Aliens

- ¡Te lo estoy diciendo en serio, no te rías! Creo que tengo un crush terrible con Ripley. - Muerta de risa por estarle contando a David cualquier tontería al salir del cine terminó por darle un empujón mientras andaban, y si no se le trepó a la espalda en ese instante era por no causarle molestias con las heridas que tuviera en la espalda aún frescas después de la luna llena. Con lo que no iba a medirse, por ejemplo, era con aquellos impulsos que le nacían de besarlo a cada momento.

No solía ponerse muy loca e insistente con aquello de salir fuera  todos los fines de semana.Era consciente de que David tenía bastantes más responsabilidades de las que ella tenía sobre los hombros, no nada más con Angus sino como co-propietario de su propio negocio, aunque ser el jefe tuviera sus ventajas y los abuelos del cachorro estuvieran fascinados con su nieto. No era raro verla en el bar a veces con una cerveza en la mano solo por estarse un rato con él conversando (siempre y cuando la clientela lo permitiera, no era impertinente).  

Quizá cuando le dijo a Finnerty que tenía ganas de ir al cine habría pensado que quería ver algún drama o romance lacrimógeno que llamara a ponerse sensibles, no que estaba muriendo de ganas por ver a la Teniente Ellen Ripley en medio de crítica batalla con La Reina. De dramas ya había tenido suficientes como para toda esa vida y la que siguiera, prefería por mucho los xenomorfos, no importaba que en según qué escenas consiguieran hasta provocarle urticaria por lo ansiosa que se ponía de ver esos monstruos en pantalla.

- Volvería diez veces más. ¿Tú crees en alienígenas y eso? Tomando en cuenta lo loco que resulta que puedas hacer magia con un palito.... y eso no iba en doble sentido. - Se echó a reír y enlazó su brazo al de él y se paró sobre las puntas de sus pies para alcanzar a besarle el cuello. - ¿Vamos a tomar algo? -

Aquellos momentos que podía tener a solas con Jasmine le hacían más que bien. Entre el bar, Angus y la universidad, apenas tenía poco tiempo para parar quieto y relajarse, así que apreciaba que su mamá tuviera la amabilidad de decirle que ella le cuidaba a Angus cuando veía que él ya estaba a punto de matarse. De todos modos estaba pensando seriamente en dejar a un lado esa tontería de estudiar como si todavía creyera en el milagro de encontrar un trabajo decente por una carrera universitaria.

Mejor dedicarse al bar y a su hijo, sin complicarse más la vida. Estaba pensando en contárselo a Jasmine pero no quería interrumpir su emoción Ripley con eso. -Cálmate ya. Si no eres tú es Kimmy pero siempre termino acompañado de una lesbiana.-Antes de que replicara por esa broma la tomó por la cintura y la besó como loco.

Se rio fuerte ahí a media calle por sus preguntas y sus dobles sentidos y volvió a apretarla contra él. -Hoy te estás comportando como una gran loca. Claro que creo en alienígenas, me da mucho miedo pensar que estamos solos en este condenado universo gigante. No podemos ser los únicos. Es decir eso me suena más terrorífico que pensar que tenemos vecinos come-carne, ¿o qué piensas tú? -Le dio un beso algo brusco en la cabeza cuando terminó de hablar y luego se dio unas cuantas palmadas fuertes en su estómago.

-A tomar y a comer algo que me muero de hambre. En serio, inanición en cinco segundos.-Él siempre tenía hambre, eso no era ninguna novedad.-Escoge el lugar, pelirroja. Pero que tengan carne porque sino no sobreviviré.