Los posteadores más activos de la semana
No hay usuarios |
Últimos temas
OGMIOS: 0 PUNTOS
CERRIDWEN: 0 PUNTOS
ARIANRHOD: 0 PUNTOS
SMERTIOS: 0 PUNTOS
GRÁFICOS:Administración
Este foro está creado enteramente para esparcimiento y diversión sin fines de lucro. La temática, tramas y personajes son 100% originales creados por el equipo administrativo y los usuarios de este mismo foro. Todo lo demás, pertenece a J.K.Rowling.
El Bautizo
+7
Bella Freud
Barunka Jentsch
Kit Hutchins
Kristján Sveinsson
Jessy Luttrell
Jasmine Hartmann
Tobias Alechinsky
11 participantes
Brigantia86 :: Mundo Muggle :: Gran Bretaña :: Londres
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
El Bautizo
[Ya saben, libre para todo el que quepa acá]
Vaya que había estado ahí la supuesta noche de reconciliación social con su esposa. O sea la noche de ir al Batcave en el Soho. Tobias había asegurado que iría (no sólo a Frances, también a Finnerty) pero se había sentido presa de la agorafobia al ver a tantísima gente en el club, o mejor dicho a tantos conocidos. No quería dar explicaciones ni decir por qué ya no iba a la universidad y esas cosas concernientes a su flamante nuevo trabajo, que se esforzaba por no odiar.
En vez de fiestear con su mujer había alquilado el cassette de Gremlins, comprado una pizza y regresado a casa para ver la película con sus hijos, como todo un padre de familia. Salvo el whisky que le había puesto a su soda ahí, entre los niños, no había habido nada mucho más alocado para él esa noche. Frances se había fingido enojada, claro, pero Tobias apostó que de haber sabido el cambio de planes, se habría apuntado con gusto.
No eran demasiado religiosos (nada, mejor dicho. Ni hablar de Frances, siempre tan bruja y tan pagana, como decían los Alechinsky sin malicia) pero habían bautizado a sus hijos por honor a sus padres. Unos catedráticos progresistas pero claro, con su espiritualidad muy bien puesta. A él no le molestaba hacer la ceremonia y elegir padrinos. De Per era David Finnerty, de Aimée era el horrible de Kristján Sveinsson (no sabía en qué momento había accedido a tal cosa) y de Hanin, por decisión diría enteramente de Frances (o eso le hacía creer) sería apadrinada por Syd Crawford.
Las ceremonias ya habían pasado, sus padres (y los de Frances) ya se habían ido y sólo quedaba la fiesta-reunión con los amigos. Sobraba decir que la casa a esas alturas ya estaba hecha un desastre con comida a medio comer y vasos por todos lados, música, copas, lo que fuera. Había que celebrar ¿Qué no?
Vaya que había estado ahí la supuesta noche de reconciliación social con su esposa. O sea la noche de ir al Batcave en el Soho. Tobias había asegurado que iría (no sólo a Frances, también a Finnerty) pero se había sentido presa de la agorafobia al ver a tantísima gente en el club, o mejor dicho a tantos conocidos. No quería dar explicaciones ni decir por qué ya no iba a la universidad y esas cosas concernientes a su flamante nuevo trabajo, que se esforzaba por no odiar.
En vez de fiestear con su mujer había alquilado el cassette de Gremlins, comprado una pizza y regresado a casa para ver la película con sus hijos, como todo un padre de familia. Salvo el whisky que le había puesto a su soda ahí, entre los niños, no había habido nada mucho más alocado para él esa noche. Frances se había fingido enojada, claro, pero Tobias apostó que de haber sabido el cambio de planes, se habría apuntado con gusto.
No eran demasiado religiosos (nada, mejor dicho. Ni hablar de Frances, siempre tan bruja y tan pagana, como decían los Alechinsky sin malicia) pero habían bautizado a sus hijos por honor a sus padres. Unos catedráticos progresistas pero claro, con su espiritualidad muy bien puesta. A él no le molestaba hacer la ceremonia y elegir padrinos. De Per era David Finnerty, de Aimée era el horrible de Kristján Sveinsson (no sabía en qué momento había accedido a tal cosa) y de Hanin, por decisión diría enteramente de Frances (o eso le hacía creer) sería apadrinada por Syd Crawford.
Las ceremonias ya habían pasado, sus padres (y los de Frances) ya se habían ido y sólo quedaba la fiesta-reunión con los amigos. Sobraba decir que la casa a esas alturas ya estaba hecha un desastre con comida a medio comer y vasos por todos lados, música, copas, lo que fuera. Había que celebrar ¿Qué no?
Tobias Alechinsky- Mensajes : 47
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Jasmine se había mantenido un tanto al margen de todo el problema que había surgido con Frances y Tobias. Por un lado, porque habían pasado demasiadas cosas como para estar al corriente de todo lo acontecido por cuenta de cada uno. Por el otro, todo había sucedido demasiado rápido como para si quiera intentar seguirles el paso. Es decir, para cuando se había enterado tal cual que los Alechinsky estaban peleados, ya se habían reconciliado en el baile de navidad en medio de merengazos. La información necesaria para rellenar huecos en esa historia fue llegándole poco a poco después.
¿Qué es lo que sabía? Pues cosas como el por qué Tobias había dejado la universidad. Jasmine no se había reído ni un poco al verlo de traje (no por lo menos hasta que el le asegurara que hacer chistes estaba bien) y había apoyado su decisión en todo. Tampoco creía que hubiera que tratar un trabajo como una sentencia de muerte, por mucho que lo estuviera odiando (y claro que había mantenido la boca cerrada en cuanto a las confesiones de Frances sobre plantearse más de una vez hacer ella lo mismo y aceptar las propuestas de su padre). ¿Qué es lo que no sabía? Detalles más escabrozos, como los que involucraban al Dirty Duck, a Tobias, a Kris y también a David.
Para Jasmine lo que importaba era que todo estaba bien y el universo estaba en equilibrio con el universo de nuevo. Según Frances, nada menos que Syd había sido clave en ayudarla a que todo estuviera bien de nuevo en su matrimonio - ¿quién lo diría? - y por eso y muchas cosas más lo quería de padrino de Hanin en su próximo bautizo. ¡Pues perfecto, a celebrar!
Había llegado temprano con los Finnerty a la ceremonia y seguido el festejo en casa de Frances y Tobias se la había pasado ayudando a los anfitriones a atender a los invitados. Que sí, que los amigos de toda la vida tenían manitas para servirse ellos solos, pero aquella no era una fiesta como cualquier otra donde se reunían con una excusa para emborracharse y ya. Ver a Mikkel y Tiuu era siempre un gusto, y Annapola Burroughs seguía siendo tan imponente a sus ojos como la primera vez que la había visto en su casa, cuando su encantamiento anti groserías le había cocido la boca a manotazos. Igual acababan de marcharse, y en la casa quedaban solo los amigos de la familia.
- No es mi ahijada pero no me importa, dénmela, la quiero cargar. - Dijo prácticamente arrebatándole a Hanin de los brazos de quien quiera que la tuviera en ese instante, desviviéndose con la bebé antes que se fuera a quedar dormida. Su plato estaba a medio tocar y apenas y había bebido un par de tragos por estar ayudando en todo. Le había llevado un regalo (que estaba encantado para crecer junto con ella hasta que se hartara de él) a Hanin por la ocasión que a ella le pareció lo más tierno de la vida (y que seguro daría material para historias bochornosas con las que avergonzarla de mayor).
--
Ropita
¿Qué es lo que sabía? Pues cosas como el por qué Tobias había dejado la universidad. Jasmine no se había reído ni un poco al verlo de traje (no por lo menos hasta que el le asegurara que hacer chistes estaba bien) y había apoyado su decisión en todo. Tampoco creía que hubiera que tratar un trabajo como una sentencia de muerte, por mucho que lo estuviera odiando (y claro que había mantenido la boca cerrada en cuanto a las confesiones de Frances sobre plantearse más de una vez hacer ella lo mismo y aceptar las propuestas de su padre). ¿Qué es lo que no sabía? Detalles más escabrozos, como los que involucraban al Dirty Duck, a Tobias, a Kris y también a David.
Para Jasmine lo que importaba era que todo estaba bien y el universo estaba en equilibrio con el universo de nuevo. Según Frances, nada menos que Syd había sido clave en ayudarla a que todo estuviera bien de nuevo en su matrimonio - ¿quién lo diría? - y por eso y muchas cosas más lo quería de padrino de Hanin en su próximo bautizo. ¡Pues perfecto, a celebrar!
Había llegado temprano con los Finnerty a la ceremonia y seguido el festejo en casa de Frances y Tobias se la había pasado ayudando a los anfitriones a atender a los invitados. Que sí, que los amigos de toda la vida tenían manitas para servirse ellos solos, pero aquella no era una fiesta como cualquier otra donde se reunían con una excusa para emborracharse y ya. Ver a Mikkel y Tiuu era siempre un gusto, y Annapola Burroughs seguía siendo tan imponente a sus ojos como la primera vez que la había visto en su casa, cuando su encantamiento anti groserías le había cocido la boca a manotazos. Igual acababan de marcharse, y en la casa quedaban solo los amigos de la familia.
- No es mi ahijada pero no me importa, dénmela, la quiero cargar. - Dijo prácticamente arrebatándole a Hanin de los brazos de quien quiera que la tuviera en ese instante, desviviéndose con la bebé antes que se fuera a quedar dormida. Su plato estaba a medio tocar y apenas y había bebido un par de tragos por estar ayudando en todo. Le había llevado un regalo (que estaba encantado para crecer junto con ella hasta que se hartara de él) a Hanin por la ocasión que a ella le pareció lo más tierno de la vida (y que seguro daría material para historias bochornosas con las que avergonzarla de mayor).
--
Ropita
Última edición por Jasmine Hartmann el Lun Ene 05, 2015 6:47 am, editado 1 vez
Jasmine Hartmann- Mensajes : 140
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Jessy tampoco creía en esas cosas religiosas y tal, sus padres casi casi, aunque respetaban a la corona y la reina como cabeza de la iglesia anglicana por muy muggle que sonara para algunos, cuestión que quería decir que no sabían nada de historia mágica. Pero si los Luttrel eran fanáticos de los ritos sociales, las costumbres antiquísimas y todo donde se pudiera hacer alarde de presencia estrafalaria. Porque sí, los casamientos se cumplían y los bautismos también pero todo muy a su modo. Jessy no se olvidaría jamás que para el bautismo de Caterina se había obligado literal, a todo el pueblo a asistir, que la pobre bebé había sido bañada en las aguas heladas de un lago mientras una sacerdotisa griega contratada especialmente para la cuestión recitaba unos versos en quien sabe que idioma. Locuras... Locuras que no venían al caso, porque lo de hoy había sido bien sencillito.
El regalo para Hanin no fue problema, lo tenía resuelto desde que Per había llegado al mundo. Cuando eso sucedió, Jessy y Frances estaban en su mejor momento, (no era una gran amistad para retratar en cuentos, pero conociéndolas pues...) y como presente la rubia había decidido que valía la pena tener para con el niño de Frances los mismos gestos que los Luttrel tenían para sus queridos: una llave de joyería (con la fecha del nacimiento). Chuchería que no servía para nada a menos que el crío tuviera necesidad de su peso en moneda corriente para escapar de los mortífagos volando en escoba con chofer, 12 meses seguidos, all inclusive. Cuando fue lo de Aimée, la cosa se complicó un poco porque era ahijada de Kris y ninguna llave era lo suficientemente bonita, así que loca como solo Jessy sabía ser, había mandado a poner más brillantes porque no le parecían suficientes... A Hanin le tocaba una de oro rosa para completar el trío de colores. Más les valía no tener más hijos a esos dos, porque contratar un alquimista para crear otro color de oro noble decididamente estaba fuera del presupuesto. Si! eran regalos tan ostentosos como inútiles que hasta asco daban, pero continuar la tradición a Jessy le parecía simpático y tampoco es que iba a ponerse a preguntarle a Frances si lo empeñaba por alcohol en Diagon o si los tenía guardaditos de recuerdo.
La cuestión interesante sucedió esa mañana cuando fue a retirar el presente de la orfebrería, ahí si terminó de reventar la cuenta de Gringost! Su planteo de fin de año, de disfrutar de los placeres de la vida a costa de ahogar nervios en zapatos nuevos, túnicas, bolsos, anillos... se le estaba yendo un poquíto de las manos. Pero quien podía negarse a comprar un vestido para la ocasión cuando por fin había encontrado uno de mangas ochentosas que le gustaba!? Y los zapatos a juego... Y el reloj de oro llevaba un descuento por el precio de la mencionada llave. Así que... de algún modo eran oportunidades! Adam, su "hermano tutor" sabría entender, además los negocios iban cada vez mejor, ella lo había vivido de primera mano porque ya lo había acompañado a un par de viajes de negocios... Aun no entendía muy bien aquello de "hay que estar atentos a la caída del muro" pero confiaba en que Adam si y eso bastaba.
