Sol, Arena y Mar

Jessy no podía tener tanta buena suerte. La vida era una maravilla y el relax invadía cada poro de su cuerpo. Quizá fueran las primeras vacaciones de la vida que podía tomarse de tal modo pero hasta de esos pensamientos estaba exenta. Vivía un sueño, soleado y fresco a la vez del que no quería despertar...  Disfrutar de los privilegios de la alta sociedad ya no sería una cosa más: sería su lema de vida y a la mierda el resto.

Que sucedía? Su hermano Adam viajaba a Egipto por negocioso marca Luttrell, y ya que su padre estaba enfermo, y que todo mundo tenía un plan de vida menos Jessy, le tocó en suerte el destierro rumbo África.  Ella no tenía ni hijos ni marido como la mayoría de sus hermanos, ni un trabajo, ni un plan de estudios que cumplir, ni ninguna obligación y ya que no hacía nada por la famlia siquiera comportarse en navidad pues como castigo... Al desierto. Pero lo que en un principio pensó una tortura, mientras chillaba para no tomar el tralador, ahora sentía a flor de piel era el sueño de su vida.

Bendita playa de dios!...

Llegaron a un caserío mágico muy mono pero rústico, Jessy bufó. A las dos horas estaban en un super super super hermoso hotel de ensueños con beduinos persiguiéndola con abanicos y jugos de dátiles. Sus ojos celeste recorrieron cada rincón al ritmo de sus zapatos... Y eso que Egipto no era un lugar exquisito según los conocedores. Se mordía el labio inferior del puro placer que le generaban las vistas por las ventanas del mar infinito y la arena brillante.... Hay que decirlo, tuvo que hablar con un par de personas, sonreír y entender de que iban los temas durante el almuerzo ejecutivo. Parecía que funalmente se iba a concretar el trato para invertir en una cadena de hoteles por la costa de África y ese sería un punto referencial.

Y ahí Jessy comprendió. Lo que Adam había logrado era convencer a papá de expandir las fronteras, sacar el dinero del mundo mágico para ponerlo donde en verdad valía: El muggle. Un mundo que era ciertamente  mucho más grande, dinámico y moderno. Al menos 5mil millones de personas era muggles, y eso significaba 5mil millones de potenciales clientes, usuarios, compradores, endeudados, etc. Feliz navidad y feliz capitalismo para todos!!

Yendo al punto. Luego del almuerzo, Jessy conoció la playa que iba a pertenecerle. Caminó como si pudiera comerse el mundo solo con la mirada por la arena cálida con el sol dorándole los cabellos, llegó a una reposera, se quitó la capa de ocasión y así con su bikini aleopardado y uno anteojos a juego se recostó a tomar sol. Simplemente tomar sol, respirar profundo y pensar en ... ni pensar.

Había sido todo una decisión de momento. James y su hermana pequeña estaban de vacaciones en Francia, con sus tíos y sus abuelos, sin embargo después de año nuevo a la abuela simplemente se le ocurrió que quería viajar hacia algún lugar para pasar lo que restaba de las festividades. Casi siempre era el mismo ritual, hacia que el abuelo le trajera el globo terráqueo, lo giraba y señalaba un lugar aleatorio mientras toda la familia, primos e hijos incluidos, la miraban. En este caso había sido elegido Egipto.

Había sido fácil llegar por los medios mágicos, aun que a mitad de camino solamente él, sus abuelos y un par de primos (y su hermana claro) habían accedido a las locuras de la abuela. Los primeros días se habían dedicado a viajar en camello, a explorar ruinas muggles antiguas (a la abuela le gustaban) y luego simplemente descansar, ese día en especifico James tenía tantas ganas de subirse a un camello como seguramente de que le cortaran la cabeza, o sea ninguna.

Fingió no sentirse muy bien y decidió mejor esperar a que todos se fueran para bajar a la playa, no porque hubiera algo en especifico si no porque era más tranquilo beberse algo ahí sin ninguna otra preocupación. Lo hizo en efecto, justamente acababa de comprarse una de esas bebidas muggles con una sombrilla cuando se quitó los lentes oscuros para ver de lejos. Si su vista no le fallaba esa era Jessy con un provocativo traje de dos piezas. ¿Jessy estaba ahí en Egipto? Le pareció curioso como era el destino así que sin más se acercó a saludarle. Las cosas estaban mejor ahora que había decidido mandar al demonio todo, hasta se sentía más liberado aun que con una espina de culpa en la cual trataba no pensar.

¿Jessy? Hey… que curioso, ¿Qué haces aquí? Además de tomar el sol por supuesto – Se sentó en una reposera de al lado para no bloquearle el sol y luego le ofreció de su bebida – Parece que incluso el mundo muggle es muy pequeño, ¿Es mi destino encontrarte siempre o qué?

