Less Than Zero

[SVEINSSON]
[MARTES, 18:30 hrs]

Kristján estaba más concentrado en sus entrenamientos que nunca desde que había sucedido precisamente lo de Hutchins (comenzaba a llamarle “Kit” en su cabeza, poco a poco) para mantener la cabeza ocupada. En cuanto no entrenaba prefería buscar a Jessy y así se mantenía realmente ocupado. En conclusión, su rendimiento estaba mejorando, siempre y cuando no saliera de la universidad, cuando llegaban los fines de semana se sentía perfectamente capaz de echar a la basura todo lo conseguido durante el resto de los días. No quería dedicarle ni un minuto de su pensamiento a lo que había pasado y por eso se dedicaba a entrenar, entrenar, entrenar, hacer ejercicio, correr. Desafortunadamente sus esfuerzos habían valido de poco porque de todos modos le había llegado ese maldito libro, que además lo tenía bastante interesado. Si leía en las noches, ¿cómo demonios pensaban que se iba a la cama sin pensar idioteces?

Cuando vio a Hutchins ahí sentado en las gradas sintió un gran peso en el estómago. En un principio se enfureció tanto que cometió una falta terrible sobre el buen Matthew que terminó dislocándole un hombro y haciéndolo ganar una reprimenda de las buenas de parte del entrenador. ¿Qué pasaba? Que aunque no era raro ver a Hutchins ahí, a veces hasta de jugadores que accedían a ser entrevistados como si ese pobre fuera alguien, en ese momento sólo le daba paranoia. Mucha paranoia. Quería asesinarlo, como mínimo. Siguió volando a velocidades enfermas, trataba de anotar puntos y no pensar en esa presencia fantasmal por la que se sentía observado, aunque por salud no quisiera darse tanto crédito.

Cuando acabó el entrenamiento de verdad pensó en ignorarlo, en pasar directo hasta las duchas y hacer como que ni siquiera lo conocía aunque le hubiera abierto una ceja, o peor que eso, aunque lo hubiera dejado chupársela en su habitación, aunque se hubiera quedado después, hablando sobre Islandia y mierdas como si acaso tuviera ganas de compartir con alguien lo que era él en verdad

-Voy a la mitad, no me da mucho tiempo de leer últimamente.-Al final había llegado a donde él estaba, había dejado la escoba recargada en las gradas y se estaba quitando los guantes y el resto del equipo para ponerlos al lado suyo mientras se sentaba. Estaba hecho un asco pero no le importó, no quería impresionar a nadie. Se despidió con un gesto de algunos de sus compañeros que pasaban volando por ahí en dirección a las duchas. Algunos amigos de Matthew sólo lo miraron mal, seguro lo esperarían para intentar darle una paliza, él les sonrió.

Y aunque el libro no había llegado con ninguna nota ni nada, para Kristján era obvio quién se lo había enviado. Cada palabra parecía hablar de él mismo y eso sólo podía ser obra de Hutchins o de Barunka. Y Barunka no le mandaba nunca libros. Buscó en su mochila algo de beber pero se dio cuenta de que lo había olvidado, tronó la boca. Parecía no poder decir mucho más, aunque en verdad hubiera querido hablar sin parar.

Kristján había contestado un escueto -Sí, claro- a la necedad de Kit de fingir que él le había mandado el libro. Sí lo estaba leyendo, tenía mucho que tenía un libro interesante entre las manos, a pesar de que de hecho había descubierto que era un mago gracias a un libro hurtado, cuando era niño y sus necesidades intelectuales eran mayores que …todas las demás. Sus vicios se habían deformado de formas bastante feas a lo largo de los años. Era bueno para él volver a sentir eso.

-Se lo merecía, es un inútil.-Kristján no sentía ningún tipo de consideración o compañerismo hacia ninguno de sus compañeros, aunque su entrenador ya le había dicho que era un terrible defecto que todo mundo tendría en cuenta. “Nadie quiere un individualista” o algo así le había dicho.  Kristján sabía que debía esforzarse para trabajar mejor en equipo pero le costaba mucho, especialmente con el tipo de personas con las que convivía. Él no hacía gran cosa para ganarse la simpatía de nadie tampoco.

Se estaba arrepintiendo de haberse ido a sentar ahí con él y no haberlo pensado un poco más. Él solo se estaba metiendo en un círculo que no quería recorrer sin que fuera necesario. Tampoco le había prometido amor eterno aquella noche ni nada, no tenía ninguna responsabilidad con Kit.

-En eso te doy la razón, es muy incómodo.-Había querido que eso saliera de forma brusca, que le dejara claro que no tenía nada que ver con él por el bien de todos, pero al verlo reírse también se rio y tomó la botella de agua quitándosela con algo de brusquedad también, pero después sonrió. No contestó nada antes de beberse la mitad de un trago y luego hacer un gesto como de dolor.

-¿Hambre? No, necesito darme una ducha antes de comer cosa, no quiero ir a la cafetería o al comedor apestando a quidditch.-Le dio miedo que eso sonara como invitación o algo así. ¿Qué sabía él? ¿Kit tendría algún código homosexual extraño para encontrar dobles sentidos a las cosas? Le pasó la botella de regreso y se rio de él mismo, casi escupiendo un poco de agua que todavía le quedaba en la boca. Se limpió con la muñeca y luego se levantó y tomó sus cosas, echándose la mochila al hombro. -¿Tienes regadera en tu habitación o es de las de pobres como la mía?-Ya sabía que todas tenían regadera pero era un decir.

Carta de su hermano había llegado, tendría que salirse de la universidad en unas horas para ir a arreglar unos asuntos de negocios, capaz viajar a Egipto de nuevo y todo esa molestia. Y nada de eso hubiera importado, que Jessy no se iba a morir por faltar a clase, si no tuviera un zorrito que cuidar y alimentar día y noche. Y no, no se lo iba a llevar de viaje por un par de días, pobre animal ya sufría suficiente con los destratos de su dueña, aparecer y desaparecerlo a cada rato le iba a enfermar de algo. Así que tenía que encontrar a Darren para que cuidara de él, que Jass andaba de desaparecida con el Lico y Amy pues... aun no arreglaba las cosas con ella. A Kris no porque, no quería dejarle tamaña responsabilidad, eso si, si Darren no aceptaba el jugador iba a tener que aguantarse a la bola peluda esa.

