Jonathan Winwood

Jonathan Winwood

Nombre completo: Jonathan Queen Winwood
Edad: 20
Fecha y lugar de nacimiento: Marzo/16. Londres/Inglaterra
Sangre: Hijo de muggles
Característica Especial: Ninguna
Escuela de procedencia: Hogwarts; Ravenclaw
Facultad: Cerridwen
Carrera: Periodismo Mágico
Semestre: 4to. Semestre

Jonathan por lo general suele ser la clase de chico que uno creería es un completo idiota, aunque eso sólo sea una máscara... a veces al menos. Procura llevarse bien con cuantas personas puede ya que éstas le son de ayuda al momento de averiguar información sobre algún tema en específico (siempre es bueno tener contactos) aunque, él en sí, no es de dar su absoluta confianza a la misma cantidad de personas ya que sus amigos se reducen a un pequeño grupo que ha venido conservando desde sus inicios en Hogwarts.

Sabe lo que quiere y no le da miedo decírselo a todo el mundo. Le gusta que las cosas se hagan a su modo y no es demasiado bueno a la hora de tener que seguir órdenes; hace lo que quiere, cuando quiere. A simple vista uno bien podría cuestionar que el chico realmente fuera inteligente pero, como ya se ha dicho antes, es una máscara. Considera que las personas confían más en alguien que luce como un tarado a alguien que luce como si, una vez averiguado todos sus secretos, pudiera sacarlos a la luz sin remordimiento alguno.

Es vanidoso y uno bien podría considerar que ha elegido esa carrera sólo para estar frente a las cámaras (en parte en cierto) pero en realidad, el verdadero motivo que le ha llevado a elegir esa carrera en particular, es su curiosidad sin límites. Constantemente se está metiendo en problemas;  ya sea porque ha publicado alguna nota que arme revuelo entre la academia o por las acciones a las que se ha visto "obligado" a realizar para conseguir la misma.

No es un estudiante de periodismo como los demás, le gusta decir las cosas tal y como son sin importarle demasiado cómo sus palabras hagan sentir a los demás ni el hecho de que puedan llegar a causar alboroto (para ser sinceros, le encanta armar revuelo). Una vez que algo llama su atención se sumerge de lleno en el tema hasta dar con el punto principal del mismo. Es del tipo al que no le importa invadir propiedad ajena o meterse en lugares peligrosos con tal de hallar una buena nota o hacerse con una fotografía escandalosa.

Hijo de los dueños de una de las empresas más importantes del mundo, Jonathan siempre vivió entre lujos, sin que absolutamente nada le faltara. Su padre, Louis Queen de veinte años, se casó con su madre, Georgina Winwood de diecinueve, mediante un matrimonio arreglado por los padres de estos para que así ambos pudieran heredar el negocio de sus familias. Uno creería que al ser un matrimonio arreglado y tan joven, la pareja no llegaría a ser feliz, pero lo fueron. Cuando cumplieron cuatros años de casados la pareja comenzó a sentir que algo faltaba en sus vidas, ¿y qué mejor que un heredero para llenar el vacío?, así fue como Jonathan llegó a sus vidas una tarde del 16 de Marzo.

Durante sus tres primeros años Jo se desarrolló como un niño cualquiera pero, una vez comenzando sus estudios, sus padres comenzaron a notar que algo extraño ocurría con él, y no era simplemente el hecho de que a esa edad Jo podía llegar a ser más inteligente que algunos de los chicos más avanzados, sino que también podía hacer “cosas” que otros no, cosas como hacer levitar libros que se encontraban lejos de él o el tarro de galletas con forma de gato que le había regalado a Georgina el día de las madres. Al percatarse de todo esto, sus padres consideraron en llevarlo con los mejores médicos que el dinero pudiera pagar, pero sabían que eso atraería las miradas sobre ellos y sobre su empresa, y ellos no podían permitir que eso pasara, ya que los arruinaría.