- James? - desde su posición se alzó los lentes un poco y lo miró a ojos entrecerrados por el sol. Después de la sorpresa pues vaya! estaban en Egipto, que tenía que ver James ahí?, de inmediato una sonrisa en sus labios. - es nuestro destino... de seguro - comentó divertida por la coincidencia. Luego de eso cayó en la cuenta de que él le había quitado el saludo semanas antes y que ... que pasaba ahora? Se incorporó un poco y lo miró por detrás de sus lentes con la cabeza algo ladeada, reparó en el trago, en sus ropas y en su buen humor... Podría haberla evitado y seguir camino al mar, no? Quizá había reflexionado... o quizá en verdad estaba volviendo la suerte a la vida de Jessy.  Como fuera todo sería alegría... alegría como esas que daba una buena linea de calidad.

- pues... he venido a acompañar a mi hermano a concretar unos negocios familiares... pero me estoy tomando un descanso ahora mismo - señaló el sol y a ella misma con coquetería y repreguntó - y tu? te vendieron al nacional de egipto? - Un servidor se acercó con un trago para la rubia. La gente era tan atenta... cuando uno pagaba con peso fuerte. Le dio un trago a la bebida pero la dejó en una mesa auxiliar entre ambas reposeras de donde tomó un protector solar, para echarse un poco en las manos y untarse los brazos.

- pica el sol... pero reconforta el alma también.... estoy pensando seriamente mudarme al caribe... donde siempre sea verano todo el año...  - Jessy estaba de un humor muy particular que podía extrañar bastante a James que solo la había visto en malos momentos, o en momentos de siempre, con su cara de pocos amigos, su mal humor a flor de piel, e irritable y cuestionadora por cualquier tontería. - no te asustes, no te voy a pedir que me encremes la espalda - y se rió pasándose el líquido por los hombros, y sentándose derecha en la reposera para que no quedase eso como un espectáculo provocativo gratuito. Ahora tenía que comportarse como una señorita de bien... supuestamente. Y se reía para si misma de solo pensarlo.

No sabía si tomar el saludo de Jessy de manera sincera, ella era extraña y difícil a su trato, sin embargo como con todo él trataba de llevarse las cosas ligero, sin dramas o preocupaciones. Se reclinó y volvió a colocarse las gafas de sol sobre el rostro, simplemente disfrutando del calor del sol y lo que le rodeaba. Era un buen paisaje en realidad.

No, en realidad no. El equipo de Egipto no paga bien – Le murmuró esto como si fuera un gran secreto - Estoy también de vacaciones familiares. Mis abuelos están un poco locos. Pero disfrutan esta clase de cosas, mi familia está ahora en un museo, yo solo quería descansar un rato.

Se le quedó viendo mientras sacaba el bloqueador, no por que pensara que fuera a pedirle que le pusiera, si no porque él quería hacerlo. Por cortesía en verdad, le dio risa que Jessy casi adivinara sus pensamientos.- ¿Enserio no quieres que lo haga? No me molestaría. He decidido mandar todo al demonio. ¿Cómo ves?

Y claro que ella sabía que se refería por “todo”. Aun tenia presente la conversación que habían tenido semanas atrás, donde le había retirado el habla y todo eso. Aspiró profundamente y se levantó quitándole el bloqueador de las manos, se puso un poco en la palma y se lo colocó en la espalda haciéndole un gesto para que no dijera nada al respecto. - Oye Jessy, quería pedirte una disculpa por lo que te dije la ultima vez… era necesario que lo hiciera de esa manera.

- todo? - repreguntó frunciendo la boca a un lado divertida -...pues yo ando en eso también... -acotó cómplice aunque seguro estaban hablando de cosas diferentes. Igual no se imaginaba a James dándose la vida loca, y ella tampoco apuntaba a eso. Estaba como en un momento budista de la vida: iba a cambiar de filosofía, disfrutar de las cosas y alejar el estrés... como había dicho Kris "estamos en el mejor momento de nuestars vidas" Y pues sí, tenía razón!

De inmediato se hizo un poco hacia delante por si James se quería sentar a su espalda, y se enredó el cabello en los dedos sosteniéndolo hacia un costado para dejar la espalda libre a gusto del jugador. No, no se iba a negar para nada. - mmmm... de que te disculpas? de que querías follarme? - se rió y tomó un poco de su trago mientras sentía las cálidas manos de James - pasado pisado...  quiero llevarme bien contigo. En serio lo digo. Haremos una cosa, como un código, cuando uno dice algo que al otro parece inconveniente le damos un golpesito en la nariz o algo... con la promesa de parar la conversación y retomar por otro lado... - Decía todo esto con la vista al frente pero igual de manera sincera y comprometida. Sabía que su mayor problema con la gente era que cada vez que entablaba una charla se cabreaba por cualquier tontería y todo se hacía una bola de nieve cada vez más grande y más grande. Pero debía haber alguna manera de no entrar en ese juego histérico, de poder tener relaciones sencillas con la gente.

- Igual te salió bien la jugada, no? porque estás de novio con ... - la que no puede ser nombrada. Lo miró de reojo sonriendo con malicia. Ya habíamos dicho que Jessy la detestaba, no? Era como un intercambio de parejas, Kris con W, luego con Jessy... James con Jessy luego con W... Era hasta gracioso. - Igual yo creo que tu mucho de novias y novias... deberías estarte soltero una temporada.... No critico solo... pienso