos amigos y nos importaba algo más que comernos la boca. Pretender, que quedara claro.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
No sabía si las cosas que decía Kit lo alegraban o lo perturbaban. No porque tuviera miedo de lo que ahí se gestaba en sentido estrictamente emocional, sino porque sabía que no podía llegar más allá. Ni quería que pasara, iba a ser un desgraciado y admitir que no quería ese tipo de etiquetas en su vida, que no quería escándalos, malentendidos, ni la posibilidad de que la gente lo viera distinto o empezara a hacerse ideas que no quería ponerse a explicar. Quería a Kit, de eso no tenía ninguna duda, pero no quería que todo eso se volviera otra cosa, no era tan valiente y esperaba nunca tener que llegar al momento de decírselo, esperaba que él también quisiera que las cosas se quedaran como estaban, que nada se complicara demasiado.
-No me critiques, por favor. No he tenido tiempo de limpiar este desastre.-Nunca había tenido tiempo de limpiar su desastre, aunque en Hogwarts había sido menos desordenado por respeto a alguno de los compañeros de cuarto que tenía, cuestión de civilidad. Su mamá pondría el grito en el cielo de ver el chiquero en el que vivía, pero no pensaba que tuviera que preocuparse por eso.
-No me sé los hechizos de limpieza. Lo digo en serio.-Pero mientras decía eso se aseguró de quitar de la mesa el resto de la ropa y de recoger algunas cosas del suelo, en su mayoría ropa interior. Por eso no llevaba mucho a Jessy ahí, con su OCD del orden seguramente pondría el grito en el cielo también. Prefería su cuarto de princesa. Echó la bola de ropa en un bote y le hizo un gesto a Kit de triunfo, como si hubiera terminado una gran tarea. ¿Le diría lo de su hija Panda de una vez por todas?
-No intentes fingir que quieres ser mi amigo y todo eso. Yo sé bien qué es lo que quieres.-Lo empujó contra la puerta antes de bajar la mano, abrir sus pantalones y empezar a tocarlo como un demente. ¿Ya era buen momento para decirle que tenía una hija?. Le mordisqueó el labio inferior, pero se separó un poco de él antes de seguir con eso. Que no pensara que solo deseaba su cuerpo. -Espera, tengo algo que decirte pero mejor siéntate.
-No me critiques, por favor. No he tenido tiempo de limpiar este desastre.-Nunca había tenido tiempo de limpiar su desastre, aunque en Hogwarts había sido menos desordenado por respeto a alguno de los compañeros de cuarto que tenía, cuestión de civilidad. Su mamá pondría el grito en el cielo de ver el chiquero en el que vivía, pero no pensaba que tuviera que preocuparse por eso.
-No me sé los hechizos de limpieza. Lo digo en serio.-Pero mientras decía eso se aseguró de quitar de la mesa el resto de la ropa y de recoger algunas cosas del suelo, en su mayoría ropa interior. Por eso no llevaba mucho a Jessy ahí, con su OCD del orden seguramente pondría el grito en el cielo también. Prefería su cuarto de princesa. Echó la bola de ropa en un bote y le hizo un gesto a Kit de triunfo, como si hubiera terminado una gran tarea. ¿Le diría lo de su hija Panda de una vez por todas?
-No intentes fingir que quieres ser mi amigo y todo eso. Yo sé bien qué es lo que quieres.-Lo empujó contra la puerta antes de bajar la mano, abrir sus pantalones y empezar a tocarlo como un demente. ¿Ya era buen momento para decirle que tenía una hija?. Le mordisqueó el labio inferior, pero se separó un poco de él antes de seguir con eso. Que no pensara que solo deseaba su cuerpo. -Espera, tengo algo que decirte pero mejor siéntate.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Tenía muy claro qué pasaba ahí. Tenía algo con un tipo heterosexual con novia formal, eso era lo que pasaba, no esperaba ir con él de la mano después de que terminara con Jess (ni siquiera estaba esperando eso, lo juraría sobre el escudo del Villa) ni mucho menos. De hecho seguía pensando que había mucho de caso especial en Kristján y no homosexualidad reprimida. Podía darme el lujo de pensar que sabía de esas cosas, yo había actuado como un reprimido más de la mitad de mi vida, y tampoco seguía siendo muy abierto al respecto.
No agregué nada a lo del desastre por que igual no era de los que se ponían a limpiar o de otro modo les entraban las ansias. Me vi fácilmente sentándome en la cama y quedándome ahí rodeado de su desastre sin alterarme, qué más daba. Sólo me reí y negué con la cabeza al ver cómo juntaba la ropa, y me tomaba por sorpresa su repentino ataque, pero más me tomaba por sorpresa excitarme tan rápido. Dios, era ridículo el nivel de atracción que tenía por él, y ya sospechaba que era peor por que el tipo de verdad me gustaba. Quizás la situación, con potencial de tragedia, también incrementaba nuestras ansias. Qué básicos éramos los seres humanos.
Lo besé, empujándolo contra mi para sentir si se estaba excitando, tocándolo por encima del pantalón y deseando ponérmela en la boca, pero no me precipité, sobre todo cuando se separaba con cierta seriedad. No quise ponerme TAN solemne y seguí rodeándolo con los brazos, besando su cuello. -¿Qué no sabes que primero va el sexo y luego las confesiones? Estás haciendo todo mal- Le di un último beso antes de volver al borde de la cama donde antes me hubiera sentado, con el humor alterado por pasar de potencial pelea a manoseo, a confesionario. Estábamos frenéticos.
-No me digas que te vas a casar o una cosa así…- le dije sólo por anticiparme a un temor real, aunque realmente desde que eso había empezado ya temía el momento en que terminara, tenía claro que nuestro final siempre estaría cerca, pero igual se sentía fatal pensarlo
.No agregué nada a lo del desastre por que igual no era de los que se ponían a limpiar o de otro modo les entraban las ansias. Me vi fácilmente sentándome en la cama y quedándome ahí rodeado de su desastre sin alterarme, qué más daba. Sólo me reí y negué con la cabeza al ver cómo juntaba la ropa, y me tomaba por sorpresa su repentino ataque, pero más me tomaba por sorpresa excitarme tan rápido. Dios, era ridículo el nivel de atracción que tenía por él, y ya sospechaba que era peor por que el tipo de verdad me gustaba. Quizás la situación, con potencial de tragedia, también incrementaba nuestras ansias. Qué básicos éramos los seres humanos.
Lo besé, empujándolo contra mi para sentir si se estaba excitando, tocándolo por encima del pantalón y deseando ponérmela en la boca, pero no me precipité, sobre todo cuando se separaba con cierta seriedad. No quise ponerme TAN solemne y seguí rodeándolo con los brazos, besando su cuello. -¿Qué no sabes que primero va el sexo y luego las confesiones? Estás haciendo todo mal- Le di un último beso antes de volver al borde de la cama donde antes me hubiera sentado, con el humor alterado por pasar de potencial pelea a manoseo, a confesionario. Estábamos frenéticos.
-No me digas que te vas a casar o una cosa así…- le dije sólo por anticiparme a un temor real, aunque realmente desde que eso había empezado ya temía el momento en que terminara, tenía claro que nuestro final siempre estaría cerca, pero igual se sentía fatal pensarlo
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
¿Estaba haciendo todo mal? Y él que pensaba que era decente primero decirle lo de la niña panda y después ir directo al sexo si todavía tenía ganas. Hablando de eso, tenía ganas de volver a hacerlo, no había terminado por saciar sus ganas aquella tarde en su casa después del partido, lo que significaba que en efecto aquello no era cosa de curiosidad y ya, que se había desatado por algo más que a esas alturas ya no se molestaba en intentar descifrar.
Lo tomó por la barbilla, rodeando su mentón con una sola mano para volverlo a besar en ese estado alterado que lo obligaba a cambiar de mood cada dos segundos. Después de eso lo observó sentarse en el borde de su cama y de nuevo se vio atacado por la ansiedad de dejar de lado lo que tenía que decirle y mejor desnudarlo. Pero se controló lo mejor que pudo.
-No, no me voy a casar, qué te pasa.-¿Con Jessy? Le daba la impresión de que la rubia primero lo aventaba de la torre de astronomía antes de plantearse algo así en serio con él. -Pero cuando eso suceda quiero que seas mi padrino.-Dijo con una especie de humor negro antes de agarrar una bolsa nueva de cheetos que encontró por ahí.
