Una cena [Frances]

David tenía mucha urgencia de hablar con Frances a solas, aunque desde que habían nacido los niños eso era casi imposible. En Hogwarts tenían muchos momentos para fumar y platicar hasta que se les hiciera tarde y los prefectos los corrieran a su habitación con malos modos, ahora esas tradiciones estaban más que muertas y enterradas. Aquella noche la invitó a que fuera a su departamento. Joachim se iba a hacer cargo del bar y Euphemia debía trabajar hasta tarde. Podría llevar a sus tres hijos si quería, Angus siempre se alegraba de ver a Per y las dos niñas no le suponían ningún problema a ninguno de los dos.

Quería platicar con ella de varias cosas y pedirle consejos sobre otras tantas. No iba a cocinar como un idiota así que de camino a casa con Angus compró algo de comida china. Para los niños había cereales o lo que fuera que Frances les llevara. De todos modos Angus tenía hábitos alimenticios especiales y comía mucho más que los niño normales.

La luna llena acababa de pasar por lo que se sentía cansado y adolorido, con algunas heridas en la cara que apenas estaban sanando. Había empezado a tomar la matalobos pero a veces prefería evitarla y se olvidaba de ella y esa había sido una de esas ocasiones. Angus en cambio, la tomaba cada luna llena aunque todavía no hubiera empezado a transformarse, eso lo mantenía al menos un poco más tranquilo.

David nunca lo había visto en la luna llena por obvias razones, pero Frances solía decirle que se ponía muy inquieto en esas noches y Jasmine le había dicho lo mismo. A David le preocupaba, habría dado sus dos brazos porque su hijo no hubiera nacido jodido, hubiera sido más fácil para todos que heredara la metamorfomagia de Eugenie.

Recogió un poco el lugar y esperó a que Frances llegara. Ojalá no se tardara mucho porque no quería que la comida se enfriara. Sobre los temas a tratar, algunos incluían política, lo de siempre, pero otros eran más fáciles de digerir, como el regreso de Jasmine a su vida de modo romántico. Sabía que si alguien le iba a decir la verdad sobre todo aquello, esa sería Frances. También quería hablar de Eugenie y ella era la única con la que podía hacerlo, ni siquiera con Euphemia.

David puso un fingido gesto de molestia cuando Frances le dio de cachetadas. No lo había pensado así hasta que ella lo dijo, dejarse las cicatrices era dramáticamente innecesario. Había algunas que no se quitaban con nada, o que eran muy difíciles de borrar pero esas eran las que se hacía en otras partes y que eran más profundas. Las de la cara no eran nada y fácilmente se iban. A partir del próximo mes se las borraría con magia y no volvería a ser un desconsiderado con el “montón de personas que se preocupaban por él”

Se apresuró a ir por la cerveza de Frances, que le hizo llegar mediante un truco de levitación ya abierta. De paso aprovechó para echarle una ojeada a Per y a Angus que ya jugaban a hacer figuras sin sentido con el Lite Brite que le había comprado a Angus hacía poco y habían prendido la tele para ver Transformers (primera generación) aunque le estuvieran prestando poca atención. David no tomó cerveza, en cambio se abrió una coca-cola aunque ya imaginaba a Frances burlándose por ese hecho.

-No, jamás lo imaginé. Si dejas a tu hijo ver la tele ¿no es cierto?-Se permitió bromear un poco con ella antes de sentarse a un lado suyo en el sillón y darle un sorbo a la coca. Vio a las niñas en la carriola. También a él se le hacía sorprendente que las cosas estuvieran así ahora, pero no se arrepentía de nada.

-Nunca pensé que la niña que nos perseguía enlodada fuera a convertirse en madre de tres. Y con Tobias Alechinsky, ni más ni menos. Aunque esa no se le parece tanto…-Señaló a Aimeé aunque en verdad la niña era una combinación perfecta de ambos, incluso en carácter, si le preguntaban a él.

-Deberíamos cenar antes de que se enfríe. Además tengo hambre, siempre tengo hambre.-David le dio unas palmadas a Frances en la rodilla y se levantó hacia la pequeña mesa para apenas cuatro personas que había en su departamento. La sala ocupaba más espacio, para cuando ocupaban hacer una fiesta. A nadie le interesaba el comedor.

El licántropo comenzó a sacar las cajas de cartón en donde venía la comida y luego fue por dos platos y dos tenedores (tuvo que lavar el segundo ahí mismo porque había olvidado lavar cubiertos).-Jasmine habló conmigo el otro día.-Empezó a decir con la voz tranquila para no parecer un imbécil.