Bitches gathering

(OFF: Abierto para todas si están invitadas o llegaron por el 2x1 en bebidas con ron que ofrecen los jueves en La Tármica.)

Debería haberse quedado en su etapa de lesbiana, las chicas estaban más llenas de sentimientos y eso pero ninguna la había puesto así de mal. Es decir, no se iba a matar porque no era una idiota, pero definitivamente no quería saber nada de Gene. Estaba segura que ahora era para siempre aunque fuese una idiotez por la que se había enojado.

El muy tonto se había atrevido a preguntarle si estaban saliendo con otras personas. No se habían visto hace dos meses y sí, ella había salido con otras personas y sí…hasta había follado con otras personas –sólo dos, no eran tantos- pero esa pregunta significaba que él quería hacer lo mismo. Se suponía que él iba a estar allí para ella y sólo para ella. Él era el serio, él era el incondicional.

Estaba como león enjaulado, avanzaba a largas zancadas en su habitación, encendió un cigarrillo aunque sabía que no debía porque no daba para más. Comenzó a escribirle una carta de odio pero la acabó quemando con un hechizo que fue más fuerte de lo que planeó, el escritorio acabó con una fea quemadura encima que repararía luego, se aseguró que dejase de echar humo, se puso una casaca de cuero encima de lo que llevaba y en vez de responderle a Gene envió a la lechuza del chico Burroughs a algunas de sus amigas para proponerles algo.

Era una invitación informal para salir, que inviten a las chicas que quisieran porque de tipos no quería saber nada. ¿En serio él quería salir con otra? Puto. Es decir, se merecía pasarlo bien pero no sin ella. La verdad no entendía cómo Gene se atrevía a ser tan atrevido.

Salió con su cajetilla de cigarrillos en una mano, con audífonos  y con la capucha puesta sobre la cabeza, no quería hablar con nadie y prefería que no le dijesen nada, iba a responder como ogro en celo que no consigue acción. Se dirigía a La Tármica, siempre su primera opción era Radegast pero las posibilidades de encontrarse a alguien conocido no le resultaban nada atractivas.

No se encontró con nadie o los ignoró de forma categórica, apenas llegó al bar pidió un shot de pisco y una cerveza. Se bebió de un sorbo el vaso pequeño mientras que su a su botella le quitó la mitad del contenido en tiempo récord. ¿A qué hora planeaban llegar? Iba a estar borracha para cuando llegasen. Encendió un cigarrillo y cuando se consumiese todo iba a seguir bebiendo de su botella, de otro modo realmente iba a parecer una alcohólica.

La lechuza que había partido a buscar a Jasmine para enviarle su nota la habia encontrado donde la pelirroja habia decidido practicamente acampar desde hacia cosa de unos dias: dormida en el laboratorio con Ellie Morgan. No, no dormida con la semiveela como una metáfora sensual. Dormida, literalmente, sobre una de las mesas, con la rubia recargada en su hombro. El trabajo final de Dorian, que debían entregar el próximo (y último) miércoles, ya estaba en su etapa final y al, después de muchas noches de llorar como histéricas y querer rendirse, estaba al fin rindiendo frutos. Aun así, seguía siendo endemoniadamente agotador.

El picoteo en su frente la despertó. Tenia sus anillos y la mano marcada en el rostro por haberse quedado dormida sobre ellos. Miro a la lechuza primero con cara de querer asesinarla por despertarla, pero tomo la nota e inspiro lenta y profundamente, tratabdo de quitarse el sueño de encima.

Desperto a Ellie con bastante mas suavidad que la lechuza, porque el caldero que - en teoria - habian estado cuidando ya estaba frio y podian vertir el contenido en los frascos que habian separado para seguir despues. Le pago a la lechuza con frituras, porque no tenia nada mas que ofrecerle, y tras limpiar un poco le dijo a la semiveela que iban a ir a Hogsmeade a desestresarse, si o si, sin lugar a discusion. No mas trabajo por hoy. Ya mas tarde podrian regresar cada una a sus vidas para recargar fuerzas, Ellie con su hijo, ella a buscar a David, pero por pronto necesitaban despejarse y con urgencia.

No le dijo tal cual que irian a La Tarmica porque no sabia si Ellie alguna vez habia puesto pie ahi dentro, pero con las fachas que las dos tenian la verdad ni desentonaban. Lo que si le dijo es que se trataba de una salida de solo chicas para ponerse a despotricar contra el mundo, por lo que habia leido en la carta de Barunka, y con eso parecio convencer a Morgan. A la salida habian encontrado a Amy, que parecia estarla pasando igual de mal que ellas dos con sus propios trabajos finales, nada mas de ver la pinta que se cargaba eso quedaba claro. Y sin mas, Jasmine tambien se la habia llevado.

