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Avada Kedavra - Frances -
3 participantes
Brigantia86 :: Mundo Muggle :: Gran Bretaña :: Londres
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Avada Kedavra - Frances -
James no había entendido la mitad de las cosas que le habían pasado ese día en el ministerio. Primero había llegado normalmente para unos trámites en el departamento de cooperación mágica internacional pero todo el mundo estaba loco con la desaparición de Barunka. A él lo habían entrevistado también por haber estado en la fiesta y tuvo que pasar una hora de preguntas estúpidas y redundantes de por qué él específicamente no era un mortifago y luego media hora más con la demanda de su abogado por no permitirle tomar su traslador hacia Alemania a tiempo para una entrevista que ya estaba más que perdida. Iba a perder toda la tarde y noche ya que el siguiente salía hasta el día siguiente y era una gran estupidez.
Luego había sido todo más extraño aun ya que Frances había recurrido a él al topárselo en el ministerio de magia, era algo referente con Tobias, había sido enjuiciado ese mismo día y mandado a Azkaban a cumplir una sentencia por haber lanzado un avada kedavra. ¿Pero qué diablos sucedía con el mundo?
Ayudó en todo lo que pudo y luego ofreció amablemente en llevarla a su casa para descansar. James no era un hombre de segundas intenciones así que de hecho antes de llegar le había mandado una lechuza exprés a Aislynn para contarle lo que estaba sucediendo. Su novia, ahora prometida, le había pedido que le diera santo y seña de lo que hacía, a James le parecía que seguía sin tenerle confianza pero si eso le evitaba problemas con la rubia daba igual.
Entro a su departamento vía red flu y luego se quito la chamarra que tenía puesta, inmediatamente fue hacia la barra de alcoholes para abrir el minibar y sacar una cerveza para él y una para Frances .
¿Qué fue lo que pasó Frances?
Depa
Luego había sido todo más extraño aun ya que Frances había recurrido a él al topárselo en el ministerio de magia, era algo referente con Tobias, había sido enjuiciado ese mismo día y mandado a Azkaban a cumplir una sentencia por haber lanzado un avada kedavra. ¿Pero qué diablos sucedía con el mundo?
Ayudó en todo lo que pudo y luego ofreció amablemente en llevarla a su casa para descansar. James no era un hombre de segundas intenciones así que de hecho antes de llegar le había mandado una lechuza exprés a Aislynn para contarle lo que estaba sucediendo. Su novia, ahora prometida, le había pedido que le diera santo y seña de lo que hacía, a James le parecía que seguía sin tenerle confianza pero si eso le evitaba problemas con la rubia daba igual.
Entro a su departamento vía red flu y luego se quito la chamarra que tenía puesta, inmediatamente fue hacia la barra de alcoholes para abrir el minibar y sacar una cerveza para él y una para Frances .
¿Qué fue lo que pasó Frances?
Depa
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: Avada Kedavra - Frances -
Era horrible, honestamente no sabía ni cómo manejar lo que estaba pasando en ese momento. No podía creer haber pasado tanto tiempo sin saberlo y que ni David, ni Tobias, ni Kristján hubieran sido quién para decirle un carajo respecto a nada y simplemente esperar a que la bomba explotara y de qué manera. Ahora Tobias estaba en Azkaban y estaría ahí quién sabe cuánto tiempo. Abner había prometido encontrarle un buen abogado –y pagárselo, en palabras de Don Demetrius Burroughs- y que todo estaría bien, pero eso no parecía arreglar nada en su interior. Porque sí, quizá Tobias saldría libre y todo pero qué clase de demente estaba hecho como para lanzarle una imperdonable a Kristján, ¡podría haberlo matado en verdad! ¿Y entonces? ¿Qué pensaban hacer él y el idiota del lobo si eso hubiera pasado? ¿Por –qué-coño-había-hecho-eso?
Si terminó refugiándose con James no fue por nada extraño. No quería estar con nadie de su círculo porque no quería escuchar extremos, ni que defendieran a Tobias, porque en ese momento odiaría a cualquier persona que lo endiosara, en especial porque estaba sufriendo horrores con una muerte hipotética –la de Kristján- como para imaginar que él mismo pudo haberlo matado, y porque también odiaría que cualquiera hablara mal de él, porque era SU marido, SU asunto, SU estupidez y no soportaría que nadie dijera un carajo. James, en cambio, era neutral, o eso quería pensar, que su juicio no llegaría a los extremos.
Nunca había estado en ese lugar pero apenas llegar y tras recorrer el pasillo hacia la sala de estar, se dejó caer en uno de los sillones y se llevó los dedos a la sien en su intento de apaciguar su extraordinario dolor de cabeza.
-Siempre supe que era un desquiciado, James. En parte por eso lo amo, ¿sabes? por eso me casé con él, porque nunca ha tenido miedo de nada, porque sé que es un demente. Y amo a los dementes. Pero esto…esto llegó al límite. ¡Pudo haberlo matado! ¿Y por qué no me lo dijo? Y ahora todo mundo piensa que está involucrado en su secuestro, hasta me interrogaron a MI, A MI QUE Kristján es…o sea…
Se quedó callada porque se le agotó el aire. Estaba de verdad alterada y solamente se pudo calmar con el primer trago de la cerveza que James le ofreció.
-Ahora no sé qué voy a hacer.
De absolutamente nada. Había momentos en los que ya no se podía más.
Si terminó refugiándose con James no fue por nada extraño. No quería estar con nadie de su círculo porque no quería escuchar extremos, ni que defendieran a Tobias, porque en ese momento odiaría a cualquier persona que lo endiosara, en especial porque estaba sufriendo horrores con una muerte hipotética –la de Kristján- como para imaginar que él mismo pudo haberlo matado, y porque también odiaría que cualquiera hablara mal de él, porque era SU marido, SU asunto, SU estupidez y no soportaría que nadie dijera un carajo. James, en cambio, era neutral, o eso quería pensar, que su juicio no llegaría a los extremos.
Nunca había estado en ese lugar pero apenas llegar y tras recorrer el pasillo hacia la sala de estar, se dejó caer en uno de los sillones y se llevó los dedos a la sien en su intento de apaciguar su extraordinario dolor de cabeza.
-Siempre supe que era un desquiciado, James. En parte por eso lo amo, ¿sabes? por eso me casé con él, porque nunca ha tenido miedo de nada, porque sé que es un demente. Y amo a los dementes. Pero esto…esto llegó al límite. ¡Pudo haberlo matado! ¿Y por qué no me lo dijo? Y ahora todo mundo piensa que está involucrado en su secuestro, hasta me interrogaron a MI, A MI QUE Kristján es…o sea…
Se quedó callada porque se le agotó el aire. Estaba de verdad alterada y solamente se pudo calmar con el primer trago de la cerveza que James le ofreció.
-Ahora no sé qué voy a hacer.
De absolutamente nada. Había momentos en los que ya no se podía más.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Avada Kedavra - Frances -
James no podía si quiera entender una milésima de lo que Frances estaba pasando y era comprensible, no era él quién había quedado en la nada con tres niños y un esposo en Azkaban, pero en algo Frances tenía razón y es que él no iba a juzgar las razones por las cuales él había o no lanzado esa maldición. Si, había que estar mal de la cabeza como para hacer eso, más aun teniendo personas por las cuales vivir y tratar de ser una persona íntegra, pero él no era quién para decir si Tobias merecía o no estar en esa celda en la que ahora se encontraba, su principal preocupación era Frances en esos momentos.
