a las 7 la cena.

por **Alexander Smith** Mar Mar 03, 2015 11:27 pm

A las 7 la cena. Un poco retrasado Alex para buscar sitio e igual lo encontró sin problemas. Al parecer era cierto cuanto le habían dicho por los pasillos: que los alumnos no solían comer y que en vez de eso preferían estarse de fiesta en la cafetería o en el bar. Él, no iba a desaprovechar las comidas que estuvieran cubiertas con el pago de la matricula, por eso ahí estaba, sentado atiborrándose el plato de patatas, cerdo agridulce y alguna hoja verde que no pudo identificar con seguridad.

- esto está exquisito! - Dijo a quien estaba unos asientos más allá, levantando la costilla de cerdo con una mano y sonriendo con la boca llena para completar el gesto amigable de iniciación a una conversación casual. Pero quien fuera a quien le hablaba no parecía con ánimos de hacer sociales y con cara de desagrado le esquivó la mirada para levantarse segundos después y buscar otro espacio donde ubicar su amargada presencia. Alex se alzó de hombros, se terminó su costilla agachando la cabeza y desistió de tales estúpidos intentos.

Tendría que haber ido a la cafetería, gastarme unas monedas demás pero allí seguro alguien hablaría con este desconocido. Pensó Alex mientras sacaba un libro del bolsillo expansible de sus baqueros y lo ponía junto a su plato, de modo tal de leer mientras se llevaba las patatas en bastón a la boca. También logrando engrasarse los lentes cada vez que entre bocado y bocado, los empujaba por el puente porque resbalaban de su nariz.

por **Aislynn Breen** Miér Mar 04, 2015 3:42 am

Recién había terminado las clases y como su metabolismo parecía ir a la velocidad de la luz, ya estaba muriéndose de hambre. Hablaba con una compañera de carrera, pasándole unos pergaminos donde tenía anotada la última clase y otro donde estaba apuntada la tarea, Aislynn no era de ir repartiendo sus apuntes pero la chica había tenido que acudir de urgencia al medimago y en esos casos, hacía una excepción. Despidió a la muchacha a unos pasos del gran comedor con una mano y agarrando la carpeta con todos los apuntes, entró en el lugar dispuesta a mantenerse gracias a la comida gratuita que añadían en su matrícula.

A eso iba, directa a la zona del buffet para llenarse un par de platos que hicieran sus funciones durante la noche para no morir de desnutrición cuando por el rabillo del ojo, vislumbró una figura demasiado conocida para ella. ¡Y tanto! Habían convivido desde bebés y era su mejor amigo, sin ir más lejos. Giró la cabeza en dirección a Alexander, entrecerró los ojos para evaluar si era él o alguien gastándole una broma con una multijugos pero sonrío al ver el gesto tierno de subirse las gafas con los dedos llenos de grasa. Era inconfundible. ¿Pero qué diablos hacía allí? Olvidó por completo la comida y avanzó hacia una de las mesas redondas para soltar la carpeta justo al otro lado de la mesa. Con todo el peso de los apuntes (que no eran pocos) hizo un sonido fuerte al caer y tras llamar su atención, cruzó los brazos bajo su pecho e inspeccionó su rostro de bebé (porque no entendía como podía parecer un niño de Hogwarts a su edad) antes de abrir la boca.

- Eres el peor amigo del mundo, Alexander Smith – uh, el nombre completo. Podía parecer que estaba enfadada con él pero la verdad era muy distinta, solo estaba actuando para contener la inmensa felicidad que sentía en ese momento – ¿Por qué me ocultaste que estabas en Brigantia? ¿Ya no me quieres o qué? –pero abandonó su expresión hosca para dibujar la mejor sonrisa de todo su repertorio en sus labios, agacharse y fundirse en un largo abrazo de estos sentidos, mientras rodeaba su cuello con los brazos – ¡Por fin! ¡Juntos!– porque sí, él había ido a Hogwarts, ella a Beauxbattons. Luego él se había ido al mundo muggle y ella había continuado sus estudios. Por fin, tras veinte años, iban a compartir universidad. Se separó para darle un beso en la mejilla de estos sonoros y fue a sentarse a su sitio sin desdibujar la sonrisa - ¡Con razón no te llegó la última lechuza! Yo te la enviaba al mundo muggle y tu aquí. ¿Qué estudias? ¿Qué haces? Anda dame eso y ponme al día, ya. – alargó la mano para quitarle las gafas y las limpió con una servilleta limpia mientras esperaba sus respuestas.