Cuando llegaron las tres Barunka ya estaba ahi, acompañada de Zelda. Ni iba a ponerse a averiguar si venian juntas o eran amigas o lo que fuera. Atraveso la sala del bar hasta llegar a la barra como flecha, medio desesperada, y se planto frente al cantinero, sickles en manos. - Una botella, lo más fuerte que tenga, no me importa qué. Ya ya ya. - Ni se esperó ni nada, que ella ya estaba buscando ansiosa los cigarrillos dentro de su bolsa. - Hola Zelda. Bueno, ¿qué contigo? ¿Y esas ansias asesinas que te leí de qué son? - Eso ultimo se lo dijo a Barunka, haciendo un gesto a Amy y Ellie de que se acercaran. - Ella es Ellie. -

Eran esos momentos en los que pasaba días sin dormir una noche entera en los que se reafirmaba a si misma que si había pasado por dificultades peores en su vida, algo tan simple como una maldita poción de final de semestre no iba a vencerla. La rubia era masoquista o algo así, no había otra razón por la cual disfrutara en verdad el desgaste físico de los finales de semestre, pero ahí estaba, cuando dejó el caldero a enfriar ya no le importaba más en la vida que sentarse un rato y caer rendida… y así había sido.

Sintió a Jasmine moverse, ¿Cómo no iba a sentirla si estaba al lado de ella? No se quería despertar, quería que todo estuviera mágicamente terminado y ya no saber más, preocuparse por cosas más banales como con quién diablos iría al baile y eso. Pero no, la burbuja de sueño se había roto y ella, perezosa y aun con rastros de sueño en el rostro levantó la cara, sus gafas seguían rotas y las acomodó sobre su cara.  No entendió muy bien lo que Jasmine decía, solo que iban a beber y no sé qué más.  Se apuntó, no porque le gustara socializar, era la peor persona socializando, si no porque había alcohol de por medio.

Tomó su abrigo y salió con ella no sin antes poner mil de seguros mágicos sobre la poción que significaría el 75% de su calificación final. SETENTA Y CINCO.  Estaba algo adormilada así que solamente saludó a Amy cuando la vieron en la salida y se fue con ellas, no la conocía así como tampoco conocía a las personas con las que Jasmine iba a socializar, solo quería un buen vaso de algo fuerte inmediatamente que llegaran.

Tras entrar en la Tarmica se acomodó un poco el cabello que parecía ser el hogar de un ave o algo así por lo despeinada que estaba. Fue a la barra siguiendo a Jasmine y puso dos galeones ahí. Nada más por poder hacerlo, ella quería algo fuerte pero no iba a tomar cualquier cosa que unos sickles consiguieran. -  Esta va por mi cuenta Hartmann – Le dijo tras pedir mejor un whisky de fuego extra fuerte. No tenía tiempo para simplezas.  Saludó con una mano tras escuchar su nombre y en cuanto el cantinero les sirvió la botella ella fue como poseída a servirse un shot un tanto grande, mismo que se lo paso haciendo gestos. Eso la había despertado un poco, pero quería más.  – Hola Zelda, Hola… persona que no conozco. – Le dijo señalando con un segundo shot a Barunka y luego lo bebió de golpe.

Jessy andaba loca. Algo le decía que era tiempo de tomar las cosas buenas que le aparecían en frente sin pensar de más. Sin enredarse en elucubraciones mentales que nunca traían nada bueno. Pero podía aguantar un día o dos así, luego su forma de ser la invadía por completo. Todas sus inseguridades, todo el pasado sobre sus hombros y a sus pies... Y en frente de ella. Ahí estaba vestida de gala, cenando en el Pantomime Horse con su hermano Adam, quien representaba la solución a sus problemas con la universidad, pero que a la vez significaban el escuchar, ceder y acatar, como en toda densa negociación, donde el poder lo detenta alguien más.

- Yo no lo amenacé... no puedo creer que haya dicho eso, fucking Morgan.... Simplemente me ofreció librarme de sus servicios y yo acepté. No pasa nada por no poder usar la enfermería de la universidad, Adam. - trataba de explicarle a su hermano todo aquel embrollo con el sanador de turno. Tenía que hacerlo bien, para que Adam estuviera de su parte y pudieran iniciarle una demanda o algo al estúpido ese, pero mientras él la obligaba a comer antes sus ojos y se le reía en la cara. Jessy cedía, porque sabía que más que a ella, era a él al que le gustaba dejar historiales limpios y todos los cabos atados. Si a Jessy le gustaba la venganza a Adam que había sido Slytherin le fascinaba.