-Ok, hace un tiempo estuve como saliendo con una china. No fuimos novios, no tal cual. Como sea ella se largó a su país y ahí acabó todo, yo estaba con tu mejor amiga Withney la periodista y entré a rehabilitación. Pues ahora volvió. Y con una niña.-Lo miró hasta con timidez, a ver si ya había captado el hilo, pero por si no.-Una niña que es mía.
Lo tomó por la barbilla, rodeando su mentón con una sola mano para volverlo a besar en ese estado alterado que lo obligaba a cambiar de mood cada dos segundos. Después de eso lo observó sentarse en el borde de su cama y de nuevo se vio atacado por la ansiedad de dejar de lado lo que tenía que decirle y mejor desnudarlo. Pero se controló lo mejor que pudo.
-No, no me voy a casar, qué te pasa.-¿Con Jessy? Le daba la impresión de que la rubia primero lo aventaba de la torre de astronomía antes de plantearse algo así en serio con él. -Pero cuando eso suceda quiero que seas mi padrino.-Dijo con una especie de humor negro antes de agarrar una bolsa nueva de cheetos que encontró por ahí.
-Ok, hace un tiempo estuve como saliendo con una china. No fuimos novios, no tal cual. Como sea ella se largó a su país y ahí acabó todo, yo estaba con tu mejor amiga Withney la periodista y entré a rehabilitación. Pues ahora volvió. Y con una niña.-Lo miró hasta con timidez, a ver si ya había captado el hilo, pero por si no.-Una niña que es mía.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Me sonreí pensando que si negaba categóricamente lo de casarse entonces sería algo menos grave, una ausencia, algún problema, yo que sé. Mientras no fuera una enfermedad mortal de transmisión sexual pensé que nada podía ser tan grave, aunque estaba un poco nervioso como cualquiera que se enfrente “a una charla seria”. Remedé una risa de mala gana como si me molestara lo de ser su padrino. No me molestaría si su boda fuera mañana, pero en un par de meses quizás llegaría al Ministerio armado para matar a su prometida. No, no lo haría. Sólo sufriría por dentro y sería su padrino. Después escribiría una novela, con dedicatoria.
Empecé a escucharlo mientras me mordisqueaba la uña, por costumbre. No sabía a dónde iban las cosas hasta que claro, mencionaba que había vuelto con una niña. Efectivamente, ya tenía la conclusión antes de que la dijera. Exhalé pensando que vaya que se las ingeniaba para sorprenderme con cosas graves, más graves de lo que pensaba pero a la vez… no sé, estaba procesándolo.
-¿Y se parece a ti?- qué pregunta estúpida. No estaba implicando nada extraño, no quería realmente preguntar “¿Y de verdad es tuya?” ni nada malicioso; si me lo decía era seguramente por que era un hecho y sería algo que cambiaría su vida al menos en varios sentidos. Me entraron dudas sobre la madre, sobre su vida pasada, sobre si eso significaría que volvería a estar con esa chica o algo raro, pero no me lo pareció. Tampoco sabía si le tocaba gran parte de la responsabilidad o qué estaba negociando. No sabía nada, lo pensaba en término de “heredé una casa” no de “traje un ser humano a este mundo”.
-¿Ese era el imprevisto?… wow, no sé cómo lo haces, alguien debería escribir tu biografía- se lo dije por que, de verdad, le pasaban demasiadas cosas. Me dieron ganas de tomarlo de la mano pero sólo pasé los dedos por el dorso de su mano ¿Como una muestra de apoyo o algo así? ¿Qué se suponía que se hacía en esos casos? No era precisamente una tragedia, pero tampoco una cosa fácil de asimilar. -¿Y qué pasará ahora? Con tu vida, quiero decir, no es una pregunta egocéntrica- tenía qué clarificarlo. No quería preguntarle si eso cambiaba algo entre nosotros ni lo que se relacionaba directamente conmigo. De verdad quería saber cómo se lo estaba tomando.
Empecé a escucharlo mientras me mordisqueaba la uña, por costumbre. No sabía a dónde iban las cosas hasta que claro, mencionaba que había vuelto con una niña. Efectivamente, ya tenía la conclusión antes de que la dijera. Exhalé pensando que vaya que se las ingeniaba para sorprenderme con cosas graves, más graves de lo que pensaba pero a la vez… no sé, estaba procesándolo.
-¿Y se parece a ti?- qué pregunta estúpida. No estaba implicando nada extraño, no quería realmente preguntar “¿Y de verdad es tuya?” ni nada malicioso; si me lo decía era seguramente por que era un hecho y sería algo que cambiaría su vida al menos en varios sentidos. Me entraron dudas sobre la madre, sobre su vida pasada, sobre si eso significaría que volvería a estar con esa chica o algo raro, pero no me lo pareció. Tampoco sabía si le tocaba gran parte de la responsabilidad o qué estaba negociando. No sabía nada, lo pensaba en término de “heredé una casa” no de “traje un ser humano a este mundo”.
-¿Ese era el imprevisto?… wow, no sé cómo lo haces, alguien debería escribir tu biografía- se lo dije por que, de verdad, le pasaban demasiadas cosas. Me dieron ganas de tomarlo de la mano pero sólo pasé los dedos por el dorso de su mano ¿Como una muestra de apoyo o algo así? ¿Qué se suponía que se hacía en esos casos? No era precisamente una tragedia, pero tampoco una cosa fácil de asimilar. -¿Y qué pasará ahora? Con tu vida, quiero decir, no es una pregunta egocéntrica- tenía qué clarificarlo. No quería preguntarle si eso cambiaba algo entre nosotros ni lo que se relacionaba directamente conmigo. De verdad quería saber cómo se lo estaba tomando.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Kristján no pudo evitar hacer un gesto hasta algo tierno cuando Kit le preguntaba si se parecía a él. Lo entendió de inmediato como una pregunta velada que en realidad quería decir si estaba seguro de que la niña era de él. No le hubiera molestado si lo hubiera preguntado de ese modo, como tampoco le molestaría que Kit no llevara esas intenciones en lo absoluto.
-Bastante, diría yo. Se llama JingJing o una cosa así. No sé, su mamá le puso un nombre horrendo, así que es solo una niña panda.-Parecía demasiado despreocupado al momento de hablar de ella pero la verdad era que la cría era un encanto. Bien portada y demasiado bonita para su propio bien.
-Cuando sea famoso, lo harán.-No había pensado en eso jamás, era ridículo, tenía una historia demasiado fea, ni quería imaginar lo que sería verla en papel. La pobreza, el abuso, las drogas, las hijas. Bueno, podría salir algo bueno, como para película, siempre y cuando le pagaran millones. Estaba divagando.
-Nada, Sarah me dijo que sólo nos presentaba porque no quería que la niña creciera con preguntas sin respuesta. Pero yo sí quiero hacer algo, aunque no sé qué, tampoco es que pudiera ser un padre modelo. Pero al menos pasar tiempo con ella, pagarle a escuela, qué se yo.-Se llevó ambas manos a la cara y después volvió a tallarse los ojos. Estaba abrumado y se le notaba a leguas.
-Por lo menos ahora tengo una motivación más para no echar mi carrera por la borda, está muy bien ¿no?-Esa última pregunta parecía más hecha para que Kit lo ayudara a validar ese punto.-¿Te gustaría conocerla? Ahora somos amigos, es tu deber.
-Bastante, diría yo. Se llama JingJing o una cosa así. No sé, su mamá le puso un nombre horrendo, así que es solo una niña panda.-Parecía demasiado despreocupado al momento de hablar de ella pero la verdad era que la cría era un encanto. Bien portada y demasiado bonita para su propio bien.
-Cuando sea famoso, lo harán.-No había pensado en eso jamás, era ridículo, tenía una historia demasiado fea, ni quería imaginar lo que sería verla en papel. La pobreza, el abuso, las drogas, las hijas. Bueno, podría salir algo bueno, como para película, siempre y cuando le pagaran millones. Estaba divagando.
-Nada, Sarah me dijo que sólo nos presentaba porque no quería que la niña creciera con preguntas sin respuesta. Pero yo sí quiero hacer algo, aunque no sé qué, tampoco es que pudiera ser un padre modelo. Pero al menos pasar tiempo con ella, pagarle a escuela, qué se yo.-Se llevó ambas manos a la cara y después volvió a tallarse los ojos. Estaba abrumado y se le notaba a leguas.