por **Alexander Smith** Miér Mar 04, 2015 11:08 pm

Culpa del sobresalto y la miopía al levantar la cabeza para ver que pasaba frente a él, le costó sus buenos segundos hacer foco con sus ojos y esbozar una sonrisa grandiosa al ver a la rubia frente a él. Estaba amagando levantarse y darle un abrazo cuando se quedó seco al escuchar sus primeras palabras. Y luego una carcajada. Lo de Alex podía entenderse como puros intentos, primero ver ver, luego de disculparse, luego de saludar, finalmente reír. Eso si lo logró y luego la abrazó con ganas. - Eso mismo: ya no te quiero. De hecho nunca te quise. - Le dijo mientras la apretujaba de regreso sin ninguna gana de soltarla.

Le entreg{o los anteojos y a ciegas literal comensó a explicarse. - Todo fue muy rápido. Te adelanté que quería empezar la universidad de nuevo. Pero no dije detalles porque aun estaba pendiente que me aceptasen la matrícula y esas cuestiones.... No quería falsas ilusiones otra vez. - Alguna vez, hacía ya varios años, algo habían hablado del tema de estudiar algo en Brigantia, pero finalmente Alex había desistido, preferido con todas las letras y sin vergüenzas ni arrepentimiento terminar su carrera muggle y no meterse en más embrollos.

-Dame eso que aun ni pude verte. Seguro eres tu? - Le bromeó reclamando sus lentes. Estaba acostumbrado a andar a ciegas, pero en aquel momento sentía la necesidad de asegurarse estarle mirando a los ojos. - Llegué hace unos días, pero no pude encontrarte. Fui hasta tu aula incluso por darte sorpresa y una chica me dijo que estabas en Francia? trabajando? Ahí me asusté un poco... Pero otra muchacha me habló de una despedida de soltera y ahí me asusté peor. Te casas y no me dijiste nada???- se rió con confianza porque eso no era posible. O si? No había nadie en la universidad, tampoco tu... Alguien me comentó de una super fiesta no sé en qué lugar del mundo... estoy completamente perdido.

Es que Alex había hecho su parte de querer encontrar a la rubia y a otros conocidos que suponía debían ser estudiantes de la universidad, peor cada vez que preguntaba a algún alumno del paradero de cualquiera salían razones y explicaciones que más que eso parecían escusas. No es que en la universidad no mágica no hubiera más que estudiar, pero allí parecía el colmo de la barbarie.

Bueno nena, explícate! soy todo oídos y ojos... - dijo poniéndose los lentes nuevamente, haciendo el libro a un lado y con un tono recriminatorio. Ahora sería Lynn la que tendría que dar sus escusas para no haber estado al alcance de su persona antes. Pero como era bueno también le sirvió un vaso de jugo de calabaza. - Ya me había olvidado a que sabía esto. No está tan mal... tantos recuerdos... Soy un sentimental.

por **Aislynn Breen** Lun Mar 09, 2015 6:27 am

Para Aislynn, Alex era más que un simple amigo, prácticamente familia y es que no recordaba ni un solo momento importante de su vida donde él no hubiera estado a su lado, acompañándola. Por eso cuando el muchacho reclamó sus gafas no quedó de otra a Lynn que devolverle sus ojos de mentira mientras rodaba los ojos y reía, era como un maldito topo ciego sin ellas, siempre había sido igual – Creo que soy yo pero nunca podrás estar seguro, igual soy una fan histérica que ha cogido un pelo de tu mejor amiga para echarla a un multijugos – movió las cejas como tentándola posibilidad y terminó riendo a carcajada limpia, feliz con la presencia del joven – Deberíamos tener una pregunta clave como los espías dado ese caso. Piénsalo – se mordió el labio en el tic nervioso que tenía y echó su cuerpo hacia delante mientras jugueteaba con las esquinas de su carpeta, moviendo los pergaminos con las yemas de los dedos mientras lo miraba a los ojos en lo que él lanzaba sus explicaciones sobre su llegada a la universidad.

