Un duelo porque sí. (Libre)

Llevaba varias semanas muy enfrascado en sus cosas. Nunca había sido el típico que establecía su residencia en la biblioteca de forma indefinida, pero últimamente no se dedicaba a nada más que a buscar un buen expediente académico. Quizás por orgullo, o quizás porque era verdad que sentía que no tenía ni idea de lo que estaba estudiando en comparación con sus compañeros. No sabía si era porque de verdad era un patán (había gente en clase que lo creía), era una mala racha o directamente si era verdad esa lejana idea que tenía de que estaba en la carrera equivocada. Da igual, se dijo a si mismo, apurando la segunda cerveza y volviendo a dedicarse de lleno a un tomo que a veces gruñía que le dejó un colega de clase. Se agobió a los quince minutos, se levantó y se marchó a la Hermandad casi sin pensarlo. Le apetecía ejercitar un poco su magia. Caminó rápido y buscó con la mirada a su contrincante, esperando a que alguien le hiciera una oferta.

Jessy estaba en la hermandad, supuestamente castigada.

Unos días antes, el arbitro del lugar la había encontrado en una situación por demás reprochable, arrancándose las greñas con una de sus compañeras en medio de un pasillo como si fueran niñas de kinder y ahora le tocaba cumplir con el castigo de practicar su magia dos horas por semana con supervisión docente. A Jessy en verdad no le molestaba tanto estar allí; le daba una escusa para mantener al día sus dotes de pelea, y llevaba más duelos ganados que perdidos. Así que por ahora el saldo de la situación daba favorable.

Blake?... te animas?. Lo vio entrar y no dudo en llamarlo para pelear. Al menos así tendría un competidor a su altura para pelaer, y no una niña de risos recién salida de Hogwarts que al primer bombarda terminara llorando.

Ahora solo faltaba que el árbitro les diera el ok. - Profesor... ya tengo pareja.

Diez puntos uf!!... que amarretes eran en esa universidad.

A todo eso, que poca atención había prestado Jessy antes, pues hacía siglos que estudiaba allí y recién ahora se anoticiaba de eso que murmuraba mentalmente? Asi, se demostraba que ni siquiera se merecía diez puntos, sino más bien leerse el Historias de Brigas, una y otra vez.

Como fuera, subió a la plataforma, escuchó el parloteo informativo, sacó su varita, saludó a Blake con un guiño de ojo, ladeó la sonrisa, varita al frente, brazo extendido, puño cerrado, diez pazos atrás, ojos en enemigo, mirada asesina y...


- Depulso!

- Sí, claro. - dijo y se preparó de la forma común. Se colocó en su posición y esperó las instrucciones, pero enseguida se despistó un poco pensando en que estrategia usaría contra Jessy.

La verdad, no la había tratado mucho pero era amiga de Jasmine y la típica que vivía enfadada con el mundo. Esa mirada que le había echado no podía mentir y en eso pensaba cuando se dio cuenta de que la chica se le anticipó sin que pudiera hacer nada para remediarlo.

- ¡Engorgio! - dijo apuntando a la mano con la que sostenía la varita.

Se permitió un suspiro al darse cuenta que había esquivado el ataque de Jessy y sonrió al ver que el suyo había salido bastante bien. Sin embargo, al impactar en su oponente el efecto no fue el deseado y eso le hizo replantearse una estrategia más sencilla y directa.

Aprovechó lo que el pensaba que sería un estado de confusión en Jessy para levantar la varita otra vez y realizar la floritura pertinente.

- ¡Rictusempra! - siempre le había gustado ese hechizo. Sobre todo en las noches de borrachera en las que se apostaba con alguien a ver quién armaba más escándalo.

Black se le había escapado por un pelo! Que bien se movía ese muchacho. No como ella que de inmediato sintió su cuerpo hechizarse desde la punta de los pies hasta la nariz. Un segundo bastó no más para que el botón de su camisa saliera disparado consecuencia de sus nuevas tetas un cuarto más grandes. Los zapatos le ajustaban y su varita se veía pequeña entre sus dedos, pero se sentía mucho más alta y bonita con semejantes tetas. El abdomen no importaba, bien le hubiera venido a Jessy ganar esos kilos para siempre... un cuarto de 40 era 10... y con eso estaría en un peso saludable. De todos modos había que agradecer que no hubiera espejos allí.

-Protego! Dijo sin pensar. Es que un Rictusempra no era nada gracioso.

Blake había fallado, pero Jessy no. Los blancos al poder y el público vitoreando.

Y aunque no sirviera de mucho realmente conjurar una protección que no había hechizo que rechazar, al menos le dejaba la mente tranquila de que ella era capaz! De que por más susto y lentitud que hubiese sufrido, podía conjurar con excelencia. Tantos años de lucha encarnizada en la guerra no habían sido en vano. Todo sumaba, hoy quizá solo gemas para los puntos facultativos, pero sumaba.

Entonces y volviendo al duelo... No había que perder más tiempo y si Blake quería jugar sucio con hechizos infantiles y ridículos, ella también podía hacerlo. Tiempo al tiempo, no faltaría oportunidad para quitarle un brazo con un bombarda.

-Densaugeo! - Blake ¬¬

Por abandono de Blake Dawkins, Jessy "gana" el duelo.

Jessy gana 19 galeones y 16 puntos de experiencia como consolación por abandono. Nada de puntos para su facultad.