Se estaba tragando a disgusto un trozo de calabaza cuando el mozo pingüino se acercó con un sobre en bandeja. Jessy abrió la carta y sonrió, para si, y para su hermano también. Esa cena se acababa, pero no tan rápido como ella hubiera deseado. Tuvo que terminarse el postre también y la botella de vino, y escucharlo advertirle sobre el baile de navidad. Prohibido tenía hacer ninguna idiotez, ya habían sido suficientes en un solo semestre....

Saliendo del restaurant cruzó sus ojos con los de una rubia más. - Whitney? - se preguntó para para si que para ella... Y su mente que había reprimido mucho odio durante tres horas de larga conversación se iluminó como un farolíto en plena noche de campo. - EY!... Soy Jessy... me recuerdas??... - Con alguien tenía que descargar sus frustraciones y la rubia era la persona perfecta. - Voy a encontrarme con una amigas, acá en la Térmica... te sumas? o te da miedo ese antro?...-

Como fuera, con Whitney o sin ella, Jessy iba a ir a enborracharse con Barunka y quien más hubiera acudido a su pedido de auxilio alcoholico y despechado. Así que apuró los pasos, cruzó la calle, se metió en una cortada mal oliente y encontró el bar tan conocido para ella. Sus pintas de coctel desentonaban pero eso no le importó para cruzarle la cara a un tipo que le arañaba el vestido mientras se le caían las babas de la boca... - Llegué... que paso?... Quien se murió Barunka?... ah... Hola... - el resto, Jass bien, Amy, muy bien, Ellie... Ellie? What de fuck?!?!?!!? Jessy no disimuló nada. Bien ahora podía pelearse con dos rubias, con Whitney porque estaba siempre en el lugar equivocado estorbándole y con Ellie por puta sorra creída!

Había casi acabado su cigarrillo cuando vio llegar a una conocida se metió más en su bebida, luego recordó que había hecho un llamado al empoderamiento anti-huevos y se la quitó. Era Zelda, la verdad la odiaba un poco porque era una semiveela que le recordaba cómo se suponía que fuese, arreglada y eso, bastaba verla toda fuera de lugar con su vestimenta ultraelegante como para ser notada. Quitó esas ideas de mierda de su cabeza porque no era el momento y tampoco era tan mala aunque le recordase a su madre.

Con su saludo amable hasta la convenció de que la había juzgado mal y que estaba tan llena de temas como ella. Brindó con su cerveza contra el vodka de Zelda y se la bebió de un sorbo sintiendo el amargor final en la boca. Arrugó un poco la nariz y pidió un vodka, era más mujer de cerveza pero necesitaba algo mejor para soltar la lengua si de eso se iba a tratar.

-¿Te llegó la invitación?.-el beber su vodka de un solo sorbo sí la descolocó un poco sobre el banquillo en el que estaba sentada. Tuvo que pararse y mover un par de veces la cabeza para acabar con su mareo temporal. Funcionó. Mejor no hacer hincapié en la invitación por si era una coincidencia, si se ponía zorra sí la iba a joder.- Dame un adelanto, yo estoy jodida por la cosa más ridícula del mundo: un pendejo liberal.-liberal en el sentido de que no iba a ir atrás de ella como perrito faldero sino que iba a vivir su vida, no en el convencional entre los magos. Ella podía tomarlo como quisiera.-

Saltó de su lugar y se le echó a Jasmine al cuello, gracias a los dioses por sus reflejos de Quidditch ya que por su aparente complejo de mandril pudo echar al suelo a la pelirroja pero no lo hizo. Le dio un beso en los labios porque lo necesitaba y  le sonrió, le susurró al oído “Gene” y ya podría darse idea de por qué quería matar. Si a alguien le había tomado confianza como para contarle de eso era a ella, a Frances a veces no porque le daba pena echarle sus dramas de aún adolescente cuando estaba tan ocupada con su vida de casada, además ni que fuera a contarle cómo se la folló su hermano la noche anterior.

Sólo levantó las cejas para saludar a Ellie, no tenía ni que olerla para saber que no era de las que frecuentaba. Por lo menos bebía, con eso se le iba lo estirada a cualquiera, y estaba guapa. A Amy la saludó con un sonoro beso en la mejilla, aparentemente había atinado con el día en el que todas estaban con ganas de desmadre y alcohol en cantidades industriales. ¿Acaso se habían puesto de acuerdo para joderlas?