-Por lo menos ahora tengo una motivación más para no echar mi carrera por la borda, está muy bien ¿no?-Esa última pregunta parecía más hecha para que Kit lo ayudara a validar ese punto.-¿Te gustaría conocerla? Ahora somos amigos, es tu deber.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
¿De verdad? ¿De verdad me estaba enterneciendo con las reacciones de Kristján respecto a su recién descubierta hija (como si la hubiera encontrado debajo de una piedra)? En vez de plantearme los problemas, complicaciones, dramas y cosas espantosas sólo intentaba imaginar a una niña pequeña versión suya mezclada con una china como había mencionado, con nombre chino y, me imaginaba, apellido islandés con su viejo sistema de vikingos del cuál ni siquiera estaba muy enterado. Estaba pasando por alto lo malo por que, de todos modos, con él no podía pensar a futuro, reclamar derechos, ni nada. Con él sólo tenía cosas pequeñas, esos ratos, estar en su habitación, escucharlo hablar, reírnos. Qué me tocaba hacer sino ver algo bueno en todo.
-¿Y por qué no? Quiero decir… conozco a mucha gente con padres muy jodidos, aunque hayan estado ahí todo el tiempo.- no iba a decir “¿Qué tan difícil puede ser?” por que eso sí que era una estupidez inmadura de mi parte, pero bueno, sería más fácil pensar que la vida era sencilla a decirle algo como “no te imaginas lo complicado que será todo en adelante, estás condenado sin remedio”. -El tiempo, eso es importante. No sé, que cuente contigo o alguna de esas cosas cursis que se dicen pero que son ciertas aunque suenen ridículas-
Claro que estaba abrumado y el mundo se le venía encima, no iba a decirle que se calmara y dejara todo fluir como si fuera tan fácil. Me dio risa que me preguntara si quisiera conocerla, inmediatamente después de pensar en su hija como una razón para esforzarse en el quidditch y todo eso. Era una mejor razón que hacerlo por alguien (o sea, alguien) o por dinero, claro que lo era, al menos su hija sería su hija para siempre. Qué fuerte, pensándolo así. Hice bien en no decirlo y generarle algún impulso suicida.
-Tu carrera y tu vida, supongo. Si te funciona pensarlo así, hazlo. De todos modos te hará bien- saqué un cigarrillo de mi bolsillo y me encendí uno, ofreciéndole con sólo dejarlos sobre la cama mientras me recargaba. Ni siquiera le había preguntado si podía fumar ahí, al deportista -Sólo si me presentas como tu mejor amigo. Y si la llevas a la retrospectiva de música y animación ¿Sabías que Los Aristogatos tienen música de Georges Bizet?… eso o la escondes en tu mochila para ver a The Cramps- Por supuesto que no eran planes concretos y por supuesto que si jamás la conocía directamente no iba a ofenderme. Pero, de nuevo, quería que al menos pensara por un rato que su vida no iba a complicarse aún más. -No me digas que le vas a enseñar a decirte "papá" en tu dialecto, Islandia, no seas ridículo-
-¿Y por qué no? Quiero decir… conozco a mucha gente con padres muy jodidos, aunque hayan estado ahí todo el tiempo.- no iba a decir “¿Qué tan difícil puede ser?” por que eso sí que era una estupidez inmadura de mi parte, pero bueno, sería más fácil pensar que la vida era sencilla a decirle algo como “no te imaginas lo complicado que será todo en adelante, estás condenado sin remedio”. -El tiempo, eso es importante. No sé, que cuente contigo o alguna de esas cosas cursis que se dicen pero que son ciertas aunque suenen ridículas-
Claro que estaba abrumado y el mundo se le venía encima, no iba a decirle que se calmara y dejara todo fluir como si fuera tan fácil. Me dio risa que me preguntara si quisiera conocerla, inmediatamente después de pensar en su hija como una razón para esforzarse en el quidditch y todo eso. Era una mejor razón que hacerlo por alguien (o sea, alguien) o por dinero, claro que lo era, al menos su hija sería su hija para siempre. Qué fuerte, pensándolo así. Hice bien en no decirlo y generarle algún impulso suicida.
-Tu carrera y tu vida, supongo. Si te funciona pensarlo así, hazlo. De todos modos te hará bien- saqué un cigarrillo de mi bolsillo y me encendí uno, ofreciéndole con sólo dejarlos sobre la cama mientras me recargaba. Ni siquiera le había preguntado si podía fumar ahí, al deportista -Sólo si me presentas como tu mejor amigo. Y si la llevas a la retrospectiva de música y animación ¿Sabías que Los Aristogatos tienen música de Georges Bizet?… eso o la escondes en tu mochila para ver a The Cramps- Por supuesto que no eran planes concretos y por supuesto que si jamás la conocía directamente no iba a ofenderme. Pero, de nuevo, quería que al menos pensara por un rato que su vida no iba a complicarse aún más. -No me digas que le vas a enseñar a decirte "papá" en tu dialecto, Islandia, no seas ridículo-
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
En parte se sentía miserable por no ser capaz de ser el padre que hubiera querido ser. Su papá había sido pobre, habían tenido muchas carencias, pero había sido un gran padre, muy bueno. No había continuado su legado con dignidad, no sería nunca ni la mitad de lo que Svein había sido para él durante toda su infancia y parte de su adolescencia. Ni siquiera quería imaginar su reacción cuando supiera que lo había hecho abuelo de forma irresponsable. A lo mejor simplemente no se lo diría, de todos modos no se enteraban casi de nada y era mejor así. Ocultarle a sus padres una nieta sonaba jodidísimo, pero tenía que hacerlo. Además, sus padres no serían los únicos afectados. Tenía una vida en Islandia y una imagen que mantener. A lo mejor no necesitaba ser tan correcto, omitir algo no era como mentir.
-Sí, me aseguraré de que el tiempo lo valga. No sé, ya veré. Aún no he decidido bien cómo voy a manejar esto y no estoy muy seguro de que Sarah quiera honestamente que forme parte de sus vidas, pero yo quiero hacerlo.-Le dijo con bastante honestidad, aunque de verdad no tenía ni idea de las cosas que iba a hacer a partir de ese momento con respecto a su niña.
-Sí, supongo…-Que le haría bien, que era bueno pensarlo así, qué quizás por fin tenía lo que había necesitado. Más que una despampanante novia rubia y gringa, más que rehabilitación.
-Bueno, yo pensaba algo más sencillito como el zoológico, pero lo que tú dices suena bien. No lo de The Cramps. Igual siento que es de ese tipo de niñas que a los 2 años ya sabían tocar perfectamente el violín. Deberías verla, es la más obediente del mundo, la más prudente.¿De dónde diablos sacó eso? Sarah tampoco era así.
No quería empezar a hablar sobre Sarah y la muy fea relación que habían tenido antes, eran malos temas. -Por supuesto que sí. No era mi sueño que alguien me dijera pabbi en un futuro cercano pero…las cosas cambian.
-Sí, me aseguraré de que el tiempo lo valga. No sé, ya veré. Aún no he decidido bien cómo voy a manejar esto y no estoy muy seguro de que Sarah quiera honestamente que forme parte de sus vidas, pero yo quiero hacerlo.-Le dijo con bastante honestidad, aunque de verdad no tenía ni idea de las cosas que iba a hacer a partir de ese momento con respecto a su niña.
-Sí, supongo…-Que le haría bien, que era bueno pensarlo así, qué quizás por fin tenía lo que había necesitado. Más que una despampanante novia rubia y gringa, más que rehabilitación.
-Bueno, yo pensaba algo más sencillito como el zoológico, pero lo que tú dices suena bien. No lo de The Cramps. Igual siento que es de ese tipo de niñas que a los 2 años ya sabían tocar perfectamente el violín. Deberías verla, es la más obediente del mundo, la más prudente.¿De dónde diablos sacó eso? Sarah tampoco era así.
No quería empezar a hablar sobre Sarah y la muy fea relación que habían tenido antes, eran malos temas. -Por supuesto que sí. No era mi sueño que alguien me dijera pabbi en un futuro cercano pero…las cosas cambian.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
-¿Cómo, Pabbi? tu lenguaje inventado por los duendes…- me burlé un poco después de escucharlo, por que lo hacía siempre, aligeraba todo. Había un montón de cosas complicadas tratándose ahí. Ya que lo mencionaba, algo recordaba de una chica medio china en Hogwarts, que me había pasado por la mente sin pena ni gloria. Además, lo del plan era cierto. Iba a ser muy gracioso estar con la hija de Kristján aunque eso no se parecía ni por asomo a encontrarme a Jess y tener que fingir que yo con su novio nada de nada, como el resto del mundo, cuando ocurría que estábamos follando. Ni siquiera así, por que no era que nos viéramos para tener sexo interminable sin más.