Oh, claro, no contó con la vida ajetreada que había tenido últimamente. Sonrío a modo de disculpa porque el pobre de Alex había hecho su esfuerzo por encontrarse y darle una sorpresa pero su apretada agenda había impedido que se diera tal caso. ¿Qué había pasado con ella? Antes no era así. Su vida social se reducía a dos libros y a su habitación pero desde que había puesto un pie en Brigantia su vida había dado un giro radical. Desvió los ojos hacia una de las ventanas del comedor y contestó a sus preguntas con meros movimientos de cabeza. Un sí a Francia, un no a casarse y otro si por la fiesta en el otro continente, debería referirse a la de cumpleaños del presidente del consejo. La frase recriminatoria de Alex provocó que Aislynn regresara los ojos a su amigo pero ya no tan jovial como antes, más retraída y no por él más bien porque había hecho cuentas mentales en lo que él hablaba, explicando su mala suerte.

- Ah... eh... verás... -peinó un mechón de su trenza baja que escapaba hacia su frente, tras la oreja derecha y cogió el zumo de calabaza para acercárselo tras apartar la carpeta de su camino – Sí, trabajo en Francia. Nada importante, conseguí gracias a mi padre un lugar como becada en una revista francesa y hago unas horas a la semana, viernes y sábado cuando no tengo más trabajo en la universidad – dio unas vueltas al vaso de zumo y ladeó la cabeza antes de alzar de nuevo sus ojos azules para enfocar a Smith así con la cabeza ladeada – Y no… no me caso. Se casa una amiga de aquí, Amy Jackson. Ya te la presentaré, seguro que congeniáis. Igual la conoces, iba a Hogwarts aunque creo que es más pequeña que tú… – pero su voz fue apagándose cuando cayeron los papeles del escuchón y empezó a leer tras cazar uno. Fue una lectura rápida y en verdad no hubiera hecho más caso del necesario a aquel panfleto si no hubiera leído su nombre casi a lo último. Necesitó volver hacia atrás para darse cuenta que el rumor era de James y apretando los labios, dejó de leer el párrafo hacia la mitad para guardarlo dentro de la carpeta más pálida de lo usual. No tenía ganas de hacer frente a aquello en aquel instante.

Miró de nuevo a Alex y bebió zumo de calabaza para deshacer el nudo de su garganta antes de hablar, forzando una sonrisa – La fiesta fue en Estados Unidos. Era el cumpleaños del presidente del consejo. Por eso no había nadie en la facultad – hizo una pausa dejando el vaso y alargó la mano para tocar con dos de sus dedos, el reverso de la mano de Alex que estaba sobre la mesa. Un par de toques suaves para sentir que no era de broma y que por fin, tendría a alguien que consideraba de la familia en aquel lugar y ya no se sentiría tan fuera de lugar como se había sentido desde la primera vez que puso los pies en la universidad – De hecho, están preparándole una fiesta a uno de los estudiantes de Quidditch profesional por su cumpleaños. Me han invitado a ir, ¿quieres venir conmigo? Así te presento a algunas personas y no te sientes tanto el pato mareado de la fiesta. ¿Qué me dices?[/color]

por **Alexander Smith** Mar Mar 10, 2015 3:32 pm

Una fan histérica? se echó a reír con ganas. El día que alguien lo considerara algo menos que un bicho raro podía darse por bien servido. Eso de llegar a tener fan ya era locura... A menos claro, que hubiese por ahí chicas deseosas de hacer crucigramas y escuchar los mil datos anecdóticos que sabía sobre superman. Ahora lo de la clave le encantó muchísimo, de hecho en la universidad muggle con un grupo de amigos freaks como él habían inventado todo un idioma con el que habían llegado a comunicarse de corrido y sin pausas, logrando al mismo tiempo tiempo espantar a toda sociedad de su alrededor.