A Whitney apenas la notó le hizo un ademán con la mano y a Jessy le echó una palmadota en la espalda como si estuviese saludando a Abner o a Syd, seguramente la frágil rubia le iba a echar un problema encima por su atrevimiento pero es que…¿vestidito de coqueteo? Que ese lo guardase para sus días de cita porque no iba a haber carne masculina allí esa noche. Movió unas mesas con la varita y jaló unas sillas esperando que el resto hiciese lo mismo. Pidió en la barra tres botellas de vodka y una de whisky, aún no acababa su cerveza así que la puso frente a su asiento en lo que encendía otro cigarrillo.

-No me imaginé que iba a tener este poder de convocatoria. Voy a hacer rifas más seguido, me voy a hacer millonaria. ¿Tanta desgracia hubo junta hoy que parecemos camellos?

¿Cómo explicar?, no estaba teniendo una de sus mejores rachas en la vida, para ser sinceros. Las cosas con James estaban algo tensas y para colmos de males no había tenido mucho tiempo para seguir arreglando los asuntos puesto que estaban a final de semestre y eso significaba quemar y quemar pestañas. Al menos leer e investigar le llenaban un poco esa inquietud que estaba viviendo últimamente, y le había dado por aislarse un poco, así que era más que normal que se llevara un par de investigaciones o libros después de clases al  Salón de Té, ya que no se frecuentaba con nadie y tampoco era un lugar sumamente concurrido, no más calmado que la bilbioteca, pero era totalmente aceptable, ya que se sentía más presionada que de costumbre estar en la universidad.

Por supuesto como todo tenía un horario, el salón de té ya para esa hora estaba cerrando y era su hora de salir para volver a la universidad para tratar de dormir lo que pudiera, porque esa era otra, tampoco es que estaba durmiendo bien, por la misma presión en general de todo y hasta la más reciente presión que era la del baile. No quería pensar en eso tampoco, porque ella era de esas que buscaba hasta el más mínimo detalle para tener su outfit perfecto a su modo y eso significaría un estrés adicional e inútil en esos momentos. Metió sus libros en la mochila y se disponía a ir a la universidad cuando de pronto se encontró con Jessy, bastante bien arreglada, haciendo un alto contraste a como se encontraba ella vestida en ese momento.

Para su sorpresa, le saludó atentamente y la invitó a ir a la Termica. De verdad le parecía de lo más extraño todo eso, ya que siempre la recordaba que la miraba con ansias asesinas sin razón alguna (o al menos para ella). Pero se desprendió de toda sospecha, la presión la hizo aceptar la invitación, ya que podía liberarse un poco con alcohol.... procurando esta vez moderarse, no como aquella vez en el salón de los Smertios.

- Sí, Jessy, te recuerdo - Le respondió - ¿Miedo?, para nada, ¡Vamos! - No lo dijo entusiasmada pero tampoco apagada. Así que aún algo extrañada siguió a la rubia y al llegar el lugar vio un distinto mosaico de personajes, distinguió a Jasmine, quien a pesar de que no había tenido un contacto muy cercano, igual la saludaba e intercambiaba buenas palabras. Saludó de buena gana a Amy, que en cierta medida le aliviaba que estuviera ahí, saludó a Barunka, con quien tenía poco trato pero le regresó el gesto, al igual que Ellie... y bueno... ahí estaba Zelda... quien simplemente prefirió omitir para evitar disgustos. Acercó sus galeones y pidió su respectivo trago, quien acompañaba a Ellie en cierta forma. Y bien, ese era el inicio de la noche.

Escuchó lo que dijo Barunka y forzó una media sonrisa, casi le decía "Ni te imaginas".

La verdad Ellie no se dio cuenta ni de alguna expresión extraña en Zelda ni de nada más que aferrarse a su shot de whisky como si fuera su salvación a la vida. Si bien ella no era una persona con muchos amigos o que fácilmente conviviera con las personas con alcohol encima era una persona completamente diferente, más relajada y hasta graciosa cuando se le daba la gana. Tal vez solamente pocas personas como Jasmine (aun que no fueran amigas tal cual) sabía que después de finales hasta a ella se le quitaba lo estirada con tal de relajarse. No tenía ni idea que una de las razones principales por esa junta de chicas era para hablar de problemas amorosos. No le importaba tampoco en realidad.