Tan de buen humor la ponían las compras, que hasta había llegado tempranísimo (y sola, que aunque no creyeran no eran una misma persona con Kris, al cual recordaba haberle dicho algo al estilo - si vas, y haces cualquier idiotez, te rompo las piernas), disfrutado la ceremonia, hablado unas buenas palabras con el padre de Frances, ayudado a Jasmina a lavar copas (obvio con magia) y comídose dos bocaditos de quien sabe qué sin morir del asco... Había formas de estarse feliz! tarde quizá las estaba descubriendo Jessy, pero no por eso valían menos.... de hecho valía más.
- te traigo algo de tomar? - preguntó a Jass que cargaba a la niña. Si, Jessy estaba hasta servicial. Se iba a caer el mundo.
El regalo para Hanin no fue problema, lo tenía resuelto desde que Per había llegado al mundo. Cuando eso sucedió, Jessy y Frances estaban en su mejor momento, (no era una gran amistad para retratar en cuentos, pero conociéndolas pues...) y como presente la rubia había decidido que valía la pena tener para con el niño de Frances los mismos gestos que los Luttrel tenían para sus queridos: una llave de joyería (con la fecha del nacimiento). Chuchería que no servía para nada a menos que el crío tuviera necesidad de su peso en moneda corriente para escapar de los mortífagos volando en escoba con chofer, 12 meses seguidos, all inclusive. Cuando fue lo de Aimée, la cosa se complicó un poco porque era ahijada de Kris y ninguna llave era lo suficientemente bonita, así que loca como solo Jessy sabía ser, había mandado a poner más brillantes porque no le parecían suficientes... A Hanin le tocaba una de oro rosa para completar el trío de colores. Más les valía no tener más hijos a esos dos, porque contratar un alquimista para crear otro color de oro noble decididamente estaba fuera del presupuesto. Si! eran regalos tan ostentosos como inútiles que hasta asco daban, pero continuar la tradición a Jessy le parecía simpático y tampoco es que iba a ponerse a preguntarle a Frances si lo empeñaba por alcohol en Diagon o si los tenía guardaditos de recuerdo.
La cuestión interesante sucedió esa mañana cuando fue a retirar el presente de la orfebrería, ahí si terminó de reventar la cuenta de Gringost! Su planteo de fin de año, de disfrutar de los placeres de la vida a costa de ahogar nervios en zapatos nuevos, túnicas, bolsos, anillos... se le estaba yendo un poquíto de las manos. Pero quien podía negarse a comprar un vestido para la ocasión cuando por fin había encontrado uno de mangas ochentosas que le gustaba!? Y los zapatos a juego... Y el reloj de oro llevaba un descuento por el precio de la mencionada llave. Así que... de algún modo eran oportunidades! Adam, su "hermano tutor" sabría entender, además los negocios iban cada vez mejor, ella lo había vivido de primera mano porque ya lo había acompañado a un par de viajes de negocios... Aun no entendía muy bien aquello de "hay que estar atentos a la caída del muro" pero confiaba en que Adam si y eso bastaba.
Tan de buen humor la ponían las compras, que hasta había llegado tempranísimo (y sola, que aunque no creyeran no eran una misma persona con Kris, al cual recordaba haberle dicho algo al estilo - si vas, y haces cualquier idiotez, te rompo las piernas), disfrutado la ceremonia, hablado unas buenas palabras con el padre de Frances, ayudado a Jasmina a lavar copas (obvio con magia) y comídose dos bocaditos de quien sabe qué sin morir del asco... Había formas de estarse feliz! tarde quizá las estaba descubriendo Jessy, pero no por eso valían menos.... de hecho valía más.
- te traigo algo de tomar? - preguntó a Jass que cargaba a la niña. Si, Jessy estaba hasta servicial. Se iba a caer el mundo.
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Para Kristján, perderse el bautizo de Hanin había sido una posibilidad muy real en cuanto se enteró. Frances lo había invitado sin saber lo sucedido con su marido y aunque en un principio Kristján no había querido ir a hacer más lío, después de unos cuantos whiskys la idea sonaba genial. No había llegado con Jessy porque no había ido a la ceremonia y porque hasta le había inventado mil excusas para no ir, pero ya estaba apareciendo por la chimenea para dejar claro que le importaba una mierda lo que Tobias Alechinsky pensara. Aimeé era su maldita ahijada y él iba a estar ahí le gustara o no, aunque llegara tarde y con aliento alcohólico y las amenazas de Jessy de por medio.
Ni siquiera iba bien vestido como cuando se habían casado, iba como en un día normal, con jeans y una sudadera. Pero sí había pasado a comprarle un regalo a Hanin, una granjita de Fisher Price que tenía su techo rojo y sus animales y todo, para cuando la niña comenzara a sentarse sola y pudiera jugar. Era malo con la ropa de bebé así que pasó de eso. Dejó la caja en una mesa cualquiera, tirando sin querer algunos de los vasos que ya estaban ahí. Al primero que se acercó fue a Tobias Alechinsky, por supuesto.
-Felicidades por quitarle el pecado a tu hija. ¿Piensan seguir o van a parar ahí?-Se refería a la cantidad de hijos que parecían decididos a procrear. Le sonrió para acentuar el tono fastidioso antes de irse a saludar a Frances, ¿qué iba a hacer Tobias, lanzarle un avada enfrente de todos sus invitados?. Le señaló la caja del regalo de Hanin que había dejado por ahí.
-Creo que es juguete para niña de dos años, no sé muy bien cuánto tengan que esperar pero no importa, seguro le gusta.-La besó rápido en la mejilla antes de irse a su última parada, manosear a Jessy que estaba con Jasmine, quien cargaba a la festejada. Abrazó a la rubia por detrás y besó su mejilla.
-¿En serio están calificadas para cargar bebés? Si de casualidad se les cae de cabeza va a quedar como sus padres y es un mal destino para un niño. -Le dio un segundo beso a Jessy mientras clavaba sus dedos en la tela del vestido y lo arrugaba un poco por la cintura, como si estuviera deseoso de quitárselo. Igual podían esperar. En cuanto a Jasmine, ya no estaba enojado con ella, había sido algo momentáneo. -¿Qué hay de tomar? No me digan que puro kool-aid.
Ni siquiera iba bien vestido como cuando se habían casado, iba como en un día normal, con jeans y una sudadera. Pero sí había pasado a comprarle un regalo a Hanin, una granjita de Fisher Price que tenía su techo rojo y sus animales y todo, para cuando la niña comenzara a sentarse sola y pudiera jugar. Era malo con la ropa de bebé así que pasó de eso. Dejó la caja en una mesa cualquiera, tirando sin querer algunos de los vasos que ya estaban ahí. Al primero que se acercó fue a Tobias Alechinsky, por supuesto.
-Felicidades por quitarle el pecado a tu hija. ¿Piensan seguir o van a parar ahí?-Se refería a la cantidad de hijos que parecían decididos a procrear. Le sonrió para acentuar el tono fastidioso antes de irse a saludar a Frances, ¿qué iba a hacer Tobias, lanzarle un avada enfrente de todos sus invitados?. Le señaló la caja del regalo de Hanin que había dejado por ahí.
-Creo que es juguete para niña de dos años, no sé muy bien cuánto tengan que esperar pero no importa, seguro le gusta.-La besó rápido en la mejilla antes de irse a su última parada, manosear a Jessy que estaba con Jasmine, quien cargaba a la festejada. Abrazó a la rubia por detrás y besó su mejilla.
-¿En serio están calificadas para cargar bebés? Si de casualidad se les cae de cabeza va a quedar como sus padres y es un mal destino para un niño. -Le dio un segundo beso a Jessy mientras clavaba sus dedos en la tela del vestido y lo arrugaba un poco por la cintura, como si estuviera deseoso de quitárselo. Igual podían esperar. En cuanto a Jasmine, ya no estaba enojado con ella, había sido algo momentáneo. -¿Qué hay de tomar? No me digan que puro kool-aid.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Si estaba ahí, era por que le debía una disculpa a Frances. Me había largado de nuestra anterior salida antes de que tocara Sisters of Mercy, antes de decirle nada, antes de poder darme cuenta que estaba rompiendo los protocolos del buen amigo. Tampoco es que la hubiera dejado totalmente sola a su suerte, pero bueno, le debía una disculpa. Por eso le había llevado incluso un libro para su hija y todo. Yo nunca llevaba regalos, era un estudiante miserable, pero aparentemente todos los demás no lo eran, con un montón de dádivas sensibles para la niña.
Ya estaba ahí igual que los demás cuando todo era una cuestión familiar y me había mantenido más o menos al margen, deseando la muerte en silencio por ser tan socially awkward. A nadie le iba a confesar que la noche del Batcave había pasado la madrugada en paranoia afuera de Leicester Square esperando que Simon Miller viniera a matarme. Con signos de hipotermia llegué al apartamento de Jude y cuando me estaba duchando para volver a la vida seguía sintiendo que el agua de la regadera caía como serpientes de agua multicolor sobre mi, pero al menos ya no estaba tan paranoico.
No más drogas para mi en una buena temporada. Sólo drogas suaves. Había vaciado dos cervezas pasmosamente, sólo para dejar de sentirme fuera de lugar, intercambiando un par de palabras con Jasmine Hartmann, tan desenvuelta como siempre, e incluso con Jess aunque temía que en poco tiempo fuera a estar acompañada. No me quedó más remedio que estar medio pegado a Frances fingiendo que me apenaba muchísimo lo de la otra noche, tanto así que iba a estar ayudándola todo el día en su evento social.
-En serio, Frances, te lavaré la loza y terminaré de servir el pastel y esas cosas de ama de casa en bautizo. Es mi deber, por mal amigo- Le dije mientras, en efecto, llegaba la compañía de Jess. Cargar bebés, beber algo. Empecé a temer que otra vez me escaparía sin avisar. Eso, o iría a suicidarme con el cuchillo del pastel en el baño.
Ya estaba ahí igual que los demás cuando todo era una cuestión familiar y me había mantenido más o menos al margen, deseando la muerte en silencio por ser tan socially awkward. A nadie le iba a confesar que la noche del Batcave había pasado la madrugada en paranoia afuera de Leicester Square esperando que Simon Miller viniera a matarme. Con signos de hipotermia llegué al apartamento de Jude y cuando me estaba duchando para volver a la vida seguía sintiendo que el agua de la regadera caía como serpientes de agua multicolor sobre mi, pero al menos ya no estaba tan paranoico.
No más drogas para mi en una buena temporada. Sólo drogas suaves. Había vaciado dos cervezas pasmosamente, sólo para dejar de sentirme fuera de lugar, intercambiando un par de palabras con Jasmine Hartmann, tan desenvuelta como siempre, e incluso con Jess aunque temía que en poco tiempo fuera a estar acompañada. No me quedó más remedio que estar medio pegado a Frances fingiendo que me apenaba muchísimo lo de la otra noche, tanto así que iba a estar ayudándola todo el día en su evento social.
-En serio, Frances, te lavaré la loza y terminaré de servir el pastel y esas cosas de ama de casa en bautizo. Es mi deber, por mal amigo- Le dije mientras, en efecto, llegaba la compañía de Jess. Cargar bebés, beber algo. Empecé a temer que otra vez me escaparía sin avisar. Eso, o iría a suicidarme con el cuchillo del pastel en el baño.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: El Bautizo
Su madre intentó ponerle un vestido de mil colores que aparentemente disimulaban su nariz y enaltecía su mínimo pecho. Según ella hasta le iba a encantar a doña Burroughs porque ya era hora de que supiese que tenía piernas debajo de esos vaqueros que siempre usaba. Como ya no la aguantaba fue a casa de Margaret Wong, una amiga suya de la escuela que era medio zorra pero que siempre tenía una buena historia que contar, acabó de arreglarse allá y fueron juntas al bautizo.
La ceremonia estuvo linda, se la pasó del brazo de Gene porque estaban bien y cuando ya era momento de convivir en casa de Tobías y Frances simplemente le dijo que prefería no ir quedarse, que fuesen a comer. Como ella sí quería ir acordaron ir a comer otro día y sequedaría con Margaret, o pretendió hacerlo porque ella ya estaba yendo a quién sabía dónde con uno de los invitados. Una menos.
Jentsch no creía en esas cosas espirituales –seguramente porque ya estaría más que destinada al infierno- pero hasta les había llevado unos regalitos a los niños, estaban en tres cajas iguales, todas del mismo tamaño. Buscó pronto algo de comer y encontró unos emparedados cerca de Tobías, difícilmente hablaba con él sin Frances como interlocutora pero debía al menos felicitarlo, además sería muy evidente que lo evitaba si lo tenía justo en frente.
-Me dijiste que yo no iba a ser el padrino de los tres porque necesitaban alguien con altos valores, te puedo contar cosas de Syd y Kris que no te van a dejar dormir.-le dijo como saludo a Tobías, cogió un emparedado y se comió un pedazo antes de seguirle hablando-Si ves que no los quiero cargar es porque se me van a romper, no porque no los ame. Les traje varitas para que te destrocen la casa.