- ya lo tengo...- si! lo había pensado en serio, sin reparar que pudiera haber sido un completo chiste de la rubia - si yo digo "elefante?", tu debes responder: "no. radio" - Era un diálogo completamente sin sentido, basado en un chiste muggle muy publicitado en su tiempo, y por tal se le hacía genial para la ocasión de espías encubiertos.

Alex no leía bien a la gente, y por tal no prejuzgó que la rubia siempre hubiera sido una niña de libros y ahora estuviera de fiesta en fiesta. Ni pensó en eso, ni con buenas ni con malas intenciones. Lo que si tenía ganas era que quería saber de su vida, ver si eso de tener una amistad de verdad en vivo y en directo funcionaba. Y escuchar sus andanzas le era interesante, emocionante, pues Alex si que se la pasaba de libro en libro y ahora había abandonado hasta a los pocos amigos íntimos muggles con los que contaba. - Jackson?... mmm - se lo pensó frunciendo los labios, mirando hacia arriba. - Si, la recuerdo, una pequeña morocha con pecas que también es hija de no magos. - La recordaba en especial por ese dato, por ser como él una hija de muggles, aunque llevaran como 3 años de diferencia. No tenía más referencias que esa, pero su prodigiosa memoria y capacidad para retener datos sin importancia ayudaban.

Estaba hablando de eso, cuando de la nada empezaron a caer los pergaminos aquellos. Tomó uno y agradeció mirando hacia atrás habiendo pensado que alguien físicamente se los había acercado. Luego con algo de vergüenza se dio cuenta que en ese mundo no hacía falta mano humana para hacer llegar objetos. Miró primero por arriba, leyendo el gran título de EL ESCUCHÓN y luego deteniéndose a leer. No importaba que fuera, mientras tuviera letras, como si de una manía se tratase, él tenía que leerlo. Así le pasaba con los carteles de la calle, los panfletos, pintadas, cada periódico o libro que tuviera momento de abrir.

Y por eso tardó más que Lyn en volver a ella, a la conversación, darse cuenta de que de algún modo había estado mal leer eso, porque la mencionaba a ella y a su novio que ahora tenía nombre y que Alex también creyó reconocer de Hogwarts, gracias al nombre y apellido, al contexto de jugador de Quidditch. En una mano el papel y en la otra la de Lynn, porque al simple toque de sus dedos él ya se había tomado el atrevimiento de tomarla apretando. No por lo que decía el panfleto, sino porque.... gesto involuntario, de saber que te tocan y tener que responder. Aunque era inadecuado (?). Aunque al rededor pensaran cualquier cosa.

Se giró a ver y vio varias caras que cuchicheaban mirando a la rubia. No le gustó. aunque estaba acostumbrado a que la gente a él lo mirara raro y criticara sus gafas, sus pintas, su muggleosidad, lo que fuera. - Que tal si cenamos fuera? Picnic a la luz de la luna?- Propuso y cargó todas cosas sin orden sobre su bandeja, desde comida y el zumo, hasta su libro y el panfleto. Para levantarse de su asiento luego y empezar a andar hacia el exterior.

- decías de una fiesta?... No se nena, a mi esas cosas no me van... soy un pato mareado... pero orgulloso. - Iba a ir, o no? Bueno, al fin y al cabo no tenía nada que perder, y si Lynn invitaba...- Bueno acepto. Primero hazme de guía turística de este inmenso edificio, dónde podemos cenar? Hay torre de astronomía? o un estanque con gansos?... - No tenía idea! apenas si había conocido su cuarto, la sala común, el comedor y su aula. Ah, la sección administrativa de los trámites también la tenía vista. - Te invitaría a mi dormitorio, tiene una excelente ventana que mira... a un muro ciego. - sonrió - pero luego saldremos en el panfleto este. Segura no quieres hablar de eso? - Si, Alex no tenía mucho filtro con algunas cosas. Era su forma de ser y su forma de proponerle que si Aislynn necesitaba gritonear algo, ahí estaba él para escuchar.

