What's going on in that mind?

Pasaba de las dos de la mañana en el hogar que pertenecía a Abner Burroughs y todo estaba rodeado de silencio. Como habían convenido hacia principios del año, Ellie y Bastian pasaban los fines de semana con Abner (con excepción de los últimos dos por peleas entre ellos). Pero ahora que las cosas estaban bien y una interesante tranquilidad rodeaba aquella casa, las cosas volvían a ponerse confusas.

La semi veela había estado extraña desde el viernes que llego a la casa con Bastian por la noche, estaba algo agitada y temblando, negándose a que algo en verdad le sucedía y lo atribuía al cansancio. No habló mucho y se dirigió directo a la habitación donde se quedó dormida de inmediato. Al día siguiente no se despertó hasta tarde y no parecía tener ánimos si quiera para pelear con Abner o hacer cualquier cosa que no fuera estar recostada todo el día. Afortunadamente había salido un rato a la despedida de Amy Jackson con Frances, pero ni siquiera se quedó lo suficiente, antes de las 10 de la noche estaba de vuelta y sobre las sabanas de la cama.

Había muchas cosas que tenía en la cabeza en esos momentos, las amenazas de su madre principalmente eran lo que la mantenían con la cabeza en los aires. Tenía miedo y no sabía exactamente cómo actuar al respecto. No le quería decir nada a Abner por dos razones, la primera es que se sentía terriblemente culpable por lo que había sucedido con Reghan y la segunda por que no sabía cómo iba a tomar esa información una vez que le dijera lo del auror.

Ellie se levantó de la cama sin poder conciliar más el sueño y le dio una mirada rápida a Abner antes de salir hacia el pasillo. Entre la oscuridad había una luz de noche encendida en el cuarto de Bastian, Ellie sonrió y bajó las escaleras para dirigirse a la cocina. Tenía que pensar muchas cosas. ¿Volvería a casa de sus padres? ¿Realmente arriesgaría a Bastian nuevamente? ¿Le diría a Abner que en verdad si se acostó con Reghan? Frustrada convocó un tazón con nieve de varios sabores que habían comprado para Bastian y se sentó en el comedor lamentando su suerte.

Entonces escuchó pasos hacia ella y se llevó la cuchara a los labios como si nada estuviera pasando. Sabía que Abner estaba ahí pero no volteaba a verlo, tenía la vista fija en la nieve como si en verdad no hubiese notado su presencia. Sentía que solamente verlo le dolía muchísimo.

Anda así pero sin maquillaje de Zorra JA

No quería girarse a ver a Abner por que inmediatamente sentía que algo de ella moría por dentro. Lo amaba tanto que le dolía en verdad pensar en que la rechazara o se alejara de ella, era egoísta pero ¿lo suficiente como para mentirle? Tenía que pensar muchas cosas, que iba a suceder de ahora en adelante. Trató de sonreír sin éxito alguno cuando él tomó de la misma nieve y luego solamente lo vio con la mirada vacía cuando se acercó a ella y tomó su mejilla. Tomó unos segundos para que respondiera, segundos que aprovechó para ver su rostro, su mirada y sus labios.

Quiero que Bastian viva contigo. Aquí. No voy a volver a casa de mis padres. - Lo dijo así sin más. Se escuchaba decidida, tal vez un poco asustada. Ahora fue ella quién se giró en la silla hacia él y se inclinó hacia adelante, alzó sus manos tomando el rostro de Abner entre ellas y acarició sus mejillas y su cabello.

Perdí mucho tiempo tratando de odiarte, ¿verdad? – Negó con la cabeza inmediatamente y calló cualquier objeción que él tuviera con un beso, uno de verdad y duradero, como hacía mucho no le daba.

Tengo que confesarte algo Abner…. – Paso las manos por sus brazos y luego se separó de él levantándose y dando un par de pasos hacia atrás.

Estuve con el auror la otra noche, Reghan, el del ministerio. Te prefiero a ti pero esa es la verdad. Ahora lo sabes. – Se cruzó de brazos viendo hacia otro lugar. – No puedo volver a casa de mis padres, todo está comenzando nuevamente y quiero mantener a Bastian alejado…

Era todo lo que tenía que decir, sabía que Abner comprendería a que se refería con eso. Lo conocía perfectamente, su carácter fuerte pero no sabía cómo era que iba a reaccionar ante su declaración, si iba a delatarlos en verdad o no. Solamente esperó con los puños cerrados las palabras que ya sentía llegar.

Contrario a otras ocasiones tras decir lo que tenía que decir y esperar la respuesta de Abner, esta vez no estaba a la defensiva. De hecho ni siquiera parecía estar en ese lugar. Siendo la Ellie de siempre tras el primer grito, la primera de aquellas preguntas hubiese comenzado a elevar la voz y hablar sobre él, interrumpirlo diciéndole que estaba loco y que se callara, que lo odiaba que se fuera aun que estuvieran en su propia casa, pero no. No hubo una sola respuesta a esas interrogantes, solamente ella parada al otro lado de la mesa, con los brazos a los lados y con los puños cerrados tan fuerte que comenzaba a hacerse daño ella misma.

Sabía que Abner no se lo tomaría bien, por eso había decidido decirle todo de esa manera. Si quería mantener a Bastian lejos era la única manera. No lo había pensado así cuando se acostó con Reghan en primer lugar, de hecho aquel acto había sido independiente a todo lo que pasaba en su vida con respecto a las cosas oscuras en las que estaba metida nuevamente, pero lo veía como una salida. La mejor para todos.

Una vez. en su casa. – Dijo de manera pausada y sin levantar la voz, muy diferente a como las preguntas salían de él. Aquello fue en el primer segundo que él tomó para callarse. Su labio inferior estaba temblando como sucedía siempre que estaba aguantándose las ganas de llorar, se mordió ambos labios para soportarlo y simplemente asintió ante la amenaza de muerte.

Puedes hacerlo la próxima vez que me veas, no podré objeción. En verdad.

Parecía muy seria cuando le dijo esas cosas. No fueron gritos si no palabras de verdad. Tampoco esperaba quedarse en casa de Abner así que cuando la corrió no la tomó por sorpresa. Le había pedido que Bastian se quedara con él, ella no iba a hacerlo.

No voy a pedirte que me perdones Abner. Si estuviera en tu lugar yo no lo haría. – Claro que ella no se imaginaba que de hecho, estaba en su lugar. Para ella Abner había hecho todo lo posible por estar con ella a pesar de los problemas y las peleas. Ella era quién había fallado en verdad. Por supuesto que se arrepentía, pero era muy tarde para hacer cualquier cosa al respecto.

Voy a despedirme de él… Gracias. - Lo decía sinceramente. Claro que se iría, tenía que irse. Tal vez dentro de sí misma no estaba muy consciente de la maldición que Holland había puesto sobre ella pero sabía que si iba a ayudar con todo, exitoso o no, era algo arriesgado y no quería que ellos pagaran si es que cometía algún error.