En campo de Quidditch era inmenso, y más cuando por cada salida había jugadores apestosos huyendo del entrenamiento. Le daba igual con quien cruzarse, cualquiera de ellos podía ayudarla a encontrar a Darren y si estaban todos por allí, ya mataba dos pájaros de un tiro y le decía a Kris del viaje... De lejos hormigitas uniformadas y algunas personas como siempre en las gradas. De cerca un par de jugadores golpeados pero a ninguno conocía como para preguntar y no era como si ahora pudiera meterse en los vestuarios. A ver que iba a decir la gente? que todo dios hablaba mal de ella como para sumar chusmeríos a su relación con Kris.

Definitivamente los zapatos de punta no eran el calzado adecuado para andarse por esos terrenos, maldito césped y barro, como no lo previó? Mejor hubiera sido llevar zapatillas para correr escaleras de tablones mal clavados y iluminación paupérrima! - fuck! - Es que Brigantia no ponía un galeon en las cosas que no estaban a la vista? Para colmo el zorro que ya pesaba sus buenos kilos para los brazos de Jessy...  Si solo pudiera llegar hasta arriba para tener una buena visión y gritarle a Darren desde las alturas sonorus aplicado. El crujir de unas tablas que no eran las suyas la hizo olvidar todo rencor presupuestario. Varita! A ella sola se le ocurría meterse ahí al atardecer.... Pero si nadie iba a matarla! ya no eran esos tiempos... Igual, si estaba loca tampoco es que nadie iba a verla con cara de terror abrazada a su zorro y con la varita preparada para cualquier cosa. Si, si iban a matarla pues, al menos presentaría batalla. Por favor Jessy! eres una gryffindor!. Pensaba... Respirar y avanzar eso tenía que hacer!...

Kristján se rio pero sin carcajadas escandalosas como si todo lo que hiciera con Kit tuviera que mantenerse en bajo perfil, pero lo de Blackburn y el baño turco de verdad le había dado mucha risa. Miró el perfil de Kit y no supo en qué maldito momento había decidido que si le gustaba, de la misma manera en que le gustaban las chicas, no todas, solo las que de verdad le ponían mal. Era muy raro pensarlo de esa manera y mientras bajaban las escaleras volvió a hacer memoria sobre si alguna vez había sentido algo parecido por otro tipo. Nada. Iba pensando en eso con mucha seriedad, aunque todavía medio riéndose por lo de Blackburn, cuando fue atrapado por ese beso.

Esta vez no fue tan raro para él. Lo tomó por el rostro y le correspondió con la misma desesperación, ahora llevado por la sensación peligrosa de estar haciendo algo indebido en un lugar indebido también. Lo rodeó con el brazo y lo pegó a él poniendo cuidado de no rodar por las escaleras para terminar partiéndose el cuello. Buscó su lengua y se sintió excitado casi de inmediato mientras revolvía su cabello y lo pegaba más a él. Se encontró deseando sentir su erección a través de la ropa, ¿de nuevo tenía que decir lo mal que eso estaba?

Escuchó el crujido de las tablas más abajo. Tenía el oído despierto por la paranoia de ser descubierto. Tal vez ni siquiera era un ruido real. Se separó un momento de Kit y miró hacia abajo antes de volverlo a besar más profundo que antes.-Hay alguien abajo. Qué lástima, ahora sí tenía ganas de chupártela.-Había dicho eso en voz baja por dos razones, una era porque en verdad empezaba a tener curiosidad y la otra era porque en algún punto se sintió en zona segura de saber que tendrían que interrumpir eso a riesgo de que los descubrieran y Kristján tuviera que matar a Kit o fingir que estaba bajo una imperius.

o tomó por el cabello e hizo que ladeara la cabeza para besar su cuello como un loco antes de soltarlo. Le hizo un gesto con la cabeza para que se recompusiera de una vez y rezó para que el encuentro no fuera extraño y además, fuera rápido, no se imaginaba ni cuanto iba a desear eso.

No estaba loca. Definitivamente había alguien más allí! Pero claro, como para no haberlo! si eran las escaleras del estadio por dios santo, debía haber cientos personas dando vueltas por ahí, perros gatos, ratas... Que asco! Estaba lleno de motivos para que Jessy no anduviese por esos rincones y a cada paso se le ocurría otro más. Hubiera sido mejor meterse a los vestuarios y que fuera lo que dios quisiese.

Y lo peor es que, la escusa de llegar a las gradas, ahora se convertía en el impulso de seguir subiendo escalones y esquivar arañas con tal de sacarse de dentro la sensación de que alguien o algo amenazante estaba rondándole cerca. Porque no podía llevar 23 años de vida y sudar frío por un poco de oscuridad y apagados ruidos. Jessy había estado en Askaban! Eso era el paraíso comparando!! Un día a la vez, un paso a la vez, como en los grupos de autoayuda a alcohólicos.

- Ay dios! Qué suerte son ustedes! Tenía un susto de muerte! – dijo aliviada, soltando un suspiro ridículo, bajando la varita y relajando los hombros porque en los brazos aun tenía que cargar la jaula esa. Estaba tan alterada que tuvo que cerrar un momento los ojos para volver en sí y despejar los miedos. Cuando se le iban a pasar los terrores de la guerra? Había pasado mil años ya desde que Voldy había desaparecido y ella igual con miedo a la oscuridad. Que vergüenza!