Eso sería más sencillo de manejar, de hecho. Ya me imaginaba que el pasado de Kristján con esa chica era bastante turbulento, por las cosas que decía. Seguramente no lo habían pasado bien y ahora intentaban hacer algo por la niña, quién sabe, no estaba muy seguro de quererme saber a detalle esa historia, y él tampoco se veía con muchas ganas de contarlo. Mejor para mi. Me acerqué a él para besarlo de nuevo, ya sentía que había pasado demasiado tiempo desde que lo había hecho, pasando los dedos por su cuello, quizás demasiado fríos como para que fuera una caricia demasiado sugerente.
-Quién sabe, quizás tú eras así de niño y no te acuerdas. Oye ¿Y tus padres? Casi no hablas de eso- era cierto, casi no hablaba de eso. Yo siempre andaba mencionando a mi padre por que era mi modelo a seguir y a Jude por que, bueno, teníamos una relación cercana después de todo. No quería estar tocando temas inadecuados de nuevo, y por un momento pensé que la mención de Islandia era otro de los problemas en que tenía qué pensar. Definitivamente hubiera sido mejor idea que sólo folláramos sin parar, sin mencionar padres, hijos, historias ni nada.
-Ya, es mala idea hablar de familias mientras intento volverte a besar. Cambia el tema, Islandia- le dije medio riéndome por que me excitaba de nuevo apenas tenerlo cerca. Así de mucho lo deseaba todo el tiempo, aunque eso no me incapacitaba para que las preguntas que le hacía de verdad me importaran.
Eso sería más sencillo de manejar, de hecho. Ya me imaginaba que el pasado de Kristján con esa chica era bastante turbulento, por las cosas que decía. Seguramente no lo habían pasado bien y ahora intentaban hacer algo por la niña, quién sabe, no estaba muy seguro de quererme saber a detalle esa historia, y él tampoco se veía con muchas ganas de contarlo. Mejor para mi. Me acerqué a él para besarlo de nuevo, ya sentía que había pasado demasiado tiempo desde que lo había hecho, pasando los dedos por su cuello, quizás demasiado fríos como para que fuera una caricia demasiado sugerente.
-Quién sabe, quizás tú eras así de niño y no te acuerdas. Oye ¿Y tus padres? Casi no hablas de eso- era cierto, casi no hablaba de eso. Yo siempre andaba mencionando a mi padre por que era mi modelo a seguir y a Jude por que, bueno, teníamos una relación cercana después de todo. No quería estar tocando temas inadecuados de nuevo, y por un momento pensé que la mención de Islandia era otro de los problemas en que tenía qué pensar. Definitivamente hubiera sido mejor idea que sólo folláramos sin parar, sin mencionar padres, hijos, historias ni nada.
-Ya, es mala idea hablar de familias mientras intento volverte a besar. Cambia el tema, Islandia- le dije medio riéndome por que me excitaba de nuevo apenas tenerlo cerca. Así de mucho lo deseaba todo el tiempo, aunque eso no me incapacitaba para que las preguntas que le hacía de verdad me importaran.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Se rio mucho más de buenas que antes por las bromas de Kit respecto a la lengua islandesa. A Kristján le encantaba el sonido, la familiaridad, aunque no hablaba mucho en ese idioma más que cuando perdía la cabeza, precisamente como aquella vez que Kit lo había hecho enojar. O cuando alguien le preguntaba directamente.
Ahora quería enseñarle a su hija, una cerebrito trilingüe, ni más ni menos. Tampoco solía decir que él también hablaba cuatro idiomas, aunque del búlgaro y del alemán estaba perdiendo mucha práctica. Durante muchos años, especialmente los últimos, había preferido quedar como un bruto que solo entendía de quidditch por alguna pretensión social idiota y en ese proceso había enterrado cualquier rastro de intelectualidad que le quedara, aunque su entrada al mundo mágico hubiera sido precisamente robando un libro. Había sido ravenclaw, eso lo decía todo.
Dio un respingo por la frialdad de los dedos de Kit. Pero tomó su mano e hizo que la dejara justo ahí mientras correspondía a su beso con suavidad, sin ninguna prisa como había mostrado antes. Ahora que se había quitado ese peso de encima y que todo parecía normal entre ellos (tan normal como podía estarlo considerando el tipo de relación que llevaban), le sabía mucho mejor estar con él. -No, de niño siempre fui un caos.-Mintió, pero se rio para dejar abierta la idea de que tal vez lo había sido.
-No hay mucho que saber. Mi padre es pescador, mi madre pinta vitrales. Tengo millones de hermanos.-Se acercó a besar su cuello sin tener ya muchas ganas de hablar de familias como él bien decía. Kristján nunca se había avergonzado de sus raíces, jamás había pensado que tuviera que sentir pudor por decir que sus padres se dedicaban a actividades tan humildes. De hecho le gustaba hablar de su familia si le preguntaban, pero lo dejaba estar si no. De todos modos en ese momento dejó de pensar en ello mientras recorría la línea de su cuello a besos y su mano volvía a ir dentro de su pantalón para sentirlo.
Ahora quería enseñarle a su hija, una cerebrito trilingüe, ni más ni menos. Tampoco solía decir que él también hablaba cuatro idiomas, aunque del búlgaro y del alemán estaba perdiendo mucha práctica. Durante muchos años, especialmente los últimos, había preferido quedar como un bruto que solo entendía de quidditch por alguna pretensión social idiota y en ese proceso había enterrado cualquier rastro de intelectualidad que le quedara, aunque su entrada al mundo mágico hubiera sido precisamente robando un libro. Había sido ravenclaw, eso lo decía todo.
Dio un respingo por la frialdad de los dedos de Kit. Pero tomó su mano e hizo que la dejara justo ahí mientras correspondía a su beso con suavidad, sin ninguna prisa como había mostrado antes. Ahora que se había quitado ese peso de encima y que todo parecía normal entre ellos (tan normal como podía estarlo considerando el tipo de relación que llevaban), le sabía mucho mejor estar con él. -No, de niño siempre fui un caos.-Mintió, pero se rio para dejar abierta la idea de que tal vez lo había sido.
-No hay mucho que saber. Mi padre es pescador, mi madre pinta vitrales. Tengo millones de hermanos.-Se acercó a besar su cuello sin tener ya muchas ganas de hablar de familias como él bien decía. Kristján nunca se había avergonzado de sus raíces, jamás había pensado que tuviera que sentir pudor por decir que sus padres se dedicaban a actividades tan humildes. De hecho le gustaba hablar de su familia si le preguntaban, pero lo dejaba estar si no. De todos modos en ese momento dejó de pensar en ello mientras recorría la línea de su cuello a besos y su mano volvía a ir dentro de su pantalón para sentirlo.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
A mi también, y sorprendentemente, se me empezaban a olvidar los temas que habíamos hablado o mejor dicho, la gravedad de ellos. De que hubiera llegado hasta ahí sin tener la menor idea sobre una hija, de la cuál él se había enterado hacía menos de una semana. Que seguíamos metidos en eso hasta el cuello, y que parecía que no hacíamos mucho por terminarlo, lo que podría interpretarse como que no hacíamos mucho por remediarlo. Me daba igual.
Yo siempre había pensado, o mejor dicho, desde que lo había empezado a conocer un poco mejor, que Kristján no era ningún estúpido aunque a veces pareciera querer dejarse ver como uno. Además de su talento para el quidditch era analítico y también le gustaba discutir, o sea, discutir en serio y no sólo pelear. Eso me había dejado una buena impresión, de que no, efectivamente no era un tonto. Escuché lo de su familia ya con cierto desinterés, aunque no por que no valorara su conversación. Era fácil distraerse cuando empezaba a besar mi cuello, y casi incómodo estar hablando de esas cosas antes de volverlo a besar.
