Melinda G. McGonagall

   Melinda es una muchacha extremadamente calmada, pocas veces pierde la paciencia. Perfeccionista, detallista, nunca deja un cabo suelto. Le encantan los acertijos y los problemas, motivo por el cual muchos se extrañaron de que no fuera a la casa Ravenclaw, le gusta resolverlos aunque pueda estarse horas, poner su cabeza en funcionamiento de esa manera es algo que realmente la fascina.

Risueña, rara vez la ves sin una sonrisa en la cara. Le cuesta mucho expresar sus sentimientos y suele esconder sus pensamientos y problemas precisamente tras esa llamativa sonrisa. Además siempre se muestra misteriosa, siendo bastante reservada con respecto a sus cosas personales, pero cuando consigues que se abra a ti es capaz de poner tu corazón en tus manos, porque confía ciegamente en aquellos que considera de su círculo de confianza. Es amable, simpática y siempre ha demostrado que si sacaba buenas notas en Transformaciones, asignatura de la cual era profesora su tía, era por méritos propios. En ningún momento dejó entrever (porque no era cierto) que tuviera un trato especial por parte de la jefa de la casa, aunque está segura de que más de una persona lo pensó.

Sabe, además, que su apellido, totalmente muggle, es fuente de habladurías, puesto que muchos magos son capaces de rechazar aquello que proviene del mundo muggle, incluso un simple apellido. Es por ello que la muchacha ha desarrollado una intolerancia a las injusticias. Es justa por encima de todo y en todos los sentidos. Además no tolera tampoco las discriminaciones entre magos por su procedencia. Debido a que su abuelo es muggle, se empapó desde bien pequeña de la cultura muggle que este ponía a su alcance, no rechazando nada de lo que le rodeaba, ni el mundo mágico ni el mundo muggle e intentando vivir en armonía con ambos.

Decidida, en el momento en que decide hacer algo lo lleva a cabo por mucho que le cueste la tarea en concreto. No le gusta dejar cosas a medias. Su mayor fascinación son los astros y ya desde pequeña se tumbaba en el jardín trasero de su casa a observar las estrellas, poniéndoles nombres ella misma e inventándose historias. Le encantaba la meteorología, los fenómenos como la lluvia, la niebla, los arcoiris y siempre ha sentido curiosidad por ellos. Ese amor por los cuerpos celestes fue creciendo con el tiempo hasta el punto de que ahora muchas veces ha llegado a creer que el destino lo escriben las estrellas, o alguien de allí arriba y que ellas pueden guiar a las personas por la vida. Por supuesto sus notas en Astronomía despuntaron sobre las demás asignaturas.

Al igual que su tía Minerva, su tío Robert y su propio padre Malcolm, mostró habilidad encima de la escoba convirtiéndose en cazadora para su casa en Hogwarts durante sus años en la escuela. Aún en ocasiones se sube en una escoba, pues en muchas veces, siente que allí arriba alejada de las personas y más cerca del firmamento puede pensar con más claridad y se siente en cierto modo más libre. Es por ello también que tiene pensado en algún momento pedirle ayuda a su tía para convertirse en animago y adoptar la forma de un ave y poder volar con total libertad.
   

  Melinda nació en el seno de la familia McGonagall, hija del matrimonio formado entre Malcolm McGonnagall y Elsa Leroux, una bruja de origen francés que se trasladó a Escocia donde conoció a su futuro marido. Nacida en Caithness, Tierras Altas, Escocia, donde también se crió toda su familia paterna, la muchacha creció en un ambiente familiar muy diferente al de su padre Malcolm. Este hizo todo lo posible porque la infancia de sus hijos (Melinda entre ellos) fuera diferente a la suya propia, por lo que nunca debieron mentir sobre su magia, ni esconderla, motivo por el cual al poco de nacer Melinda decidieron mudarse a Hogsmeade, donde la hermana de Malcolm, Minerva también acabaría viviendo en algún momento de su vida junto a su esposo.

La pequeña creció en un ambiente agradable, rico en experiencias y donde la magia no era algo que hacer a escondidas o sobre lo cual mentir. A pesar de todo mantuvo unas relaciones estrechas con sus abuelos tanto paternos como maternos, adorando a su abuelo Robert y todo lo que este tenía que enseñarle sobre el mundo muggle. Además le llamaba la atención el modo en como todos los miembros de su iglesia le adoraban, cosa que entendería con el paso de los años y a medida que iba creciendo. Empezó a entender que su abuelo era el reverendo y que era protestante y todo lo que ello implicaba. Posiblemente la muerte de su abuelo Robert fue uno de los golpes más duros a los que la pequeña se enfrentó, no entendiendo aún porque él se había ido pronto mientras su abuela Isobel y sus abuelos maternos parecían tener mayor longevidad.

Poco después de dicho suceso la pequeña recibió la famosa carta de admisión del Colegio Hogwarts, cosa que llenó de orgullo a sus padres, abuelos y tíos. Fue asignada para la casa Gryffindor, a pesar de que ella misma había creído que el capaz podría mandarla a Ravenclaw, casa que sabía que había sido motivo de dudas con su tía Minerva. Nunca tuvo ningún trato especial por parte de la jefa de la casa y profesora de Transformaciones ya por esos días, y es algo que agradecía, puesto que no quería que la mirasen como la favorita, la mimada o quien sabía que chorrada se le podía cruzar a alguien por la cabeza.

Cuando estaba en segundo año entró a formar parte del equipo de Quidditch de la casa de los leones en la posición de cazadora, posición que ocuparía hasta el último de sus años. Al vivir en Hogsmeade, a partir de tercero, año en el cual se iban algunos sábados al pequeño pueblo cercano a Hogwarts, la muchacha se paraba a visitar a su tío Elphinstone, que parecía alegrarse siempre que cualquiera de sus sobrinos pasaba por allí una tarde. Es más, al menos hasta que el hombre murió debido a la mordedura de una téntacula venenosa, la relación de la muchacha con su tío fue bastante estrecha, lamentando mucho la pérdida de su tía cuando este murió.

Durante la batalla de Hogwarts, que la pilló en plena educación mágica en el colegio, la muchacha luchó contra los mortífagos y cualquiera que se pusiera de su lado, a pesar de que sus hermanos mayores, su tía y sus propios padres (que también se unieron a la lucha) intentaron evitarlo, puesto que la consideraban demasiado joven. Esa lucha la hizo no solo madurar, sino también convertirse en una muchacha mucho más reservada de lo que había sido antes.

Fue prefecta de su casa y salió de Hogwarts con honores para orgullo de toda su familia, incluida su abuela Isobel que seguía viviendo en Caithness pese a que su abuelo había muerto hacía tiempo. Durante sus años en Hogwarts destacó especialmente en Astronomía, asignatura que siempre la atrajo de una forma especial. Tras haberse tomado un año sabático para viajar a Francia y pasar una temporada con sus abuelos maternos, decidió inscribirse en la Universidad Brigantia de Estudios Mágicos para empezar la carrera de Ciencias del Universo.
   

   HABILIDADES
   • ESTAS HABILIDADES SE IRÁN COMPRANDO CON EL TIEMPO Y CON LOS PUNTOS DE EXPERIENCIA QUE VAYAN GANANDO MEDIANTE EL ROL, LAS CLASES Y LAS TRAMAS.
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