Se acercó a ella con cerveza en mano y se la puso al frente escuchándola, bebiendo de la suya y asintiendo con la cabeza de pie frente a ella con una mano en el bolsillo de sus jeans. Sabía que ella no buscaba su opinión, solo quería desahogarse y a todo el mundo le servía aquello.
Mira, te voy a decir que es lo que vas a hacer ahora. – Dio un paso hacia ella y le acercó la lata de cerveza oscura – Vas a beberte esta cerveza mientras traigo algo que puedas destruir. Puedes destruir toda la casa si gustas para que te desahogues. Luego seguiremos bebiendo. Cuando estés más calmada podremos pensar en una solución para todo, ¿Qué tal?
Le lanzó una sonrisa sincera y en efecto, sacó su varita y convocó unas cajas de cosas viejas que estaban en el sótano y quedaron ahí, entre la sala.
Adelante, dispara. Mira específicamente odio esta vieja pintura de la época en que mi madre pensaba que podía dedicarse a pintar. ¿No es horrible? Lo es… - Y realmente lo era, su madre no tenía ningún talento para las artes plásticas. Para darle un poco de confianza él fue el primero en lanzar un diffindo hacia el cuadro que quedó hecho tirones. Luego le cedió el lugar a ella para que comenzara con la destrucción.
Se acercó a ella con cerveza en mano y se la puso al frente escuchándola, bebiendo de la suya y asintiendo con la cabeza de pie frente a ella con una mano en el bolsillo de sus jeans. Sabía que ella no buscaba su opinión, solo quería desahogarse y a todo el mundo le servía aquello.
Mira, te voy a decir que es lo que vas a hacer ahora. – Dio un paso hacia ella y le acercó la lata de cerveza oscura – Vas a beberte esta cerveza mientras traigo algo que puedas destruir. Puedes destruir toda la casa si gustas para que te desahogues. Luego seguiremos bebiendo. Cuando estés más calmada podremos pensar en una solución para todo, ¿Qué tal?
Le lanzó una sonrisa sincera y en efecto, sacó su varita y convocó unas cajas de cosas viejas que estaban en el sótano y quedaron ahí, entre la sala.
Adelante, dispara. Mira específicamente odio esta vieja pintura de la época en que mi madre pensaba que podía dedicarse a pintar. ¿No es horrible? Lo es… - Y realmente lo era, su madre no tenía ningún talento para las artes plásticas. Para darle un poco de confianza él fue el primero en lanzar un diffindo hacia el cuadro que quedó hecho tirones. Luego le cedió el lugar a ella para que comenzara con la destrucción.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: Avada Kedavra - Frances -
Lo miró con toda la seriedad del mundo cuando él le iba a dar instrucciones sobre qué hacer a continuación para aminorar el trauma de toda esa locura. Le dio risa que le dijera que le llevaría algo que pudiera destruir como si fuera una loca que necesitara destrozar casas ajenas para descargar su furia. La risa, además, fue genuina. Lo mejor fue que aquello no había sido una broma, sino que de verdad James estaba conjurando cosas viejas para que ella pudiera hacerse cargo de la situación dejando salir todas sus frustraciones a punta de varita.
-Espera, ¿lo dices en serio? Nooo, no me atrevería a hacerle nada a una pintura de tu santa madre.
Pero al ver que James lo hacía volvió a reírse. Le parecía toda una ternura que hubiera salido al paso con una solución así de boba pero que seguramente era efectiva. Claro, estaba furiosa, enojada y llena de miedo, así que no parecía a una mala terapia. Al final terminó apuntando a la pintura y lanzó otro diffindo que terminó por destruir el lienzo por completo. Bebió otro trago de su cerveza y se levantó para inspeccionar que había en las cajas, decantándose por un botanero horrendo que seguramente James había preferido borrar de su vida, de cerámica, cero cómodo para cuando había visitas. Frances lo lanzó contra una pared desnuda y lo hizo añicos con un estruendo. Sí, eso no estaba mal.
-¿Así les dicen que controlen la ira a los jugadores de quidditch? ¿Qué destruyan cosas?
Preguntó mientras volvía a husmear entre las cajas. Casi estuvo tentada de lanzarle un avada kedavra a unos soldaditos de plomo a ver si eso la curaba de verdad.
-Voy a imaginar que esos soldaditos son David y Tobias, por mentirme.
-Espera, ¿lo dices en serio? Nooo, no me atrevería a hacerle nada a una pintura de tu santa madre.
Pero al ver que James lo hacía volvió a reírse. Le parecía toda una ternura que hubiera salido al paso con una solución así de boba pero que seguramente era efectiva. Claro, estaba furiosa, enojada y llena de miedo, así que no parecía a una mala terapia. Al final terminó apuntando a la pintura y lanzó otro diffindo que terminó por destruir el lienzo por completo. Bebió otro trago de su cerveza y se levantó para inspeccionar que había en las cajas, decantándose por un botanero horrendo que seguramente James había preferido borrar de su vida, de cerámica, cero cómodo para cuando había visitas. Frances lo lanzó contra una pared desnuda y lo hizo añicos con un estruendo. Sí, eso no estaba mal.
-¿Así les dicen que controlen la ira a los jugadores de quidditch? ¿Qué destruyan cosas?
Preguntó mientras volvía a husmear entre las cajas. Casi estuvo tentada de lanzarle un avada kedavra a unos soldaditos de plomo a ver si eso la curaba de verdad.
-Voy a imaginar que esos soldaditos son David y Tobias, por mentirme.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Avada Kedavra - Frances -
Se rio pero con muchas ganas cuando la escuchó decir que no podría hacerle eso a un cuadro de su madre. La verdad es que su padre quería deshacerse de todas esas chucherías, por eso las había mandado a su departamento (que en realidad era de sus padres así como los edificios que lo cubrían alrededor de la cuadra) así que en verdad no creía que importara si las destruían o no, además él siempre fue partidario de ayudar a un amigo en problemas. ¿Eran amigos Frances y él? No, definitivamente no lo eran, pero eran cercanos, era como ver a un pariente lejano en problemas, había una conexión no precisamente sanguínea entre ambos.
Decidió darle un trago a la cerveza y sentarse en el sillón mientras la veía deshacer lo que quedaba del cuadro con otro diffindo y luego hurgar entre las cosas sacando ese horrible jarrón, soltó una carcajada nuevamente y brindó por que Frances lo hubiese destruido, tenía un buen gancho en realidad.
Todo es dependiendo de la personalidad la forma en que debes desahogarte, a los bateadores como tú les hace bien destruir cosas, les ayuda a calmar sus ímpetus y además tienen un buen gancho. – No bromeaba, no del todo. La animó con la mano a que siguiera buscando más cosas en lo que se acababa su cerveza. Tenía tiempo de no beber, básicamente desde la fiesta de Kristján, donde habían sido secuestrados y todo eso.
Oye, mejor ellos que los de verdad – ¿Qué quería decir con eso? Que era libre de hacer lo que quisiera, él no iba a soltar una sola palabra de lo que ahí sucediera. James bajó la mirada hacia su lata de cerveza y girándola en su mano se decidió a comentar algo.