-No me digas que eres el mayor…- le dije medio riéndome, sólo sospechando que así era y con ganas de dejar el tema para cuando quisiera dejar de besarlo… por un rato. Solté un suspiro placentero cuando volvía a tocarme. La verdad era que me había quedado reflexivo y con pocas ganas de verlo después de que hubiéramos follado, pensando que pasara lo que pasara y tuviera a los tipos que tuviera en el resto de mi historial de vida, jamás se me iba a olvidar qué él había sido el primero. No sabía si me gustaba esa idea, por eso no había tenido la más mínima intención de buscarlo hasta que, con la cabeza un poco más estable, volví a desearlo en muchos sentidos. Tenía ganas de volver a hacerlo sin estar tan nervioso, de ponerle más paciencia, quizás de intentar otras cosas. Definitivamente, las complicaciones que habían supuesto regalarle mi virginidad (como una quinceañera) se habían ido ya al demonio.
-Estaba nervioso, esa vez- tuve la necesidad de aclararle, antes de volver a acariciar su lengua con la mía, sin prisa. Le abrí los pantalones y empecé a tocarlo, no sin antes sacarle la camiseta, por que sobraba decir que me encantaba verlo, sentir la firmeza de sus músculos, su pecho liso. -Pero igual me gustó estar contigo… no hace falta que lo hagamos si a ti no… ¿Ves? me estás haciendo actuar como un estúpido-
Yo siempre había pensado, o mejor dicho, desde que lo había empezado a conocer un poco mejor, que Kristján no era ningún estúpido aunque a veces pareciera querer dejarse ver como uno. Además de su talento para el quidditch era analítico y también le gustaba discutir, o sea, discutir en serio y no sólo pelear. Eso me había dejado una buena impresión, de que no, efectivamente no era un tonto. Escuché lo de su familia ya con cierto desinterés, aunque no por que no valorara su conversación. Era fácil distraerse cuando empezaba a besar mi cuello, y casi incómodo estar hablando de esas cosas antes de volverlo a besar.
-No me digas que eres el mayor…- le dije medio riéndome, sólo sospechando que así era y con ganas de dejar el tema para cuando quisiera dejar de besarlo… por un rato. Solté un suspiro placentero cuando volvía a tocarme. La verdad era que me había quedado reflexivo y con pocas ganas de verlo después de que hubiéramos follado, pensando que pasara lo que pasara y tuviera a los tipos que tuviera en el resto de mi historial de vida, jamás se me iba a olvidar qué él había sido el primero. No sabía si me gustaba esa idea, por eso no había tenido la más mínima intención de buscarlo hasta que, con la cabeza un poco más estable, volví a desearlo en muchos sentidos. Tenía ganas de volver a hacerlo sin estar tan nervioso, de ponerle más paciencia, quizás de intentar otras cosas. Definitivamente, las complicaciones que habían supuesto regalarle mi virginidad (como una quinceañera) se habían ido ya al demonio.
-Estaba nervioso, esa vez- tuve la necesidad de aclararle, antes de volver a acariciar su lengua con la mía, sin prisa. Le abrí los pantalones y empecé a tocarlo, no sin antes sacarle la camiseta, por que sobraba decir que me encantaba verlo, sentir la firmeza de sus músculos, su pecho liso. -Pero igual me gustó estar contigo… no hace falta que lo hagamos si a ti no… ¿Ves? me estás haciendo actuar como un estúpido-
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
No le contestó sobre ser el mayor, pero no lo era, tampoco le dijo que de hecho tenía una melliza que desafortunadamente no había nacido bruja. Quizás de haber pasado más tiempo con ella habría podido mantenerse en la línea, habría sido menos idiota durante su adolescencia y su entrada a una adultez para la que no estaba listo. Había muchas cosas que poca gente sabía de él, que a poca gente le interesaba saber. A veces hasta pensaba que muchos lo veían como un islandés huérfano o algo parecido.
No, no era el mayor pero no se lo dijo, demasiado concentrado en el sabor de su cuello y después en el sabor de sus labios. Cerró los ojos y se dejó llevar por la sensación, esa que sólo podía tener y disfrutar a puerta cerrada. De nuevo volvían a atacarlo los sentimientos de culpa, de ansiedad, pero los dejaba escapar besándolo y tocándolo, para hacerlos egoístamente a un lado.
-¿Y no estás nervioso ahora?-Se burló un poco por sus ansias aclaratorias, pero se le quitó al risa al sentir su mano rodeándolo también. Ahogó un gemido quedo y se tardó en responder al resto de lo que decía, solo concentrado en moverle a Kit la muñeca al ritmo que él quería. -Yo también estaba nervioso, aún lo estoy.-Terminó por admitir sin tener que repetirle que no tenía ni puta idea de lo que estaba haciendo, ni de las razones, lo que lo volvía inseguro respecto a todo, aunque eso no significara que tuviera menos ganas de besarlo, de sacarle la camiseta, de desnudarlo al completo.
Eso fue justo lo que hizo, sin ninguna prisa. Y mientras lo hacía tuvo la desesperante necesidad de decirle que lo quería, pero no se lo permitió, porque era una locura, una idiotez de las grandes. Además él debía saberlo, debía notarlo, entender que no era cualquier cosa, que no era solo que lo deseara por alguna poción de la lujuria que se hubiera tomado el mes pasado. -¿Eso significa que me vas a dejar metértela otra vez?-Porque que el asunto fuera al revés no, ni hablar. Le aterraba sólo pensarlo.
No, no era el mayor pero no se lo dijo, demasiado concentrado en el sabor de su cuello y después en el sabor de sus labios. Cerró los ojos y se dejó llevar por la sensación, esa que sólo podía tener y disfrutar a puerta cerrada. De nuevo volvían a atacarlo los sentimientos de culpa, de ansiedad, pero los dejaba escapar besándolo y tocándolo, para hacerlos egoístamente a un lado.
-¿Y no estás nervioso ahora?-Se burló un poco por sus ansias aclaratorias, pero se le quitó al risa al sentir su mano rodeándolo también. Ahogó un gemido quedo y se tardó en responder al resto de lo que decía, solo concentrado en moverle a Kit la muñeca al ritmo que él quería. -Yo también estaba nervioso, aún lo estoy.-Terminó por admitir sin tener que repetirle que no tenía ni puta idea de lo que estaba haciendo, ni de las razones, lo que lo volvía inseguro respecto a todo, aunque eso no significara que tuviera menos ganas de besarlo, de sacarle la camiseta, de desnudarlo al completo.
Eso fue justo lo que hizo, sin ninguna prisa. Y mientras lo hacía tuvo la desesperante necesidad de decirle que lo quería, pero no se lo permitió, porque era una locura, una idiotez de las grandes. Además él debía saberlo, debía notarlo, entender que no era cualquier cosa, que no era solo que lo deseara por alguna poción de la lujuria que se hubiera tomado el mes pasado. -¿Eso significa que me vas a dejar metértela otra vez?-Porque que el asunto fuera al revés no, ni hablar. Le aterraba sólo pensarlo.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Me encantaba mirarlo cuando lo tocaba, seguramente ya se había dado cuenta. Me reí un poco con lo del nerviosismo, tanto por sus bromitas como al admitir honestamente que él también había estado nervioso, que nada estaba planeado y seguramente sería difícil que alguna vez estar con él fuera completamente común y rutinario. Esa era parte del encanto de todo, y sí, lo pensaba, lo más placentero de escuchar sus gemidos leves y mirar la expresión de su rostro era saber que a él mismo le provocaba conflictos excitarse, estar ahí, querer desnudarme y que lo desnudara. Pero igual lo hacía, y sí, era un poco perverso pensado así, no lo podía evitar.
Lo que tampoco podía evitar era pensar que lo quería, más de lo que jamás iba admitir aunque para mi ya era demasiado buscarlo, decirle que quería estar con él y no pedirle nada, absolutamente nada, ni siquiera hacer bromas de celos respecto a sus ligues por que para ser honesto no sentía que estuvieran en el mismo nivel. No me preguntaba cómo se follaba a su novia, ni lo que le gustaba de eso, ni lo que disfrutaba. Como si fuera otra vida la que viviera cuando estaba conmigo. Lo besé con ansias cuando me lo preguntaba, moviendo la mano un poco más rápido al sentir la fuerza de su erección. Pensaba que tenía ganas de morir de sentir cuánto lo deseaba. Estaba menos nervioso, era un hecho.
