Mayer, Bruce

Bruce es un mago promedio. No le falta confianza en sí mismo, pero tampoco le sobra inteligencia, ni bondad. Ser hermano del medio, de una clásica familia mágica y terminar en la casa amarilla, ayudaron a esa conformación de personalidad en la adolescencia. No es curioso, ni divertido como otros, pero sabe hacer y mantener a sus amigos por regla general, uniéndose a los planes que los demás inventan sin cuestionar y facilitando lo que esté a su alcance.

Lo único con lo que no negocia es con el tema drogas, le parece una pérdida de tiempo, pero sobre todo una equivocación. Su bebida favorita es la cerveza de mantequilla, nunca ha probado el cigarrillo, ni el whisky de fuego, ni en bromas de fiesta a las que siempre asiste, sean del estilo que sea, porque él es un ser social, que disfruta del protocolo.

Es responsable y educado. Prefiere callarse a protestar y eso marcó mucho sus años de Hogwarts con guerra, donde todos parecían tener una gran personalidad que destacaba al tomar partido y alzar la varita incluso cuando una discusión sobre corazón de bruja se daba en el almuerzo. Cree no tener enemigos, pero no descarta que a más de uno moleste su tibieza, o sus diversas amistades, pues cosechó un grupo de amigos slytherin con el que se sigue frecuentando más allá de todos los prejuicios y tapaderas que han salido a la luz. Simplemente son sus amigos, como tantos otros de las restantes casas.

De un matrimonio de medimagos fue el segundo hijo varón. Se crío como un mago, en una casa oculta en Liverpool y esperó su carta sin miedos, dando Hufflepuff como residencia para sus siguientes 6 años. Fanático del Quidditch, se presentó a las selecciones de su casa todos los años pero nunca alcanzó el nivel necesario. Tomó adivinación como todos porque era fácil, y terminó expulsado de la asignatura porque él no contaba ni con tercer ojo ni una mínima intuición mundana. Su novia que lo acompañó al primer baile, fue torturada en la guerra por sangre sucia y ahora anda de loca en San Mungo. La chica que lo acompaño en su graduación, lo dejó porque ella también prefería a las chicas.

Algunos dirán que es mala suerte, que solo hay que esperar que la estela cambie de dirección en próximo viento solar, como le dice su madre. Bruce simplemente sigue adelante. Al fin y al cabo, ser del montón y no ser iluminado por una estrella no está mal… Ni lo bueno, pero sobre todo tampoco lo malo. (exceptuando lo de su amiga de San Mungo, eso si es muy malo, algo de culpa sostiene dentro . Por eso y otras cosas sigue visitándola periódicamente.)

Igual que sus padres, ahora estudia medimagia, como siempre pensó que sería. Lleva una buena carrera sin altibajos ni honores, pero a tiempo y con constancia. Transita esa etapa donde no ve la hora de empezar a hacer solo prácticas con gente de carne y hueso y problemas de verdad, que seguir leyendo libros con historias inventadas y añejas.

HABILIDADES
• ESTAS HABILIDADES SE IRÁN COMPRANDO CON EL TIEMPO Y CON LOS PUNTOS DE EXPERIENCIA QUE VAYAN GANANDO MEDIANTE EL ROL, LAS CLASES Y LAS TRAMAS.
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