Entiendo que lo ames por todas las buenas cualidades que ya antes has mencionado, pero debes aceptar que esta vez sí fue muy lejos. Es decir, en la guerra era normal que cualquiera lanzara maldiciones pero ¿ahora? ¿Realmente que hubiese hecho si Kristján muriera? Discúlpame Frances pero no me parece justo que tus hijos y tu tengan que pasar por esto solamente porque Tobias es demasiado impulsivo. Creo que si le importaran solo una parte de lo que tú crees, al menos se lo habría pensado. ¿No lo has hecho tú? Hablo de contenerte en toda esta situación… No estoy en tu lugar y realmente mi comentario no ayuda mucho, solo quería decirte lo que pienso.
Luego se quedó callado unos momentos y remató con una pregunta que había estado guardándose desde aquella noche en el departamento de Barunka. - ¿En verdad ibas a divorciarte de él?
Decidió darle un trago a la cerveza y sentarse en el sillón mientras la veía deshacer lo que quedaba del cuadro con otro diffindo y luego hurgar entre las cosas sacando ese horrible jarrón, soltó una carcajada nuevamente y brindó por que Frances lo hubiese destruido, tenía un buen gancho en realidad.
Todo es dependiendo de la personalidad la forma en que debes desahogarte, a los bateadores como tú les hace bien destruir cosas, les ayuda a calmar sus ímpetus y además tienen un buen gancho. – No bromeaba, no del todo. La animó con la mano a que siguiera buscando más cosas en lo que se acababa su cerveza. Tenía tiempo de no beber, básicamente desde la fiesta de Kristján, donde habían sido secuestrados y todo eso.
Oye, mejor ellos que los de verdad – ¿Qué quería decir con eso? Que era libre de hacer lo que quisiera, él no iba a soltar una sola palabra de lo que ahí sucediera. James bajó la mirada hacia su lata de cerveza y girándola en su mano se decidió a comentar algo.
Entiendo que lo ames por todas las buenas cualidades que ya antes has mencionado, pero debes aceptar que esta vez sí fue muy lejos. Es decir, en la guerra era normal que cualquiera lanzara maldiciones pero ¿ahora? ¿Realmente que hubiese hecho si Kristján muriera? Discúlpame Frances pero no me parece justo que tus hijos y tu tengan que pasar por esto solamente porque Tobias es demasiado impulsivo. Creo que si le importaran solo una parte de lo que tú crees, al menos se lo habría pensado. ¿No lo has hecho tú? Hablo de contenerte en toda esta situación… No estoy en tu lugar y realmente mi comentario no ayuda mucho, solo quería decirte lo que pienso.
Luego se quedó callado unos momentos y remató con una pregunta que había estado guardándose desde aquella noche en el departamento de Barunka. - ¿En verdad ibas a divorciarte de él?
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: Avada Kedavra - Frances -
-No me digas, ¿y cuál es la terapia de los cazadores?
Preguntó sin poder evitar una sonrisilla en el rostro, como si no le creyera absolutamente nada y se concentró en seguir destruyendo cosas aquí y allá, con diffindos y depulsos, cuidando de no arruinar nada de valor que James tuviera en su casa. Seguía enojada con Finnerty por no haberle dicho nada y con Tobias aún más, dudaba que se le fuera a quitar el enojo en mucho tiempo, porque había llegado todo en el peor de los momentos.
Escuchó a James y supo que tenía razón, por más que se empeñara en que no fuera así. Amaba a Tobias con todas sus fuerzas pero claro que le aterraba que la dejara sola, y más le aterraba que, como él decía, no le importaran tanto como ella creía. Porque sí, ella también se había contenido en muchas ocasiones por esa misma razón, por su familia. Y no, tampoco pensaba que fuera justo pero a la vez ella misma lo justificaba pensando que simplemente era así y que ella lo había elegido con todas las consecuencias. Alzó la vista hacia James cuando le preguntó eso y soltó una especie de risa nostálgica.
-Las cosas no están color de rosa y yo estaba atravesando por una crisis, pero creo que es normal. Me casé muy joven, nos precipitamos en muchas cosas. No me arrepiento, ha tenido su dosis de increíble, pero…no sé, llegué a pensar que ya estábamos en el punto en que no se podía hacer más. Pero a veces también pienso que es mi culpa, que yo soy demasiado egoísta, que simplemente no se puede vivir la vida siendo feliz, follando y riendo y jugando con los bebés cuando se tienen tantas responsabilidades, que le exijo demasiado, que simplemente hay que resignarse.
Se mordió los labios y miró hacia otro lado, concretamente a los añicos de botaneros y jarrones que ya estaban en el piso, peligrosos para quién acaso se atreviera a andar descalzo. Claro que era una egoísta, claro que tenía que cambiar.
-Porque hay que resignarse ¿no?
A todo, a que las cosas no siempre fueran perfectas, a que Kris y Barunka pudieran no regresar, a que Tobias pasara la vida en Azkaban si algo salía mal. Estaba en una actitud demasiado derrotista.
-No sé por qué siempre termino poniéndome intensa contigo. Todo era más fácil cuando solo pretendía lastimarte.
Preguntó sin poder evitar una sonrisilla en el rostro, como si no le creyera absolutamente nada y se concentró en seguir destruyendo cosas aquí y allá, con diffindos y depulsos, cuidando de no arruinar nada de valor que James tuviera en su casa. Seguía enojada con Finnerty por no haberle dicho nada y con Tobias aún más, dudaba que se le fuera a quitar el enojo en mucho tiempo, porque había llegado todo en el peor de los momentos.
Escuchó a James y supo que tenía razón, por más que se empeñara en que no fuera así. Amaba a Tobias con todas sus fuerzas pero claro que le aterraba que la dejara sola, y más le aterraba que, como él decía, no le importaran tanto como ella creía. Porque sí, ella también se había contenido en muchas ocasiones por esa misma razón, por su familia. Y no, tampoco pensaba que fuera justo pero a la vez ella misma lo justificaba pensando que simplemente era así y que ella lo había elegido con todas las consecuencias. Alzó la vista hacia James cuando le preguntó eso y soltó una especie de risa nostálgica.
-Las cosas no están color de rosa y yo estaba atravesando por una crisis, pero creo que es normal. Me casé muy joven, nos precipitamos en muchas cosas. No me arrepiento, ha tenido su dosis de increíble, pero…no sé, llegué a pensar que ya estábamos en el punto en que no se podía hacer más. Pero a veces también pienso que es mi culpa, que yo soy demasiado egoísta, que simplemente no se puede vivir la vida siendo feliz, follando y riendo y jugando con los bebés cuando se tienen tantas responsabilidades, que le exijo demasiado, que simplemente hay que resignarse.
Se mordió los labios y miró hacia otro lado, concretamente a los añicos de botaneros y jarrones que ya estaban en el piso, peligrosos para quién acaso se atreviera a andar descalzo. Claro que era una egoísta, claro que tenía que cambiar.
-Porque hay que resignarse ¿no?
A todo, a que las cosas no siempre fueran perfectas, a que Kris y Barunka pudieran no regresar, a que Tobias pasara la vida en Azkaban si algo salía mal. Estaba en una actitud demasiado derrotista.
-No sé por qué siempre termino poniéndome intensa contigo. Todo era más fácil cuando solo pretendía lastimarte.