Puso en sus manos los paquetes porque no tenía idea de dónde colocarlos. La familia de Barunka hacía varitas desde hacía varios cientos de años , su abuelo le había hecho una para cada uno de los niños usando fotos y las explicaciones de Barunka respecto a quién era cada uno de ellos, cada una se activaba cuando el niño que le correspondía la tocaba, algo así como cuando tu varita te encuentra. Obviamente la de Per hacía más que la de Hanin o Aimée, pero eran cosas inofensivas, nada de cabellos de veela como núcleo, chispas y tonterías.
-¿Cómo va la vida de funcionario del Ministerio? ¿Tan aburrida como suena?-para no continuar con la incomodidad que tardíamente notó que podía causar en Tobías le pasó un vaso lleno con el vino que quedaba en el fondo de una botella como para brindar, ella se tendría que conformar con jugo de manzana, ojalá se hubiese fermentado.-
Barunka y Margaret (que ya se fue a vivir la buena vida)
La ceremonia estuvo linda, se la pasó del brazo de Gene porque estaban bien y cuando ya era momento de convivir en casa de Tobías y Frances simplemente le dijo que prefería no ir quedarse, que fuesen a comer. Como ella sí quería ir acordaron ir a comer otro día y sequedaría con Margaret, o pretendió hacerlo porque ella ya estaba yendo a quién sabía dónde con uno de los invitados. Una menos.
Jentsch no creía en esas cosas espirituales –seguramente porque ya estaría más que destinada al infierno- pero hasta les había llevado unos regalitos a los niños, estaban en tres cajas iguales, todas del mismo tamaño. Buscó pronto algo de comer y encontró unos emparedados cerca de Tobías, difícilmente hablaba con él sin Frances como interlocutora pero debía al menos felicitarlo, además sería muy evidente que lo evitaba si lo tenía justo en frente.
-Me dijiste que yo no iba a ser el padrino de los tres porque necesitaban alguien con altos valores, te puedo contar cosas de Syd y Kris que no te van a dejar dormir.-le dijo como saludo a Tobías, cogió un emparedado y se comió un pedazo antes de seguirle hablando-Si ves que no los quiero cargar es porque se me van a romper, no porque no los ame. Les traje varitas para que te destrocen la casa.
Puso en sus manos los paquetes porque no tenía idea de dónde colocarlos. La familia de Barunka hacía varitas desde hacía varios cientos de años , su abuelo le había hecho una para cada uno de los niños usando fotos y las explicaciones de Barunka respecto a quién era cada uno de ellos, cada una se activaba cuando el niño que le correspondía la tocaba, algo así como cuando tu varita te encuentra. Obviamente la de Per hacía más que la de Hanin o Aimée, pero eran cosas inofensivas, nada de cabellos de veela como núcleo, chispas y tonterías.
-¿Cómo va la vida de funcionario del Ministerio? ¿Tan aburrida como suena?-para no continuar con la incomodidad que tardíamente notó que podía causar en Tobías le pasó un vaso lleno con el vino que quedaba en el fondo de una botella como para brindar, ella se tendría que conformar con jugo de manzana, ojalá se hubiese fermentado.-
Barunka y Margaret (que ya se fue a vivir la buena vida)
Barunka Jentsch- Mensajes : 89
Fecha de inscripción : 16/12/2014
Re: El Bautizo
Primero que nada, estaba odiando a todo mundo porque la habían traicionado. Hablaba de Jasmine, Jessy y todas las demás, que obviamente se habían aparecido ahí en vestido, tan monas ellas, mientras Frances pensaba que bautizar a Hanin en jeans y suéter estaba más que bien. Claro que Annapola le había lanzado una mirada de pistola del terror que la había obligado a hacer una aparición a escondidas en el confesionario y largarse a ponerse rápido algo más decente. Malditas todas. Encima Tobias –no sabía si en broma o en serio-le había soltado un comentario sobre “lo bien que pretendía
Ahora bien, ella no entendía del todo ese asunto del pecado y demás, pero le gustaba la idea de hacer una fiesta en honor a Hanin y de tener algún lazo inútil con Syd como lo tenía con Kris y con David. Había pasado gran parte del rato con su papá después de la ceremonia, dejándolo que cargara a Hanin y que malcriara a todo mundo, sirviéndole en los vasos buenos y desviviéndose por él como si no lo hubiera visto en años. Cuando él y su mamá, que tenía la mirada del juicio de los cielos, se habían marchado, igual que sus suegros, se había sentido liberada del estrés por fin. Moría por ir al patio a fumar un poco, pero se mantenía adentro con los demás, tratando de recoger un poco del desastre que había quedado.
-Mira Hutchins, para que te perdone tu deslealtad tienes que cantarme algo. Enfrente de todo dios. No me importa si no lavas la loza.
Si aquella noche en la Batcave no se hubiera quedado David, se hubiera suicidado. Cuando llegó Kristján, Frances lo siguió con la mirada mientras iba a saludar a Tobias, no tenía ni media idea de lo que había pasado. Después le sonrió cuando llegó con ella y le agradeció la granjita o lo que fuera.
-Me muero por un cigarro, ¿vamos afuera?
Eso se lo dijo a Hutchins – seguiría llamándolo por su apellido hasta que lo perdonara- justo cuando un huracán de tormento pasó corriendo entre sus piernas y las de Kit. Era Aimeé, que a esas horas estaba drogada con azúcar y corría directamente hacia Kristján.
-PADRINOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ¿QUIÉN ES ESTA FEA? SUÉLTALO, ES MÍO, ES MÍO, MÍO, MÍO, MÍO, MÍO, MÍO, MÍO.
La fea, por supuesto, era Jessy. Y Aimeé gritaba eso a todo pulmón mientras intentaba colgarse a Sveinsson como un chango y empujar a Jessy a como diera lugar.
-Por dios, controla a esa fiera de Satanás. Lánzale un desmaius y que ya se duerma.
Frances le hizo señas a Tobias para que auxiliara, la niña solía hacerle más caso a su padre, naturalmente.
-SUÉLTALO, SUÉEEEEEEELTALO
________
ropa ¬¬
Ahora bien, ella no entendía del todo ese asunto del pecado y demás, pero le gustaba la idea de hacer una fiesta en honor a Hanin y de tener algún lazo inútil con Syd como lo tenía con Kris y con David. Había pasado gran parte del rato con su papá después de la ceremonia, dejándolo que cargara a Hanin y que malcriara a todo mundo, sirviéndole en los vasos buenos y desviviéndose por él como si no lo hubiera visto en años. Cuando él y su mamá, que tenía la mirada del juicio de los cielos, se habían marchado, igual que sus suegros, se había sentido liberada del estrés por fin. Moría por ir al patio a fumar un poco, pero se mantenía adentro con los demás, tratando de recoger un poco del desastre que había quedado.
-Mira Hutchins, para que te perdone tu deslealtad tienes que cantarme algo. Enfrente de todo dios. No me importa si no lavas la loza.
Si aquella noche en la Batcave no se hubiera quedado David, se hubiera suicidado. Cuando llegó Kristján, Frances lo siguió con la mirada mientras iba a saludar a Tobias, no tenía ni media idea de lo que había pasado. Después le sonrió cuando llegó con ella y le agradeció la granjita o lo que fuera.
-Me muero por un cigarro, ¿vamos afuera?
Eso se lo dijo a Hutchins – seguiría llamándolo por su apellido hasta que lo perdonara- justo cuando un huracán de tormento pasó corriendo entre sus piernas y las de Kit. Era Aimeé, que a esas horas estaba drogada con azúcar y corría directamente hacia Kristján.
-PADRINOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ¿QUIÉN ES ESTA FEA? SUÉLTALO, ES MÍO, ES MÍO, MÍO, MÍO, MÍO, MÍO, MÍO, MÍO.
La fea, por supuesto, era Jessy. Y Aimeé gritaba eso a todo pulmón mientras intentaba colgarse a Sveinsson como un chango y empujar a Jessy a como diera lugar.
-Por dios, controla a esa fiera de Satanás. Lánzale un desmaius y que ya se duerma.
Frances le hizo señas a Tobias para que auxiliara, la niña solía hacerle más caso a su padre, naturalmente.
-SUÉLTALO, SUÉEEEEEEELTALO
________
ropa ¬¬
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Vaya si hacía frío en esos días, lo notaba cuando sin siquiera darse cuenta se ponía más de dos capas de ropa. Como le aterraba la idea de ir a una residencia muggle sola (aunque realmente fuera una casa de magos), decidió llevar a su hermano mayor, con el que mejor se llevaba de hecho, por convivir mucho con él últimamente desde que había conseguido ese trabajo en Brigantia. No sabía exactamente qué era un bautizo; había estado desde el principio de la ceremonia, algo avergonzada por la pequeña mancha de ceniza que le había quedado a su falda por haber llegado por la chimenea.
Naturalmente saludó a Annapola y a Demetrius Burroughs, de hecho sus tíos lejanos, todas las familias mágicas de tradición estaban conectadas. A ella siempre le había dado bastante igual, pero estaba acostumbrada a esas cosas y era difícil negar que no pertenecía totalmente a ese mundo tan anticuado. Su misma ropa lo confirmaba, sobre todo al ver cómo iban las demás, tan modernas.
Juntó algunos platos sucios y los llevó a la cocina, ahogando un bostezo por haber sido de las pocas que habían estado desde la ceremonia. Ya parecía que el bautizo se estaba convirtiendo en fiesta y le dieron ganas de buscar algo de beber. Aunque tenía confianza en la casa Alechinsky, no era tanta como para abrir un refrigerador (ya sabía lo que era, no era tan anticuada). Soltó una risita con Aimée siendo posesiva con Kristján; seguro a Jessy no le haría tanta gracia.
-¿Qué le diste a esa niña? Frances, dame algo de beber, Augustus me da permiso- naturalmente era una broma (lo del permiso). Frances sabía que desde que estaba en Brigantia era mucho menos tímida, salía a veces, bebía… pero claro, siempre sería la misma, a menos que ocurriera un milagro revolucionador. -Perdón por interrumpirlos- dijo al darse cuenta que estaba hablando con aquel chico de Cerridwen al que se encontraba seguido en la biblioteca.
Naturalmente saludó a Annapola y a Demetrius Burroughs, de hecho sus tíos lejanos, todas las familias mágicas de tradición estaban conectadas. A ella siempre le había dado bastante igual, pero estaba acostumbrada a esas cosas y era difícil negar que no pertenecía totalmente a ese mundo tan anticuado. Su misma ropa lo confirmaba, sobre todo al ver cómo iban las demás, tan modernas.
Juntó algunos platos sucios y los llevó a la cocina, ahogando un bostezo por haber sido de las pocas que habían estado desde la ceremonia. Ya parecía que el bautizo se estaba convirtiendo en fiesta y le dieron ganas de buscar algo de beber. Aunque tenía confianza en la casa Alechinsky, no era tanta como para abrir un refrigerador (ya sabía lo que era, no era tan anticuada). Soltó una risita con Aimée siendo posesiva con Kristján; seguro a Jessy no le haría tanta gracia.
-¿Qué le diste a esa niña? Frances, dame algo de beber, Augustus me da permiso- naturalmente era una broma (lo del permiso). Frances sabía que desde que estaba en Brigantia era mucho menos tímida, salía a veces, bebía… pero claro, siempre sería la misma, a menos que ocurriera un milagro revolucionador. -Perdón por interrumpirlos- dijo al darse cuenta que estaba hablando con aquel chico de Cerridwen al que se encontraba seguido en la biblioteca.
Bella Freud- Mensajes : 18
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Como Frances enseñaba algo de cintura (y su esposo no estaba inmediatamente a un lado de ella) aproveché para molestarla y ponerle la botella fría sobre la piel. No había tenido la bonita oportunidad de convivir con la familia de Frances pero sospechaba que estaba vestida así por convención social, por ocasión especial o lo que fuera; igual no me parecía que estuviera disfrazada de señora madre de familia. Si le quitaba el escenario de casa familiar y a los niños, seguía pareciendo una estudiante de magia en nivel universitario y ya. Bueno, una de las guapas.
-¿En serio me harás cantarte en público, así de grave fue mi ofensa?- el asunto de la guitarra siempre lo había dejado para un público bastante limitado y de hecho decir que había tenido un recital de 5 personas máximo era exagerar. Pero sí le había compuesto un par de canciones extrañas a Frances.
-Sí, yo también quiero uno…- y me interrumpí cuando la hija del medio de Frances iba hasta Sveinsson a celarlo como novia posesiva, a los tres años o algo así. La situación era graciosa, nadie iba a poder negarlo, aunque quizás no tan graciosa para Jessy con su vestido corto y su nuevo novio que ya tenía dueña, como se lo hacían notar. Me reí discretamente cuando Frances intentaba que su esposo interviniera.
Y antes de cualquier otra cosa, Bella Freud llegaba a conversar con Frances. Era una chica muy linda, un año mayor que yo, demasiado “bruja” como se podía notar a simple vista. Yo lo único que sentí fue la presión social de sonreírle con algo más que cortesía, tener que coquetear, lo que fuera. Era agotador estar entre la gente, no iba a mentir. Exhalé como si estuviera sometiéndome a una dura prueba y tomé una cerveza más antes de adelantarme al patio, como en esa casa había niños, aparentemente nadie fumaba así tan a la ligera.