-¿Eso quieres? ¿Quieres follarme?- le dije de manera retadora, mordiendo sus labios y acariciándolo todavía, aunque me lo quité de encima bruscamente, sin delicadeza. Fui a mi mochila, por que de novedad y de locura había sido ya suficiente y teníamos que usar protección. Madonna misma me lo había advertido por televisión. Me reí por recordarlo así, antes de botar el preservativo sobre la cama y negar con la cabeza, mirándolo como cuando discutía con él, con esa falsa cara de molestia, aunque después fue imposible no sonreír de nuevo y volver a él, agachándome para besarlo y después inclinándome para chupársela. Moría de ganas de que lo hiciera de nuevo, aunque igual me volvía a atemorizar el recuerdo de lo mucho que había dolido en su primera incursión. Aún así, si no quisiera, no le propondría nada, demasiado simple.
Nunca había sabido si las habitaciones universitarias tenían alguna especie de insonorización. Esa tarde en mi casa de Birmingham no había habido discreción en absoluto y pensé hasta después que si acaso alguien hubiera regresado a casa antes de lo previsto no hubiera habido manera de ocultar lo que pasaba ahí. Quién sabe, dejaría que pensaran que Kristján estaba con una chica de voz grave.
Lo que tampoco podía evitar era pensar que lo quería, más de lo que jamás iba admitir aunque para mi ya era demasiado buscarlo, decirle que quería estar con él y no pedirle nada, absolutamente nada, ni siquiera hacer bromas de celos respecto a sus ligues por que para ser honesto no sentía que estuvieran en el mismo nivel. No me preguntaba cómo se follaba a su novia, ni lo que le gustaba de eso, ni lo que disfrutaba. Como si fuera otra vida la que viviera cuando estaba conmigo. Lo besé con ansias cuando me lo preguntaba, moviendo la mano un poco más rápido al sentir la fuerza de su erección. Pensaba que tenía ganas de morir de sentir cuánto lo deseaba. Estaba menos nervioso, era un hecho.
-¿Eso quieres? ¿Quieres follarme?- le dije de manera retadora, mordiendo sus labios y acariciándolo todavía, aunque me lo quité de encima bruscamente, sin delicadeza. Fui a mi mochila, por que de novedad y de locura había sido ya suficiente y teníamos que usar protección. Madonna misma me lo había advertido por televisión. Me reí por recordarlo así, antes de botar el preservativo sobre la cama y negar con la cabeza, mirándolo como cuando discutía con él, con esa falsa cara de molestia, aunque después fue imposible no sonreír de nuevo y volver a él, agachándome para besarlo y después inclinándome para chupársela. Moría de ganas de que lo hiciera de nuevo, aunque igual me volvía a atemorizar el recuerdo de lo mucho que había dolido en su primera incursión. Aún así, si no quisiera, no le propondría nada, demasiado simple.
Nunca había sabido si las habitaciones universitarias tenían alguna especie de insonorización. Esa tarde en mi casa de Birmingham no había habido discreción en absoluto y pensé hasta después que si acaso alguien hubiera regresado a casa antes de lo previsto no hubiera habido manera de ocultar lo que pasaba ahí. Quién sabe, dejaría que pensaran que Kristján estaba con una chica de voz grave.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Una de las cosas que más le gustaban era la forma en la que Kit parecía transformarse en ciertos momentos. Se volvía osado y retador, no parecía tanto ese tipo de mirada melancólica y corte de cabello como de poeta dramático. Le gustaba saber que podía tener todas esas facetas, un agregado más a esa aventura de estar juntos y a la vez no estarlo. Kristján sabía que jamás podrían tener una relación, él mismo no lo quería así pero eso no quería decir que no sintiera nada. Era muy malo pensarlo así pero no podía ser de otra manera. No había final feliz en eso y lo sabía, por eso más valía sacar provecho de las partes buenas.
A él también le parecía importante que se protegieran, la primera vez todo había sido bastante caótico y descuidado pero no podía darse el lujo de seguir así. Lo tomó de la cara cuando se acercó a besarlo de nuevo, con las mismas ganas de comérselo que tenía siempre. A veces cuando estaba a solas repasaba esa sensación y la cuestionaba intentando ser lo más racional posible pero seguía sin encontrar una explicación lógica a su situación, a lo que le hacía sentir.
Sobre la insonorización, lo tenía cubierto, con los hechizos se podía y Kristján los tenía bien aprendidos pero no quería usarlos en ese momento. Por eso aguantó cualquier gemido que le provocara la boca de Kit, aunque eso hacía que su pecho subiera y bajara de forma más violenta por la fuerza con la que retenía todo eso. Se mordió la boca para contrarrestar la necesidad y llevó una mano al cabello de Kit mientras ponía atención a la manera en que lo chupaba.
-Ven aquí.-Ordenó cuando sintió que todo iba en aumento. Le bajo los pantalones pero luego le hizo un gesto para que se los quitara por completo.-Siéntate sobre mi.-Le dijo mientras se hacía hacia atrás y después tomaba el preservativo para ponérselo él mismo, aunque sus manos tenían incontenibles ganas de hacer otra cosa, como acariciar sus nalgas o seguirlo tocando hasta que se corriera.
A él también le parecía importante que se protegieran, la primera vez todo había sido bastante caótico y descuidado pero no podía darse el lujo de seguir así. Lo tomó de la cara cuando se acercó a besarlo de nuevo, con las mismas ganas de comérselo que tenía siempre. A veces cuando estaba a solas repasaba esa sensación y la cuestionaba intentando ser lo más racional posible pero seguía sin encontrar una explicación lógica a su situación, a lo que le hacía sentir.
Sobre la insonorización, lo tenía cubierto, con los hechizos se podía y Kristján los tenía bien aprendidos pero no quería usarlos en ese momento. Por eso aguantó cualquier gemido que le provocara la boca de Kit, aunque eso hacía que su pecho subiera y bajara de forma más violenta por la fuerza con la que retenía todo eso. Se mordió la boca para contrarrestar la necesidad y llevó una mano al cabello de Kit mientras ponía atención a la manera en que lo chupaba.
-Ven aquí.-Ordenó cuando sintió que todo iba en aumento. Le bajo los pantalones pero luego le hizo un gesto para que se los quitara por completo.-Siéntate sobre mi.-Le dijo mientras se hacía hacia atrás y después tomaba el preservativo para ponérselo él mismo, aunque sus manos tenían incontenibles ganas de hacer otra cosa, como acariciar sus nalgas o seguirlo tocando hasta que se corriera.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Cuando noté que contenía los gemidos supe que así tendríamos que hacerlo, callados, secretamente, para que nadie jamás pudiera imaginarse qué pasaba ahí. Más que una situación humillante me parecía perfecta, incrementaba la excitación y también lo bien que se sentiría regresar caminando a mi habitación aún sintiéndolo en la piel mientras el mundo seguía girando con naturalidad sin tener idea de las cosas que ocurrían entre la gente cuando nadie los miraba. Me encantaba esa idea, era un gran detonante para seguir haciéndolo. Y no hablaba sólo de sexo, realmente saber que Kristján me importaba mucho más de lo que cualquiera pensaría y que quizás el sentimiento fuera mutuo, hacía que la sensación fuera aún más poderosa.
Al quedar completamente desnudo frente a él la excitación que me había dejado chupársela quedó en evidencia; estábamos en una rara semioscuridad que hacía todo un poco irreal. Seguí sus órdenes, besándolo cuando estaba encima, sintiendo su erección y provocándolo aún más con mis movimientos sin dejar aún que entrara. No tuve demasiada prisa, seguí besándolo, con más calma que la que había caracterizado otros encuentros, aunque eso no quería decir que lo deseara menos. -Espera, necesitamos algo…-
Me estiré hacia la mochila que había dejado en el piso. Cuestiones prácticas que quitaban siempre la mística del sexo, pero que también lo ponían en la perspectiva de la realidad. Buscar preservativos, ponérselos, quejarse con un calambre, usar un lubricante. Esas cosas que quedarían excluídas de cualquier pieza de literatura erótica por que en el plano ideal del encuentro de los cuerpos (ja) esas cosas no pasaban, no había accidentes ni necesidades prácticas, sólo conexiones místicas. Bueno, pues no estábamos viviendo ninguna fantasía sexual extra-corpórea. Sonreí mientras lo acariciaba con la mano, como si quisiera decirle “ya sé que esto es un poco ridículo”. Ahogué el gemido inicial de cuando entraba, y aunque volvía a doler, no tenía comparación con la primera vez. Lo besé aunque mi boca se apartó de la suya con un quejido.
