Equipo 2

La gente sabía perfectamente la clase de persona que Ellie era, muy dedicada a lo que hacía bien, una matada para el estudio que aun no terminaba por comprender por qué el sombrero seleccionador la había mandado a Slytherin y no a Ravenclaw. Había pasado los días consecuentes al interrogatorio en Wizengamot en la universidad, continuando con sus rutinas sin ningún cambio aparente, esto porque le ayudaba a mantenerse tranquila por la desesperación de no poder ver a su hijo o a Abner, estaba justamente terminando una fórmula para una complicadísima poción experimental cuando la clase terminó y todos salieron del aula con cara de muertos en vida.

La verdad ella había pensado adelantar un poco más con la poción antes de la siguiente clase, sin embargo su ropa estaba llena de materias viscosas que había utilizado así que lo más lógico que se le ocurrió fue utilizar ese tiempo para ir a su habitación a cambiarse. Si habitación siempre había sido compartida por otra estudiante de ingeniería que así como ella, solamente llegaban a dormir y la convivencia era básicamente inexistente. Nunca tuvo algún privilegio en la escuela porque a pesar de que su familia era de buena posición jamás le gusto ese derroche de dinero y ahora con las cuotas excesivas, mucho menos.

Estaba entrando en la sala común cuando vio al singular trio de mujeres ahí plantadas viendo los horarios como si estuvieran buscando algo. Ella solamente suspiró y se acerco a ellas.

¿Hay un movimiento para la protección de los sentimientos estudiantiles? ¿No deberían estar haciendo otra cosa? – Les dijo con un tono cansado. Sabía perfectamente a lo que iban en ese lugar, después de la fiesta no eran las primeras personas que se acercaban a que les contara qué diablos había sucedido con Barunka, por supuesto que la respuesta siempre era exactamente la misma.

Tengo 10 minutos antes de ir a mi siguiente clase, si van a decir algo díganlo mientras voy a cambiarme – Paso entre ellas, no estaba a la defensiva, más bien estaba cansada de la rutina. Le dio una mirada severa a Frances y Zelda como diciéndoles “¿Ustedes también? “ y luego siguió adelante hasta su habitación.

En realidad Ellie podía ser una persona muy paciente, solamente había una persona en todo el mundo con el suficiente carácter como para hacerla explotar y afortunadamente no se encontraba en ese lugar, aun que Frances sí y era básicamente lo mismo, los Burroughs tenían esa habilidad especial, aun que con Frances siempre fue menos personal.  Por eso llamando a su paciencia siguió caminando como usualmente hubiese hecho hacia su habitación, se detuvo unos momentos solo para ver como la rubia, que había visto solo un par de veces pero ni si quiera recordaba su nombre se ponía delante de ella.

¿Era un mal chiste? ¿Un movimiento para la protección de los sentimientos estudiantiles? Pensaba que era una broma de Frances, aun que la rubia si se veía lo suficientemente despistada como para creer algo así. Ellie solamente la miró alzando una ceja y luego volteó a ver nuevamente a Zelda y a Frances.

Siempre que no sean preguntas personales… - Dijo a regañadientes. Lo decía específicamente por los rumores que decían que ella y Barunka habían estado en una situación comprometedora.  Odiaba los rumores.  Ellie bajó los brazos cansada, como si se estuviera rindiendo y no tuviese más opción que darles lo que querían, siempre actuaba de esa manera cuando veía que no había salida, ella se conocía perfectamente así que tanto Zelda como Frances que la conocían igual, pensarían que estaba cediendo, aun que todo fuera solamente una mentira.  

Si, estaba con Barunka – Suspiró y luego se acomodó los lentes, levantó una mano para ir enumerando las cosas que ya le había dicho a todo el mundo, puntualizo cada una con uno de los dedos de su mano, como si las estuviera contando.

Estaba con Barunka.  Fui con Barunka a su habitación por qué un idiota le metió pintura en las bragas. Intentó besarme en su habitación y me negué. Tomó su varita enojada y desapareció, no es una persona que sepa manejar bien el rechazo al parecer. – Ellie no lo sabía por supuesto, pero justamente Aislynn había pasado por lo mismo con Barunka la ocasión después del Batcave, sus palabras eran más porque llevaba tiempo observando las actitudes de la rubia y aquello solamente una mentira afortunada.

¿Algo más? ¿Quieren que les diga la ultima vez que vi a Kristján también? Váyanse al demonio por favor - Esto lo dijo molesta pero sin exaltarse, con una sonrisa cínica.   Tal vez si se hubiese abierto un poco más con Zelda o Frances, pero que una mujer que no conocía llegara a tratar de hablar de su vida? Cualquiera se habría molestado en su lugar.