James....

Si bien la respuesta de James no era lo que Jessy había esperado, tampoco le desagradó aquella carta. Más allá de cierto tono de amargura o rechazo que le trasmitía, le parecía tan sincera y halagadora que inmediato de leerla había decidido que ese chico valía la pena. Aclaremos, no es que valía amorosamente y Jessy ahora se daba cuenta de lo enamorada que siempre había estado de aquel desconocido. No. en absoluto. Pero James demostraba a cada paso que era una gran persona, de esas que Jessy se quejaba, ya no quedaban en el mundo. Como podía entonces sentarse tranquila en el sillón de su cuarto universitario sabiendo que unas paredes más allá estaría él decidido a que mejor cortaran toda relación. no. Como le había dicho Jass que debía hacer, ella lo intentaría. Renovaría su vida, como le habían renovado la costilla una semana atrás.

Se puso un vestido tejido, con sus leggins negros por debajo, se calzó rápidamente unas zapatillas de moda y salió de su habitación trotando los pasos hasta la habitación que sabía era de James. Esas cosas se sabían pues... se sabían (nah, Jessy había investigado específicamente donde dormía él luego de aquella noche loca en el bar donde lo había conocido, dos cuartos a la derecha del de Kris y tres a la izquierda del de Sira). Ahora cuando llegó a la puerta se quedó un minuto estática, casi apoyando la nariz contra la madera, con la mano en alto a puño cerrado como si le hubieran lanzado un petrificus justo antes de tocar.

- diablos! - Se mandijo entre dientes. Que mierda iba a decir? Y si estaba con alguien allí? Y si la echaba insultándola?. No. James no hubiera sido tan bueno en la enfermería y en el modo de responder la carta, si fuer a de aquel tipo de gente que por solo ser interrumpidos avadaran a alguien. Respiró profundo, tocó dos veces con convicción y abrió la puerta metiendose dentro. No lo esperaba afuera porque no quería que le cierre la puerta en la cara con una sonrisa gentil y un "luego luego". Sin siquera buscarlo con la mirada u asegurarse que estaba allí dijo

- Recibí tu carta... y.... - que más? - vamos a tomar una cerveza. - no era una pregunta, tampoco un mandato dicho a los gritos era una... disculpa en persona? Bueno, lo que fuera, ya habíamos dicho que Jessy era muy muy mala en eso de las relaciones interpersonales.

James había pensado que con esa carta el asunto de Jessy debía haber quedado zanjado, no porque ella no le interesara, si no al contrario: le interesaba mucho pero en la enfermería había quedado más que claro que solamente era un tipo al que simplemente no podía tomar enserio, ya fuera por él o porque la misma Jessy no se permitía en creer en las personas. Lo que si había terminado exasperándolo era que Jasmine hubiera intercedido por él de alguna manera. Total que ya nada de eso importaba, había formalizado con Whitney un noviazgo y ella había aceptado, para bien o para mal ya no podía ponerse a pensar en cualquier otra cosa porque no era un canalla que anduviera con una pensando en otra, simplemente él no era así.

Aquel día en efecto había llegado a su habitación después de una práctica de Quidditch, ya casi era tiempo de vacaciones y era como la recta final de todo. Él decía que había exentado muchas de sus materias, pero la verdad habían sido los profesores quienes lo exentaron solamente porque era bueno haciendo lo que hacía y porque, aun que no pareciera, era aplicado en las clases. Su graduación de la carrera de quidditch profesional estaba a la vuelta de la esquina técnicamente.

Su habitación era grande aun que la usaba poco, casi siempre iba y venía por entrenamientos con el equipo alemán o partidos. En esas fechas como ya estaba “de vacaciones” pues si se la pasaba ahí. No tenía compañero de cuarto porque era muy desordenado con sus cosas principalmente.