-No te preocupes. Yo iba a salir por un cigarrillo- me disculpé, poniéndome la chamarra por que ya hacía frío. Justo como lo había prometido, huía de las situaciones sociales con el pretexto de fumar y mirar el resto de las casas apretujadas con sus jardines traseros. Iba a ser una larga noche, y ahora no estaba drogado para huír de nuevo con ese pretexto.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: El Bautizo
Muchos llevaban ya un rato ahí, como Jasmine, Bella, incluso Jessy. Era extraño ponerse a pensar que Jasmine terminaría por cargar a su tercera hija en un bautizo, si se lo hubieran dicho años antes seguramente se carcajearía de lo inverosímil que resultaba. Pero ahora era simple, perfecto, normal. Después de todo estaban juntos, habían sobrevivido, continuado. Le llegaban los pensamientos cursis cuando tenía a sus hijos y a sus amigos cerca, lo bueno era que nadie podía adivinarlo.
-La puedes cargar cuanto quieras, es más, te regalo una tarde entera con ella. Per y Aimée vienen en la promoción de regalo- Por puro instinto le acomodó la diadema a Hanin cuando estaba en brazos de Jasmine.
La verdad era que no le sorprendía ver a Sveinsson ahí, aunque igual sospechaba que en algún momento el islandés pensaba vengarse de aquella locura ¿Por qué? por que no era ningún tipo sencillo de apaciguar, sentía que aguardaría cuando fuera necesario para al menos devolverle algo del susto que él le había dado. Y sí, era raro verlo ahí, con Jessy, como si nada, llevándole regalos a su hija y conviviendo como siempre. No esperaba que las cosas fueran así para siempre.
-Yo no decido esas cosas, es Frances. Elige hombres ejemplares, evidentemente- le respondió a Barunka por ironizar, agradeciéndole el regalo sinceramente y poniéndolo a salvo. No iba a darles nada a los niños como para que tuvieran el poder de hacer un desastre en un momento social, que todo se saldría de control. -Es bastante horrible, para ser honesto. Pero hay mucho tiempo muerto y se puede hacer otras cosas mientras finges que trabajas. La vida del burócrat… Se quedó a medias con su frase al ver el escándalo de Aimée, por que si no era suficientemente bochornosa su relación con el islandés. Por supuesto, tuvo que hacer caso a su esposa.
-Deja de molestar drillesyg- dijo mientras se acuclillaba para ponerse a la altura de Aimée. Era una bestia furiosa, pero usualmente le hacía caso a su padre, aunque lo mirara como si acabara de asesinar a diez cachorros frente a ella. -Discúlpenla, tiene impulsos asesinos. Es de familia- le dijo a Jessy y a Sveinsson, mirando a este último con una sonrisita maliciosa. -Discúlpate Aimée, esas cosas no se le dicen a la gente
-La puedes cargar cuanto quieras, es más, te regalo una tarde entera con ella. Per y Aimée vienen en la promoción de regalo- Por puro instinto le acomodó la diadema a Hanin cuando estaba en brazos de Jasmine.
La verdad era que no le sorprendía ver a Sveinsson ahí, aunque igual sospechaba que en algún momento el islandés pensaba vengarse de aquella locura ¿Por qué? por que no era ningún tipo sencillo de apaciguar, sentía que aguardaría cuando fuera necesario para al menos devolverle algo del susto que él le había dado. Y sí, era raro verlo ahí, con Jessy, como si nada, llevándole regalos a su hija y conviviendo como siempre. No esperaba que las cosas fueran así para siempre.
-Yo no decido esas cosas, es Frances. Elige hombres ejemplares, evidentemente- le respondió a Barunka por ironizar, agradeciéndole el regalo sinceramente y poniéndolo a salvo. No iba a darles nada a los niños como para que tuvieran el poder de hacer un desastre en un momento social, que todo se saldría de control. -Es bastante horrible, para ser honesto. Pero hay mucho tiempo muerto y se puede hacer otras cosas mientras finges que trabajas. La vida del burócrat… Se quedó a medias con su frase al ver el escándalo de Aimée, por que si no era suficientemente bochornosa su relación con el islandés. Por supuesto, tuvo que hacer caso a su esposa.
-Deja de molestar drillesyg- dijo mientras se acuclillaba para ponerse a la altura de Aimée. Era una bestia furiosa, pero usualmente le hacía caso a su padre, aunque lo mirara como si acabara de asesinar a diez cachorros frente a ella. -Discúlpenla, tiene impulsos asesinos. Es de familia- le dijo a Jessy y a Sveinsson, mirando a este último con una sonrisita maliciosa. -Discúlpate Aimée, esas cosas no se le dicen a la gente
Tobias Alechinsky- Mensajes : 47
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Se reía de buena gana con los comentarios de Tobias, porque Jass era de esas personas que cuantos más críos tenía a su alrededor más feliz de ponía o eso parecía. Le sentaba genial la bebé en los brazos y ya se la imaginaba con toda una camada correteandole por al rededor... Que no necesariamente iban a ser de David, porque Jessy a esa relación no le veía ningún futuro... "si te cagan una vez... " y Jass no buscaba un novio florero como para aguantarse esas cosas, no?. Pero bueno, esos pensamientos se los guardaba para ella.
Ahora lo de Kris presentándose ahí, si le hizo fruncir la nariz. Que no le había puesto mil escusas para no ir? Que no es que se había peleado con Tobias en el bar de David y nadie largaba detalles? Cabe decir que Jessy tampoco había preguntado por demás pues no quería saber, porque ella estaba arreglando sus cosas con Frances como le había prometido en la enfermería y hasta tenía hace veinte días un zorrito que la perseguía hasta cuando iba al baño y le ocupaba toda la cama, y que reclamaba comida y se enfermaba de otitis por el frío... Y además... olía a alcohol? pero si apenas había anochecido! - donde estuviste? -
Claro, era muy divertido cuando todos estaban tomados, pero ir a un bautismo así? Para que? para montar escenas! evidente. Dos besos y ella también se iba a largar a fumar con Frances, Kit, Barunka o quien fuera. O... le partía las piernas como había prometido, a ver si así adquiría algo de autoridad (ilusa!). Pero no pudo hacer ni una cosa ni la otra, porque su ahijada lo salvó. Y lo salvó bien justito que Jessy ya estaba dándose la vuelta para susurrarle un montón de barbaridades entre dientes.
Para Jessy, Aimée era la viva imagen de Frances... no lo físico que era una beba aun, sino que así y todo tenía la mano pesada como su madre y los escandaletes de la morocha, ya podía imaginársela en una década molestando a todo dios en Hogwarts, por torturar... Y eso era simpático, cuando uno tenía 20 años más. Se hizo a un lado de buena gana y terminó mirando el espectáculo al lado de Jass, acariciándose su propio hombro porque a Kris también le quedaban lindo los niños. Y hasta borracho era mono, así que nada... A menos que se le cayera de los brazos la cría y ahí si todo se iría al traste... Y también negando con el rostro a Tobias, que se disculpaba o no se qué.
Alzó los hombros restando importancias, porque en sí no había pasado nada y todas las mujeres amaban a Kris con locura, como correspondía. Y a Jessy los niños como las mascotas le daban igual... y tenía zapatos nuevos.
Ahora lo de Kris presentándose ahí, si le hizo fruncir la nariz. Que no le había puesto mil escusas para no ir? Que no es que se había peleado con Tobias en el bar de David y nadie largaba detalles? Cabe decir que Jessy tampoco había preguntado por demás pues no quería saber, porque ella estaba arreglando sus cosas con Frances como le había prometido en la enfermería y hasta tenía hace veinte días un zorrito que la perseguía hasta cuando iba al baño y le ocupaba toda la cama, y que reclamaba comida y se enfermaba de otitis por el frío... Y además... olía a alcohol? pero si apenas había anochecido! - donde estuviste? -
Claro, era muy divertido cuando todos estaban tomados, pero ir a un bautismo así? Para que? para montar escenas! evidente. Dos besos y ella también se iba a largar a fumar con Frances, Kit, Barunka o quien fuera. O... le partía las piernas como había prometido, a ver si así adquiría algo de autoridad (ilusa!). Pero no pudo hacer ni una cosa ni la otra, porque su ahijada lo salvó. Y lo salvó bien justito que Jessy ya estaba dándose la vuelta para susurrarle un montón de barbaridades entre dientes.
Para Jessy, Aimée era la viva imagen de Frances... no lo físico que era una beba aun, sino que así y todo tenía la mano pesada como su madre y los escandaletes de la morocha, ya podía imaginársela en una década molestando a todo dios en Hogwarts, por torturar... Y eso era simpático, cuando uno tenía 20 años más. Se hizo a un lado de buena gana y terminó mirando el espectáculo al lado de Jass, acariciándose su propio hombro porque a Kris también le quedaban lindo los niños. Y hasta borracho era mono, así que nada... A menos que se le cayera de los brazos la cría y ahí si todo se iría al traste... Y también negando con el rostro a Tobias, que se disculpaba o no se qué.
Alzó los hombros restando importancias, porque en sí no había pasado nada y todas las mujeres amaban a Kris con locura, como correspondía. Y a Jessy los niños como las mascotas le daban igual... y tenía zapatos nuevos.
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
A Kristján ni se le pasaba por la cabeza que Jessy estuviera enojada con él, al contrario, ¿no le daba gusto de verlo luego de que al parecer no se iba a presentar? Él estaría contento de verla a ella si el caso fuera el opuesto. De todos modos no notó nada raro, excepto por el demonio de tazmania que estaba hecha Aimeé, que corría a saludarlo como siempre hacía, pero agregándole una buena dosis de celos infantiles que lo hicieron reírse muy fuerte mientras la alzaba para cargarla y sacudirla como si fuera un animalito.
-Tuyo, tuyo, tuyo, dame un beso-Pero era él quien le estampaba un beso en la mejilla antes de que su bien portado papá se apareciera con sus atinadísimos comentarios. Se creía tan listo y tan audaz el grandísimo hijo de puta. Hacía bien en pensar que las cosas no habían quedado ahí luego de su idiotez y que iba a buscar la manera de vengarse, hacía bien en esperarlo. Dejó a Aimeé en el suelo, antes de darle un último beso en su cabeza despeinada por jugar y mirar a Alechinsky directo a los ojos. Qué ganas tenía de romperle toda la cara, pero no lo haría ahí enfrente de su ahijada, ni enfrente de Frances, ni con toda esa gente festejando.
-Estaba por ahí…preocúpate si aparezco en una cuneta un día y nadie sabe qué me pasó.-Le dijo a Jessy pero miraba a Tobias. Estaba furioso. Apretó los puños y se abrió paso empujando a Alechinsky, pero sonriendo a Aimeé-Ahora vuelvo.
Necesitaba aire, alcohol, una línea, por lo menos un cigarro. Palpó los bolsillos de las muchas bolsas de su pantalón militar buscando un cigarro para aliviarle un poco la ansiedad. Había sido mala idea ir ahí, lo sabía pero no podía evitar buscarse problemas gratuitos. Salió al patio cuando ya llevaba el cigarro entre los labios. El que estaba ahí era Hutchins, más mala suerte.
-Joder, ¿hoy no tienes ganas de besar novias ajenas en los escoberos para pretender que no eres un marica de mierda? La mía está disponible, juro que no te partiré la cara, o quién sabe, mi humor está cambiante hoy.-Dio una calada y miró a Hutchins con desprecio, el pobre tipo ni se lo merecía en ese momento pero estaba tan asqueado de Alechinsky que no podía evitar desquitarse con cualquiera, se había salido para no hacerlo con Jessy. -Piérdete de mi vista.
-Tuyo, tuyo, tuyo, dame un beso-Pero era él quien le estampaba un beso en la mejilla antes de que su bien portado papá se apareciera con sus atinadísimos comentarios. Se creía tan listo y tan audaz el grandísimo hijo de puta. Hacía bien en pensar que las cosas no habían quedado ahí luego de su idiotez y que iba a buscar la manera de vengarse, hacía bien en esperarlo. Dejó a Aimeé en el suelo, antes de darle un último beso en su cabeza despeinada por jugar y mirar a Alechinsky directo a los ojos. Qué ganas tenía de romperle toda la cara, pero no lo haría ahí enfrente de su ahijada, ni enfrente de Frances, ni con toda esa gente festejando.
-Estaba por ahí…preocúpate si aparezco en una cuneta un día y nadie sabe qué me pasó.-Le dijo a Jessy pero miraba a Tobias. Estaba furioso. Apretó los puños y se abrió paso empujando a Alechinsky, pero sonriendo a Aimeé-Ahora vuelvo.
Necesitaba aire, alcohol, una línea, por lo menos un cigarro. Palpó los bolsillos de las muchas bolsas de su pantalón militar buscando un cigarro para aliviarle un poco la ansiedad. Había sido mala idea ir ahí, lo sabía pero no podía evitar buscarse problemas gratuitos. Salió al patio cuando ya llevaba el cigarro entre los labios. El que estaba ahí era Hutchins, más mala suerte.