Última edición por Frances Alechinsky el Jue Abr 09, 2015 1:46 am, editado 1 vez
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Avada Kedavra - Frances -
Nos gusta follar para liberar tensión, pero es cosa de cada quién - Lo dijo como una especie de broma que la verdad había estado en un muy mal momento. Bebió ahora si toda su cerveza y se levantó por otra mientras escuchaba como Frances seguía tratando de desquitar su ira con las cosas de su casa, no le molestaba, como podía notarse en la pasividad de su semblante, lo que fuera que la ayudara a superar ese mal trago de la vida. Frances sabía o al menos él esperaba que supiera, lo mucho que estaba dispuesta a hacer por ella y que no era igual, en ningún aspecto, a ninguna otra de las mujeres que habían tocado su vida.
Escucha Frances, no tienes que resignarte a nada, ¿si lo entiendes verdad? – James se acercó hacia ella entre los vidrios rotos de jarrones y le puso ambas manos sobre los hombros, así colocándose en su espalda. – Entiendo lo que dices, en verdad. Algunas personas sirven para la vida común y corriente de casados, tal vez en esos momentos tanto tú como él estaban haciendo lo que querían. Es normal que no te sientas satisfecha y es normal que quieras buscar un cambio.
¿Qué diablos estaba diciéndole? ¿Qué estaba bien que se separara de su marido? Ya no sabía, no sabía en verdad si las cosas que decía eran porque Frances significaba aun algo para él o porque simplemente era lo correcto. Él también era egoísta y en realidad en esos momentos no estaba pensando en Aislynn o en los hijos de Frances o en nada más que en el hecho de que ella lo hubiese necesitado. La giró y le tomó la barbilla con cuidado sonriéndole de medio lado.
Vamos, puedes seguir pretendiendo que me lastimas. Puedes hacerlo, no voy a quejarme. – Luego se le quedó viendo y pensó, en realidad pasó por su mente besarla. Luego se dio cuenta que no era tan maldito como para aprovecharse de una situación así además que, en efecto él iba a casarse con alguien, así que para quitarse las ganas estúpidas que tenía de besarla mejor le pasó un brazo por el cuello y la abrazó.
Igualmente creo que no debió ser tan malo el matrimonio verdad?... yo voy a casarme. No se cuando aun, pero le pedí a Aislynn que se casara conmigo.
Escucha Frances, no tienes que resignarte a nada, ¿si lo entiendes verdad? – James se acercó hacia ella entre los vidrios rotos de jarrones y le puso ambas manos sobre los hombros, así colocándose en su espalda. – Entiendo lo que dices, en verdad. Algunas personas sirven para la vida común y corriente de casados, tal vez en esos momentos tanto tú como él estaban haciendo lo que querían. Es normal que no te sientas satisfecha y es normal que quieras buscar un cambio.
¿Qué diablos estaba diciéndole? ¿Qué estaba bien que se separara de su marido? Ya no sabía, no sabía en verdad si las cosas que decía eran porque Frances significaba aun algo para él o porque simplemente era lo correcto. Él también era egoísta y en realidad en esos momentos no estaba pensando en Aislynn o en los hijos de Frances o en nada más que en el hecho de que ella lo hubiese necesitado. La giró y le tomó la barbilla con cuidado sonriéndole de medio lado.
Vamos, puedes seguir pretendiendo que me lastimas. Puedes hacerlo, no voy a quejarme. – Luego se le quedó viendo y pensó, en realidad pasó por su mente besarla. Luego se dio cuenta que no era tan maldito como para aprovecharse de una situación así además que, en efecto él iba a casarse con alguien, así que para quitarse las ganas estúpidas que tenía de besarla mejor le pasó un brazo por el cuello y la abrazó.
Igualmente creo que no debió ser tan malo el matrimonio verdad?... yo voy a casarme. No se cuando aun, pero le pedí a Aislynn que se casara conmigo.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: Avada Kedavra - Frances -
Soltó un hondo suspiro al sentir las manos de James sobre sus hombros. No, claro que no tenía que resignarse a nada y que lo sabía, pero simplemente le costaba no aferrarse a la idea de que quizá, con suerte, las cosas volverían a tomar su rumbo. Había llegado a pensar que a lo mejor la solución era irse de Brigantia, se lo había dicho a James Lovecraft en su momento y él la había convencido de que se quedara. Quizá si ella renunciara también a ciertas cosas, si tomara ese trabajo que su papá tanto y tanto le ofrecía, las cosas serían más sencillas para ella y Tobias, pero ya ni eso valía, porque de todos modos Tobias estaba en ese lugar horrible.
-No sé si lo llamaría cambio. Y no sé si quiero un cambio realmente…no sé, no sé nada.
Lo miró cuando la giró y le regresó la sonrisa casi por inercia. No lo externaba tal cuál pero en verdad se sentía desesperada y confundida. No pensaba dejar a Tobias a su suerte, claro, eso jamás, pero en esos momentos se sentía terriblemente vulnerable. No quería estar sola, no quería imaginar lo que supondría hacer una vida sin él porque simplemente no funcionaba así.
Le recorrió el rostro con la mirada, fue casi como un acto reflejo. Tuvo el macabro pensamiento de dejar que las cosas fluyeran, desahogarse de otra manera y fingir que la vida era muy fácil y que ella aún podía hacer lo que quería. Pero no podía pensar así, estaba muy mal y James no tenía por qué aguantar sus arrebatos ególatras. El abrazo le sirvió para despejar la mente. Le rodeó la cintura con los brazos y lo apretó contra ella mientras escondía la cabeza entre su hombro y su cuello.
-No no fue malo para na…¿qué?
Se quedó en shock al escuchar que pretendía pedirle matrimonio a Aislynn. La niña era un verdadero encanto pero ¿matrimonio? ¿en serio?
-Pero en qué coño estabas pensando tú, ¿eh?
Lo soltó casi bruscamente pero luego se llevó las manos a la cabeza dándose cuenta de que su actitud podía ser aterradora en ese momento. No quería ser aguafiestas pero ¿por qué ese apuro en arruinar sus vidas?
-Ok lo siento, mira, te felicito pero…¿ya lo pensaste bien? ¿estás muy seguro?
Terminó riéndose, de él y de ella misma, mientras negaba con la cabeza y volvía a abrazarlo. Él siendo tan bueno con ella y ella que no era capaz ni de darle felicitaciones sinceras por su nuevo compromiso.
-Menos mal que me lo dijiste antes de que hiciera una locura.
Bromeó y luego lo soltó dándole unas palmadas en el hombro mientras tomaba aire y desviaba la mirada de nuevo. Tenía que pensar que las cosas iban a mejorar.-No sé si lo llamaría cambio. Y no sé si quiero un cambio realmente…no sé, no sé nada.
Lo miró cuando la giró y le regresó la sonrisa casi por inercia. No lo externaba tal cuál pero en verdad se sentía desesperada y confundida. No pensaba dejar a Tobias a su suerte, claro, eso jamás, pero en esos momentos se sentía terriblemente vulnerable. No quería estar sola, no quería imaginar lo que supondría hacer una vida sin él porque simplemente no funcionaba así.