Como había llegado puerquísimo del entrenamiento lo primero que hizo fue ir a darse una ducha. Tenía una radio mágica que tocaba una canción de un grupo de magos, no los conocía y no conocía la canción pero lo hacía para no estar en silencio, odiaba el silencio. Por eso y la ducha no escuchó cuando Jessy tocó la puerta, tampoco cuando entró. Como era un descuidado él mismo no había puesto seguro a la puerta, sin embargo cuando Jessy dijo la última palabra él iba saliendo de la ducha con una toalla enredada en la cintura y otra sobre el cabello.

…………Jessy? – Su primera reacción fue preguntarse qué diablos hacia la rubia ahí. Él no era una persona pudorosa y no había nada que ella no hubiese visto antes así que simplemente se siguió secando la cabeza con la toalla - ¿Qué haces aquí? ¿Dejé abierto? No me di cuenta…

-Oh... - Fue un instante en el que su boca quedó semi abierta y sus ojos mirando pues... A James que aparecía así desnudo sin más que una toalla, con una ridícula música de fondo. Pero no duró demasiado el gesto de asombro, de inmediato le sonrió con picardía y completó - no pensé que iba a volver a verte así en mi vida. - Y claro, para como habían quedado las cosas quien hubiera imaginado que Jessy tendría otra oportunidad de apreciarlo semidesnudo. De todas formas, ya estaban grandes, Jessy no era ninguna ingenua y no se le perdían los ojos en su torso desnudo ni necesitaba darse la vuelta para esconder el rubor en la mejillas que no había aparecido.

Simplemente metió las manos en los bolsillos de su vestido al cuerpo y lo miró a la cara como correspondía, a dos adultos que ya sabían no iba a ir esa relación por el lado del coqueteo... Eso ya había sucedido y pasado de moda entre ellos... supuestamente. Eso decía James en su carta y Jessy también debía hacerse cargo de algo de tooodo lo que estaba pasando con Kris... estaba ahí para ser su amiga, punto. - Sorry... no pensé que tenías baño propio... - O sea, y los vestuarios? Ella no tenía baño en su dormitorio de la universidad. Compartía el aseo con 5 dormitorios más - Ahora pediré un baño privado yo también... hay que presentar una carta al decano o que?...

No iba a irse porque sentía que si salía del cuarto se arrepentiría de todo aquello, mandaría los consejos de Jass a la misma mierda y volvería a su rutina de no arreglar las cosas con quien no se entendían desde un principio.  No. se quedaría y iría al grano - Tu carta decía de mantenernos alejados... pero no estoy de acuerdo. Dame la oportunidad de ... no sé. Invitarte una cerveza y ser "amigos" normales... sin dramas...  y sin...- y volvió a sonreirle de lado dejando claro en el silencio que mejor se vistiese de una vez.

Él tampoco era un niño para ruborizarse o cualquier cosa pro que Jessy se le quedara mirando o le tirara esos comentarios a la cara. De hecho solamente sonrió tranquilamente y se puso la toalla de la cabeza sobre los hombros escuchándola. Era verdad, él sentía que lo mejor era que se separaran y no verla en un rato, es decir, no era como que se hubiera enamorado perdidamente de ella ni nada, pero le gustaba y si se conocía tan bien como lo hacía si la seguía frecuentando iba a seguir gustándole más, así era él, le gustaba lo difícil y lo que no podía tener fácilmente. En otra situación no le habría molestado pero estaba Whitney de por medio.

-Pues simplemente vas a la oficina de rectoría y pagas por los cambios que desees y esas cosas. No sé, yo no lo pedí, me lo dieron cuando me inscribí - Y así había sido. Tampoco es que hubiera tenido que llenar cosas especiales (que él supiera), su representante se había encargado de todo como casi siempre hacia. Nunca se enteró si se lo habían dado así por ser jugador de quidditch profesional o por que él había pagado los recargos.