Bebió otro shot como si fuera agua antes de darse un respiro y buscar la cajetilla de cigarrillos que tenía en una de las bolsas del gran abrigo. Justo en ese momento iban llegando Jessy y Whitney, solo rodó los ojos cuando la primera le hizo esa cara y saludó bien a la otra. No tenía cinco años para arruinar la salida diciéndole sus verdades a Jessy y tampoco estaba de humor la verdad.

Es que dijiste la palabra mágica, “Alcohol” así cualquiera se anima, ven para que te de un beso por salvarnos del infierno a Hartmann y a mí, ándale… - Exhaló el humo del cigarro y luego le hizo una seña con el brazo a Baruka para que se acercara a ella y abrazarla, como su dieta los últimos días había consistido también en chucherías y no tenía mucho en el estomago eso hacía que el whisky fuera más potente y se le subiera más rápido, tomó a Baruka de las mejillas y le plantó un beso como si nada, fue rápido y nada morboso pero ahí estaba. Luego volvió a su cigarrillo.

¿Y ustedes?¿ También están hartas de la vida o que vienen hacer aquí? Díganme, no me dejen hablando sola como borracha en cantina… oh, espera… - Se rió de si misma ante la idea y luego hizo un ademán de “what ever” para girarse nuevamente hacia la barra.

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La ropita sin la bolsita esa ridícula

Tomó a Barunka por la cintura cuando le brincó encima. Definitivamente su vista ya no era la de antes pero en cuestión de reflejos no le iba tan mal, así que consiguió quedarse bien afianzada al suelo a pesar de todo. El beso en los labios fue rápido y nada muy escandaloso, era su amiga (los besos realmente escandalosos no se iban dando en público) y no le importó lo que nadie dijera. Más cuando la rubia le decía ese nombre al oído. Ya comenzaba a atar cabos y ver por donde iba el problema.

Daba igual. La relación de Barunka con Gene nunca había sido la más estable. Ni la más normal. Probablemente tampoco la más sana pero nada de eso venía a importar en ese momento. Si la semiveela tuviera ánimos de ponerse a despotricar y llorar, la hubiera buscado para eso. Si lo que quería era ponerse borracha hasta la ceguera, entonces eso es lo que harían. Y honestamente, en vista de la semana infernal que estaba teniendo, a ella le vendría de maravilla. Luego habría momento para charlas sentidas y sentimentales, pero ese, en definitiva, no lo era.

Le dio igual que la pesadilla de James (o sea, Jessy y Whitney juntas y al mismo tiempo) entraran al bar y se acercaran, así como le dio igual la serie de malas miradas contenidas que iban de un lado a otro y de las que se había dado cuenta. Jasmine buscaba mantenerse al margen de todas esas rencillas, que en un grupo tan variopinto como el que se estaba formando vendrían a ser por ley. Se hizo la que no se dio cuenta de nada. Ella iba a beber y olvidarse de los calderos por un rato. Así que acercó una silla cuando Barunka hacía lo propio y se sentó a la mesa con su trago de esa botella que Ellie tan solidaria (y tan más simpática con un poco de alcohol encima) invitaban.

- No es necesaria la desgraica, ¡son finales! ¿Saben que el cabrón de Dorian - nuestro Dorian, no el tuyo Amy - nos va a calificar el trabajo final como un 75% del valor final de todo el semestre? - Y se iba a quejar con quien fuera, porque en verdad era un escándalo. - Obvio que ofrezcas alcohol y gravitemos hacia acá. Mira, si hasta Ellie se pone cariñosa. - Le dijo a Morgan (cayendo en cuenta de que había 3 semiveelas en esa mesa) a manera de broma. Había estado viviendo casi pegada a ella como siamés los últimos días. Con todo y la diferencia de caracteres (más profunda de lo que Jasmine imaginaría a primera vista) podía decir (o creía) que había algo de confianza.

No iba a responder nada a Zelda por el tópico de "por lo menos tú tienes mamá, deja de quejarte" porque a saber cómo se lo tomaría. En vez de decir nada se quedo en silencio cuando vio a Frances llegar, no porque le sorprendiera su asistencia, sino porque el silencio de la misma sí que era anormal. Lo anormal se volvió alarmante cuando se sentó al lado de Barunka así, sin más, sin decir nada. Sin comentarios venenosos a Jessy o burlarse de los vestidos de coctel.