Cuando volvió a abrir los ojos, las cosas no fueron tan simples como encontrarse con Kit y Kris y ya. Porque pues… Uno bien y el otro también… pero no es que no se podían estar ni a dos metros de distancia que ya estaban matándose a palos? - qué hacen aquí?... – Boqueó un par de veces pero no sabía muy bien en qué se había metido, no parecía como que Kris estuviera a punto de matar al otro escusado por la soledad del bajo gradas, y eso hubiera sido lo lógico según Jessy sabía y según las pintas del smertios –estás agitado… donde quedó tu estado físico? – . vamos! Si ella podía subir esas escalera, el Smertios podía bajarlas sin inmutarse! Y lo miraba a él pues había una cuestión de más confianza y de saber que seguro se estaba mandando alguna de las suyas!

Se le fue el alma al piso al ver que se trataba de Jessy. El sentimiento de culpabilidad lo envolvió como nunca antes y hasta sintió que se le atoraba la salvia en la garganta mientras avanzaba hacia ella. Pero si toda la vida había practicado para ser un grandísimo hijo de puta no podía claudicar en ese momento ni volverse blando, ese era un asunto de vida  muerte y tenía que salir bien librado de eso o cambiarse de país, de universidad, de nombre, y matarlos a los dos, de paso. Alucinaba.

Cuando llegó hasta Jessy la abrazó con un brazo mientras con el otro le quitaba la jaula del animal para que dejara de cargarlo con dificultad. La besó a modo de saludo y luego le dio una palmada en el culo para que volviera a bajar las escaleras, sin preguntarle qué hacía ahí.

-Se me olvidó mi agua y me estoy deshidratando desde hace rato. Perdóname, seguro apesto.-Le dijo sonriéndole sin mirar a Kit ni una sola vez, no se atrevía, pero confiaba en que no hiciera nada raro y siguiera caminando normal.

En cuanto a qué hacían ahí.-Estamos limando asperezas, Hutchins tiene un trabajo que entregar y aprovechó su periodismo deportivo para borrar lo que me provocó el alcoholismo en la fiesta de Hanin. ¿Tú a qué ibas para arriba? Y con todo y animal-Le preguntó mientras bajaba sin darle posibilidad de réplica a nadie. Estaba nervioso y se sentía como mierda, pero aún así no iba a darle posibilidades a Jessy de desconfiar de él, había dicho que serían felices, que lo harían bien y juraba por su madre que se lo iba a cumplir, no iba a fallar a la primera de cambio cuando se le pusiera el primer obstáculo enfrente.

-ay, ni me importa- desestimó sus comentarios, entregando la jaula con ganas. Como para no estar  acostumbrada a sus olores horribles y esa sensación pegajosa de la piel sudada. De hecho era parte fundamental del encanto de los deportistas que a Jessy gustaban tanto, más allá de que se hiciera la muy coqueta todo el tiempo. Ella en realidad no quería bajar, su objetivo estaba en terminar de subir y el sonorus y buscar a Darren pero… Kris quería huir así que… Nada a seguirlo como novia devota... Y si, las escaleras eran una mierda, pero eso que tenía que ver?

- Si claro! y justo va a entrevistarte a ti que le has roto la cara el otro día?...  –Dijo a kris y miró a Kit, para agregar en susurro sonriendo y alzando las cejas – arriesgado lo tuyo, eh? – No desconfiaba de la escusa, pero era inverosímil la situación y por tanto graciosa. Igual y mejor si Kris no iba a matarlo de ahora en más, que Kit era su amigo, o algo así, y no le deseaba ningún golpe. Por algo lo había salvado en la Baticave de los modos de su novio…. Lo que Kit agregaba ya tenía más sentido, su tono irónico y su cara de nada aun así con la luz paupérrima. No habían arreglado nada las asperezas, seguro Kris lo iba a matar a la primera oportunidad, solo por ser puto o algo… pero no era problema de Jessy, o si, porque Kit era como parte del grupo y…

- yo pues… - se ofendería el islandés si Jessy le dejaba su bebé a Darren en vez de a él? No lo había pensado hasta el momento, pero ahora en medio de la oscuridad le parecía algo muy posible… o no?... o si?... Un día tendrían que sentarse a charlar sobre las cosas que implicaba esta nueva relación en pareja, porque si bien hace años que se conocían, quizá las leyes para los novios no eran las mismas que para los amantes ocasionales, casi amigos de toda la vida – Te estaba buscando a ti... que otra cosa puedo estar haciendo acá… ni que viniera a entrenar… - casual! Una mentirita piadosa no hace mal a nadie.

Puso las palmas en los hombros de Kris ya que este bajaba primero y le hacía el favor de llevar la jaula y le siguió el ritmo como pudo con sus zapatos – los tengo controlados Kit… es como my thing – Los zapatos de taco, claro! – deberías invitarlo a tomar una cerveza, y así en verdad arreglamos las cosas… - le susurró a Kris, porque si! Iba a meterse entre ellos, ya no era momento para andarse peleando con cualquiera por cualquier tontería. Eran adultos, tenían que poder controlar sus modos, y no le echaba la culpa a Kristján, Kit tenía un humor especial, entre irónico y lascivo que podía sacar lo peor de cualquiera.

Kristján incluso se atrevió a pintarle dedo a Kit cuando dijo con ironía que era un hombre encantador, antes de prestar de nuevo atención a Jessy y a la jaula del zorrito, que lo miraba con sus grandes ojos brillantes como si supiera todo acerca de su desliz. No zorro, no sabes nada.

-Que rompa caras no tiene nada que ver con mi innegable talento. Creí que como mi mujer lo tendrías más claro que nadie.-Bromeó con ella antes de besarle la mejilla de forma empalagosa, porque así era él cuando tenía novias en general de todos modos, pero en ese momento hacer eso le parecía, más que una atención, una hipocresía. Y era una mierda pensarlo así.

-Técnicamente debería estar en las duchas.-Le dijo a Jessy pero se vio interrumpido por la huida de Kit. Por Kristján estaba bien que se fuera, porque así le evitaba la desgracia de sentirse el peor patán del universo con todo ese asunto. Seguía evitando por todos los medios voltear hacia donde él estaba y deseaba con todas sus fuerzas que se fuera de una vez por todas.