-Entiendes que… de verdad te quiero más que por esto ¿Verdad? ¿Lo entiendes?- O sea, más que sólo por el deseo incontenible de follar. Me moví un poco, acostumbrándome a la sensación, ni siquiera planteándome si decir esas cosas iba a arruinarlo todo. Era cierto y ya, qué más podía decir.
Al quedar completamente desnudo frente a él la excitación que me había dejado chupársela quedó en evidencia; estábamos en una rara semioscuridad que hacía todo un poco irreal. Seguí sus órdenes, besándolo cuando estaba encima, sintiendo su erección y provocándolo aún más con mis movimientos sin dejar aún que entrara. No tuve demasiada prisa, seguí besándolo, con más calma que la que había caracterizado otros encuentros, aunque eso no quería decir que lo deseara menos. -Espera, necesitamos algo…-
Me estiré hacia la mochila que había dejado en el piso. Cuestiones prácticas que quitaban siempre la mística del sexo, pero que también lo ponían en la perspectiva de la realidad. Buscar preservativos, ponérselos, quejarse con un calambre, usar un lubricante. Esas cosas que quedarían excluídas de cualquier pieza de literatura erótica por que en el plano ideal del encuentro de los cuerpos (ja) esas cosas no pasaban, no había accidentes ni necesidades prácticas, sólo conexiones místicas. Bueno, pues no estábamos viviendo ninguna fantasía sexual extra-corpórea. Sonreí mientras lo acariciaba con la mano, como si quisiera decirle “ya sé que esto es un poco ridículo”. Ahogué el gemido inicial de cuando entraba, y aunque volvía a doler, no tenía comparación con la primera vez. Lo besé aunque mi boca se apartó de la suya con un quejido.
-Entiendes que… de verdad te quiero más que por esto ¿Verdad? ¿Lo entiendes?- O sea, más que sólo por el deseo incontenible de follar. Me moví un poco, acostumbrándome a la sensación, ni siquiera planteándome si decir esas cosas iba a arruinarlo todo. Era cierto y ya, qué más podía decir.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
A Kristján le parecía que en esa posición todo se daba mucho más lento, aunque no sabía si atribuírselo a que ambos seguían siendo un poco inexpertos en todo eso. No le hubiera importado que Kit hubiera tenido otras cosas con otras personas, que hubiera sido más entendido, pero en algún punto debía admitir que se sentía orgulloso de haber sido el primero, se sentía bien saberlo. No dudaba que Kit no hubiera tenido oportunidades en el anónimo mundo muggle y de todos modos lo había escogido a él. No quería ni ponerse a pensar en todo lo que habían tenido que escribir de historia para llegar a ese momento, en todas las veces que lo molestó en Hogwarts con idioteces.
Al sentir que después de todos los procedimientos anti-literatura erótica por fin estaba dentro, volvió a callarse un largo gemido de satisfacción. Recargó la frente momentáneamente en el pecho de Kit mientras sus manos apretaban cada zona de su piel que tenían al alcance, hundía los dedos con demasiada violencia, sin importarle si le dejaba marcas, porque en un arranque egoísta, otra vez, pensó que era solo suyo, que no lo tenía que compartir con nadie.
-Lo entiendo.-Le dijo separando la frente de su pecho para mirarlo a los ojos, así de cursi como sonaba. La primera vez que lo había besado pensó que solo estaba satisfaciendo su curiosidad, que experimentaba para seguir con esa fachada de tipo al que nada le importa, que nada lo detiene cuando quiere hacer las cosas. Pero todo había llegado ya muy lejos como para fingir. En poco tiempo se lo había ganado de una forma muy real.
-Debes saber que siento lo mismo.-Justo en ese momento presionó para que se moviera más, él también lo hizo, moviendo la cadera hacia delante mientras seguía sosteniéndolo sobre él, sin dejar de mirarlo. Era difícil para él admitirlo pero eso no lo hacía menos sincero. -Bésame-Ordenó tomándolo por la nuca para hacerlo inclinarse hacia él. Lo necesitaba, no quería ni pensar en que eso que le hacía tan bien pudiera llegar a su fin.
Al sentir que después de todos los procedimientos anti-literatura erótica por fin estaba dentro, volvió a callarse un largo gemido de satisfacción. Recargó la frente momentáneamente en el pecho de Kit mientras sus manos apretaban cada zona de su piel que tenían al alcance, hundía los dedos con demasiada violencia, sin importarle si le dejaba marcas, porque en un arranque egoísta, otra vez, pensó que era solo suyo, que no lo tenía que compartir con nadie.
-Lo entiendo.-Le dijo separando la frente de su pecho para mirarlo a los ojos, así de cursi como sonaba. La primera vez que lo había besado pensó que solo estaba satisfaciendo su curiosidad, que experimentaba para seguir con esa fachada de tipo al que nada le importa, que nada lo detiene cuando quiere hacer las cosas. Pero todo había llegado ya muy lejos como para fingir. En poco tiempo se lo había ganado de una forma muy real.
-Debes saber que siento lo mismo.-Justo en ese momento presionó para que se moviera más, él también lo hizo, moviendo la cadera hacia delante mientras seguía sosteniéndolo sobre él, sin dejar de mirarlo. Era difícil para él admitirlo pero eso no lo hacía menos sincero. -Bésame-Ordenó tomándolo por la nuca para hacerlo inclinarse hacia él. Lo necesitaba, no quería ni pensar en que eso que le hacía tan bien pudiera llegar a su fin.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Cada que sentía que sus manos dejarían alguna marca sobre mi piel lo mordía con un poco más de fuerza, también era egoísta hasta cierto punto, pensando en que alguien podría preguntarse de dónde tanta marca. El quidditch, sí, violentísimo, mis compañeros están dementes. Me gustaba imaginarlo diciendo esas cosas para explicarlo aunque era básicamente una fantasía, quizás nunca ocurría. También lo miré a los ojos con una intensidad que fuera de contexto me hubiera parecido ridícula pero que era lo único que tenía por hacer, antes de claro, besarlo de nuevo, por que era necesario e inevitable. Mis gemidos rogaban por incrementar su volumen pero seguía conteniéndome, lo que hacía que estuviera aún más excitado.
Sentí que se movía con más intensidad y tuve que morderme los labios, antes de su orden, que seguí con ansias, como para dejar salir todo lo que estaba sintiendo aunque los besos se veían interrumpidos por ocasionales gemidos y un poco que de risa, que me dio por estar dejando de ser discreto sin darme cuenta. Me movía más acompasado a medida que me acostumbraba a la sensación y empecé a tocarme con una mano, sintiendo que podía terminar bastante pronto, pero quería verlo a él, quería que lo disfrutara, que no fuera vertiginoso y algo confuso como la primera vez.
Se me había olvidado con una facilidad increíble todo lo que habíamos dicho antes. La situación de su vida cambiada completamente por una hija, nuestra pequeña pelea por una estupidez, todas las cosas serias que podíamos decirnos. Nada parecía importar de todos modos, quizás por la noción de “esto puede terminar en cualquier momento” de la situación en la que estábamos. Era un poco autodestructivo, tenía qué admitirlo. Casi como estarse drogando. Entrelacé is dedos con los suyos un momento, cuando aceleraba el ritmo y la intensidad de las cosas y sentía que iba a morir de un placentero dolor; ni siquiera pude seguir mirándolo, sólo abrazarme a él y morder su hombro de la misma manera egoísta en que no pensaba después en cómo explicaría las marcas. Ah, mentira, claro que tenía una coartada.
-Termina fuera, quiero verte- le dije en un arranque de lujuria aún mayor, mientras seguía tocándome, besándolo apenas pues tenía la sensación de que se me iba a terminar el aire.
Sentí que se movía con más intensidad y tuve que morderme los labios, antes de su orden, que seguí con ansias, como para dejar salir todo lo que estaba sintiendo aunque los besos se veían interrumpidos por ocasionales gemidos y un poco que de risa, que me dio por estar dejando de ser discreto sin darme cuenta. Me movía más acompasado a medida que me acostumbraba a la sensación y empecé a tocarme con una mano, sintiendo que podía terminar bastante pronto, pero quería verlo a él, quería que lo disfrutara, que no fuera vertiginoso y algo confuso como la primera vez.