Le recorrió el rostro con la mirada, fue casi como un acto reflejo. Tuvo el macabro pensamiento de dejar que las cosas fluyeran, desahogarse de otra manera y fingir que la vida era muy fácil y que ella aún podía hacer lo que quería. Pero no podía pensar así, estaba muy mal y James no tenía por qué aguantar sus arrebatos ególatras. El abrazo le sirvió para despejar la mente. Le rodeó la cintura con los brazos y lo apretó contra ella mientras escondía la cabeza entre su hombro y su cuello.
-No no fue malo para na…¿qué?
Se quedó en shock al escuchar que pretendía pedirle matrimonio a Aislynn. La niña era un verdadero encanto pero ¿matrimonio? ¿en serio?
-Pero en qué coño estabas pensando tú, ¿eh?
Lo soltó casi bruscamente pero luego se llevó las manos a la cabeza dándose cuenta de que su actitud podía ser aterradora en ese momento. No quería ser aguafiestas pero ¿por qué ese apuro en arruinar sus vidas?
-Ok lo siento, mira, te felicito pero…¿ya lo pensaste bien? ¿estás muy seguro?
Terminó riéndose, de él y de ella misma, mientras negaba con la cabeza y volvía a abrazarlo. Él siendo tan bueno con ella y ella que no era capaz ni de darle felicitaciones sinceras por su nuevo compromiso.
-Menos mal que me lo dijiste antes de que hiciera una locura.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Avada Kedavra - Frances -
Sentía que su cuerpo se tensaba, James era una persona impulsiva también, tal vez no al grado de lanzarle avada kedavras a la gente pero no pensaba muy bien lo que hacía o decía hasta que ya era tarde. Además por supuesto que era un idiota y pocas veces entendía las consecuencias reales de sus actos, ese había sido un gran problema con Aislynn hasta el momento, pero con Frances no estaba viéndolo como algo de ese estilo. De cierta manera hasta sentía que Frances tenía alguna clase de derecho sobre él, por los años y por lo que habían pasado juntos, Aislynn estaba muy dentro de su corazón, pero la morena tenía un nivel muy diferente a ella.
Cuando lo soltó él sintió el vacío en su costado y solamente se le quedó mirando con algo parecido a la culpa. Se pasó una mano por el cabello y solamente aspiró profundo y asintió a sus reclamos, a sus advertencias de si estaba seguro o no de lo que iba ah hacer. Tenía casi 23 años y no pensaba casarse mañana mismo, así que si, estaba seguro.
¿Qué si estoy seguro? No soy un niño Frances. Trabaje muy duro por tener lo que tengo. Yo no iré por la vida dejando la escuela para darle de comer a mis hijos, teniendo un trabajo en el ministerio que no cumpla mis expectativas y sobre todo no andaré por ahí lanzándole maldiciones a la gente a costa de mi familia.
Estaba molesto y diciendo cosas que no debía, se acercó a Frances y la tomó por la nuca sin nada de delicadeza hasta pegar su rostro con el de él.
¿Qué locura ibas a hacer? ¿Esta? – Y ahora era él quién estaba portándose como un loco, la beso sin pensar en nada más, como lo había hecho aquella noche en el lago, solo que ahora era todo diferente. Estaba disfrutando de aquello, de cada segundo que sus labios estuvieron unidos antes de que Frances le respondiera con algún golpe o resistencia principalmente por las palabras que le había soltado, no pensó en darle tiempo para eso y simplemente la empujó contra la pared para encerrarla entre su cuerpo y el papel tapiz.
Cuando lo soltó él sintió el vacío en su costado y solamente se le quedó mirando con algo parecido a la culpa. Se pasó una mano por el cabello y solamente aspiró profundo y asintió a sus reclamos, a sus advertencias de si estaba seguro o no de lo que iba ah hacer. Tenía casi 23 años y no pensaba casarse mañana mismo, así que si, estaba seguro.
¿Qué si estoy seguro? No soy un niño Frances. Trabaje muy duro por tener lo que tengo. Yo no iré por la vida dejando la escuela para darle de comer a mis hijos, teniendo un trabajo en el ministerio que no cumpla mis expectativas y sobre todo no andaré por ahí lanzándole maldiciones a la gente a costa de mi familia.
Estaba molesto y diciendo cosas que no debía, se acercó a Frances y la tomó por la nuca sin nada de delicadeza hasta pegar su rostro con el de él.
¿Qué locura ibas a hacer? ¿Esta? – Y ahora era él quién estaba portándose como un loco, la beso sin pensar en nada más, como lo había hecho aquella noche en el lago, solo que ahora era todo diferente. Estaba disfrutando de aquello, de cada segundo que sus labios estuvieron unidos antes de que Frances le respondiera con algún golpe o resistencia principalmente por las palabras que le había soltado, no pensó en darle tiempo para eso y simplemente la empujó contra la pared para encerrarla entre su cuerpo y el papel tapiz.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: Avada Kedavra - Frances -
Había recibido el patronus de James a media tarde pero sinceramente ni caso había hecho. ¿Ahora debía informarle de todos los pasos? No había entendido el punto. Nunca lo hacía. Continuó con los trabajos que tenía pendientes hasta que se percató que no tenía unos apuntes y recordó que los había dejado en casa de James, unos días atrás. Resopló y aunque no quería interrumpir su encuentro con Frances, fue a buscar a Darren a su facultad para que le prestara las llaves, más tarde se las devolvería. En cuanto lo encontró, saliendo de su práctica, fue a interceptarlo y este le condujo a los vestuarios para tenderle el llavero y decirle algo sobre Amy que esta quería decirle, asintió y le confirmó que mandaría un patronus más tarde e igual iba a buscarla a Ogmios para ir a cenar.
Regresó a su facultad para tomar el traslador hasta Londres y una vez allí, se desapareció hacia casa de James aunque paró para comprarle unos pasteles a Frances. Parecía que su situación era delicada y después de las aventuras detectivescas juntas, no se sentía como su amiga pero si sentía cierto apego ya por el trato así que conociendo como estaba de los nervios con la desaparición de Barunka y Kris, se le sumaría lo de Tobias y aquello sería un auténtico dolor de corazón. Total, compró los pasteles y subió a casa de James, abriendo la puerta con la llave de Darren – No molestaré mucho solo vengo a por los ap…. – pero la frase se quedó a medias cuando vislumbró a James cogiendo de la nuca a Frances y besándola con toda su intensidad. Parpadeó digiriendo la escena y ladeó la cabeza. Tomó aire y se acercó a ellos para dejar la bolsa de pasteles sobre la mesa – Pasteles para ambos. Lo dicho, no molestaré. Continuad con lo vuestro – y se fue a perder a la habitación de James para encontrar los apuntes y poder salir de allí cuanto antes . Ni dramas ni nada, Aislynn ya lo había dicho no era de eso y tras la fiesta de la pintura con el embobamiento de James ante lo del divorcio. ¿Iba a sorprenderle?
Pero que no mostrara disgusto o dolor no significaba que no lo sintiera. Estaba muriéndose un poco, bastante, por dentro y se sentía ahogada, por eso, mejor encontrar los apuntes y desaparecer. ¿Para eso le decía que se casara con él? ¿Todo el amor que le juraba y perjuraba se iba por la boca a la de Frances, no? Ser comprensiva y confianzuda, dar todo de si, le habían valido eso.