Lo que hizo Jasmine fue tomar la botella de whisky, servirle un trago y deslizárselo por la mesa hasta que lo tuviera en frente. Que estaba preocupada, y mucho, porque una Frances silenciosa no era normal, pero no iba a ponerla en evidencia frente a todas, para eso mejor gritarle ¿TE PASA ALGO? sería hasta más discreto. Tan solo la miró un instante con atención, como queriendo preguntar sin palabras si acaso necesitaba algo y quería hablarlo. Le hizo incluso una seña más discreta sobre si quería apartarse un poco.

El golpe de Barunka casi la mata, pero se ahorró todo escándalo y simplemente acomodó sus hombros de nuevo en su lugar, pues tenía asuntos más importantes con quienes pelearse esa noche. Tomó a Whitney de la mano y la sentó en una silla al lado de la que ella usaría. Le sonrió con toda la maldad e incluso se tomó el atrevimiento de acomodarle un mechón de cabello detrás de la oreja mientras le comentaba lo bonito que era y que trágico sería que quedase calva por algún accidente. Así las cosas, bien sutil, charla de ocasión mientras todas iban tomando sus puestos y rellenando sus vasos. Jessy que ya llevaba una botella de vino dentro y un montón de comida en el estómago, solo pidió un trago florido de esos que en la Térmica siquiera preparaban bien, era puro licor de rosas azucarado y de mala calidad.

Como a todas las que la conocían de cerca, ver llegar a Frances con esos ánimos más que intriga le causó dolor. Dolor por saber que la habían cagado, una vez más,  con esa relación que tenía todas las fichas para ser de mejores amigas y nunca sucedía. Por hacerle recordar la pésima carta que le había respondido y saber que así había negado la posibilidad de ahorrarse enemigos. También verla allí, le hacía ver lo estúpido que era su odio hacia Whitney o Ellie. No había comparación, era una tonta de niñas. Y Jessy estaba para mucho más que eso.

Focalizó de inmediato en Amy y se distrajo respondiendo a ella para volver a los ánimos de fiesta. - Ustedes son importantes! me visto así para conquistarte Amy!... - rió y luego aclaró al pasar - Vengo de cenar con mi hermanito mayor, dice que tengo que dejar de hacer tonterías dentro de la universidad... así que ahora las haré afuera del campus. - Para hacer caso a sus palabras, tomó la copa roja y se terminó el licor de un solo trago y la copa se volvió a rellenar. Lo bueno de los bares mágicos.

Jessy no pensaba en los finales. Nunca se presentaba. Ese año sería igual seguramente, a menos que se despertara con ánimos el lunes y decidiese ir a ver al guapo inglés que hacía de profesor. Como fuera ese día se vería. Ahora a tomar y a charlar.... - Yo ya tengo vestido... y pareja... creo que es mi año de suerte...- no dio más explicaciones porque no quería contar de su vida y no quería comentarios de ajenos al respecto. Además tenía otro asunto que atender, un tema que no podía quitarse de la cabeza desde que hacía dos horas la habían obligado a cenar. - ya vuelvo... no se larguen sin mi -

Sin mayores explicaciones se levantó de su silla, miró a todos lados por ubicar los servicios y en cuanto entendió donde estaba parada, comenzó a andar hacia los baños. Allá al fondo una puerta flotante desde la que aparecía y desaparecía gente. Entró a un cubículo, cerró la puerta apoyando la espalda contra esta y se quedó frente al inodoro mirando los mosaicos mugrosos y respirando con profundidad, cruzada de brazos como si estuviese tomando una decisión de vida o muerte.

Era muy cierto lo que decían por ahí, de que cuando un grupo de mujeres se reúne, el diablo se sienta, escucha y aprende. Ya que con esa diversidad de personalidades estaba más que claros que ciertas miradas de desdén se iban a disparar a diestra y siniestra, pero por suerte todas estaban reunidas con un fin común y era intentar relajarse, olvidarse de un momento de la vida cotidiana... o al menos ese era el concepto que había entendido para que esa noche se conviviera.

Sin embargo, con tan atención de Jessy le ponía los pelos de punta ya que no solo le había invitado sino que también la había sentado cerca de ella, aunque más en un plan obligado y forzoso que con intenciones de compartir ideas e intentar conocerse mejor. Con eso fue suficiente para ponerse un poco a la defensiva de una manera discreta, ya la cierta confianza con la que había entrado al principio se había esfumado y su mirada se entrecerró en manera de sospecha; incluso se alejó instintivamente un poco cuando la rubia se acercó para acomodar su mechón. Poco a poco bajó su mano hacia su bolso en busca de su varita y cuando la consiguió la sostuvo, más no la sacó, solo la sostuvo con fuerza dentro del bolso; pero cualquier movimiento en falso no iba a responder.