Cuando Jonathan cumplió los 11 años recibió una carta la cual le fue entregada por un grupo de personas bastante interesantes, los cuales les explicaron aquello que sus padres tanto temían escuchar; su hijo era diferente. Diferente significaba raro y raro, en el mundo de sus padres, el mundo de los negocios, era inaceptable, desagradable y poco exitoso.

Con gran pesar y desconfianza por parte de sus padres, pero con gran entusiasmo por parte de Jo, aceptaron enviarlo a Hogwarts: el colegio de Magia y Hechicería para el cual Jonathan tenía una pase, con la condición de que, durante su ausencia, la explicación que ellos darían a sus “amigos” sería que su hijo se encontraba estudiando en un internado de gran prestigio en Estados Unidos; les avergonzaba – además del hecho de que no podían hacerlo – el contar sobre el lugar en el que su hijo se encontraba y bajo qué circunstancias había terminado allí. La otra condición fue que, apenas se graduara, volvería y se encargaría del negocio familiar, Jo por supuesto aceptó. Disfrutaría cada uno de sus años en Hogwarts antes de tener que volver y pagar el precio de ello manteniendo una vida aburrida, sin magia  y con “amigos” en los que en realidad no podías confiar, en sí, una vida de negocios.

Jonathan, durante sus años en Hogwarts, había aprendido a aceptar lo que fuera que le esperara después del colegio, se había dado por vencido en cuanto a dejar su futuro en manos de sus padres hasta que, mientras cursaba su último año, un hecho cambió por completo todo el panorama; la muerte de su padre. Uno pensaría que después de eso Jonathan habría de aceptar aún más el puesto para liderar la empresa, y lo habría hecho, de no haber sido porque, al poco tiempo, cuando estaba a punto de graduarse en Hogwarts, su madre… simplemente le dejó ir, por decirlo de una forma. ¿Por qué? No preguntó. ¿Para qué? No le importó. Lo único en lo que Jonathan podía pensar era en su recién adquirida libertad, su madre le estaba otorgando el derecho de elegir lo que él quisiera hacer con su vida y él no pensaba rechistar en contra de ello.

De todas formas, después de haberse graduado, había pasado unos pocos meses ayudando a su madre a manejar la empresa aunque, una vez que vio como ésta era capaz de controlar todas las acciones por sí sola, se alejó. Cabe decir que el Ravenclaw, luego de enterarse de que el negocio familiar ya no era su futuro, se había quedado por completo desubicado en lo que haría a continuación con su vida. Nunca se había puesto a planear nada sobre ello, más porque no lo necesitaba que porque no quisiera hacerlo, la única pregunta que podía hacerse a sí mismo era: ¿Y ahora, qué seguía? Inmediatamente comenzó a seguir los pasos de varios de sus compañeros, después de haberse graduado les había perdido un poco la pista pero no le resultó en lo absoluto difícil el volver a encontrarles; sólo había que hacer las preguntas indicadas a las personas indicadas.

En menos de lo que habría esperado, pasando casi sin que él pudiera darse cuenta de lo que hacía, ya se encontraba inscrito en la universidad. ¿Cómo demonios había sucedido? No sabía, ni tampoco le interesaba saberlo. En un primer momento se había planteado la opción de elegir la carrera que le llevaría a volverse Auror pero, una vez que sopesó los pros y los contras de la misma, terminó por decantarse por un carrera para la cual sí sabía que estaba hecho; Periodismo Mágico. Actualmente cursa el cuarto semestre y, hasta ahora, no se arrepiente de la decisión tomada.

HABILIDADES
•
•
•

Fuerza: 12 + 3 = 15 (+2)
Destreza: 12 + 4 = 16 (+2)
Constitución: 12 + 1 = 13 (+1)
Inteligencia: 12 + 4 = 16 (+ 2)
Sabiduría: 12 + 3 = 15 (+2 )
Carisma: 12 (+0)

PVS: 15