Regresó a su facultad para tomar el traslador hasta Londres y una vez allí, se desapareció hacia casa de James aunque paró para comprarle unos pasteles a Frances. Parecía que su situación era delicada y después de las aventuras detectivescas juntas, no se sentía como su amiga pero si sentía cierto apego ya por el trato así que conociendo como estaba de los nervios con la desaparición de Barunka y Kris, se le sumaría lo de Tobias y aquello sería un auténtico dolor de corazón. Total, compró los pasteles y subió a casa de James, abriendo la puerta con la llave de Darren – No molestaré mucho solo vengo a por los ap…. – pero la frase se quedó a medias cuando vislumbró a James cogiendo de la nuca a Frances y besándola con toda su intensidad. Parpadeó digiriendo la escena y ladeó la cabeza. Tomó aire y se acercó a ellos para dejar la bolsa de pasteles sobre la mesa – Pasteles para ambos. Lo dicho, no molestaré. Continuad con lo vuestro – y se fue a perder a la habitación de James para encontrar los apuntes y poder salir de allí cuanto antes . Ni dramas ni nada, Aislynn ya lo había dicho no era de eso y tras la fiesta de la pintura con el embobamiento de James ante lo del divorcio. ¿Iba a sorprenderle?
Pero que no mostrara disgusto o dolor no significaba que no lo sintiera. Estaba muriéndose un poco, bastante, por dentro y se sentía ahogada, por eso, mejor encontrar los apuntes y desaparecer. ¿Para eso le decía que se casara con él? ¿Todo el amor que le juraba y perjuraba se iba por la boca a la de Frances, no? Ser comprensiva y confianzuda, dar todo de si, le habían valido eso.
Aislynn Breen- Mensajes : 111
Fecha de inscripción : 28/12/2014
Re: Avada Kedavra - Frances -
Entornó los ojos al escuchar las duras palabras que James le dedicaba, claramente hablando de Tobias, acusándolo justo como Frances no quería que nadie lo hiciera. Si alguien iba a juzgar el proceder de su marido esa era ella, nada más. Era posesiva y territorial, no le gustaba que hablaran de su familia, de sus decisiones. Claro, era algo contradictorio, pero nadie había dicho jamás que Frances estuviera muy cuerda tampoco. Lo iba a defender hasta el final de los tiempos, con conocimiento de causa de que las cosas no habían sido fáciles para él desde el momento en que había pisado Hogwarts.
-¡No sabes lo que ha sido! No sabes lo difícil…
Reaccionó como loca al sentir que James la tomaba por el cuello, manoteando como una paranoica porque no se esperaba eso. Estaba tan asustada por la vida en general que por un absurdo momento se le pasó por la cabeza que todo era una trampa, que la iban a matar, que todo lo dicho sobre Tobias era tortura psicológica y un montón de estupideces que no tenían cabida ahí. Pero resultaba que solamente era un beso, por los viejos tiempos, por algo que había enterrado que simplemente tenía que salir. Claro que era el peor momento, porque justo le acababa de decir que se iba a casar, que estaba seguro, pero de todos modos ahí estaba con ese arrebato salvaje que la había tomado por sorpresa incluso a ella.
No tuvo espacio ni para replicar, apenas y movió sus piernas hacia delante consecuencia de la sensación de acorralamiento mientras sus manos aferraban la camisa de James. Siempre había apreciado que los hombres fueran arrebatados, que fueran por lo que querían, era un punto débil, pero también sabía que había límites y más valía no cruzarlos. De nuevo se le pasó por la cabeza la idea de dejarse llevar, como todo, pero James tenía novia y Frances la consideraba linda, quizá demasiado amable para su propio bien pero linda al fin.
Y justamente escuchó su voz, como una maldición. Desvió el rostro y tomó aire. Ni siquiera escuchó lo de los pasteles. Mejor porque sino se hubiera sentido peor. Tomó fuerte a James por la barbilla e hizo que la mirara. Claro, si hubiera querido ser una maldita con todas las letras habría dicho algo como “bah, como sea, luego le borramos la memoria, no me digas que te vas a acobardar ahora” pero no, por supuesto que no, ya no era ese tipo de persona.
-No voy a asesinarte por el momento. Ve con ella…puedes decir que fue mi culpa si quieres, no me importa.
Lo empujó suavemente hacia atrás y sacó su varita, no para avadearlo, sino para recoger todo lo que estaba roto por el suelo y desaparecerlo. No tenía sentido hacer un reparo. Y de verdad, no le importaba quedar como una zorra maldita si eso hacía que Aislynn creyera a James. Pero claro que se preguntaba si acaso esa tensión iba a existir para siempre, si no era mejor dejarla morir.
-Luego arreglaremos cuentas tú y yo.
-¡No sabes lo que ha sido! No sabes lo difícil…
Reaccionó como loca al sentir que James la tomaba por el cuello, manoteando como una paranoica porque no se esperaba eso. Estaba tan asustada por la vida en general que por un absurdo momento se le pasó por la cabeza que todo era una trampa, que la iban a matar, que todo lo dicho sobre Tobias era tortura psicológica y un montón de estupideces que no tenían cabida ahí. Pero resultaba que solamente era un beso, por los viejos tiempos, por algo que había enterrado que simplemente tenía que salir. Claro que era el peor momento, porque justo le acababa de decir que se iba a casar, que estaba seguro, pero de todos modos ahí estaba con ese arrebato salvaje que la había tomado por sorpresa incluso a ella.
No tuvo espacio ni para replicar, apenas y movió sus piernas hacia delante consecuencia de la sensación de acorralamiento mientras sus manos aferraban la camisa de James. Siempre había apreciado que los hombres fueran arrebatados, que fueran por lo que querían, era un punto débil, pero también sabía que había límites y más valía no cruzarlos. De nuevo se le pasó por la cabeza la idea de dejarse llevar, como todo, pero James tenía novia y Frances la consideraba linda, quizá demasiado amable para su propio bien pero linda al fin.
Y justamente escuchó su voz, como una maldición. Desvió el rostro y tomó aire. Ni siquiera escuchó lo de los pasteles. Mejor porque sino se hubiera sentido peor. Tomó fuerte a James por la barbilla e hizo que la mirara. Claro, si hubiera querido ser una maldita con todas las letras habría dicho algo como “bah, como sea, luego le borramos la memoria, no me digas que te vas a acobardar ahora” pero no, por supuesto que no, ya no era ese tipo de persona.
-No voy a asesinarte por el momento. Ve con ella…puedes decir que fue mi culpa si quieres, no me importa.
Lo empujó suavemente hacia atrás y sacó su varita, no para avadearlo, sino para recoger todo lo que estaba roto por el suelo y desaparecerlo. No tenía sentido hacer un reparo. Y de verdad, no le importaba quedar como una zorra maldita si eso hacía que Aislynn creyera a James. Pero claro que se preguntaba si acaso esa tensión iba a existir para siempre, si no era mejor dejarla morir.
-Luego arreglaremos cuentas tú y yo.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Avada Kedavra - Frances -
¿Qué diablos estaba haciendo? Se había dejado llevar completamente por la sensación nostálgica de antaño, por saber a Frances frágil y necesitada, por pensar que tal vez él podría haberle dado lo que Tobias no, pensando que a su lado su vida no sería tan condenadamente tormentosa si es que, en el momento indicado él hubiese dado un paso adelante en su vida. Pero ya era muy tarde y los recuerdos le pegaron con fuerza luego de separarse de ella y sus labios, cuando sintió otra presencia en el lugar y el rostro de Aislynn observándolos. Ahí fue donde el mundo se le vino en los hombros.