Mientras tanto fue hacia un guardarropa que tenía en la pared y tomó algo de ropa para cambiarse, no lo iba a hacer ahí, solamente escuchaba lo que Jessy estaba diciéndole, se giró hacia ella para responderle simplemente- ¿Sin qué? ¿Sin besarte o tener sexo los fines de semana saliendo de un bar? – Respondió con algo de sarcasmo en su voz, no quería ser cruel con ella, es solamente que no la entendía muy bien – Mira Jessy, lo mejor es que no nos sigamos viendo para nada. Creí que te lo había dicho en la carta. No quiero ser tu amigo porque me interesas, pero sé que tú no estás buscando nada de eso así que, mi respuesta sigue siendo la misma. Si otros pueden besarte o acostarse contigo sin remordimiento alguno, yo no soy esa clase de persona. - Eso se lo dijo de manera amable, conciliador. James no era un patán y nunca lo seria. Fue nuevamente al baño para cambiarse cerrando la puerta tras él.

Alzó una ceja mientras lo escuchaba y recorría con la vista el cuarto del muchacho, no husmeando como bruja de barrio sino por no estar acosándolo con la mirada, así tan fácil era conseguir un baño? solo pedirlo? Brigantia no daba nada gratis y ella lo sabía muy bien. Mejor dicho, sus padres lo sabían muy bien, pues a diferencia de James, Jessy era rica por mantenida total.

- si, sin eso - acotó con el tono más normal que pudo, inmiscuyéndose en su discurso. O sea, el sexo siempre complicaba las cosas, o al menos a ella le había complicado un par de relaciones sin sacar nada bueno a cambio, por eso prefería acostarse con desconocidos, por eso le había preguntado si era sly o mil cosas más cuando se dio cuenta de que seguiría viendo a James en la universidad y en la vida. Justo estaba mirándolo a la cara cuando le lanzaba todo eso de lo que a ella le interesaba en cambio de lo que a él le interesaba y los otros y las clases de personas. Entrecerró los ojos porque no entendía e incluso amagó a impedirle el paso para que no se fuera de su vista, pero no. Se quedó en el sitio, cerró la boca y esperó a que él estuviese del otro lado de la puerta cerrada para moverse, para ordenar sus palabras dentro de su mente antes de dejarlas escapar por los labios.

Apoyada contra la madera, su mejilla y las palmas de la mano, como si le hablase al interior de la puerta más que al cuarto contiguo de baño, respiró y acotó - tu carta decía que ya no te interesaba de ese modo... - negó para sí, jamás le había pasado eso, jamás de los jamases, siquiera se lo creía que James gustase aunque fuera un poquito de ella. O sea Jessy era un desastre por donde la mirasen y James había visto demasiado. -... por eso pensé que podíamos ser amigos y ya... no se James... me da pena quedar en malos modos contigo. - no sabía que decir, ahora sí estaba desconcertada... Además James no salía con alguien más?... Que era toda esa historia de la ex de Kris y James paseando por las grutas? AY dios que cotilla se había vuelto, de buenas a primeras sabía cada detalle de la vida de las gentes.

Se despegó de la puerta y se dejó caer en la cama del muchacho. Así sentada frente al baño como si siguiera hablándole al trozo de madera, llevaba los hombros deprimidos y se mordía el labio inferior hasta que decidió lanzar la acusación. - Y... no se de que te la das!, tu tienes hasta novia seguro!... No me hagas suplicarte por una cerveza, yo debía estar ofendida de que no te volverás a acostar conmigo! - Y ella tampoco se iba a acostar con él porque kris y blabla... pero... la discusión era otra...

Esperó a que James saliera del baño y dijo seriamente. Realmente seriamente, quería entender de una vez así ya no metía más la pata y dejaba de molestarlo. -A ver si entiendo... tu dices que o tenemos algo fisico, romatico, whaterver ... o nada? No hay grises? Cero chance?- Se jactaban de ser sinceros y directos? pues a hacerse cargo.