Por suerte, en eso llegó Frances a quien conocía de vista y la dinámica para bien o para mal cambió y al parecer Jessy se distrajo, o al menos quiso pensar en eso y se alejó al parecer al baño o quien sabe a donde. Fue su momento y rápidamente se cambió a donde estaba Amy... pudo haber huido, sí, pero DE VERDAD quería una que otra copa (sin exagerar como la otra vez), compartir con su amiga y luego largarse. Así que poco a poco el tema iba variando, desde la crueldad de los profesores la cual le daba un poco de risa y con eso, marcaba una pauta de que ya se encontraba más relajada que antes y a la próxima no iba a ceder a nada que le pidiera Jessy.

- Yo creo que una de las principales características que buscan en esta universidad par ser docente de alguna materia es correrle la vena de la maldad dentro de su ser. Increíble, también a los de periodismo nos ha tocado pesado, un estúpido ensayo sobre la guerra de trolls SETENTA por ciento de la nota - Se apresuró a alegar haciendo un gesto de "Qué demonios le pasa al mundo?", rió y con dos galeones compró un shot para beberlo.

Entonces el tema cambió al baile, en cierta forma lo veía con ilusión pero también con cierto estrés ya que no tenía ni la menor idea de lo que se iba a poner.

- Recién James me lo mencionó y no tengo el vestido listo, creo que me voy a apresurar ya que falta poco tiempo - Casi había olvidado que Zelda estaba ahí - ¿Y ustedes?, ¿Piensan ir?, la propuesta del ponche está tentadora - Bromeó

Por un momento sintió remordimiento por no haberle llevado toda esa clientela a Finnerty, luego recordó más o menos de qué se trataba toda esa reunión y lo menos que necesitaba era darles a las chicas que habían ido una razón para usar esos vestiditos con un chico guapo. Debía ser su esencia animal que aceleraba feromonas casi como el buen islandés.

Restó importancia a que menospreciaran su plan de volverse millonaria a base de rifas para intentar recordar los posibles impases que había tenido con algunas de las chicas allí presentes. Casi toda su vida intentó evitar ese tipo de reuniones, rara vez iba a las pijamadas en casa de Frances –o incluso en donde Bloom cuando aún no le había robado el novio- o a cualquier otra porque prefería ni enterarse de los chismes de gente que ni le importaba pero bastaba verla ahora, aparentemente tan cómoda en ese ambiente femenino.

Un beso llegó a sus labios como para recordarle que ya no podía arrepentirse de estar allí. Lo hubiese esperado hasta de Jessy pero no de Ellie que siempre fue tan madre de los cincuenta, más de una vez habían tenido problemillas tontos en los pasillos cuando le había dicho con sorna algún insultillo bobo de esos que riman. Le sostuvo el rostro por un momento y le devolvió el beso de forma sonora, tampoco iba a decirle que no porque dios las castigaba.

No se dio cuenta de cuando llegó Frances, quizá había algo mágico entre el beso de dos semiveelas que lograba tal efecto. Soltó un mierda por el jalón de cabello aunque no le había dolido, le sonrió ampliamente a Frances porque no creyó que fuese a ir pero sólo percibió un aura de pesar en ella, parecía más mirar hacia la mesa que a otro lado. Recostó su cabeza en el hombro de Frances como si de un cachorro se tratase, le dio la mano bajo la mesa antes de voltear hacia Amy como si nada, vio el gesto de Jasmine pero hizo como si no.

-Amy, yo te iba a contar lo lindo que iba a estar mi vestido para el baile….-mentira, ni siquiera sabía si iba a ir o no, o si iba a ir con vestido-…pero ya se nos vino un dejavú del colegio.-quizá no todas lo entendiesen, pero se refería a Jessy y sus populares vomitadas tras cada caloría consumida, rodó los ojos porque ya sabía cómo iba a acabar eso. -Tenemos como diez litros de alcohol sobre la mesa, eso suena como a juego, ¿no? Porque la verdad sólo a la mitad de ustedes les puedo preguntar por algo real, al resto sólo por el clima y eso es…

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Acción: besar a Barunka en su mejillita dos veces, decirle a Jasmine que luego hablan, autistear, seguir a Jessy y gritonearle
Situación actual: en el baño con Jessy

Sabía que no debía pero había cosas que eran más fuertes que uno, más fuertes que la voluntad y que la razón. Apoyada sobre la puerta se tomaba el estómago con una mano y sacaba su varita con la otra. No pensaba en las chicas que estaban a unos metros, ni en Barunka y sus comentarios evidentes, no pensaba en nada claro, porque solo veía lo asqueroso de ese sanitario, lo difícil que era respirar y lo pesada que se sentía. Más rápido mejor y menos remordimientos. Solo cumplir con el deber y salir de allí a sonreirle al espejo.