No escuchó muy bien lo que la rubia había dicho, solo la vio con una mirada perpleja dejar las cosas en la sala y salir de ahí, se había separado automáticamente de Frances y tardó un poco en acomodar las ideas en su cabeza. Estaba angustiado y no le respondió nada, solamente se dio la vuelta para ir a encontrar a Aislynn a la otra habitación.
Su mente estaba hecha completamente un lío, ¿Qué iba a decirle? ¿Cómo iba a explicárselo? No podía, solamente estaba seguro de que no quería dejarla ir y que no podía dejarla ir. Abrió la puerta de la habitación y la observo cómo estaba buscando algo, con esa calma que la caracterizaba aun y cuando él estaba volviéndose loco pensando mil cosas en el momento.
Aislynn, perdón, no es lo que crees en verdad no lo es. No debiste ver eso, no quería que vieras eso, perdóname en verdad. Lo siento.
Estaba desesperado, se veía en su mirada cuando se acerco a ella para tomarla de los hombros.
Yo solo, trataba de ayudar a Frances, no sé por qué rayos hice esto, es mi culpa lo lamento. Lamento todo.
Pero no estaba diciendo nada en verdad, solamente repetía una y otra vez balbuceos sin sentido. No quería lastimarla porque significaba algo para él, algo fuerte e importante.
No escuchó muy bien lo que la rubia había dicho, solo la vio con una mirada perpleja dejar las cosas en la sala y salir de ahí, se había separado automáticamente de Frances y tardó un poco en acomodar las ideas en su cabeza. Estaba angustiado y no le respondió nada, solamente se dio la vuelta para ir a encontrar a Aislynn a la otra habitación.
Su mente estaba hecha completamente un lío, ¿Qué iba a decirle? ¿Cómo iba a explicárselo? No podía, solamente estaba seguro de que no quería dejarla ir y que no podía dejarla ir. Abrió la puerta de la habitación y la observo cómo estaba buscando algo, con esa calma que la caracterizaba aun y cuando él estaba volviéndose loco pensando mil cosas en el momento.
Aislynn, perdón, no es lo que crees en verdad no lo es. No debiste ver eso, no quería que vieras eso, perdóname en verdad. Lo siento.
Estaba desesperado, se veía en su mirada cuando se acerco a ella para tomarla de los hombros.
Yo solo, trataba de ayudar a Frances, no sé por qué rayos hice esto, es mi culpa lo lamento. Lamento todo.
Pero no estaba diciendo nada en verdad, solamente repetía una y otra vez balbuceos sin sentido. No quería lastimarla porque significaba algo para él, algo fuerte e importante.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Edad : 32
Re: Avada Kedavra - Frances -
En cuanto puso un pie en la habitación, aprovechando que no había nadie, sollozó durante un par de segundos agarrándose el pecho con la mano. Tenía la boca del estómago cerrada, los ojos irritados y quería desaparecerse de aquella casa, lanzarse ella misma un obliviate que le borrara aquella maldita imagen de la cabeza. Cerró los ojos e inspiró profundo antes de lanzarse a la caza y búsqueda de los malditos apuntes con las manos temblorosas de pura impotencia. ¿Por qué había confiado ciegamente? Era una maldita incrédula que se creía todo. Lo había visto delante de sus ojos y aún así creyó que eso no significaría nada, todo estaba bien, era cosa del pasado y James nunca le haría eso para algo se lo había dejado claro al día siguiente, pidiéndole matrimonio. Pero no, no era cosa del pasado, ya lo decían “quien tuvo, retuvo” y era consciente.
Buscó por todos los lados, sacando fuerzas y tranquilidad de donde en verdad no las tenía, los malditos apuntes y aunque escuchó como se abría la puerta, Aislynn continuó con su labor, intentando dejar pasar el momento, buscando una huída sensata y sin explicaciones porque estaba claro que no iban a gustarle. Ya lo había visto con sus ojos, no hacía falta añadir más nada y no prejuzgaba simplemente no estaba preparada. Si la situación era inverosímil, fue incluso más surrealista, escuchar las palabras. Claro que no debía ver eso, osea… era casi irrisorio y si no terminó carcajeándose de puro sarcasmo era porque estaba demasiado afectada como para variar su estado inalterado de pasividad extrema. De hecho, cogió un jersey suyo de la noche anterior y lo añadió a los apuntes que acababa de recoger y cuando se giró para irse por la puerta, James la detuvo por los hombros.
- No tienes que lamentar nada, James – murmuró tan entera como podía, intentando controlar sus emociones aún a pesar que quería soltarle un par de cosas a la cara con un tono de voz algo elevado mientras sus ojos iban enrojeciéndose y humedeciendose– entiende, no es cuestión de culpabilizarse– hizo una pausa porque tenía la voz temblorosa y ronca, trago saliva aunque casi ni podía y lo miró a los ojos con una mezcla de dolor y decepción creciente – Quiero que hagas una cosa por mí, una sola. Se sincero contigo mismo. Piensa y medita que quieres porque creo que no lo tienes claro – ella sin embargo, siempre lo había tenido claro y no por nada le había entregado todo cuanto era sin reparos aún cuando él estaba con otra por aquellos entonces. Aislynn no buscaba más que su cariño y amor, era estúpida incluso para eso. Demasiado inocente como decía su padre, confiaba en las personas más en las que quería – Busca aquí – apuntó con el dedo en su pecho – Lo que sientes y deseas porque me hace que te precipitaste a la hora de pedirme matrimonio – se apartó unos pasos hacia atrás con un par de lágrimas rodando por su mejilla – Ya como un favor para ti mismo – se limpió las lagrimas con una mano - ¿Puedo irme?
Buscó por todos los lados, sacando fuerzas y tranquilidad de donde en verdad no las tenía, los malditos apuntes y aunque escuchó como se abría la puerta, Aislynn continuó con su labor, intentando dejar pasar el momento, buscando una huída sensata y sin explicaciones porque estaba claro que no iban a gustarle. Ya lo había visto con sus ojos, no hacía falta añadir más nada y no prejuzgaba simplemente no estaba preparada. Si la situación era inverosímil, fue incluso más surrealista, escuchar las palabras. Claro que no debía ver eso, osea… era casi irrisorio y si no terminó carcajeándose de puro sarcasmo era porque estaba demasiado afectada como para variar su estado inalterado de pasividad extrema. De hecho, cogió un jersey suyo de la noche anterior y lo añadió a los apuntes que acababa de recoger y cuando se giró para irse por la puerta, James la detuvo por los hombros.
- No tienes que lamentar nada, James – murmuró tan entera como podía, intentando controlar sus emociones aún a pesar que quería soltarle un par de cosas a la cara con un tono de voz algo elevado mientras sus ojos iban enrojeciéndose y humedeciendose– entiende, no es cuestión de culpabilizarse– hizo una pausa porque tenía la voz temblorosa y ronca, trago saliva aunque casi ni podía y lo miró a los ojos con una mezcla de dolor y decepción creciente – Quiero que hagas una cosa por mí, una sola. Se sincero contigo mismo. Piensa y medita que quieres porque creo que no lo tienes claro – ella sin embargo, siempre lo había tenido claro y no por nada le había entregado todo cuanto era sin reparos aún cuando él estaba con otra por aquellos entonces. Aislynn no buscaba más que su cariño y amor, era estúpida incluso para eso. Demasiado inocente como decía su padre, confiaba en las personas más en las que quería – Busca aquí – apuntó con el dedo en su pecho – Lo que sientes y deseas porque me hace que te precipitaste a la hora de pedirme matrimonio – se apartó unos pasos hacia atrás con un par de lágrimas rodando por su mejilla – Ya como un favor para ti mismo – se limpió las lagrimas con una mano - ¿Puedo irme?