Se me había olvidado con una facilidad increíble todo lo que habíamos dicho antes. La situación de su vida cambiada completamente por una hija, nuestra pequeña pelea por una estupidez, todas las cosas serias que podíamos decirnos. Nada parecía importar de todos modos, quizás por la noción de “esto puede terminar en cualquier momento” de la situación en la que estábamos. Era un poco autodestructivo, tenía qué admitirlo. Casi como estarse drogando. Entrelacé is dedos con los suyos un momento, cuando aceleraba el ritmo y la intensidad de las cosas y sentía que iba a morir de un placentero dolor; ni siquiera pude seguir mirándolo, sólo abrazarme a él y morder su hombro de la misma manera egoísta en que no pensaba después en cómo explicaría las marcas. Ah, mentira, claro que tenía una coartada.
-Termina fuera, quiero verte- le dije en un arranque de lujuria aún mayor, mientras seguía tocándome, besándolo apenas pues tenía la sensación de que se me iba a terminar el aire.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Kristján sabía que nunca podría decirle las cosas que en verdad quería, que nunca podría decirle que lo que sentía era bastante fuerte y que aunque le seguía provocando muchos conflictos, ya no le provocaba dudas. Saber quién era y lo que quería al mismo tiempo, con tanta seguridad, era bastante complicado. Lo correcto era ponerse feliz pero esa felicidad era imposible porque lo que tenían jamás podría salir a la luz. A pesar de lo que sintiera jamás se sentiría tan valiente como para confesarlo fuera de esa intimidad que compartían, aunque eso lo convirtiera en un miserable hijo de puta.
Pero Kristján no tenía pensamientos tan complejos mientras follaba en realidad. Sólo pensaba en lo bien que se sentía tenerla dentro de él y también soltaba algunas risas idiotas que acallaba, mientras ocupaba su mano derecha para taparle la boca a Kit cuando gemía y lo chistaba aunque todo eso fuera parte del juego y al final sirviera para excitarlo más porque le recordaba que lo que hacían estaba bastante jodido. El asunto del secreto podía ser algo bastante complicado, pero en esos momentos sólo servía como una vía más para explotar todo eso.
Estaba siendo mejor que la primera vez, al menos en cuanto a sensaciones se refería, aunque para él seguía siendo igual de extraño y vertiginoso. No le importaban las marcas, para algo era mago, lo que le importaba era la sensación de su lengua contra la piel, de sus dientes enterrándose en su hombro, lo demás quedaba en segundo plano.
-No quiero, quiero terminar dentro.-Se quejó mientras enterraba los dedos en la piel de su culo y lo obligaba a ir más rápido, pero le iba a cumplir lo que pedía así que maniobró, un poco torpemente, para salir de él y terminar afuera como lo pedía. Estaba cerca así que solo se apresuró a quitar el preservativo y terminar el trabajo, tocándose mientras lo miraba y todavía tenía algo de su peso sobre las piernas, sin parar el ritmo y sin quitarle la mirada de encima hasta que sintió que se corría en un espasmo largo y placentero. Lo haría mil veces, en cualquier posición, no podía cansarse de eso jamás, si se lo preguntaban.
Pero Kristján no tenía pensamientos tan complejos mientras follaba en realidad. Sólo pensaba en lo bien que se sentía tenerla dentro de él y también soltaba algunas risas idiotas que acallaba, mientras ocupaba su mano derecha para taparle la boca a Kit cuando gemía y lo chistaba aunque todo eso fuera parte del juego y al final sirviera para excitarlo más porque le recordaba que lo que hacían estaba bastante jodido. El asunto del secreto podía ser algo bastante complicado, pero en esos momentos sólo servía como una vía más para explotar todo eso.
Estaba siendo mejor que la primera vez, al menos en cuanto a sensaciones se refería, aunque para él seguía siendo igual de extraño y vertiginoso. No le importaban las marcas, para algo era mago, lo que le importaba era la sensación de su lengua contra la piel, de sus dientes enterrándose en su hombro, lo demás quedaba en segundo plano.
-No quiero, quiero terminar dentro.-Se quejó mientras enterraba los dedos en la piel de su culo y lo obligaba a ir más rápido, pero le iba a cumplir lo que pedía así que maniobró, un poco torpemente, para salir de él y terminar afuera como lo pedía. Estaba cerca así que solo se apresuró a quitar el preservativo y terminar el trabajo, tocándose mientras lo miraba y todavía tenía algo de su peso sobre las piernas, sin parar el ritmo y sin quitarle la mirada de encima hasta que sintió que se corría en un espasmo largo y placentero. Lo haría mil veces, en cualquier posición, no podía cansarse de eso jamás, si se lo preguntaban.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Ahora somos amigos [Kristján]
Quizás por eso uno tenía sexo, por ese blackout de placer en el que todo lo que estuviera involucrado dejaba de importar. Seguía sorprendiéndome la capacidad que el cuerpo tenía de acercarse a otro para olvidarlo todo. Olvidar que eso que ocurría ahí era más secreto que el paradero de muchos magos oscuros, que nos complicaba, que nos metía en un raro círculo adictivo del cuál, al menos yo, todavía no estaba dispuesto a salir. Fruncí el ceño cuando enterraba los dedos en mi piel y por un momento todo era más doloroso que placentero, aunque se pasaba rápido. Lo vi saliendo de mi y también me toqué, mirándolo igual, terminando pocos segundos después que él.
En ese preciso momento me sentí capaz de decirle que lo amaba pero no iba a hacerlo por que era ridículo y por que a pesar de estar embotado por el placer de correrme y verlo correrse, seguía teniendo bastante reserva sobre expresar lo que sentía. Aunque daba igual, de todos modos lo sentía y no hacía mucha diferencia decirlo o no. Pasé los dedos por mi abdomen humedecido y sonreí apenas, agotado, y me quité de encima para quedar tendido a su lado, aún intentando normalizar mi respiración. Me estiré para besarlo apenas, con la poca energía que quedaba.
-Deberíamos escaparnos a Berlín, y así follaríamos todo el día. Haciendo ruido- a Berlín por que era lo primero que se me había ocurrido, tenía en la mente una película muy deprimente que había visto hacía poco de unos adictos a la heroína a los trece años que pasaban el día buscando dinero para mantener su vicio. Había un remake con David Bowie, pero no tenía el mismo encanto que la versión alemana. A pesar de estar ahí, satisfecho, siempre era de pensar cosas horribles.
Me reí un poco, tampoco es que fuera una propuesta real, mucho menos una exigencia. No poder follar todo el día era parte del encanto de las pocas veces que teníamos para vernos aunque claro, también tendría su encanto el no tener qué esconder nada de nadie, supongo. Igual eso era una fantasía. En Londres, en Berlín o en Auckland, a Sveinsson jamás le gustaría dejarse ver con un tipo. Yo sabía lo que significaba estar con alguien en esos términos y lo aceptaba, pero por primera vez tuve una sensación desagradable al respecto, la de saber que jamás, pasara lo que pasara, le iba a dejar de dar vergüenza estar conmigo.
En ese preciso momento me sentí capaz de decirle que lo amaba pero no iba a hacerlo por que era ridículo y por que a pesar de estar embotado por el placer de correrme y verlo correrse, seguía teniendo bastante reserva sobre expresar lo que sentía. Aunque daba igual, de todos modos lo sentía y no hacía mucha diferencia decirlo o no. Pasé los dedos por mi abdomen humedecido y sonreí apenas, agotado, y me quité de encima para quedar tendido a su lado, aún intentando normalizar mi respiración. Me estiré para besarlo apenas, con la poca energía que quedaba.
-Deberíamos escaparnos a Berlín, y así follaríamos todo el día. Haciendo ruido- a Berlín por que era lo primero que se me había ocurrido, tenía en la mente una película muy deprimente que había visto hacía poco de unos adictos a la heroína a los trece años que pasaban el día buscando dinero para mantener su vicio. Había un remake con David Bowie, pero no tenía el mismo encanto que la versión alemana. A pesar de estar ahí, satisfecho, siempre era de pensar cosas horribles.
Me reí un poco, tampoco es que fuera una propuesta real, mucho menos una exigencia. No poder follar todo el día era parte del encanto de las pocas veces que teníamos para vernos aunque claro, también tendría su encanto el no tener qué esconder nada de nadie, supongo. Igual eso era una fantasía. En Londres, en Berlín o en Auckland, a Sveinsson jamás le gustaría dejarse ver con un tipo. Yo sabía lo que significaba estar con alguien en esos términos y lo aceptaba, pero por primera vez tuve una sensación desagradable al respecto, la de saber que jamás, pasara lo que pasara, le iba a dejar de dar vergüenza estar conmigo.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
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