-Joder, ¿hoy no tienes ganas de besar novias ajenas en los escoberos para pretender que no eres un marica de mierda? La mía está disponible, juro que no te partiré la cara, o quién sabe, mi humor está cambiante hoy.-Dio una calada y miró a Hutchins con desprecio, el pobre tipo ni se lo merecía en ese momento pero estaba tan asqueado de Alechinsky que no podía evitar desquitarse con cualquiera, se había salido para no hacerlo con Jessy. -Piérdete de mi vista.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Ese pequeño rush de nicotina nunca había sido uno de mis grandes vicios; quizás tenía que ver que había fumado hierba antes que tabaco en mi experiencia con sustancias suaves, y el cigarrillo siempre me había sabido a casi nada. Si fumaba era por que me encantaba que decir “voy por un cigarrillo” era una forma perfecta para darse un respiro de cualquier situación: académica, laboral o social. La mejor de las coartadas. Por eso estaba ahí expulsando el humo.
No tenía ningún pensamiento claro en mente, salvo lo que había charlado con Barunka y con Amy hacía días, los secretos y las locuras que habían salido a la luz. Me alegraba, a pesar de haber despertado paranoico pensando que había contado demasiadas indiscreciones, pero después se me había quitado. Por que se me ocurría ya que ser más indiscreto era algo de lo que necesitaba. Miré hacia arriba, y perdido como estaba en mis recuerdos no noté de inmediato la presencia de Kristján hasta que la puerta del patio se cerraba, dejándonos en incómoda compañía.
Había poco que pudiera agregar a la relación que tenía con el islandés, salvo una gran incomodidad por que parecía nunca superar su complejo de niño sin amor a través de joder a los demás. Tomando en cuenta que, además, era el protagonista de muchos de los dramas que había escuchado recientemente, todo se volvía un poco peor. Entorné los ojos como si me estuviera hablando en su idioma natal cuando soltaba su discurso de alcohólico territorial. No podía creer que siguiera citando lo de Frances.
-¿De verdad, Sveinsson? ¿Todavía?- le pregunté a media voz, quizás lo más valiente que jamás en la vida le hubiera dicho, por que antes era un pasivo total que sólo desviaba la mirada hasta que se cansaran de fastidiar, pero eso no ocurría casi nunca. La verdad era que después de tantos años empezaba a cansarme hacer para no provocar, ceder, alejarme.
-¿Sabes? por una vez en tu vida deberías madurar un poco, esto no es el colegio, ni tienes quince años, ni te vas a comprar una vida llegando a gritarle a cualquiera que decides que te molesta- Suicidándome, eso era lo que estaba haciendo. Sentía un subidón de adrenalina como nada antes, como si me estuviera drogando -¿CUÁL es tu puto problema? ¿No puedes dejarme en paz de una vez? O encuentras a otro para descargar lo mucho que debes odiar tu vida, o tendremos de verdad un problema. Así que crece y deja de joder. se lo estaba diciendo bastante cerca, como para que me matara de un cabezazo o algo así. Si ocurría tampoco es que me fuera a sorprender demasiado.
No tenía ningún pensamiento claro en mente, salvo lo que había charlado con Barunka y con Amy hacía días, los secretos y las locuras que habían salido a la luz. Me alegraba, a pesar de haber despertado paranoico pensando que había contado demasiadas indiscreciones, pero después se me había quitado. Por que se me ocurría ya que ser más indiscreto era algo de lo que necesitaba. Miré hacia arriba, y perdido como estaba en mis recuerdos no noté de inmediato la presencia de Kristján hasta que la puerta del patio se cerraba, dejándonos en incómoda compañía.
Había poco que pudiera agregar a la relación que tenía con el islandés, salvo una gran incomodidad por que parecía nunca superar su complejo de niño sin amor a través de joder a los demás. Tomando en cuenta que, además, era el protagonista de muchos de los dramas que había escuchado recientemente, todo se volvía un poco peor. Entorné los ojos como si me estuviera hablando en su idioma natal cuando soltaba su discurso de alcohólico territorial. No podía creer que siguiera citando lo de Frances.
-¿De verdad, Sveinsson? ¿Todavía?- le pregunté a media voz, quizás lo más valiente que jamás en la vida le hubiera dicho, por que antes era un pasivo total que sólo desviaba la mirada hasta que se cansaran de fastidiar, pero eso no ocurría casi nunca. La verdad era que después de tantos años empezaba a cansarme hacer para no provocar, ceder, alejarme.
-¿Sabes? por una vez en tu vida deberías madurar un poco, esto no es el colegio, ni tienes quince años, ni te vas a comprar una vida llegando a gritarle a cualquiera que decides que te molesta- Suicidándome, eso era lo que estaba haciendo. Sentía un subidón de adrenalina como nada antes, como si me estuviera drogando -¿CUÁL es tu puto problema? ¿No puedes dejarme en paz de una vez? O encuentras a otro para descargar lo mucho que debes odiar tu vida, o tendremos de verdad un problema. Así que crece y deja de joder. se lo estaba diciendo bastante cerca, como para que me matara de un cabezazo o algo así. Si ocurría tampoco es que me fuera a sorprender demasiado.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: El Bautizo
Sólo rio ante la oferta de quedarse con sus hijos, eso no iba a suceder porque se sentía incapaz de cuidar niños. Se los iba a entregar como recién salidos de la jungla, malcriados y hechos un desastre, con chocolate hasta en los oídos y sin el más mínimo deseo de obedecer a cualquier cosa que se les diga. No se veía como madre y esperaba que si alguna vez le tocaba serlo le llegase a una edad en la que fuese mucho más madura que en ese momento.
Lamentaba que el trabajo fuese tan pesado para Tobías, ella estudiaba zoología porque no se veía tras un escritorio, se aburriría, enloquecería. Iba a responderle con alguna broma respecto a su desgracia cuando escuchó una de las cosas más divertidas que habían llegado a sus oídos en meses.
Definitivamente Aimeé era su favorita, lo que le dijo a Jessy la dejó con una enorme sonrisa y si no se rió como una desquiciada fue porque no quería restarle importancia a lo que le iba diciendo Tobías como reprimenda. Le iba a dar una bolsa enorme de dulces, le iba a comprar un castillo de princesa, le iba a dar mil muñecos de hipogrifo por ser tan linda.
Hasta le hizo olvidar lo enfermizo que le resultaba ver a la parejita del momento, dejó que se quedasen luchando esa batalla evidentemente ganada por Aimée y fue con Frances a darle un gran beso en la mejilla justo cuando Kit se perdía de su vista. A Bella le pasó un brazo por detrás de los hombros antes de darle también un beso pero menos sonoro.
-Amo a tu hija Frances, es mi favorita del día.-le dijo como todo saludo acomodándose el cabello en un moño mal hecho porque el viento comenzaba a echárselo todo en el rostro y era molesto.-Yo te doy algo de beber que Frances debe estar exhausta, Tobías me dijo que me sienta como en casa.-era una mentira, pero supuso que Frances apreciaría algo más de ayuda, realmente no sabía cómo lo lograba con tres niños.-
-¿Cómo qué les provoca? Seré su mesera del día.
Lamentaba que el trabajo fuese tan pesado para Tobías, ella estudiaba zoología porque no se veía tras un escritorio, se aburriría, enloquecería. Iba a responderle con alguna broma respecto a su desgracia cuando escuchó una de las cosas más divertidas que habían llegado a sus oídos en meses.
Definitivamente Aimeé era su favorita, lo que le dijo a Jessy la dejó con una enorme sonrisa y si no se rió como una desquiciada fue porque no quería restarle importancia a lo que le iba diciendo Tobías como reprimenda. Le iba a dar una bolsa enorme de dulces, le iba a comprar un castillo de princesa, le iba a dar mil muñecos de hipogrifo por ser tan linda.
Hasta le hizo olvidar lo enfermizo que le resultaba ver a la parejita del momento, dejó que se quedasen luchando esa batalla evidentemente ganada por Aimée y fue con Frances a darle un gran beso en la mejilla justo cuando Kit se perdía de su vista. A Bella le pasó un brazo por detrás de los hombros antes de darle también un beso pero menos sonoro.
-Amo a tu hija Frances, es mi favorita del día.-le dijo como todo saludo acomodándose el cabello en un moño mal hecho porque el viento comenzaba a echárselo todo en el rostro y era molesto.-Yo te doy algo de beber que Frances debe estar exhausta, Tobías me dijo que me sienta como en casa.-era una mentira, pero supuso que Frances apreciaría algo más de ayuda, realmente no sabía cómo lo lograba con tres niños.-
-¿Cómo qué les provoca? Seré su mesera del día.
Barunka Jentsch- Mensajes : 89
Fecha de inscripción : 16/12/2014
Re: El Bautizo
Kristján tiró el cigarrillo a medio fumar en el suelo en un gesto dramático cuando escuchó a Hutchins enfrentarlo. Lo bueno, supuestamente, de meterte con ese tipo de tíos era que jamás te hacían frente como lo estaba haciendo ese pequeño renacuajo, por lo que servían mucho como desahogo. Ahora resultaba que no podía hacer su voluntad porque Hutchins ya se había cansado. Lo miró desafiante luego de que tiró el cigarro y caminó hasta él, le dio un empujón.
-Sí, todavía y hasta que se me de la puta gana. ¿Vas a hablarme de madurez, Hutchins? ¿Vas a hablarme de cómo tengo que comportarme?-Le dio un segundo empujón. Como ya estaba muy enojado el acento se le marcaba más sin que se diera cuenta.
-¿Crees que tú puedes darme un problema a mi?-Le dijo como si no valiera nada, aunque en realidad no tenía muchas cosas de qué preocuparse si podía decir que había sobrevivido a más de un avada kedavra y que uno, vaya cosa, se lo había lanzado alguien a quien consideraba “cercano”, no era cualquier cosa.
Ahora todo mundo parecía querer restregárselo, que le encantaba vaciar sus traumas infantiles, aunque por cierto no tenía ninguno, jodiendo a los demás. ¿Qué traumas podía tener? ¿Todo ese maltrato en Durmstrang hasta que había aprendido a defenderse? Podría ser, podría ser que estuviera tomando el lugar de la gente que odiaba, para anticipar que no volviera a sucederle a él, como ser el victimario antes que la víctima una vez más.
-Anda, por favor, por favor dame un maldito problema.-Lo retó con una especie de risa desesperada, que estaba a la mitad entre ser una burla y la mitad de una risa histérica por estar jodido hasta no poder más. Quería dejarlo ahí, volver adentro, estar con Jessy, incluso jugar con Aimee un rato con tal de poder pasarla bien sin preocupaciones al menos una maldita vez, pero también quería ponerle a alguien un ojo morado por lo menos.
-Sí, todavía y hasta que se me de la puta gana. ¿Vas a hablarme de madurez, Hutchins? ¿Vas a hablarme de cómo tengo que comportarme?-Le dio un segundo empujón. Como ya estaba muy enojado el acento se le marcaba más sin que se diera cuenta.
-¿Crees que tú puedes darme un problema a mi?-Le dijo como si no valiera nada, aunque en realidad no tenía muchas cosas de qué preocuparse si podía decir que había sobrevivido a más de un avada kedavra y que uno, vaya cosa, se lo había lanzado alguien a quien consideraba “cercano”, no era cualquier cosa.
Ahora todo mundo parecía querer restregárselo, que le encantaba vaciar sus traumas infantiles, aunque por cierto no tenía ninguno, jodiendo a los demás. ¿Qué traumas podía tener? ¿Todo ese maltrato en Durmstrang hasta que había aprendido a defenderse? Podría ser, podría ser que estuviera tomando el lugar de la gente que odiaba, para anticipar que no volviera a sucederle a él, como ser el victimario antes que la víctima una vez más.
-Anda, por favor, por favor dame un maldito problema.-Lo retó con una especie de risa desesperada, que estaba a la mitad entre ser una burla y la mitad de una risa histérica por estar jodido hasta no poder más. Quería dejarlo ahí, volver adentro, estar con Jessy, incluso jugar con Aimee un rato con tal de poder pasarla bien sin preocupaciones al menos una maldita vez, pero también quería ponerle a alguien un ojo morado por lo menos.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Estaba hecho un perfecto cliché. Sabía que la guerra había sido dura para todos, que cualquier pérdida se volvía un infierno, y no estaba en posición de juzgar la manera en que cualquiera tuviera para lidiar con su pasado, pero eso no me quitaba mi manía juiciosa, y sí, estaba viendo al cliché de hombre atormentado, con la atención de un montón de mujeres usada casi como por narcisismo, o esa impresión me daba, tanta fiesta y tanta coca, yo qué sabía. La única verdad es que tenía pocas semanas prestándole más atención de la debida a Sveinsson.
Casi sonreía con la poca credibilidad que me daba respecto a los problemas, como si él por sí mismo no supera hacerse suficientes. Sabía que veía apenas la superficie de lo que era, pero observaba bien a la gente (me obligaba a ello, si es que pensaba en ser periodista en serio) y había mucho qué decir sobre él, aunque no pretendía convertirme en su biógrafo o en su analista. Seguía sintiendo esa rara corriente de adrenalina recorrerme, y para ser la primera vez que le plantaba cara a alguien que me fastidiaba, no había salido tan mal.