Si ya no le interesaba de ese modo era precisamente por que tenia novia y la quería, aun que el haberse precipitado a pedírselo también había sido culpa de lo frustrado que se sentía con Jessy. Durante muchos años sentía que no avanzaba con las mujeres, había tenido una ex novia tras otra como si la vida se esforzara en quitarle todo lo que le importaba, ya fuera por una razón u otra. Con Jessy había pasado más o menos lo mismo, parecía incapaz de pensar que alguien pudiera interesarse en ella de la forma en la que él lo hacía y eso lo frustraba, con Whitney era diferente, lo había acepado sin más y se habían dado una oportunidad, así como eran las cosas normales en una relación.

Esperó a que ella terminara de hablar aun que ya se había cambiado, se había puesto un pantalón deportivo y una camisa igual, solo quería estar cómodo. Salió del baño y cerró la puerta tras él cruzándose de brazos. ¿En verdad no lo entendía?

-Jessy… te lo voy a explicar más tranquilamente. Para que comprendas por qué no podemos ser amigos – Se fue acercando hasta quedar frente a ella, luego se inclinó un poco tomándola de los hombros y levantando su rostro para que lo viera a los ojos y quedaran frente a frente - Te estoy diciendo que no puedo ser tu amigo porque cada vez que te veo tengo estas malditas ganas de besarte y follarte contra la pared. No puedo hacerlo porque efectivamente tengo novia y soy un hombre que respeta, así que hazme un favor y no me lo pongas tan difícil, ¿de acuerdo?

Y vaya que lo estaba haciendo difícil, así de cerca podía sentir su aliento sobre él, sin querer su mirada se dirigió hasta sus labios y luego bajó por su cuello hasta llegar a su cuerpo. Tuvo que contenerse y separarse de ella. Tenía que recordarse que simplemente no podía dejarse llevar como cualquier cosa. Ya no.

Iba a ofenderse porque James tuviera que explicarle como a una niña de kinder algo que para él supuestamente estaba clarísimo. Iba a ofenderse de verdad, mandar todo al diablo, levantarse de la cama e insultarlo, pero James llegó primero, y la atrapó con palabras que nadie antes le había dedicado. No era la gran declaración romántica, pero por triste que sonara ninguno antes había sido tan explícito en reclamarla, con tanto deseo en los ojos. Y si, tenía su encanto todo aquello, tenía Todo el encanto del mundo.

Hacía muchos años que no se le desprendía el alma del cuerpo como en ese momento que James le alzó el rostro, respiraba de su aliento y decía lo que decía. Pero como siempre, la mala suerte acompañaba a Luttrell y ahí podría haberse puesto a llorar directo sino fuera porque la tensión sexual que ella supuso podía obviarse se había materializado en el mínimo espacio que separaba sus labios.

James parecía haberlo sabido desde siempre, ella recién ahora caía en la cuenta. No importaba quien estaba de novio, esas cosas a Jessy siempre le dieron igual, y por tal podría haberse cagado en sus palabras, agarrádolo de las ropas y besarlo hasta que la rechazara. Pero no. siempre no. Era ella, la que estaba en otro sitio. sufriendo por dentro, su nudo en el estómago, cayendo en la cuenta de que hubiera dado la vida por haber vivido eso con Kris. Por escucharlo decir algo así. No las palabras, sino la intensión.

James se hizo a un lado y Jessy bajó el rostro acariciándose la cien con una mano. - de acuerdo. - Se levantó dándole la espalda, se alisó el vestido y caminó hacia la puerta - ojalá nos hubiéramos conocido en otro momento... uno más... conveniente... - Dijo sin voltear abriendo la puerta, con la calma de una adicta en abstinencia. Otro momento, en otro vida, donde ella no hubiera sido una loca, que solo se había fijado en James para pasar la noche y donde no fuera una estúpida enamorada de alguien que no la amaría jamás.