-¿Cómo que una cerveza, estás loca?-Le contestó a Jessy sin preocuparse por bajar la voz. No sonó exaltado, sino extrañado de que le dijera esas cosas, conociéndolo tan bien como para saber que no se habían limado asperezas de nada, o más bien, para saber que si las cosas se hubieran dado de modo normal, Kristján jamás habría intentado “reconciliarse” con nadie. -Pero tengo que bañarme…-De todos modos, ¿quién se negaba a algo que sugería su novia? Nadie en su sano juicio, en casi cualquier situación. Frunció la boca y miró a Jessy diciéndole sin hablar “que conste que hago esto por ti”. -Hey Hutchins, ¿quieres ir a tomar algo a Radegast? Me bañaré en el lavabo de su baño o algo, mi mujer tiene sed, yo también y quiere…queremos que nos acompañes.

No iba contestar nada a lo de las duchas porque era enterrar más sus tacones en un terreno del que se estaba salvando por poquito. Si hubiera ido a buscar a Kris si hubiera acudido a las duchas, pero no era justo el caso así que shhh. Mejor lo de la cerveza y a reír bajito mientras el otro gritaba a viva voz. Ladeó el rostro feliz de que hiciese lo que ella quería, solo porque era lo que ella quería y no porque fuera de vida o muerte tomar una cerveza y ya estaba por decirle que no se bañara nada que así era más guapo o cualquier tontería cuando Kit se negó agregando que era martes de sobriedad.

Una puntada de culpabilidad le rosó el estómago y se hizo mohín en sus labios, que de inmediato pegó al cuello de Kris para abrazarlo por detrás y contagiarse lo húmedo de su camiseta. Como era posible que Kit cuidara más a su novio que ella? O sea, si! que había sido un comentario al azar, pero… No estaba bien proponer cervezas así como así y Jessy ya lo tendría que tener tan automatizado como para ni decirlo por casualidad. – bye!!! – Saludó al chico que huía del aburrimiento, sin decidir si en verdad era una pésima o una excelente novia a ese punto.

– entonces… un café? – repropuso, terminando de pisar suelo firme. – en serio estaban charlando bien?... No es que me quiera meter pero… - que iba a hacer? Un recuento de cómo ese ya se había discutido con Tobías, mirado mal con el perro y partídole una ceja al mismo kit? Nah… - Bueno, tu sabrás… igual tenemos que hablar así que mejor que se fue - Que ella se iba de viaje y había asuntos que atender. El fuking zorro ese para empezar y unos besos de despedida también... Capaz mejor primero los besos y luego lo del bebé. - no te duches nada - le sonrió coqueta metiendo mano por adentro de su camiseta.

Para Kristján hablar del proyecto de Quidditch Colegial que llegará a la universidad este año bla bla bla no sonaba nada mal, pero no lo iba a decir. Lo que sí le caló hondo fue esa especie de regaño por pretender beber en Martes. Tensó la mandíbula y supo que tenía razón pero ahora tenía el antojo en la punta de la lengua. Todo estaba mal otra vez. A modo de despedida hacia Kit solo movió la cabeza. Tenía una sensación muy incómoda de vacío en el estómago.

-Un café.-Le contestó a Jessy aceptando ese trato de sobriedad que aunque no quisiera admitirlo, llevaba consigo los dolores de cabeza morales que Kits le había dado con una sola frasecita, aunque no quería delegarle tanto poder, menos en ese momento.-En serio, no te preocupes. -¿Qué iba a hacer de todos modos, matar a alguien con un avada? No era su estilo. Le sonrió para tranquilizarla aunque al final ella parecía tampoco darle mucha importancia.

-¿De qué se supone que tenemos que hablar?-Se detuvo ahí al pie de las escaleras y al sentir la mano de Jessy dentro de su camiseta, dejó la jaula del zorro sobre el piso. Estaba tan tan jodido en ese momento. Pero precisamente por eso tenía que hacer lo que tenía que hacer. Empujó a Jessy contra la madera que conformaba el inicio de la escalera.

Bajó las manos hasta su falda y tanteó los bordes de su ropa interior para bajársela hasta los muslos mientras se pegaba a ella lo más que podía. -No puedo más, necesito metértela, ¿me dejarás?-Era una pregunta retórica porque parecía que no precisamente estaba buscando su aprobación. En verdad necesitaba eso de una vez, quería que su cabeza dejara de pensar en lo que no debía, en lo que no funcionaba y en lo que había pasado hacía un rato escaleras arriba y esa debía ser la única manera.

- pues... del zorrito y... - El empujón la tomó bastante desprevenida, porque ella ya estaba marchando hacía adelante, hacía el café, la sobriedad, la poca luz del día que quedaba, hacía la charla por tonta que fuera... Y si bien le estaba metiendo mano no era para tanto, unas caricias sinceras a sus músculos abdominales, porque le gustaba tocarlo, porque le gustaba calentar un poco el ambiente y porque claro que tenía pensado acostarse con él antes de irse por quien sabe cuantos días... pero ahora? ahí? De nuevo en un lugar inapropiado y...

Hizo un mohín de disgusto y llevó sus manos para competir con las de él, a ver quien llegaba primero a sus bragas y a ver si ganaba un poco de tiempo también. No estaba ni la mitad de caliente que Kris, era evidente, aunque sus palabras si que le robaron una sonrisa a reprimir mordiéndose el labio inferior. Ella no era experta en noviazgo ni mucho menos, pero algo le decía que no podían ser todas las veces así, no podía empezar a ser cierto eso de "nunca una charla a la luz de las velas contigo"... y ya no le causaba tanto placer darle todos los gusto simplemente por que lo amaba demasiado como para negarse a nada.