Claro que todo siempre tenía potencial para empeorar.
¿Me estaba subestimando? ¿Estaba subestimando mi gran poder para complicar cualquier cosa, para darle un problema? casi me dieron ganas de carcajearme en su cara, pero era malo expresando emociones de manera obvia, todo yo era entornar los ojos, hacer caras de fastidio, poner los ojos en blanco. No hice ninguna de las tres cosas, pero seguía amenazadoramente cerca y muchas estupideces me pasaron por la cabeza.
-Eres adicto a joderte la vida- mi argumento era que me había provocado, y simplemente había utilizado mi mejor arma. A centímetros de sus aires de bravuconería, de la suficiencia, del montón de cosas que había llevado pensando un buen rato esa temporada, tomaba la peor de las decisiones. Lo había besado de pronto, con atrevimiento, quizás el que nunca había mostrado (ni siquiera al contestarle antes).
Por qué razones, pues por joder, para variar un poco mis motivaciones de vida.
Casi sonreía con la poca credibilidad que me daba respecto a los problemas, como si él por sí mismo no supera hacerse suficientes. Sabía que veía apenas la superficie de lo que era, pero observaba bien a la gente (me obligaba a ello, si es que pensaba en ser periodista en serio) y había mucho qué decir sobre él, aunque no pretendía convertirme en su biógrafo o en su analista. Seguía sintiendo esa rara corriente de adrenalina recorrerme, y para ser la primera vez que le plantaba cara a alguien que me fastidiaba, no había salido tan mal.
Claro que todo siempre tenía potencial para empeorar.
¿Me estaba subestimando? ¿Estaba subestimando mi gran poder para complicar cualquier cosa, para darle un problema? casi me dieron ganas de carcajearme en su cara, pero era malo expresando emociones de manera obvia, todo yo era entornar los ojos, hacer caras de fastidio, poner los ojos en blanco. No hice ninguna de las tres cosas, pero seguía amenazadoramente cerca y muchas estupideces me pasaron por la cabeza.
-Eres adicto a joderte la vida- mi argumento era que me había provocado, y simplemente había utilizado mi mejor arma. A centímetros de sus aires de bravuconería, de la suficiencia, del montón de cosas que había llevado pensando un buen rato esa temporada, tomaba la peor de las decisiones. Lo había besado de pronto, con atrevimiento, quizás el que nunca había mostrado (ni siquiera al contestarle antes).
Por qué razones, pues por joder, para variar un poco mis motivaciones de vida.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: El Bautizo
Las ceremonias religiosas no eran precisamente mi fuerte. Sí, mis padres eran algo así como protestantes (¿?), pero incluso ellos estaban lo suficientemente alejados de los templos como para que yo tuviera algo que ver en ello durante mi infancia. A decir verdad, me incomodaban bastante, no por la creencia tal cual, sino por los ridículos ritos a los que la gente era sujeta.
Pese a ello, la verdad es que estaba encantado con el bautizo de Hanin. Esa chiquilla era un jodido encanto, y ser elegido como padrino compensaba cualquier cosa que tuviera que soportar en cuanto a la ceremonia se refiere. Es decir, solo eran un par de horas cuando mucho, y a cambio, te hacías familia de ese pequeño pedazo de azúcar de por vida.
Ni siquiera había pensado en la complejidad de mi relación con Frances y, por obviedad, con Tobias. Luego de aquel incidente en el baile de la universidad, el asunto había quedado prácticamente zanjado, tanto como cualquier tímida pretensión romántica o sexual que en algún momento pudiera haber tenido con Frances. Sí, me había obligado a dejar de pensar en tonterías y no arruinar las putas cosas por una vez en mi –demasiado larga- vida.
La fiesta para celebrar los bautizos fue organizada en la propia casa del matrimonio. Luego de un rato de convivir, salí en búsqueda de algún mini-super para, como buen padrino, comprar más alcohol con el cual todos nos pudiéramos ahogar. ¿Tenía mucho dinero? La verdad es que estaba casi en la ruina y honestamente no me gustaba pedirle dinero a Glenn, pero eso no me evitó regresar a la casa con cuatro bolsas llenas de ron, whiskey y tequila. Me acerqué a donde se encontraban Frances, Barunka y Bella Freud. Si me sentía en mood, hasta podía coquetear con esta última.
-Tú me provocas, desgraciada- le dije a Barunka, rodeando su cuello con el brazo y dándole un sonoro beso en la mejilla. Luego levanté la mano con la que cargaba las bolsas y se la mostré a Frances como si fuera la cena del día.
-Mira lo que te traje. ¿Qué mejor padrino que uno que provee de alcohol a la familia?
Pese a ello, la verdad es que estaba encantado con el bautizo de Hanin. Esa chiquilla era un jodido encanto, y ser elegido como padrino compensaba cualquier cosa que tuviera que soportar en cuanto a la ceremonia se refiere. Es decir, solo eran un par de horas cuando mucho, y a cambio, te hacías familia de ese pequeño pedazo de azúcar de por vida.
Ni siquiera había pensado en la complejidad de mi relación con Frances y, por obviedad, con Tobias. Luego de aquel incidente en el baile de la universidad, el asunto había quedado prácticamente zanjado, tanto como cualquier tímida pretensión romántica o sexual que en algún momento pudiera haber tenido con Frances. Sí, me había obligado a dejar de pensar en tonterías y no arruinar las putas cosas por una vez en mi –demasiado larga- vida.
La fiesta para celebrar los bautizos fue organizada en la propia casa del matrimonio. Luego de un rato de convivir, salí en búsqueda de algún mini-super para, como buen padrino, comprar más alcohol con el cual todos nos pudiéramos ahogar. ¿Tenía mucho dinero? La verdad es que estaba casi en la ruina y honestamente no me gustaba pedirle dinero a Glenn, pero eso no me evitó regresar a la casa con cuatro bolsas llenas de ron, whiskey y tequila. Me acerqué a donde se encontraban Frances, Barunka y Bella Freud. Si me sentía en mood, hasta podía coquetear con esta última.
-Tú me provocas, desgraciada- le dije a Barunka, rodeando su cuello con el brazo y dándole un sonoro beso en la mejilla. Luego levanté la mano con la que cargaba las bolsas y se la mostré a Frances como si fuera la cena del día.
-Mira lo que te traje. ¿Qué mejor padrino que uno que provee de alcohol a la familia?
Syd Crawford- Mensajes : 46
Fecha de inscripción : 21/11/2014
Re: El Bautizo
Kristján pensó que eso de ser adicto a joderse la vida era la verdad más fea que le habían dicho nunca a la cara y eso lo molestaba mucho, lo molestaba más que una maldición imperdonable, porque una cosa era que le dijeran que le gustaba arruinarle la vida a otros y otra que se la arruinaba él mismo. Los otros nunca le habían importado mucho.
El islandés no se esperaba que ese pequeño enclenque lo besara en el peor momento. Había besado a un tipo una vez claro pero había sido casi obligado por un estúpido juego y no había sentido nada, en cambio, en ese momento estaba enojado por todo lo que pasaba, porque las cosas nunca le salían bien y estaba pasando por un instante crítico, por el mono que le daba haber regresado a la coca y no tenerla en sus manos en ese momento y porque ese don nadie se atrevía a hacerle frente.
Lo empujó contra la pared de la casa de los Alechinsky mientras lo tomaba por la nuca y después por el cabello. No se atrevió a romper el beso hasta que escuchó el golpe sordo del cuerpo de Kit contra la pared. Lo soltó de improviso y lo miró con los ojos encendidos. -Estás enfermo…
No pudo ni terminar su frase cuando ya le estaba soltando un puñetazo directamente en el ojo derecho, sin medirse ni un poco.-No me vuelvas a tocar, ¿entiendes? No te me vuelvas a acercar, desviado de mierda, ¿LO ENTENDISTE?-Bajó la voz de pronto, no quería que nadie supiera, no quería tener que dar un carajo de explicaciones a nadie.
Miró a Kit con la cabeza ladeada, agachándose un poco, hasta acercándose otra vez pero de manera amenazante, le habló entre dientes y acompañó sus palabras de un nuevo empujón.-¿Te quedó claro? ¿eh? ¿te quedó claro?
El islandés no se esperaba que ese pequeño enclenque lo besara en el peor momento. Había besado a un tipo una vez claro pero había sido casi obligado por un estúpido juego y no había sentido nada, en cambio, en ese momento estaba enojado por todo lo que pasaba, porque las cosas nunca le salían bien y estaba pasando por un instante crítico, por el mono que le daba haber regresado a la coca y no tenerla en sus manos en ese momento y porque ese don nadie se atrevía a hacerle frente.
Lo empujó contra la pared de la casa de los Alechinsky mientras lo tomaba por la nuca y después por el cabello. No se atrevió a romper el beso hasta que escuchó el golpe sordo del cuerpo de Kit contra la pared. Lo soltó de improviso y lo miró con los ojos encendidos. -Estás enfermo…
No pudo ni terminar su frase cuando ya le estaba soltando un puñetazo directamente en el ojo derecho, sin medirse ni un poco.-No me vuelvas a tocar, ¿entiendes? No te me vuelvas a acercar, desviado de mierda, ¿LO ENTENDISTE?-Bajó la voz de pronto, no quería que nadie supiera, no quería tener que dar un carajo de explicaciones a nadie.
Miró a Kit con la cabeza ladeada, agachándose un poco, hasta acercándose otra vez pero de manera amenazante, le habló entre dientes y acompañó sus palabras de un nuevo empujón.-¿Te quedó claro? ¿eh? ¿te quedó claro?
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
La frase de Kris fue como una patada en el hígado. Todo lo lindo del bautismo, fue remplazado por la imagen mórbida de aquello que era imposiblemente real. Su postura corporal, sus puños y su huida le hacían pensar que quizá estaba duro de merca, que debía seguirlo para asegurarse algo e incluso dio un paso hacia adelante. Pero… no quería ser una molesta que se preocupaba por cualquier cosa de nada. Dijo que volvía, pues volvería, no?
Se tomó una mano con la otra hasta estrujarse todos los dedos y dio la media vuelta para mirar a Jass y la dulce Hanin y volver la cabeza a su lugar feliz. Sonreía a la bebé pero… no. Estaba pensando en otra cosa – tu crees que debería preocuparme por Kris? – preguntó en un susurro a Jasmina, que era la voz de la conciencia al menos de su conciencia, mientras tomaba la manito de la bebé con un dedo como si estuvieran charlando de cualquier tontería.
No. Definitivamente no. Jessy era una exagerada, siempre lo había sido, se tomaba las cosas muy en serio cuando todo era parte normal de la vida, como insultarse un poco con Francés y terminar matándose a golpes pero recibiendo un zorrito como compensación… E igual no podía dejar de pensar que lo de la coca de la otra noche había estado mal, y que quizá solo quizá Kris si tenía un problema con el alcohol, y eso de que las manos se le pusieran nerviosas y que nunca parecía calmado…. Y … Si. Definitivamente si! ella era una pésima novia que no hacía nada al respecto, y que Kris iba a terminar en una zanja y Jessy no se iba a enterar hasta cinco días después...
- Capaz debería ir a ver qué está haciendo… o no…. – Y para dejar de arañarse la propia mano tomó el primer vaso que alguien les alcanzó por casualidad... eso había sido un grito? AY dios! no, no, no, nada de paranoias!
Se tomó una mano con la otra hasta estrujarse todos los dedos y dio la media vuelta para mirar a Jass y la dulce Hanin y volver la cabeza a su lugar feliz. Sonreía a la bebé pero… no. Estaba pensando en otra cosa – tu crees que debería preocuparme por Kris? – preguntó en un susurro a Jasmina, que era la voz de la conciencia al menos de su conciencia, mientras tomaba la manito de la bebé con un dedo como si estuvieran charlando de cualquier tontería.
No. Definitivamente no. Jessy era una exagerada, siempre lo había sido, se tomaba las cosas muy en serio cuando todo era parte normal de la vida, como insultarse un poco con Francés y terminar matándose a golpes pero recibiendo un zorrito como compensación… E igual no podía dejar de pensar que lo de la coca de la otra noche había estado mal, y que quizá solo quizá Kris si tenía un problema con el alcohol, y eso de que las manos se le pusieran nerviosas y que nunca parecía calmado…. Y … Si. Definitivamente si! ella era una pésima novia que no hacía nada al respecto, y que Kris iba a terminar en una zanja y Jessy no se iba a enterar hasta cinco días después...
- Capaz debería ir a ver qué está haciendo… o no…. – Y para dejar de arañarse la propia mano tomó el primer vaso que alguien les alcanzó por casualidad... eso había sido un grito? AY dios! no, no, no, nada de paranoias!
Última edición por Jessy Luttrell el Miér Ene 07, 2015 9:59 am, editado 1 vez
Jessy Luttrell- Mensajes : 370
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Acciones
Con Kristján tratando de evitar que se lo lleven a azkabán por homofóbico y homicida.