por **Aislynn Breen** Miér Mar 11, 2015 7:11 am

Una sonrisa de agradecimiento apareció en los labios de la rubia cuando notó la calidez que desprendía la mano de Alex envolviendo las suyas que ya empezaban a estar frías, casi heladas, por culpa del mal cuerpo del maldito Escuchón. Miró a su alrededor una fracción de segundo y notó la mirada de todos encima de ella, lejos de parecer una muchacha débil que encaraba aquel tipo de rumores escondiendo la cara, los miró a todos y cada uno de aquellos malditos, fijamente antes de regresar la mirada hacia su mejor amigo con aquel brillo desafiante que tanto se parecía al de su primo Reghan. ¿Qué importaba los malditos cuchicheos? El qué dirán nunca había preocupado a Aislynn y aunque no gustaba de estar en boca de todo el mundo, podía hacer frente a aquello con la máxima dignidad. ¿En verdad iban a creer un panfleto universitario donde se rumoreaba que hasta Kris era gay? Si todos sabían que más heterosexual y el jugador de Quidditch no nace. Por eso, escuchar como hablaban a su espalda o criticaban la forma en qué Alex cogía su mano, no le importaba. Qué digieran, total, ella sabía cuál era la verdad.

Pero una vez más tuvo que agradecer silenciosamente el detalle de Smith para cambiar de lugar de cena. Aislynn se levantó de su asiento, cargando el vaso de zumo y su carpeta para caminar junto su amigo hacia fuera, alejados de los cuchicheos y las miradas discriminatorias. ¿En serio qué les pasaba? Estaban francamente mal, parecían bebés de Hogwarts. Abrazando la carpeta empezó a recorrer el largo pasillo hacia algún lugar inconcreto, solo siguiendo la estela de Alex en silencio - ¿Hablar? – negó con la cabeza llegando a su altura y subió la montura de las gafas del chico con un dedo, justo en la base que ya estaba empezando a resbalarle hacia abajo y como iba cargado ni modo que él usara sus manos - ¿Qué debemos hablar? Es decir, es normal. Bueno, no es que sea normal, pero es jugador de Quidditch. Viaja todo el tiempo – a él no iba a esconderle nada, era su máximo confidente y alguien a quien siempre le contaba todo. Fuera cual fuera el nivel de implicación. No le importaba y aunque temía su juicio, sabía que Alex no era del tipo que se dejaba llevar por la primera impresión, era alguien lógico y coherente – Su última novia vive en Estados Unidos. Igual la fue a ver, no sé – hizo una pausa y prosiguió - ¿Hasta qué punto puede llegar mi comprensión? Ok, está bien, comprendo que tenga un historial romántico digno de un casanovas de alto nivel pero… ¿por qué diablos no confía en mi para decirme las cosas? Si la va a ver, que la vaya ver, pero que me lo diga. ¿No? – y hablaba ciertamente indignada, no con Alex, sino con James y con el panfleto. Todo.

Chasqueó la lengua y cogió una desviación en el primer pasillo, guiando al chico por Brigantia. Llevaba más tiempo que él recorriendo los terrenos y aunque la idea del lago Dagda era atractiva, no pensaba pasar frío fuera que a esas alturas en Irlanda la noche era francamente dura. Empujó una de las salas de estudio, vacías de la primera planta, una aula vacía que los estudiantes empleaban para charlar de sus cosas y poner en común ciertos trabajos. Dejó pasar a Alex, aguantando la puerta y cuando ya hubo pasado, cerró tras ellos para ir hasta la mesa redonda y soltar con rabia la carpeta encima de la mesa, haciendo mil de ruido que se escuchó como tres veces más alto por el eco – Ni sé si es eso. Tanto da. No se para que leo estas cosas. Periodismo barato y sucio, solo busca poner el caos en la vida de las personas. Crean noticias falsas y se creen que por tener a la gente en el “será verdad” son mejores en su "trabajo" – murmuró de brazos cruzados, ya sin hambre y eso era caso completamente excepcional en Aislynn – Ya podrían dar la cara y ofrecer pruebas – y continuó refunfuñando esperando que Alex interviniera o digiera algo - ¿Llevas cómics encima? Dame uno, por lo menos ver como Batman le rompe la cara a la gente me relajará – y a modo de gratitud, alargó el cuello para besarle la mejilla – Gracias por todo – por haber cogido su mano y por haberla sacado de aquel agujero de cuchicheos.

por **Alexander Smith** Miér Mar 11, 2015 9:55 am

No dijo nada relevante en todo el rato porque no sabía que decir. Alex aun estaba pensando, así que la dejó hablar, se agachó un poco para que le acomodase los anteojos, eligió cualquier camino en las encrucijadas sin saber donde iban y acomodó sus zancadas a los pasos de Lynn cuando ella decidió la meta. Al parecer un aula de estudio con mesas redondas, ventanas sucias, pero buena iluminación.