- después... - excusó en susurros buscando besarlo en compensación - debe haber hasta ratas aquí..- Igual, inmediatamente dicho eso, Jessy no sabía si se le hacía más incómodo y difícil soportar la idea de las ratas o estar rechazándolo. Y eso tampoco estaba del todo bien, si tenían una relación ella tenía voz y voto y no tenía porque sentir dentro que si no hacía lo que Kris quería iba a terminar dejándola o algo. Sus paranoias claro, pero había que luchar contra eso también. Dejó de toquetearlo para bajar las manos a sus propias piernas, encontrar sus bragas y subirlas de una vez.

- estás loquito - le dijo entre besos cortos, sonriendo y golpeándole con amor y palmas abiertas el pecho para que la dejase avanzar. - donde está mi bebé?.... ahí estás...- vio la caja en el suelo y de algún modo se alivió - bueno necesito que lo cuides... podrás?... -

Kristján no se esperaba la negativa, mucho menos que la excusa fuera la existencia de ratas. Por supuesto que no la iba a obligar y tampoco iba a enojarse como un maldito, porque ya suficiente de patanerías tenía para el resto de la tarde entre dislocarle el hombro a alguien y acercarse a Kit deliberadamente sabiendo lo que esperaba.

Aunque no le dijo nada de todos modos sintió que se enfadaba, no con ella sino con la situación, con no poder tener lo que quería ni con uno ni con otro, hasta se sentía dentro de una fábula o un cuento moralista, como el perro de las dos tortas. Su rostro estaba rojo de ira, pero no desquitaría esa ira con ella que era la menos culpable. Apretó los puños y trató de dejarlo pasar correspondiendo a sus besos y haciéndose a un lado para dejarla pasar.

-Tú estás loca. Ahora espera, deja que se me pase.-La obvia erección a medias que se cargaba, gracias. Volteó a ver al zorro, que en circunstancias normales le causaba ternura y todo, pero en ese momento le cayó como balde de agua fría que le pidiera que lo cuidara. Ya sabía que no podía negarse porque era su deber de buen novio pero aún así no cuidó que no se le escapara una negativa en primer lugar. -¿Por qué no le dices a Frances que se haga cargo de su hijo en común?-Le preguntó, pero en verdad no iba a negarse y hasta esperó que eso sonara como una broma antes de que volviera a tomar la jaula con la mano.

-Yo me haré cargo, claro pero ¿a dónde te vas o qué? ¿cuánto tiempo?-¿Apenas había empezado el semestre y ya se largaba? Luego que por qué llevaba tanto tiempo atorada en el mismo curso. No se lo dijo así pero no parecía complacido tampoco. Lo que era peor, sabía que si se iba las cosas podían ponerse más peliagudas para él de lo que de por sí ya estaban. Si con ella no se controlaba, sin ella todo podría explotar. Le empezaba a asustar la idea de que ella no estuviera todo el tiempo a su lado. Miró hacia abajo y después le hizo una seña de que ya podían seguir avanzando. En ese momento necesitaba una ducha más que nunca.

Antes de tomar el zorro, se giró para mirarlo de arriba a abajo y lanzó un - veelas vinieron a ver el entrenamiento? - Así malicioso total y secándola la lengua, hasta se dio el lujo de tocarlo sobre los pantalones por joderlo y darse confianza que un no a tiempo era mejor que astillas de madera podrida clavadas en las piernas por semanas... Por unos minutos no iba a cambiarle la vida o si?... Y aunque tenía otra opción sobre a quien encargarle su bebé no era justamente Frances por obvias razones. - Ella ya tiene tres hijos que cuidar... - un knezal y un Tobías... y además Jessy  sabía que la morocha tenía otros asuntitos pendientes también, los cuales no iba a mencionar a Kris porque no. Y Frances no dormí en la universidad por lo tanto no le servía.

A la luz de la tarde, que ya era oscuridad estrellada de invierno, se alisó un poco el vestido y sacudió los tacones para quitarse el polvo imaginario de esas escaleras viejas como la misma magia. En algún momento había mencionado a Kris que su papá estaba... un poco... enfermo. Pero Jessy no era afecta a hablar de la familia, más que para decir barbaridades a frases cortadas por la mitad. Los detestaba a todos, a casi todos, en especial a sus hermanos millones, a cada uno por una razón distinta que no venían al caso porque eran muchos y muy variadas sus escusas mentales. A los negros por ser hijos ilegítimos, a sus hermanos mayores por conservadores oportunistas de vidas ideales, a los muertos por haber sido tan débiles y dejarla sola, a los pequeños porque ya no eran tan pequeños ni tan manipulables. Y ahora que su padre moría lentamente se estaba por desatar una batalla campal, se lo venía venir, lo tenía sabido y era un caos.

- voy a ir a ver a papá antes de que...- suspiró -... y  hay que resolver un par de asuntos... papeles. - Papeles de finanzas o una batalla campal a punta de varita en el hall del hogar, the winner takes it all, así se lo figuraba la rubia y así era el tono de las conversaciones... Solo a ese viejo se le ocurría tener tantos hijos. Lo odiaba por eso también. Su madre no contaba, no era Luttrell no importaba que siguiera viva e igual Jessy era una resentida con ella. La detestaba!

- Supongo estaré en Castel Combe unos días... no sé , 3 o 4?... ya sabes que detesto ir, así que en cuanto logre asegurarme tu regalo de cumpleaños, me vuelvo. - Le tomó el rostro a dos manos y le dio un besaso. Besos que la ponían de mucho mejor humor que empezar a pensar con lo que se encontraría en su casa.... No era por unos simples galeons, siquiera su ansiado departamento en Londres. Las cosas en verdad estaban complicadas, para alguien que como Jessy  estaba acostumbrada a tener demasiado y sentía que iba a quedar en la calle viviendo bajo un puente si solo se conformaba con un décimo del total.