- Conjunto:
Hanin. ¿Era ese nombre de niño o de niña? En realidad no sabía y mientras estaba en esa tienda de artículos para bebés, deambulaba entre la ropa, los zapatos y artículos que los muggles usaban para limpiar la porquería de los niños, preguntándose por qué mierda Frances y la mayoría de las chicas de la universidad -que tenían hijos- les ponían nombres tan extraños. Cuando llegaba a ese punto recordaba su propio nombre y no le quedaba más que hacer un mohín de resignación y seguir buscando. Al final agarró un juego de varios baberos con diversos animales estampados y pagó para que se los envolvieran en papel amarillo, así cualfuera el sexo del infante, daba igual y no quedaba mal ante los padres del engendro. Llevaba puesto uno de esos anticuados y estúpidos vestidos bicolores con distintos tipos de líneas, y unos zapatos color caqui. Era sobrio y no se vería tan zorra en un evento infantil con semejante pinta.
Así pues llegó para darse cuenta que la gran ceremonia de mojarle la crisma al nene, ya había terminado, que todos los invitados “decentes” estaban en sus casas y que, el resto -que mayormente eran todo el club de la decadencia escolar- estaban festejando en la casa de los Alechinsky. No le quedó de otra más que caminar con el regalo en mano hacia el punto de encuentro. No conocía mucho a Frances, la verdad era que su relación era de esas que no llegaban a tener una lógica. A veces se adoraban, a veces se odiaban, y la mayor parte del tiempo se ignoraban. La invitación al bautizo de Hanin era algo realmente inusual por lo que no dejaría pasar semejante oportunidad para ver de qué se trataba todo eso.
Cuando llegó a la casa de Frances, se podía decir que “asquerosa” no era la palabra que buscaría para calificar todo. La música sonaba hasta la calle, la gente comenzaba a estar en ese momento etílico donde regresan a la infancia y aprenden a caminar de nuevo, vasos de plástico tirados por todos lados, así como platos del mismo material. Sep, eso era una fiesta.
Pasó por entre el gentío para buscar a la anfitriona. Apenas y saludó a uno que otro invitado conocido. Cuando se encontró cerca de una mesa medio limpia, dejó el regalo encima y le quitó el vaso a un fulanete que, más que beberse el contenido, ya lo tiraba en el suelo. Llegó hasta el patio trasero donde comenzaba el show de adultos. Por lo que veía, Kristjan estaba encabronado con Kit, quien se encontraba demasiado cerca del primero. Un golpe fue suficiente. Soltó el vaso de bebida sin importarle el contenido. Abrazó a Kris para separarlo y calmarlo.
- ¡Okey! Suficiente por hoy, Kris - comentó alejándolo del pelinegro - Ni una gota más de alcohol - rió y, ya más lejos, lo soltó - ¡¿Y ahora a ti qué mosco te picó?! No puedes ir por ahí, buscando fiestas para partirle la cara al primer tipo enclenque que te encuentras… bueno, si puedes, pero por dios… es un bautizo ¿te puedes controlar? Dios… - se abrazó y miró a sus espaldas, a Kit - Hazlo por los niños... no, eso sonó horrible, hazlo... por... ti, por una vez ¿quieres? Te diría que por Frances, pero ella es peor de temperamental, seguramente ella estaría ya pateándolo en el suelo - se encogió de hombros y esperó a que el islandes se tranquilizara.
Zelda Fay- Mensajes : 203
Fecha de inscripción : 01/12/2014
Re: El Bautizo
Quiso pensar que eran ideas suyas y realmente no estaba interrumpiendo ninguna charla de vital importancia entre Frances y Kit Hutchins. Sonrió algo apenada cuando lo vio salir por un cigarrillo, algo que hacía que muchos salieran al patio en algún momento u otro. Someterse al frío que hacía en enero sólo por fumar era un precio que no estaba dispuesta a pagar. Al final la confianza con Frances hacía que rebuscara entre lo que estaba a la vista, encontrando media botella de vino blanco que se tuvo que servir en una taza (no la media botella al entero, claro).
Cuando llegó Syd Crawford, después de la intervención de Tobias (que medio escuchó), parecía que estaba tomándose un inocente tecito, para completar su look. Se dio un poco de risa a si misma, casi atragantándose cuando llegaba Barunka y la medio abrazaba. Le correspondió el beso en la mejilla.
-Yo me encontré este vino blanco, y mira, parece que bebo té y tengo comportamiento ejemplar… dime que no era el vino carísimo de tía Annapola y se lo teníamos qué guardar- medio bromeó con ambas antes de dar otro sorbo.
Como era ya una tradición en su vida, nunca se enteraba de nada. A pesar de sentirse en confianza con todos alrededor (más o menos) y conocerlos de mucho tiempo, los dramas que les rodeaban le pasaban siempre de noche. No pensó que tras la amistad de Syd con Frances hubiera un trasfondo de deseos frustrados, tampoco sabía de la gran pelea entre Tobias y Frances, ni nada de lo que había ocurrido en el baile (por que se había ido pronto a su casa con las vacaciones de invierno). Aún así, notaba ciertas cosas, pero no podía explicarse ninguna. Le sonrió a Syd con algo de timidez (o sea, como siempre).
-¡El padrino! supongo que ese alcohol es para la juventud de Hanin. Hay que resguardarlo entonces. Bajo llave, entre esta gente no puedes confiarte- le dijo a Syd antes de dar otro sorbo a su taza -Antes de que me mires raro, no estoy tomando té. Es que no encontré copas- se sintió con ganas de aclararlo por que en los primeros años de Brigantia era un clásico de Bella ir a las fiestas a beber té, a despedirse temprano y a ser una perfecta ñoña. Ahora era un poco menos, y claro, se notaba que se sentía orgullosa al respecto. De lo que ocurría en el patio trasero no tenía ni la más remota idea.
Cuando llegó Syd Crawford, después de la intervención de Tobias (que medio escuchó), parecía que estaba tomándose un inocente tecito, para completar su look. Se dio un poco de risa a si misma, casi atragantándose cuando llegaba Barunka y la medio abrazaba. Le correspondió el beso en la mejilla.
-Yo me encontré este vino blanco, y mira, parece que bebo té y tengo comportamiento ejemplar… dime que no era el vino carísimo de tía Annapola y se lo teníamos qué guardar- medio bromeó con ambas antes de dar otro sorbo.
Como era ya una tradición en su vida, nunca se enteraba de nada. A pesar de sentirse en confianza con todos alrededor (más o menos) y conocerlos de mucho tiempo, los dramas que les rodeaban le pasaban siempre de noche. No pensó que tras la amistad de Syd con Frances hubiera un trasfondo de deseos frustrados, tampoco sabía de la gran pelea entre Tobias y Frances, ni nada de lo que había ocurrido en el baile (por que se había ido pronto a su casa con las vacaciones de invierno). Aún así, notaba ciertas cosas, pero no podía explicarse ninguna. Le sonrió a Syd con algo de timidez (o sea, como siempre).
-¡El padrino! supongo que ese alcohol es para la juventud de Hanin. Hay que resguardarlo entonces. Bajo llave, entre esta gente no puedes confiarte- le dijo a Syd antes de dar otro sorbo a su taza -Antes de que me mires raro, no estoy tomando té. Es que no encontré copas- se sintió con ganas de aclararlo por que en los primeros años de Brigantia era un clásico de Bella ir a las fiestas a beber té, a despedirse temprano y a ser una perfecta ñoña. Ahora era un poco menos, y claro, se notaba que se sentía orgullosa al respecto. De lo que ocurría en el patio trasero no tenía ni la más remota idea.
Bella Freud- Mensajes : 18
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
Le dio manotazos bebés a Kit en cuanto sintió la botella fría contra la piel, y después le advirtió que sí, que su ofensa había sido lo suficientemente grave como para exigirle al menos una canción, aunque tampoco estaba hablando tan en serio, estaba ahí y eso ya era suficiente. Mientras Aimée hacía puchero a Tobias y veía con ojos de borrego muerto cómo Sveinsson salía, Frances veía con cara de idiota a su marido sin disimular ni un poco, le gustaba cuando hacía su papel de buen padre y bueno ¿quién le iba a juzgar la cara de tonta? ¿Bella que era un encantito? ¿Barunka?
-Por toda la magia Bella…
No terminó su frase, pero le sonrió y la abrazó con cariño, lo de la magia iba por sus vestimentas de menonita que siempre se cargaba. Respecto a lo que Barunka decía de Aimée, el monstruo familiar, Frances solamente sonrió y negó con la cabeza, en algún punto era una madre orgullosa de que su chiquilla tuviera carácter, aunque nunca lo diría, así como jamás diría que ahora entendía las penurias que le hacía pasar a su madre.
-Bah, te la regalo si quieres, es una loca.
Sonrió a Bella porque ella se agenciaba su propia bebida, y se carcajeó por la idea de que fuera el vino carísimo de su mamá.
-Da igual, todo lo que dejan atrás es nuestro por default.
Justo en eso llegaba Syd, con los suministros de alcohol que hacían falta para esa especie de segunda ronda decadente. Hasta ese momento seguía sin tener ni la más remota idea de que había tenido la intención de aprovechar su tropiezo y que por el contrario, había logrado que se reconciliara con Tobias, y seguramente era mejor no saberlo por el bien de cualquier tipo de relación.
-Eres el mejor de los mejores de los mejores de todos en el mundo, ¿sí lo sabías?
Como gesto cariñoso le paso la palma de la mano por la cara de forma desordenada antes de reparar en que Kit y Kris no estaban, habían salido al patio. Y si lo hizo fue porque vio a Zelda ir hacia allá. No tenía un agudo sexto sentido para adivinar que había problemas pero por alguna razón no le supo bien dejar a Kit en compañía de Kris, sabía que el islandés podía ser un saquito de rencores.
-Cuando regrese quiero un tributo en vodka, ¿entendiste, padrino de mi bebé?
Le guiñó un ojo a Bella y apretó el brazo de Barunka antes de salir al patio. La escena era espantosa, más porque Frances tenía a Kit en el concepto de ser una blanca paloma aunque estaba claro que no lo era tanto, ¿Verdad?
-¿Qué les pasa? ¡Dejen de ensuciar mi patio!
Les dijo a los tres por igual, antes de acercarse a Kristján para pegarle un manotazo en la cara aunque Zelda lo estuviera conteniendo.
-Bueno es que no puedes estarte nunca en paz, tú ¿verdad?
No le iba a preguntar a Kit si estaba bien aunque tenía muchas, muchísimas ganas de hacerlo.
-Por toda la magia Bella…
No terminó su frase, pero le sonrió y la abrazó con cariño, lo de la magia iba por sus vestimentas de menonita que siempre se cargaba. Respecto a lo que Barunka decía de Aimée, el monstruo familiar, Frances solamente sonrió y negó con la cabeza, en algún punto era una madre orgullosa de que su chiquilla tuviera carácter, aunque nunca lo diría, así como jamás diría que ahora entendía las penurias que le hacía pasar a su madre.
-Bah, te la regalo si quieres, es una loca.
Sonrió a Bella porque ella se agenciaba su propia bebida, y se carcajeó por la idea de que fuera el vino carísimo de su mamá.
-Da igual, todo lo que dejan atrás es nuestro por default.
Justo en eso llegaba Syd, con los suministros de alcohol que hacían falta para esa especie de segunda ronda decadente. Hasta ese momento seguía sin tener ni la más remota idea de que había tenido la intención de aprovechar su tropiezo y que por el contrario, había logrado que se reconciliara con Tobias, y seguramente era mejor no saberlo por el bien de cualquier tipo de relación.
-Eres el mejor de los mejores de los mejores de todos en el mundo, ¿sí lo sabías?
Como gesto cariñoso le paso la palma de la mano por la cara de forma desordenada antes de reparar en que Kit y Kris no estaban, habían salido al patio. Y si lo hizo fue porque vio a Zelda ir hacia allá. No tenía un agudo sexto sentido para adivinar que había problemas pero por alguna razón no le supo bien dejar a Kit en compañía de Kris, sabía que el islandés podía ser un saquito de rencores.
-Cuando regrese quiero un tributo en vodka, ¿entendiste, padrino de mi bebé?
Le guiñó un ojo a Bella y apretó el brazo de Barunka antes de salir al patio. La escena era espantosa, más porque Frances tenía a Kit en el concepto de ser una blanca paloma aunque estaba claro que no lo era tanto, ¿Verdad?
-¿Qué les pasa? ¡Dejen de ensuciar mi patio!
Les dijo a los tres por igual, antes de acercarse a Kristján para pegarle un manotazo en la cara aunque Zelda lo estuviera conteniendo.
-Bueno es que no puedes estarte nunca en paz, tú ¿verdad?
No le iba a preguntar a Kit si estaba bien aunque tenía muchas, muchísimas ganas de hacerlo.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: El Bautizo
No supe qué ocurría más rápido, pero todo se había mezclado en un sólo momento. Me sentí triunfante al saber que mi frase final había removido a Sveinsson de cierta forma, por que lo notaba en su mirada aunque no tuviera que conocerlo de siempre para saberlo. Darme cuenta de eso ocurría exactamente al mismo tiempo en que se dejaba besar, incluso correspondía con ira, tanta que sentí el peso de su cuerpo contra el mío y la pared. Por supuesto que la reacción había valido el riesgo.