Estaba apoyando la bandeja en la mesa cuando Lynn decidió reventar sus angustias contra la misma tabla, haciendo un ruido tremendo pero obligando a los reflejos de Alex a actuar rápido y detener el bailoteo de la jarra con zumo. Sonrió de lado, feliz de que su silencio o su maestría para detener calabazas líquidas le hubiera ganado un beso. Y de nuevo lo mismo, no dijo nada interesante pero agarró una patata en bastón con dos dedos y se la metió en la boca a la rubia.

- Come! - no era invitación. Y se rió por estar obligándola a mantener su boca ocupada. - no tengo nada.... solo este libro sobre la primera guerra mundial, es una ficción pero basada en el mundo real, hay cuatro familias, cada una de un país que se cruzan sus destinos por cuestiones de la guerra y... - se interrumpió a si mismo, siempre salía hablando de cualquier cosa sin importancia cuando se ponía algo nervioso...

- sabes nena... como historiador debo decir que todo rumor tiene una base de verdad. Pero claro exagerado, desvirtuado.... - la miró y luego desvió la mirada para tomar su vaso y atestarse de zumo. Él debía cerrar la boca ahora. - Igual... ni modo que pueda contarte todo lo que hace... Con que criterio debe contarte que viaja a USA y no cuantas veces va al baño?... Pregunto porque... pues con Anne nos peleamos por algo similar. Ustedes son difíciles....-

Le había dicho de Anne? bueno en alguna carta lo debió haber mencionado, que estaba saliendo con una socióloga activista feminista que hacía su tesis sobre pornografía y cultura.

por **Aislynn Breen** Miér Mar 11, 2015 10:42 am

Atrapó la patata entre sus dientes y la fue metiendo poco a poco con los labios hasta masticar. Remugó un buen rato con la boca cerrada para terminar tragando. Bueno, tal vez no había desaparecido del todo su hambre, solo era cuestión de recordar el sabor de la comida grasosa y volver a tentar su estómago. Dejó que hablara mientras descruzaba los brazos y dejaba las manos sobre la mesa, atrapando el labio inferior bajo sus dientes superiores, empezó a buscar con la mano por la mesa hasta hallar el plato con patatas fritas. Cogió el borde del plato de porcelana y tiró de él con lentitud hasta su posición para robárselo con total descaro a su amigo. Sonrío satisfecha y se alejó un poco, arrastrando la silla, asegurándose que no iba a tener un contrataque del enemigo para recuperar sus pertenencias.

Masticaba la segunda patata como si fuera un roedor con una pipa y lentamente, desvió los ojos hasta Alex, girando suavemente el rostro hacía el chico mientras prestaba atención a sus palabras. No, no se ofendía por cuanto pudiera decir, estaba dando su objetiva opinión y Aislynn era suficientemente madura para aceptar el comentario, digerirlo, pensar y soltar su alegato, solo que estaba demasiado entretenida masticando la patata como para poner en marcha su cerebro. Claro que tenía razón, no es que quisiera controlarlo ni mucho menos, Aislynn era la persona más liberal que pudieran encontrar, no despreocupada porque sí le interesaba saber que ocurría con su novio pero era de esas chicas que confiaban ciegamente en su pareja. Tal vez por eso, igual por su carácter, se ponía que si ella iba a ver a alguien o quedar para pasar la tarde con un chico, no temía en enviarle a James un patronus anunciando que iba a estar con x o y en tal lugar. Confianza después de todo, o así lo veía. Pero también se podía ver desde la perspectiva de Alex y eso francamente no era algo que quisiera transmitir a Blue.