Lo de las clases le tenía sin cuidado! unos días no pasaba nada, recién empezaba el semestre! Siquiera pensó lo mismo que el muchacho. Pero Kris llevaba razón, Jessy siempre encontraba algo mejor que hacer que ir a clase: no le gustaba estudiar, no era buena para las artes oscuras, ni para nada y aunque ahora estaba obsesionada con la legermacia, igual se le hacía muy difícil como para terminar de amigarse con eso definitivamente. Quizá si estuviese más convencida de que podía lograrlo en verdad, pondría más énfasis en eso, pero no era así. No era como cuando cualquiera veía a Kris y sin saber nada de deporte igual le trasmitía esa sensación de que había nacido para eso.

- que te preocupa?... volveré! lo juro! - y le hizo un falso juramento haciendo una cruz sobre sus propios labios con un dedo - lo del zorro es fácil, una lata de carne por día, dos veces sacarlo al bosque... y las gotitas en los oídos por la noche. Vamos a mi dormitorio y te doy todo ya... - lo miró un momento y frunció los labios pensante - podría dejarte la llave... - la llave de su dormitorio claro! Y así el zorrito no tenía ni que cambiar de cama en las noches...eso estaba mucho mejor.

Ni veelas ni nada, sólo la absoluta necesidad de follar, eso era todo. No se lo dijo y nada más le sonrió socarrón. La jaló hacia él apenas sentir su mano sobre sus pantalones pero no fue para bajarle las bragas sino para darle un inocente y cariñoso beso en la comisura de la boca. Se sentía cada segundo más culpable y esa sensación aumentó al escucharla decir lo de su padre. Aunque no lo había dicho completo, de todos modos sintió una punzada fuerte en el estómago.

No quería imaginar que Jessy perdiera a alguien importante en esos momentos. Era el peor de los peores, tendría que estar más atento a ella, más solícito. Claro que iba a cuidar al estúpido zorro bebé y hasta a entrar a sus clases como oyente para anotar todas las tareas que se le acumularan si era necesario. O tal vez solo estaba pensando eso porque se sentía muy culpable de haberle dicho a Kit lo que le había dicho cuando ella estaba ahí a unos pasos con el asunto de su padre encima.

-Pero si faltan años para mi cumpleaños, además, ¿qué puedes regalarme que no tenga ya?-Muchas cosas pues, pero para términos prácticos le echó una mirada sugerente, dándole a entender que lo único que quería de cumpleaños ya lo tenía, o esas cosas que a las chicas les gustaba escuchar.

-No me preocupa nada, en todo caso me preocupas tú. ¿Estás bien? Es decir, por lo de tu padre y eso…-Se sentía completamente inadecuado tocando ese tema pero de todos modos sí estaba preocupado por ella y no quería que pensara que a él no le importaba o que no le había puesto atención. -No te preocupes por el zorro, lo cuidaré bien. Y sí, si quieres puedo quedarme en tu habitación, no habrá problema, solo que no me digas que se duerme en la cama.-Le pasó el brazo por los hombros y la pegó a él mientras caminaban. De pronto se le pasó por la cabeza decirle que la acompañaba si quería, pero eso sería una locura mayor, si él se presentaba con su excéntrica familia seguro que sería horrible para ella. -Sólo quiero saber que tú estás bien.

Un millón de cosas podía regalarle y ese era un problema grave de abundancia, que ya había discutido con Jasmine veinte veces y aun no resolvía. Quería tan algo significativo y valioso como para que a Kris le encantase y en verdad cumpliera el objetivo de regalo cumpleaños de una novia y una de una tía abuela, pero a la vez que no fuera ni tan extravagante ni tan ostentoso como para que el muchacho saliese corriendo pensando que estaba loca y que ya lo pensaba su marido o algo. Que al final apenas si hacía tres semanas que salían... así que auto con patente original estaba descartado y una simple chaqueta de cuero también. Pero como fuera ni iba a decirle nada nada, más que mover las caderas de un lado a otro para aceptarle el cumplido.

-si... o sea... no se. - Todavía no había caído en la cuenta de lo que en verdad significaba que tu papá muriera y tal, por ahora tenía la cabeza enfocada en las cosas que si se podían tocar con las manos y ver con los ojos. Y además la situación no era como la de cualquier familia de barrio, como si Jessy amara a su padre y el viejo no se lo mereciera. Todo lo contrario.... Se dejó abrazar porque bien le hacía el gesto, pero igual le incomodaba que la viera como a alguien que necesitaba que se preocupasen por ella. no, no, no, - No me importa él... de hecho estoy casi segura que mi madre y hermana lo están envenenando a gusto... Eso si me preocupa... un poco... porque si es así... pues... nos mataremos entre todos literal. Y no sería la primera vez... - tanteó sus bolsillos para buscar la varita y los cigarrillos y prenderse uno antes de entrar en Smertios.

- Tendría que haberme puesto con lo de la legermancia antes... y ahora contaría con ventaja.... - Ahí Jessy, como de costumbre, desperdiciando sus valiosos años de juventud haciendo nada en la uni y arrepintiéndose cuando el agua le trepaba a los tobillos. Igual no pensaba morir a manos de otros Luttrell locos. Lo de la guerra al menos era digno, esto era una estupidez. Y todo eso por dinero, vil metal que no hacía a la felicidad, sino que la compraba hecha envuelta para regalo... Si las cosas no salían como quería por las buenas, saldrían por las malas: se aplicaría a lo de leer mentes aunque le quedase el cerebro frito y destartalaría todos los planes del resto desde el principio y con sutilezas. Fumó un par de veces para olvidar todo eso y dejarlo donde debía estar, en su hogar natal o dentro de su cabeza en algún recoveco y nada más.

