Poison Apple

No sabía qué era lo que le estaba sucediendo últimamente, además del dolor físico que sentía había cosas que simplemente no cuadraban en su mente, pedazos que quedaban borrados sin que supiera el por qué y sensaciones que antes no la habían si quiera atormentado, ni siquiera en sus épocas más terribles había sido así. De alguna manera todo eso se lo atribuía a la culpa, eso aunado a que esa misma semana se había dado cuenta que Andrei volvió a la universidad después de su viaje simplemente la tenían con una incomodidad que no podía sacarse del pecho.

Tenía que arreglar las cosas con él, era su amigo después de todo, quién estuvo con ella en sus años más difíciles y ella simplemente lo había mandado al demonio.

Por eso le mandó una carta diciéndole que debían hablar, que fuera a su casa ese viernes por la noche, simplemente estaba invitándolo a cenar. Sus padres no estaban en casa, su madre estaba metida en cosas extrañas últimamente y padre estaba en estados unidos, no le comentó nada en lo absoluto a Abner puesto que si él se había molestado solamente viéndola con Reghan una noche, si sabía que seguía en contacto con Andrei la iba simplemente a matar.

Preparó una cena en la casa, Bastian estaba en la sala jugando con un mini equipo de quidditch que Abner le había dado unas semanas atrás lanzando una quaffle por los aros cuando el sonido del timbre en la puerta los alertó a todos. Ellie simplemente se asomó pero el niño había corrido para abrirle la puerta al húngaro. Claro que al verlo se emocionó muchísimo y saltó sobre él para abrazarlo y recibirlo con un “Tío Andrei” que de alguna manera hacía que las cosas fueran un poco menos incomodas. Bastian lo quería por que había crecido con él viéndolo como la única figura paterna además de su abuelo, eso no podía negarse y ni siquiera Abner podía hacer nada al respecto.

Ellie se encaminó hacia ellos de una manera no tan familiar como Bastian y lo saludó a unos metros de distancia, la semi veela se veía cansada, en su rostro era más que evidente no había dormido muy bien últimamente.

Pasa por favor, que bueno que has llegado. Bastian, debes recoger tus cosas para que Andrei pueda sentarse. – Le dijo al niño y este asintió inmediatamente y corrió a la sala contándole a Andrei que estaba practicando su lanzamiento de quaffle por que iba a ser cazador cuando estuviera en Hogwarts y otras cosas que parecían muy importantes. Ellie lo siguió para guiar al húngaro hacia la sala que él ya conocía perfectamente. No sabía cómo comenzar todo, parecía más que difícil actuar como si nada hubiese sucedido.

Ropita Ellie

En verdad Abner poco o nada tenía que ver con el estado anímico de la semi veela, habían peleado muy fuerte hacia unas semanas pero aquello del sueño y la angustia se remontaba a días atrás. Si bien la relación del padre de su hijo y ella no era la más sana que podía tener, estaba lo suficientemente estable por el momento, sin disputas ni dolores de cabeza. Solo ellos compartiendo lo que tenían, de hecho principalmente por cómo es que la semi veela se encontraba últimamente era que no habían discutido al menos en la última semana, ella solamente decía que si a todo sin preocuparse o pensar en refutar nada de lo que él dijera, muy cansada para pelear.

Se quedó unos momentos con los brazos cruzados viendo a Bastian pero con la mirada algo perdida, escuchaba de fondo solamente como el niño le contaba a Andrei que llevaba tiempo practicando, que le había ganado a otros niños de su guardería, que ya quería ser jugador de quidditch que había practicado mucho con su papá últimamente. Fue cuando Bastian le preguntó a Ellie que si podían salir a jugar al patio que Ellie volvió en sí y se acerco para acariciarle el cabello y darle un beso en la frente.

En un rato más vamos a cenar, ¿Porque no vas a jugar a tu cuarto mientras el tío Andrei me ayuda con la cena? - El niño asintió y tomo sus cosas para llevarlas hasta su cuarto, afortunadamente los aros flotaban tras él. Se despidió de Andrei y subió corriendo las escaleras desapareciendo tras la puerta. Fue que Ellie suspiro y le hizo una seña a Andrei para que la siguiera a la cocina.

Gracias por aceptar la invitación, en verdad pensaba que no vendrías. Andrei lamento mucho lo que sucedió, en verdad. – En cuanto llegaron a la cocina le hizo un gesto con la mano para que se sentara en la barra y ella sacó una copa y un poco de vino rojo, no lo sirvió solamente lo dejo frente a ella mientras se sentaba y colocaba las manos frente a ella.

Sé que una disculpa no puede solucionar todo lo que pasamos, pero tenía que comenzar por algo. – Bajó la mirada, en verdad no sabía que palabras decirle, esperaba que Andrei dijera algo o le recriminara, lo merecía y lo sabía.