Aislynn Breen- Mensajes : 111
Fecha de inscripción : 28/12/2014
Re: Avada Kedavra - Frances -
Cuando terminó de recoger y desaparecer los pedazos de las cosas rotas, el departamento ya no tenía aire de haber sido escenario de una mini guerra marital. Se sentía pésimo, en verdad. Sabía que no había pasado nada pero eso no haría las cosas más sencillas para James, y eventualmente tampoco para Aislynn. Notó la bolsa que Aislynn había dejado ahí y al notar que se trataba de pasteles algo se le estrujó en el corazón.No era igual que como con Sandra, no sentía ningún tipo de placer de esa situación. Sacó la varita y fue hacia donde estaban James y Alslynn. Iba a arreglar ese asunto sí o sí, y de ser preciso después se alejaría de James para siempre, para no vivir con esa incertidumbre de “y si hubiéramos…”, estaba decidido.
-No te vayas.
Le dijo a Aislynn llegando a tiempo para escuchar sus últimas palabras. La vio ahí tan delicada y con la cara llorosa y volvió a sentir que era necesario actuar.
-Seguramente no lo quieres escuchar de mi pero en verdad. Las cosas no son fáciles en este momento para nadie. No fue nada Aislynn, no fue nada, fue una niñería. Y la culpa es mía.
Se acercó a Aislynn con extrema cautela, demasiado lento, esperando no ahuyentarla o que no terminará pegándole, cosa que ella haría en su lugar. Lanzó una rápida mirada a James. Tenía que apelar a que no toda la gente estaba demente. Le pasó un mechón de cabello rubio por detrás de la oreja antes de limpiarle una lágrima de su mejilla con el pulgar y terminar el gesto con un beso en los labios, como si fuera lo más normal, justo antes de enseñarle la varita.
-Si James nos hace un obliviate a las dos seguramente sería mejor. Anda, olvidémoslo. No quiero que lo que tienen se vaya al carajo, es difícil encontrar a la persona con la que quieres estar. O desapareceré de sus vidas. Dime qué hacer.
-No te vayas.
Le dijo a Aislynn llegando a tiempo para escuchar sus últimas palabras. La vio ahí tan delicada y con la cara llorosa y volvió a sentir que era necesario actuar.
-Seguramente no lo quieres escuchar de mi pero en verdad. Las cosas no son fáciles en este momento para nadie. No fue nada Aislynn, no fue nada, fue una niñería. Y la culpa es mía.
Se acercó a Aislynn con extrema cautela, demasiado lento, esperando no ahuyentarla o que no terminará pegándole, cosa que ella haría en su lugar. Lanzó una rápida mirada a James. Tenía que apelar a que no toda la gente estaba demente. Le pasó un mechón de cabello rubio por detrás de la oreja antes de limpiarle una lágrima de su mejilla con el pulgar y terminar el gesto con un beso en los labios, como si fuera lo más normal, justo antes de enseñarle la varita.
-Si James nos hace un obliviate a las dos seguramente sería mejor. Anda, olvidémoslo. No quiero que lo que tienen se vaya al carajo, es difícil encontrar a la persona con la que quieres estar. O desapareceré de sus vidas. Dime qué hacer.
Frances Alechinsky- Mensajes : 319
Fecha de inscripción : 19/11/2014
Re: Avada Kedavra - Frances -
¿Qué no tenía que lamentar nada? Lo hacía, aun no comprendía al cien por ciento la magnitud de los eventos. Había sido solamente un beso que posiblemente no hubiese pasado a nada más, Frances se había encargado con el tiempo de hacerle ver que entre ellos jamás habría podido suceder nada, porque él no era la clase de hombre que ella quería y por supuesto que ella no era en verdad lo que él necesitaba para seguir. Lo que él quería, todo lo que él necesitaba estaba ahora frente a él escapándosele de las manos por una estupidez. El solamente negaba una y otra vez a las palabras de Aislynn, su mirada reflejaba lo destrozado que estaba solamente de pensar en perderla. No quería dejarla ir, no podía simplemente.
No, te equivocas, soy sincero en verdad Aislynn, te quiero, te necesito, te amo. - Le respondía cada vez más desesperado que la vez anterior, le tomó la mano cuando le señaló el pecho con el dedo y trató de volver a sujetarla, de abrazarla contra él pero ella se alejaba y él no sabía la forma en que podía retenerla.
No no puedes, no te vayas, no voy a permitir que te vayas, escúchame por favor…
Pero ella se había dado la vuelta y trataba de irse, justamente alcanzó a ver como Frances estaba nuevamente en la entrada, él cerró los ojos con fuerza desesperado y se mantuvo en silencio solamente escuchando lo que la morena hacia y como trataba de tranquilizar la situación. No era ese el caso. No lo era en lo absoluto.
No, un hechizo no es la solución. Perdona Frances pero no puedo porque yo seguiría cargando con esto y necesito que ella sepa lo importante que es para mí. Aislynn necesito que sepas que soy un idiota que actúa sin pensar pero quiero estar contigo y aquello no fue cosa de un impulso, en verdad quiero estar a tu lado. Lo que viste en la sala, fue un error y yo lo sé y Frances lo sabe.
James se adelantó hacia Aislynn y la tomó nuevamente por los hombros. – Fue un error lo sé, entenderé si quieres dejarme pero debes saber que no dudo ni un segundo de lo que siento por ti.
No, te equivocas, soy sincero en verdad Aislynn, te quiero, te necesito, te amo. - Le respondía cada vez más desesperado que la vez anterior, le tomó la mano cuando le señaló el pecho con el dedo y trató de volver a sujetarla, de abrazarla contra él pero ella se alejaba y él no sabía la forma en que podía retenerla.
No no puedes, no te vayas, no voy a permitir que te vayas, escúchame por favor…
Pero ella se había dado la vuelta y trataba de irse, justamente alcanzó a ver como Frances estaba nuevamente en la entrada, él cerró los ojos con fuerza desesperado y se mantuvo en silencio solamente escuchando lo que la morena hacia y como trataba de tranquilizar la situación. No era ese el caso. No lo era en lo absoluto.
No, un hechizo no es la solución. Perdona Frances pero no puedo porque yo seguiría cargando con esto y necesito que ella sepa lo importante que es para mí. Aislynn necesito que sepas que soy un idiota que actúa sin pensar pero quiero estar contigo y aquello no fue cosa de un impulso, en verdad quiero estar a tu lado. Lo que viste en la sala, fue un error y yo lo sé y Frances lo sabe.
James se adelantó hacia Aislynn y la tomó nuevamente por los hombros. – Fue un error lo sé, entenderé si quieres dejarme pero debes saber que no dudo ni un segundo de lo que siento por ti.
James Blue- Mensajes : 272
Fecha de inscripción : 19/11/2014
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