Sacó la llave del bolsillo y se la intercambió a Kris por el zorro enjaulado, para que empezara a practicar. Y terminó riendo porque el islandés y sus famas seguramente no necesitaban ni de llave ni de nada para colarse donde quisieran. - Por supuesto que duerme en la cama!... necesito alguien que me caliente los pies cuando no estás... - Era su bebé! dormía donde quería, hacía lo que quería y lo estaba malcriando como nunca hubiera pensado que podía encariñarse con una mascota. Y lo mismo valía para Kris salvando las diferencias - No tienes que quedarte a vivir en mi habitación mientras no esté, aprovecha! disfruta la vida de soltero! y esas cosas... Solo no te olvides de... - se interrumpió porque el zorrito aun no tenía ni nombre - Tendría que haberle puesto un nombre a este bicho... zorrito, zorrito, es como muy... Bueno, tienes 4 días para elegirle un nombre. Otro encargo - Y si seguía así iba a terminar haciéndole una lista.

Kristján no comprendía del todo bien los conceptos de familia que tenía Jessy. Para él la familia significaba algo muy distinto, no se le podía ocurrir ningún escenario en el que su madre quisiera envenenar a su padre, menos hablando de dinero.

Kristján de verdad amaba a su familia, por eso su dinámica cuando iba a casa era muy diferente a la que manejaba en la Gran Bretaña. Era feliz jugando cartas con Lára, yendo a pescar con su papá o jugando luchas con sus hermanos más chicos, Stefan y ___. Y de verdad era feliz ahí en Islandia, donde no tenía que preocuparse por dramas, ni guerras, ni muerte, ni crisis con drogas y alcohol.

No alcanzaba a comprender que Jessy no se le echara a llorar a los brazos sufriendo por la inminente muerte de su padre y por eso no supo cómo reaccionar a todo eso que le decía, no sabía qué decirle. Tan angustiado estaba con no poder manejar esa situación que pasó por alto lo de la legeremancia. Antes ya había sabido que le interesaba entrar a esa rama, de hecho a él también, pero ahora pensar que su novia leyera mentes era distinto. Antes no tenía nada que esconderle, ahora era distinto, eran los precios de una relación. Pero tan metido estaba en el asunto de su papá y como responder que no se le prendieron las alarmas.

-¿No quieres que vaya contigo?-Terminó diciendo como había temido que haría, por más que lo trató de evitar. Lo decía porque no le parecía la mejor de las ideas que anduviera sola con su familia psicópata suelta. De verdad que el dinero desquiciaba y mucho.

Miró al zorro, que al menos ya no lo estaba mirando acusadoramente, en realidad seguro nunca lo había hecho. -No, al contrario, me encantará husmear en tu habitación mientras no estás. Y no, olvídalo, yo no voy a ponerle nombre, es TUYO, tu bebé. Tú nómbralo.-Le dijo mientras le daba unos golpes en el pecho con el dedo índice a modo de juego.

Cuando por fin entraron a Smertios, Kristján se fue directo a la habitación de Jessy, a usar la duchita miserable que tenían todas las habitaciones y a dejar al dichoso zorrito, además de echarle un vistazo al lugar donde viviría unos días. Abrió la puerta y dejó pasar a Jessy con el bicho primero. Dejó la mochila sobre el piso y luego se quitó la camiseta del uniforme para lanzarla por ahí, ya recogería al final.

-Bueno, ya que estamos yo también tengo unas cuantas peticiones. Quiero que me mandes al menos un patronus al día, para saber que todo está bien. Y si necesitas que vaya, en verdad, no lo dudes. Aunque seguro te doy vergüenza, ¿verdad?-Bromeó, aunque en parte a veces pensaba que eso tenía un poco de verdad, se quitó los pantalones para quedar solo en ropa interior y miró al zorro con recelo.-Si tú cumples eso yo dejaré que se trepe a la cama como un malcriado.

De inmediato contestó que no, que lo tenía controlado... No por nada en especial, sino por todo en general. No iba a meterlo en ese nido de alimañas del que ni ella quería participar, aunque llevaran mil años juntos y fuera su mismísima boda. Así a la distancia ella podía tener SU vida y la vida "familiar" separadas lo más posible y saludable para todos. Y si bien sus padres eran tan desatentos que no iban a hacerle escándalos en la cara por juzgar con quien se juntaba o dejaba de juntarse, caer con parejas a la casa familiar era de todos modos un tema especial para cualquiera: Jessy nunca había llevado a nadie y a kris lo quería demasiado como para tantear terreno con él.

- Si! mio, mio, mio - agregó aferrándose a la jaula con cara de enfadosa. Y pensar que había estado a punto de dárselo a Amy y ahora no podía vivir un día sin saber si el bicho estaba bien o mal. Que tonta! Igual sostenía que algo de razón había tenido en su momento, pues no lo había querido justamente para no encariñarse... Y ahí estaba, su libertad coartada por un animal que ni procurarse la comida podía. -... pero no se como puede llamarse... coquito dijo James el otro día... Rojo! como si fuera un zorro anarquista, eso no está tan mal... Bannana Nice, recomendó Frances ¿puedes creerlo?...- Y seguía pensando en voz alta mientras se metía en la habitación e iba hacia el escritorio para dejar la jaula de una vez, sacar al zorrito y que  hiciera su vida en la libertad de las cuatro paredes del cuarto universitario.

Ella mientras y como ritual, se quitó los zapatos para guardarlos en su lugar, arregló dos frasquitos de los mil que tenía que parecían no estar en sitio, enderezó el espejo de su escritorio y escuchó las peticiones, para terminar volteándose a verlo con cara de sorpresa - que dices?... te estoy cuidando... a los dos. Si te llevo, me dejas a los dos minutos. - Y no lo decía por decir, en verdad lo creía. Cuando Kris ya no estuvo mirándola, como obse que era, Jessy agarró su mochila y la puso en el sillón, y tomó la camiseta para doblarla y ubicarla justo arriba y los pantalones también, las zapatillas al lado, no era cuestión.... Todo lo que adentro de su cabeza era un lío, inversamente proporcional en el exterior, algo de equilibro tenía que haber.