- No seas machista – le dio un manotazo en el brazo justo cuando metía otra patata en la boca. Y rodó los ojos. Francamente había sonado puramente machista. No es que fuera feminazi pero la cosa es que decir “ustedes son difíciles” era como decir “las mujeres que os complicáis la vida”. ¿Qué tanto se la complicaba? No era ella la que había salido en el panfleto, carajo. Pero no se enojó más que para dar ese manotazo, luego tragó la patata y sonrío mientras pasaba la lengua por sus labios, eliminando los restos – No sé. ¿Criterio de importancia? – alzó una ceja y se acomodó en la silla, llevaba unos leggins de estampado de gatos y un jersey ancho blanco así que pudo subir las piernas, cruzándolas como indio sobre la silla de madera – Por ejemplo, el otro día, en la fiesta del presidente… Una amiga, Jessy Luttrell, a quien estoy ayudando con algunos detalles de la boda de Amy, se acercó a mi y me rodeó la cintura con el brazo para susurrarme si había comprado algo azul… y se enfadó. No sé, no soy homosexual. No pienso liarme con Jessy – se encogió de hombros y cogió otra patata para gesticular con ella mientras continuaba hablando – así que supongo que si va a visitar a su ex, igual, un pequeño detallito… en plan… “oye Lynn, voy a ver a Whitney” tampoco estaría mal. Pero es su vida. Tampoco se si lo ha hecho, hablo sin saber. – metió la patata y masticó feliz mientras ponía limpiaba las manos en una servilleta antes de apoyarlas en sus piernas para balancearse de un lado a otro.

- ¿Y qué te pasó con Anne? Esa era la… - meditó – la… mmm… eh… la… esta… ¿feminazi?[/color] – soltó el aire con pena – Mejor me lo vuelves a explicar desde el inicio. No puede ser que yo te este aquí amargando la existencia con mi vida y tu no me cuentes nada.

por **Alexander Smith** Jue Mar 12, 2015 2:42 pm

Se rió cuando le pegaba e incluso se ofendió de mentiras - mujeres! - dijo aireado y luego aclaró - sagitarianas y rubias... - Aunque igual daba que lo tildara de machista, con las cosas que tuvo en los últimos años que cambiar, repensar, analizar y autocuestionarse, para deconstruirse y reconstruirse como hombre feminista en una sociedad signada por el patriarcado y el heterosexismo monogámico pues, ya estaba curado de espanto.

De todos modos, estaba Alex bogando por Blue? Por un tipo al que apenas recordaba? Por el novio de su amiga que la hacía pasar malos ratos? Pues evidentemente no debían ser las cosas de ese modo. Mientras ella hablaba el le robó una patata rápidamente de aquel plato alejado y se la tragó de una. No fuera cuestión que Lynn fuera capaz de quitársela hasta de la boca medio masticada. - Y si quisiera liarte con Jessy estás en tu derecho. Eso te diría Anne. -

De nuevo estaba mencionándola? Alex sabía que no iba a quitársela de la cabeza de un día a otro pero dadas las circunstancias hubiera querido. Ahora fue él, el que le dijo - Feminazi? No seas machista. - Y se rió. Si, Anne era intransigente, radical, valiente, segura, inteligente, combativa, irónica, divertida... mil adjetivos que también había que poner en su lugar. En el lugar del buen recuerdo que ya fue! - Pues... en tres años pasan muchas cosas. - no iba a explicar todo, tampoco tenía ganas. - No poder decirle sobre la magia y como es que ahora se me ocurría ir a estudiar a otro lado, porqué no me quedaba en cambridge... Me sentía como Clark Kent ocultando su identidad secreta de superhéroe alienígena a una reportera tenaz que encontraba las mejores preguntas para mis inexplicables planes.... - Se levantó los lentes con un dedo y siguió. - de todos modos las cosas ya estaban para atrás, no creo que hubiera tomado la decisión de largarme de Cambridge hace un años atrás, algo cambió, algo se ... rompió? no se.

Y era sincero. No sabía. - Termínate las papas que quiero que me lleves a pasear por la universidad. Recorrida turística...? -

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