Estaba con la varita apoyada en el pecho cuando una voz muy particular le arruinó el momento de definición. Apretó los ojos chitó a Frances - SHHHHH!-... para luego susurrarse un característico - Fuck. Respiró profundo y guardó el arma en su cintura. Se dio media vuelta y empujó con suavidad la puerta que las separaba, inclinando el rostro a medida que la morocha iba apareciendo frente a ella. Había que admitir que la había "salvado" pero Jessy no estaba tan de acuerdo con eso, así que sus labios no eran de sonrisa sino de pesar y si le sostenía la mirada a través del reflejo del espejo es porque no conocía otra forma de relacionarse con la morocha.

Era evidente que Frances tenía mayores problemas que ella ese día. Era evidente desde que había entrado en el bar con esos ánimos apagados y también porque la había ido a buscar al baño. Podía decirle que no, que solo necesitaba tomar agua del grifo o verse lo bonita que era al espejo, pero de todas formas Jessy no lo preguntaría. As always sacaría las conclusiones que quisiera.

Esperó dos segundo a que Frances se diese la vuelta y simplemente la abrazó, respirándole en el hombro. Y ya. Con fuerza porque Frances podía mandarla a volar del empujón. No iba a decirle "que hiciste ahora, estúpida?" Pero el abrazo se lo debía al menos por lo del zorro o porque... Que mierdas. Dios! era la pobre Frances indefensa. JA! claro que no. Jessy se estaba arriesgando y tenía una botella de vino dentro. Vino que la morocha no le había dejado lanzar en paz. La soltó en cuanto pudo, en cuanto quiso o en cuanto alguien interrumpió y ahí si, se fue al espejo a mirarse las pintas.

- Qué vas a hacer?- con tu vida?... - le regalaré un zorro a Aimé para navidad... crees que pueda cuidarlo?- Eso sí ya era un chiste, a ver si se largaban a llorar y Jessy arruinaba su maquillaje.

Ni le iba a responder a esa pregunta tan estúpida. O sea tenía una cara de muerta viva que se caía al piso. Podía Jessy no saber qué era exactamente lo que había hecho Frances, pero si estaba segura de que Frances la había cagado feo y con algo que le importaba mucho. Podía ser la relación con su padre, algún problema familiar o que la expulsaban de la universidad, definitivo. Podía haberse peleado con Tobias o matado a sus hijos sin querer,.Podía haberse metido en las drogas y fumadosé el poco dinero que tenían o simplemente estaría embarazada de nuevo y no era de Toby. Mil cosas podían ser, Jessy no era adivina por ahora, e igual ese no era el punto. El punto era que si necesitaba su ayuda, la rubia no necesitaba explicaciones para tenderle una mano. Y también por eso no preguntaba más, porque no necesitaba saber más.

- ya me estoy pintando los labios - Le dijo haciendo eso mismo, señal clara de que no. El momento había pasado y ya... No quería ni pensar en eso, no era tan fuerte como para seguir en el tema. Si se quedaba sola, sin supervisión, se metía al water de nuevo y lo haría, así que mejor guardar el labial y correr tras Frances. Cerrar esa puerta y con eso enterrar sus intenciones anoréxicas.

La tomó por la cintura de atrás y le dijo al oído antes de que se le desapareciera en las manos - cualquier cosa... me mandas un patronus... yo te cubro - En realidad iba a cubrirla con las chicas, eso de que la despidiera de las otras, pero también funcionaba si Frances se largaba a robar Gringgots y necesitaba alguien que le hiciese de campana.

Al contrario de la morocha, Jessy no se había quedado mal con lo de las cartas ( el tema del zorro era otra cosa). Si bien su respuesta no había sido muy amorosa, nada amorosa mejor dicho, tampoco la había mandado a la mierda. Frances tenía su forma de dejar las cosas claras y Jessy otras muy distintas. No había cambiado de parecer por verla hecha un moco en un baño de mala muerte, sino todo lo contrario, ejemplificaba lo que su misiva decía: el mundo iba y venía, pero ellas estarían allí hasta el final, enterrando muertos, desenterrándolos y hasta colándose a Askaban era si fuese necesario. También le había prometido a Jass y Kris que se comportaría con la morocha, pero eso hasta sonaba a excusa.