Se prendió otro cigarrillo, invocó un cenicero y se metió al baño también, como si fuera el propio. Le abrió la puerta de la ducha para desde afuera meter un pie y luego el otro, y quitarse lo que quedara de polvo del campo de quidditch - Esa poción no, te quedará el pelo violeta... Entonces... sólo el patronus? eso es fácil.... Pero tienes que responderlo, sino seré yo la preocupada ...  - Como cambiaban las cosas, pensar que hacía unos años atrás era incapaz de conjurar un recuerdo feliz y ahora Plim! era lo más fácil de la magia.

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te odio ¬¬  
el cuartito  
la duchita miserable

-Coquito es de maricas y Frances seguramente estaba en drogas duras. Rojo me suena muy bien. No le pongas Coquito ni Banana a alguien que técnicamente también es como mi hijo.-Le dijo con cara muy seria mientras se quitaba el resto de la ropa con la familiaridad de quien lleva muchos años en una relación aunque no fuera así precisamente. Notaba que Jessy tenía problemas con el orden pero no le decía nada, él tenía problemas con muchas cosas. Por suerte ni alcanzó a ver cómo también acomodaba su ropa recién usada en el entrenamiento porque se hubiera muerto de vergüenza.

Por cierto, siempre olvidaba que tenía el tipo de habitación que solo el dinero podía comprar, pero no lograba dar con si estaba cómodo con darse un baño ahí cuando había tenido que hacerlo en las duchas, como todos. O en todo lado, como había planeado, un lado que sería igual de miserable. Que le gustara robar cosas no era sinónimo de que se sintiera cómodo en la opulencia, para muestra que se vestía con cualquier harapo, compraba cualquier botella de alcohol que estuviera barata y a la mano y solo se preocupaba por tener cosas buenas en cuanto a equipo de quidditch se refería. Igual no iba a repelar.

-¿Entonces qué uso?-Preguntó ya metiéndose a la ducha mirando las pociones y frascos que había ahí. No quería andar oliendo a mariposas silvestres o lo que fuera. Le dieron ganas de jalarla para que entrara con él y no solo los pies, así con todo y ropa, pero como ya lo había rechazado en el campo de quidditch no estaba seguro de que eso fuera una buena idea. A aguantarse y a joderse.

-Por supuesto que los voy a responder, tonta. Si no para qué te los estoy pidiendo. -Le dijo mientras abría un frasco de quien sabía qué, que olía condenadamente dulce. Tampoco iba a usar eso. -¿No tienes un jabón neutro, normal? ¿Cómo lo haces?

Jessy se rió con ganas, con muchas ganas... Ahora también era su hijo? Hace dos segundos era madre soltera y antes madre lesbiana con Francisca... Ese zorro empezaba a ser el hijo del pueblo, algo maravilloso de hecho, así se criaría anarquista desde el nombre hasta el amor libre y con familia del corazón que eran las que en verdad valían. Lástima que no fuera un niño de verdad que pudiera darse cuenta de eso y capitalizarlo para la revolución, solo era un simple animalucho que se dejaba acariciar por cualquiera y comía mejor que el 70% de la población mundial.

Contradicciones que a Jessy que le tenían sin cuidado, porque por más que defendiese causas políticas tan añejas como los años setenta, en verdad no entendía nada de eso con profundidad y estaba tan acostumbrada a moverse con dinero de sobra que ni siquiera reparaba en que a otros les sonara a ostentación. Ella no se regodeaba de sus lujos en la cara de los demás o eso creía convencida de que era suficiente la actitud de compartir y no negar a los demás lo que estuviera al alcance de su bolsillo, o incluso de su voluntad, cuando había luchado codo a codo con el resto, cuando bien podría haberse exiliado en suiza.  Pero quizá algo de culpa sentía en el fondo, por algo hacía regalos lujosísimos, como si así estuviera saldando algún tipo de deuda social... O no terminaba de decidir sobre el piso que comprar en Londres, porque los que le gustaban realmente, le daban la impresión que iban a desagradar a su grupo de amigos. Como iba ella a hacer una fiesta normal en un piso de 200m cuadrados, cuando siempre se juntaban en lo de Frances que era una casita común casi miserable para cinco personas?

- a ver... espera - Tomó el cigarrillo y el cenicero con la misma mano y metiendo medio cuerpo con la derecha escudriñó entre los frascos hasta encontrar algo normal, que también tenía, obvio que si! - Cómo hago qué?... para conjurar un patronus? comprar pociones? o ser irresistiblemente guapa? - Le sonrió, señaló lo que Kris podía usar sin convertirse en niñita, para luego sacudir el brazo mojado, dejarlo en paz e irle a buscar una toalla.

Se agachó a buscar eso mismo en las puertitas del lavabo y desde ahí que no podía verle el rostro de tonta sensible comentó con el tono más casual que pudo - Yo pensaba que esto no iba a funcionar... - cosa obvia, ella le había dicho casi que no en el baile. - igual es temprano para decir que si funciona, y aun ni sé que bicho te picó para decidirte pero... me alegro de que hayas insistido... y tenías razón... - dar la razón a alguien así de fácil? tan enamorada estaba? - quizá si es el mejor momento de nuestras vidas...- dio dos pasos y estiró la toalla ocultándose detrás como si no lo hubiera visto desnudo jamás, ni un minuto atrás ni nunca durante los últimos cien años. -  y ya se que soy una pésima novia, pero igual me gusta que digas que no....- Sonrió, pagó el cigarrillo y acotó lo que en verdad le importaba, (de las mil cosas que hacía mal) y no sabía como mierda decir sin que sonara horrible - lo de la coca estuvo fatal.

Para Kris y para ella también, que ahora no podía dejar de fumar. O como Kit decía del alcohol entre semanas y Jessy con una botella de vino en el escritorio siempre. O que sabía que Amy a Darren le prohibía los excesos y así hubiera hecho también con Kris... o que Barunka la odiaba porque iba a llevar a la ruina a su amiguito del alma. Todos eran mejores que Jessy, todos hacían mejor las cosas para con el islandés.