Aún después de que recapacitara y enloqueciera de la manera más previsible, tenía la cabeza revuelta de sensaciones y cosas extrañas que habían ocurrido en fracción de segundos, una sensación de peligro que no podía dejar de atraerme a pesar de que me estuviera poniendo en riesgo. Y el riesgo se materializaba pronto en un golpe que, aunque esperaba, no pude adelantar. No dolió de inmediato; de hecho, tampoco dolió cuando me di cuenta que tenía también la ceja abierta y dramáticamente había algo de sangre en mi rostro.
Por puro instinto de supervivencia había ya sacado la varita cuando escuchaba un montón de cosas que había escuchado antes, aunque no necesariamente dirigidas a mi con tanta furia. -Tú eres el que no debe acercarse- se lo dije sin intenciones enigmáticas, pero mi frase se enrarecía, flotando en el silencio hasta la intervención de Zelda Fay y después de Frances. Yo, con la cara medio partida y dos chicas conteniendo la ira de Sveinsson.
¿Era el peor momento para reírse? Vaya si lo era.
-Cálmense, no pasa nada acá, me tropecé… en su puño- me seguía riendo -Perdón, es que…. es que esto es lo más ridículo que he vivido en mucho tiempo- y la risa aún no se iba, inadecuada, molesta, incontenible. Me guardé la varita, pensando que una vez más tendría que escaparme de un evento social sin despedirme, pero esta vez las razones eran más convincentes que sólo estar drogado. Dios, cómo querría estar drogado.
-Gracias por hacerme sentir un gran hombre, Zelda. - no era que no apreciara su intervención pero… no la apreciaba. El primer enclenque que te encuentras. Eso era yo en el universo de sus vidas, el primer enclenque al que te encuentras, un blanco perfecto para descargar frustraciones ¿Y así querían que no me riera? -Suficiente con las lecciones de vida ¿No? Deberían dejar que la gente se haga mierda por una vez, quizás así todos aprendamos algo-
Oh sí, me iba a ir. Era un experto en salidas dramáticas. Hasta se me olvidaba mi chamarra.
Aún después de que recapacitara y enloqueciera de la manera más previsible, tenía la cabeza revuelta de sensaciones y cosas extrañas que habían ocurrido en fracción de segundos, una sensación de peligro que no podía dejar de atraerme a pesar de que me estuviera poniendo en riesgo. Y el riesgo se materializaba pronto en un golpe que, aunque esperaba, no pude adelantar. No dolió de inmediato; de hecho, tampoco dolió cuando me di cuenta que tenía también la ceja abierta y dramáticamente había algo de sangre en mi rostro.
Por puro instinto de supervivencia había ya sacado la varita cuando escuchaba un montón de cosas que había escuchado antes, aunque no necesariamente dirigidas a mi con tanta furia. -Tú eres el que no debe acercarse- se lo dije sin intenciones enigmáticas, pero mi frase se enrarecía, flotando en el silencio hasta la intervención de Zelda Fay y después de Frances. Yo, con la cara medio partida y dos chicas conteniendo la ira de Sveinsson.
¿Era el peor momento para reírse? Vaya si lo era.
-Cálmense, no pasa nada acá, me tropecé… en su puño- me seguía riendo -Perdón, es que…. es que esto es lo más ridículo que he vivido en mucho tiempo- y la risa aún no se iba, inadecuada, molesta, incontenible. Me guardé la varita, pensando que una vez más tendría que escaparme de un evento social sin despedirme, pero esta vez las razones eran más convincentes que sólo estar drogado. Dios, cómo querría estar drogado.
-Gracias por hacerme sentir un gran hombre, Zelda. - no era que no apreciara su intervención pero… no la apreciaba. El primer enclenque que te encuentras. Eso era yo en el universo de sus vidas, el primer enclenque al que te encuentras, un blanco perfecto para descargar frustraciones ¿Y así querían que no me riera? -Suficiente con las lecciones de vida ¿No? Deberían dejar que la gente se haga mierda por una vez, quizás así todos aprendamos algo-
Oh sí, me iba a ir. Era un experto en salidas dramáticas. Hasta se me olvidaba mi chamarra.
Kit Hutchins- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 26/12/2014
Re: El Bautizo
Se rió porque realmente parecía ser el vino blanco de su flamante suegrita, aunque ella prefería no beberlo porque seguramente le había echado algún hierbajo para adormecerlos y que no destrocen la casa, o quizá llevase un veneno malintencionado motivado por haber visto a sus hijos con sus respectivas parejas, jamás iba a superar tenerlos tan mal enrumbados.
Sólo inclinó el cuello para recibir su beso, estaba acostumbrada a los saludos poco delicados de Syd y ya hasta le agradaban, ni se iba a gastar respondiéndole el insulto con alguna tontería porque había llevado un regalo para la casa y al menos iba aprendiendo a ser gente, siempre le decía eso por joder. Si no lanzó un gritito de escolar cuando vio el gesto de Frances fue porque ya varias veces había acabado decepcionada por hacerse demasiadas expectativas con ese par, además no iba a atormentar a Syd con sus anhelos de juventud.
Pobre Tobías, él intentando ser menos aburrido y ella deseándole otro marido a su mujer. Claro, si la rubia hubiese tenido idea del avadazo en donde Finnerty probablemente ni estaría con esas intenciones y menos en su casa. Pero como no lo sabía podía tener todas las malas intenciones del mundo sin miedo alguno aunque en este punto sí le daba algo de remordimiento andar pensando en hacerle maldades a Tobías.
Rió con lo que dijo Bella porque no imaginaba a Crawford dejándole su licor a generaciones futuras como si nada, podía querer a su ahijado pero no había forma en la que ese licor no llegase a su garganta en menos de diez minutos. Ya luego habría tiempo de instruir a las criaturas en el fino arte de acabar borracho, adorable. La aclaración de la rubia también le pareció adorable, aunque esta vez de una forma sana.
Hizo todo el cuello hacia atrás para ver a dónde iba Frances, no supo a dónde era y como aún nadie había comenzado a gritar que piensen en los niños –Zelda lo había hecho, pero no tan fuerte como para oírla- no tenía idea del circo de allá atrás. Volteó sobre el brazo de Syd para mirarlo con indignación falsa.-A ver padrino del año, sírvenos. Está bien que no esté tu comadre pero no estamos pintadas, tenemos sentimientos.-miró a Bella como buscando que la apoyase en esa moción, que se amotine junto a ella por esa falta de criterio de parte de Crawford.-
-No me digas que no nos quieres dar nada por miedo a romper las copas de Tobías.
Sólo inclinó el cuello para recibir su beso, estaba acostumbrada a los saludos poco delicados de Syd y ya hasta le agradaban, ni se iba a gastar respondiéndole el insulto con alguna tontería porque había llevado un regalo para la casa y al menos iba aprendiendo a ser gente, siempre le decía eso por joder. Si no lanzó un gritito de escolar cuando vio el gesto de Frances fue porque ya varias veces había acabado decepcionada por hacerse demasiadas expectativas con ese par, además no iba a atormentar a Syd con sus anhelos de juventud.
Pobre Tobías, él intentando ser menos aburrido y ella deseándole otro marido a su mujer. Claro, si la rubia hubiese tenido idea del avadazo en donde Finnerty probablemente ni estaría con esas intenciones y menos en su casa. Pero como no lo sabía podía tener todas las malas intenciones del mundo sin miedo alguno aunque en este punto sí le daba algo de remordimiento andar pensando en hacerle maldades a Tobías.
Rió con lo que dijo Bella porque no imaginaba a Crawford dejándole su licor a generaciones futuras como si nada, podía querer a su ahijado pero no había forma en la que ese licor no llegase a su garganta en menos de diez minutos. Ya luego habría tiempo de instruir a las criaturas en el fino arte de acabar borracho, adorable. La aclaración de la rubia también le pareció adorable, aunque esta vez de una forma sana.
Hizo todo el cuello hacia atrás para ver a dónde iba Frances, no supo a dónde era y como aún nadie había comenzado a gritar que piensen en los niños –Zelda lo había hecho, pero no tan fuerte como para oírla- no tenía idea del circo de allá atrás. Volteó sobre el brazo de Syd para mirarlo con indignación falsa.-A ver padrino del año, sírvenos. Está bien que no esté tu comadre pero no estamos pintadas, tenemos sentimientos.-miró a Bella como buscando que la apoyase en esa moción, que se amotine junto a ella por esa falta de criterio de parte de Crawford.-
-No me digas que no nos quieres dar nada por miedo a romper las copas de Tobías.
Barunka Jentsch- Mensajes : 89
Fecha de inscripción : 16/12/2014
Re: El Bautizo
¿Kit Hutchins se atrevía a devolverle la amenaza? Kristján no sabía en qué momento el mundo se había puesto de cabeza como para que eso sucediera y no iba a dejar que las cosas se quedaran así, por lo que levantó de nuevo el puño para darle un nuevo golpe hasta la aparición de Zelda, que peligrosamente lo intentaba alejar de Kit. ¿Ni una gota más de alcohol? Ni siquiera había bebido tanto. Estaba rojo de furia y las palabras de Zelda las escuchaba como si fueran muy lejanas, no apartaba la vista de Kit, no porque quisiera seguirlo matando sino como una advertencia. Si acaso se le ocurría abrir la puta boca le iba a tirar todos los putos dientes de un puñetazo.
-No estoy borracho ¿ok? No estoy borracho, ¿por qué todo mundo asume eso?-Para terminar de joder todo, la recién mencionada Frances también hacía su aparición. Recibió su golpe en la cara, que lo hizo voltear un poco hacia el otro lado y mientras se pasaba la mano por la zona de la cachetada volvió a mirar a Kit.
-No le estoy haciendo absolutamente nada a este marica de mierda, ya cálmense. Necesita hacerse hombre.-La risa del susodicho lo hizo enojarse más, pero con Frances en el camino y Zelda atrás de él, no se atrevió a alcanzarlo para decirle nada ni para terminar de romperle el cuello, que era exactamente lo que quería hacer y aunque pareció que iba detrás de él para detenerlo, sólo pasó empujándolo para ir en dirección a Jessy, con la cabeza hecha un desastre.
-¿Ya tienes algo de tomar? -Le preguntó, aunque vio que por donde estaba Crawford había botellas nuevas. Caminó sin hablarle a Barunka, a Bella o a Crawford y tomó una, que destapó con muchas ansias y a la que le dio un trago directo de la botella antes de tomar a Jessy y besarla, tratando de borrar el remolino de sensaciones que había tenido antes. No se demoró más porque Jasmine estaba aún ahí, con la pequeña Hanin. No dijo ni media palabra.
-No estoy borracho ¿ok? No estoy borracho, ¿por qué todo mundo asume eso?-Para terminar de joder todo, la recién mencionada Frances también hacía su aparición. Recibió su golpe en la cara, que lo hizo voltear un poco hacia el otro lado y mientras se pasaba la mano por la zona de la cachetada volvió a mirar a Kit.
-No le estoy haciendo absolutamente nada a este marica de mierda, ya cálmense. Necesita hacerse hombre.-La risa del susodicho lo hizo enojarse más, pero con Frances en el camino y Zelda atrás de él, no se atrevió a alcanzarlo para decirle nada ni para terminar de romperle el cuello, que era exactamente lo que quería hacer y aunque pareció que iba detrás de él para detenerlo, sólo pasó empujándolo para ir en dirección a Jessy, con la cabeza hecha un desastre.
-¿Ya tienes algo de tomar? -Le preguntó, aunque vio que por donde estaba Crawford había botellas nuevas. Caminó sin hablarle a Barunka, a Bella o a Crawford y tomó una, que destapó con muchas ansias y a la que le dio un trago directo de la botella antes de tomar a Jessy y besarla, tratando de borrar el remolino de sensaciones que había tenido antes. No se demoró más porque Jasmine estaba aún ahí, con la pequeña Hanin. No dijo ni media palabra.
Kristján Sveinsson- Mensajes : 249
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Página 1 de 2. • 1, 2
Brigantia86 :: Mundo Muggle :: Gran Bretaña :: Londres
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Jue Mayo 07, 2015 7:49 pm por Syd Crawford
» TRAMA: EL RESCATE
Jue Mayo 07, 2015 6:33 pm por Syd Crawford
» los últimos días...
Jue Mayo 07, 2015 11:21 am por Kristján Sveinsson
» Situación delicada número 56
Jue Mayo 07, 2015 1:11 am por James Blue
» A Ride [Frances]
Lun Abr 27, 2015 3:12 pm por Frances Alechinsky
» UNOS TRAGOS, (PRIVADO, JAMES & WHITNEY)
Lun Abr 27, 2015 8:01 am por Whitney Fenn
» Tomates Asesinos
Sáb Abr 25, 2015 1:11 am por David Finnerty
» Blood Ties [ Julia ]
Jue Abr 23, 2015 10:54 pm por Julia Wardwell
» De vuelta al ruedo -Libre-
Jue Abr 23, 2015 3:28 am por Dante Pazzoli